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Supuestos teóricos de partida:

Sociedad del conocimiento y Refundación de la Escuela en una


nueva cultura.

a. La escuela y el currículum en el marco de la sociedad industrial

Con el nacimiento de la revolución francesa surge la primera división de los


distintos poderes gubernamentales, exigiéndose por ende una escuela básica,
obligatoria y gratuita para todos. Durante la primera revolución industrial el
modelo curricular se basaba en la Escuela Clásica, compuesta de métodos y
actividades, es decir, el cómo hacer para saber. Este tipo de curriculum
realizaba el aprendizaje por medio de la recopilación de información que debía
ser aprendida por el estudiantes sin tomando en cuenta las capacidades y los
valores, ya que lo importante y la finalidad era crear personas ilustradas.

Con la llegada de la segunda revolución industrial se crea un nuevo concepto


el cual es la producción, es decir, la educación se centraba en el trabajo
técnico en cadena o como base el conductismo; todo centrado en lo
observable, medible y cuantificable, que en la educación se manifiesta por
medio de los objetivos operativos, los cuales se limitan a la realización de
actividades para aprender contenidos evaluándose de forma cuantificable los
niveles conseguidos, centrándose en el “Qué” y no en el “Para qué” se
aprende. Este planteamiento es útil para una sociedad de producción
(industrial) pero no para una sociedad de conocimiento.

Las reformas educativas que surgen en el siglo XX siguen con algunas ideas
conductistas aportando nuevas ideas cognitivas siguiendo las mismas
prácticas de método-actividad. Este tipo de reforma que postula un cambio de
paradigma sigue centrada en el qué y cuándo se aprende dejando de lado el
para qué y el cómo se aprende.
La tercera revolución industrial se denomina también la revolución del
conocimiento, es decir, ya no se centra el trabajo en la producción, si no en el
conocimiento, creando un nuevo paradigma, socio-cognitivo.

El escenario de la sociedad es el conocimiento global pero situado en lo local,


creando el nuevo concepto denominado “glocal”, integrando lo global dentro de
una idea local. Este nuevo comienzo trae consigo cambios en la sociedad tales
como; un aprendizaje permanente dentro de una sociedad, el desarrollo de
herramientas para aprender incorporando el conocimiento junto con los valores
y el desarrollo de nuevas estrategias cognitivas y metacognitivas para el
desarrollo de capacidades y valores. Frente a esta nueva reforma surge una
escuela refundada con características especificas en su curriculum
incorporando; los objetivos cognitivos (capacidades, destrezas y habilidades) y
los objetivos afectivos (valores y actitudes), contenidos y métodos para integrar
una adecuada información a partir de conocimientos previos y destrezas
básicas del estudiante y finalmente la visión del profesor como mediador del
aprendizaje, es decir, mediador de la cultura “glocal”.

