Está en la página 1de 33

.1.¿Cuáles son las aplicaciones de los probióticos (GENERAL) y sus mecanismos de acción en la gestión ambiental ?

Los probióticos han sido definidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial
de la Salud (OMS), como organismos vivos que cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del hospedero
( FAO/WHO, 2001). Cabe resaltar que, como lo indica esta definición, el término probiótico no está limitado a alimentos o a una administración oral del
producto, este término puede utilizarse también en productos de aplicación cutánea, intravenosa, entre otras.

 alimentación animal

Los probióticos son organismos vivos que cuando son administrados en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del hospedero, este
efecto debe estar probado y superar al efecto dado por el placebo. Los microorganismos usados como probióticos en nutrición animal no deben ser
patógenos para los animales y deben ser resistentes a los procesos de elaboración de alimentos y piensos.

2. ¿Cómo es posible garantizar la seguridad microbiológica utilizando lodos de plantas de tratamiento de efluentes urbanos en la
agricultura?

3. ¿Estándares de Mcfarland para suspensión de hongos?

Revisiones bibliográficas

Probióticos y su mecanismo de acción en alimentación animal1


Probiotics and their mechanism of action in animal feed
ORCID: http://orcid.org/0000-0002-2852-7942 Andrea Molina andrea.molina@ucr.ac.cr
Universidad de Costa Rica, Costa Rica

Probióticos y su mecanismo de acción en alimentación animal1

Agronomía Mesoamericana, vol. 30, núm. 2, 2019


Universidad de Costa Rica. Programa Cooperativo Centroamericano para el Mejoramiento Cultivos y Animales

Recepción: 03 Septiembre 2018

Aprobación: 14 Noviembre 2018

DOI: 10.15517/am.v30i2.34432

Resumen

Introducción:En la producción pecuaria con fines comerciales, es frecuente el uso de aditivos para aumentar la efectividad de los nutrientes presentes
en el alimento, su disponibilidad y absorción en el tracto gastrointestinal, además, de modular la flora intestinal de los animales y promover su
crecimiento y productividad. Los antibióticos han sido de los aditivos más utilizados en las últimas décadas en producción animal en el mundo.

Objetivo:El objetivo de esta revisión bibliográfica fue describir y analizar el uso de probióticos como aditivos en nutrición animal y como una
alternativa al uso de antibióticos como promotores de crecimiento en la producción pecuaria comercial.

Desarrollo:En esta recopilación se analiza la definición actual de probióticos aceptada por la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se describen los microorganismos permitidos como probióticos en
nutrición animal en Costa Rica y Estados Unidos, y se explican los principales mecanismos de acción de los mismos en animales productivos. Los
probióticos son organismos vivos que cuando son administrados en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del hospedero, este efecto
debe estar probado y superar al efecto dado por el placebo. Los microorganismos usados como probióticos en nutrición animal no deben ser patógenos
para los animales y deben ser resistentes a los procesos de elaboración de alimentos y piensos. Se ha reportado que el beneficio de los probióticos en
animales productivos, se debe principalmente a que estos fomentan el balance microbiano en el tubo digestivo y la modulación del sistema inmune,
resultando en un aumento en la digestión y absorción de nutrientes, y disminuyen la incidencia de enfermedades infecciosas.

Conclusión:El uso de diferentes probióticos en animales productivos para aumentar el rendimiento y la salud animal, ha sido comprobado en
diferentes especies productivas y su uso es promisorio como promotor de crecimiento en lugar de antibióticos.

Palabras clave:microorganismos benéficos+ salud animal+ piensos+ aditivos+ promotores del crecimiento+ flora
microbiana.

Abstract
Introduction:In the livestock production for commercial purposes, additives are frequently used to increase the effectiveness of nutrients present in
the food, its availability, and absorption in the gastrointestinal tract, as well as modulate the intestinal flora of animals and promote their growth and
productivity. Antibiotics have been among the most used additives in recent decades animal production worldwide.

Objetive:The aim of this literature review was to describe the use of probiotics as additives in animal nutrition, as an alternative to the use of
antibiotics as growth promoters in commercial livestock production.

Development:This compilation analyzes the current definition of probiotics accepted by the Food and Agriculture Organization of the United Nations
(FAO) and the World Health Organization (WHO) it also describres the microorganisms allowed as probiotics in animal nutrition in Costa Rica and the
United States. Additionally,the main mechanisms of action in productive animals are explained. Probiotics are living organisms that when administered
in adequate amounts confer a benefit to the health of the host, this effect must be proven and overcome the effect given by the placebo. The
microorganisms used as probiotics in animal nutrition should not be pathogenic for animals, and should be resistant to the processes of food and feed
elaboration. It has been reported that the benefit of probiotics in productive animals is mainly due to the fact that these promote the microbial balance in
the digestive tract and the modulation of the immune system, resulting in an increase in the digestion and absorption of nutrients and decreasing the
incidence of infectious diseases.

Conclusion:The use of different probiotics in productive animals to increase productivity and animal health, has been proven in different commercial
livestock species and its use is promising as a growth promoter instead of antibiotics.

Keywords:beneficial microorganisms, animal health, foods, feed additive, growth promoters, microbial flora.

Introducción

En la producción pecuaria con fines comerciales, es frecuente el uso de aditivos para aumentar la efectividad de los
nutrientes presentes en el alimento, su disponibilidad y absorción en el tubo digestivo, además de modular la flora intestinal
de los animales y promover su crecimiento. El nivel de aditivos que normalmente deben ser adicionados a los alimentos
para animales, en función de aumentar el crecimiento y una mayor productividad, es bajo. Este aumento en la productividad
y crecimiento, disminuye los costos de los productos de origen animal ( Chahal et al., 2008). Entre los productos usados
como aditivos en alimentos para animales, están antibióticos, probióticos, oligosacáridos, enzimas, ácidos orgánicos,
vitaminas y minerales, entre otros. El uso de aditivos se asocia con un producto final más homogéneo y de mayor calidad
( Yirga, 2015). Los antibióticos han sido de los aditivos más utilizados en las últimas décadas, esto debido a su efecto
terapéutico que ha servido para disminuir infecciones como la diarrea, resultando en una mejora en parámetros productivos
como ganancia de peso y conversión alimenticia. Los efectos reportados de los antibióticos como aditivos en alimentos para
animales, se deben principalmente a la modificación de la población bacteriana intestinal, su interacción con la pared
intestinal y con el sistema inmune del animal ( Diarra y Malouin, 2014).

