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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA

AREA DE LA EDUCACION EL ARTE Y LA


COMUNICACIÓN
CARRERA DE PSICORREHABILITACION Y EDUCACIÓN
ESPECIAL
EDUCACIÓN ESPECIAL PARA LA
DISCAPACIDAD VISUAL

TRABAJO INDIVIDUAL
EVALUACIÓN Psicopedagógica

ESTUDIANTE: FATIMA CALVA

DOCENTE: DRA MAGDALENA ESPINOZA Mg Sc.

FECHA: 20/03/2021

CICLO: SÉPTIMO CICLO “A”

LOJA - ECUADOR
EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA

Aspectos generales

Se entiende la evaluación psicopedagógica como un proceso de recogida, análisis y

valoración de la información relevante, sobre los distintos elementos que intervienen en

el proceso de enseñanza y aprendizaje.

La evaluación del alumno en el contexto de aprendizaje abarca tanto la información

sobre su persona (historia personal y valoración multiprofesional, competencia

curricular, estilo de aprendizaje y motivación para aprender) como sobre su entorno

(escolar y sociofamiliar), con el fin de determinar, a partir de tales datos, las

necesidades educativas especiales, objeto de tratamiento individualizado.

La evaluación psicopedagógica en sentido general, debe también incluir a los

alumnos sin necesidades educativas especiales y decirnos “algo” sobre su proceso

educativo. Así mismo, la evaluación debe incluir un pronóstico acerca de la evolución

esperable de ese proceso educativo. La evaluación psicopedagógica, en este sentido, es

la actividad que tiene como finalidad describir la situación de una persona en relación a

un proceso educativo, facilitando un pronóstico y permitiendo una planificación de

dicho proceso educativo lo más exitosa posible. Es una «fotografía» de la situación

educativa del alumno.

Esto supone:

a) El conocimiento o delimitación de, las peculiaridades y competencias del

alumno, los contextos (escuela, familia) y la interacción que tiene lugar como

proceso de enseñanza-aprendizaje.

b) Para tomar decisiones sobre, las necesidades educativas materiales, personales y

curriculares.
c) Maximizando la eficacia del proceso educativo.

d) Previniendo dificultades educativas futuras, técnicas básicas, competencia

social.

e) Propiciando la mejora de la calidad educativa y de atención a la diversidad.

Justificación de la evaluación psicopedagógica

La evaluación es el procedimiento para determinar esas necesidades educativas y los

recursos que deberán disponerse para que el alumno siga un normal desarrollo de su

proceso educativo.

Por tanto, la evaluación se justifica en base a la necesidad de tomar decisiones,

acerca del proceso educativo actual y futuro. El tipo de escolarización aconsejada, los

objetivos educativos a programar, los recursos necesarios para su consecución, o la

metodología del proceso de enseñanza/aprendizaje, son algunas de estas decisiones.

La evaluación es necesaria para:

 Saber en qué situación se encuentra actualmente el sujeto: necesidades

educativas que presenta.

 Planificar la intervención y el apoyo educativo: propuesta curricular y provisión

de servicios educativos.

 Poder constatar los logros y cambios que se vayan produciendo.

Peculiaridades de la deficiencia visual

Para entender las peculiaridades de la evaluación psicopedagógica en personas con

deficiencias visuales, hay que tener en cuenta, inicialmente, algunas consideraciones

relativas al grado de visión, momento de aparición de la deficiencia visual y evolución

de la misma.
El grado de visión, se refiere a la agudeza visual y al campo visual. Por agudeza se

entiende la habilidad para identificar claramente detalles finos en objetos aislados o

símbolos a una distancia determinada.

Se considera una deficiencia visual grave, cuando la agudeza es inferior a 1/10 de la

visión normal. Por campo visual se entiende, el área visualmente perceptible por delante

de cada ojo, que en condiciones normales supone un ángulo de 150 grados en la línea

horizontal (90° hacia la zona temporal y 60° hacia la nasal) y 120 grados en la línea

vertical (50° hacia arriba y 70° hacia abajo), en cada ojo.

Factores diferenciales en la deficiencia visual o ceguera.

Desde el punto de vista funcional, los problemas de agudeza repercuten en mayor

medida en las tareas estáticas, como serían la lectura, de cerca o lejos, o el

reconocimiento de objetos pequeños, viéndose menos afectadas las tareas de movilidad

o desplazamientos del individuo. Por el contrario, los problemas de campo visual,

repercuten en una gran dificultad para la movilidad independiente y para el

reconocimiento de objetos grandes, viéndose menos afectadas las tareas de lectura y

reconocimiento de objetos pequeños, sea de cerca o de lejos. Lógicamente, en el caso de

la ceguera se dan ambos inconvenientes.


Suelen emplearse diversas tipologías o clasificaciones en base al grado de visión.

Atendiendo a un criterio de funcionalidad, que es el que aquí nos interesa, (Barraga,

1989). distingue entre:

Ceguera total: ceguera total o solo percepción de luz que el individuo no puede utilizar

para la adquisición de ningún conocimiento o información.

Ceguera parcial: percepción de bultos.

