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Eustressors: factores de estrés físico y químico utilizados para

mejorar la producción de hortalizas.

La misma toxina puede causar estimulación, es decir, eustress; Es


esta modesta respuesta de sobrecompensación, que se considera la
"estimulación hermética de dosis baja" (Vargas-Hernández et al.,
2017). Las plantas como organismos sésiles han desarrollado un
sistema de defensa que consiste en respuestas preexistentes e
inducibles para hacer frente a diferentes tipos de factores de estrés
ambiental bióticos y abióticos (Mejía-Teniente et al., 2013;
Cardenas-Manríquez et al.2016). Una variedad de estresores
biológicos desencadenan respuestas de defensa inducibles después
de ser reconocidos por la planta, lo que proporciona una resistencia
eficiente a los patógenos no adaptados (Wiesel et al., 2014). Dichos
eustressors se llaman "inductores" y pueden derivarse de una
planta, un microbio o generarse sintéticamente (Fig. 1).
Curiosamente, el uso de algunos inductores puede mejorar
adicionalmente el crecimiento de las plantas, el desarrollo y la
calidad de producción, similar a la descrita para los bioestimulantes
de las plantas (du Jardin, 2015; Naik y Al-Khayri, 2016; Yakhin et al.,
2017). Varios factores estresantes no biológicos de origen químico
o físico también pueden inducir una respuesta positiva de la planta
que resulta en crecimiento o mejora de la calidad (Demkura y
Ballaré, 2012). La mayoría de los informes que evalúan los efectos
de estos eustressors físicos y químicos en el rendimiento de la
planta confirman su papel potencial y positivo en la horticultura y la
agricultura para mejorar la producción (Li y Kubota, 2009; Trebbi et
al., 2007; Telewski, 2006). Los eustressors, especialmente los
químicos, como un nuevo tipo de activadores de la producción de
plantas, deben tener un marco legal nacional e internacional similar
a los aspectos legales para bioestimulantes y aditivos de
fertilizantes agronómicos en la UE que proponen requisitos de
datos apropiados y procedimientos administrativos eficientes para
llevar a cabo evaluación de riesgos y eficacia de bioestimulantes de
plantas y aditivos agronómicos de fertilizantes (PB y AFA; Traon et
al., 2014). Esta revisión tuvo como objetivo presentar el estado
actual de los conceptos, ejemplos y aplicaciones, así como el
requisito de un marco legal de los eustressors biológicos y
particularmente no biológicos, es decir, químicos y físicos. Además,
también intenta alentar a la comunidad científica hortícola a
discutir la necesidad de explorar especialmente los factores de
estrés físico con el objetivo de mejorar la producción hortícola.
Debido al reemplazo de aplicaciones de productos químicos tóxicos
y productos con efectos secundarios en la horticultura,
encontramos este tema aún más actualizado y actualmente
importante. Por lo tanto, una descripción exhaustiva y detallada de
los eustressors físicos individuales, la nanotecnología y la salinidad
se resume en los documentos de revisión del número especial
sobre el estrés abiótico.