El uso de antibióticos como promotores del crecimiento en la producción pecuaria, se ha asociado con un aumento en la
aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, ya que se usan en dosis menores a las necesarias para eliminar toda la
población bacteriana y dejan algunas bacterias que logran resistir. Estas logran reproducirse, lo que resulta en la
multiplicación de genes de resistencia y diseminación mediante transferencia horizontal hacia diferentes especies
bacterianas, tanto patógenas como comensales, dentro del tubo digestivo del animal ( Dutil et al., 2010; Carattoli,
2013; Yirga, 2015). La unión europea ha prohibido el uso de antibióticos como aditivos en alimentos para animales desde el
2006 ( Yirga, 2015). La Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de
Estados Unidos, prohibió a partir de enero del 2017 el uso de antibióticos (exceptuando coccidiostatos) como promotores de
crecimiento en alimentación animal.

Esto ha fomentado la búsqueda de otros productos alternativos para usarlos como promotores del crecimiento y de la
salud en animales productivos. Entre las alternativas que se han venido utilizando en alimentación animal, están los
prebióticos, probióticos ( Uyeno et al., 2015), ácidos orgánicos, aceites esenciales ( Gadde et al., 2017; Granados-
Chinchilla, 2017), entre otros. El objetivo de esta revisión bibliográfica fue describir y analizar el uso de probióticos como
aditivos en nutrición animal, y como una alternativa al uso de antibióticos como promotores de crecimiento en la
producción pecuaria comercial, así como los mecanismos de acción de estos destinados a la producción de alimentos.

Probióticos: definición, legislación

Los probióticos han sido definidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), como organismos vivos que cuando se
administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud del hospedero ( FAO/WHO, 2001). Cabe
resaltar que, como lo indica esta definición, el término probiótico no está limitado a alimentos o a una
administración oral del producto, este término puede utilizarse también en productos de aplicación cutánea,
intravenosa, entre otras.
Los probióticos son organismos vivos y no está limitado el tipo de organismo, pueden ser bacterias, hongos, entre otros
( FAO/WHO, 2001; Reid, 2016). Como lo aclara la definición de la OMS y la FAO, los microorganismos empleados deben
estar vivos para que puedan ser clasificados como probióticos. No existen probióticos muertos, esto es un mal uso del
término. Otro aspecto importante a la hora de clasificar un producto como probióticos es que debe existir un efecto
beneficioso en el animal o persona a la que se le administra, y este efecto debe estar probado y debe superar al efecto dado
por el placebo ( FAO/WHO, 2002; Hill et al., 2014).

Entre los productos comerciales utilizados actualmente como probióticos en la alimentación animal, se encuentra una
amplia variedad de presentaciones; algunos emplean una sola especie microbiana, otros son multiespecie, además, en el
mercado se encuentran probióticos a base de bacterias, hongos, microorganismos formadores y no formadores de esporas
( Bajagai et al., 2016). Entre esta variedad de productos están los probióticos autóctonos, que son los que utilizan
microorganismos que son parte de la flora indígena del tracto gastrointestinal de los animales, como las bacterias
pertenecientes a los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, y los probióticos alóctonos que usan microorganismos que
normalmente no están presentes dentro del tubo digestivo de los animales, como es el caso de las levaduras (  Bajagai et al.,
2016).

Los microorganismos deben reunir ciertas características para ser usados como probióticos en nutrición animal. No deben
ser patógenos para los animales, deben ser resistentes a factores físicos y ambientales propios de los procesos de
elaboración de alimentos para animales, a saber: calor, desecación, radiación UV. Deben manter su viabilidad durante el
procesamiento, almacenamiento y manejo ( Setlow, 2006; Cutting, 2011), además de ser capaces de resistir el ambiente del
tubo digestivo, adherirse a la pared intestinal y colonizar el tubo digestivo del animal. Estos microorganismos deben tener la
capacidad de crecer rápidamente en medios de cultivo de bajo costo, para que su producción y uso en nutrición animal sea
rentable ( Bajagai et al., 2016). Debido a esto, el uso de bacterias formadoras de esporas altamente resistentes a condiciones
ambientales adversas como altas temperaturas y desecación, particularmente pertenecientes al género  Bacillus, son cada vez
más frecuentes ( Reid, 2016).

Actualmente existen muchos productos en el mercado local e internacional que usan la denominación de probióticos, sin
embargo, según FAO/WHO (2002) y Hill et al. (2014), no han pasado por pruebas que logren comprobar su efecto benéfico
en nutrición animal. Por ejemplo, en Canadá existe una guía para los consumidores donde aparecen los probióticos
registrados en el mercado canadiense para administración en humanos y que han sido probados de forma satisfactoria. En
dicha guía se hace referencia a los artículos científicos que respaldan las pruebas y exactamente para qué patología ha sido
probado cada probiótico ( Skokovic-Sunjic, 2016). Antes de usar probióticos comerciales en producción animal, es
importante revisar los respaldos científicos con que cuenta el producto y si la especie, edad del animal y efecto reportado,
concuerdan con las necesidades de la producción pecuaria a la que se van a proporcionar.

En cuanto a la regulación en la comercialización de probióticos y del uso de esa denominación en las etiquetas
nutricionales, existen amplias diferencias entre países y regiones. En la Unión Europea la autoridad en seguridad
alimentaria (EFSA), prácticamente ha limitado el uso del término probiótico en las etiquetas, ya que para ellos son pocos
los productos registrados que han presentado pruebas sobre su efecto y eficacia por encima del efecto del placebo (  Yeoman
y White, 2014).

En la Cuadro 1 se presentan los microorganismos vivos permitidos en alimentos para animales en Costa Rica y en los
estados miembros de la Asociación Americana de Oficiales de Control de Alimentos para Animales ( Jarman, 2018).

Cuadro 1
Microorganismos permitidos en alimentos para animales por la Asociación Americana de Oficiales de Control de
Alimentos para Animales. Modificado de la publicación Jarman (2018).

Table 1. Microorganisms allowed in animal feed by the Association of American Feed Control Officials. Modified from the
publication Jarman (2018).

Mecanismos de acción de los probióticos en animales

Las comunidades o poblaciones microbianas en el sistema digestivo de animales domésticos, son muy complejas y
pueden estar formadas por bacterias, protozoarios, hongos y virus. Estos microorganismos llevan a cabo procesos de
digestión y fermentación de polímeros vegetales, síntesis de vitaminas, bioconversión de compuestos tóxicos, estimulación
del sistema inmune, mantenimiento de la peristalsis intestinal, mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal y
sirven como barrera contra la colonización por patógenos ( Chaucheyras-Durand y Durand, 2010). Estos mismos autores
sugieren que la microbiota afecta directamente la eficacia de la alimentación, productividad, salud y bienestar de los
animales. La microbiota del tubo digestivo de animales productivos, puede variar dependiendo de las prácticas de
alimentación, de la composición de las dietas y del manejo en finca, entre otros.

