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Tema

II. DERECHO Y NORMA


1. CONCEPTOS BÁSICOS
Llamamos Derecho (objetivo) al conjunto de normas que organizan el Estado y que
rigen la convivencia dentro de ese Estado1. Y llamamos derecho (subjetivo) al poder que
las normas que rigen la convivencia reconocen al individuo, el cual puede demandar la
protección del Estado (a través de los tribunales de justicia) en caso de violación de su
derecho (y de la norma que lo reconoce y regula).
La norma que rige la convivencia es un mandato obligatorio, formulado de modo
general y abstracto, es decir, dirigido a una generalidad de personas indeterminadas (los
individuos que viven en una sociedad o Estado) que quedarán determinadas, en su caso,
de cumplirse las circunstancias del supuesto de hecho.
La norma se compone del supuesto de hecho y de la consecuencia jurídica. El
primero es el acontecimiento (un hecho de la naturaleza, una determinada conducta) que
se describe y se acota y que, de producirse tal y como ha sido previsto, desencadena o
produce la consecuencia jurídica: la producción de unos determinados efectos, el
nacimiento de un derecho, la imposición de una pena, etc.
Un ejemplo de norma jurídica es el contenido en el artículo 1902 del Código civil:
el que causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, debe reparar el daño causado.
Las normas jurídicas pueden ser imperativas o dispositivas. Ambas tienen el
amparo del Estado (son coercibles), la diferencia estriba en que las primeras se imponen
en cualquier caso (la norma del artículo 1902 es imperativa), mientras que las segundas
pueden ser escogidas por los particulares para regular sus relaciones o sustituidas por
otras2, pero, si son escogidas, son tal coercibles como las imperativas.
A veces se sustituye el término Derecho (objetivo) por el de Ordenamieto jurídico.
Con esta expresión se quiere aludir a que el Derecho de un Estado determinado es un
conjunto organizado y sistemático de normas, y no un conjunto arbitrario y descompuesto
de preceptos.

2. SISTEMA DE FUENTES
Llamamos fuente del Derecho al “lugar” en que se encuentra o se expresa la norma.
Establece el artículo 1.1. del Código civil que "Las fuentes del ordenamiento jurídico
español son la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho".
La ley es la norma escrita, la norma elaborada y aprobada por el órgano legislativo
correspondiente, que puede ser el del Estado (Cortes Generales), el de una Comunidad
Autónoma (Parlamento Autonómico) o el de la Unión Europea, pues también ella emana
normas que son directamente aplicables en España.

1
A las normas que componen el Derecho se las califica de “jurídicas” (derecho=Jus-juris, y de ahí “jurídico-
a”). Se diferencian estas normas de las morales por la coercibilidad, o sea, por la posibilidad de su imposición
de forma coactiva por parte del Estado.
2
Los cónyuges sometidos a Derecho común están sometidos a las normas que imponen el régimen
económico de gananciales entre ellos, pero, si quieren, pueden sustituir ese régimen (y esas normas) por
otro; por ejemplo, por el régimen de separación de bienes.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que, además de la ley en sentido estricto,
hay otras normas escritas, de rango inferior a la ley, que no proceden del órgano legislativo
sino de las Administraciones públicas, en el ejercicio de la potestad reglamentaria. Son las
normas que genéricamente llamamos “reglamentos” (Decretos, Órdenes ministeriales,
etc).
La costumbre es la norma no escrita, la que no tiene su origen en el órgano
legislativo sino en la voluntad espontánea de la comunidad, manifestada por la reiteración
general y uniforme de una misma conducta. La costumbre tuvo preponderancia en la
época en que el Estado tenía una organización deficiente, es decir, en la Alta Edad Media.
En la actualidad, es una fuente del Derecho que carece de importancia o que no tiene
ninguna (en algunos sectores del ordenamiento jurídico, como es el administrativo). La
costumbre se aplica en defecto de ley.
Los principios generales del Derecho son principios universales, anteriores al
Derecho, que, en más o en menos, lo han inspirado (por ejemplo, el principio de igualdad),
y también aquellas otras reglas que son propias de un determinado ordenamiento jurídico
y que conocemos por inducción de preceptos concretos (por ejemplo, el principio de
libertad de forma). Muchos de estos principios se encuentran actualmente recogidos en la
Constitución. Los principios generales se aplican subsidiariamente a falta de ley y de
costumbre; tienen, como señala el artículo 1.4 CC, carácter informador del ordenamiento
jurídico; y complementan sirven para interpretar las otras normas jurídicas.