2. Tipos de eustressors

Hasta ahora, entre los eustressors hay diferentes tipos que ya están
de fi nidos aplicados. Estos son los grupos de bioestimulantes y
distribuidores, ambos con un claro origen biológico (du Jardin,
2015; Mejía-Teniente et al., 2010). Sus definitones se superponen,
revelan similitudes y deben describirse brevemente a continuación.
Por un lado, los inductores son compuestos de origen biológico,
que activan la defensa química en las plantas (Thakur y Singh Sohal,
2013). Los generadores pueden originarse desde el exterior de la
planta, llamados patrones moleculares asociados a microbios y
patógenos (MAMP y PAMP), así como a patrones moleculares
asociados a herbívoros (HAMP), o desde el interior de la planta
denominada como patrones moleculares asociados a daños
(DAMP) (Vega) -Muñoz et al., 2018). Por otro lado, un
bioestimulante es un "producto de origen biológico formulado que
mejora la productividad de la planta como consecuencia de las
propiedades novedosas o emergentes del complejo de
constituyentes, y no como la única consecuencia de la presencia de
nutrientes esenciales de plantas conocidos, reguladores del
crecimiento de plantas o compuestos protectores de plantas
"(Yakhin et al., 2017). Por lo tanto, los bioestimulantes tienen un
efecto promotor del crecimiento que puede o no estar
acompañado de un efecto químico que mejore la defensa en las
plantas (Colla y Rouphael, 2015; du Jardin, 2015). Los eressressors
con actividad biológica en plantas comparten propiedades
reconocidas en bioestimulantes de plantas que tienen o no
actividad activadora. Según el Consejo Europeo de la Industria de
Bioestimulantes (EBIC, 2011), los bioestimulantes incluyen diversas
formulaciones de compuestos, sustancias y otros productos que se
aplican a plantas o suelos para regular y mejorar la producción de
cultivos. Por lo tanto, mejoran el vigor del cultivo, los rendimientos,
la calidad, la vida útil posterior a la cosecha y la conservación al
aumentar la eficiencia de diferentes vías fisiológicas. Sus
aplicaciones en cultivos hortícolas han sido ampliamente probadas
(Mejía Teniente et al., 2010; du Jardin, 2015). Otros tipos de
eustressor de origen no biológico, que no pueden considerarse
bioestimulantes o inductores, son los eustressors físicos y químicos.
Están dentro del concepto de hormesis y eustress mencionado
anteriormente. Aunque también pueden actuar en defensa de las
plantas pero fuera de la definición de bioestimulante, en particular
evitan el estrés biológico y biológico (Ehsanpour y Razavizadeh,
2005; Demkura y Ballaré, 2012). Por ejemplo, las bajas
temperaturas (aclimatación al frío) y las aplicaciones de radiación
UV en las plantas inducen una acumulación de fl avonoides que
mejora la congelación y la tolerancia a la sequía (Samanta et al.,
2011; Nakabayashietal., 2014). Además, se ha demostrado que los
quimiosleforesores de fosfito mejoran significativamente el cultivo.
rendimiento y calidad, así como para estimular respuestas al estrés
ambiental en cultivos hortícolas al aumentar la biomasa, las
respuestas de defensa y la absorción de nutrientes, como el fósforo
(Samanta et al., 2011; Nakabayashi et al., 2014;

Gómez-Merino y Trejo-Téllez, 2015). Con el fin de facilitar la


comunicación, el intercambio de datos, mejorar y estandarizar los
enfoques experimentales dentro de la comunidad hortícola,
proponemos una clasificación para los estresores útiles en
horticultura en función de su naturaleza como aquellos de origen
biológico, es decir, bioestimulantes y generadores, y aquellos de
origen no biológico, es decir estresores químicos y físicos (Fig. 1).

3. Ejemplos y resultados de aplicaciones de eustressor en plantas.

Los eustressors son factores de estrés biológicos, químicos o físicos


que, cuando se aplican en dosis / duración horméticas, mejoran el
rendimiento de la planta al aumentar varias vías fisiológicas que
pueden incluir o no la defensa de la planta. Además de los
eustressors biológicos, los químicos de origen no biológico (Fig. 1) y
los eustressors físicos también han demostrado ser útiles para
mejorar la producción hortícola causada por diferentes
mecanismos. Por lo tanto, en las siguientes subsecciones se
mencionan ejemplos breves de efectos de eustress de cada tipo de
eustressors en horticultura.

