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UNIVERSIDAD JOSÉ ANTONIO PÁEZ

VICERRECTORADO ACADÉMICO
DIRECCIÓN GENERAL DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
PROGRAMA ESPECIALIZACIÓN DERECHO PROCESAL CIVIL

Prof. Esp. Libia Esther Villa

Nociones Generales de la Jurisdicción: Concepto, clasificación, poderes que emanan


de la jurisdicción. Inderogabilidad convencional de la jurisdicción. Límites objetivos de la
Jurisdicción (La competencia objetiva del Juez). Límites Subjetivos de la Jurisdicción
(La competencia Subjetiva del Juez).

La Función Jurisdiccional con especial referencia al Derecho


Procesal Civil Venezolano

A. Nociones Sistemáticas Fundamentales


1. Perspectiva histórica - La Jurisdicción: Origen.

Cuando nace el Estado moderno, su característica central es la sujeción del Estado a


las normas de Derecho y, como consecuencia, se separan rígidamente sus funciones
básicas y fundamentales: la legislación, administración y jurisdicción.
A raíz de la Revolución Francesa el Estado asumió su papel de medio o instrumento
para lograr los fines existenciales de la sociedad constituidos para lograr la mayor suma
de felicidad posible y el mayor bienestar colectivo. Los intereses generales serán el signo
que perfila cualquier cometido estatal.
Desde luego que el Estado al constituirse en un medio o instrumento los ciudadanos
regulan y limitan el ejercicio de las funciones del Estado a través de la ley
(representación parlamentaria) y pueden ejercer un “control” directo de su actuación a
través de una organización establecida en el pacto fundacional de la sociedad
(Constitución) que se denomina “jurisdicción”.

De acuerdo con la doctrina, la jurisdicción tiene sus orígenes con el nacimiento


del Estado y de la civilización. En épocas anteriores las controversias surgidas entre
personas particulares eran dirimidas a través del uso de la fuerza bruta, es decir,
mediante el ejercicio de la autodefensa, en cuyo caso, la razón la tenia quien posea la
fuerza y la utilice contra su adversario y cada cual perseguía su derecho haciendo uso de
sus propios medios e incluso con la ayuda de amigos o parientes.
A medida que la sociedad se iba organizando, se fue confiando a un tercero o arbitro,
en este caso la autoridad pública, la aplicación de la justicia, limitando gradualmente el
uso de la autodefensa, para atribuir la administración de la justicia a la autoridad pública.
En atención a esto, la prohibición de autodefensa tiene como piedra angular a la acción y
a la jurisdicción, ya que los derechos individuales se hallan protegidos por el poder y la
autoridad del Estado. El Estado, tiene la función exclusiva de administrar justicia mediante
la jurisdicción, y los particulares tienen la facultad de pedirle al Estado la protección y
amparo de sus derechos, a través del ejercicio de la acción.
La jurisdicción nace propiamente en el momento en que el Estado deja de recurrir
a árbitros privados y asume mediante jueces y tribunales públicos la función de
administrar justicia.
En casi todos los estados del orden internacional y en Venezuela, se cuenta con
normas como el ordinal 31 del Artículo 156 de la Constitución Nacional, que establece
como competencia del Poder Público Nacional: La organización y administración nacional
de justicia, el Ministerio Público y de la Defensoría del Pueblo.
Asimismo el Código Penal, en el capítulo relativo a los Delitos contra la Administración
de Justicia, Capítulo VIII, en el artículo 270, tipifica como delito La Prohibición De
Hacerse Justicia Por Si Mismo, es decir la autodefensa e impone la correspondiente
pena a quienes infrinjan esta disposición.
Desde luego que el Estado, al constituirse en un medio o instrumento los ciudadanos
regulan y limitan el ejercicio de las funciones del Estado a través de la ley (representación
parlamentaria) y pueden ejercer un “control” directo de su actuación a través de una
organización establecida en el pacto fundacional de la sociedad (Constitución) que se
denomina “jurisdicción”.
La jurisdicción tiene, entonces, una primera finalidad claramente establecida en la
Constitución: ejercer el control de la actuación de todos los órganos del Estado en
cualesquiera de sus funciones: controla la actividad de los órganos legislativos, ejercer un
control directo e inmediato sobre la actuación del poder ejecutivo y, por último, ejerce el
control sobre sí mismo a través de los sistemas de impugnación de sentencias cuyo
control constitucional es ejercido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia.
En segundo lugar, uno de los fines del Derecho y del Estado es la consecución del
bien común o el bienestar colectivo que se logra con la justicia, lo cual, sin duda, traerá
la paz social.
En los Estados contemporáneos, la defensa privada (autodefensa) ha sido proscrita
como medio de solución de conflictos, en consecuencia, el Estado se ha reservado la
potestad de dirimir tales conflictos y controversias, con el uso de la fuerza si es
necesario, se dice que la misión fundamental de la jurisdicción es la de dirimir los
conflictos y controversias que se suscitan entre los particulares o entre los particulares y
el Estado.
Definición o concepto de la Jurisdicción:

1.- Es la función que tienen los tribunales de justicia de conocer, sentenciar y ejecutar lo
sentenciado en los conflictos que sean sometidos a su decisión. (Función del estado de
brindar la tutela jurídica). Bajo la Jurisdicción esta todo el orden jurídico.

El derecho de acceso a la Jurisdiccion, tambien llamado Derecho a la efectiva Tutela


Judicial, es un derecho humano que se exige ante un órgano del Estado que lo debe
garantizar en la forma prevista en el artículo 26 de la Constitucion.

Enrique Véscovi define a la jurisdicción como, la función estatal destinada a dirimir


