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Agosto de 1995. pp. 31-43
México
Tendencias de la investigación en
la didáctica de las matemáticas y
la enseñanza de los números
en Francia.
1 Resumen
El niño adquiere esta serie de palabras a una edad muy temprana. Hacia los
dos años. Los niños perciben y comprenden que hay palabras que sirven para
contar y otras que no son útiles para este fin. Diversos estudios (por ejemplo,
el de Gelman y Gallistel; 1978) han constatado que niños de entre dos y cinco
años, al contar, raramente recurren a palabras que no son números.
Marie-Lise Peltier
Institut Univerisitaire de Formation de Mattres.
Mont Saint-Aignana, Francia
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Durante su adquisición (que ocurre entre los 2 y 6 años) se puede observar
que las series numéricas orales obtenidas a partir de la consigna: Muéstrame
hasta qué número sabes contar”, se pueden descomponer en tres partes:
1 2 3 4 5 6 8-10 11 13 14 16 20 21
1 2 3 4 5 6 8-10 11 13 14 16 20 21
1 2 3 4 5 6 8-10 15 13 11
I II III
Parte estable y Parte estable y Parte no estable y
Convencional no convencional no convencional
Figura 1
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Pero la construcción de la serie numérica oral pasa por distintas etapas; en su
construcción se observan distintos niveles de organización y estructuración. En
un primer nivel los nombres de los números no tienen ninguna individualidad, el
niño solo pronuncia la serie como una totalidad única, se trata de un “bloque
verbal”
desprovisto del significado aritmético, pero enunciado en presencia de objetos por numerar
Unodostrescuatrocincoseis......
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En el último nivel (nivel terminal) los números que componen la serie
numérica son tratados como entidades distintas, El niño puede contar , por
ejemplo, cuatro a partir de cinco, hacia adelante, o hacia atrás.
La cuantificación
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El conteo. El conteo lleva una cuantificación precisa de los conjuntos sin
importar el tamaño de estos. El conteo implica diversas habilidades.
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B
C A
Figura 2
Se cree que los niños a la edad de tres o cuatro años ya tienen estas aptitudes,
pero tienen problemas para coordinarlas. Es necesario trabajar en la escuela
para coordinar dichas competencias.
La tercera forma de cuantificar un conjunto es una evaluación (estimación)
global de la cantidad. La estimación permite una cuantificación muy rápida –
pero sólo aproximada– del tamaño de un conjunto. Este procedimiento ha sido
estudiado muy poco. Es una pena que los problemas de aproximación de
estimación no sean sino escasamente estudiados y que no se les trabaje en las
escuelas de manera sistemática.
Conservación de las cantidades
Desde los trabajos de Piaget ha habido una evolución importante en la forma
en que se concibe la relación entre la conservación de la cantidad y el conteo.
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– El hecho de poner a contar al niño antes de que logre la
conservación de cantidades, conlleva un importante mejoramiento en
la conservación de las mismas.
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5a. El niño acepta un símbolo para representar el total de objetos del
conjunto.
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los procesos de aprendizaje: “es a partir de su acción sobre lo real que el
alumno puede abstraer las nociones y poner en evidencia las estructuras”.
Desde hace unos quince años, numerosos trabajos de psicología cognitiva (en
torno a las capacidades del niño y sus modalidades de aprendizaje) y de
didáctica de las matemáticas, así como el análisis de las prácticas existentes
en el salón de clase, condujeron a reexaminar las condiciones de apropiación
de los números para los niños pequeños, y a proponer un nuevo enfoque de las
actividades numéricas desde la escuela maternal.
– “de
analizar las prácticas en curso a la luz de las corrientes
pedagógicas que les dieron origen
Hipótesis didácticas.
Las hipótesis en las cuales nos apoyamos para la enseñanza de los números
son las mismas que sustentan toda la enseñanza de las matemáticas:
Las situaciones de aprendizaje sobre los números van a ser pues, elaboradas
por el maestro. En estas situaciones el alumno tendrá que comprender lo que
está en juego en la situación; se necesita que vea claramente cuál es la
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finalidad a la que se tiene que llegar, y que pueda acceder a la actividad
considerando alguno de los procedimientos que ya posee.
El profesor tiene que preguntarse para qué sirven los números, qué problema
puede ayudar a resolver al niño, más que preguntarse qué es un número.
Pronto los números son para los niños, medios o “herramientas” para dominar
lo real, objetos con los que les gusta jugar y qué tienen ganas de conocer
mejor. Es pues esta forma de conciencia de la finalidad de los números la que
constituye el objetivo a alcanzar.
Los números que los niños ven con frecuencia, pero un poco menos
seguido, constituyen la familia de los números frecuentados; aquí la serie
numérica todavía es estable. Es precisamente en esta familia dé números
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donde el niño se dará cuenta de las regularidades de la numeración oral y
escrita.
a) Situaciones rituales.