La transición hacia la sociedad del conocimiento crea diseños curriculares de


aula centrados en las capacidades y en los valores, creándose un modelo para
los curriculum llamado “Modelo T” el cual centra su mirada en los elementos
fundamentales de la sociedad los cuales son el conocimiento articulado por las
capacidades, destrezas y lo afectivo articulado por los valores y las actitudes,
formando así contenidos por medio de métodos-procedimientos. El Modelo T
actúa como mapa mental para el profesor, facilita el acceso a la información
por medio de métodos de aprendizaje incorporando valores y actitudes, crea
un cambio de cultura donde ya no solo se centra en el “qué” sino en el “cómo”
y “para qué” se aprende, incorpora en la educación no solo lo cognitivo si no
también las capacidades, destrezas, valores, las actitudes, contenidos y
métodos de aprendizaje, y crea un nuevo paradigma haciendo una transición
de una escuela conductista hacia una socio-cognitivo concentrándose en la
rama humanista de la nueva sociedad.
Por tanto sin desmerecer los aportes previos que la educación clásica dejó, es
necesario admitir el cambio de paradigma que se debe realizar, de esta
manera se establece una reconstrucción profunda de la inteligencia
institucional y profesional de la organización, incorporando a los planes y
programas de trabajo en aula, valores, destrezas y actitudes (cognitivo y
afectivos), objetivos, que como se estableció anteriormente, se centran en la
entrega de calidad en la educación. Cabe destacar que no porque sea un
cambio se excluyen necesidades. Esta última es la gran necesidad que
denotan las planificaciones dentro del plan escolar; el diseño curricular en el
aula deberá ser práctica y con excelencia en su diseño curricular, de esta
manera se espera alcanzar “un diseño curricular de aula como modelo de
aprendizaje-enseñanza”. Esto se refiere al conocimiento en base a un
aprendizaje que entrega la vida dentro del aula, qué aprende una organización
y una sociedad, incluyendo contenidos, valores, destrezas y actitudes que
debe tener el aprendiz. Es ahí el cambio de paradigma de “qué-cuándo
aprender” al paradigma “humanista socio-cognitivo”. Un ejemplo es el aprender
de forma científica (inductivo-deductivo). De este modo pasamos a la escuela
activa o nueva (fines del sigo XIX) con una supuesta rebeldía frente a los
contenidos dejando las actividades como el método de aprendizaje para lograr
formar contenidos.

El conflicto de paradigmas cesa cuando la escuela activa admite lo que la


escuela clásica propuso, esto es, la necesidad de seguir aprendiendo.

Es así que el análisis de los planes y planificaciones escolares presentan un


progreso, estableciéndose las planificaciones clásicas (objetivos generales,
específicos y operativos, asiendo uso de la taxonomía de Bloom realizando un
aprendizaje de un contenido por medio de una acción), planificación por
módulo (presenta una idea general en base un concepto, un subconcepto, una
meta educativa, un objetivo de conducta, actividades y evaluaciones) (Leonard
y Utz 1979), la pseudoplanificaciones de la reforma educativas (modelos en el
marco de la escuela activa se centra en los objetivos generales como
capacidades y modelos en el marco de la escuela clásica se centra en los
objetivos y actividades para el aprendizaje de contenidos) y planificaciones en
forma de contenido conceptuales y actitudinales (postulando a un cambio de
paradigma mediante niveles teóricos y prácticos, fundamentación del
curriculum, contenidos dispuestos en unidades de aprendizaje, contenidos
conceptuales y procedimentales y contenidos actitudinales, además de la
evaluación por capacidades y valores).

El avance del currículum en las distintas reformas educacionales se reduce a


un producto final de un modelo enseñanza-aprendizaje donde el alumno debe
aprender en base a sus capacidades y competencias. El concepto de
competencias puede crear confusión en la educación. En el marco de la
sociedad industrial competencia equivale a aprender un contenido en base al
conocimiento, es decir, el saber hacer por la práctica. Por otro lado se entiende
por competencia al conocimiento, actitudes y responsabilidades; pero la
sociedad del conocimiento entiende por competencia a una herramienta para
aprender centrándose en el aprendizaje permanente de las capacidades a
desarrollar y que serán utilizadas en la vida cotidiana y en una profesión, por lo
que la competencia deberá incorporar las capacidades, valores, contenidos y
métodos.

La palabra competencia en la refundación de la escuela se considera como un


concepto equívoco por lo que en el nuevo paradigma socio-cognitivo se
incorporan nuevas fuentes para sustentar su epistemología; por un lado se
encuentra la fuente psicológica la cual se centra en explicar los modelos de
aprendizaje, la fuente pedagógica, que estudia las formas de entender el
aprendizaje y la planificación, la fuente sociológica, se centra su visión en la
cultura y la fuente antropológica que estudia los modelos de sociedad y como
afectan los valores y capacidades en el desarrollo. Las diversas ciencias de la
educación antes planteadas poseen como común denominador la educación
facilitando la didáctica y sustentando el paradigma socio-cognitivo donde lo
cognitivo se centra en los procesos que utiliza el estudiante para aprender
buscando una inteligencia potencial ( conjunto de capacidades potenciales que
aún no ha sido desarrollada debido a una inadecuada mediación de los
adultos) y la inteligencia real ( capacidades desarrolladas por los estudiantes y
que son realmente utilizadas para aprender) y lo social (hace referencia a que
el estudiante aprende en el escenario de la vida desempeñándose por medio
de interrelaciones culturales qe serán utilizadas dentro de una sociedad
“glocal”). Estos conceptos crean una educación integral la cual se compone de
capacidades y valores, contenidos y procedimientos.