los conflictos individuales e imponer el Derecho. Es decir, originariamente la noción de
jurisdicción en el marco del nacimiento del Estado de Derecho: potestad del Estado
destinada a dirimir controversias o componer litigios; pero dicha noción ha quedado
desfasada y superada por nuevas tendencias del Derecho procesal contemporáneo.
2. La doctrina tradicional del concepto de jurisdicción
El concepto de jurisdicción ha sido sometido a diversas y numerosas discusiones a
nivel de doctrina y ha sufrido profundas imprecisiones desde el punto de vista legislativo.
En ese sentido, Calamandrei advirtió que el concepto de jurisdicción no es absoluto, sino
relativo, con relación a un pueblo y a un cierto momento histórico.
Etimología de la palabra “jurisdicción”
a. Etimológicamente, la voz “jurisdicción” proviene del latín iuris-dictio, conjugación
de iuris-dicere que significa ·decir” el Derecho, no obstante, la noción etimológica
no es la que se maneja en la ciencia procesal.
En efecto, decir el Derecho puede ser una actividad realizada por los órganos de la
Administración Pública (acto administrativo permisivo o denegatorio), o una actividad que
puede ser realizada por el Poder Legislativo (cuando establece definiciones o conceptos
por lo cual no son preceptos de conducta), por otro lado, la jurisdicción es la diaria
actividad de los órganos judiciales.
La ‘jurisdicción’ para la ciencia del proceso es algo más que ‘decir el derecho’ supone:
también la vocación definitiva de lo decidido, la ejecución, aun en contra de la voluntad del
justiciable perdidoso, es también, la ‘uniformidad’ de la interpretación y aplicación de las
normas jurídicas que sirven de pauta para todos los demás órganos del Poder Público y
para los particulares.
b. Criterios tradicionales en el uso del vocablo “jurisdicción”
1) Criterio subjetivo: La jurisdicción como “órgano”. Críticas
Desde el punto de vista subjetivo se ha entendido la noción de “jurisdicción” como los
órganos que la ejercen, es decir, se confunde la función con los órganos que la ejercen,
en consecuencia, sería jurisdiccional la actividad de los órganos que integran el Poder
Judicial.
Asimismo, se ha utilizado el vocablo jurisdicción para referirse a prerrogativa, autoridad
o poder de determinados órganos públicos, especialmente los del Poder Judicial. Es decir,
se alude a la investidura, a la jerarquía, más que a su función.
Esta definición es materialmente excesiva y formalmente insuficiente.
La noción es materialmente excesiva por dos razones básicas:
a. No toda la actividad del Poder Judicial es jurisdiccional: en efecto, no toda la
actividad que realizan los órganos del Poder Judicial puede reputarse
“jurisdiccional”. Es de recordar que los jueces también realizan actividad
administrativa (cuando retiran un funcionario, cuando se administra un
presupuesto, etc.).
b. La jurisdicción es un poder-deber o una potestad. Junto a la facultad de juzgar, el
juez tiene el deber de hacerlo. No se trata tan sólo de un ejercicio de soberanía
(poder) sino, que frente a los ciudadanos, el Estado está en el deber de prestar el
servicio de Administración de Justicia.
La noción el formalmente insuficiente porque hay órganos que no pertenecen a la rama
judicial del Poder Público pero ejercen una función jurisdiccional, como es el caso típico
del arbitraje y el conocimiento de un asunto por tribunales asociados; en estos casos, se
trata de entes y órganos que forman parte del “sistema de justicia” pero no, técnicamente,
del Poder Judicial.
2) Criterio funcional: La jurisdicción como “aplicación de atribuciones”
Siguiendo a Jaime Guasp, se ha entendido, en un sentido muy amplio, la noción de
jurisdicción como toda función secundum ius; es decir, la función por medio de la cual se
declara el Derecho. Se trata de una aplicación del significado etimológico de la palabra
“jurisdicción” como iuris-dicere (“decir el Derecho”).
Siguiendo esta orientación se podría afirmar que cada vez que un ente declara el
Derecho en un caso concreto estamos en presencia de la jurisdicción con absoluta
independencia de si tal ente forma parte de la administración, legislación o jurisdicción,
con lo cual los entes administrativos o legislativos pueden dictar actos jurisdiccionales.
No obstante, esta noción es incorrecta si se pretende abordar el concepto de
jurisdicción desde la ciencia del proceso. La jurisdicción efectivamente “dice o declara” el
Derecho pero con algunos efectos y características que diferencian esta actividad de
aquellas que realizan la administración o legislación.
3) Criterio objetivo: La jurisdicción como “límite” material
Una constante muy común es asociar la noción de jurisdicción con la limitación objetiva
o territorial para el ejercicio de determinadas atribuciones en general. Ejemplo: se habla
de la “jurisdicción” de un Registro Público o una oficina administrativa.
También se asocia la noción como el área material de actuación de los órganos de la
rama judicial del Poder Público; de allí que se hable de “jurisdicción constitucional”,
“contencioso-administrativa”, “jurisdicción civil o penal”; es decir, esas nociones aluden a
la materia objeto de conocimiento por parte del órgano jurisdiccional.
Se confunde la jurisdicción con la competencia que, efectivamente, es el límite y la
medida de conocimiento por parte de los jueces de determinada situación material u
objetiva. El error ha llegado a rango constitucional en nuestro país: Ejemplo: jurisdicción
contenciosa administrativa (art. 206), jurisdicción constitucional (art. 266.1), jurisdicción
disciplinaria (art. 267), jurisdicción penal militar (art. 261)
Couture señala que hasta el siglo XIX los conceptos de jurisdicción y competencia eran
considerados sinónimos, ya en el siglo XX se ha superado el equívoco. La competencia
es la medida y límite de la actuación jurisdiccional y en tal sentido se afirma que todos los
jueces tienen jurisdicción aun cuando carezcan de competencia.
La única manera en que un juez carezca de jurisdicción es que la materia objeto de la
decisión corresponda a jueces extranjeros o deba ser decidido por la Administración
Pública, en cuyo caso hay falta de jurisdicción y también, como consecuencia, falta de
competencia.
La ‘jurisdicción’ para la ciencia del proceso, es algo más que ‘decir el derecho’
supone: también la vocación definitiva de lo decidido, la ejecución, aun en contra de la
voluntad del justiciable perdidoso, es también, la ‘uniformidad’ de la interpretación y
aplicación de las normas jurídicas que sirven de pauta para todos los demás órganos del
Poder Público y para los particulares.

3.- Tendencias que explican la naturaleza de la función jurisdiccional


Corresponde determinar la manera en que la doctrina se ha explicado la función, es
decir, para qué sirve o para qué existe una función jurisdiccional en la organización
general del Estado.

a. Teorías subjetivas y objetivas sobre la función jurisdiccional

Para las teorías subjetivas la jurisdicción es una función destinada a la defensa de


derechos subjetivos de los particulares y la reintegración plena de aquellos en los casos
de amenaza o violación. En pocas palabras se persigue con la función jurisdiccional la
tutela de los derechos subjetivos de los ciudadanos.

Esta tesis ha sido abandonada por tres (3) razones fundamentales (Montero Aroca):

1) Se traduce en una verdadera tautología por cuanto no siempre la actividad


jurisdiccional presupone un derecho amenazado o violado, basta la simple
incertidumbre sobre la existencia del derecho mismo.
2) Olvida que toda la actividad que se desarrolla dentro de un proceso no es
necesariamente, defensiva de un derecho.
3) No se justificaría la intervención en el proceso de personas que ni siquiera
alegan la tutela de un derecho subjetivo.

Por otro lado, las teorías objetivas sostienen que la jurisdicción persigue la actuación
del derecho objetivo mediante la aplicación de la norma al caso concreto. Giuseppe
Chiovenda define la jurisdicción como la función del Estado que tiene por fin la actuación
de la voluntad concreta de la ley mediante la sustitución, por la actividad de los órganos
públicos, de la actividad de los particulares o de otros órganos públicos, al afirmar la
existencia de la voluntad de la ley, o al hacerla prácticamente efectiva.
Dentro de esta definición lo más resaltante es:

i. La jurisdicción es exclusivamente una función de la soberanía del Estado;


señalando Chiovenda que el poder inherente al Estado es la soberanía. Pero el
campo de aplicación de este poder únicamente comprende tres funciones: la
legislativa, la gubernativa (o administrativa) y la jurisdiccional.
ii. Esta función está limitada y dirigida por la ley pues su finalidad es la “actuación
de la ley” en el caso concreto y, por supuesto, se sustituye la voluntad de los
particulares u otros órganos públicos por el imperio de la ley.
iii. La jurisdicción es autónoma e independiente de las demás funciones del Estado
como corresponde a un Estado democrático.

Se trata de un criterio teleológico o finalístico, es decir, se define la jurisdicción por los


fines que se persiguen con la función; el fin último (mediato) de la jurisdicción es la
aplicación del Derecho o la “actuación de la ley” (Chiovenda); y en cuanto a lo inmediato
se ha dicho que la jurisdicción (y el proceso, que es su instrumento o forma de proceder)
tiende a resolver litigios o satisfacer pretensiones.
b. Definición de jurisdicción en función de la solución de conflictos
Los clásicos han estimado que, mientras el legislador formula una regla de derecho
objetivo general y abstracta, este derecho adquiere vida o razón de ser cuando la regla se
hace obligatoria en un caso concreto y tal caso “concreto” viene constituido por un
conflicto de intereses que el Estado se ha reservado en componer o dirimir.
Véscovi entiende por jurisdicción la función estatal destinada a dirimir los conflictos
individuales e imponer el Derecho y, por potestad jurisdiccional el poder-deber de realizar
dicha tarea, la de imponer la norma jurídica resolviendo los casos concretos con el fin de
lograr la paz social mediante la imposición del Derecho. Naturalmente que en su
realización satisface intereses privados (y derechos subjetivos) al cumplir dicha función
pública.
El autor centra la noción de jurisdicción en la solución de conflictos pero al definir la
potestad jurisdiccional habla de resolver los casos concretos, con lo cual resulta una
definición asistemática e incoherente.
En nuestro país, Rengel Romberg ha seguido esta orientación, en efecto, define
la jurisdicción como la “función estatal destinada a la creación por el juez de una
norma jurídica individual y concreta necesaria para determinar la significación jurídica de
intereses de la conducta de los particulares cada vez que entre ellos surjan conflictos de
intereses y de asegurar por la fuerza, si fuere necesario, la práctica ejecución de la norma
creada
Respecto de lo anterior, los avances en el Derecho procesal contemporáneo dejan
atrás la proposición del tratadista en razón de que existen procedimientos donde,
técnicamente, no hay conflicto de intereses pero sin duda estamos en presencia de la
jurisdicción (Vgr. Nulidad de matrimonio, divorcio y separación de cuerpos no contenciosa;
los procedimientos de mera declaración, la jurisdicción voluntaria, etc.).
Mario Pesci Feltri (tratadista venezolano) también define a la “función jurisdiccional
como una función privativa del Estado, regulada por el Derecho Público, que tiene
como finalidad la resolución de controversias jurídicas…”.

