Está en la página 1de 3

Microproyecto AA1

1) Indica los aspectos positivos y negativos que presentan, a tu juicio, los puntos de vista defendidos
por cada pareja de profesores con respecto a su forma de entender la educación lingüística y la
educación literaria. Explica por qué los consideras positivos/negativos.

Para mí, la pareja de profesores Mar y Xurxo tienen una visión un poco “cerrada,
antigua” de la enseñanza lingüística y literaria. Ellos piensan que conocer la gramática de la
lengua y los textos literarios hace posible hablar y escribir correctamente. Su enseñanza se
centrará en aplicar la gramática a través de numerosos ejercicios gramaticales. Se
centrarán más bien en la escritura que en la oralidad. Para mí, esta manera de enseñar no
permitirá a los alumnos poder reutilizar lo que aprenden en situaciones reales. Además, Mar
y Xurxo piensan que si la enseñanza no se gestiona así, los alumnos se verán
preocupados, lo que supone que la clase de lengua sería una clase donde memorizar es
muy importante, para obtener resultados buenos. Para mí, es verdad que la literatura podría
ayudar a los alumnos a escribir correctamente, mediante la imitación, tal y como lo dicen
Mar y Xurxo, puesto que disponemos también de una memoria visual.

En cuanto a Xesús y Carmen, estoy de acuerdo con que el conocimiento gramatical por
sí solo no garantiza una adquisición de las habilidades comunicativas. Efectivamente, como
he dicho antes, el hecho de memorizar las reglas gramaticales no va a permitir a un alumno
comunicar oralmente, o escribir correctamente. Tendría que poder aplicar estas reglas en
contextos reales (o naturales). Esto implica que, además de haber memorizado los
conceptos, el alumno los entiende y sabe aplicarlos. Estoy también de acuerdo con el hecho
de que los alumnos saben analizar unas categorías gramaticales, unas oraciones (depende
evidentemente del grado de conocimiento del alumno, pero si hablamos de enseñanza
secundaria, un alumno de 1e ESO tendría que ser capaz de identificar al menos el sujeto y
el verbo de una frase simple). No obstante, les cuesta hablar y escribir de forma fluida:
saben expresarse, puesto que el hablar es una habilidad innata y saben escribir, puesto que
lo hacen de manera automatizada, pero si les ponemos en un contexto específico, por
ejemplo, escribir una carta al rey, se enfrentarán a dificultades léxicas y lingüísticas. Tal y
como Xesús y Carmen, pienso que hay que estudiar la gramática basándonos primero en
un texto, porque a los alumnos les parecerá más explícito el punto de gramática: tendrán un
claro ejemplo de cómo se usa este concepto gramatical. Obviamente, habría que
profundizar un poco el uso de este concepto en tales situaciones, pero empezar con un
ejemplo me parece una buena base para hacer reflexionar a los estudiantes y así invitar a la
reflexión metalingüística, lo cual puede ser una ventaja en el aprendizaje. Otro punto que
me parece positivo, es el hecho de usar diferentes tipos de soportes como base (textos
orales, escritos, audiovisuales). Esto puede generar la curiosidad de los alumnos, y así
motivarlos y captar más su atención. También podría ayudar en la enseñanza literaria, ya
que con el uso de las tecnologías, los alumnos ya no leen tantos libros. Enseñar la literatura
de manera histórica podría enseñar a los alumnos a situarse en el tiempo, a conocer
escritores importantes de otras épocas y así ampliar su cultura.

Para Ana y Jorge, la gramática en la Educación Secundaria sobra. Proponen practicar


por encima de ella. Estoy un poco dubitativa con esta visión, porque la veo positiva y
negativa a la vez. Pienso que hacer de una clase, una clase de gramática (sea usando el
método tradicional o a través de un soporte) no es lo que permitirá al alumno hablar y
escribir correctamente, puesto que muchas veces, los documentos ofrecidos al alumnado
no le permiten ponerse en una situación real. Creo que la práctica sería lo más adecuado.
Entonces, partiendo de esta idea, creo que sería factible practicar la gramática a través de
tareas orales y escritas, tales como el debate, o expresiones escritas. Sin embargo, según
mi punto de vista, las tareas tendrían que tener instrucciones claras, para que el alumno
pueda centrarse en algo específico y así, hacer de la práctica, una práctica activa y útil. En
cambio, si estoy de acuerdo en decir que el aprendizaje lingüístico se produce fuera de la
escuela, no creo que esto sea un argumento válido para dejar de enseñar la gramática: no
conocemos a nuestros alumnos fuera del aula. No sabemos qué idioma hablan con su
entorno, ni cómo se habla. En otros términos, no consideramos la variedad lingüística, y nos
olvidamos de la norma, dando por hecho que fuera, el alumno ya practica la gramática. Por
una parte es cierto, porque así, escuchando, imitando a los demás, va practicando, pero es
necesario que conozca las normas, para saber si el uso que hace de la lengua es correcto o
no. Me parece positivo el hecho de dejar que el alumno tenga un rol importante y que haya
una cierta sensación de “libertad” pero creo que hay que encontrar el justo medio para que
el aprendizaje sea eficaz. Igualmente, para la enseñanza literaria, creo que si dejamos
demasiada libertad al alumno, su lectura se limitará a lo que le gusta, y dejaremos géneros
como la poesía por ejemplo, de lado.

2) Identifica qué corrientes o concepciones de la educación lingüística y de la educación literaria pueden


estar representando, a tu juicio, estas tres parejas de profesores. Justifica tu respuesta apuntando qué
elementos o motivos pueden explicar dicha identificación.

