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Benemérito Instituto Normal del

Estado "Gral. Juan Crisóstomo


Bonilla"
Licenciatura en educación preescolar
Construcción y didáctica del
pensamiento matemático en
preescolar
Manuel Loaiza Guzmán
Reporte de lectura
Mariana Cortes Munive #10
2°C
Castro EM. y Castro EM. Pensamiento numérico. (pp. 175-180)
1. Conocimientos numéricos

Entre las capacidades numéricas que los niños deben adquirir durante la educación infantil, en los
currículos consideran las siguientes:

• Hacer comparaciones cuantitativas entre dos colecciones de objetos


• Aproximarse a la cuantificación no numérica (por ejemplo, muchos, pocos, algunos) y
numérica a través de acciones como juntar, distribuir, hacer correspondencias y contar
elementos.
• Comprender los efectos de añadir o quitar elementos en una colección de objetos.
• Comprender el funcionamiento del decimal de numeración.
• Usar los primeros números ordinales de forma contextualizada.
• Estimar el número de objetos en una colección.
• Usar números cardinales referidos a cantidades manejables.
• Utilizar la serie numérica para contar.

Se recomienda utilizar las capacidades innatas de los niños para facilitar el desarrollo de
contenidos numéricos:

1.1. Subitización

Antes de los 3 años, son capaces de distinguir si hay un elemento en una colección o si hay más.
Alrededor de los 4 años, perciben hasta cuatro elementos. A partir de esa edad, la subitización y el
conteo se conectan.

Ayuda al reconocimiento de relaciones numéricas (tres es más que dos; uno es menos que cuatro)
y al desarrollo de estrategias de conteo mas sofisticadas, acelerando el aprendizaje de la suma y
resta.

1.2. Secuencia numérica convencional y orden

Es necesario cumplir con los principios del conteo para realizar el proceso de forma correcta.

El primero de los principios tiene que ver con la secuencia numérica convencional. El aprendizaje
de esta secuencia conlleva la superación de los niveles:

• Nivel cuerda. La sucesión de términos comienza en uno y los términos no están


diferenciados. Todas las palabras de la secuencia están conectadas de forma continua. Por
ejemplo: unodosdiez.
• Nivel cadena irrompible. La sucesión empieza en uno y los términos que conoce están
diferenciados. Por ejemplo: uno, dos, tres, cuatro y cinco.
• Nivel cadena rompible. La sucesión de términos que conoce la puede comenzar en
cualquier término. Por ejemplo: dos, tres, cuatro y cinco; o tres, cuatro y cinco.
• Nivel cadena numerable. Puede decir un número de términos desde uno dado hasta otro
dado y las palabras son unidades que en sí mismas pueden ser contadas.
• Nivel cadena bidimensional. Dado un término de la sucesión, el niño recita la sucesión
desde ese término hacia delante y hacia atrás.
El aprendizaje de la secuencia numérica implica el aprendizaje de los términos primarios y las
normas que permiten nombrar los números mayores que quince y entender que hay unos
términos que se combinan y unas normas de combinación de esos términos para construir los
nombres de otros números.

El conocimiento de la secuencia numérica, no solo hacia adelante sino también hacia atrás.
Conduce a aprender a identificar el número anterior y posterior a uno dado y es de gran utilidad
para desarrollar estrategias de cálculo.

Para los números del 1 al 5 se puede trabajar con las regletas Cuisenaire. Las regletas son un
modelo muy diferente a los otros dos pues se hace necesario identificar gura la regleta unidad para
poder reconocer las diferencias entre regletas.

El aprendizaje de las relaciones de orden implica conocer las palabras ordinales primero, segundo,
tercero, etc., y reconocer otras expresiones equivalentes a éstas como lugar 1, lugar 2, lugar 3,
etc.…

1.3. Proceso de contar

La secuencia numérica es esencial para contar. Los seguidores de Piaget creían que el niño
necesitaba desarrollar la lógica subyacente a la idea de conservación de la cantidad antes de que
contar fuera significativo. Esta lógica consiste en la clasificación jerárquica y la secuenciación.

