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1. Introducción
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probables, exámenes complementarios, consulta, diagnóstico definitivo, tratamiento y
seguimiento de la evolución, etcétera.
La Historia Clínica como documento es: 1) el objeto que representa una
manifestación del pensamiento del médico que lo expide, con prescindencia de la
forma en que esa representación se exterioriza (manuscrita o informática); 2) es un
documento informativo, mediante el cual, el médico deja constancia de una
determinada situación de hecho de naturaleza médica correspondiente a la persona
del paciente; 3) desde el punto de vista jurídico procesal, la "H.C." es un documento
meramente probatorio, ya que constata la existencia de hecho del estado de salud -
enfermedad de una persona, respecto del cual la ley no exige una forma
determinada; 4) Cuando la "H.C." es expedida por un médico de una institución
sanitaria privada, tiene la naturaleza jurídica de documento privado, carece de valor
probatorio hasta tanto se acredite la autenticidad de la firma que figura en ella, sea
mediante el reconocimiento (expreso o tácito) de la parte a quien se atribuye o
mediante la comprobación que puede realizarse por cualquier clase de pruebas, entre
las cuales el cotejo de letras es la que mayor eficacia reviste, y, 5) parte de la
doctrina dice, en cambio, que cuando es expedida en un ente asistencial público, la
historia clínica adquiere la calidad de documento público; a su vez, se ha dicho que la
"H.C." no esta comprendida dentro de la enunciación del art. 979 del Código Civil que
define a los instrumentos públicos (C.S. Bs. As. , 13/06/1972, in re "Suarez de
Rigueiro, María"); 6) es un documento de forma libre, o del cual, la legislación no
exige forma determinada.
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términos y expresiones que la ley requiere para que un acto jurídico sea válido y
perfecto.
En el régimen legal argentino, al no exigirse forma determinada para
confeccionar la historia clínica, puede distinguirse, entre el instrumento (la
constancia escrita) y su soporte (papel o un registro informático). Así, la
historia clínica puede estar en un papel, en un disquete o en cualquier otro
medio.
El médico debe escribir en la "H.C.", de manera detallada y ordenada, todos los datos
relativos a la salud - enfermedad de una persona.
De este deber (obligación de hacer; de transcribir) del galeno surgen las siguientes
notas:
1. Obligatoriedad: La ley 17.132 impone al Director Medico el "... adoptar los recaudos
necesarios para que se confeccionen Historias Clínicas de los pacientes y que se utilicen
en las mismas las nomenclaturas de morbilidad y mortalidad establecidas por las
autoridades sanitarias así como adoptar las medidas necesarias para una adecuada
conservación de las Historias Clínicas y de que no se vulnere el secreto profesional."(art.
40 incs. i) y m).
Esta obligación impuesta por la ley al director médico, podrá ser delegada –bajo firma- por
este en los médicos Jefes de servicio, pero a quienes él deberá supervisar y controlar.
Como todo establecimiento asistencial debe a tener a su frente y como responsable a un
Director Médico, se colige la obligatoriedad de todo establecimiento sanitario (público o
privado) de la confección de la "H.C." de cada paciente.
2. Claridad: La "H.C.", por excelencia, es el documento de seguimiento del proceso médico
del paciente. Su correcta, clara y minuciosa redacción llevara a una cristalina lectura e
interpretación por parte de terceros. Si se usan abreviaturas, las mismas deben ser las
usuales en el lenguaje médico, y no obstante, se debe explicar el sentido de ellas, pues la
"H.C." podrá ser leída por personas no estrenadas en el léxico técnico médico (el Juez por
ej.). En definitiva, es aconsejable que la "H.C." sea redactada con prolijidad, con buena
letra, a los efectos de que todas las personas (no solamente las no médicas) puedan leer e
interpretar sin dificultad la escritura en ella redactada.
La "H.C." debe ser redactada por el médico personalmente; y su adulteración ex profeso
puede constituir un ilícito penal (art. 292 y sig. del C.P.).
3. Autosuficiencia: El contenido de la "H.C." debe reunir la característica de autosuficiencia;
es decir, debe satisfacer el requerimiento de índole médico que exige poder seguir la
Historia (el proceso) del estado de enfermedad del paciente, desde el principio hasta el fin
(alta o fallecimiento). En ella debe constar todo lo que hace a la actuación del médico en
relación con la persona (todos los datos personales del paciente) y a las prácticas médicas y
al tiempo (describir de manera secuencial, circunstanciada y precisa, día y hora de todo
estudio, examen, etc., efectuado al enfermo), es decir completas y ordenadas.