3.1. estresores
de origen biológico

Todos los estresores de origen biológico pueden clasificarse en


bioestimulantes, inductores o ambos. Debido a las recientes
revisiones exhaustivas sobre bioestimulantes (du Jardin, 2015;
Yakhin et al., 2017), nos centramos aquí solo en los generadores.
Según su origen, los inductores pueden ser a) células completas, b)
microbios, c) herbívoros, o d) extractos celulares derivados de
plantas oe) compuestos individuales específicos. Mientras tanto, los
bioestimulantes también muestran varias de las características
mencionadas anteriormente (du Jardin, 2015; Yakhin et al., 2017).
a) Células completas Las plantas inoculadas con microorganismos
beneficiosos como las Rhizobacterias promotoras del crecimiento
de las plantas (PGPR), inducen modificaciones morfológicas y
bioquímicas que resultan en una mayor tolerancia al estrés abiótico
definido como IST (tolerancia sistémica inducida). Los PGPR
aumentan el crecimiento de las plantas y la resistencia al estrés
abiótico a través de diversos mecanismos, como la producción de
ACC (1-aminociclopropano-1-carboxilato) desaminasa, la reducción
de la producción de etileno estresante, las modificaciones de otras
fitohormonas, la inducción de la síntesis de enzimas antioxidantes
de las plantas, la mejora en la absorción de elementos minerales
esenciales, la producción de sustancias poliméricas extracelulares
(EPS), la disminución de la absorción del exceso de nutrientes /
metales pesados y la inducción de genes de resistencia al estrés
abiótico (Etesami y Maheshwari, 2018). b) Patrones moleculares
asociados a microbios (MAMPs, PAMPs, NAMPs) Entre los
detectores de extractos derivados de microabastecimientos
derivados de hongos provenientes de productos de
descomposición de la pared celular, que contienen una mezcla de
quitina, manoproteínas y β-glucanos, que pueden provocar un
rango de respuestas de plantas (Wiesel et al., 2014). Los inductores
derivados de bacterias son polisacáridos extracelulares (EPS),
lipopolisacáridos (LPS), flaflina y factor de elongación Tu (EF-Tu), o
mezclas de ellos y otros compuestos moleculares de células
bacterianas (Deslandes y Rivas, 2012). Recientemente, se demostró
que una amplia gama de plantas reconoció una clase de pequeñas
moléculas que están formadas solo por nematodos y que funcionan
como feromonas en estos organismos. En presencia de estas
moléculas, denominadas patrones moleculares asociados a
nematodos (NAMP), las plantas activan las respuestas inmunes
innatas y muestran una mayor resistencia a un amplio espectro de
patógenos microbianos y nematodos (Choi y Klessig, 2016). c)
Patrones moleculares asociados a herbívoros (HAMP) Los
herbívoros que provocan daños en la alimentación de las plantas
depositan abundantes señales como, por ejemplo, los conjugados
de ácidos grasos que la planta puede percibir y activar la inmunidad
innata. Estas señales pueden estar presentes en la saliva, las
secreciones orales y de oviposición y las heces en el herbívoro y se
denominan patrones moleculares asociados a herbívoros (HAMP;
Acevedo et al., 2015). d) Patrones moleculares asociados a daños
(DAMP)
Actualmente, los DAMP se consideran la categoría de inductores
descubierta más recientemente como indicadores endógenos de
lesión (QuintanaRodríguez et al., 2018). Los inductores derivados
de plantas pueden ser productos de descomposición de las paredes
celulares de las plantas, incluidos β-glucanos, oligogalacturónidos
(OG), xilosa y compuestos que contienen fenilpropanoides
producidos por el ataque de herbívoros a las plantas (Ferrari et al.,
2013). e) El grupo de compuestos específicos consiste en
fitohormonas, oligosacáridos, compuestos orgánicos volátiles, así
como ATP extracelular y ADN conspiciófilo (Vega-Muñoz et al.,
2018). Las primeras son moléculas producidas por plantas que
regulan el crecimiento y desarrollo de las plantas. Las principales
fitohormonas, como las auxinas, las citoquininas, las giberelinas, el
etileno, los ácidos abscísicos y las estrigolactonas, han demostrado
inducir a la sequía y a especies de plantas inseverales de tolerancia
al estrés osmótico (Wilkinson y Davies, 2010; Ruíz-Lozano et al.,
2015). Los compuestos orgánicos volátiles de plantas como
limoneno, metil jasmonatos, metil salicilato, trans-2-hexenal,
carvacrol, nonanal, metanol y óxido nítrico de lechuga, frijoles y
tabaco, muestran efectos antimicrobianos y protegen a las plantas
contra el estrés biótico (Tierranegra-Garcia et al. al., 2011;
Dorokhov et al., 2012; Komarova et al., 2014; Quintana-Rodriguez
et al., 2015). Incluso los volátiles microbianos se han demostrado
como inductores del crecimiento de las plantas (Fincheira y Quiroz,
2018). El uso exitoso de inductores y bioestimulantes en
horticultura y agricultura dependerá de la comprensión de sus
efectos no solo en la defensa / tolerancia de las plantas sino
también en otros aspectos relacionados con el desarrollo de las
plantas y las respuestas ambientales para aliviar el estrés abiótico
(Mejía-Teniente et al., 2010; Yakhin et al., 2017).