En rumiantes, la microbiota ruminal es responsable de proporcionar aproximadamente el 70 % de los requerimientos


diarios de energía ( Flint y Bayer, 2008; Yeoman y White, 2014). Los microorganismos que forman parte de la microbiota
del rumen, colectivamente poseen diversas enzimas con la capacidad de hidrolizar carbohidratos estructurales como
celulosa, xilanos, mananos, pectinas, inulina, beta glucanos y almidones resistentes (que no son digeribles por los animales)
( Hess et al., 2011; Yeoman y White, 2014), y producir ácidos grasos de cadena corta como acetato, propionato y butirato,
los cuales tienen un papel muy importante en la salud y nutrición animal ( Hess et al., 2011; Yeoman y White, 2014).

Se ha reportado que el beneficio de los probióticos en la salud de los animales, se debe principalmente a que estos
fomentan el balance microbiano en el tubo digestivo. Los mecanismos por los cuales los probióticos logran este balance son
exclusión competitiva, antagonismo bacteriano e inmuno-modulación ( Bajagai et al., 2016; Markowiak y Śliżewska, 2018).

Modificación de la microbiota y ambiente del tubo digestivo

Uno de los mecanismos de los probióticos consiste en cambiar la dinámica de la población microbiana, disminuir el
crecimiento de microorganismos patógenos y promover el crecimiento de microflora beneficiosa ( An et al.,
2008; Mountzouris et al., 2009). Poblaciones microbianas benéficas en el tubo digestivo, se han asociado con aumento en el
rendimiento del animal, lo que refleja una digestión más eficiente y mejora en la inmunidad (  Niba et al., 2009; Hung et al.,
2012).

La capacidad de los probióticos de reducir los microorganismos patógenos en el tubo digestivo, puede ser deberse a la
producción de bacteriocinas ( Corr et al., 2007; Shim et al., 2012), a la exclusión por competencia al adherirse los
probióticos al epitelio intestinal, al cambio en pH y a la inducción de la respuesta del sistema inmune ( Jordan et al., 2014).
En aves que recibieron probióticos como aditivos en su dieta, se reportaron aumentos de la población de Lactobacillus y
Bifidobacteria, disminución en la población de Escherichia coli ( Mookiah et al., 2014; Zhang y Kim, 2014) y disminución
en la población de Clostridium spp. ( Shim et al., 2012; Liu et al., 2014; Zhang et al., 2016). La bacterias L. reuteri, B.
subtillis y B. licheniformis, han demostrado en lechones la capacidad de disminuir la cantidad de E. coli y Salmonella sp.
en las heces ( Ahmed et al., 2014). Esta disminución en la excreción de microorganismos patógenos, reduce el riesgo de
infección de otros animales en las producciones pecuarias y la contaminación cruzada. La modificación en la población del
tubo digestivo, se ha visto con las bacterias comúnmente usadas como probióticos tanto gram negativas como gram
positivas, bacterias ácido lácticas y bacterias formadoras de esporas como Bacillus sp. ( Shim et al., 2012; Abdelqader et al.,
2013).

Algunas de las especies bacterianas comúnmente usadas como probióticos, entre ellas bacterias ácido lácticas
como Bifidobacterium, Bacillus y Lactobacillus, producen sustancias (bacteriocinas) que tienen la capacidad de inhibir el
crecimiento de microorganismos patógenos como Staphylococcus, Enterococcus, Listeria y Salmonella en el intestino de
los animales ( Cheikhyoussef et al., 2008; Surendran et al., 2017). Las bacteriocinas inhiben la síntesis de la pared celular
bacteriana, produciéndose poros en la superficie bacteriana ( Hassan et al., 2012).

Los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium producen ácidos orgánicos como ácido láctico y acético, que pueden ser
tomados por otras bacterias, entre ellas patógenas, en el tubo digestivo, reducen su pH intracelular a niveles letales
( Daskiran et al., 2012). Estos ácidos orgánicos, además pueden contribuir a la disminución del pH en el tubo digestivo,
creando condiciones favorables para la microbiota existente y disminuyendo el riesgo de ser colonizado por
microorganismos patógenos ( Chaucheyras-Durand y Durand, 2010).

Los microorganismos suministrados como probióticos podrían colonizar el tubo digestivo de animales jóvenes y adultos,
previniendo la colonización por microorganismos patógenos. Algunas cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium tienen
proteínas de superficie hidrofóbica que favorecen la adhesión inespecífica a células animales, cubren los sitios de unión del
receptor y evitan la unión del epitelio intestinal con microorganismos patógenos ( Johnson-Henry et al., 2007; Konstantinov
et al., 2008). Se ha reportado la adhesión de Lactobacillus sp. al epitelio intestinal en pollos de engorde, lo que podría
excluir por competencia a microorganismos patógenos ( Mookiah et al., 2014).
Uno de los posibles mecanismos para reforzar la integridad de la barrera intestinal y evitar el ingreso de patógenos y
toxinas al animal, es aumentar la expresión de genes involucrados en la transmisión de señales, entre las uniones estrechas
“tight junction” de las células del epitelio intestinal ( Bajagai et al., 2016). Se ha reportado en algunos probióticos
como Lactobacillus, la modulación de genes que codifican por proteínas de adherencia dentro de estas uniones estrechas
como E-cadherin y E-catenin ( Anderson et al., 2010; Bermudez-Brito et al., 2012).

Algunas bacterias usadas como probióticos tienen la capacidad de reducir la permeabilidad del epitelio intestinal,
disminuyen la translocación de patógenos intestinales del tubo digestivo hacia otros órganos como el hígado, el bazo y
nódulos linfáticos en ratones ( Llopis et al., 2005) y cerdos ( Dowarah et al., 2016). Para que los probióticos puedan ayudar
de forma efectiva a mantener la función de barrera de la pared intestinal, es crucial la administración del probióticos antes
de que los patógenos se hayan multiplicado en el tubo digestivo. Este efecto es dependiente de la especie usada como
probiótico y del tipo de patógeno (virus, bacteria u hongo) ( Lodemann, 2010).

Se ha reportado que algunas bacterias usadas como probióticos, secretan señales químicas llamadas auto inductores que
afectan el comportamiento de otras bacterias y hasta del hospedero. Este proceso de comunicación bacteriana recibe el
nombre de quorum sensing. Estas señales enviadas por bacterias probióticas podrían tener un efecto en la virulencia de
bacterias patógenas afectando, por ejemplo la producción de toxinas ( Medellin-Peña et al., 2007).

Modulación del sistema inmune

Se ha descrito que los probióticos tienen la capacidad de modular la respuesta inmune del hospedero, tanto la respuesta
innata como la respuesta adaptativa ( Patel et al., 2015; Smolinska et al., 2017).