En efecto:
1. La jurisdicción es una actividad privativa del Estado, quien se encarga de dirigirla y
coordinarla, aun cuando la ejerzan jueces nombrados por el Estado mismo o
“jueces” nombrados por los particulares.

2. Lo que define a la jurisdicción y, en consecuencia, la acción y el proceso no es la


ausencia o presencia de conflictos, sino la necesidad de tutela de un derecho o
interés que bien pudiera asumir la forma de conflictos, pero lo cual no lo agota ni
restringe a la jurisdicción.
3. No puede hablarse de jurisdicción sin referirla a un proceso judicial; si bien es
cierto que puede haber proceso sin jurisdicción (ej. Procedimiento administrativo),
sin embargo, no hay jurisdicción sin proceso pues toda actuación del Estado que
tienda a la “satisfacción de intereses” debe estar precedido por un proceso sin
importar si se trata de un proceso sumario, de cognición completa o de cualquier
otra índole.
c.- La jurisdicción como “satisfacción de pretensiones”

Para Jaime Guasp la jurisdicción (en sentido estricto), se define como la función
específica estatal, por la cual el Poder Público satisface pretensiones. En razón de que la
función del Estado es garantizar la paz social, la justicia y el resto de los valores jurídicos,
al asumir la función de satisfacer pretensiones está contribuyendo a eliminar conflictos
sociales y garantiza la efectividad de los derechos subjetivos que la ley reconoce a los
particulares.

Características:

1. La función jurisdiccional se propone la satisfacción de una pretensión


comparándola con normas jurídicas ya existentes; es decir, mientras la función
legislativa se propone dirigir la vida de la comunidad mediante la producción de
normas jurídicas nuevas, el juez, en la función jurisdiccional, se encuentra
sometido a las normas dictadas por la legislación, y su misión es aplicarla cuando
existe una pretensión concreta de los ciudadanos;
2. La jurisdicción es una función única y exclusiva que abarca la potestad de juzgar y
ejecutar lo juzgado de manera imparcial.
3. La jurisdicción es un requisito del proceso, cuya falta impide entrar en el examen
de fondo de la pretensión formulada.
c. La jurisdicción como potestad estatal de servicio público

i. Definición de jurisdicción

La jurisdicción es una función-potestad reservada por el Estado


(fundamento constitucional), en uso de su soberanía (elemento
político) para ejercerla en forma de servicio público (elemento
administrativo) por órganos predeterminados e independientes,
para la realización concreta de los intereses peticionados de los
ciudadanos con carácter de definitivo y con posibilidad de coacción
en un proceso judicial (naturaleza procesal).

ii. Análisis de la definición

La estructura temática de la definición apunta a cuatro (4) elementos básicos:

a. La jurisdicción es una potestad reservada por el Estado: Implica un poder-


deber, es decir, al lado de la facultad de juzgar y ejecutar lo juzgado, está la
obligación que se concreta en los jueces de no absolver la causa, so pena del
delito denegación de justicia, asimismo, la obligación del Estado de establecer la
estructura funcional de la prestación de servicio (creación de tribunales,
nombramientos de jueces, proveer marteriales y equipos, etc.). Esta potestad es
una reserva del Estado para solucionar conflictos y tutelar derechos e intereses tal
como se evidencia del artículo 26 constitucional.
b. La jurisdicción es un atributo de la soberanía: Siendo la soberanía la capacidad
de auto normarse y decidir, sin injerencia externa, la forma y manera de
convivencia social, entonces se entiende que el ejercicio de la función
jurisdiccional logra la concreción de fines esenciales como el bien común y la
justicia, y bajo la exclusiva consideración del mandato otorgado por los
ciudadanos.
c. La jurisdicción se ejerce en la forma de servicio público: La jurisdicción es una
función pública por excelencia, mediante ella el Estado dispone de un conjunto de
elementos materiales, humanos y organizativos para que todos los ciudadanos
puedan ejercer el derecho de acceso a los órganos jurisdiccionales.
d. La jurisdicción está formada por órganos predeterminados, independientes
para la realización concreta de las peticiones de los ciudadanos (dimensión
procesal de la jurisdicción): Hablamos de órganos que se pronunciarán sobre una
pretensión jurídica o petición la cual, se trata de un interés sustancial sometido a
su conocimiento. Esta decisión tendrá carácter definitivo y sólo podrá dictarse en el
marco de un proceso judicial.
Lo que define a la jurisdicción es entonces el interés postulado por los ciudadanos
ante los órganos del Estado destinados para ello.

B. Posición de la Jurisdicción dentro del Orden Jurídico

La ciencia del proceso se sustenta sobre tres (3) pilares básicos: jurisdicción,
acción y proceso, de tal modo que cuando se alude a la posición de la jurisdicción dentro
del orden jurídico procesal debemos abordar las maneras en que tales institutos se
relacionan entre sí. Es a lo que Alejandro Pekelis denomina la trilogía mágica del
Derecho procesal

1. Jurisdicción y acción procesal

Mientras la jurisdicción es la potestad –función realizada por el Estado, la acción


procesal es la posibilidad jurídico-constitucional que realizan las partes cada vez que
acuden ante los órganos jurisdiccionales que el Estado ha dotado de tal cualidad.

La acción se define en términos de la jurisdicción y viceversa, esto implica que la


acción procesal sólo puede ejercerse frente a los órganos con jurisdicción sin que pueda
reputarse el carácter de “acción procesal” cuando el particular acude ante la
Administración (en ejercicio del derecho de petición) o cuando acude ante el órgano
legislativo.

Por lo dicho en el párrafo anterior, sólo en presencia de ese “actuar” de los


particulares la jurisdicción puede concretarse y realizarse en la realidad, salvo en casos
de excepción como la actuación oficiosa del juez por motivo de un interés general
involucrado o por autorización expresa de la ley. La regla general del nemo iudex sine
actore es básica en el Derecho procesal: No hay jurisdicción sin actor (artículo 11 CPC).

2. jurisdicción y proceso
La puesta en contacto entre la acción de los justiciables y la jurisdicción del
Estado genera la presencia de un proceso. El proceso es la visión abstracta, holística y
científica por la cual la jurisdicción responde a la pretensión de las partes y conoce de la
acción de los justiciables. Los trámites externos del proceso se denominan
procedimiento.
3. Unidad o diversidad de la jurisdicción

La jurisdicción es una función-potestad y en este sentido se tiene o se carece de ella


pero no admite diversificación, es decir, no es técnicamente admisible hablar de
“jurisdicción penal” o “jurisdicción civil”, “jurisdicción contencioso-administrativa” o
“jurisdicción constitucional”, pues, se trata de una delimitación objetiva y material de
áreas de la vida sobre la cual los órganos de la jurisdicción intervienen y eso se llama
competencia.
También resulta incoherente hablar de “jurisdicción administrativa”, “jurisdicción
disciplinaria” o “jurisdicción territorial”, pues se alude con ello a esferas de actividades
diferentes de lo que debe entenderse por jurisdicción desde el punto de vista procesal.

