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Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED

Tema 1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL SISTEMA


EDUCATIVO ESPAÑOL

Dr. Olegario Negrín Fajardo


Índice

1. Introducción ...................................................................................................... 3
2. Objetivos ........................................................................................................... 3
3. Mapa Temporal ................................................................................................. 4
4. De las Cortes de Cádiz a la Ley Moyano .......................................................... 6
5. La educación en la Restauración .................................................................... 11
6. La política educativa de la Segunda República .............................................. 13
7. La educación durante el Franquismo .............................................................. 15
8. Evolución del sistema educativo en la etapa democrática ............................. 18
9. Glosario........................................................................................................... 23
10. Bibliografía complementaria ........................................................................ 24

2
1. INTRODUCCIÓN

Conviene que empecemos por precisar el significado que le damos a “sistema


educativo”. Cuando empleamos la palabra “sistema” estamos refiriéndonos, según el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua, a un “conjunto de reglas o principios
sobre una materia racionalmente enlazados entre sí”, o a un “conjunto de cosas que
relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto”. Por su parte, el
término “educativo”, también según el referido Diccionario, significa “perteneciente o
relativo a la educación”, o “que educa o sirve para educar”.

De esta manera, podemos afirmar que entendemos que el “sistema educativo”, es


el conjunto de cosas, reglas o principios pertenecientes o relativos a la educación y que
está pensado con el objeto de educar al conjunto de la sociedad. Por eso, en un sistema
educativo tenemos que reparar en su estructura, niveles, funciones, principios y
características.

En el caso de este tema, el objetivo es analizar y valorar la evolución del sistema


educativo español desde sus orígenes como tal en el siglo XIX hasta la actualidad. Dada
la amplitud de contenidos que abarca, lo haremos con la brevedad requerida y sólo
señalaremos los hitos normativos principales y sugeriremos la bibliografía de
ampliación que facilite profundizar más en los contenidos.

Sabemos que los sistemas educativos nacionales surgen en Europa a principios


del siglo XIX, como consecuencia de los avances políticos de la Revolución francesa,
vinculados al origen del Estado liberal. A fines del siglo XVIII la educación europea
sufre un cambio radical y, como dice Lorenzo Luzuriaga, “la educación estatal la
educación del súbdito, propia de la monarquía absoluta y del despotismo ilustrado, se
convierte en educación nacional, en la educación del ciudadano, que ha de participar en
el gobierno de su país. Aquélla era la educación para la obediencia; ésta la educación
para la libertad; aquélla tenía un carácter intelectual e instrumental; ésta un carácter
cívico y patriótico; aquélla se cumplía como un deber impuesto; ésta se exige como un
derecho, como uno de los derechos del hombre y del ciudadano” 1

En España, la Constitución de 1812 y las normas educativas que se suceden a


continuación incorporan la idea de la educación como una estructura en cuya
organización, financiación y control debe intervenir el Estado, con lo que se sientan las
bases para el establecimiento del sistema educativo español.

2. OBJETIVOS
• Conocer las principales etapas y características de la evolución del sistema
educativo español.
• Analizar y comentar algunas normas educativas en su contexto histórico.
• Comparar períodos históricos diferentes, señalando las singularidades de cada

1
LUZURIAGA, L.: Historia de la Educación y de la pedagogía. Buenos Aires, Losada, 1973, p. 158.
3
uno de ellos.
• Destacar las innovaciones educativas normativas más significativas en cada
periodo histórico.
• Reconocer y valorar la influencia de la historia en la educación actual.

3. MAPA TEMPORAL

SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL

1. De las Cortes de Cádiz a la Ley Moyano

- La Constitución de Cádiz de 1812

- Informe de Quintana de 1813

- Reglamento General de Instrucción Pública de 1821

- Plan Literario de Estudios de 1824

- Plan y Reglamento de Escuelas de 1825

- Reglamento General de Escuelas de Latinidad de 1826

- Plan General de Instrucción Pública de 1836

- La Constitución de 1845

- La Ley Moyano de 1857

2. La educación en la Restauración

- La Constitución de 1876

- La Institución Libre de Enseñanza

- El Regeneracionismo

- La Generación del 98

- Dictadura militar de Primo de Rivera

- El Plan Callejo de Reforma del Bachillerato de 1926

3. La política educativa de la II República

- Constitución de 1931

- Principios educativos republicanos: escuela única, gratuita, obligatoria y laica

4
- La marcha atrás del “Bienio negro” (1934-1936)

- El frente Popular y la educación durante la Guerra civil

4. La educación durante el franquismo

- La depuración del profesorado (1936-1942)

- Ley de Reforma de la Enseñanza Media de 1938

- Ley de Ordenación de la Universidad de 1943

- Ley de Enseñanza Primaria de 1945

- Ley de Formación Profesional Industrial de 1949

- Ley sobre Ordenación de la Enseñanza Media de 1953

- Libro Blanco y Ley General de Educación de 1970

5. Evolución del sistema educativo en la etapa democrática

- Constitución de 1978

- Ley Orgánica del Estatuto de Centros Escolares

- Ley Orgánica de Reforma Universitaria de 1983

- Ley Orgánica de Derecho a la Educación de 1985

- Ley Orgánica General del Sistema Educativo de 1990

- Ley de Educación Secundaria Obligatoria de 1995

- Ley Orgánica de Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros


Docentes de 1995.

- Ley Orgánica de Universidades de 2001

- Ley Orgánica de Calidad de la Educación de 2002

- Ley Orgánica de la Cualificación y la Formación Profesional de 2002

- Ley Orgánica de Educación de 2006

- Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa de 2013

- Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica de Educación, 2020.

5
4. DE LAS CORTES DE CÁDIZ A LA LEY MOYANO

Aunque se trata de un período muy amplio, que se extiende entre 1812 y 1857 y
que contiene una serie de normas importantes relacionada con los acontecimientos
políticos que van conformando la legislación y la política educativa de la burguesía
española, aquí nos referiremos únicamente a los hitos más significativos. Si algún
participante en este curso quisiera ampliar sus conocimientos y analizar con más detalle
toda la legislación producida puede acudir a la bibliografía complementaria que aparece
al final de este mismo tema.

La Constitución de 1812, de 19 de marzo, se basa en el reconocimiento de la


soberanía nacional y de los derechos individuales; en la división de poderes entre el
legislativo, en las cortes, el ejecutivo en la monarquía con limitaciones y el judicial,
referido a los tribunales de justicia. Se reconocía a la religión católica como única
oficial de España y se establecía un sistema restringido de representación, el sufragio
censatario 2.

Dicha Constitución establecía un plan general de enseñanza para todo el reino y


la creación de una Dirección General de Estudios, de la que dependía la Inspección de la
enseñanza pública. La legislación sobre la educación está recogida en el título IX, que
trataba de la instrucción pública en un capítulo único.