Varios estudios han demostrado los efectos inmunoestimuladores de los probióticos, Bai et al. (2013), indicaron que un
probiótico que contenía L. fermentum y S. cerevisiae, estimuló la respuesta de células T intestinales, caracterizada por una
mayor producción de linfocitos T CD3 +, CD4 + y CD8 + en el tubo digestivo de pollos de engorde. También se ha
reportado que los probióticos aumentan el nivel de inmunoglobulinas en el suero ( Zhang y Kim, 2014), y el título de
anticuerpos contra la enfermedad de Newcastle en pollos ( Landy y Kavyani, 2013). En cerdos L. reuteri,B. subtillis y B.
licheniformis, aumentaron los niveles en suero de Inmunoglobulina G ( Ahmed et al., 2014). En contraposición, Siepert et
al. (2014) reportaron un efecto inmunosupresor del probiótico E. faecium NCIMB 10415 en lechones, que redujo la
proliferación de células mononucleares sanguíneas y la expresión de los genes asociados a inmunidad intestinal, IL-8, IL-10
y CD86, en respuesta a Salmonella Typhimurium. También se ha visto disminución en la expresión de la interleucina b (IL-
b) en el ileum de lechones ( Liu et al., 2014).

Aumento en la digestión y absorción de nutrientes

El uso de probióticos como promotores de crecimiento en alimentación animal se debe principalmente a la mejora
reportada en producción, asociada con un aumento en la digestión y absorción de nutrientes (  Bajagai et al., 2016). En
pollos de engorde que recibieron L. bulgaricus en la dieta, se observó un aumento significativo en proteína y grasa, una
ganancia significativa de peso ( Apata, 2008; Zhang y Kim, 2014), y aumento en la disponibilidad del calcio ( Chawla et al.,
2013). Por otro lado, Li et al. (2008) no observaron una variación significativa en ganancia de peso, consumo de alimento y
conversión alimenticia en pollos de engorde que recibieron un probiótico comercial en su dieta. En cerdos que recibieron
probiótico a base de diferentes especies de Lactobacillus, hubo un aumento significativo en la ganancia de peso diaria,
reducción en la incidencia de diarrea en comparación con el grupo control ( Liu et al., 2014), y aumento en la digestibilidad
de nutrientes ( Ahmed et al., 2014).

La mayor digestibilidad de nutrientes podría deberse al aumento de la actividad enzimática en el intestino, ocasionada por
los probióticos administrados. Investigaciones han reportado un aumento en la actividad enzimática de la amilasa, al
agregar Lactobacillus a la dieta de pollos de engorde ( Jin et al., 2000), y aumento en la actividad de la sucrosa y la lactasa
al agregar Lactobacillus en la dieta de cerdos ( Collington et al., 1990; Bajagai et al., 2016). Bacillus amyloliquefaciens, la
cual se ha utilizado como probiótico en alimentación animal, produce enzimas extracelulares como amilasa, celulasa,
proteasas y metaloproteasas, lo que podría favorecer la digestión de nutrientes ( Lee et al., 2008). También se ha descrito
que el consumo de probióticos aumenta la altura de las vellosidades intestinales en pollos, aumentando el área de absorción
de nutrientes ( Afsharmanesh y Sadaghi, 2014).

Conclusiones
El uso de probióticos en animales productivos para aumentar el rendimiento y la salud animal, ha sido comprobado en
diferentes especies productivas y su uso como promotor de crecimiento en lugar de antibióticos es promisoria. Los efectos
que se han observado en animales, dependen de muchos factores entre ellos: las especies microbianas empleadas, la especie
animal en la cual se desea aumentar la productividad, la edad de los animales y la condición de la flora del tubo digestivo
existente en los animales antes de iniciar la administración de probióticos.

Num.6-2016-Art.3 | Fitorremediación; una alternativa


para el saneamiento y conservación de recursos
hídricos
Fitorremediación; una alternativa para el saneamiento y conservación de recursos hídricos
Renato Oquendo A.1*, Eliana Boada C.2
1
 Docente FICAYA – UTN
2
 Técnico del laboratorio de Calidad de Agua Empresa Municipal de Agua Potable y Saneamiento Básico Pedro Moncayo
1*
 Correspondiente: jroquendo@utn.edu.ec

Humedales naturales de Typha latifolia L en Yahuarcocha. Foto: Autores

Aspectos importantes
Los cuerpos de agua, como lagos, lagunas y embalses, son especialmente vulnerables a la contaminación. En la actualidad,
el crecimiento demográfico y la industrialización del territorio han provocado que las fuentes de agua de varias regiones del
país se deterioren. El agua contaminada es el resultado de la combinación de los líquidos y/o desechos arrastrados en cada
descarga procedente de casas, edificios comerciales, establecimientos industriales y aguas superficiales o de precipitación.

En el Ecuador, esta degradación ha causado que la mayoría de fuentes de agua dulce como ríos y esteros contengan
sustancias nocivas, siendo necesaria la aplicación de varios tratamientos para su restauración.
Eichhornia crassipes, Lemna gibba y Azolla filiculoides, aplicadas en asociación o monocultivos en sistemas comunitarios
y unifamiliares, en el proceso de remoción de contaminantes en aguas residuales domésticas
Sin embargo, existen pocas alternativas de tratamiento amigables con el medio ambiente que aseguren agua potable de
calidad y generen residuos de bajo impacto (Ñique, 2004; Hofman, & Anné, 2006).
Los contaminantes más comunes de las aguas residuales incluyen tanto materia orgánica como inorgánica, solidos disueltos
y solidos suspendidos provenientes de las aguas negras y grises, producto de las descargas urbanas y rurales. Otros
contaminantes que constituyen estas aguas provenientes de actividades antrópicas pueden ser metales pesados como plomo,
cadmio, mercurio, cromo y zinc. Finalmente el componente biológico que contamina estos cuerpos de agua comprende
carga bacteriana, mohos, virus y protozoarios (Seoánez, 1995).
Para poder realizar un tratamiento exitoso de las aguas residuales urbanas, se debe analizar la calidad del efluente, para esto
se realiza una valoración de las propiedades físicas para medir parámetros como color, olor, turbidez, temperatura y
valoraciones químicas como pH, conductividad, cantidad de materia orgánica, oxígeno disuelto y demanda química y
bioquímica de oxígeno. Para realizar un análisis completo se incluye la cantidad de coliformes totales de la muestra y el
cultivo e identificación de microorganismos nocivos para la salud humana.
Al tener identificado el tipo de agua a tratarse, existen varios procesos de tratamiento de aguas residuales puestos en
práctica en las plantas de depuración de agua, estos constan de tratamientos mecánicos, físicos, químicos y biológicos, que
deben procurar después de su acción un producto libre de residuos y un agua apta para el uso humano o para riego. Sin
embargo, su eficiencia se ve disminuida por el impacto ambiental que la infraestructura ocasiona al ecosistema.
Es así, que actualmente el avance tecnológico ha permitido desarrollar nuevos procesos de tratamiento que tomen en cuenta
la sostenibilidad del ecosistema, la menor afectación al paisaje y un bajo impacto ambiental.
Sistema de tratamiento de aguas residuales mediante plantas con potencial fitorremediador.
Foto: Autores