3.2. Eustressors de origen no biológico

3.2.1. Expulsores químicos Las sales inorgánicas de elementos


esenciales requeridas por las plantas han sido reportadas con
actividad fungicida (Deliopoulos et al., 2010). Entre los tipos de
sales con esta actividad antimicrobiana están los cloruros, fosfatos,
fosfitos, silicatos y carbonatos; Estas sales inorgánicas influyen en la
homeostasis del pH y REDOX, la regulación osmótica de las células
vegetales, la señalización de fitohormonas y las actividades
enzimáticas relacionadas con la respuesta al estrés (Chakraborty et
al., 2015). Además, elementos como Al, Co, Na, Se y Si se
consideran beneficiosos para el crecimiento de las plantas (Avila-
Juarez et al., 2017). Se ha informado que estos elementos
beneficiosos mejoran la resistencia al estrés biótico como los
patógenos y la herbívora, y al estrés abiótico como la sequía, la
salinidad y la toxicidad o deficiencia de nutrientes (Pilon-Smits et
al., 2009). Se han reportado efectos como rigidez de la pared
celular, osmorregulación, regulación enzimática, antitranspiración,
regulación térmica, protección antioxidante, síntesis de
fitohormonas y protección contra niveles tóxicos de metales
pesados para este tipo de elementos que promueven el
crecimiento de las plantas, la calidad de los productos vegetales y la
tolerancia a los productos bióticos y estreses abióticos (Pilon-Smits
et al., 2009; Zengin y Munzuroglu, 2005; AvilaJuarez et al., 2017).
Además, los elementos raros son elementos homogéneos con
propiedades químicas similares que incluyen lanthanoides,
escandio (Sc) e itrio (Y). La mayoría de los estudios con elementos
raros se han reportado en China, el país con los depósitos naturales
más altos de elementos raros en el mundo. Aunque no es
concluyente, algunos informes muestran que elementos raros en
ciertas dosis en el suelo aumentan las enzimas antioxidantes, los
fenoles totales y los carotenoides en el maíz y el frijol mungo,
modificando la actividad enzimática de las plantas y promoviendo
la activación de mecanismos antioxidantes como las enzimas
antioxidantes o los metabolitos secundarios ( Gopal y Rizvi, 2008;
Challaraj et al., 2010). Como otros factores de estrés, el efecto de
elementos raros en las plantas varía también según el elemento, su
dosis y el tiempo de residencia. Por ejemplo, el lantanoides cerio
(Ce), lantano (La) y neodimio (Nd) pueden aumentar el rendimiento
y la calidad de la fruta en bajas concentraciones en algunos cultivos,
mientras que pueden causar toxicidad en altas concentraciones
(Wang et al., 2007) . La salinidad se considera preferentemente un
estresante químico porque,

