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El General Bernard Schriever es considerado el padre de la gestión moderna de proyectos debido a su innovadora estrategia de ejecutar los diferentes elementos de los proyectos de forma concurrente y bajo una dirección centralizada. Aunque los proyectos han existido desde siempre, fue Schriever quien estableció técnicas para maximizar el uso del tiempo y los recursos. Desde entonces, la gestión de proyectos ha continuado evolucionando gracias a innovaciones como el software especializado, las metodologías ágiles y la creación de oficinas de gestión de
El General Bernard Schriever es considerado el padre de la gestión moderna de proyectos debido a su innovadora estrategia de ejecutar los diferentes elementos de los proyectos de forma concurrente y bajo una dirección centralizada. Aunque los proyectos han existido desde siempre, fue Schriever quien estableció técnicas para maximizar el uso del tiempo y los recursos. Desde entonces, la gestión de proyectos ha continuado evolucionando gracias a innovaciones como el software especializado, las metodologías ágiles y la creación de oficinas de gestión de
El General Bernard Schriever es considerado el padre de la gestión moderna de proyectos debido a su innovadora estrategia de ejecutar los diferentes elementos de los proyectos de forma concurrente y bajo una dirección centralizada. Aunque los proyectos han existido desde siempre, fue Schriever quien estableció técnicas para maximizar el uso del tiempo y los recursos. Desde entonces, la gestión de proyectos ha continuado evolucionando gracias a innovaciones como el software especializado, las metodologías ágiles y la creación de oficinas de gestión de
¿DE DÓNDE VIENE LA DIRECCIÓN DE PROYECTOS Y CUÁL ES SU IMPORTANCIA?
Ignacio Orrego C. (PMO2Win Consultores Ltda.)
Probablemente cuando el General Bernard Schriever –creador de los Misiles Balísticos
Polaris– concibió y llevó a la práctica el concepto de “concurrencia” no se le pasó por la cabeza que estaba creando toda una disciplina que de ahí en más revolucionaría la gestión empresarial a nivel mundial. Es que Schriever es considerado el padre de la Gestión de Proyectos moderna debido precisamente a este concepto que integraba todos los elementos de los planes de desarrollo de los distintos proyectos a su cargo ejecutándolos en paralelo en el marco de un solo esquema de trabajo o programa funcional. Y todo ello con un presupuesto único y bajo un modelo de dirección centralizada. Schriever emulaba de este modo un concierto en que todos los instrumentos tocan al unísono dejando entrever la melodía subyacente en la suma de sonidos concertados por la batuta del director. Aunque parezca increíble antes de esta innovación estratégica los distintos elementos de este tipo de planes se ejecutaban en forma secuencial, es decir, uno detrás del otro, aumentando el tiempo de realización y los costos asociados. Como consecuencia de este trabajo comenzaron a surgir técnicas específicas aplicadas a los proyectos, así como los histogramas y cronogramas, además de conceptos como el “ciclo de vida del proyecto” o la “descomposición en tareas”, etc. Las estrategias de Schriever fueron tan exitosas que actualmente siguen siendo utilizadas en el desarrollo de los distintos programas de la NASA, incluyendo los vuelos de los transbordadores espaciales y las futuras misiones a Marte. Obviamente no es que antes de Schriever no existieran los “proyectos” como tales, ya que éstos han existido desde siempre. Entre otras cosas, de no ser así los grandes monumentos de la humanidad jamás hubiesen visto la luz del sol. Ha de haber significado mucho esfuerzo de muchas personas durante muchos, muchos años llegar a culminar la construcción de Stonehenge, la muralla china, la pirámide de Keops, la Esfinge, el Templo de Salomón o las catedrales góticas, sólo por citar algunos ejemplos notables. En algún momento todas estas magníficas obras nacieron en la mente de alguien para luego cobrar vida después de largos procesos que incluyeron diseño, planificación, logística, construcción, acabado, etc. Es decir, la sola existencia de dichos monumentos del pasado de la humanidad es fruto de “proyectos” llevados a cabo exitosamente por sus constructores. Igualmente la conquista del mundo conocido por parte de Alejandro Magno, el descubrimiento de América, la llegada a la Luna –sólo por mencionar algunas grandes proezas del espíritu humano– fueron fruto de “proyectos” concebidos y llevados a la realidad admirablemente por sus ejecutores. En conclusión, los proyectos han existido por siempre. De hecho, cualquier obra humana, ejecutada bien o mal, es un proyecto. Pero fue