Se debe tener en cuenta que una educación integral requiere de una


planificación integral que facilite la puesta en marcha de este nuevo paradigma
educacional, siendo el Modelo T el factor principal para estructurar el
currículum, un modelo constructivo y significativo.

Para establecer un currículum integral se debe tener en cuenta una adecuada


definición de este concepto, en un principio, el currículum se definió de una
manera deficiente como un método de programación y planificación
conductista centrado solo en lo medible, observable y cuantificable, mas aún
en Chile se encuentra la matriz curricular que se base en un plan de estudio
que tiene un carácter normativo y un programa de estudio, el cual expone los
objetivos, contenidos y actividades. Se puede observar que el currículum se
reduce a un plan y programa de estudio que carece de una definición y de un
perfil estructurado, por lo que el currículum debería tener una doble definición,
considerando lo cultural donde se debe tener en cuenta la cultura social en
base a las capacidades y valores que se utilizan o sean utilizado dentro de una
sociedad determinada. De esta manera el currículum consiste en entender la
educación como un método de intervención en procesos congnitivos y afectivo
dentro de una cultura global, social e institucional. También el currículum debe
ser entendido como un modelo de aprendizaje-enseñanza donde la base
principal son los programas escolares que se basan en los procesos cognitivos
y afectivos por medio de procesos cíclicos de aprendizaje inductivo-deductivo.
El curriculum se basa en distintas capacidades y habilidades para mejorar la
inteligencia de los estudiantes. El concepto de capacidad hace referencia a una
habilidad general que se utiliza por el estudiante para aprender desde una
base cognitiva, el concepto de destreza es una habilidad especifica que
constituye una capacidad, por otro lado la habilidad es un paso mental, estático
o potencial que en conjunto crean una destreza, el valor es un conjunto de
actitudes donde su base fundamental es afectivo y consta de cinco niveles;
individual ( cuando afecta al individuo), social (cuando afecta al grupo), ético
(cuando afecta la conducta humana), religioso (cuando afecta a los creyentes)
y trascendente ( referido a los creen en el mas allá) y finalmente el concepto de
actitud que es una predisposición ante algo donde el componente fundamental
es afectivo.

Finalmente se entiende que el currículum consta de un conjunto de habilidades


que constituyen una destreza y que el conjunto de estas crea finalmente una
capacidad, donde participa también un conjunto de actitudes constituyendo un
valor creando el objetivo general que dará paso al Modelo T.

Para entender el cómo aprender se debe tener en cuenta las distintas


estrategias que están orientadas a resolver un problema en particular. Los
estudiantes utilizan distintas estrategias, encontrándose los procedimientos,
que es el camino para enseñar a pensar, es decir, “el saber hacer”, por otro
lado se encuentran las estrategias que es el camino para desarrollar una
destreza y una actitud; por último los procesos que son pasos mentales para
desarrollar una habilidad. Este conjunto de estrategias crean las actividades
orientadas al desarrollo de destrezas, capacidades, actitudes y valores.