Los artículos del 366 al 371 regulaban lo referido a la educación: se disponía que
en todos los pueblos de la Monarquía se debían crear escuelas de primeras letras, en las
que se enseñara a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión católica
que comprendía también una breve exposición de las obligaciones civiles.
Tales artículos reflejaban la misma estructura educativa de la legislación anterior
referida a la enseñanza primaria y universitaria, pero no se decía nada de la secundaria.
Sí se establecía la obligatoriedad de las escuelas primarias en todos los pueblos y que los
maestros se dedicarían a enseñar a leer, escribir, contar, catecismo de la religión católica
y obligaciones civiles. También se proponía la creación de universidades y otros centros
dedicados a la enseñanza de las Ciencias, Literatura y Bellas Artes, con un plan general
de la enseñanza uniforme en todo el Reino.
Promulgada la Constitución, la Regencia creó una Junta, presidida por Manuel
José Quintana, que se encargó de los asuntos relacionados con la instrucción pública y
elaboró el Informe de 9 de septiembre de 1813 3, Informe para proponer los medios de

2
El sufragio censatario, o restringido, es aquel en que sólo pueden votar las personas que aparecen en una lista
o en un censo, normalmente en función de su riqueza, de su nivel de tributación, o de sus propiedades
inmobiliarias. MEDINA MEDINA, A.: “Enseñanza en los textos constitucionales de España. Siglos XIX y
XX”, en NEGRÍN FAJARDO, O. (Dir.): Historia de la educación en España. Autores. Textos y documentos.
Madrid, UNED, 2004, pp. 527-530. En el capítulo señalado se pueden encontrar muchos más datos relativos a
la evolución del sistema educativo liberal burgués a lo largo del siglo XIX.
3
MINISTERIO DE EDUCACIÓN: Historia de la Educación en España. Informe de la Junta creada por la
Regencia para proponer los medios de proceder al arreglo de los diversos ramos de Instrucción Pública.
Madrid, Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación, 1979, tomo I, pp. 373-414.
6
proceder al arreglo de los diversos ramos de instrucción pública, el conocido como
Informe Quintana 4 presentado a la Comisión de Instrucción Pública de las Cortes
españolas el 7 de mayo de 1814. En el apartado Bases Generales de toda Enseñanza se
contemplaban los principios y característica de la enseñanza: “La instrucción debe ser
tan igual y tan completa como las circunstancias lo permitan. La instrucción debe ser
universal para todos los ciudadanos”. Si bien, estas buenas intenciones educativas se
quedaron, en su mayor parte, en el papel, pues el estado social, económico, cultural y los
conflictos bélicos hicieron imposible que las ideas ilustradas de Quintana se hicieran
realidad 5.

Se proponía crear una Universidad Central, situada en la capital del reino, en la que
además de realizar los estudios igual que en las otras universidades, se pudieran ampliar
las enseñanzas para un mayor conocimiento y profundidad de los estudios de las
distintas disciplinas académicas. Se planteaba también establecer en Madrid una
Academia Nacional, con la finalidad de agrupar a los hombres más distinguidos en
ciencias, letras y artes. Al mismo tiempo, se encargaba de conservar, seleccionar y
propagar los conocimientos para que el reino alcanzara la ilustración nacional que le
pusiera a la altura del mundo civilizado.

Por su parte, la Dirección General de Estudios estaba formada, como mínimo,


por cinco miembros y se encargaba de la inspección de la enseñanza pública; velaba por
la buena distribución de los arbitrios destinados a la enseñanza; intervenía en las
oposiciones a cátedra; elaboraba los planes y reglamentos de estudio, la organización,
los métodos y la redacción de las obras elementales; uso distribución y aumento de las
bibliotecas públicas; visitar los centros de enseñanza y emitir un informe del estado de
la enseñanza del reino a las cortes y al estado en general. Se daba estabilidad al
profesorado y se apoyaba al alumnado por su capacidad y dedicación.

En 1820 se produjo el pronunciamiento militar del general Riego y los liberales


llevaron el peso de la política española durante el periodo que se extiende hasta 1823. El
Reglamento general de Instrucción Pública fue aprobado por Decreto de las Cortes el
29 de junio de 1821 y supone la redacción en forma de ley del Informe Quintana.
Constaba de 12 títulos y 103 artículos 6. Este reglamento dio carácter legal a una
estructura del sistema educativo dividida en primera, segunda y tercera enseñanza,
estructura inexistente formalmente en el antiguo régimen. Igualmente, esta normativa
sancionaba la división de la instrucción en pública y privada, y determinaba la gratuidad
de la enseñanza pública. El título primero estaba dedicado a las bases generales de la
enseñanza pública. Destacaba que toda enseñanza costeada por el Estado sería pública,
uniforme y gratuita. La enseñanza privada sería libre, aunque sometida a ciertos

4
En realidad, fue elaborado por los miembros de la Comisión: Martín González de Navas, José Vargas y
Ponce, Eugenio Tapia, Diego Clemencín, Ramón de la Cuadra y Manuel José Quintana. Si bien, se suele
interpretar que Quintana, además de coordinador del trabajo, fue su verdadero autor.
5
Más datos en: CAPITÁN DÍAZ, A.: Historia de la Educación en España. Madrid, Dykinson, 1991, tomo I,
pp. 996-1002.
6
MINISTERIO DE EDUCACIÓN: Historia de la Educación en España. De las Cortes de Cádiz a la
Revolución de 1868. Madrid, Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación, 1979, tomo II, pp. 43-60
7
controles por el Estado.

En 1823 se restableció el poder absoluto de Fernando VII que deroga el


Reglamento General de Instrucción Pública de 1821 y promulga el Plan literario de
estudios y arreglo general de las universidades del Reino (1824), el Plan y
Reglamento de escuelas de primeras letras del Reino (1825), y el Reglamento
general de las escuelas de latinidad y colegios de humanidades (1826). Estas
reformas significaron un claro intento de hacer de la instrucción pública un instrumento
eficaz del absolutismo. Las novedades más importantes fueron el establecimiento de la
uniformidad de los estudios de todas las universidades y su exhaustiva reglamentación,
la centralización de las universidades, y la articulación jerárquica del gobierno, la
inspección y la dirección de las escuelas 7.

En 1833 comienza la regencia de Mª Cristina y, con ella, la llamada “década


liberal”. Durante esos diez años se definen dos tendencias entre los liberales: los
moderados y los progresistas. Estos últimos lograrán afianzar sus ideas y su poder:
desamortización, supresión de señoríos y órdenes religiosas, secularización de la
enseñanza. En 1836 se aprueba el Plan General de Instrucción Pública, conocido
como Plan del duque de Rivas, que apenas tuvo vigencia pero que supuso un
importante antecedente de la Ley Moyano de 1857. Dicho Plan regulaba los tres grados
de enseñanza: la instrucción primaria, que comprende la primaria elemental y la
superior, la instrucción secundaria, dividida en elemental y superior, y la instrucción
superior, alas que corresponden las facultades, las escuelas especiales y los estudios de
erudición, respectivamente. Tras la aprobación de la Constitución de 1837 hubo intentos
de desarrollar normativamente los preceptos constitucionales, pero la situación política
imposibilitó su aplicación.