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aunque causa efectos perjudiciales en el crecimiento de las plantas


por desequilibrios en el suministro y la absorción de elementos
químicos en altas concentraciones por encima de 4dSm − 1, sin
embargo, opera también a través de un efecto osmótico similar a la
sequía (Bezerra de Lima et al., 2017). Por lo tanto, este tema se
incluyó en el número especial sobre el estrés abiótico. La salinidad
afecta tanto la calidad física como la composición química de varios
productos hortícolas (Colla et al., 2013). La salinidad moderada se
puede aplicar fácilmente manejando la conductividad eléctrica y la
concentración de la solución nutritiva para aumentar la
composición y concentración de fitoquímicos (Kyriacou y Rouphael,
2018). Aplicación efectiva del eustress, como la salinidad
moderada, la activación de respuestas adaptadas a plantas que
implican la activación de mecanismos fisiológicos y moleculares y la
acumulación estratégica de compuestos bioactivos necesarios para
la adaptación a entornos subóptimos (Rouphael y Kyriacou, 2018).
Se ha demostrado que este tratamiento de salida de salinidad en
vegetales aumenta los carbohidratos no estructurales y los
fitoquímicos que promueven la salud, como el licopeno, el β-
caroteno, la vitamina C, el contenido fenólico e incluso reducen la
concentración de compuestos antinutrientes como el nitrato
debido al antagonismo entre nitrato y cloruro para el mismo canal
aniónico (Rouphael y Kyriacou, 2018). Otro tipo de eustressor
químico es el uso de la nanotecnología en la horticultura y la
agricultura que está aumentando enormemente en todo el mundo,
sin embargo, está generando dudas sobre los posibles riesgos
ambientales y humanos (Parisi et al., 2012). Las nanopartículas se
han utilizado principalmente como nanofertilizantes o nutrientes
nanoencapsulados (Milani et al., 2012). Investigaciones recientes
han demostrado que la mejora de la germinación y el crecimiento
del tomate y el tabaco es promovida por los nanotubos de carbono
de paredes múltiples (Khodakovskaya et al., 2011, 2012).
3.2.2. Eustressors físicos Considerados tradicionalmente como
perjudiciales para los cultivos, la evidencia reciente muestra que los
niveles de radiación ultravioleta (UV; 100-400 nm) de la luz solar
pueden tener una serie de efectos beneficiosos sobre el
rendimiento y la calidad nutricional de muchas frutas, verduras y
cultivos ornamentales (Yin y Wang, 2012). Se demostró que los
rayos UVA (315–400 nm), UVB (280–315 nm) y UVC (100–280 nm)
tienen efectos sobre el crecimiento, la fotosíntesis, los metabolitos
secundarios de las plantas y las plagas, como pulgones, moscas
blancas y trips (Neugart et al. , 2012; Bridgen, 2016). La radiación
UV especialmente probada en invernaderos, afectó las
interacciones entre cultivos importantes y patógenos o plagas,
interrumpiendo el ciclo de vida de varios patógenos y alterando el
comportamiento de muchos insectos (Ouhibi et al., 2014). Además,
los tratamientos con radiación UVeC (100–280 nm) han mostrado
efectos positivos en la desinfección de frutas y la protección de las
plantas contra los patógenos. La radiación visible como las de la
tecnología de diodos emisores de luz (LED) ha avanzado rápida y
tremendamente en los últimos años y hoy en día está vinculada con
la agricultura de ambiente controlado. Investigaciones recientes
sobre LED en la industria de la horticultura y la floricultura,
muestran logros que van desde aplicaciones de invernadero a
fábricas de plantas, agricultura vertical y cámaras de crecimiento.
La selección de la composición y cantidad de luz LED adecuada
debe tenerse en cuenta cuidadosamente porque depende del
objetivo, como la modificación del rendimiento del cultivo, el
contenido fitoquímico, el valor nutricional, el control de la
floración, el éxito del trasplante, la calidad del producto antes y
después de la cosecha, y producción de material de regeneración
(Bantis et al., 2016; Snowden y Bugbee, 2016). El estrés hídrico
controlado durante el cultivo ha mostrado posibilidades
prometedoras para mejorar la producción hortícola, practicado en
una estrategia llamada "riego regulado por déficit (RDI)" (Chai et
al., 2016). Por un lado, la sequía es uno de los estreses abióticos
más graves que afecta los mecanismos fisiológicos y bioquímicos en
las plantas y, por lo tanto, restringe su crecimiento, desarrollo y
productividad. Por otro lado, la deficiencia de agua si se maneja
bien puede mejorar la calidad de la fruta a través de una mayor
concentración de compuestos de sabor y fitoquímicos en diferentes
cultivos (Veit-Köhler et al., 1999; Cáceres-Mella et al., 2017).
Además de la calidad del fruto, las características más importantes
en la producción de plantas agrícolas y cortas son la compacidad,
los entrenudos cortos, el crecimiento equilibrado de las hojas con
un tamaño similar y una gran cantidad de yemas florales (Chai et al.
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Por lo tanto, la depuración regulada es otra herramienta