A mi parecer, la pareja de Mar y Xurxo representa el método tradicional de enseñanza,


en el cual el aprendizaje pasa siempre por la memorización. En este contexto, las reglas de
gramática son sacadas de un soporte escrito (un texto), y el aprendizaje consiste en realizar
varios ejercicios gramaticales con fin de “poder escribir correctamente”. En la enseñanza
literaria, pasa lo mismo: el texto aparece como soporte para justificar el hecho de enseñar la
historia de la literatura. Se comunican fechas y datos que los alumnos tienen que
memorizar. En el método tradicional, se prioriza la lengua escrita, y el profesor aparece
como la persona sabia. El alumno es pasivo y solo aplica y memoriza lo que le enseña el
profesor.

Xésus y Carmen representan el paradigma comunicativo porque proponen enseñar a


partir de los conocimientos de los alumnos, para ir más allá. En este concepto, se trabajan
las habilidades comunicativas, y tanto la escritura como la oralidad tienen importancia. La
gramática ya no es la protagonista de este concepto, porque buscamos enseñarla a partir
de soportes escritos y audios. La interacción aparece como una tarea de aprendizaje, de
reflexión. La literatura también deja de ser una simple clase de historia. Se transforma en
una tarea de reflexión metalingüística para el alumno, y se usan soportes que podrían
captar su atención (como por ejemplo la literatura juvenil, o el cómic). En este concepto, el
alumno tiene un papel un poco más activo que en el método tradicional.

La pareja de Ana y Jorge representan la pedagogía alternativa: se basa en la interacción


y la oralidad. El alumno tiene un papel central: puede elegir lo que quiere decir, lo que
quiere leer, y se favorece la creatividad y el compartir: la literatura, por ejemplo, se enseña
según lo que leen los alumnos, y lo que comparten con los demás.
3) Argumenta tu propia concepción de la educación lingüística y de la educación literaria en la educación
secundaria. Apunta qué teorías de los estudios lingüísticos y literarios emplearías en tus propias clases
y argumenta(Pragmática, Análisis del Discurso, Literatura Comparada...).

Para mí, la educación lingüística y la literaria son indisociables. Se pueden enseñar la


gramática y la literatura por separado, pero a mi parecer, es mejor trabajar los dos a la vez,
o basándonos en un mismo soporte. Analizar un texto, es primero descubrirlo, pero también
interpretarlo, de manera que podamos entender el uso lingüístico elegido por el autor, y nos
tiene que hacer reflexionar sobre la forma o estructura del texto, y el porqué ha sido escrito
así. Creo que el método pragmático podría ayudar al alumno a “conectar” con la literatura,
mediante su propia experiencia, y así, darle más facilidades para acceder a la interpretación
de soportes literarios. Por estas razones, me parece que enseñaría más con el paradigma
comunicativo, pero creo que en ciertos casos, podría recurrir a la pedagogía alternativa,
sobre todo para dejar al alumno la libertad de poner su grano de arena en su aprendizaje,
por ejemplo a través de tareas de expresión oral, o a la hora de compartir su punto de vista
sobre tal o tal lectura.

4. Ofrece una conclusión personal con una valoración crítica en la que conectes tu autobiografía escolar
con tu concepción actual de la educación lingüística y literaria.

Mis profesores usaban muy a menudo el método tradicional, sobre todo en clase de
inglés. La profesora nos hacía aprender los verbos irregulares de memoria, pero nos
costaba mucho usarlos oralmente: podíamos usarlos, pero no entendíamos la regla
gramatical. Me doy cuenta que ahora que estoy aprendiendo el catalán, usamos este mismo
método: explicamos un punto gramatical, hacemos ejercicios, y pasamos a otra cosa, lo
cual me resulta complicado a la hora de hablar, porque me cuesta aplicar algo que estoy
aprendiendo de memoria, sin saber cuál es su uso. Además, me doy cuenta que traduzco
todo antes de aprenderlo de memoria, y de esta manera, sí puedo usarlo en contextos
reales, pero siempre pensando en si aplico bien o no la gramática.

El esquema que más he seguido durante mi trayectoria escolar, sin lugar a duda, es el
paradigma comunicativo. En las clases de lengua y literatura, siempre había una rutina: leer
un texto, responder a preguntas de comprensión, analizar un punto de gramática que
provenía del texto, y realizar una tarea escrita u oral para reutilizar los conocimientos vistos
con este texto. Quizás por esta razón, pienso que es el método que más utilizaría en mis
clases. Sin embargo, me gustaría poder ver y aprender más de la pedagogía alternativa,
porque me parece muy enriquecedora, tanto para el profesor como para el alumno.

Fuentes:
Colomer, T. (1996). La evolución de la enseñanza literaria (pp. 127-171). Alicante: Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes, 2010. En: Aspectos didácticos de Lengua y Literatura, 8. Zaragoza: ICE de la
Universidad de Zaragoza. Recuperado de:
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-evolucion-de-la-ensenanza-literaria/html/fd44e955-2086
-4bd1-8e 6b-f0c144443564_10.html

Lomas, C. (2014). Competencia comunicativa, enseñanza del lenguaje y enfoques comunicativos de


la educación lingüística (pp. 37-66). En La educación lingüística, entre el deseo y la realidad.
Competencias comunicativas y enseñanza del lenguaje. Barcelona: Octaedro.

También podría gustarte