La unidad de la jurisdicción implica también la unidad de la acción y la unidad del


proceso, lo cual resulta evidente; si la jurisdicción es una sola como función-potestad, la
manera en que los particulares acudan a ella también es una sola, en consecuencia no es
correcto hablar de “acción de amparo”, “acción de condena”, “acción declarativa” o “acción
penal”, pues la acción no admite diversidad.

Lo mismo ocurre con el proceso, pues, al ser la confluencia de acción y jurisdicción, el


proceso se presenta como único e indivisible.

Lo que varía en cada una de ellas será su contenido o forma:

Mientras la jurisdicción es una, la competencia puede ser múltiple y variable.

Mientras la acción es una, la pretensión puede variar dependiendo de la petición que


hagan las partes.

Por último, el proceso es uno, son los procedimientos los que pueden ser variables y
múltiples.

C. Los Elementos del Acto Jurisdiccional

La jurisdicción se manifiesta externamente en un acto jurídico cuyos efectos sobre los


justiciables van a variar dependiendo del asunto de que se trate; no obstante, en todo acto
jurisdiccional pueden señalarse: a) La forma en que la jurisdicción se manifiesta, y b) el
contenido con efectos jurídicos.

1. Forma de la jurisdicción

La jurisdicción (Couture) tiene elementos formales, de carácter externo que permiten


indicar su presencia, es decir, se indaga sobre los elementos que deben estar presentes
para concluir que se trata de un acto jurisdiccional.

1. La presencia de unos sujetos cualificados: las partes (esto es, actor y demandado;
hoy día debería hablarse de “interesados”) y el juez.
2. La existencia de un procedimiento: La jurisdicción, dice Couture, opera con arreglo
en un método de debate que se denomina procedimiento.

2. Contenido y función de la jurisdicción


La visión clásica de la jurisdicción determinaba su contenido por la existencia de un
conflicto con relevancia jurídica que es necesario decidir mediante resoluciones
susceptibles de adquirir autoridad de cosa juzgada (carácter material del acto).

La cosa juzgada pertenece a la esencia de la jurisdicción, es decir, si el acto no


adquiere tal fuerza de cosa juzgada no es jurisdiccional y, si no hay cosa juzgada,
entonces tampoco hay jurisdicción.

Esa doctrina afirmó que la jurisdicción voluntaria no era propiamente jurisdiccional sino
una actividad propiamente administrativa seguida por los tribunales. Sin embargo, la
teoría contemporánea del Derecho procesal advierte que debe precisarse lo que se
entiende por cosa juzgada pues si se refiere a lo decidido en el marco de una controversia
entonces la doctrina adolece de ciertos defectos:
1. Existen determinados asuntos jurisdiccionales donde no hay propiamente “cosa
juzgada” sino más bien una cosa por juzgar, como sería el procedimiento por
retardo perjudicial.
2. En la “ejecución de las sentencias” no hay cosa juzgada pues esto es propio de la
sentencia en sí misma y, sin embargo, nadie duda del carácter jurisdiccional de la
ejecución.

Si, en cambio, pensamos que la “cosa juzgada” se refiere al “contenido” de un juicio


cualquiera que sea, en presencia o no de conflictos, entonces no hay problema en aceptar
que el contenido de la jurisdicción sea un acto con autoridad de cosa juzgada. La
procesalística contemporánea aspira, en cambio, situar el contenido del acto
jurisdiccional, no por la solución a un conflicto, sino a la tutela definitiva de un interés.
En este sentido, no hay acto jurisdiccional que no tenga a su vez, una cosa juzgada
(objeto de juicio) y podría reputarse como jurisdiccional tanto el retardo perjudicial como a
la jurisdicción voluntaria.

D. Los momentos de la Jurisdicción


En este epígrafe se aborda el fundamento constitucional de la jurisdicción y sus
diversos momentos durante el procedimiento.

1. Fundamento de la jurisdicción
La jurisdicción forma parte del Derecho constitucional procesal en el sentido que
encuentra su fundamento en la forma de organización del Estado (ejercicio de soberanía)
y se desarrolla a lo largo del proceso.
a. Si la soberanía reside en el pueblo y la jurisdicción es una manifestación de esa
soberanía, se entiende que la potestad de administrar justicia emana, también, del
pueblo. He aquí su fundamento constitucional.

b. Si la jurisdicción implica la tutela de derechos e intereses a través de un


proceso el cual se le reputa como consustancial, entonces adquiere una dimensión
procesal, puesto que no podrá ejercerse la función jurisdiccional sin que exista un
proceso con todas las garantías que consagra el Derecho constitucional procesal;
c. La jurisdicción, como toda función del Estado, está sometida a la ley, lo cual
nos coloca en presencia del principio de legalidad judicial, en el sentido de que,
para conocer de los asuntos y causas, los jueces deben sujetarse no sólo a la
competencia establecida por ley sino también a la regulación procedimental
(Art. 12).

La Jurisdicción y la Competencia - Diferencias


 La Jurisdicción es la función de administrar justicia que corresponde al poder
Judicial, mientras que la competencia es el modo o la manera como se ejerce esa función.

 La jurisdicción es la facultad general, mientras que la competencia es la limitación


que existe sobre la jurisdicción para circunstancias concretas, es decir, conflictos con
motivo de territorio, materia, cuantía y función.
 Todos los jueces tienen jurisdicción, pero no todos tienen competencia para
conocer de un determinado asunto.

 Un juez competente es, al mismo tiempo juez con jurisdicción; pero un juez
incompetente es un juez con jurisdicción y sin competencia.

 La Jurisdicción es la investidura que la ley da al juez para que pueda administrar


justicia, mientras que la competencia, es la aptitud que tiene el juez para administrar
justicia, pero solo respecto de las cuestiones que conforme a la ley le están
encomendadas.

 La Jurisdicción es la potestad de todo Órgano Jurisdiccional de administrar justicia;


mientras que la Competencia es la distribución de esa potestad de administrar justicia
entre los diferentes jueces.

 La Jurisdicción en es el Género, mientras que a su vez la Competencia es la


Especie.

 La Jurisdicción abarca todo el territorio nacional, pero la Competencia es el límite


de la jurisdicción.

2. La cognición, decisión y ejecución

La función jurisdiccional presenta tres momentos precisos en donde se


manifiesta claramente, a saber: la cognición, la decisión y la ejecución.

La cognición tiene que ver con el conocimiento que el juez toma de la pretensión
de un justiciable; esta pretensión está constituida por un bien de la vida cuyo
conocimiento por parte del juez se hace necesario en virtud de una tutela solicitada o
invocada. La cognición se compone en su estructura, de lo siguiente:

a. Fase de alegación y contradicción: Mientras el actor plantea la necesidad de


una tutela judicial, normalmente frente a otra persona (aunque no siempre sea
así), la contradicción viene dada por la pretensión del demandado de que se
declare el Derecho en un sentido determinado. La contradicción no es esencial
para la existencia del proceso pero es indispensable para la validez de los actos
que la parte demandada haya tenido la oportunidad de alegar. Con la
contradicción se conforma lo que será el objeto de decisión del juez (thema
desidendum) y, en consecuencia, determina el objeto del proceso.
b. Fase de probación: Una vez que se ha fijado el objeto a decidir recae sobre las
partes la carga de demostrar sus afirmaciones. En todo procedimiento debe existir
una actividad probatoria.
c. Fase informativa: En muchos procedimientos se establece una oportunidad en
que las partes deben informar al juez sus respectivas conclusiones a partir de lo
alegado y probado. Es una propuesta de sentencia.

