Libertad para decidir sobre nuestra autonomía y decisiones

“LA EUTANASIA”

La eutanasia hace referencia a la buena muerte que se le puede otorgar a la vida de una
persona, a petición suya, con el fin de acabar con el sufrimiento que está atravesando en ese
momento, gracias a enfermedades terminales o incurables en última instancia.

El derecho a la vida no se debe interpretar por el simple hecho de existir, si no como el

derecho de gozar una vida digna, por otro lado, todos sabemos que la muerte es parte del
transcurso de la vida y que cada uno de nosotros tenemos el derecho de intentar que los
momentos o sucesos de nuestra vida sean tan gratos como se pueda. Como consecuencia,
tenemos el derecho a elegir o hacer del proceso de la muerte algo tan bueno o agradable
como sea posible. Por ende, si el proceso de morir se ha convertido en algo tan doloroso y
lamentable, por causas de enfermedades terminales o incurables, no se puede negar al sujeto
el derecho a reducir el sufrimiento que atraviesa y, así, acabar con su vida si él o ella, lo anhela
de esa manera.

Uno de los casos que causó controversia en el Perú, fue el caso de Ana Estrada, una mujer
psicóloga, la cual padece de una enfermedad llamada Polimiositis, una enfermedad terminal o
irreparable, que gradualmente va empeorando, lo cual la ha conllevado a sufrir fuertes
dolores. Esta es una rara enfermedad inflamatoria y autoinmune que causa debilidad muscular
y discapacidad con el tiempo. Con el avance de su caso legal, Ana mencionó: “Que no es
cuestión de rendirse o dejar de valorar la vida como tal, sino que, al contrario, la lucha que ella
inició por el derecho de una muerte digna lo hizo por el respeto a la vida que había tenido
hasta ese entonces, antes de entrar a UCI, y que aún se mantenía firme ante la defensa de sus
derechos por la vida, la libertad, la autonomía, y por el hecho de decidir hasta dónde puede
soportar el sufrimiento”. Ella expresó su alegría y no poder creer que su caso había avanzado,
ya que era el mayor logro de su vida, mencionó la libertad total que sentía, al saber que tenía
la voluntad de decidir hasta dónde podía seguir su lucha, y la felicidad que le provocaba.

Otro de los puntos que se toca en la eutanasia, son los afectados en el caso, muchas veces se
ha dicho que estos pueden ser familia o amigos, pero si comparamos el padecimiento del
paciente, con el sufrimiento de perder a un ser querido por parte de los amigos o familiares, la
calidad de vida dolorosa y lamentable la tendría que llevar el paciente, dándole esa carga a sus
seres cercanos, todo esto para evitar la pena de su muerte, siendo esto no más que egoísmo e
individualismo.

Por tanto, aquellas personas que llevan una vida con condiciones deplorables, en
consecuencia, de enfermedades con signos de muerte inminente, no hay razón alguna para
impedirle realizar su deseo de acabar con su sufrimiento, no podríamos obligarlos a llevar una
vida que ellos no la consideran digna. La eutanasia es una acción difundida, mejor hacerla
legal, para aquellos que en verdad la requieran y anhelan.