La Jurisprudencia se ha expedido sobre la "H. C." sosteniendo que este documento médico
es la mejor fuente de información para evaluar la calidad de la atención médica brindada
al paciente (Cám. Civ. y Com. Morón, Sala II, 28/2/91, JURIS, 87-168). También hay
numerosos fallos jurisprudenciales que se volvieron en contra del galeno pues se trataba de
"H.C." "irregularmente confeccionadas", o "mal llevadas", o "prácticamente inexistente", o
"plagada de deficiencias y de omisiones", etcétera.
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En el tercer Congreso Internacional sobre Derecho de Daños (mayo de 1993), se propuso
que a través de la modificación de un artículo de la Ley 17.132 -y su reglamentación-, se
estableciera la obligatoriedad de la confección de la historia clínica basándose en un
modelo que contenga principios básicos como: complejidad, legibilidad, veracidad,
integridad de la documentación, temporalidad, sin siglas o abreviaturas y firma y
aclaración de todos los intervinientes.
4. Cronológicas o secuenciales: deben contener una descripción de manera secuencial,
circunstanciada y precisa de todos los datos, tanto anteriores, personales y familiares, como
actuales del paciente, diagnóstico, estudios y exámenes efectuados, tratamientos y
medicamentos suministrados, consentimientos, etc.
5. Atribuibles si un registro clínico pretende ser fiel al hecho de que existen opiniones
dispares acerca de un determinado signo, síntoma o patología, es necesario que
dichas opiniones puedan ser atribuidas a diferentes médicos (este problema queda
adecuadamente resuelto mediante la firma de cada médico interviniente y la fecha del
registro).
6. Fecha y Firma: Por tratarse de un documento, la "H.C.": "debe" ser firmada o inicialada
(por el propio médico, aclarando nombre y apellido y matricula, a los efectos de que luego
pueda ser reconocido o negado su contenido) y fechada (ante cada intervención médica), a
los fines de correlacionar cronológicamente los hechos de naturaleza medica.
7. Folio: Esta no es una práctica común en la confección de las "H. C." por parte de los
facultativos. Para un seguimiento ordenado de cada uno de los sucesos que componen la
historia del paciente, y a los efectos de demostrar que los actos médicos volcados en la "H.
C." son todos aquellos con relevancia médica y que coinciden con el obrar médico respecto
del paciente en cuestión, esta debería ser foliada hoja por hoja.
La falta de legislación específica no quita que las H.C. estén sujetas a los principios
generales del Derecho. La jurisprudencia – fallos de los tribunales - y la doctrina han
reglamentado de alguna manera las H.C. Existe una vasta jurisprudencia, sobre todo en
materia de responsabilidad de los profesionales de la salud por mala praxis, de la que
pueden extraerse determinadas pautas a las que debe sujetarse la H.C. como medio de
prueba.
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l. Aparato digestivo, urinario, nervioso, etc.;
m. Evolución y seguimiento pormenorizado aunque sintético;
n. Tratamiento y evolución diaria u horaria según la evolución del cuadro, inclusive
sábados, domingos y feriados sí el enfermo esta grave;
o. A mayor gravedad mayor dedicación médica;
p. Espacios destinados al "consentimiento informado": a notificaciones al paciente, o,
al representante legal o, a los familiares directos o, al familiar a cargo (con espacio
para la firma del paciente o de quien lo represente).
q. Requerimiento, en su caso de la autoridad policial, identificación del agente y
seccional.
Conservación.
El decreto 6216/67, en el inciso "m" del art. 40, prescribe como deber del Director
Médico, el "adoptar las medidas necesarias para una adecuada conservación y archivo de
las historias clínicas y de que no se vulnere el secreto profesional".
La resolución 648/86 M.S. y A.S. prescribe el plazo de conservación de la "H.C." en 15
años, para los distintos establecimientos asistenciales privados autorizados por la
Autoridad Asistencial Nacional. En el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el
mismo plazo fue fijado por el decreto 4182/85. En las jurisdicciones provinciales en que
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no exista normativa al respecto, la resolución nacional puede aplicarse por analogía, o en
su defecto, aplicarse el plazo de prescripción decenal para las acciones por
responsabilidad profesional. Los plazos señalados se cuentan a partir de ocurrido el
fallecimiento o del alta del paciente. La resolución 648/86 tiene carácter administrativo.
En cuanto a la responsabilidad profesional, en virtud del vinculo contractual médico-
paciente, rige el plazo de prescripción, que es de 10 años.
Propiedad
Sobre la "H.C." tienen derechos el ente asistencial y el paciente; este –tiene dicho la
doctrina- tiene derecho a conocer el contenido de la misma, teniendo libre acceso a su
"H.C."; Vázquez Ferreyra considera que seria aconsejable suministrar a cada paciente,
una vez dado de alta, una copia certificada de la "H.C.". A este respecto, hay que señalar
que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mediante la ley 153, se estableció la
obligatoriedad de entregar al paciente -al producirse el alta de este- la documentación
que refleje el contenido de la historia clínica; Lorenzetti sostiene que la propiedad de la
"H.C." es de quien la elabora, pero lo fundamental es que el paciente es el propietario de
los datos insertados en ella, pudiendo acceder a ellos a través del Hábeas Data (art. 43,
apartado 3, C. N.). El Código de Etica de la Confederación Medica de la República
Argentina (COMRA) (1955), establece normativas respeto a la documentación médica
.