La cognición puede ser sumaria, concentrada, completa o breve dependiendo de los


lapsos que se establecen para cada una de las fases antes mencionadas.
Constituye un momento jurisdiccional la decisión que es el acto en que el juez
efectivamente “declara” el derecho en el caso concreto y ese “acto” (sentencia) se
convierte en ley entre las partes. La sentencia es pues el momento de la jurisdicción
en que la voluntad abstracta de la ley se individualiza y concreta con relación a sujetos
determinados (las partes) y con relación a un específico objeto.

Por último, la ejecución constituye el momento en el cual la decisión del juez debe
actuarse en la realidad, es decir, cuando la voluntad abstracta de la ley se inserta en la
esfera jurídica de las partes. Si el demandado es condenado entonces deberá cumplir
voluntariamente con la sentencia, so pena que el juez mediante el uso de la fuerza pública
del Estado lo coloque en una situación en la que forzosamente deberá dar cumplimiento a
la sentencia.

3. La llamada “jurisdicción preventiva”

La actividad de prevención constituye aquella actuación de los órganos jurisdiccionales


a los fines de evitar, de prevenir, que suceda un daño en la esfera jurídica de las partes
mientras se desarrolla un procedimiento. En efecto, puede ocurrir que durante el
transcurso del tiempo requerido para desarrollar la actividad de cognición y decisión,
suceda una serie de eventos que constituyan un peligro (Periculum) en los derechos de
las partes (Periculum in damni) o, también, una serie de situaciones que pone en peligro
la futura ejecución de lo que deberá decidirse (Periculum in mora).

Esta actividad ha venido a llamarse “jurisdicción preventiva” no para denotar una


“clase” de jurisdicción sino uno de sus momentos importantes. Dentro de ésta puede
diferenciarse:

1) La actividad preventiva que persigue la tutela inmediata de un derecho amenazado


de lesión (tutela preventiva propiamente dicha).

2) La actividad preventiva que persigue garantizar la futura ejecución de la sentencia


que habrá de dictarse en un proceso (tutela preventiva cautelar).

E. La Jurisdicción y las Demás Funciones del Estado

En lo relativo a los Estados contemporáneos, éstos sustentan el Estado de Derecho en


la denominada separación de poderes que, en realidad, se refiere a la separación de
funciones a los fines de evitar que todo el ejercicio del poder se concentre o quede en
manos de las mismas personas.

Desde aquella propuesta de Montesquieu sobre la separación necesaria de las


funciones hasta la norma expresa que manifiesta dicho principio en la Constitución de
1999, sin embargo, se han presentado dificultades, problemas en relación a la
diferenciación entre las funciones: legislativa, ejecutiva y judicial en razón del sistema de
colaboración que existe entre estas funciones (clásicas del Estado contemporáneo), en
consecuencia, no puede hablarse de una separación rígida de funciones sino de un
sistema de mutua pertenencia con respecto de los fines del Estado y del Derecho.

1. Jurisdicción y legislación

La labor de los órganos legislativos es propiamente la de crear leyes, de tal manera


que, la función legislativa es creación de ley, es decir, dictar normas de carácter
general para regular conductas. Esto permite que, de antemano, los ciudadanos conozcan
cuáles son las conductas permitidas (lícitas) y cuáles no lo son (ilícitas).

Estas leyes tienen como características la de ser generales, abstractas, imperativas y


uniformes y, excepcionalmente, pueden dictarse leyes para un caso concreto o para una
persona determinada. Ejemplo: La habilitación que hace la Asamblea Nacional al
Presidente de la República para que pueda dictar “decretos” con rango y fuerza de ley
(art. 203 in fine) o la ley que aprueba el presupuesto nacional anual.

Es menester señalar que es la legislación la que le fija las funciones y


competencias a los órganos jurisdiccionales. En relación con la jurisdicción podemos
señalar diversos aspectos, entre ellos:

a. La legislación elabora las leyes generales y abstractas destinadas a regular las


conductas de toda la población, mientras que la jurisdicción se encarga de dictar
normas de conducta en el caso particular y concreto, norma que debe estar
sustentada en la ley general;

b. Cuando el Poder Judicial realiza una función normativa (llamada jurisdicción


normativa) lo hace de manera temporal y provisoriamente mientras se dicta la ley
por el ente respectivo.

c. Cuando la legislación realiza la aplicación del Derecho a un caso concreto (el veto
a un ministro, el relativo a la inmunidad parlamentaria, etc.) no realiza
técnicamente la misma función que los órganos jurisdiccionales.

Dos (2) son los elementos que pudieran definir la diferenciación entre la función
legislativa y la jurisdiccional: El elemento político y la libertad formal.

1) El carácter esencialmente político del acto legislativo (la ley formal), que realizan
los diputados como representantes del pueblo, en forma libre, evidente la
diferencia de la función jurisdiccional en virtud que ésta está sujeta al mandato
legislativo y se aplica a una situación jurídica concreta.

2) La actividad legislativa se desarrolla en un marco de completa libertad


únicamente restringida o limitada por la Constitución y la voluntad soberana del
pueblo, mientras que la función jurisdiccional está adherida al bloque de la
legalidad (Constitución, leyes, reglamentos, decretos, etc.) en donde lo que se
controla es la vinculatoriedad1 en el sistema normativo.

2. Jurisdicción y administración

La función administrativa es ejercida por los órganos y entes que la Constitución y la


ley prevén; su rasgo esencial está en que la actividad está destinada a un específico
interés general y colectivo, o como dice el Maestro Cuenca, “la función administrativa se
caracteriza porque se ejerce en beneficio de la colectividad, en bien de todos”.

Respecto de la jurisdicción, pueden efectuarse los siguientes rasgos de relaciones:

1
Esta “vinculatoriedad” se refiere al hecho de que los diversos instrumentos normativos responden
a un rango de vinculación, esto es, desde la Constitución como norma suprema hasta los
reglamentos y decretos están sujetos a lo que disponga siempre la norma de rango superior.
1) La Administración tiene como elemento central y definitorio la realización de
intereses generales o públicos, y cuando satisface intereses particulares es tan
sólo porque el interés general lo permite; en la jurisdicción, también tutela el
interés general pero a través de la tutela específica de intereses privados.

2) Los órganos que ejercen la actividad administrativa están sujetos jerárquica y


funcionalmente a órganos superiores; en la actividad jurisdiccional sus órganos
son autónomos e independientes (relación de gradación por el derecho del
justiciable al doble grado de la jurisdicción).

3) Los actos administrativos pueden ser revocados, modificados o anulados por la


misma autoridad que los hubiere dictado en ejecución de la autotutela
administrativa (facultad de la Administración para ser ejercida en cualquier tiempo);
mientras que los actos de los jueces (las sentencias), cuando deciden una
pretensión, no pueden ser revocados por el propio juez que la dictó.

4) Los actos dictados por la Administración siempre son susceptibles de control por
parte de los órganos jurisdiccionales, es decir, carecen de cosa juzgada; mientras
que los actos de la actividad jurisdiccional (las sentencias) pueden adquirir el valor
de cosa juzgada cuando tal sentencia se encuentre definitivamente firme2.

Los llamados actos cuasi jurisdiccionales son verdaderos actos administrativos que se
dictan como resultado de un procedimiento administrativo y, cuyo control, es ejercido por
la jurisdicción; se trata de una actividad especial, en la cual la Administración, si bien
puede comportarse como un tercero imparcial (como el juez), el acto, como tal, nunca
podrá tener los efectos de una sentencia.

F. Diferentes Perspectivas de la Actuación Jurisdiccional

Algunos connotados doctrinarios han expuestos en sus teorías que, existen diversos
“tipos de jurisdicción” o “clases de jurisdicción”, asimismo, han contrapuesto la
“jurisdicción contenciosa” con la “jurisdicción voluntaria”, han tratado de diferenciar la
jurisdicción de Derecho y la jurisdicción de equidad y hasta han propuesto una jurisdicción
arbitral dejando a un lado la unicidad de la jurisdicción como rasgo típico de esta función
del Estado, o peor aún, afirmando que la jurisdicción es una sola y sin embargo se
pueden diferenciar tipos de jurisdicción.

