Está en la página 1de 3

COMENTARIO METODOLOGÍA HEILBRONER Y KATOVZIAN

Robert Heilbroner comienza su reflexión dejando clara su postura respecto al lugar que ocupa la economía en
conexión con las otras ciencias sociales que la acompañan: la antropología, la política y la sociología. Remarca la
interrelación existente entre estas, que él considera más conectadas a la economía que las ciencias naturales o
exactas, sin considerarla como una disciplina liderante sino una que sigue su estela y se nutre necesariamente
de ellas.

En el caso de la política en concreto, se posiciona contra la formulación actual que considera la economía en un
lugar superior a la política por considerarla imparcial y racional ante la subjetividad de la política y su asociación
con la opresión. No es que pase por alto los peligros de la política en exceso, sino que no cae en el error de
considerar la política como la única fuerza pura que desata problemas de índole social, ya que está
estrechamente ligada a la economía. Sin ir más lejos, el nacimiento de la economía es equiparado por muchos
autores al origen del capitalismo, por lo que ya de base no podemos categorizarla como apolítica ya que, como
menciona Heilbroner, la economía se convierte en una ciencia que justifica los propios motivos del capitalismo.

Para ilustrar esta idea de Heilbroner podemos comparar los objetivos bajo los que nació la economía y los
objetivos más inmediatos del capitalismo y ver su similitud. Si las escuelas económicas preclásicas tienen como
objeto aumentar la riqueza del país, el capitalismo moderno busca el beneficio y el aumento de capital de la
clase propietaria de los medios de producción. Es en esencia el mismo fin, solo que más centrado en el
individualismo al no buscar ya el crecimiento económico del país sino el de una única clase. Es por este motivo
por lo que la clase política dominante (la burguesía, por su idea de acumulación de capital, plusvalía y el
acercamiento de sus intereses a los valores económicos que buscan el aumento de beneficios para un país)
utiliza el individualismo que se extrae de la propia evolución de la economía y lo convierte en el sistema de
valores dominante del orden capitalista (esta idea se corresponde con la teoría de la superestructura de Marx,
ya que como hemos visto la forma de producción de bienes ha construído el marco político e ideológico de la
sociedad).

Heilbroner concluye entonces en que no es que la economía preceda de alguna manera a la política, sino que la
utilización de esta por la política como instrumento para alcanzar sus metas deja a la luz la realidad que dicta
que es un medio indispensable al uso del orden sociopolítico. De esta manera el autor justifica su idea de que no
existe el orden apolítico, pues la humanidad necesita guiarse por organizaciones que serán más o menos justas.
Es necesario, entonces, que la economía se reorganice en función de la política, pues agregará a la ya existente
politización de la vida en general una visión racional e independiente en función de los intereses de la sociedad y
no solo de la clase política dominante.

A modo de cierre y como aportación personal quisiera añadir que para mí esta reorganización de la economía de
la que habla Heilbroner se debería orientar hacia la intervención del Estado para lograr que la clase trabajadora
consiga el verdadero beneficio que le corresponde, al ser su mano de obra la que crea la riqueza.

Respecto a las reflexiones de Katovzian seré más breve ya que he considerado más interesantes las de
Heilbroner.

Para Katovzian la filosofía dicta la dirección social de la ciencia, y la ciencia le aporta relevancia social a la
filosofía, por lo que son indivisibles. Los objetivos de este conjunto son explicar y prescribir con respecto a la
solución de problemas sociales científicos. Estos objetivos requieren de un estudio de la evolución tanto de las
entidades sociales como de las económicas. Son entonces dependientes, de objetivos vinculantes, y necesitan
de declaraciones políticas claras para cumplir los objetivos de la sociedad.
Katovzian, entonces, se encuadra dentro del método normativo, pues se hace presente en este texto que el
aspecto social (que se corresponde con lo que él llama filosofía) incide en las leyes económicos (que se
corresponden con lo que él llama ciencia). No ignora la influencia de los juicios de valor (la ideología), aunque la
trata de una forma menos explícita ya que para él los prejuicios ideológicos podrían tratarse parcialmente
aparte.

Este autor señala la importancia de la historia en las ciencias sociales a la hora de discutir sobre los métodos de
la investigación social y económica. Afirma así que se debe discutir su desarrollo (pasado), su estado actual
(presente) y sus perspectivas futuras. Vemos clara aquí la abstracción propia del método normativo, que dicta a
las variables económicas como hechos dinámicos, que no aislados, afectados y definidos por su curso a lo largo
de la historia (de nuevo vemos una correspondencia con Marx, en este caso con su método histórico-dialéctico).

Concluye nombrando los dos objetivos que se conseguirían si estas consideraciones sociales e históricas tuvieran
éxito en relación a las características sociales o institucionales. En primer lugar, pondría en claro que para
obtener resultados es necesario utilizar los medios (apropiados). Así, los medios no solo influyen en el fin, sino
que en muchas ocasiones lo determinan por completo. En segundo lugar, que los problemas sociales y
económicos son indivisibles, pues es posible ofrecer un análisis económico, político o sociológico a un problema
social-económico, pero es imposible ofrecer un análisis económico, etc... a problemas sociales.
jhnionhoin

jhuihub

También podría gustarte