En 1843, con la mayoría de edad de Isabel II, se abre un nuevo período en la


historia de España que dura hasta 1854: es la llamada “década moderada”. La ley clave
de esta etapa, de marcado carácter liberal moderado, es la Constitución de 1845. Con
ella se pretendía encauzar la vida política del país. En el terreno educativo se aprueba en
1845 el Plan General de Estudios, el Plan Pidal. En él se renuncia a una educación
universal y gratuita en todos los grados y se establecen las bases para la primera
definición del sistema educativo contemporáneo, que se realiza con la promulgación de
la Ley Moyano en 1857.

La Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, llamada Ley


Moyano por ser Claudio Moyano ministro de Fomento en el momento de su aprobación,
fue fruto del consenso entre progresistas y moderados, y significó el término de la
consolidación del sistema educativo liberal y el comienzo de la estabilidad, sobre todo a
nivel legislativo y de administración, del desarrollo de la instrucción pública durante
más de un siglo.
7
Más datos en la publicación: “Historia del sistema educativo español”, cfr. la página Web de la OEI:
oei.es/quipu/espana/index/html, pp. 2 y ss. Consultada el 23 de julio de 2019
8
La Ley Moyano contenía cuatro secciones y unas disposiciones transitorias; las
secciones eran: Los estudios, los establecimientos de enseñanza, el profesorado público
y gobierno y administración de la instrucción pública. Para que se tenga una idea global
del sistema educativo establecido en la Ley, en la tabla siguiente se resume el contenido
de las secciones, título y capítulos 8:

SECCIONES TÍTULOS CAPÍTULOS


Primera. Los Estudios I Primera Enseñanza
II. Segunda Enseñanza
III. Las Facultades y Enseñanzas
superior y profesional.
IV: Modos de Hacer los Estudios I. Las Facultades
V. Los Libros de Texto II. Enseñanza Superiores
III. Enseñanzas Profesionales

Segunda. I. Establecimientos Públicos I. Escuelas de Primera


Establecimientos de Enseñanza
enseñanza II. Escuelas Normales de
Primera enseñanza
III. Establecimientos Públicos de
Segunda Enseñanza.
IV. Establecimientos Públicos de
Enseñanza Superior y
Profesional
V. Los Colegios
II. Establecimientos Privados
III. Enseñanza Doméstica
IV. Academias, Bibliotecas,
Archivos y Museos
Tercera. Profesorado I. Profesorado en General I. Maestros de Primera
Público Enseñanza
II. Maestros de Escuelas
Normales de Primera Enseñanza
III. Catedráticos de Instituto
IV. Catedráticos de Enseñanza
Profesional
V. Catedráticos de Facultad
Cuarta. Gobierno y I. La Administración General I. Ministro de Fomento y
Administración de la Director General de Instrucción
Instrucción Pública Pública
II. Real Consejo de Instrucción
Pública

8
MEDINA MEDINA, A.: “La formación del sistema educativo español y las ideas pedagógicas de la
educación liberal”, en NEGRÍN, O.: Historia de la educación española. Madrid, UNED, 2011, pp. 289- 346.
9
II. La Administración Local I. División Territorial
II. La administración de los
Distritos Universitarios
III. Régimen Interior de los
Establecimientos de Enseñanza
IV. Juntas de Instrucción Pública

III. Intervención de las


Autoridades Civiles en el gobierno
de la enseñanza
IV. La Inspección

Se dividía la primera enseñanza en elemental y superior: La elemental era


obligatoria para todos los españoles y gratuita para las familias que no pudieran pagarla,
para el alumnado de 6 a 9 años. Comprendía las siguientes enseñanzas: Doctrina
Cristiana y nociones de Historia Sagrada, Lectura, Escritura, Principios de Gramática
Castellana, con ejercicios de Ortografía, Principios de Aritmética, con el sistema legal
de medidas, pesas y monedas, y breves nociones de Agricultura, Industria y Comercio.

La primera enseñanza superior se ocupaba de ampliar los conocimientos de la


primera y además se impartían Principios de Geometría, Dibujo Lineal y Agrimensura;
Rudimentos de Historia y Geografía, especialmente de España; nociones generales de
Física y de Historia Natural. A las niñas no se les enseñaba Agricultura, Industria y
Comercio, Principios de Geometría, Dibujo Lineal y Agrimensura, ni Nociones
Generales de Física y de Historia Natural. En su lugar se les enseñaba “labores propias
del sexo”, elementos de Dibujo aplicado a las labores y ligeras nociones de Higiene
doméstica. La primera enseñanza para el alumnado sordomudo y ciego se impartía en
centros especiales. Los curas párrocos se encargaban de dar repasos de Doctrina y
Moral en la primera enseñanza.

La segunda enseñanza comprendía los estudios generales durante seis años con
dos períodos de dos y cuatro años, y los estudios de aplicación a las profesiones
industriales. Para acceder a los estudios generales se exigía tener nueve años cumplidos
y superar un examen general de la primera enseñanza elemental. Para pasar a los
estudios de aplicación se debía tener diez años cumplidos y aprobar un examen general
de las asignaturas de la primera enseñanza superior. Una vez aprobados los seis años
delos estudios generales, se podía presentar al examen del grado de Bachiller en Artes y,
terminados los estudios de aplicación, el alumnado podía recibir un certificado de perito
en los estudios realizados.

Las características fundamentales de esta Ley son: su marcada concepción


centralista de la instrucción, el carácter ecléctico y moderado en la solución de las
cuestiones más problemáticas, como eran la intervención de la Iglesia en la enseñanza o
el peso de los contenidos científicos en la segunda enseñanza, la promoción legal y la
consolidación de una enseñanza privada, básicamente católica, a nivel primario y
10
secundario y, por último, la incorporación definitiva de los estudios técnicos y
profesionales a la enseñanza postsecundaria.

5. LA EDUCACIÓN EN LA RESTAURACIÓN 9

España, en la época de la Restauración, se caracterizaba por una serie de


aspectos que indicaban que hacía tiempo había dejado de ser una gran potencia y
buscaba su lugar en el nuevo mapa del mundo que se estaba creando. Tanto los
indicadores económicos, como los políticos, culturales y educativos indicaban que no se
estaba en condiciones de luchas por la primacía internacional y que era mucha la lejanía
existente en todos esos ámbitos frente a una potencia emergente como Estados Unidos,
que pronto demostraría su enemistad y falta de escrúpulos en las posesiones españolas
de Ultramar.

En el plano político, la Restauración significa continuidad en las bases sociales


del régimen como en sus fundamentos ideológicos, con los cambios correspondientes a
encontrarnos en otro nivel histórico y a la influencia de políticos concretos como fue el
caso de Antonio Cánovas del Castillo. La Constitución de 1876 se ve muy limitada por
la realidad cultural del país con un 75,52% de analfabetos según el censo de 1877 y con
distintas fuerzas organizadas que se mantienen al margen del orden constitucional
vigente. Pero la obra de gobierno de los hombres de la Restauración, conservadores y
liberales, se iba a caracterizar por la continuidad, la estabilidad que le dieron a la vida
política y administrativa española y, por el contrario, por su limitación de miras,
seguramente por sentirse más representantes de la oligarquía que del pueblo español en
su conjunto ya que las elecciones eran manipuladas sistemáticamente por el gobierno de
turno.