Es decir, ya no se habla de grandes estructuras de hormigón, ni de amplias secuencias de operaciones unitarias. Esta vez se
aprovecha el comportamiento y los beneficios de la naturaleza. Dentro de este nuevo conjunto de técnicas de tratamiento de
aguas residuales se destacan la fitorremediación. Este proceso toma en cuenta la capacidad intrínseca de las plantas y
bacterias nativas de degradar materia orgánica o acumular metales pesados. El conocimiento y la manipulación de este tipo
de proceso busca no alterar el nicho ecológico de cada individuo en el ecosistema sino potencializarlo en el tratamiento de
agua contaminada y compuestos residuales (Arias, et al., 2010; Gutiérrez, et al., 2014).

Aplicación de la fitorremediación

La fitorremediación fue concebida como técnica ambiental en los años 80, interesante época en la que el ambiente era
tomado en cuenta por primera vez como un medio y no solo como un recurso aprovechable. El potencial de la naturaleza
para autorregularse finalmente se había descifrado. Es así como la fitorremedicación surge como el proceso que aprovecha
la capacidad de ciertas plantas y su biota para absorber, acumular, metabolizar, volatilizar o estabilizar contaminantes
presentes en el suelo, aire, agua o sedimentos como: metales pesados, metales radioactivos, compuestos orgánicos y
compuestos derivados del petróleo. Siendo a largo plazo superior en costo y aplicabilidad a las técnicas tradicionales de
depuración (Ñique, 2004; Hofman, & Anné, 2006; Arias, et al., 2010).

Durante la fitorremediación, las plantas participan a través de relaciones simbióticas con microorganismos asociados que
colaboran directa o indirectamente en los procesos de captación, transporte y desintoxicación de contaminantes. La relación
planta-microorganismo es considerada ampliamente beneficiosa de modo mutuo pues los microorganismos colaboran en el
efecto rizosférico, mejorando la supervivencia de las plantas y sus capacidades de la degradación y detoxificación de
hidrocarburos de petróleo. La degradación acelerada de los contaminantes orgánicos por microorganismos en los suelos con
plantas en comparación con los que no poseen plantas se ha demostrado de forma exitosa (Ñique, 2004; Hofman, & Anné,
2006).

En la fitorremediación se identifican varios tipos de procesos que varían según los tipos de microorganismos o la parte de la
planta que actúa en el proceso.
Recolección de muestras de bacterias de la rizósfera de la especie.
Foto: Autores

Especies potencialmente útiles

El término fitorremediación proviene del griego de Phyto que significa “planta” y remedium que significa “recuperar el
equilibrio”. Bajo este contexto se tiene varias especies que trabajan como reguladoras del ecosistema. Dentro de ellas
destaca Eichhornia crassipes (Mart.) Solms 1883 conocida como Lechuguin o Jacinto de agua, que es una planta de raíces
acuáticas largas, con hojas y flores aéreas originaria de la cuenca del Amazonas. Crece en agua dulce tranquila o de ligero
movimiento, siendo considerada anteriormente como maleza acuática. Es una de las especies más utilizadas en procesos de
fitorremedicación por su capacidad de absorción de metales pesados. Sin embargo, al proliferar de forma acelerada su
control no es tan efectivo y ha sido necesario buscar otras especies con similares características de remoción de
contaminantes. Así se tiene que las especies Salvinia molesta, Pistia stratiotes, Lemna minor, Schoenoplectus
californicus, Heliantus annus, y Typha latifolia, también pueden ser utilizadas bajo el mismo principio de la
fitorremediación, con el precedente que son especies importantes fitoreguladoras de los cuerpos de agua de forma natural y
portadores de importantes microorganismos degradadores de sustancias nocivas (Arias, et. al., 2010, Gutiérrez, et. al.,
2014).

T. latifolia ha sido reconocida como una especie idónea para humedales artificiales y procesos de fitorremedicación por
ser tolerante a altas concentraciones de metales, ser acumuladora de metales y ser una especie representativa en los
ecosistemas lacustres de la zona de Imbabura. Esta especie se caracteriza por ser una planta acuática perenne, robusta, de
una base dura, con raíces fibrosas, hojas reducidas y vainas de color café oscuro, lustrosas y casi siempre abiertas
(Mercure, 2004).
 
Experimentación para comprobar la absorción de plomo en el
rizoma de T. latifolia
Foto: Autores

Lugares expuestos a contaminación

En la actualidad se están realizando varios proyectos que buscan recuperar los cuerpos de agua de la región y a su vez
mejorar la calidad de vida de la población del norte del país. Uno de estos proyectos se encuentra desarrollando en el Lago
Yahuarcocha, donde se busca probar la capacidad de absorber cantidades significativas de metales pesados y la evaluar la
actividad de la microbiota simbionte que apoya la depuración del agua residual a través de los procesos metabólicos
bacterianos, permitiendo la implementación de tecnologías biotecnológicas de fitorremediación en lugares expuestos a
mayor contaminación en la alguna.

Estas investigaciones buscan recuperar el potencial de la laguna de Yahuarcocha, planteando estrategias biotecnológicas de
remoción de contaminantes de interés tales como el plomo, mediante la identificación de consorcios bacterianos nativos
presentes en la rizósfera de T. latifolia existentes en humedales del borde de la laguna. Se espera aislar consorcios que
posean resistencia al plomo. Estos consorcios en estudio han sido sembrados inicialmente en medios Bacto Agar y
Levadura Manitol Agar hasta su purificación. Posteriormente se realizarán 14 pruebas de caracterización morfológica y
bioquímica a través de técnicas de tinción diferencial, cultivo en medios selectivos, pruebas de tolerancia a estrés por pH,
salinidad, etc. Finalmente, se evaluará la resistencia frente al metal pesado: plomo; incluyendo el desarrollo de un ensayo de
cinética de crecimiento de consorcios tolerantes vs. sustrato enriquecido con el contaminante. Con este ensayo también se
busca comprobar la capacidad de bioacumulación y biotransformación de T. latifolia y sus organismos asociados. Con el
establecimiento y ejecución del proyecto se pretende dar alternativas amigables con el ambiente para el tratamiento de
aguas residuales producto de procesos de industrialización de las zonas aledañas, además de la conservación de los recursos
hídricos en especial los lacustres que son de gran importancia en nuestra zona.