A continuación, nos dedicaremos a diversas manifestaciones que son propiamente


jurisdiccionales, aun cuando se materialicen o se exterioricen de manera diferentes en
cada una de ellas. Recordemos que la manifestación jurisdiccional es realizada por unos
órganos autónomos e independientes, cuyas decisiones adquieren la firmeza e
inmutabilidad (criterio formal) y su objeto es resolver las peticiones o la tutela de los
intereses jurídicos que le planteen los ciudadanos del país (criterio material).

La Jurisdicción en la Legislación Venezolana


La Base de la Jurisdiccion, la consagra el artículo 253 de la Constitucion de la
República Bolivariana de Venezuela.

Art. 253 CRBV. La potestad de administrar justicia emana de los ciudadanos y


ciudadanos y se imparte en nombre de la República por autoridad de la ley.

2
Corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos de su
competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar o hacer
ejecutar sus sentencias (…)
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 144 del 24 de
marzo de 2000, cuyo criterio fue reiterado en sentencia N° 180 del 19 de febrero de 2004,
precisó lo siguiente:

“(...) La jurisdicción entendida como la potestad atribuida por la ley a un órgano del
Estado para dirimir conflictos de relevancia jurídica, con un procedimiento
predeterminado, siendo el órgano capaz de producir cosa juzgada susceptible de
ejecución, es ejercida por los Tribunales ordinarios y especiales….”
Naturaleza Jurídica de la Jurisdicción, según Rengel Romber
“La jurisdicción pertenece al ámbito de la Constitución, sólo en cuanto función,
como atribución de una función pública. En cambio, actuar jurisdiccionalmente, es
llevar a cabo actos proyectivos procesales. La función inquiere por la competencia del
órgano, mientras la proyectividad lo hace por la trascendencia del acto en el proceso. En
su aspecto de actos proyectivos, la jurisdicción es claramente procesal”
Los actos proyectivos procesales, son el objeto de la jurisdicción, llevar a cabo el
proyecto, dirimir el conflicto, declarar con lugar o sin lugar. Son actos proyectivos
procesales, porque todos tienen un fin, llegar a la sentencia según una hipótesis real,
cumulo de actos proyectivos (pruebas, informes de las partes, citación, contestación). En
general puede decirse que los actos proyectivos tienen como finalidad resolver los
conflictos jurídicos, al darse un conflicto, se dan los actos proyectivos.
La Jurisdicción, desde el punto de vista de su esencia misma, vista bajo la óptica
funcional que se apega a la Tutela Jurídica del Estado hacia los particulares, su
naturaleza es esencialmente constitucional, pero esa misma función de la jurisdicción
tiene como objeto central, llevar a cabo los actos proyectivos procesales, es decir, su
finalidad es resolver los conflictos juridicos, llegar a la sentencia.      
Fundamento de la Jurisdicción:
La Jurisdicción forma parte del Derecho constitucional procesal en el sentido que
encuentra su fundamento en la forma de organización del Estado (ejercicio de soberanía)
y se desarrolla a lo largo del proceso.
a.- Si la soberanía reside en el pueblo y la jurisdicción es una manifestación de esa
soberanía, se entiende que la potestad de administrar justicia emana, también, del pueblo.
De aquí su fundamento constitucional. (Art. 253 CRBB).
b.- Si la jurisdicción implica la tutela de derechos e intereses a través de un proceso
el cual se le reputa como consustancial, entonces adquiere una dimensión procesal,
puesto que no podrá ejercerse la función jurisdiccional sin que exista un proceso con
todas las garantías que consagra el Derecho constitucional procesal;  
c.- La jurisdicción, como toda función del Estado, está sometida a la ley, lo cual nos
coloca en presencia del principio de legalidad judicial, en el sentido de que, para
conocer de los asuntos y causas, los jueces deben sujetarse no sólo a la competencia
establecida por ley sino también a la regulación procedimental (Art.12).

Caracteristicas de la Jurisdicción:
1.- Autonomia: Es autónoma, ya que cada Estado la ejerce soberanamente dentro de
sus propias fronteras, no pudiendo admitirse que la jurisdiccion de un país, se extiende a
otro, ya que eso sería lesionar su soberanía e iría contra el principio de su propia
independencia.
2.- Exclusividad: Exclusiva, ya que los particulares no pueden ejercerla y cada Estado la
aplica con prescindencia y exclusión de los otros.
3.- Independencia: El artículo 254 de la Constitución de 1999, consagra la independencia
del Poder Judicial, gozando el Tribunal Supremo de Justicia de autonomía funcional,
financiera y administrativa, asignándose al sistema de justicia una partida anual variable,
no menor del dos por ciento del presupuesto ordinario nacional, para su efectivo
funcionamiento.
4.- Unicidad: Desde el punto de vista conceptual, la jurisdicción es una.
La manifestación del Poder Público es igual frente a cualquiera que sea el tipo de asunto
que se trate de resolver, bien condenando, bien absolviendo, o simplemente reconociendo
derechos o negando los mismos, como declarando la legalidad o la nulidad de un acto
administrativo, o estableciendo la responsabilidad contractual de la Administración Pública
o la de un particular. En consecuencia, también es una e indivisible, la función que se
ejercita a través de ese Poder. (Articulo 1 del CPC - Unidad de Jurisdiccion)
5.- Indelegabilidad. La jurisdiccion no puede ser delegada por quien la detenta, por ser
de orden publico.
6.- Inderogabilidad. Art. 47. LDIP “La jurisdiccion que corresponde a los Tribunales
venezolanos, según las disposiciones anteriores, no podrá ser derogada
convencionalmente a favor de Tribunales extranjeros, o de árbitros que resuelvan en el
extranjero, en aquellos casos en que el asunto se refiera a controversias relativas a
derechos reales sobre bienes inmueble situados en el territorio de la República, se trate
de materia respeto de las cuales no cabe transacción o que afecten los principios
esenciales de orden publico venezolano. Art. 47 LDIP, derogo el Art. 2 CPC.
La jurisdicción es inderogable en razón de que los particulares carecen de la
potestad, no pueden disponer o modificar las reglas jurisdiccionales, y esto es así en
razón de que la jurisdicción está íntimamente ligada a la soberanía de un país; por
ello se afirma que la jurisdicción es ejercicio exclusivo de los países en sus
respectivos territorios.
Cuando se aplica la ley extranjera, no se hace por motivos de derogación sino
porque lo dispone así el ordenamiento jurídico, concretamente los supuestos de
aplicación de la ley en el espacio, pero por voluntad de los particulares no pueden decidir
que determinado supuesto de hecho acaecido en Venezuela sea resuelto por estados
extranjeros.
Clasificación de la Jurisdicción Constitucional:
Las clases de Jurisdicción son: la Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción Especial.
Jurisdicción Contenciosa y la Jurisdicción Voluntaria. Jurisdicción de Equidad.
Jurisdicción Constitucional.

Jurisdicción Ordinaria o común y la Jurisdicción Especial:

Inicialmente existía una sola clase de jurisdicción que se denominaba fuero


común; unos mismos Jueces a quienes se le encargo la administración de justicia en
toda clase de casos y materias. Pero la complejidad de las relaciones sociales obligó a
diversificar el derecho, y así fue como aparecieron la rama civil y la penal, luego vinieron
otras ramas como la comercial, la administrativa, la laboral, etc; posteriormente ante
diversas situaciones que en varias ramas del derecho material se presentaron, se
requería de normas, principios y criterios diversos, se organizaron procedimientos
especiales y ramas de la jurisdicción especial.

A la jurisdicción ordinaria o común, civil, corresponde conocer de todos los asuntos


de su respectiva naturaleza que la ley no asigna a una especial.

La Jurisdicción Especial:

Dentro de esta Jurisdiccion especial encontramos las siguientes:

- La Jurisdiccion especial Indígena. Arts. 119 al 126 CRBV.