En el orden cultural se impone el naturalismo que es aceptado y asimilado por la


cultura nacional sin problemas; ello trae consigo el acercamiento a la realidad del país
con el redescubrimiento de la región y la crítica política y social. Se advierte un
importante esfuerzo de europeización por parte de los grupos intelectuales del país que
va a determinar la iniciación de un amplio período de apogeo cultural que será la
primera etapa de lo que se considera la edad de plata de la cultura española, apoyada en
la Institución Libre de Enseñanza y toda una serie de organismos e instituciones que se
van creando con el objetivo de modernizar y hacer progresar a España. De la crítica a la
clase dirigente, a la oligarquía de la Restauración, son representativas las obras de
autores como Pérez Galdós, Pereda, Palacio Valdés y Coloma.

En 1876 se aprueba una nueva constitución que restaura la monarquía


constitucional y que, siendo marcadamente conservadora, supo conjugar principios de
carácter más progresista: el sufragio universal, la declaración de los derechos y la
tolerancia religiosa. La vocación conciliadora de esta ley, sin embargo, no facilitó el

9
Más datos en NEGRÍN, O.: Historia de la educación española, op. cit., pp. 347-380
11
consenso en política escolar. Además, el sistema de partidos turnantes hizo de la
educación un espacio de lucha política por la libertad de enseñanza, describiendo la
legislación educativa un movimiento de péndulo en función de quién ocupase la cartera
de educación. Así, aunque en un principio se reafirmó la confesionalidad del Estado,
excluyendo la tolerancia religiosa y la libertad de cátedra, más adelante se sucederán
momentos en los que se proclama y defiende la libertad de enseñanza y de conciencia.

El regeneracionismo de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX aglutinó


a los escritores, políticos y ciudadanos que, descontentos con el sistema de la
Restauración borbónica y la manera canovista de interpretarla, plantean, a partir de la
crítica de la realidad política que vivían, una profundización en el republicanismo
liberal ya puesto en marcha por diversos grupos políticos y por la Institución Libre de
Enseñanza con posterioridad al Sexenio revolucionario y después de la fallida Primera
República española.

El núcleo fundador de la ILE, con Giner a la cabeza, fue el que comenzó a


desarrollar en la práctica el regeneracionismo social, político y educativo en todas sus
actuaciones; de hecho, los regeneracionistas fueron institucionalistas o estaban en su
ámbito de influencia. Pero fue el Desastre de 1898, la catástrofe colonial, cuando
quedan más al descubierto la crisis política, económica y social. Fue, en realidad, la
destrucción de la imagen que desde el poder se fomentaba de España como gran
potencia y se impuso la revisión de los valores propugnado por la Restauración y la
necesidad de volver a pensar España como punto de partida para plantearse una nueva
época.

Después del desastre colonial de 1898 los regeneracionistas se encargan de


lanzar su voz de alarma ante la crisis que se avecina y la necesidad de replantearse la
realidad española y su destino. Se consolida el grupo de escritores conocidos como
Generación del 98, si bien se trata de escritores que coinciden en algunas cosas, como
en la crisis que atravesaba el país y la necesidad proceder a una reordenación profunda
de la vida nacional, un cambio de sistema político y no sólo un cambio de gobierno.

El 13 de octubre de 1923 el general Primo de Rivera encabezó un golpe militar


que puso fin a la Restauración. El planteamiento antiliberal del nuevo régimen, que
transcurre entre el 15 de septiembre de 1923 y 30 de enero de 1930, se concretó en la
negación de la libertad de cátedra. Durante el mandato primorriverista se llevaron a
cabo reformas en el bachillerato y en la universidad; esta última estaba muy contestada,
puesto que permitía a ciertos centros privados universitarios la colación de grado.

La primera etapa, llamada del Directorio militar, se produce desde el 15 de


septiembre de 1923 al 3 de diciembre de 1925 y por una real orden de 13 de octubre de
1925 se negaba la libertad de cátedra, incluyendo también incluía los libros de texto en
las escuelas, tanto públicas como privadas. En la segunda etapa, llamada de Gobierno
civil, que llega hasta el 10 de julio de 1927, se promulga un nuevo plan de estudios para
12
la reforma del bachillerato –real decreto de 25 de agosto de 1926- denominado Plan
Callejo.

Las razones que movieron a Callejo a la reforma del bachillerato eran de orden
económico, académico, pedagógico y social 10. Callejo intenta con su plan tratar de
barrer estas dificultades que discriminaban a la enseñanza pública mediante mejoras
pedagógicas, metodológicas y académicas. Los estudios de secundaria según el Plan
Callejo comprendían los de bachillerato elemental, de cultura general (tres años) y el
bachillerato superior o universitario, previo a los estudios de facultad, de tres cursos y
bifurcado en dos secciones, Letras y Ciencias.

La tercera etapa, se la denominó de la Asamblea Nacional Consultiva, que va


desde el 10 de junio de 1927 al 30 de enero de 1930. El real decreto- ley de 19 de mayo
de 1928 creó el “Proyecto de bases para la reforma de los estudios universitarios”. Este
decreto aparte de una reforma de la Universidad presagiaba una cierta esperanza de
autonomía universitaria, pero todo quedaba en prohibiciones y restricciones de todo
tipo.

6. LA POLÍTICA EDUCATIVA DE LA SEGUNDA REPÚBLICA 11

Tras el triunfo de los partidos republicanos y socialistas en las elecciones


municipales, el 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República española y se
abre una nueva etapa en el sistema educativo español. Se convocaron elecciones
generales a Cortes constituyentes y el 9 de diciembre se aprueba la Constitución de la
II República Española y comienzan a dictarse leyes que suponen profundos cambios
frente a la anterior situación.

La Constitución republicana proclamaba la escuela única, la gratuidad y


obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad de cátedra y la laicidad de la
enseñanza. Igualmente, establece que los maestros, profesores y catedráticos de la
enseñanza oficial serán funcionarios y que se legislará en el sentido de facilitar a los
españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin
de que no se hallen condicionados más que por la aptitud y la vocación. Respecto a la
normativa de carácter educativo que se aprueba en estos años, destacan los cambios
respecto a la regulación del bilingüismo, permitiendo que en las escuelas primarias se
enseñe en lengua materna, aunque sea diferente del castellano; se suprime la
obligatoriedad de la enseñanza religiosa; se reforma la formación inicial de los docentes;
y se regula la inspección de primera y segunda enseñanza.