Num.6-2016-Art.2 | Caracterización in vitro de nuevas


cepas probióticas aisladas de nichos ecológicos nativos
del Ecuador
Caracterización in vitro de nuevas cepas probióticas aisladas de nichos ecológicos nativos del
Ecuador
Gabriela N. Tenea1*, Lucia Yépez2, Ana Belén Benavidez3, Mario Ulcuango4
1,2
 Docentes FICAYA – Ingeniería Agroindustrial
3,4
 Estudiantes FICAYA – Ingeniería Agroindustrial
1*
 Correspondiente: gntenea@utn.edu.ec

Aspectos importantes

Cultivos de bacterias, aisladas de frutos, flores de plantas nativas del Ecuador.


Foto : autores

El término “probiótico”, originado a partir de la palabra griega “Probios”, que significa “para la vida”, se refiere a
microorganismos vivos- en su mayoría bacterias – que cuando se consumen en cantidades adecuadas confieren un beneficio
para la salud de las células huésped. Las cepas probióticas conocidas son las bacterias ácido lácticas, así como, del
genero Lactobacillus, Lactococcus, Streptococcus, Bifidobacterium, constituyen diferentes medicamentos, complementos y
alimentos fermentados que contienen estos microorganismos con efectos beneficiosos para la salud del consumidor.
Ecuador, un país conocido por su biodiversidad, está importando productos probióticos para el uso en la industria
alimentaria y farmacéutica. El nuevo reto es identificar nuevas cepas probióticas nativas, para explorar sus propiedades
funcionales y obtener nuevos productos con un potencial valor biotecnológico.
En atención a la creciente demanda mundial de alimentos, es necesario buscar nuevas alternativas para la producción, la
post-cosecha y la conservación de productos en los que se puede identificar desde diferentes puntos de vista factores
dañinos tales como la contaminación causada por el deterioro microbiano y metabolitos tóxicos producidos por las
levaduras, mohos y bacterias, como también el amplio uso de productos químicos sintéticos y pesticidas; factores que
plantean un riesgo para la salud de todos los seres vivos, afectando al equilibrio ecológico del medio ambiente. Ante esta
hipótesis, hay un interés creciente para establecer alternativas de producción con bio-productos y así reemplazar el uso de
los productos químicos y pesticidas tóxicos. Para este propósito, se utilizarán bacterias o compuestos naturales que exhiben
el mismo efecto inhibidor sobre los fitopatógenos y el deterioro microbiano que han demostrado ser eficaces no solo en el
incremento de la vida útil, sino también en el mantenimiento del valor nutritivo, seguridad de los productos alimenticios y
salvaguardar el medio ambiente.

El consumo oral de microorganismos probióticos produce un efecto protector sobre la flora intestinal, sin embargo, los
investigadores han tropezado con otra gama de atributos en los alimentos, además de nutrientes. Esta área creciente de la
información ha dado lugar a una nueva etiqueta para alimentos que han añadido beneficios: los alimentos funcionales, estos
contienen niveles significativos de componentes biológicamente activos que proporcionan beneficios para la salud más allá
de la nutrición básica.

Beneficios:

• Estimular la inmunidad
• Sintetizar componente con actividad antimicrobiana
• Mejorar la digestibilidad de los alimentos
• Neutralizar ciertos compuestos tóxicos (micotoxinas)
• Acción anticancerígena

Durante la última década, los probióticos se convierten en un ingrediente importante y viable en los alimentos funcionales
y en la industria farmacéutica.
La aplicación de los probióticos comienza con la suposición general de que los mecanismos subyacentes a la promoción de
la salud están dadas por las capacidades de los lactobacilos pertenecen a una de las siguientes categorías: (i) la inhibición de
patógenos y la restauración de la homeostasis microbiana a través de interacciones microbio-microbio, (ii) el aumento de la
función de la barrera epitelial, y (iii) modulación de las respuestas inmunes.

Flor de Heliconia, colectado en la “Estación experimental La Favorita”.


Foto: Autor

El campo de los probióticos?


Como las bacterias ácido lácticas son conocidas por su potencial biotecnológico nosotros deberíamos saber si estas
bacteria se encuentra en la microbiota nativa del Ecuador y también evaluar sus posible capacidad probiótica.

El campo de los probióticos está creciendo rápidamente en el mundo con desarrollos concomitantes en la investigación
científica, el interés comercial de la industria alimentaria y sectores farmacéuticos.

Datos significativos se han acumulado sobre los probióticos y sus efectos beneficiosos para la salud (Ojansivu, et al., 2010).
Las secuencias genómicas completas de varias bacterias probióticas importantes son conocidos, y la genómica funcional
será fundamental en la identificación de muchas características responsables de la funcionalidad probiótica.

Por otro lado hay que señalar que la mayoría de las cepas de lactobacilos probióticos utilizados tienen como fuente de
aislamiento origen humano y animal, pero nuevas bacterias ácido lácticas con potencial beneficio probiótico ahora están
siendo aisladas de frutas y verduras fermentadas.

Los productos probióticos consisten en diferentes medicamentos, complementos y alimentos fermentados que contienen
microorganismos con efectos beneficiosos para la salud del consumidor. Consisten en diferentes medicamentos,
complementos y alimentos fermentados que contienen microorganismos con efectos beneficiosos para la salud del
consumidor, hecho que apoya a cumplir el artículo 66 de la Constitución ecuatoriana que establece: “el derecho a una vida
digna, que asegure la salud, alimentación y nutrición, agua potable, vivienda, saneamiento ambiental, educación, trabajo,
empleo, descanso y ocio, cultura física, vestido, seguridad social y otros servicios sociales necesarios” (Senplades, 2013).

Los probióticos se han puesto muy de moda en los últimos tiempos, porque las grandes marcas han apostado por ellos ante
una cada vez más arraigada tradición de comer sano. Pero hoy intentamos desmontar la falta de información que existe
sobre ellos.
Tomando en cuenta la importancia de los probióticos y que en el Ecuador no se han realizado estudios que conlleven al
conocimiento de los recursos naturales con potencial actividad probiótica, un estudio de investigación se ha planteado en la
Universidad Técnica del Norte junto con el Proyecto Prometeo, SENESCYT. El estudio de investigación
denominado: Bioprospección y mejoramiento de cepas de bacterias, hongos y levaduras de zonas no explotadas, para el
desarrollo de nuevos probióticos a ser aplicadas en la producción de alimentos, se está desarrollando en la carrera de
Ingeniería en Agroindustrial, con la finalidad de seleccionar las más valiosas cepas autóctonas para la industria alimentaria.