interesante como eustressor físico útil en horticultura que debería
llamar la atención. Se ha encontrado una mejor eficiencia en el uso
del agua con RDI principalmente debido a los siguientes
mecanismos, por ejemplo, en trigo y arroz: (1) red mejorada de
transducción de señales de células de guardia que disminuye la
pérdida de agua por transpiración, (2) control estomático
optimizado que mejora la fotosíntesis a transpiración relación, y (3)
disminución de las áreas de superficie de evaporación con riego
parcial de la zona radicular que reduce la evaporación del suelo
(García Del Moral et al., 2003; Ashraf et al., 2012). Los mecanismos
involucrados en la respuesta de la planta al estrés hídrico inducido
por RDI incluyen los rasgos morfológicos, por ejemplo, una mayor
proporción de raíz a brote y una mejor absorción y recuperación de
nutrientes; rasgos fisiológicos, por ejemplo, cierre estomático,
disminución de la respiración de la hoja y fotosíntesis mantenida; y
rasgos bioquímicos, por ejemplo, moléculas de señalización
incrementadas y actividad enzimática antioxidante y antioxidante
(Chaietal., 2016). Como se sabe, cada especie de planta, incluidos
los cultivos hortícolas, tiene una temperatura óptima para el
crecimiento y el desarrollo, fuera de lo cual sufren una
productividad y calidad reducidas (Criddle et al., 1997). Por un lado,
para algunos procesos de desarrollo, como la ruptura de brotes en
árboles frutales y de nueces (Chao et al., 2007), vernalización
(Michaels, 2009), eliminación de semillas de la latencia (de Castro
et al., 2001), baja temperatura Se exigen condiciones. Por otro lado,
es posible mejorar la tolerancia de la planta y, por lo tanto, el
crecimiento a condiciones de temperatura no óptimas mediante la
aplicación de ciertas condiciones de tensión. La exposición de las
condiciones de baja temperatura de las plantas durante un período
de tiempo limitado y controlado es una de estas estrategias (Miao
et al., 2009). El resultado es una mayor resistencia de los cultivos,
es decir, el tejido vegetal puede resistir o tolerar bajas
temperaturas sin lesiones. Algunas verduras anuales típicas, como
Solanaceae y Cucurbitaceae tienen una cierta cantidad de
resistencia. Además, es muy común crecer para obtener una mejor
calidad bajo una temperatura controlada no óptima. Se practica
particularmente en condiciones de invernadero donde el control de
temperatura es posible. Como resultado, el crecimiento se ralentiza
en algunos ornamentales a temperaturas más bajas para alcanzar
una mejor calidad (por ejemplo, lirios) o la floración se acelera
cuando es necesario a temperaturas más altas. También puede
ayudar a mejorar los atributos de calidad de algunas verduras
anuales, como el tomate (Ntatsi et al., 2014). Los conceptos sobre
el uso de diferencias en la temperatura diurna y nocturna (la
técnica DIF; Latimer, 1991) también son comunes con el propósito
de controlar la longitud del entrenudo de la planta y, por lo tanto,
las tasas de alargamiento, tanto en plantas ornamentales como
vegetales, particularmente para plántulas (Grimstad y Frimanslund,
1993). Las respuestas termomorfogenéticas de las plantas en el
alargamiento de la hoja y el tallo en Triticum spp y Lycopersicon
esculentum parecen estar relacionadas con los mecanismos que
implican cambios en la producción de giberelinas (GA3) y la
sensibilidad de los tejidos a estos reguladores del crecimiento de
las plantas. Otro estrés físico probado y capaz de mejorar la
producción hortícola es la thigmomorphogenesis. La aplicación de
estimulación mecánica se ha demostrado que responde de manera
inaceptable a algunos de los fenotipos comercialmente relevantes,
incluyendo mayor compacidad, mayor circunferencia, hojas más
oscuras y retraso en la floración (Chehab et al., 2009). La
estimulación mecánica en la naturaleza ocurre p. a través del
viento, la lluvia, las plantas vecinas o los animales depredadores e
induce una variedad de respuestas morfogénicas que se han
resumido bajo el término tigmomorfogenia. Por lo tanto, varios
ejemplos sugieren que la estimulación mecánica aplicada en un
entorno de invernadero puede usarse para alterar el crecimiento
de las plantas con el fin de producir plantas comercializables
(Braam, 2005). La electricidad es otro estrés físico que merece ser
explorado para mejorar la producción hortícola. El impacto de la
electricidad en el desarrollo de la planta y la acumulación de
metabolitos no se entiende bien. Se han demostrado estudios en
plantas que incluyen efectos de campos eléctricos fuertes y débiles,
campos magnéticos y corrientes eléctricas sobre crecimiento y
desarrollo, así como sobre metabolitos de plantas, para
aplicaciones hortícolas / agrícolas que dan como resultado
rendimientos más altos en términos de rendimiento de fruta y
número de frutas en menos para las fresas (Dannehl et al., 2012).
Además, se han reportado efectos positivos en las tasas de
germinación, el peso fresco de las hojas y las raíces, el guisante y
Vicia faba para tratamientos de electricidad (Maei, 2014).

