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TECNICA DE INTERVENCION EDUCATIVA

Propiciar la interacción con otros niños y niñas en los diferentes momentos de trabajo y juego, así
como con los adultos.

• Hablarle siempre directo y de frente, explicándole el tema del que se está hablando.

• Precisar el lenguaje (‘allá’, ‘ese’, ‘este’, ‘arriba’, ‘abajo’ vs junto a, a tu izquierda, arriba de,
encima de)

• Identificar su nombre propio en relieve.

• Adaptar los materiales, el tiempo y ejecución a su propio ritmo y gradualmente irle exigiendo.

• Recorrer el espacio físico donde se encuentre, (casa o escuela) permitiéndole que reconozca
por sí mismo (a), muros, obstáculos, desniveles, etc., describiéndoselo anticipadamente,
acompañándolo (a) y apoyándolo (a) sólo lo necesario.

• Presentar a cada una de las docentes por su nombre y voz dentro de sus aulas y describir en
parte cómo es, y cómo es el espacio físico dónde se encuentra, así como a todo el personal de la
escuela.

• En el aula sentar al niño (a) en la parte delantera, cerca del centro del pizarrón.

• En la casa evitar cambiar los muebles de lugar, para que el niño no se tropiece, recuerde que él
siempre tendrá en cuenta donde estaban cuando hizo el reconocimiento.

• Proporcionarle oportunidades de liderazgo y autonomía en juegos y actividades (ser quien


brinde las órdenes, reparta, lleve, traiga, llame, etc,)

Si usted desea saber más sobre este tema lo invitamos a que esté muy pendiente de la página del
INCI donde muy pronto estaremos publicando las cartillas de infancia, allí usted podrá tener bases,
ejercicios y recomendaciones para poder en práctica en casa, calle o colegio, y así poder ayudar a
los niños ciegos del país.

Por una Colombia con igualdad de condiciones.

El Equipo Específico realizará su intervención en los siguientes ámbitos:

• Escolar: se asesorará al centro educativo, al profesor de aula y al resto de la comunidad

educativa, proporcionando información suficiente para facilitar la adecuada evolución de

los alumnos, dando respuesta a las necesidades y tipo de intervención a realizar,

asesorando sobre los recursos metodológicos y didácticos, áreas de intervención,

adaptación de material, etc.

A) Identificación de necesidades educativas . Evaluación inicial.-

En el proceso de adaptación curricular deberá establecerse la situación de partida del alumno

DV, es decir hacer una valoración previa que debe abarcar los siguientes aspectos: informe
oftalmológico, historial médico, historial educativo y evaluación psicopedagógica.

Informe oftálmico: Comprende la información referente a la DV del alumno y cómo le afecta en

su desarrollo, evolución y situación actual de su patología ocular y pronóstico de la misma con el

objeto de establecer cuál es el grado de funcionalidad de su resto visual en el caso de los DV y

cuáles son los auxiliares ópticos prescritos.

Historial médico :Incluye los datos referentes al historial clínico general del alumno, muy

recomendable cuando el alumno DV está afectado de otras discapacidades. Debería incluir la

medicación actual y su posible incidencia en comportamientos visuales y educativos y en el

estado general del alumno.

Historial educativo: Basado en la información práctica sobre cuáles han sido las dificultades del

alumno en situaciones de interacción con los compañeros (socialización) y profesores, así como

su actitud y nivel cognitivo respecto a las distintas áreas del currículum. Debe incluir el tipo de

atención recibida por el alumno en el caso de haber estado atendido por equipos de apoyo

externo y la frecuencia de la misma.

Evaluación psicopedagógica: Evaluación que abarque referentes significativos sobre la base de

una observación del alumno en el contexto educativo que advierta de sus habilidades, estilo de

aprendizaje, desarrollo cognitivo, competencia curricular, socialización, etc…

Para la evaluación se utilizarán materiales diversos tales como guías de entrevistas (tutor,

familia, alumno, compañeros, etc.), cuestionarios de aspectos curriculares, pruebas

estandarizadas, registros de observación (pruebas cognitivas, conductuales, psicodinámicas), y

específicas de ceguera y DV (citadas en la Unidad 14).