Ley Organica de Pueblos y Comunidades Indígenas. Arts. 1, 2, 5, 94, 130, 131 y 140.

- La Jurisdiccion especial de Protección de NN y A. – LOPNNA. Art. 1

- La Jurisdiccion especial Contencioso Administrativa.

Ley Organica de la Jurisdiccion Contencioso Administrativa. Art. 9

- La Jurisdiccion especial de la Justicia de Paz Comunal.

Ley Organica de la Jurisdiccion Especial de la Justicia de Paz Comunal.

Arts. 3 y 8 ord. 7, 8 y 9

La jurisdicción contenciosa y voluntaria .


a. Definiciones

La jurisdicción contenciosa es aquella función que realizan los


órganos de administración de justicia con el fin de resolver,
componer o solucionar una contienda, pleito, contradicción, conflicto
(litis), disputa, discusión o controversia generada por intereses
contrapuestos entre partes (relación jurídica).

La jurisdicción voluntaria es aquella función que realizan los


órganos jurisdiccionales frente a la solicitud o requerimiento de los
particulares por medio del cual se configuran situaciones jurídicas de
conformidad con la Ley.

La nota característica de de estos procedimientos es la ausencia de conflictos o


controversias; se trata de necesidades de las personas en las cuales sin la intervención
de los órganos jurisdiccionales no es posible que se forme la situación jurídica ni podrán
esperarse los efectos jurídicos de cada uno de los supuestos. En la jurisdicción
voluntaria no existen conflictos ni tampoco partes controversiales y el juez sólo
interviene para dar autenticidad a un acto, una relación jurídica, o verificar el
cumplimiento de una formalidad. La norma marco dispone:
Artículo 895. El juez, actuando en sede de jurisdicción voluntaria,
interviene en la formación y desarrollo de situaciones jurídicas de
conformidad con las disposiciones de la ley y del presente Código.

b. Naturaleza de la jurisdicción voluntaria


1) Carácter no jurisdiccional: hay quienes sostienen que la jurisdicción voluntaria no
es jurisdicción; sin embargo, no precisan la categoría jurídica a que pertenece, por
lo cual se presume que es administrativa.
2) Naturaleza administrativa: por otro lado, otro grupo de autores sostienen que se
trata de una actividad administrativa por carecer de contradictorio, es decir, por la
ausencia de conflicto o controversia.
3) Actividad genuinamente jurisdiccional: por último quienes sostienen que se trata de
una actividad realizada por los jueces; es decir, la independencia judicial es el
criterio rector de la jurisdicción. Micheli, indica que donde hay un proceso e
interviene un juez, como órgano imparcial e institucionalmente indiferente respecto
del efecto jurídico, allí hay jurisdicción; de modo que, siendo la jurisdicción
voluntaria una actividad desplegada por órganos jurisdiccionales, debe reputarse
como jurisdiccional; de modo pues que no es el principio contradictorio lo que
define a la jurisdicción sino (en todo caso) cualificante de los procesos.
4) La jurisdicción voluntaria como un tipo de procedimiento: por último, para otro
sector de la doctrina, debe abandonarse definitivamente la idea de que la
jurisdicción se reduce a resolver o componer “conflictos” o “controversias” entre
particulares, o particulares y el Estado; según hemos visto, la jurisdicción se ofrece
en forma de un servicio público para que los ciudadanos (e incluso el Estado
mismo) puedan encontrar pronta respuesta a la tutela de derechos e intereses; a
tenor del artículo 26 constitucional. En este sentido se afirma que la jurisdicción es
única e y el hecho de que se ejerza frente a un conflicto entre particulares o no, lo
que caracteriza es el “tipo” de procedimiento que debe seguirse pero ello no
desnaturaliza el carácter jurisdiccional de la función que se ejerce.

Lo “contencioso” o “voluntario” responde más bien a una característica de los


“procedimientos”, esto es, lo que realmente se presenta como “contencioso” o no, son
las diversas pretensiones que se conocen y deciden en un procedimiento determinado.
Desde esta perspectiva pueden distinguirse:

a) Procedimientos de carácter contencioso: los cuales están constituidos por lo


que la doctrina denomina “jurisdicción contenciosa”, haciendo la salvedad de que
lo “contencioso” es una característica de la pretensión deducida en el
procedimiento y no de la jurisdicción misma;

b) Procedimientos de carácter no contencioso: donde ciertamente no existe


“conflicto” ni “controversia” pero la decisión que allí se dicta posee los rasgos de
los procedimientos contenciosos, cuales son la cosa juzgada y la inmutabilidad de
la sentencia, tales son los casos del divorcio por mutuo consentimiento, la nulidad
del matrimonio, las demandas de nulidad de las leyes, entre otros;

c) Procedimientos de carácter voluntario: donde tampoco existe “contención” y las


decisiones que se dictan pueden ser revisadas cuando cambien las circunstancias,
serían los procedimientos de la llamada jurisdicción voluntaria.

- La jurisdicción de equidad y la jurisdicción de Derecho


Jurisdicción de equidad: Es aquella facultad por la cual los jueces
pueden decidir un asunto, controvertido o no, siguiendo las reglas
de la racionalidad y su prudencia3, sin estar sujetos a las
disposiciones legales que regulen la materia.
En nuestro país el juez decide con base a la equidad bajo dos consideraciones:
a) cuando la propia ley le permita al juez decidir con base en la equidad; y b) cuando la
aplicación de la equidad es solicitada por ambas partes (art. 13 del CPC). En todos los
demás casos, la regla general es que “el juez debe atenerse a las normas de Derecho”
(art. 12 del CPC).

Jurisdicción de Derecho: Es aquella obligación que posee el juez


de asumir el resto de las actividades jurisdiccionales, es decir, su
estricta sujeción a las reglas de Derecho.

- La jurisdicción arbitral

La jurisdicción arbitral constituye aquellos supuestos, causas,


juicios, controversias o solicitud cuya “solución” o “decisión” se
encarga a los árbitros4, los cuales pueden asumir tres modalidades:
a. Cuando el arbitraje es de carácter civil, de conformidad con los artículos 608 y ss.
Del CPC;
b. El arbitraje comercial regulado por la Ley de Arbitraje Comercial;
c. El arbitraje laboral, que puede ser voluntario u obligatorio que se da para resolver
los conflictos colectivos de trabajo y una vez que se ha agotado la fase de
conciliación.
- La Jurisdiccion Constitucional:
 Definición, según el constitucionalista venezolano, Humberto J. La Roche, quien
indica: “La Jurisdicción Constitucional puede definirse como un procedimiento legal cuyo
propósito radica en garantizar directamente la Observancia de la Constitución”
 La exposición de motivos de la Constitución de 1999, expresa que: “ el control
concentrado de la constitucionalidad de las leyes y los demás actos de los órganos que
3

4
Los árbitros también son jueces especiales designados por las partes. Tipos de árbitros: árbitros
de Derecho: son aquellos que sólo pueden seguir el procedimiento establecido en la ley y en sus
sentencias deben atenerse a las disposiciones de derecho. Estos sólo pueden ser abogados en
ejercicio. Árbitros arbitradores o árbitros de equidad: Son aquellos que pueden obrar con
entera voluntad según les parezca más convenientes a las partes, quienes deciden al inicio
resolver sus diferencias con base a la equidad. Éstos pueden ser cualquier persona aunque no sea
abogado.
ejercen el Poder Público dictados en ejecución directa e inmediata de la
Constitución....corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo” ...

“La exclusividad de la Sala Constitucional en el ejercicio de la jurisdicción constitucional,


implica que sólo a dicho órgano le corresponde ejercer el control concentrado de la
constitucionalidad de las leyes y demás actos de los órganos del Poder Público dictados
en ejecución directa e inmediata de la Constitución”.