M.C. Vázquez-Hernández, et al. Scientia Horticulturae 250 (2019)


223–229
4. Formulación del producto, regulación y marco legal de los
eustressors.

La mayoría de los fabricantes no revelan la tecnología de los


inductores, bioestimulantes y productos químicos de eustressor
debido a sus secretos comerciales (Traon et al., 2014). Algunos
eustressors químicos producen respuestas similares entre una
amplia gama de plantas, pero otros son exclusivos de una especie
de planta específica (Schmelz et al., 2009; Avila-Juarez et al., 2017).
La formulación del producto depende de la naturaleza química de
un eustressor que incluye adyuvantes, tensioactivos y otros co-
formulantes, así como de la forma de aplicación (aerosol, líquido,
polvo) (Reglinski et al., 1994). En comparación con los compuestos
químicos, los eustressors físicos son factores ambientales y, por lo
tanto, es obvio que no pueden formularse para aplicaciones
hortícolas. Sin embargo, debido a que también son eustressors,
deben aplicarse teniendo en cuenta la dosis y el tiempo de
aplicación durante la producción de la planta. Actualmente, no se
utilizan leyes para la aplicación de productos que causan el
desgaste de naturaleza física o química (diferente a los
generadores) en invernaderos y en campos abiertos. Además, es
importante conocer sus efectos secundarios dañinos generados
cuando una planta está sujeta a ellos y si afectan o no a la salud del
consumidor. El problema de establecer legislación para el amplio
grupo de acreedores y su uso en la industria agronómica radica en
la descripción precisa de su definición. Por un lado, algunos
eustressors químicos de origen no biológico podrían estar sujetos al
marco legal establecido para bioestimulantes (du Jardin, 2015),
siguiendo las normas nacionales / locales de acuerdo con EBIC
(European Biostimulant Industry Council), AAPFCO (Asociación
Americana de O fi ciales de control de alimentos vegetales, USDA
(Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) o EPA
(Agencia de Protección Ambiental). Por otro lado, otros productos
químicos (los de origen no biológico) y los eustressors físicos deben
considerarse claramente en la legislación futura para aplicaciones
hortícolas y agrícolas. Cuantos más eustressors se apliquen en
condiciones de praxis, más se creará una demanda real de
legislación que regule su aplicación en todo el mundo. Esto es
necesario para evitar conceptos erróneos, establecer pautas para
su comercialización y, por lo tanto, generar una mayor
sostenibilidad y más