B) Áreas de intervención específicas en alumado con DVEstimulación/Entrenamiento visual.

Se aplica para potenciar la eficacia visual de los alumnos. . “El desarrollo del sistema visual en

personas con baja visión rara vez se produce de forma automática y espontánea, y es por ello por

lo que tiene tanta importancia la estimulación visual y el enseñar a ver para lograr que el sujeto

con baja visión tenga eficacia al usar ésta” (N. Barraga ,1984).

La capacidad visual se puede desarrollar a través de programas secuenciados de actividades

encaminadas a que el alumno utilice su resto visual y logre niveles de percepción visual

adecuados
Es muy importante que los niños con baja visión sean estimulados visualmente desde los

primeros días de vida. La estimulación visual también es necesaria cuando se detecten problemas

a edades más avanzadas, aunque los progresos serán más lentos, pero jugamos con la ventaja de

obtener una mayor colaboración.

Antes de comenzar un programa de estimulación visual es necesario disponer de una evaluación

oftalmológica, y una valoración de cómo el alumno usa el resto visual que posee. Una vez que

tengamos esa información se someterá al alumno a un programa sistemático que cubra las

carencias detectadas.

C) ADAPTACIONES INDIVIDUALES

Tipos de discapacidad visual

– Leve (agudeza visual inferior a 6/12).

– Moderada (agudeza visual inferior a 6/18).

– Severa (agudeza visual inferior a 6/60).

– Ceguera (agudeza visual inferior a 3/30)


¿Qué es la discapacidad visual? La discapacidad visual es una condición que afecta
directamente la percepción de imágenes en forma total o parcial. La vista es un
sentido global que nos permite identificar a distancia y a un mismo tiempo objetos ya
conocidos o que se nos presentan por primera vez.

o Discapacidad visual por glaucoma: es debido a la subida de presión del líquido


normal dentro de los aros. Además, el tipo de visión es generalmente como un túnel,
con visión intacta en el centro. Por lo tanto, las periferias comienzan a disminuir
hasta que se pierde la visión.

o Degeneración macular: relativa a la edad, un área de opacidad lanosa o


algodonosa obscurece el centro de la visión. Las periferias pueden ser consideradas
normalmente.

o Cataratas: es la opacidad del lente natural del ojo, en consecuencia la visión puede
ser difusa hasta perderla totalmente. Puede haber otros síntomas como la fotofobia y
la diplopía, estas son muy comunes en personas más viejas.
o Retinopatía diabética: dañan las arterias y vasos sanguíneos más pequeños en el
dorso de los aros sobre la retina. La retinopatía diabética es la enfermedad ocular
diabética más común.

o Miopía o el sightedness: afección en la que objetos cercanos se ven claramente,


pero no los que están lejos. La alta miopía puede llevar a la debilitación de la visión.

o Retinitis Pigmentosa: esto es una condición genética o heredada donde se daña la


pared posterior del ojo. Puede que, se manifieste inicialmente como ceguera de
noche.

1. Congénita

La persona nace con algo que le provoca problemas auditivos, pudiendo ser por culpa de una
malformación de las estructuras que se encuentran en el oído o por un mal funcionamiento a nivel
nervioso o celular.

Que sea congénita no quiere decir que se detecte temprano, aunque lo ideal es que así sea para
poder intervenir lo antes posible. En este aspecto se dividen entre discapacidades auditivas
aparecidas entre el momento del nacimiento y los 3 años y aquellas que aparecen después de
cumplida esa edad.

2. Adquirida

La discapacidad auditiva se produce a lo largo de la vida y puede ser causada por múltiples
factores, como pueden ser el uso de fármacos ototóxicos (que dañan el odio) o lesiones en el
tímpano.

No todas las sorderas adquiridas son causadas por factores externos y evitables, puesto que en
muchas ocasiones la discapacidad auditiva va apareciendo con la edad o como consecuencia de
una enfermedad degenerativa.