3. CLASES Y JERARQUÍA DE LAS NORMAS ESCRITAS
• La Constitución española de 1978
Es la Ley fundamental o “Ley de leyes”. Contiene los principios rectores del
ordenamiento jurídico, los derechos, libertades y deberes fundamentales de los
ciudadanos y establece la organización del Estado
• Los tratados internacionales.
Los acuerdos suscritos entre España y otros Estos u organizaciones internacionales o
supranacionales, pueden contener normas jurídicas directamente aplicables en el
territorio español. Para ello se requiere, como señala el artículo 1.5 CC, que pasen "a
formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación integra en el Boletín
Oficial del Estado".
• Derecho de la Unión Europea.
La integración de España en la Unión Europea supone la incorporación a nuestro
sistema de fuentes de normas jurídicas procedentes de las instituciones comunitarias,
algo de especial importancia con relación a alguno de los tipos de éstas, los
reglamentos, directamente invocables y aplicables por los ciudadanos de los Estados
miembros.
En el párrafo segundo del artículo 249 del Tratado Constitutivo de la Comunidad
Europea se establece que:
o "El Reglamento tendrá un alcance general. Será obligatorio en todos sus
elementos y directamente aplicable en cada estado miembro."
o Por el contrario, la Directiva, según se dispone en el párrafo tercero, "Obligará
al estado miembro destinatario en cuanto al resultado que deba conseguirse,
dejando, sin embargo, a las autoridades nacionales la elección de la forma y de
los medios."
• La Ley orgánica
Conforme al artículo 81 de la Constitución,
"1. Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y
de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el
régimen electoral general y las demás previstas en la Constitución.
2. La aprobación, modificación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría
absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto."
• Ley ordinaria
La Constitución no establece las materias que deben ser objeto de ley ordinaria, por lo
que su contenido es residual, aunque muy amplio: deben regularse mediante ley
ordinaria las materias que no son propias de la ley orgánica. Por lo que respecta a la
mayoría necesaria para su aprobación, modificación o derogación, basta con la
mayoría.
• Normas con rango de ley
Son normas con rango de ley el decreto legislativo y el decreto ley. Ambas proceden
del Gobierno que, bien sea por una circunstancia excepcional o por delegación del
Parlamento, dicta3 una norma que tiene la misma jerarquía que la ley.
o El decreto legislativo (arts. 82 a 85 Constitución)
El Gobierno recibe expresamente un encargo de las Cortes legislar para sobre una
materia concreta (que no puede ser de las que deben regularse por ley orgánica).
Hay dos tipos de decreto legislativo:
§ El texto articulado, que elabora el Gobierno, previamente delegado por una
ley de nominada “de bases”, para regular una materia específica.
§ el texto refundido, que elabora el Gobierno, previamente delegado por una
ley ordinaria (sin denominación especial), para reducir a un texto legal
único una serie de normas dispersas relativas a una materia común, a fin de
simplificar y armonizar sus preceptos.
o El decreto ley (arts. 86 Constitución).
En el caso del decreto ley, el Gobierno no actúa por delegación expresa de las
Cortes Generales, sino en función de una habilitación general contenida en la
Constitución, para casos de extraordinaria y urgente necesidad. Ahora bien, no
pueden regularse por decreto ley: el ordenamiento de las instituciones básicas del
Estado, los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el título
I de la Constitución, el régimen de las comunidades autónomas y el Derecho
electoral general.

3
Dice el artículo 97 de la Constitución que "El Gobierno […] ejerce la función ejecutiva y la potestad
reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes."
Una vez dictado (y entrado en vigor) el decreto ley por el Gobierno, el Congreso de
los Diputados, a posteriori, el decreto ley debe ser sometido inmediatamente a
debate y votación en dicho Congreso, convocado al efecto si no estuviere reunido
en el plazo de los treinta días siguientes a su publicación en EL boletín Oficial del
Estado. En este plazo el Congreso debe pronunciarse expresamente sobre su
convalidación o derogación.
• Leyes de las comunidades autónomas.
Como ya sabemos, también las Comunidades autónomas tienen cierta
competencia legislativa atribuida a un Parlamento propio (Parlamento
autonómico). Las materias sobre las que pueden legislar las comunidades
autónomas se establecen, para cada una de ellas, en su Estatuto de Autonomía y
de acuerdo con el sistema de reparto de competencias, previsto básicamente en
los artículos 148 y 149 de la CE. En el primero se establecen aquellas competencias
que pueden asumir las comunidades autónomas y, en el segundo, las que son
competencia exclusiva del Estado.
Cabe la posibilidad, no obstante, de que las Cortes Generales atribuyan, en materia
de competencia estatal, a todas o alguna de las comunidades autónomas la
facultad de dictar para sí mismas normas legislativas en el marco de los principios,
bases y directrices fijados por una ley estatal (artículo 150.1 CE). Asimismo, existe
la posibilidad de que el Estado pueda transferir o delegar en las comunidades
autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materia de
titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia
o delegación (artículo 150.2 CE).
Así pues, las relaciones entre la legislación estatal y la autonómica se rige por el
principio de competencia. Es decir, si las comunidades autónomas poseen una
determinada competencia, su legislación es de aplicación preferente a la estatal,
sin perjuicio del carácter supletorio del Derecho del Estado con relación al de
aquéllas (artículo 149.3 CE).