10
CAPITÁN DIAZ, A.: Educación en la España contemporánea. De la Restauración a la Segunda República.
Textos y documentos. Madrid, M.E.C., 2000, tomo III, p. 42.
11
Para profundizar en este tema se sugiere al final una bibliografía complementaria. Consúltese también las
páginas 475-519 del manual de Historia de la educación española indicado en notas anteriores.
13
La victoria de los partidos de derecha en las elecciones a Cortes de 1933 supuso
que se diera marcha atrás en muchos de los planteamientos educativos del anterior
gobierno. Los ataques principales se centraron en la coeducación, prohibiéndose su
implantación en las escuelas primarias nacionales, en el Plan de Escuelas Normales, que
se pretendió derogar, y en la Inspección Central de Primera Enseñanza, que quedó
suprimida. Como aportaciones de esta etapa destacan las reformas de la segunda
enseñanza, fundamentalmente la aprobación, en 1934, del Plan de estudios de
Bachillerato. Por último, cabe ser señalada la continuación de la reforma universitaria
con las mismas directrices del anterior bienio.
Las terceras elecciones de la República, en 1936, dieron la victoria al Frente
Popular, alianza de partidos y organizaciones de izquierdas. A pesar de que entre sus
promesas electorales se incluían profundas reformas educativas, el alzamiento militar,
que trajo consigo la guerra civil y el punto final a la república, no permitió su puesta en
práctica.

Durante los tres años que dura la confrontación, la vida social, cultural y política
del país vive conmocionada, no obstante en las dos zonas que quedó dividido el país se
siguió manteniendo el sistema educativo, si bien con características diferentes en cada
bando y en medio de muchas limitaciones.

Las dos grandes fuerzas ideológicas que inspiran la política educativa


republicana fueron la Institución Libre de Enseñanza y el Partido Socialista Obrero
Español. Durante la Segunda República se produjo una implicación directa del Estado
en los asuntos educativos y culturales, la ampliación y mejora de la red escolar pública,
el perfeccionamiento de la consideración social y profesional del Magisterio, la
asistencia a la escuela y al maestro con organismos de protección escolar, la reforma de
la Inspección y la puesta en marcha de iniciativas de educación popular tan importantes
como las Misiones Pedagógicas. Las bases sobre las que esas medidas se sustentaron
fueron el principio de intervención del Estado en educación con exclusión de la Iglesia,
el laicismo escolar, la escuela unificada y el activismo pedagógico.

La República en guerra, emprendió una decidida y ambiciosa política educativa


y cultural que en poco tiempo ofrece sorprendentes resultados en la creación de
escuelas, en el perfeccionamiento de la formación de los maestros, en la creación de
experiencias educativas de alto significado como los Institutos para Obreros, en la
adecuación de las enseñanzas universitarias a las necesidades de la guerra, en el
patrocinio del Ministerio de iniciativas de extensión educativa y cultural tan destacadas
como las “Milicias de la Cultura” o las “Brigadas Volantes de lucha contra el
analfabetismo”. Evidenciando todo ello, por otra parte, una diferencia radical entre la
República reformista de 1931 y la República revolucionaria de 1936 en la concepción de
la educación y la cultura.

7. LA EDUCACIÓN DURANTE EL FRANQUISMO 12


12
Más datos en NEGRÍN, O.: Historia de la educación española, op. cit., pp. 521-561.
14
El amplio período de tiempo que se extiende entre Guerra Civil de 1936-1939 y
la muerte de Franco y restauración de la Monarquía borbónica, conocido como
franquismo y, en el ámbito educativo, como nacional- catolicismo, no es homogéneo
sino que, a su vez, se puede dividir en una serie de etapas o subperíodos que tienen que
ver con la evolución de los acontecimientos nacionales e internacionales y con la
consolidación de una oposición democrática que contribuyó al paulatino deterioro del
sistema autocrático.

En este apartado nos centraremos en la citada etapa que comienza con el final
de la Guerra Civil, con la consolidación de una política educativa en alianza con la
Iglesia católica basada en la tradición, el autoritarismo y el más rancio conservadurismo,
y finaliza con el desarrollo tecnocrático, o modernización posible de las estructuras
educativas que significó la toma del poder político por ministros del Opus Dei,
enfrentados abiertamente a los falangistas y tendencias católicas más liberales.

Entendemos que la política educativa del franquismo significó en su conjunto


una involución, puesto que se trató por todos los medios de oponerse a los principios
que alumbraron la política educativa republicana, sacando al país de la senda del
progreso y de la modernización educativa. Cuando llegó a España la posibilidad de
obtener los frutos de la labor educativa, cultural y científica del primer tercio del siglo
XX, traducidos en desarrollo investigador, modernización educativa y aplicación de los
principios de la Escuela Nueva, el enfrentamiento civil producido por los sublevados
contra la República va a llevar al país de nuevo al oscurantismo medieval y al
monopolio educativo de la Iglesia católica.

En el aspecto pedagógico, se vuelve a la escuela tradicional basada en el


autoritarismo y la jerarquía donde el maestro y las autoridades eclesiásticas y políticas
son el centro del proceso, mientras que los alumnos se convierten en seres pasivos con
la única misión de obedecer y ser buenos patriotas y religiosos. La depuración del
profesorado de todos los niveles educativos, que comenzó a efectuarse al poco tiempo
de empezada la guerra en el bando nacionalista y que se extendió hasta por lo menos
1942, fue una de las principales decisiones del primer franquismo.

Los ministerios de Pedro Sainz Rodríguez y, sobre todo, el de José Ibáñez


Martín, significaron la consolidación del modelo nacional- católico, basado en la alianza
entre el Estado y la Iglesia católica, que se prolongará hasta finales del régimen de
Franco, aunque con matices y diferencias en sus diversos períodos o etapas de
desarrollo. Con Joaquín Ruiz Giménez al frente de la cartera del Ministerio de
Educación Nacional se produce una tímida reforma, seguramente la única posible en
aquellos momentos, que se ve frenada con los acontecimientos estudiantiles de 1956. El
Ministerio de Mina fue de transición, aunque significó una vuelta atrás al tratarse de un
antiguo colaborador de Ibáñez Martín que parecía tranquilizar a los jerarcas del
régimen, seguramente hartos de las que entendían como veleidades de los intelectuales
15
de su propio seno presididos por Ruiz Giménez, Laín Entralgo y Tovar. Con Lora
Tamayo se inaugura una etapa conocida como tecnocrática, para diferenciarlas de las
anteriores cercanas al falangismo, controlada por el Opus Dei, y que giraba en torno de
la nueva política económica de los Planes de Desarrollo. Esta etapa prepara y se inserta
en la que se inaugura a partir de la elaboración del Libro Blanco y, con posterioridad,
de la promulgación de la Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma
Educativa de 4 de agosto de 1970.

En este período se promulgan cuatro leyes importantes en materia de enseñanza.


La primera, la Ley de Reforma de la Enseñanza Media de 20 de septiembre de 1938,
pretende regular el nivel educativo de las clases medias del país. En esa misma línea, el
29 de julio de 1943 se promulga la Ley de Ordenación de la Universidad. La tercera
norma, la Ley para la Enseñanza Primaria, deberá esperar hasta el 17 de julio de
1945, y la cuarta, la Ley de Formación Profesional Industrial, hasta el 16 de julio de
1949.