Hábeas Data
El hábeas data es un derecho reconocido, individualizado y protegido por la Constitución
Nacional (y, en referencia al tema que tratamos), mediante el cual una persona puede
acceder a la información que sobre ella conste en una Historia Clínica.
Así, la acción de hábeas data es una modalidad de amparo que permite al paciente
acceder al conocimiento de los datos que consten en los registros médicos, e
incorporarlos al proceso judicial. Análogamente, hábeas data significa "que tengas los
datos" o "que vengan los datos" o, "que tengas los registros"; es decir, tomar
conocimiento el paciente (su abogado y el juez), de datos médicos propios en poder del
médico o de la institución sanitaria. De tal modo, el paciente procederá al contralor del
contenido de la "H. C."
El "hábeas data" esta contenida en el tercer apartado del art. 43 de la Constitución
nacional, que dice así.
"Art. 43 CN.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo,
siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja,
altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías
reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá
declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva".
(tercer apartado) "Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento
de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos
públicos, o privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o
discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de
aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística".
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5. ¿Puede llevarse una H.C. informatizada?
Con el avance de la tecnología en los últimos tiempos, el sistemas no sólo podrá contener
la narración de eventos, sus diagnósticos y tratamientos asignados, sino que también
podrá almacenar las imágenes de estudios (v. gr. radiológicos), videos (v. gr.
ecocardiogramas), correo electrónico para poder realizar interconsultas, entre otras
cosas.
Una de las funciones del Sistema de Historias Clínica Computarizadas, será optimizar la
realización de estudios específicos para evitar la duplicación de los mismos, generando de
este modo para la entidad prestadora.
Otra de sus funciones, será su capacidad de resolución de comunicación de información
para que la presentación de la misma sea lo más clara posible, facilitando su portabilidad
a otros programas utilitarios que permitan realizar cruces de información, generación de
cuadros estadísticos, etc.
La tecnología actual permite que un sistema como este, pueda acceder a la misma
información desde distintos puntos y al mismo tiempo.
Esto hace que si un paciente visita a distintos médicos en un mismo día, cada médico
puede tener acceso a su Historia Clínica, con lo cual se facilita el conocimiento del
paciente tratando y se mejora la calidad de las prestaciones ofrecidas, además de evitar
el traslado físico de la misma y su posible y su posible manoseo y extravío.
En principio, en ambas se debe buscar que contemplen las criticas vertidas por la doctrina y la
jurisprudencia (expuestas "ut supra"); y que, primariamente, contengan la integridad de la
información; que se preserve el secreto médico; y que se cumpla con el requisito de la "firma" del
médico actuante.
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Requisitos que -tentativamente- debe cumplir una Historia Clínica
Informatizada
Se parte del principio de libertad de formas: cuando la ley no exige una forma determinada
para los actos jurídicos, las partes pueden elegir la forma que consideren conveniente (Código
Civil).
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La H.C. llevada mediante registros informáticos cumple con los requisitos de claridad y
autosuficiencia antes expuestos.
El problema se suscita con los principios de cronología y atribuibilidad pues, hasta ahora,
la forma en que estos principios se materializan a los fines probatorios es mediante la firma del
profesional responsable en cada registro y la expresión de la fecha.
En los sistemas informáticos pueden programarse códigos que aseguren la autoría de quien
realiza los registros (firma digital, encriptamiento, claves de acceso a la información personalizada
etc.) y de esta forma cumplir con la atribuibilidad antes indicada. En la Argentina, los sistemas de
firma digital que funcionan en determinadas organizaciones solamente tienen eficacia interna; esto
es, los instrumentos y las comunicaciones que se generan de ese modo no tienen fuerza probatoria
frente a terceros ajenos a la organización. Ello cambiará cuando se sancione alguno de los
proyectos de ley que existen sobre la materia.
Aun en ausencia de una ley sobre firma digital, opinamos que la H.C. llevada mediante
registros informáticos cumple con el requisito de “atribuibilidad” en la medida en que el sistema
utilizado asegure que las H.C. cumplen con las exigencias de ser claras, autosuficientes,
cronológicas o secuenciales y atribuibles. Si estos atributos son cuestionados por la contraparte en
un juicio, los mencionados caracteres de la H.C. deberán ser comprobados por una pericia
informática.