Para poner en práctica estas estrategias se deben fundamentar los objetivos,


en primer nivel se encuentran los objetivos por capacidades, en segundo nivel
en por destrezas y el tercer nivel por habilidades y por otro lado se encuentran
los objetivos afectivos donde en primer lugar están los objetivos por valores y
en segundo por actitudes.
El estudiante aprende mediante un doble proceso, por un lado se encuentra la
inducción que consiste en ir desde los hechos y experiencias hacia los
conceptos y por otro lado la deducción que va desde los conceptos hacia los
hechos y experiencias. Para poner en práctica esta metodología, se debe
realizar un proceso circular del aprendizaje creándose así el método científico,
donde se observan hechos y experiencias (inducción) se busca lo general en
esa situación (generalización) y se formula una hipótesis para posteriormente
verificarla (deducción). El proceso cíclico del aprendizaje tiene dos corrientes,
aprendizaje constructivo que explica que el estudiante es el protagonista de la
construcción de su aprendizaje (los conceptos nacen del sujeto y los hechos de
la naturaleza y la realidad). La base de este aprendizaje es la relación de los
hechos con las teorías y el aprendizaje significativo que considera que el
estudiante aprende cuando le encuentra sentido a lo que aprende, esto se
logra a partir de los conceptos previos del estudiante, las experiencias previas
y la relación adecuada entre los conceptos aprendidos por medio de jerarquías
conceptuales; encontrándose el aprendizaje coordinado donde se relacionan
conceptos que se encuentran dentro de un mismo nivel de generalidad,
aprendizaje supraordenado el cual va desde lo más concreto a lo más general
y aprendizaje subordinado el cual va de lo más general a lo más concreto.

Este proceso cíclico del aprendizaje se denomina arquitectura del


conocimiento, ya que utiliza redes conceptuales, marcos conceptuales, mapas
conceptuales, mapas cognitivos y esquemas conceptuales al igual que un
arquitecto al armar su casa, relacionando así el proceso de aprendizaje
científico (inductivo-deductivo), constructivo-reconstructivo y significativo
(supraordenado, subordinado y coordinado).

Dentro de los diseños curriculares de aula un actor fundamental es el profesor


el cual actúa como mediador de la cultura global, social e institucional del
aprendizaje, creando así personas capaces de vivir en sociedad priorizando la
funcionalidad y preparación ante la vida. El profesor se encarga del desarrollo
de capacidades potenciales con una rama afectiva.
b. Diseño de la teoría curricular a la practica del diseño en el marco de la
sociedad del conocimiento.

El diseño fundamental de currículum, se compone de elementos comunes con


respecto al diseño curricular de aula, destacando las capacidades-valores
como objetivos y contenidos, y los métodos como medios, aplicados en en el
aula, contribuyendo a planificar en base a capacidades, valores-objetivos,
contenidos-objetivos y métodos-medio; siendo estos objetivos evaluados
posteriormente. El fundamento de ello está en las estrategias cognitivas y
modelos conceptuales, ya que lo importante en la sociedad del conocimiento
es el aprendizaje permanente o constante. De esta forma lo prominente de
esta teoría curricular se centra en la propuesta de planificaciones. En primer
lugar aquellas anuales o bianuales, y varias planificaciones cortas.

En el caso de las planificaciones anuales de asignaturas se divide en


“programaciones de unidades de aprendizaje “, con el propósito de facilitar el
aprendizaje conductista-significativo y posibilitar el desarrollo de mentes
sintéticas, sistémicas y ordenadas, es decir, la planificación larga o anual
posee una evaluación inicial, un Modelo T de asignatura o área, Modelos T de
unidad de aprendizaje y evaluación de objetivos, mientras que las
planificaciones cortas o planificación de unidades de aprendizaje ( tres a seis)
presentan objetivo-expectativa de logros ( objetivos por capacidades y valores,
y objetivos por destrezas y actitudes), contenidos significativos, actividades
como estrategias de aprendizaje y evaluación por objetivos.