Dentro de las sorderas adquiridas hay tres tipos en función del momento en el que se adquirió el
problema: prenatales, causadas durante el embarazo; neonatales; producidas durante el parto o
inmediatamente después; y postnatales, producidas tiempo después de haber nacido.

Tanto si son congénitas como adquiridas, es muy importante ver si aparecieron antes o después
de que la persona adquiriera el lenguaje. En caso de que adquiriera la sordera antes de aprender a
hablar sería una discapacidad auditiva prelocutiva, mientras que si aparece después es una
postlocutiva.
Según su gravedad

En función de lo mucho o poco que la persona pueda oír y lo necesario que sea recurrir a ayudas
especiales para conseguir una audición adecuada hablamos de tres tipos principales de
discapacidad auditiva.

3. Cofosis

La cofosis es la condición auditiva en la que la persona no puede oír absolutamente nada. Algunos
la consideran un sinónimo de sordera profunda aunque en este caso la persona sí puede oír
sonidos a muy alto volumen (90 dB).

4. Sordera

La sordera propiamente dicha es la discapacidad auditiva en la que la persona no oye sonidos a


menos de 75 dB, siendo especialmente grave si no los puede oír por debajo de los 90 dB.

La persona está sorda, pero no es una sordera profunda y tan grave como la cofosis porque en
este caso el afectado puede oír los sonidos si se le son amplificados por medio de dispositivos
especiales. 5. Hipoacusia

La hipoacusia es menos grave que la sordera, puesto que la persona puede oír por debajo de los
75 dB pero no el rango completo de audición normal.

Para poder diagnosticar cualquiera de las tres condiciones auditivas de las que acabamos de hablar
es necesario realizar una audiometría la cual puede dar los siguientes resultados:

Audición normal: se pueden oír sonidos muy bajos, igual o por debajo de 20 dB

Pérdida auditiva leve: el sonido más bajo perceptible está entre los 20 y 40 dB.

Pérdida auditiva media: se detectan sonidos a partir de 40-70 dB (hipoacusia).

Pérdida auditiva severa: solo se oye a partir de 70-90 dB (sordera).

Pérdida auditiva profunda: oye por encima de los 90 dB (sordera profunda) o no oye nada
(cofosis).

La alteración auditiva no tiene por qué afectar a ambos oídos a la vez. La discapacidad auditiva
puede ser unilateral o bilateral, es decir, puede ser que haya un oído dañado y el otro esté sano o
que ambos tengan problemas para captar y enviar los sonidos al cerebro. En caso de tener un oído
sano éste puede ser usado para compensar la situación y hacer que la persona pueda tener una
vida relativamente normal sin requerir demasiadas ayudas auditivas, aunque le costará detectar
de dónde viene el sonido.

6. Sordera de conducción

El problema se encuentra o bien en el oído externo o en el oído medio. Estas son las que mejor
pronóstico tienen, puesto que tratarlas es relativamente fácil. Puede que se requiera una
intervención quirúrgica, como por ejemplo insertar un tímpano artificial, o incluso requerir una
mera limpieza del canal auditivo, extrayendo un tapón de cerumen que esté afectando a la
audición del paciente.

7. Sordera sensorineural

Las sorderas sensorineurales son complicadas de tratar puesto que la lesión se encuentra en
lugares más profundos y delicados. El daño puede estar en el oído interno, el nervio auditivo o,
incluso, en la corteza auditiva, es decir, el lugar del cerebro en el que se interpreta los estímulos
acústicos.

1. Trastorno del lenguaje

Antiguamente conocido como Trastorno Específico del Lenguaje o TEL, el trastorno del lenguaje se
caracteriza por la presencia de problemas en la comprensión y/o expresión del lenguaje en sujetos
con capacidades intelectuales típicas en sujetos de su misma edad, con lo que dichos problemas
no serían consecuencia de una discapacidad intelectual.

Se ven afectados la estructura gramatical y el léxico, siendo el discurso por lo general menos
prolijo y más limitado de lo habitual.