En la década de los 50 se observa una cierta apertura en el mundo de la


enseñanza. Persisten la confesionalidad y el predominio de la Iglesia, pero remiten un
poco el patriotismo y la preponderancia del adoctrinamiento político sobre lo técnico-
pedagógico. Tres leyes básicas se promulgan en esta etapa. En primer lugar, la Ley
sobre Ordenación de la Enseñanza Media, de 26 de febrero de 1953. Esta normativa
significa un nuevo enfoque de la educación, algo menos dogmático y más atento a la
calidad intelectual de la enseñanza; además, supone un primer paso hacia la
generalización de la escolaridad hasta los 14 años, aunque se mantiene la doble vía. La
segunda ley fundamental, decisiva en este caso para la escolarización real de la
población infantil, fue la de 22 de diciembre de 1953 sobre Construcciones Escolares,
donde se establece un sistema de convenio entre Estado y ayuntamientos y diputaciones
para la construcción de escuelas. Por último, la Ley de 20 de julio de 1957 sobre
Enseñanzas Técnicas contribuye también, de alguna manera, a la «normalización» del
sistema, al incorporar a la universidad las escuelas de ingenieros y arquitectos y abrirlas
a un mayor número de alumnos.

En los años 60, la expansión económica, el proceso de industrialización, la


explosión escolar y las tensiones internas del sistema político hacen que sea
indispensable una reforma total y profunda del sistema educativo. Con el contenido del
Libro Blanco de 1969 Villar Palasí defiende la idea de reformar totalmente el sistema
educativo y acabar con la sectorización de los cambios que se habían venido sucediendo
desde el inicio de la implantación del régimen franquista y que sólo modificaban
parcialmente a la ley Moyano, de1857. La Ley 14/1970 de 4 de agosto, General de
Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa (LGE), regula y estructura,
por primera vez en este siglo, todo el sistema educativo español. Fue una ley de gran
alcance, que pretendió superar las contradicciones internas en las que el sistema había
caído por sucesivas reformas sectoriales, insuficientes para responder al acelerado
cambio social y económico de la España de aquellos momentos.
16
Con esta ley, tal como se señala en el preámbulo, se pretende la modernización
del sistema educativo que debe adaptarse a las nuevas exigencias sociales de educación
para todos y a la especialización profesional que exige el desarrollo económico;
contribuir al progreso científico y técnico y capacitar a la persona para enfrentarse a los
nuevos retos son tareas que desembocan en la creación de una sociedad más justa. Por
ello, no es posible modificar, una vez más sectores educativos aislados sino que es más
pertinente remodelar todo el sistema y plantear algunos principios básicos tales como
entender la educación como “permanente tarea inacabada”, introducir la flexibilidad en
el sistema educativo en sustitución del autoritarismo uniformador, de manera que cada
centro escolar pueda atender a su singularidad, y la igualdad de oportunidades
educativas, entre otros.

Los objetivos son claros: educación obligatoria y gratuita para todos los
españoles, con una orientación ideológica franquista, como no podía ser de otra forma;
añadir la formación profesional a la formación general; poner en práctica el principio de
igualdad de oportunidades educativas; y dotar al sistema educativo de unidad y de
flexibilidad suficiente para interrelacionar los distintos niveles y facilitar el trayecto de
unos a otros e incluso, la reincorporación a los cauces formativos en momentos
posteriores. Son amplias novedades cuyos desarrollos legislativos sacuden la rutina de
los estamentos educativos pero que encuentra importantes obstáculos económicos para
llevarla a la práctica.

Entre lo establecido para la dimensión práctica destaca todo el tratamiento dado


a la evaluación y la promoción del alumnado y a la orientación del mismo. Ahora, la
evaluación tiene carácter continuado, eliminándola como fase final y única de cada
periodo formativo; la promoción es también continua sin menoscabo de que pudieran
articularse fórmulas de recuperación para los casos en que no se hubieran conseguido
los límites fijados; y la orientación y la tutoría iban a ser un servicio permanente para
los alumnos. Las Orientaciones pedagógicas, emitidas para cada etapa meses después de
promulgada la ley, exponen con detalle y ordenan qué hacer y cómo hacer la educación
que se propugna.

La modernización de la educación, en la que no entraba la coeducación,


suprimida en mayo de 1939, remodela la nueva estructura de los periodos formativos.
Una vez que los niños ingresan en el parvulario a los cuatro o cinco años, pasan a cursar
la Enseñanza General Básica, EGB, con una duración de ocho años (retoma lo señalado
en la ley de 1965), finalizando el periodo de escolaridad obligatoria; en ella se integran
los antiguos Bachiller Elemental y la Enseñanza Primaria. A los catorce años se abren
dos vías de estudio; una es el Bachillerato Unificado Polivalente, BUP, que conduce a
un Curso de Orientación Universitaria, COU, y de él, a los estudios universitarios; la
segunda vía, es la Formación Profesional, FP. En todo caso, a partir de los dieciséis años
se puede ingresar en el mundo laboral.

17
Esta sistematización de la educación fue todo un avance; por una parte, todos los
españoles tenían que integrarse obligatoriamente en una institución educativa única
hasta los catorce años, y era una educación gratuita. La gratuidad para todos exigía del
Estado la oferta de suficientes puestos escolares que albergaran a toda la población
escolar. Y, como a pesar de los esfuerzos económicos anteriores para levantar nuevos
edificios y para mejorar los obsoletos no hubieran conseguido suficientes plazas y como
la financiación que acompañaba a la ley fuera escasa, se hizo aconsejable subvencionar
a muchos centros privados de manera que la educación resultara gratuita a las familias.

Otras novedades que repercutieron notablemente en la sociedad fueron: la


incorporación a la universidad de los estudios de Magisterio, de Arquitectura, de
Ingeniería, de Bellas Artes, de Periodismo, de Enfermería, y los del Instituto Nacional
de Educación Física. Las Escuelas Técnicas Superiores y las de Grado Medio se
convirtieron en Universidades Politécnicas en Madrid, Barcelona y Valencia.

Otras innovaciones de interés fueron la creación de los Institutos de Ciencias de


la Educación, ICEs, con la finalidad de formar pedagógicamente a los docentes de las
enseñanzas medias y universitarias y de los colegios universitarios que eran centros que
impartían el primer ciclo de los estudios superiores bajo la responsabilidad de la
universidad a la que estuvieran adscritos.

8. EVOLUCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO EN LA ETAPA


DEMOCRÁTICA 13

Franco muere en noviembre de 1975 y le sucede en la Jefatura del Estado Juan


Carlos I, como rey de España, quien nombra al político falangista Adolfo Suárez
presidente del gobierno en 1976. Inmediatamente se anuncia el desmantelamiento de las
instituciones franquistas y se promulga una Ley de Reforma Política, que es aprobada
mayoritariamente por el pueblo español en un referéndum. Se convocan las primeras
elecciones democráticas que gana la Unión de Centro Democrático, que gobernará por
espacio de seis años. El parlamento surgido de estas elecciones diseña una constitución
democrática, que es debatida y pactada por la mayoría de las fuerzas políticas del país y
aprobada por referéndum en 1978. El artículo 27 de la Constitución marcó los
principios generales de toda la legislación en materia educativa:

1. “Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.