Schriever quien dio el primer paso de un tipo de gestión orientado a maximizar el tiempo y los recursos –humanos, financieros y técnicos– en función de la obtención de una mayor eficiencia en todos los aspectos implicados. El siguiente paso lo dio la siempre dinámica industria automotriz que comenzó a aplicar técnicas de Gestión de Proyectos para la coordinación del trabajo de las distintas áreas involucradas en la fabricación de automóviles. Otro personaje importante que aportó su grano de arena en el desarrollo de esta disciplina fue Peter Norden, un ingeniero que a fines de los años 50 trabajaba en el Laboratorio de Investigación de IBM. Norden encontró una relación directa entre la asignación de recursos a un proyecto y el tiempo de desarrollo del trabajo a ejecutar. Se suele citar a este respecto las conclusiones que presentó en un seminario de Ingeniería de Presupuesto y Control que se efectuó en la American Management Association donde indicó lo siguiente: 1. Es posible relacionar la experiencia de proyectos pasados para mejorar la gestión de los nuevos por medio del pronóstico de costos, plazos, etc. 2. Existen regularidades en todos los proyectos 3. Es absolutamente necesario descomponer un proyecto en componentes más pequeños para maximizar la eficiencia de los pronósticos Todos estos conceptos, que hoy nos parecen completamente familiares, eran revolucionarios en los tiempos en que Nolan los formuló. A partir de los años 70 la tecnología irrumpió con fuerza por medio del desarrollo de software especialmente concebido para simplificar los procesos. Gracias a esta introducción emergió toda una línea de investigación e innovación aplicable a todo tipo de entornos: la simulación de proyectos. De ahí en más las innovaciones no pararían. Cada quien aportaba lo suyo. En años mucho más recientes llegaron, en relación al desarrollo de software especializado, las metodologías ágiles junto con la valoración del individuo y las interacciones, la flexibilidad frente a los cambios y otros conceptos asociados. Desde los años 80 la Gestión de Proyectos ha asumido el carácter siempre cambiante de la realidad cotidiana. El mundo empresarial no está al margen de la vida de las sociedades. Vivimos en un mundo caótico y no predecible, y es en este mundo precisamente que se ejecutan los proyectos. Los Directores de Proyectos modernos lo saben y se preparan para ello estando siempre alertas a las nuevas circunstancias y desafíos que plantea la realidad. En estas condiciones, la necesidad de satisfacer al cliente se ha vuelto prioritaria. Otra innovación fundamental ha sido la “humanización” del Gestor de Proyectos que ahora es un líder visible, flexible y tolerante, además de profundamente humano, que sabe que el factor más importante en la ejecución de cualquier proyecto son las personas pues son ellas quienes tienen la llave que abre la puerta del éxito o el fracaso. De ahí que uno de los requisitos fundamentales de todo buen Director de Proyectos esté en el desarrollo de habilidades en el ámbito de la comunicación efectiva. En el presente, el mayor reto proviene de la globalización y el multiculturalismo. De ahí la necesidad imperiosa del manejo de idiomas y de entender la idiosincrasia de culturas distintas de la propia, especialmente de aquellas en que se extiende el alcance de los proyectos desarrollados. Igualmente, desde finales del pasado siglo, se encuentra cada día más presente en las organizaciones la PMO (Project Managemente Office) que nace de la necesidad de profesionalizar, automatizar y consolidar el manejo de los proyectos al interior de las empresas. La función principal de la PMO es la de constituirse en un elemento integrador entre el negocio y los diferentes proyectos de la empresa reuniendo iniciativas individuales en un solo portafolio cuantificable, de fácil seguimiento y alineado a la estrategia de largo plazo de la organización. Todas estas innovaciones han sido fruto de la búsqueda consciente y deliberada de opciones por parte de quienes las han desarrollado. Todos los grandes descubrimientos de la historia han sido hechos por genios innovadores que estuvieron atentos a las oportunidades que la vida les brindaba para soltar amarrar y desplegar su perspicacia e inteligencia en demanda de resolver un problema o situación determinada de su tiempo. Así, seamos nosotros como ellos y estemos siempre listos para encontrar nuestras oportunidades en la Gestión de Proyectos. Aunque no lo parezca, siempre hay más camino por delante que por detrás en todo lo relacionado con la creatividad humana. Esta búsqueda constante de oportunidades nos llevará al éxito. Las obras más bellas del ingenio humano están aún por hacer.