LA INDEROGABILIDAD CONVENCIONAL DE LA JURISDICCION

La jurisdicción es inderogable en razón de que los particulares carecen de la potestad,


no pueden disponer o modificar las reglas jurisdiccionales, y esto es así en razón de que
la jurisdicción está íntimamente ligada a la soberanía de un país; por ello se afirma que la
jurisdicción es ejercicio exclusivo de los países en sus respectivos territorios.

Cuando se aplica la ley extranjera, no se hace por motivos de derogación sino porque lo
dispone así el ordenamiento jurídico, concretamente los supuestos de aplicación de la ley
en el espacio, pero por voluntad de los particulares no pueden decidir que determinado
supuesto de hecho acaecido en Venezuela sea resuelto por estados extranjeros.

EL ORGANO JURISDICCIONAL

El ejercicio de la función jurisdiccional que corresponde al Estado se realiza a través


de los órganos jurisdiccionales u órganos de la administración de justicia, a los cuales
esta confiada dicha atribución por la Constitucion y por la Ley

Del órgano jurisdiccional se puede hablar en dos sentidos: uno objetivo y otro
subjetivo.

  En el primer sentido objetivo, (referido a los Tribunales). El órgano es la esfera de


poderes y deberes objetivamente preestablecida por la ley para el ejercicio de la función
jurisdiccional. Son así órganos jurisdiccionales el TSJ y los demás tribunales que
determina la ley.

  En sentido subjetivo (referido al juez (a) como sujeto del proceso, el órgano es la
persona física que obra en nombre del tribunal para el ejercicio de la función
jurisdiccional

Para Arístides Rengel Romberg “La competencia subjetiva se define como la absoluta
idoneidad personal del juez para conocer de una causa concreta, por la ausencia de toda
vinculación suya con los sujetos o con el objeto de dicha causa”

La competencia Subjetiva: La Inhibición - La recusación


Definición: “Con el término competencia subjetiva se quiere aludir a la aptitud formal y
subjetiva, y la idoneidad que deben reunir los funcionarios judiciales (jueces, secretarios,
peritos, expertos, etc.) para cumplir de manera imparcial e independiente las respectivas
funciones que tienen atribuidas por la ley, en un proceso judicial determinado o
específico” (Rafael Ortíz Ortíz).

Competencia subjetiva y debido proceso


  El fundamento de la competencia subjetiva tiene rango y jerarquía constitucional,
concretamente sobre dos aspectos:

a) la garantía de ser juzgado por un juez natural (art. 49, ord.: 4º CRBV) y

b) la garantía que debe ofrecer el Estado de una justicia imparcial, idónea, transparente,
equitativa (art.: 26 CRBV) y, sobre todo, un deber ético que el Estado y, dentro de esta
noción del Poder Público en todas sus manifestaciones, debe constituir como base de su
ordenamiento y de su actuación (art.: 2 CRBV). “Teoría General del Proceso”. Autor:
Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 263.

LA INHIBICIÖN “Es aquella manifestación unilateral y espontánea principalmente del


juez, pero en general, de cualquier funcionario judicial, que consiste en tener razones que
le restan imparcialidad, objetividad o cualquier otra circunstancia que de alguna forma
impidan o alteren la idoneidad de la función jurisdiccional que desempeñan” (Rafael Ortíz
Ortíz).

1.- Base legal: Artículos 84 y 90 del Código de Procedimiento Civil (CPC).

2. Causas o motivos de inhibición. Las causales de inhibición y recusación son


numerosas en el Derecho procesal y están previstas en el Artículo 82 del Código de
Procedimiento Civil. Son exactamente las mismas previstas para que las partes o los
terceros intervinientes en un proceso puedan “recusar” a un funcionario judicial.

3.- Clasificación

Los diferentes motivos de inhibición y recusación se pueden clasificar atendiendo a


dos (2) criterios muy generales:

a) Aquellos que se refieren a la relación del juez o el funcionario con alguna de las partes
o con ambos; y
b) Aquellos que se refieren a la vinculación de los mismos funcionarios con lo que es el
objeto de la sentencia o el interés jurídico sustancial cuya tutela se pide en el proceso.

4.- Aspectos procesales, aspectos de carácter procesal de la institución de la inhibición


éstos son: la legitimación y la oportunidad y forma.

- La legitimación alude a quién puede solicitar la inhibición y quién tiene el deber de


inhibirse.

La inhibición, sólo está referida al agente, es decir, a las personas que tienen el
deber de tal inhibición.

Personas legitimadas para Inhibirse. Art. 84 CPC. 1) Los jueces, quienes tienen
deberes generales y concretos de imparcialidad. 2) El secretario de tribunal; 3) Jueces
asociados, alguaciles, jueces comisionados, asesores, peritos, prácticos, intérpretes y
demás funcionarios ocasionales.

La oportunidad y la forma de la inhibición están reguladas en el Código de


Procedimiento Civil en su artículo 84. (Norma rectora)

La oportunidad para realizar la inhibición es el mismo momento en que el funcionario


tenga conocimiento de que existe algún motivo, por ello la oportunidad varía dependiendo
del funcionario (si se trata de peritos, prácticos, alguaciles, etc.).

  En cuanto a la forma, la declaración tiene que hacerse en un acta en la cual el


impedido deberá expresar claramente las circunstancias de hecho relativas a tiempo,
lugar y modo que cualifican la situación, así como de aquellas que impiden su actuación
en un proceso determinado.

5.- Procedimiento. La inhibición tiene carácter procesal porque implica la existencia de un


procedimiento que se inicia con el acta de inhibición y continúa con el allanamiento y la
decisión.

a. El allanamiento

 1) Precisiones conceptuales


  “El allanamiento es el acto por el cual la parte contra quien obra el impedimento, o
ambos litigantes, aceptan expresamente y por escrito, que el funcionario continúe
interviniendo en el pleito” (rectius: proceso). (Ricardo Henríquez La Roche).

 Base legal: Artículos 85 y 86 del vigente Código de Procedimiento Civil.

Características centrales de la figura del allanamiento:

a) Tanto el allanamiento como la contradicción deben hacerse dentro de los dos (2)
días siguientes a la declaración de la inhibición del funcionario (art. 86 CPC).

b) Debe manifestarse en acta firmada ante el secretario del tribunal (arts. 86 y 106
CPC); en caso de que el inhibido sea el secretario, el acta debe ser levantada con la firma
del juez de la causa.

c) El allanamiento puede ser manifestado por la parte o por el apoderado, pues éstos
no requieren de autorización especial para prestar su consentimiento en este caso (art. 85
in fine del CPC).

2) La contradicción

  “Es la manifestación de voluntad de la parte frente a la cual obra la inhibición de no estar


conforme con la declaración del funcionario, sea por falsedad de tal declaración o por
inexistencia de algún motivo que justifique la separación del funcionario”. (Rafael Ortíz
Ortíz).

  La diferencia central entre el allanamiento y la contradicción radica en que el


allanamiento supone la voluntad de la parte contra quien obra la causal de que el
funcionario continúe interviniendo en la causa y en tal caso se acepta la existencia del
motivo invocado por el inhibido, mientras que la contradicción, supone un rechazo a la
causa invocada por el funcionario para inhibirse. “Teoría General del Proceso”. Autor:
Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 278.

Art. 89. - Competencia para conocer la incidencia.

- Art. 88. - Decisión sobre la inhibición (solo se declarara con lugar si se cumplen
los dos extremos indicados en el referido artículo).

Procedimiento: Pasa el Juez correspondiente a juzgar solamente sobre la legitimidad, es


decir los dos extremos del Art. 88.
Sujetos. Forma y Tiempo

Art. 82 CPC.- Sujetos y causales de recusación. (Sujetos los funcionarios judiciales)

Art. 92 CPC.- Forma de proponer la recusación. Art 90 CPC.- Tiempo- Termino para
recusar.

La incidencia de Recusación. Art. 96 CPC.- Procedimiento.

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