2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en
el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y
libertades fundamentales.
3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus

13
La evolución normativa de este amplio período ha sido estudiado con detalle por Antonio Medina Medina
en el manual de Historia de la educación española de la UNED citado en notas anteriores, pp. 563-643.
18
hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones.
4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.
5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante
una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos
los sectores afectados y la creación de centros docentes.
6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros
docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.
7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y
gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos
públicos, en los términos que la Ley establezca.
8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para
garantizar el cumplimiento de las Leyes.
9. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos
que la Ley establezca.
10. Se reconoce la autonomía de las Universidades en los términos que la Ley
establezca”.

El gobierno del Partido Socialista Obrero Español, llegado al poder tras las
elecciones generales de 1982, será quien se encargue de aprobador cuatro leyes
orgánicas básicas para el sistema educativo. Durante todos estos años vieron la luz la
Ley Orgánica de Reforma Universitaria de 1983 (LRU), la Ley Orgánica
Reguladora del Derecho a la Educación de 1985 (LODE), la Ley de la Ciencia de
1986 14, la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990
(LOGSE), que por lo que respecta a la educación secundaria comprende una etapa
obligatoria que va de los doce a los dieciséis años, y el bachillerato de los dieciséis a los
dieciocho.

La Educación Secundaria Obligatoria (ESO) prolonga la educación obligatoria y


gratuita hasta los 16 años, al igual que la mayoría de países de Europa. Consta de dos
ciclos, la evaluación es continua e integradora y es impartida por licenciados, ingenieros
y arquitectos, o aquellas personas que estén en posesión del título profesional de
especialización didáctica. El bachillerato consta de dos cursos académicos y tiene las
siguientes especialidades: Artes, Ciencias de la Naturaleza y de la Salud, Humanidades
y Ciencias Sociales, y Tecnología. Se suprime el COU.

El proceso de reformas se completa a finales de 1995 con la Ley Orgánica de la


Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Educativos, LOPEGCE, con
Gustavo Suárez Pertierra como ministro, el marco de las 77 medidas propuestas por el
Ministerio de Educación y Ciencia para mejorar la calidad de las enseñanza y algunas
de las cuestiones apuntadas pero no suficientemente desarrolladas en las anteriores leyes
LODE y LOGSE, como la participación y la autonomía. De ahí que la LOPEGCE

14
“Ley de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica” de abril de 1986; en
(1990): Legislación Universitaria. Normativa General y Autonómica. Madrid, Tecnos, pp.539-548.
19
imponga la mejora de los centros desde la participación de la comunidad educativa en
el gobierno y en la gestión de los mismos; por un lado, aúna en la dirección la
participación de la comunidad educativa en una elección democrática y la
profesionalidad de los candidatos y, por otro, ordena su participación en la definición
del Proyecto Educativo, documento institucional que desarrolla la autonomía
pedagógica, organizativa y de gestión de los recursos de los centros educativos y que
ilumina toda la actividad escolar.

El Partido Popular llegó en 1996 al gobierno y decidió modificar las normas


educativas entonces vigentes. Las leyes más importantes de este periodo fueron la LOU,
Ley Orgánica de Universidades, cuando finalizaba el 2001 y un año después, la Ley
Orgánica de Calidad de la Educación, LOCE y la Ley Orgánica de la Cualificación
y de la Formación Profesional.

La LOU se propuso modificar la anterior LRU de 1984 justificándola como la


necesaria actualización de la universidad a los requerimientos europeos y a los avances
sociales, económicos y tecnológicos. Se crea el Consejo de Coordinación Universitaria
en sustitución del Consejo de Universidades, y el Consejo de Dirección y la Junta
Consultiva que auxilian al Rector, elegido ahora por la comunidad universitaria con un
peso ponderado en cada sector. También crea la Agencia Nacional de Evaluación de la
Calidad y la Acreditación, para evaluar las enseñanzas, la docencia, la investigación, la
gestión y los servicios con el fin de tomar las decisiones más acertadas. Sus detractores
fijan las críticas, principalmente, en el recorte de su autonomía y de la igualdad de
oportunidades educativas, en la potenciación de las universidades privadas y en las
fórmulas adoptadas a la hora de seleccionar al profesorado.

La LOCE tiene sus raíces años atrás, especialmente, a partir de los años ochenta
en que la preocupación por la calidad de la educación se generalizó en los ámbitos
teóricos y de las prácticas. La LOGSE ya había planteado algunas medidas de calidad
que se ampliaron a 77 en un documento previo a la implantación de la LOPEGCE, en
1995.

Los objetivos de la LOCE se centran en el desarrollo de la calidad y de la


igualdad de oportunidades para todos y ya aparecen en el texto previo a modo de Libro
Blanco, Documento de bases para una Ley de calidad, del año 2000. Pero esta Ley
Orgánica de Calidad de la Educación, promulgada en 2002 durante el gobierno de José
María Aznar, nunca llegó a aplicarse. Según el Gobierno esta norma pretendía reformar
y mejorar la educación en España, pero llegó muy tarde, en la segunda legislatura de
Aznar, y fue paralizada en 2004 cuando Zapatero llegó al gobierno.

Cuando comienza el curso 2004- 2005 se hace desde el Ministerio de Educación


una propuesta de debate público sobre el documento Una educación de calidad para
todos y entre todos. Propuestas para el debate, basado en los resultados del análisis de
la situación del sistema educativo; el 30 de marzo de 2005 se difundió el Anteproyecto
20
de Ley Orgánica de Educación, aprobado a finales de julio del mismo año; el 6 de
abril de 2006 el parlamento aprueba una nueva ley de educación que propone eliminar
los itinerarios formativos que la anterior propuesta legislativa realizaba, expone que la
asignatura de Religión católica sea de elección voluntaria por parte de los alumnos,
teniendo en cuenta que todos los centros estarán obligados a ofertarla y la enseñanza de
las religiones será acorde con los acuerdos suscritos con las distintas confesiones.

Los criterios o principios en que se basaba la nueva ley, la Ley Orgánica de


Educación, son los siguientes:
− Proporcionar una educación de calidad a todos los ciudadanos de ambos
sexos, en todos los niveles del sistema educativo.
− El esfuerzo compartido. Todos los componentes de la comunidad deben
contribuir a conseguir este objetivo.
− Compromiso decidido con los objetivos educativos planteados por la
Unión Europea para los próximos años:
o Mejorar la calidad y la eficacia de los sistemas de educación y
formación: capacitación docente, acceso a las TIC, estudios científicos,
etc.
o Facilitar el acceso generalizado a los sistemas de educación y
formación: aprendizaje abierto, promocionar la ciudadanía activa,
igualdad de oportunidades, la cohesión social, etc.
o Abrir los sistemas al mundo exterior: reforzar lazos con vida
laboral, con la investigación y con la sociedad, desarrollar el espíritu
emprendedor, los idiomas, los intercambios, la cooperación, etc.

