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de la lectura
La búsqueda del mejor método para enseñar a leer
sigue preocupando a muchos educadores.
La investigación científica permite actualmente
encontrar respuesta a muchos de los dilemas que se plantean
L
a enseñanza de la lectura ha recibido una cluyentes: los métodos “fónicos”, que dan prioridad a
atención considerable en los últimos años por la enseñanza del principio alfabético, y los métodos
parte de diversas disciplinas: la psicología, la “globales” y sus derivados, que dan prioridad al sig-
lingüística, las neurociencias y la inteligencia nificado que transmiten los mensajes escritos. Veremos
artificial, entre otras. Las investigaciones rea- que no existe ningún fundamento para aceptar esta opo-
lizadas han creado un sólido cuerpo de cono- sición. Aunque la confrontación entre defensores de
cimientos sobre la naturaleza del acto de leer, sobre el uno y otro método es particularmente enconada en el
proceso de adquisición de esta competencia y sobre las mundo anglosajón, por razones que aparecerán más ade-
dificultades que encuentra el aprendiz en tal proceso. lante, los planteamientos también son semejantes en
No obstante, y reflejando la enorme importancia que las comunidades de lengua castellana.
tiene en nuestra sociedad la alfabetización plena de
toda la población, los debates sobre los métodos de en- El método fónico
señanza siguen siendo intensos. El método fónico se propone explotar los beneficios
¿Hay que enseñar a leer? Plantear esta pregunta pre- del principio alfabético que está en la base de nuestro
supone que pudiera no ser necesario hacerlo, que se sistema de escritura: que las unidades utilizadas en la
puede aprender a leer como se aprende a hablar, es de- escritura, letras y grupos de letras, denominadas gra-
cir, sin enseñanza organizada sistemáticamente. Todos femas (la “c” de casa y la “ch” de chal, por ejemplo),
los niños adquieren su lengua materna sin programas representan de manera más o menos sistemática las
de enseñanza ni maestros. Basta con la presencia de unidades fonológicas de la lengua denominadas fone-
adultos que hablan sin intención de enseñar para que mas. El método fónico de enseñanza de la lectura con-
los niños aprendan sin voluntad de aprender. Aprender sidera que el principio alfabético debe ser presentado
a leer, por el contrario, exige clases, programas, profe- al aprendiz de manera explícita, sistemática y temprana.
sores, y a pesar de todos estos esfuerzos, plantea pro- Explícita significa que el maestro debe ayudar al alumno
blemas a una proporción grande de niños. Sin em- a comprender la relación que existe entre grafemas y
bargo, algunos autores defienden la idea de que aprender fonemas sin esperar que éste descubra espontánea-
a leer y adquirir la lengua materna no son conquistas mente tal relación. Sistemática quiere decir que la en-
fundamentalmente diferentes. Es cierto que muchos niños señanza debe organizarse siguiendo un orden preciso,
aprenden a leer con una facilidad asombrosa. Pero, determinado por consideraciones teóricas y prácticas
junto a éstos, se encuentran otros para quienes esta ta- que toman en cuenta las dificultades que plantea el ais-
rea es casi irrealizable. Tales diferencias individuales lar ciertos fonemas. Los fonemas no son “los sonidos
no se observan en la adquisición de la lengua materna, materiales” de que está hecha el habla, sino entidades
lo que respalda la idea de que aprender a leer y apren- abstractas. Por ejemplo, el fonema /p/ es una abstrac-
der a hablar entrañan mecanismos diferentes. ción: es lo que las palabras “papa”, “pipa” y “pe” (el
Existen dos familias de métodos de enseñanza de la nombre de la letra que lo representa) tienen en común
lectura que se suelen presentar como mutuamente ex- al comienzo. Este fonema no puede ser concretizado
donándose las que no lo tienen, los la primera letra es importante. De maestro es el de ayudar al alumno
grafemas y los fonemas. esta manera, cabría suponer que si a explorar y descubrir progresiva-
La irregularidad ortográfica del inglés podrá ser una razón para optar por este enfoque Sin embargo, el análisis experimental
en esa lengua. de la lectura de palabras demuestra
al niño a servirse con inteligencia canismos de procesamiento del ha- tiene que ser capaz de aislar men-
de él, por otra. bla que se desarrollan de forma talmente los fonemas correspon-
natural y el niño la posee incluso dientes en la palabra hablada. Esta
La conciencia fonológica antes de empezar a hablar. Si no habilidad no se desarrolla de ma-
El proceso de aprendizaje que lleva fuera así, no podría distinguir en- nera espontánea, tal como han po-
a la adquisición de los mecanis- tre las palabras que oye y estable- dido demostrar experimentalmente
mos de identificación de palabras cer correspondencias sistemáticas J. Morais y sus colaboradores con
es uno de los mejor documentados entre cada una de ellas y sus re- adultos iletrados: fueron incapaces
de la psicología cognitiva. En el ferentes. La conciencia fonológica de realizar la tarea de suprimir el
caso del lector experto vimos que se desarrolla más tarde y requiere fonema inicial. Por el contrario, un
existen dos procedimientos para la un tipo de reflexión consciente que grupo de adultos del mismo en-
identificación de palabras escritas, permita aislar mentalmente las uni- torno social que habían sido alfa-
escritas no han sido automatizados, critura se podría ser “disléxico” entre la fonología del inglés y la
como es el caso de los disléxicos. sin saberlo. del español, que tiene consecuen-