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– verificar la validez de su acción, la pertinencia de su procedimiento de
resolución.
Entre las situaciones que se sugieren están las que involucran conjuntos. ¿Qué
tipo de problemas utilizar que pongan en juego dos conjuntos desde el punto
de vista del número de sus elementos? Se pueden hacer muchos juegos de
cartas, ya sea en forma de constelaciones de números escritos o en
descomposiciones, juegos de bodas, de batallas y de memoria, o juegos de
dominó; en este tipo de acciones se trata de trabajar con comparaciones.
Otro tipo de problemas son los de referencia ordinal. En este tipo los números
son utilizados para situarse. Se consideran casos como; localización en una
pista, la construcción progresiva de una banda numérica (que por un lado tiene
los números escritos en la forma normal y por el otro lado lleva las
constelaciones o los nombres de los números); los niños van construyendo
esta banda y la utilizan cada vez que la necesitan (figura 3).
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seis; ¿cuál fue el número que marcó el dado? En dos turnos, el caballo llego
del 36 al 46, ¿cuáles son los números que pudieron haber aparecido en los
dados (Fig. 4).
Figura 3
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Figura 4
La obtención del tesoro es una actividad con la cual se experimentó. Este juego
consiste en fraccionar en dos o más partes un conjunto; tiene diferencias con
respecto a las actividades tradicionales; por ejemplo, en dichas actividades
tiene doce fichas y se pide al niño que hago dos montones y diga cuántas hay
en cada uno. De ahí se deduce que 12 es igual a cinco más siete. Aquí
proponemos para reemplazar actividades de este tipo, otras como la siguiente:
se tienen muchas fichas, por ejemplo 19, y sobres, unos 3, 4 o 5; el niño tiene
que escribir un mensaje a un compañero para que se puedan poner fichas en
los sobres; que ninguno quede vacío y que todas las fichas sean utilizadas.
El niño tiene que prever (o anticipar) la repartición de las fichas en los sobres;
la validación se hace mediante el desciframiento del código del mensaje.
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Esto lleva a un último problema que voy a tratar brevemente: el de la
numeración escrita. Existen dos aspectos para este problema de la numeración
que son simultáneos y complementarios: uno algorítmico y otros constituidos
por un sistema de agrupamiento e intercambios. Las actividades en relación
con el aspecto algorítmico se trabajan a partir de la observación de las series
numéricas, de la manipulación de contadores para observa como pasa del
nueve a la decena, de 99 a la centena, etc.
Hay un trabajo de este tipo que es muy clásico, se llama “el secretario”, los
jugadores tiran con los dados y ganan fichas, el secretario va anotando las
jugadas y los jugadores no pueden quedarse con más de nueve fichas del
mismo tipo.
Hasta hace poco se tomó en cuenta que la numeración oral tiene regla. Por
mucho tiempo se pensó que sólo se trataba de aprenderla de memoria, pero
todos los niños fracasaban al resolver problemas que implicaban números más
allá de 79 porque en francés, ochenta se dice “cuatro veces veinte” y los niños
tenían problemas con esto; ahora hemos tratado de sensibilizar a los maestros
sobre este problema de la numeración oral. También se efectúan ejercicios
para que los niños descodifiquen numeraciones extranjeras, a fin de que vean
que hay muchas maneras de designar a los números y que cada una tiene sus
propias reglas. Las numeraciones que más utilizamos sobre todo la numeración
maya (que aquí se llama “azteca”), que en base de 20; la numeración egipcia
que es simplemente una yuxtaposición de símbolos que designa las potencias
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de la base según la cual hay que adicionar los valores, y la numeración china
porque se acerca a la numeración oral.
Este trabajo no tiene por objetivo que los niños desarrollen habilidades con
otras numeraciones, es sólo para que se percaten de que una numeración se
tiene que analizar, y para que se comprenda mejor el papel que juega el cero,
porque este concepto no existe en la numeración oral. Jamás se pronuncia y
cuando los niños escriben dilatados de números siempre olvidan los ceros.
Hoy se prefiere realizar juegos en base diez; por ejemplo; el “del banquero”.
Antes se utilizaban todas las bases: dos, tres, cuatro, cinco, etc. Era muy
interesante en el plano experimental y funcionaba en las clases en que se
intentó hacer esto, pero la difusión en todo el país (Francia), fue pésima. Los
maestros no entendían muy bien por que se hiciera ese trabajo y había muchos
que pedían a los niños hacer muchos cálculos en bases distintas de diez, lo
que era de poco provecho.
Ahora se ha pedido dejar de lado ese trabajo. Hay siempre una gran diferencia
entre la experimentación y la difusión.
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BIBLIOGRAFÍA
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