Las planificaciones largas, como primer atributo, posee una evaluación inicial,
la cual identifica conceptos previos y destrezas básicas del estudiante, así
mismo contempla una hipótesis que el docente fórmula, debiendo abarcar la
primera hoja del cuaderno de cada asignatura. También posee el Modelo T de
asignatura el cual corresponde a la integración de elementos básicos del
currículum (capacidades y valores). Mediante éste, el profesor se hace una
imagen mental del cómo actuar frente a sus estudiantes. Esto se apoya en tres
teorías importantes la teoría del procesamiento de información (cognitivo),
teoría de interacción social (práctico) y teoría de Gestalt (orientación espacial
de la planificación), todo esto permite la organización de las planificaciones
cuya morfología pretende alcanzar un modelo occidental de lectura, es decir,
de izquierda a derecha, predominando en el lado izquierdo los contenidos y
métodos, y hacia la derecha se tabulan las capacidades y valores (fines y
objetivos); concede la posibilidad de enseñar a pensar y a querer posibilitando
al estudiante a entrar a la sociedad del conocimiento.

Existe la T de medios (contenidos y métodos/procedimientos) y T de objetivos


(capacidades-destrezas y valores-actitudes). Teniendo esto comprendido nace
el Proyecto Curricular de Centro (PCC) el cual toma tres capacidades y cuatro
destrezas por capacidades los cuales se denominan objetivos de logro
cognitivo, tres valores y cuatro actitudes por valor a estos lo nominaremos
como objetivo de logro afectivo. Se escogen entre diez a doce métodos de
aprendizaje. El método de aprendizaje es contenido mientras que el método de
enseñanza son las capacidades.

En tanto el Modelo T de unidad de aprendizaje posee el mismo sentido del


Modelo T de asignatura, extrayendo elementos necesarios de una asignatura,
el título y temporalidad, se seleccionan dos capacidades de tres y tres a cuatro
destrezas por capacidad. Esto constituye dos objetivos fundamentales, los
generales (por capacidad) y seis a ocho objetivos complementarios (por
destreza), junto con esto se eligen dos de tres valores y tres actitudes por
valor, formando así los objetivo fundamentales o generales por valor; mientras
que se forman seis a ocho objetivos complementarios los que aluden a las
destrezas. De las distintas unidades de aprendizaje se selecciona una de ellas
y sus diversos apartados. El tema se amplia en tres a seis subtemas es igual a
las preasignaturas, pues constituye una red conceptual-potencial de la unidad
de aprendizaje. De los diversos métodos de aprendizaje generales, como
forma de hacer, se selecciona a algunos (seis a ocho) y cada uno se amplia y
se concreta en técnicas metodológicas (desarrollando dos capacidades que
hemos seleccionado antes).
Mientas que la evaluación de objetivos-destrezas y de valores-actitudes busca
evaluar todo el programa incluido los objetivos sean o no medibles (son
medibles las capacidades y destrezas mediante evaluaciones formativas; no
son medible los valores y actitudes, evalúandose mediante indicadores) esta
evaluación constituye una escala de evaluación sistemática, individual y
cualitativa incluyendo tres capacidades y doce destrezas a lo que
denominaremos objetivos cognitivos, así como tres valores y cuatro actitudes
por valor denominados objetivos afectivos. Los objetivos de evaluación de
valores-actitudes se hacen por microactitudes las cuales son evaluaciones de
conductas mediante tres formas; autoevaluación, coevaluación y
heteroevaluación.

Por otro lado las evaluaciones cortas de unidades de aprendizaje deben ser de
tres a seis por cada curso. Ellas permiten el aprendizaje constructivo,
significativo y la de arquitectura del conocimiento siguiendo con objetivos-
expectativa de logro las cuales presentan objetivos por capacidades y valores
(se selecciona capacidades y un valor corto y concretamente) y objetivos por
destreza y actitudes (una o varias destrezas, y una o varias actitudes que se
concentran mediante contenidos). Todo ello debe contemplar un tiempo
determinado, diferentes objetivos operativos, un objetivo por destreza y
actitudes, capacidades y valores como objetivos generales por capacidades y
valores, aunque no se redacten. Cuando las destrezas sean identificadas con
claridad al igual que las actitudes se objetivizan de segundo nivel, por destreza
y actitudes, aunque no sean redactados.