2. Dislalia funcional o trastorno fonológico

El trastorno fonológico, antes conocido como dislalia, es un problema del lenguaje oral en que se
producen dificultades en la articulación, haciendo del lenguaje algo poco comprensible y limitando
la participación social. No puede emitir correctamente determinados sonidos, y suele hacer
sustituciones, transformaciones y omisiones de éstos. El trastorno fonológico no puede deberse a
causas orgánicas, lo que lo equipara a la antigua dislalia funcional.

3. Disartria

Se considera disartria a aquella dificultad en la articulación del lenguaje producida por una
alteración cerebral o situada en las fibras nerviosas que regulan la articulación y producción del
lenguaje. Se considera un tipo de dislalia orgánica.

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4. Disglosia

La disglosia es una dislalia orgánica producida por alteraciones morfológicas que impiden o
dificultan el uso normal del lenguaje y la correcta pronunciación. Un ejemplo lo encontramos en
personas con labio leporino o con malformaciones faciales. También es considerada un tipo de
dislalia orgánica.

5. Trastorno de la fluidez o disfemia

El también conocido como tartamudeo es un problema relativamente común en la infancia,


aunque en algunos casos se cronifica. El principal problema se encuentra en las dificultades en la
fluidez con la que se produce el habla, acentuándose especialmente ante la presencia de público.

En su discurso, el sujeto sufre diferentes bloqueos que interrumpen el ritmo habitual del habla,
sea uno brusco al inicio de palabra, varios pequeños espasmos a lo largo de una palabra o frase o
una mezcla de ambos. Suelen generar gran ansiedad y en ocasiones la evitación.

6. Trastorno de la comunicación social

También llamado trastorno de la comunicación pragmática, se basa en la existencia de dificultades


a la hora de usar el lenguaje de una manera adecuada al contexto. No hay problemas en
comprensión ni en emisión, pero sí de emplear el lenguaje correcto en el momento correcto.

7. Afasias y disfasias

Las afasias son todas aquellas alteraciones en las que se produce la pérdida o la dificultad para
producir, comprender o repetir el lenguaje debido a la existencia de una lesión cerebral, estando
dicha habilidad ya adquirida anteriormente y produciéndose los déficits solo después.

Su equivalente infantil es la disfasia, en la que dichos problemas se dan ante una habilidad aún no
consolidada y que a menudo no puede desarrollarse por completo debido a la lesión cerebral. En
este último caso a veces resulta difícil de diferenciar de otros problemas, ya que no hay una línea
base fijada con respecto a la capacidad de lenguaje: el niño aún no ha aprendido o no ha acabo de
aprender a comunicarse.

Dentro de este grupo de trastornos existen muchas variantes, en función del área lesionado y el
efecto que tenga en la comunicación y el lenguaje.

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8. Dislexia y alexia
Uno de los trastornos del lenguaje más conocidos, pero en este caso del lenguaje escrito. La
dislexia es la dificultad para la lectoescritura en el que el sujeto tiene problemas para comprender
lo que lee o realizar la acción de leer. Las letras se mezclan y se realizan sustituciones, omisiones y
traslaciones, se enlentece la lectura y por lo general existen dificultades para comprender lo leído.

La dislexia puede ser superficial (en el que se dan problemas a la hora de leer globalmente las
palabras), fonológica (en el que la persona tiene dificultades para leer asociando la pagrafia con su
equivalente en forma de fonema, con lo que solo se lee a partir de la forma de la palabra) o
profunda (una mezcla de las dos anteriores, que aparece junto a problemas semánticos).

9. Hiperlexia

Este problema se caracteriza por una gran habilidad para la lectura rápida, pero por lo general con
poca comprensión y retención del material leído.

10. Disgrafia y agrafia

Se entiende por disgrafia a la dificultad para producir lenguaje escrito, existiendo problemas a la
hora de codificar y generar letras, palabras o frases. Existen problemas en la capacidad de
organización en el espacio del escrito, dificultades copia, problemas motores a nivel de emplear un
lápiz y otras habilidades semejantes, problemas para trasladar los pensamientos y mensajes a
lenguaje escrito, deletrear por escrito, usar diferentes tipografías y la ortografía entre otras. Sería
el equivalente a la dislexia pero a nivel de producción.