El objetivo de esta investigación es la identificación y caracterización a nivel fenotípico y a nivel genotípico de bacterias
lácticas con capacidad probiótica aisladas de frutas y flores nativas de la selva subtropical (Estación Experimental La
Favorita, Estación Experimental El Cristal) y varios sitios de la Provincia de Sucumbíos.

Los alimentos funcionales contienen niveles significativos de componentes biológicamente activos que proporcionan
beneficios para la salud
Foto: http://www.hablemosclaro.org/noticias/img/probioticos-calidad.jpg

Bacterias con potencial probiótico

En este estudio, se aislaron, identificaron y evaluaron las posibles características probióticos y las propiedades antagónicas
in vitro de las bacterias ácido lácticas (20 cepas) de nichos nativos de la selva subtropical del Ecuador, mediante métodos de
microbiología básica, bioquímica y biología molecular. Las bacterias aisladas se identificaron en base a sus propiedades
morfológicas y comparación del perfil de sistema de fermentación API50CH y perfiles de polimorfismo de ADN (RAPD-
ADN). Las bacterias crecieron a 15°C y 45°C, sobrevivieron en el rango de pH ácido de 2.5 a 4.5, en presencia de 0.3% de
bilis (> 90%) y muestran tolerancia a los tratamientos en cloruro de sodio. Las bacterias de interés muestran diferentes
perfiles de susceptibilidad a antibióticos, así como seis fueron resistente a gentamicina, siete a kanamicina y dos a
tetraciclina mientras que todas fueron sensibles a la ampicilina, amoxicilina y cefuroxima Por otra parte, el ensayo de
pruebas de difusión en el agar mostró que el sobrenadande de cada cepa a pH 3.0 y pH 4.0, “pero no a pH 7.0” presenta
elevada actividad antimicrobiana (zona de inhibición > 15 mm) frente a dos agentes patógenos alimentarios, Escherichia
coli Escherich, 1885 y Salmonella sp.

Trabajo para el futuro?

Este estudio es la primera noticia que describe la presencia de las bacterias ácido lácticas con potencial probiótico en nichos
ecológicos nativos del Ecuador. Este investigación describe la actividad antagonista frente a los patógenos de origen
alimentarios y el potencial probiótico in vitro de bacterias lácticas aisladas de la biota nativa de Ecuador. Los datos
preliminares indican el potencial de las cepas aisladas para inhibir el crecimiento de patógenos, por ello es importante
continuar el estudio con la evaluación de las propiedades funcionales de cada muestra de interés.

La presente investigación contribuirá a la construcción posterior de una propuesta sectorial, mediante la visualización de
oportunidades productivas de probióticos, proyecto desarrollado en las áreas geográficas de influencia de la Universidad
Técnica del Norte.

Esta información sería base para:

Identificar nuevos recursos biotecnológicos para disponer de banco de genes que se convertirán en una reserva nacional y
que podrán ser utilizados en nuevas investigaciones.

Identificar oportunidades y necesidades de innovación, hecho que permitirá articular con las líneas de investigación base del
medio.
Favorecer la formación, perfeccionamiento, actualización y o capacitación de recursos humanos.

Num.6-2016-Art.1 | Plataforma tecnológica para la


gestión de datos biológicos, en la UTN
Plataforma tecnológica para la gestión de datos biológicos, en la UTN
Alexander Guevara
Webmaster – Desarrollo Técnologico e Informático UTN
alexguevara@utn.edu.ec
Plataforma de Gestion de Datos Biológicos Primarios UTN

La Universidad Técnica del Norte (UTN) cuenta con estudios de biodiversidad, conservación de recursos renovables y no
renovables, estudios de prospección biológica, cuantificación y caracterización de especies biológicas, de distintos grupos
taxonómicos; entre ellos podemos encontrar a animales, plantas, líquenes, hongos y microorganismos del Ecuador y la
Antártida.

Los laboratorios y programas de investigación biológica y ambiental de la Facultad de Ingeniería en Ciencias Agropecuarias
y Ambientales (FICAYA) tienen la necesidad de publicar información para generar conocimiento y redes de investigación.
La falta de procesos bien definidos no permite el registro y publicación adecuado de datos biológicos; a futuro se prevé un
aumento de estos datos, lo cual dificultará aún más este proceso que se centraliza a un bajo número de digitadores,
investigadores y estudiantes, como consecuencia se genera cuellos de botella en el proceso de registro de especies, al
utilizar un solo documento para la ingesta, acumulación de trabajo, pérdida de información, inseguridad, inconsistencia,
duplicidad e integridad de la información y con ello limitaciones técnicas en la consultas simultáneas de la información.
Todos estos inconvenientes dificultan la integración y socialización con otras universidades, redes, ONGs, museos,
herbarios u otras instituciones que permitan el intercambio de conocimientos, el enriquecimiento de la base de datos y el
diálogo de saberes sobre el bioconocimiento.

El vacío de conocimiento generado se convierte en un obstáculo al momento de establecer redes de investigación, saber qué
investigar, cómo, con quién y para qué hacerlo, dando lugar a que no exista una adecuada y eficiente administración,
preservación, inventario, catalogación, exhibición, recuperación, almacenamiento, difusión e intercambio de información
biológica con la comunidad científica y académica (Thomson, 2005), siendo lo más grave la fuga de información biológica
científica a otras bases de datos internacionales, de este importante patrimonio natural para la humanidad.
Ornitóloga Roxie Laybourne en medio de la colección de aves en el Museo Nacional de Historia Natural (Smithsonian
Institution)
Foto: www.viraldiario.com/wp-content/uploads/2016/04/almacenes-smithsonian-4.jpg

La necesidad de organizar, digitalizar y automatizar los datos, además de la colaboración para identificar los especímenes,
ha hecho posible la creación de una plataforma tecnologica para la gestión de datos biológicos. Para su desarrollo se utilizó
técnicas y metodologías de Ingeniería de Software como SCRUM la cual guió de forma ágil el proceso de desarrollo en
todo su ciclo; además se analizaron estándares y protocolos de divulgación e intercambio de información biológica;
modelos, arquitecturas, API de geolocalización, base de datos espaciales y modelos de sistemas Web.

La aplicación de la Ingeniería de Software permitió obtener una plataforma estandarizada acorde a los
requerimientos y procesos de cada área biológica generando el fortalecimiento de la publicación y gestión de datos, además
su uso generalizado contribuirá positivamente para la toma de decisiones en pro de la conservación ambiental.

International Union for Conservation of Nature (IUCN) afirma que se han descrito 1.8 millones de especies de un estimado
de entre 5 a 30 millones de especies existentes (Hood, 2010)
Fortalezas de la Plataforma Tecnológica

 Permite la globalización de la información biológica, el resguardo de datos perecibles.