Asimismo, a fin de reforzar el valor probatorio de la H.C.I es conveniente adoptar alguna
medida de seguridad adicional, esto es, por ejemplo, el deposito de un back-up de las H.C.I en una
escribanía durante 10 años (plazo de prescripción de las acciones fundadas en relaciones
contractuales), con lo que se elimina la sospecha de una alteración posterior a la fecha en que se
depositó notarialmente dicho back-up.
Deterioro de la H.C.
Pérdida de información contenida en la H.C., en el trasiego de una consulta a otra
(por el paciente, acompañantes o por el personal de la salud)
El cambio de información de una H.C. a otra (al caerse un complementario o una
hoja de la H.C. se puede introducir en otra por equivocación y después extraviarse),
induciendo al error o a la repetición innecesaria de complementarios.
La pérdida de la H.C. completa
La adulteración de la información, por parte del paciente o familiares.
Duplicación de prescripciones tanto terapéuticas como de complementarios (con el
ahorro subsecuente a la economía).
El problema de la ilegibilidad de algunas H.C.
Los problemas inherentes al hecho de tener que archivar las H.C. basadas en papeles
(ubicación y espacio).
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evaluar en cada caso, pero el mensaje concreto es que no se puede trabajar en ningún
sistema sin tener en cuenta este tema.
Disponer de un sistema de seguridad de información implementando los MSI
(Mecanismos de Seguridad e Inviolabilidad) y control de modificaciones de campos, es un
aspecto fundamental que el sistema debe garantizar para cumplir con la lógica médica,
jurídica e informática. Los sistemas que no cuenten con un mecanismo de seguridad para
evitar modificaciones pueden llegar a no ser reconocidos como un instrumento legal.
Argentina no cuenta con una ley sobre almacenamiento de información en medios no
tradicionales, esto, de alguna manera, impide la evolución de estas tecnologías por el
valor probatorio excluyente que tiene los documentos en papel. Las leyes suelen ir detrás
de los hechos, la propia dinámica social le imprime ritmo a las cosas que los legisladores
tardan en asimilar. Esto no es una crítica a la función legislativa, sino su propia razón de
ser.
Al igual que la justicia, que actúa generalmente “hacia atrás”, los legisladores
deben actuar en función de hechos que suceden y que es preciso regular, ordenar y, en
algunos casos, fomentar o prohibir. De acuerdo a esta concepción, el tiempo de legislar
no debe ser necesariamente el menor, pero si el adecuado, sin riesgo de reglamentar
sobre todo tratándose del uso de la tecnología.
Disponer de un sistema de seguridad de información implementando los MSI
(firma electrónica, encriptamiento, claves de acceso a la información personalizadas, PGP
y control de modificaciones de campos) es un aspecto fundamental que el sistema debe
contemplar.
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7. Conclusiones preliminares en el camino hacia la Historia Clínica Informatizada.
8. Anexos
El Hospital de Niños "R.Gutierrez" contribuye como un servicio con este texto que intenta
motivar el uso de Standards para facilitar la comunicación en el ámbito de la salud. Se detallan
algunas de las normas mas difundidas y los organismos que las emplean en Argentina.
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La tecnología de la Información permite alcanzar mejoras en la calidad de los servicios
para el cuidado de la salud (responsabilidad, mediciones de resultados, mejores prácticas),
eficiencia (contención del costo) y equidad ( facilidad de acceso, telemedicina. Pero la falta
de Standards constituye un obstáculo para alcanzar estas metas y compartir los datos de
pacientes en forma simple.
Una mejor comunicación entre los proveedores de servicios, los organismos del
gobierno, hospitales y quien paga los servicios.
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9. Bibliografía
Este informe fue posible gracias a las siguientes fuentes:
Diferentes lugares de Internet
Cuadernos de Bioética. Ensayos .De la historia clínica tradicional a la historia
clínica informatizada. El cambio se debe dar a través de una ley.por Oscar Ernesto
Garay.
Historias Clínicas Electrónicas En Cuba, Quimera O Posibilidad Real
Mariona, F. - Chouela, E. - Rébora, N. - Luque, E. S. - Tasso, J. J. - González, S. M.
- Salinas, Rodolfo - Arzamendia, S. Derecho Médico: Historia Clínica Manuscrita e
Historia Clínica Informatizada. Medios de Prueba validos en sede judicial, Revista
de la Asociación Médica Argentina (AMA), V. III, N° 2 de 1998.
XI Congreso de Auditoria Medica. La Historia Clínica. Una forma de abordar su
evaluacion.1996
Dra .Ester Chocron. Medica Psiquiatra. Auditora Medica. Grupo ASSA. Asesor en
Hospital Universitario Austral
Dr. Jorge Insúa. Consultor Medico Internacional. Asesor de Hospital Universitario
Austral
Cdora. Mariana Tailliade. Seguridad Informática. Andersen Consulting.
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