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actividades agronómicas respetuosas con el medio ambiente


(Malusá y Vassilev, 2014). En el informe de la Comisión Europea
para la Gestión de Empresas e Industrias (Traon et al., 2014), se
explican en detalle algunas consideraciones con respecto a la
regulación de fertilizantes (EC No. 2003/2003; 2004/2007), que
establece pautas de legislación solo de fertilizantes inorgánicos
(sales minerales) (Torre et al., 2013; La Torre et al., 2016; du Jardin,
2012, 2015; Directiva de nitratos de la UE, 2010). La legislación para
los eustressors físicos probablemente debería prepararse siguiendo
las legislaciones existentes en otras áreas como, por ejemplo, en
medicina. Acuerdos y reglamentaciones disponibles para su uso en
humanos, tales como: radiación UV, electromagnetismo, sonido,
microondas, etc. Entidades como la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y la Junta Nacional u organizaciones apropiadas para la
seguridad y la atención médica responsables de regular
adecuadamente su uso para evitar efectos secundarios cuando se
aplican. a través de terapias en hospitales o cuando hay una
exposición prolongada o no en un ambiente de trabajo. En América
Latina, solo 10 países regulan las dosis de exposición a la radiación
no ionizante, entre ellos México (Habash, 2001). Estas leyes
actualmente aplicadas a los humanos pueden ser un punto de
partida para el desarrollo de la regulación de los eustressors físicos
utilizados en la producción de plantas. Dicha legislación debe
considerar una caracterización seria y una evaluación de sus efectos
sobre el metabolismo y el rendimiento de las plantas, así como una
evaluación del posible peligro para la salud de los consumidores.

5. Observaciones finales

Eustressor se usa muy lejos de la tierra. Resume un grupo diverso


de factores biológicos, químicos y físicos con un efecto positivo en
el rendimiento de la planta, es decir, promueve el crecimiento y / o
la calidad de la planta. Su uso debe ayudar a la producción de
vegetales mejorando la absorción de nutrientes y agua,
aumentando la tolerancia de las plantas al estrés abiótico, así como
la defensa contra los patógenos y las plagas, disminuyendo así el
uso de agroquímicos convencionales durante el cultivo. Además, los
eustressors podrían ser una herramienta adecuada para ser
utilizada en los actuales y futuros sistemas de producción de
plantas sostenibles en todo el mundo. Los esfuerzos sobre el diseño
de estrategias adecuadas sobre el uso de eustressors durante los
sistemas de producción de hortalizas ("obtención controlada")
deben incluir aspectos relacionados con dosis adecuadas en
términos de concentración (para productos químicos) o intensidad
(físicos), así como la periodicidad de las aplicaciones durante el
cultivo. . Estudiar los aspectos anteriores de las aplicaciones de los
eustressors debería definir si los tratamientos agudos o crónicos
serán los mejores dependiendo de los efectos en el rendimiento de
la planta (biomasa, producción de frutos y semillas, fitotoxicidad y
tolerancia al estrés) y la calidad (fitoquímicos). Finalmente, para
comercializar a los eustressors, se debe llevar una legislación clara

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