La clasificación jerárquica considera que cada número está incluido en el siguiente. La


secuenciación se refiere al orden de los términos en la secuencia numérica y a que siempre que
avanzamos un término en esa secuencia numérica es porque hay un elemento mas en la colección.

El principio de orden estable requiere usar las palabras de la secuencia numérica en su orden
establecido. Es habitual que los niños digan las palabras numéricas en otro orden. Por ejemplo, los
niños pueden recitar las palabras «uno, dos, tres, cinco, seis y cuatro».

El principio de correspondencia uno a uno requiere la coordinación de dos procesos: el de partición


y el de etiquetación. El proceso de partición se refiere a la distinción entre los elementos de una
colección que se han contado y los que faltan por contar. El proceso de etiquetación supone la
asignación de una palabra numérica como etiqueta que se habrá de hacer corresponder una y sólo
una vez a cada objeto.

El principio de cardinalidad. A partir de los 3 años los niños dan muestras del uso de este principio
repitiendo el último número del conteo, poniendo un énfasis especial en el último elemento de la
secuencia de conteo o indicando la última palabra empleada en el conteo.

Se han identificado seis niveles evolutivos por los que pasan los niños en la adquisición de este
principio:

• No entienden la situación planteada y dan respuestas al azar. Repiten la secuencia de


números emitidos sin referencia explícita a los objetos.
• Repiten la secuencia de números estableciendo correspondencias entre los numerales y
los objetos.
• Responden siempre con el último número emitido sin tener en cuenta si se corresponde o
no con la cantidad de objetos.
• Responden con el numeral mayor de la secuencia de conteo.
• Comprenden que el último número corresponde y representa la totalidad del conjunto.

Principio de abstracción, también implica pasar por varias etapas:

• Contar sólo los objetos que están dentro de su campo visual.


• Contar objetos que no están disponibles directamente a través de representaciones de
ellos.
• El numeral adquiere la cualidad de ser contado.
• Prescindir de ayudas externas y contar cualquier objeto.

El principio de irrelevancia del orden es el que más tiempo tardan en adquirir los niños, quienes
tienden a considerar importante el orden en que se toman los objetos para ejecutar el conteo. La
adquisición de este principio supone que el niño conoce que el objeto contado es una cosa y no
una etiqueta, que las etiquetas de conteo son asignadas al objeto de forma temporal y arbitraria y
que siempre se obtiene el mismo resultado al contar el mismo conjunto o colección.

1.4. Noción de cantidad

Un momento importante en el aprendizaje del concepto de número es aquel en el que el niño


descubre la cardinalidad. Para llegar a adquirir la idea de cardinalidad se recomienda trabajar con
actividades de conteo de objetos variados desde los 2 años para que sobre los 3 años y medio
hayan adquirido esta noción en el conteo de colecciones pequeñas.

A partir de los trabajos de Piaget, algunos autores distinguen diferentes fases en la adquisición de
la noción de cantidad que se corresponden con diferentes respuestas que dan al pedirles que
reproduzcan una fila de fichas con la misma cantidad que otra dada.

Fase 1. Reproduce la fila considerando la longitud de la fila inicial, sin separar las fichas de la fila
que construye y sin tener en c cuenta la cantidad de fichas

Fase 2. Hace una correspondencia visual exacta, pero piensa que, si se distancian los elementos de
la fila, entonces hay un mayor número de elementos

Fase 3. Capta la conservación del número de partes, pero no de la cantidad. Así, construye una fila
con el mismo número de fichas, pero más larga, y piensa que la más larga tiene mis fichas

Fase 4. Capta la conservación del número de partes y de la cantidad. Construye una fila igual de
larga que la inicial y con el mismo número de fichas

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