Los contenidos significativos que las planificaciones de unidades de


aprendizaje contienen tratan de secuenciar, pormenorizar y ampliar los que
aparecen en el Modelo T de unidad de aprendizaje. Existen dos posibilidades,
uno donde se quiere prender contenidos sin ser significativos y otra donde se
pretende dar significancia a los contenidos, de esta manera se construyen
contenidos relevantes a los que denominaremos marcos conceptuales, redes
conceptuales y mapas conceptuales (Roman y Diés, 2000).
Las actividades como estrategias de aprendizaje pretenden desarrollar
capacidades-destrezas y valores-actitudes en el marco de la sociedad del
conocimiento. Para esto se debe organizar las actividades adecuadas para
conseguir los objetivos, resultando primordial incluir adecuadamente todos los
elementos del currículum.

En este ámbito se desprenden dos tipos de estrategias de aprendizaje, la


primera que se orienta a desarrollar capacidades y destrezas mediante
contenidos y métodos mientras que la segunda busca desarrollar capacidades-
destrezas y valores-actitudes por medio de contenidos y métodos, generando
por un lado, lo cognitivo y por otro lo afectivo. Finalmente la evaluación por
objetivos o por capacidades pretende la evaluación por objetivos solo si es
viable, si se organizan adecuadamente las actividades orientadas hacia los
objetivos. Es por esto que las actividades actúan como estrategias de
aprendizaje, por tanto, si las actividades se orientan al aprendizaje de
contenidos o métodos, no sería coherente a la evaluación de objetivos y por
objetivos ya que seria imposible. Esta evaluación por objetivos de contenidos y
métodos de modelos curriculares es sencilla, ya que se evalúa lo que hace y
como se realizan actividades para desarrollar capacidades y valores, todo esto
respetando los modelos que tienen como medio el contenido y el método. Si se
quisiera evaluar todas las actividades lo denominaríamos evaluación continua.
La evaluación se constituye con indicadores de logro teniendo destrezas,
contenidos y métodos concretos, cuyo criterio de evaluación serán las
expectativas de logro y su indicador identificará el nivel de consecución. Para
concretar dicha evaluación primero se copia la capacidad, luego se copia una
destreza y finalmente se identifican los contenidos y métodos, para construir un
ítem de evaluación y así sucesivamente, el ítem de evaluación de contenidos
puede facilitar el desarrollo de una capacidad determinada logrando cuantificar
con una nota frente aun tiempo delimitado para respuestas.

La educación contempla una serie de estructuras y mecanismos para que se lleve a


cabo, pero no solo se debe tener en cuenta una educación como un medio para
establecer una sociedad ilustrada o capacitada para leer, escribir y contar y mucho
menos una educación insdustrializada que nos sirva como base para crear una sociedad
productiva y efectiva frente a las demandas mecánicas de la sociedad, sino que la visión
y misión de la reforma educacional debe ser centrada en los valores y capacidades de
cada uno de los estudiantes, quienes serán los nuevos pilares de la sociedad y por ende
su aprendizaje debe delimitar la funcionalidad y el desempeño frente a la sociedad y
sus componentes culturales, institucionales y globales.

La forma de llevar a cabo la Refundación de la Escuela en una nueva cultura en el


marco de la sociedad del conocimiento es mediante el diseño curricular, el cual se
establece mediante el Modelo T que contempla elementos fundamentales de la
sociedad, como, el conocimiento articulado por las capacidades, destrezas y lo afectivo,
articulado por los valores y las actitudes, formando así contenidos por medio de
métodos-procedimientos. El Modelo T facilita el acceso de información, creando un
cambio de cultura donde ya no solo se centra en el “qué” sino en el “cómo” y “para
qué” se aprende, incorpora en la educación no solo lo cognitivo si no también las
capacidades, destrezas, valores, las actitudes, contenidos y métodos de aprendizaje,
creando un nuevo paradigma haciendo una transición de una escuela conductista hacia
una socio-cognitivo, concentrándose en la rama humanista de la nueva sociedad.

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