 Minimiza la fuga de información de nuestro patrimonio natural.
 Con la información almacenada en una base de datos es posible aplicar técnicas de Big Data y Data Science, lo que
permite analizar e interpretar los datos biológicos.
 Apoya el modelamiento de la distribución de especies, biogeografía y comportamiento de especies.
 Permite generar estudios de proliferación de plagas mediante el uso de escenarios climáticos.
Bajo este contexto el desarrollar una solución tecnológica para la gestión de datos biológicos, permite disminuir la
centralización de la información, mejorar el registro y publicación de los datos en tiempo real, que sea de acceso abierto;
beneficiando a la sociedad en general. De esta forma se consigue la articulación entre la investigación y la educación;
pilares importantes para el desarrollo de países como el nuestro, rico en diversidad biológica y cultural.

Contaminación ambiental

Diariamente se genera gran cantidad de subproductos y residuos agroindustriales que cuando no son convenientemente reciclados o
procesados causan diversos problemas ambientales. Una vía para combatir la polución medioambiental es el tratamiento
biotecnológico de los residuos. Estos en su mayoría de naturaleza lignocelulósica pueden utilizarse para la producción biotecnológica
de diferentes aditivos alimentarios, como el ácido láctico, y tienen que someterse a varias etapas de fraccionamiento; por ejemplo,
partir de hidrolizados hemicelulósicos de las podas de sarmiento realizadas al tronco de la vid con L. pentosus CECT-4023T (ATCC-
8041) (Bustos et al., 2004).

El procesamiento industrial de la papa genera una gran cantidad de residuos que causan polución de las aguas, aire y suelos,
problema cuya solución no se encuentra todavía. En tal sentido se utilizaron L. casei, L. plantarum y L. pentosus, para hidrolizar el
almidón procedente de los residuos de la papa y lograr producir ácido láctico y su subsiguiente polimerización en ácido polyláctico y
xanthan, precursores de polímeros renovables y biodegradables con el objetivo de sustituir plásticos a base de petróleo (Bilanovic et
al., 2011).

La producción intensiva y el uso de hidrocarburos contribuyen a la contaminación medioambiental, con aportes de gases de efecto
invernadero y compuestos cancerosos policíclicos. La utilización de residuos lignocelulósicos, previamente hidrolizados y luego en un
proceso fermentativo con L. pentosus CECT-4023T (ATCC-8041) originaron la producción de biosurfactantes por vía biotecnológica;
esto implica prevenir con ello la quema de residuos agrícolas en el campo y evitar que se produzcan ciertos gases como CO2, CH4, y
N2O que causan efecto invernadero (Moldes et al., 2007).
Pero existen otras bacterias que ayudan a mantener la salud y prevenir enfermedades, bacterias benéficas, y de ellas escribimos en esta
ocasión.
Bacterias benéficas
Los microorganismos benéficos tienen una larga historia especialmente las bacterias conocidas como probióticas. Se han encontrado
referencias que muestran que desde la antigüedad se reconocían efectos benéficos producidos por estas bacterias, por ejemplo, en el viejo
testamento (Génesis 18:8), se menciona que Abraham debió su longevidad al consumo de leche agria y en la antigua Roma en el año 76
d.C. Plinius (escritor y naturalista Romano), recomendaba la administración de productos de la fermentación láctea para tratar
enfermedades gastroentéricas (Figura 2).
Así, las bacterias benéficas han existido y coevolucionado a lo largo de la historia de la humanidad
aportando beneficios a la salud de los hospederos en los que habitan.
Las bacterias benéficas son principalmente de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium (Figura 3), y se caracterizan por brindar
beneficios a sus hospederos al crear un microbioma (ambiente microscópico a nivel intestinal) favorable para su desarrollo y limitante para
el desarrollo de bacterias patógenas como Escherichia coli y Salmonella  spp., que son responsables de provocar enfermedad diarreica
aguda.
 

Beneficios y mecanismos de acción


Se conocen diversos efectos benéficos entre las que destacan la protección contra agentes patógenos y el efecto inmunomodulatorio (Figura
4), pero con el avance de los estudios en este campo cada día se conocen más y se ha llegado a describir cómo funcionan, por ejemplo, la
supresión de microorganismos patógenos se debe a que las bacterias probióticas producen sustancias antimicrobianas entre las que se
encuentra el peróxido de hidrógeno, el diacetilo, la reuterina, ácidos orgánicos como el  ácido láctico y el ácido acético; algunas especies de
bacterias también producen sustancias de naturaleza proteica conocidas como bacteriocinas.
También tienen la capacidad de disminuir el colesterol sérico al inhibir su síntesis y reducir las
lipoproteínas de baja densidad impidiendo su absorción en el intestino delgado;  otro beneficio es que favorecen la absorción de nutrientes
pues los probióticos promueven el “equilibrio” de la microbiota (diversidad de especies microbianas en el intestino), ayudando al
procesamiento de azucares no digestibles,  metabolismo de proteínas complejas, síntesis de vitaminas y producción de energía. Cuando
ciertos azúcares (oligosacáridos), que sirven de alimento para estas bacterias, son administrados en la dieta estimulan la absorción de
minerales como el calcio, el fosforo y el magnesio, siendo mayor este efecto en fase de crecimiento rápido cuando la demanda de calcio es
alta.
El efecto inmunomodulador de la microbiota y los probióticos consiste en la modulación de la función de las células dendríticas tipo 1
(CD1) que inducen células efectoras Th1,  células T reguladoras y la activación de células NK, todas ellas responsables de la respuesta
inmunitaria en el intestino, es decir que son las células de defensa contra enfermedades.
Recientemente la investigación de los efectos de estas bacterias se ha ampliado y con base en estudios científicos se ha descubierto que
estas bacterias son capaces de influir en la conducta del hospedero en distintos ámbitos como el aprendizaje, estados de ansiedad y
conductas alimentarias.
Conclusiones
En la actualidad hay varios estudios a nivel mundial que ratifican sus beneficios y cientos de productos comerciales que contienen
probióticos, incluso existen suplementos alimenticios a base de probióticos para consumo humano y animal que, como mencionamos
pueden cambiar el microbioma y la microbiota ofreciendo beneficios a la salud.
Sin embargo, hay que estar conscientes de que cada tipo de bacteria tiene propiedades específicas y que si bien los efectos benéficos que
proporcionan han sido científicamente probados cada bacteria actúa a distintos niveles y en menor o mayor grado por lo que es importante
consultar a un especialista que nos asesore a cerca de la correcta forma de administración.
También hay que considerar que debido a la popularidad que han alcanzado en los últimos años los productos probióticos, éstos se han
incrementado en el mercado pero no todos ellos cumplen con los estándares establecidos.
La próxima vez que escuchen hablar de bacterias recuerden que también hay bacterias buenas que brindan beneficios a la salud humana y
animal.
 

También podría gustarte