Baja visión: el déficit visual incapacita al individuo para algunas actividades usuales,

precisando de adaptaciones significativas o métodos específicos, como puede ser la

lectoescritura braille, para llevar a cabo algunas de ellas. Puede ver objetos a pocos

centímetros.

Visión límite: el déficit visual no incapacita al individuo para las actividades normales,

pero precisa de adaptaciones sencillas para poder llevar a cabo algunas de ellas. Puede

leer en tinta con ayudas ópticas o con ampliaciones.

En cuanto al momento de aparición de la deficiencia visual, cuanto más temprana sea,

mayores serán las repercusiones a nivel aptitudinal y menores a nivel de adaptación

personal y social.

Desde el punto de vista aptitudinal, la información sensorial es de vital importancia

en los primeros estadios del desarrollo evolutivo del niño, por lo que la privación de la

información visual condiciona un desarrollo sensoriomotor que en algunas ocasiones

puede ser más tardío e incluso peculiar. En la segunda infancia y posteriormente,

aparecerán otras dificultades aptitudinales propias de la no utilización de la visión, que

fundamentalmente se reflejarán en el acceso a la información escrita y en los

desplazamientos o movilidad del individuo. En cuanto a la adaptación personal, el niño


con ceguera congénita no va a tener desajustes derivados del momento de inicio de la

ceguera.

La forma de inicio de la deficiencia visual, y su evolución, va a afectar altitudinalmente

en función de la limitación visual de cada momento, sin embargo, lo hará de forma

especialmente acusada a nivel de ajuste personal, por cuanto la incertidumbre sobre

«cuándo» y «cuánta» vista perderá, puede llegar a ser una preocupación cotidiana.

Peculiaridades en la evaluación de la persona con deficiencia visual o ceguera:

Desde el punto de vista psicológico y pedagógico, existe una gran diferencia entre un

niño ciego y un niño con baja visión, un niño ciego de nacimiento y otro que adquirió la

ceguera con posterioridad a su primer año de vida, una ceguera repentina en la

adolescencia o como resultado final de un proceso de años de evolución, etc., hasta

todas las posibles combinaciones en sus diferentes magnitudes.

Entendiendo al grado de visión, nivel educativo y posibles deficiencias asociadas, se

entiende la gran heterogeneidad de la población de niños con déficit visual, hasta el

punto de que podríamos decir que, de cien niños ciegos o con baja visión.

Esta circunstancia supone ya un primer condicionante de la evaluación psicológica, al

menos en su vertiente psicométrica de utilización de pruebas estandarizadas, por cuanto

es muy difícil encontrar un grupo normativo de similares características al que referir

los resultados obtenidos en el test.

La aplicación de pruebas

La evaluación debe realizarse en las mejores condiciones para el sujeto. Esto quiere

decir que, a las condiciones habituales de tranquilidad, silencio, calidez, etc. debemos

añadir las de iluminación, ayudas ópticas, materiales de lectura y escritura.


Al igual que hicimos con el entorno lejano, (despacho, pasillo, etc.) le describiremos el

entorno inmediato de trabajo. Haremos la presentación del material, al alcance de su

mano, preferentemente frente a él, y describiéndole tal circunstancia.

La presentación de cualquier material debe ser descrita, de forma que sea entendible

para el sujeto, permitiendo la manipulación táctil, si no hay inconveniente para ello,

previamente a la realización de la prueba. En la evaluación del niño ciego, como en la

del vidente, debemos saber diferenciar cuándo las preguntas tienen fines informativos y

cuándo no, manejando la situación en consecuencia. Las pruebas de evaluación motriz

debemos escenificarlas, permitiendo que el sujeto nos toque, sirviendo así de

complemento a la descripción de la tarea propuesta.

Peculiaridades de la evaluación en las diferentes etapas y modalidades educativas

Las peculiaridades apuntadas más arriba, deben ser matizadas en función del ámbito o

modalidad educativa.

Educación Infantil 1 (atención temprana)

El interés se centra en la determinación del desarrollo evolutivo del niño. Discriminar

cuáles de los aspectos diferenciales en relación al desarrollo evolutivo «normal», se

deben al déficit visual y cuáles no, así como la magnitud de los mismos. an importante

como difícil resultará la evaluación del área visual, que deberá formularse en base a

respuestas motoras o incluso reflejas, si se trata de una edad preverbal. La ceguera

congénita, dificulta al niño la comprensión de sí mismo, su entorno y la relación entre

ambos. La adquisición de estas nociones es fundamental para un desarrollo evolutivo

adecuado

Educación Infantil 2 (preescolar).


Las áreas de interés evolutivo en este nivel educativo son las mismas en videntes y

no videntes, por ello no se las describe. la evaluación del funcionamiento visual, y

sensorial en esta etapa resultan más abordable que en el nivel de atención temprana, por

cuanto ahora contamos con respuestas verbales, además de las reflejas y motoras con las

que ya contábamos. Aquí la conducta social cobra un relevante significado ya que en

este periodo se da la primera escolarización del niño un nuevo y desconocido reto para

él y para sus padres. Esta incorporación a la escuela, debe ser precedida de una

evaluación del contexto escolar integrativo. En este sentido, las actitudes del

profesorado, serán un facilitador de primer orden de un contexto educativo y

socioafectivo equilibrado.