En cuanto a la agrafia, se refiere a la incapacidad para estas habilidades derivada de una lesión
cerebral, en adultos.

11. Disortografía

Un problema en el que el principal déficit se da a la hora de escribir correctamente el contenido


del mensaje que queremos producir. A veces también denominada disgrafía disléxica, se producen
errores en la escritura que afectan al trazado correcto de las grafías según las normas ortográficas.

12. Glosolalia

Uso de un lenguaje inventado por parte del sujeto, siendo incomprensible para los oyentes, en el
que se generan términos nuevos a la vez que existe agramatismo.

13. Taquifemia

Trastorno del habla en que el sujeto habla de manera excesivamente rápida, hasta el punto que se
produce una fuga de palabras y continuos errores derivados de la gran velocidad a la que se habla.
14. Trastornos de la mímica

Aunque por lo general no se consideran como trastornos del lenguaje lo cierto es que a nivel de
lenguaje no verbal, la mímica puede ser un elemento fundamental de la comunicación. La
dismimia supone la falta de cohesión entre lo expresado y lo pensado o sentido. La hipomimia es
la presencia de una cantidad de movimientos reducidos y la amimia de ausencia de expresión a
través del movimiento. Por el contrario las hipermimias son expresiones exageradas de los
movimientos

Clasificación de discapacidad Motora:

 Según el momento de aparición:

 Congénitas: Luxación congénita de cadera

 Adquiridas: Traumatismos craneoencefálicos o

vertebrales, tumores.

 Según la etiología:

 Genéticas

 Por infecciones microbianas

 Por traumatismos

 Origen desconocido

 Según el tono muscular:

 Hipotónicas

 Hipertónicas

 Eutónicas

 Según la masa muscular:

 Hipotróficas

 Hipertróficas

 Atróficas

 Según la fuerza muscular:

 Paresia: Parálisis leve o incompleta

 Parálisis

 Según topografía: Grupos musculares afectados


Parálisis Paresias:

Monoplejía: Afecta un solo

miembro.

Hemiplejía: Afecta a un lado del

cuerpo, izquierdo o derecho.

Paraplejía: Parálisis de los dos

miembros inferiores.

Cuadriplejía: Parálisis de los

cuatro miembros.

Monoparesia: De un solo

miembro

Hemiparesia: De un lado del

cuerpo (derecho o izquierdo).

Paraparesia: De los dos

miembros inferiores.

Cuadriparesia: Parálisis leve de

los cuatro miembros.

 En función de su origen

De origen cerebral

Parálisis cerebral

Traumatismo craneoencefálico

Tumores

De origen espinal

Poliomelitis

Espina bífida

Lesiones medulares degenerativas

Traumatismo medular

De origen muscular Miopatías (Distrofia muscular progresiva

de Duchenne)
De

origen ósteoarticular

Condrodistrofia

Osteogénesis imperfecta

Osteomelitis aguda

Tuberculosis ósteoarticular

Lesiones osteoarticulares por desviación

del raquis (cifosis, escoliosis, lordosis)

Discapacidad Motora en la Argentina:

Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad

(ENDI): Realizada en el período 2002-2003

 Tuvo por objetivo cuantificar y caracterizar a las

personas con discapacidad en lo que concierne al

desenvolvimiento de la vida cotidiana dentro del entorno

físico y social.

 Las unidades de análisis fueron tanto las personas

con discapacidad como sus familias, y sólo fue aplicado

en hogares particulares (no fue administrado en hogares

o ninguna otra modalidad de internación).

 La muestra geográfica se circunscribió a localidades de

más de 5.000 habitantes: alcanzó al 84% de la

población total (15 de las provincias más grandes del

país) y estuvo conformada por una mayoría de hogares

con al menos una persona con discapacidad y una

proporción menor de hogares sin ninguna persona con

discapacidad.

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