Para desarrollar estos principios la LOE veía necesario actuar en las siguientes
direcciones:
1. Concebir la formación como un proceso permanente que se desarrolla a lo largo
de la vida.
2. Flexibilidad del Sistema: que conlleva aparejada la concesión de un espacio
propio de autonomía a los centros docentes, para adaptarse a la diversidad de sus
alumnos. La autonomía lleva aparejada la evaluación y la rendición de cuentas
por parte de los centros.
3. La actividad de los centros recae en el profesorado. Es necesario revisar su
formación inicial para adecuarlo al entorno europeo. Se requiere el compromiso
de las Administraciones para favorecer el desarrollo profesional vinculado a la
valoración de su práctica y su reconocimiento social.
4. Simplificación y clarificación de las normas educativas, en un marco de respeto
al reparto de las competencias.
5. Cooperación territorial y entre administraciones, para desarrollar proyectos y
programas de interés general, para compartir información y aprender de las
mejores prácticas.

Con el Partido Popular de nuevo en el Gobierno, en 2013 se aprueba la Ley


21
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) 15. Es la propuesta de
reforma de la LOE y de la LOGSE, dos leyes socialistas en aplicación y a las que el PP
siempre se opuso. Envuelta en una enorme polémica, la Ley ha sido calificada como
sectaria, discriminatoria y retrógrada. Vuelve a dar plena validez académica a la
asignatura de Religión, recupera las pruebas externas de evaluación o reválidas, recorta
las becas universitarias y establece concierto con los colegios que separan por sexo a los
alumnos. Ha encontrado fuerte oposición en todos los grupos políticos, así como en el
profesorado y en el alumnado que han desembocado en manifestaciones,
concentraciones y huelgas, como la general del 16 de mayo de 2013. Hasta este
momento se ha venido aplicando en medio de fuertes tensiones.

El Proyecto de Ley Orgánica para la reforma de la Ley Orgánica de Educación


(LOE) de 2019, también conocido como la 'Ley Celaá, ha sido la principal propuesta en
educación del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, salido de la moción de censura
planteada en mayo de 2018 contra el presidente del Partido Popular Mariano Rajoy. Su
objetivo explícito era derogar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa
(LOMCE) aprobada por el Partido Popular en 2013 con la oposición de gran parte de la
comunidad educativa. Sin embargo, la LOMCE ha seguido vigente hasta la promulgación
16
de la reciente LOMLOE
A fin de poder conocer de primera mano las principales novedades y aportaciones de
la nueva ley de educación, se recomienda acceder al portal del Ministerio de Educación y
Formación Profesional: https://educagob.educacionyfp.gob.es/lomloe/ley.html
Otro documento de interés, de naturaleza multimedia, se incluye a
continuación 17: https://www.rtve.es/play/videos/la-aventura-del-saber/la-nueva-ley-de-
educacion-con-alejandro-tiana/5734570/
Para finalizar el tema queremos insistir en dos aspectos fundamentales que se
deducen del repaso de la historia del sistema educativo español desde sus comienzos y,
en especial, en el periodo democrático que se inicia con posterioridad al final del
franquismo.
De una parte, hay que valorar que son leyes que han modernizado el sistema
educativo español adecuándolas a las nuevas estructuras democráticas y
descentralizadas y a las disposiciones de la Unión Europea. En segundo lugar, la
experiencia de estas últimas décadas ha producido una toma de conciencia que cada vez
es más generalizada en torno a la necesidad de llegar a un consenso entre todas las
fuerzas políticas, para acordar un pacto en el ámbito de la educación nacional. Porque si

15
El contenido completo de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa
puede consultarse en: https://www.boe.es/boe/dias/2013/12/10/pdfs/BOE-A-2013- 12886.pdf 10 dic. 2013 -
JEFATURA DEL ESTADO. 12886.
16
Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de
Educación (LOMLOE)
17
Se trata de una entrevista al profesor Alejandro Tiana en torno a la LOMLOE. El profesor Tiana es un
ponente muy relevante a tal efecto, por su papel destacado en la LOMLOE en calidad de Secretario de Estado
de Educación hasta hace unos meses (actualmente es Catedrático Emérito de la UNED)

22
algo revelan los datos de la evolución del sistema educativo reciente es precisamente el
desacuerdo, radical a veces, existente entre los principales partidos políticos que están
esperando llegar al poder para cambiar las leyes educativas e imponer otras que, a su
vez, serán de nuevo cambiadas cuando el partido gobernante sea sustituido en el
gobierno por el que está en la oposición.

9. GLOSARIO

Informe Quintana: Manuel José Quintana, 1772-1857, poeta, abogado y político figura
como el responsable principal del Informe de instrucción pública que lleva su nombre,
que fue presentando en las Cortes en mayo de 1814.
Plan Pidal: El Plan General de Instrucción Pública de 1845 lleva el apellido del
ministro de la Gobernación que lo propuso, Pedro José Pidal, 1799- 1865, aunque al
parecer fue obra de Gil de Zárate, entonces jefe de la sección de Instrucción Pública.
Ley Moyano: Esta ley de 1857, presentada por el ministro Claudio Moyano, 1809-
1890, es considerada la primera ley general de educación y estuvo vigente en buena
parte como tal hasta la Ley General de Educación de 1970.
Ley General de Educación de 1970: Ley puente entre la dictadura franquista y el
periodo constitucional y democrático español; vino a sustituir a la Ley Moyano que se
había quedado anticuada hacía tiempo y a las leyes educativas franquistas del nacional-
catolicismo.
Principales leyes educativas socialistas: En los dos periodos de gobierno del Partido
Socialista Obrero Español se han promulgado una serie de leyes educativas entre las que
se pueden destacar las siguientes: Ley Orgánica de Reforma Universitaria de 1983
(LRU), la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación de 1985 (LODE), la
Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo de 1990 (LOGSE), Ley
Orgánica de la Participación, Evaluación y Gobierno de los Centros Educativos,
LOPEGCE, de 1995; Ley Orgánica de Educación de 2006 y LOMLOE (2020)
Principales leyes educativas del Partido Popular: Las principales leyes educativas
del Partido Popular fueron: la Ley Orgánica de Universidades, de 2001 y un año
después, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación y la Ley Orgánica de la
Cualificación y de la Formación Profesional. En 2006 la Ley Orgánica de Educación de
2006 y en 2013 la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa.

10. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

ARTOLA, M. y otros: La España de la Restauración. Política, economía, legislación y


cultura. Madrid, Siglo XXI, 1985.
CAPITÁN DÍAZ, A.: Historia de la Educación en España. Madrid, Dykinson, 1991
CIDE: Sistema educativo español. Madrid, MEC, 1995, 2 volúmenes.
CONDORCET, M. de: Informe y proyecto de decreto sobre la organización general de
la instrucción pública. Edición, introducción y notas de O. Negrín. Madrid,
23
Editorial Sanz y Torres, 2019.
COSSIO, M. B. Y LUZURIAGA, L.: La enseñanza primaria en España. Madrid, R.
Rojas, 1915.
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1978.
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España de 1875 a 1930. Un conflicto político-pedagógico. Madrid, CIDE, 1988.
GÓMEZ MOLLEDA, M. D.: Los reformadores de la España contemporánea. Madrid,
Escuela de Historia moderna del C.S.I.C., 1985.
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