Educación Primaria.

Se observará una escasez de instrumentos para la evaluación de aptitudes y de

competencias curriculares.

Caso 1: En la escasez de instrumentos para la evaluación de aptitudes se observa

imposibilidad de uso en las pruebas manipulativas, donde se limitan casi

exclusivamente a pruebas verbales, que además suelen requerir de alguna adaptación.

Caso 2: En los instrumentos para la evaluación de competencias curriculares, se toma en

cuenta la reforma educativa, donde existen dificultades de baremación de las pruebas de

lectoescritura, tan importantes en estas edades. En estos dos casos las pruebas tendrán

un formato de presentación de ampliación tipográfica en tinta, transcritas al braille o

leído, siempre que no menoscabe la validez de los resultados.

Educación Secundaria.

Puede hacerse extensivo lo dicho para primaria. No obstante, en este nivel debe hacerse

una mención muy especial al comportamiento social. Las habilidades sociales


constituyen el área más importante, no sólo a evaluar, sino a desarrollar en los

adolescentes con minusvalías visuales. Los déficits en HHSS son muy frecuentes. En el

caso de la orientación educativa y profesional se deberá sintonizar los intereses

personales con las posibilidades visuales y actitudes sociales.

Universidad.

No debería ser necesaria una evaluación psicopedagógica en este nivel educativo, salvo

en los casos de una deficiencia visual sobrevenida. En este caso sería aplicable lo

relativo al nivel de secundaria y especialmente el área de personalidad y autonomía

personal.

Educación de adultos.

Las áreas de mayor interés se circunscriben casi exclusivamente a la lectura y escritura

braille y la orientación cultural y profesional.

La discriminación táctil es el aspecto en el que esta población presenta las mayores

dificultades. La capacitación del individuo para que adquiera una movilidad

independiente, es trascendental (muy significativo).

La evaluación del historial educativo, resto de visión, y de la inteligencia general,

pueden presentar las dificultades que ya han sido descritas en otros niveles.

El profesional durante la evaluación debe ser muy realista, y las limitaciones que detecte

deben trasmitirse al sujeto, de forma que puedan planificarse objetivos ajustados a sus

intereses y posibilidades.
Plurideficiencias, dificultades generales.

Se presenta en la evaluación y en la intervención psicopedagógica. Se puede observar

un:

 Desconocimiento de la materia.

 Desinterés generalizado de instituciones y profesionales.

 Escasez de medios adecuados para la evaluación.

 Sentimiento de impotencia de la persona.

El proceso de evaluación
El proceso de evaluación puede llevarse a cabo en diferentes momentos de una

trayectoria educativa, pero de forma genérica se realizará:

 Consecuentemente a la detección de un nuevo caso; - cuando vaya a producirse

un cambio de ciclo o de centro.

 Ante la aparición de problemas concretos.

La evaluación psicopedagógica es una tarea individual y de equipo, que incluye los

pasos que se describen a continuación.

Detección del caso.

El conocimiento de un nuevo caso, puede llegarnos por diversos cauces, como son los

hospitales u otros servicios médicos, equipos psicopedagógicos generales o específicos,

centros escolares, etc.


PREGUNTAS

1. ¿Qué se entiende por evaluación psicopedagógica?

a) Documento escrito, de carácter técnico y ocasionalmente legal, en el que se

plasman los resultados obtenidos a lo largo del proceso de evaluación

psicopedagógica.

b) Como un proceso de recogida, análisis y valoración de la información

relevante, sobre los distintos elementos, que intervienen en el proceso de

enseñanza y aprendizaje.

c) Informa y describe y condensa en un documento los resultados obtenidos

por un alumno en etapa de escolarización.

d) Recoge y valora la información sobre las condiciones personales.

2. ¿Cuál es la finalidad de la evaluación psicopedagógica?

a) describir la situación de una persona en relación a un proceso educativo.

b) Dar un pronóstico de un proceso educativo sobre un alumno.

c) Recabar la información relevante del alumno.

d) Todas las anteriores

3. ¿En la evaluación Psicopedagógica para personas con deficiencias visuales, que

hay tener en cuenta’

a) Grado de visión.

b) Momento de aparición de la deficiencia visual y evolución de la misma

c) Todas las anteriores

d) Ninguna de las anteriores


4. ¿De acuerdo a la imagen que se necesita para lograr los objetivos de la

evaluación?

a) Hacer una buena elección de áreas e instrumentos.

b) Hacer una buena selección de áreas e instrumentos.

c) Hacer una buena selección del lugar y el ambiente.

d) Todas las anteriores

5. ¿En la siguiente imagen que se percibe según los temas ya estudiados

anteriormente?

a) Entrevista

b) Dialogo

c) Observación

d) Autorregistro.
Bibliografía

Benito, F. J., Robles, M. M., Andrade, P. M., Blanco, M. A., & Blanco, M. A. (2000).
Aspectos evolutivos y educativos de la discapacidad visual (Vol. 1). Madrid:
Carácter S.A.

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