4. LOS REGLAMENTOS DE LA ADMINISTRACIÓN
El reglamento es una norma escrita, como la ley, pero de rango inferior a ella (y a
las normas que comparten su rango) y formulada por el poder ejecutivo, el Gobierno4 u
otra Administración estatal, autonómica, local o institucional. El reglamento es una
categoría genérica que reviste diversas formas
Por lo que se refiere al reglamento del Gobierno de la nación y de la Administración
general del Estado, conforme al artículo 25 de Ley 50/1997, de 27 de noviembre, reviste
las siguientes formas y con el siguiente orden jerárquico:
• Real decreto del presidente del Gobierno.
• Real decreto acordado en Consejo de Ministros.
• Acuerdo del Consejo de Ministros, que no deba adoptar la forma de real

4
Dice el artículo 97 de la Constitución que "El Gobierno […] ejerce la función ejecutiva y la potestad
reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes."
decreto.
• Acuerdo adoptado en comisión delegada del Gobierno. Tal acuerdo revestirá la
forma de orden del ministro competente o del ministro de la Presidencia,
cuando la competencia corresponda a distintos ministros.
• Orden ministerial, que es la disposición y resolución dictada por un ministro.
Cuando la disposición o resolución afecte a varios departamentos revestirá la
forma de orden del ministro de la Presidencia, dictada a propuesta de los
ministros interesados.
Por lo que se refiere al reglamento de la Administración autonómica, también
reviste la forma de decreto (no se le denomina “real”) o de orden. Las corporaciones
locales (ayuntamientos) dictan, por su parte, ordenanzas. Las administraciones
institucionales (por ejemplo, las universidades) dictan resoluciones.

5. DERECHO DEL TURISMO
El Derecho del Turismo es el conjunto de normas que regula la actividad que
desarrolla la empresa u operador turístico (de transporte, alojamiento, restauración, ocio,
etc.) a favor del consumidor (turista), bajo la ordenación, promoción y protección de las
Administraciones Públicas. Que la actividad turística esté ordenada en gran parte por
normas administrativas (licencias, autorizaciones, inscripción en Registros, sanciones, etc.)
no altera ni modifica la naturaleza de las relaciones jurídicas (fundamentalmente
contractuales) establecidas entre empresarios y turistas, que están regidas por normas de
Derecho privado.
El artículo 148.1.18 de la Constitución atribuye a las Comunidades Autónomas la
competencia para promover y ordenar el turismo a través de normas administrativas, pero
las Comunidades se han excedido al tratar de realizar una ordenación completa del
turismo que alcanza al estatuto del empresario y a las relaciones contractuales turísticas.
La regulación de las relaciones privadas (civiles y mercantiles) sigue siendo competencia
estatal.
La norma estatal más importante en materia turística es la Ley 4/2012, de 6 de
julio, de contratos de aprovechamiento por turno de bienes de uso turístico, de
adquisición de productos vacacionales de larga duración, de reventa y de intercambio; y
también la Ley 21/1995, de 6 de julio, reguladora de los Viajes combinados, integrada en
el libro IV del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y
otras leyes complementarias (arts. 150 a 165)5
También hay que tener en cuenta la Ley de Arrendamientos Urbanos (Ley 29/1994,
de 24 de noviembre), modificada por la Ley 4/2013, de 4 de junio, en la medida en que
afecta al arrendamiento de temporada.
Las normas autonómicas andaluzas de regulación general del turismo son las


5
También hay que tener en cuenta la Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las actividades
de servicios y su ejercicio.
siguientes6:
• Ley 13/2011, de 23 de diciembre, del Turismo de Andalucía, que tiene por objeto
ordenación, la planificación y la promoción del turismo sostenible en Andalucía.
Esta ley derogó la Ley 12/1999, de 15 de diciembre, del Turismo de Andalucía.
• Decreto 28/2016, de 2 de febrero, de las Viviendas con fines turísticos y de
modificación del Decreto 194/2010, de 20 de abril, de establecimientos de
apartamentos turísticos.
Además de estas normas generales, cada Comunidad autónoma se ha dotado de
normas reguladores de sectores concretos de la actividad turística: agencias de viajes,
alojamientos turísticos, guías turísticos, etc.


6
Las de las demás Comunidades Autónomas son: Aragón: Ley 3/2010, de 7 de junio, por la que se modifica
parcialmente la Ley 6/2003, de 27 de febrero, del Turismo de Aragón. Canarias: Ley 14/2009, de 30 de
diciembre, por la que se modifica la Ley 7/1995, de 6 de abril, de ordenación del Turismo de Canarias (BOE
15/3/2010); Ley 6/2009, de 6 de mayo, de Medidas urgentes en materia de ordenación territorial para la
dinamización sectorial y la ordenación del turismo. Cantabria: Ley 5/1999 de 24 de marzo, de Ordenación
del turismo de Cantabria. Castilla y León: Ley 14/2010, de 9 de diciembre, de Turismo de Castilla y León.
Castilla-La Mancha: Ley 8/1999, de 26 de mayo, Ordenación del turismo de Castilla-La Mancha. Cataluña:
Ley 15/2007, de 5 de diciembre, de la Agencia Catalana de Turismo. Comunidad Valenciana: Ley 3/1998, de
21 de mayo, de Turismo de la Comunidad Valenciana. Extremadura: Ley 2/2011, de 31 de enero, de
Desarrollo y modernización del turismo de Extremadura. Galicia: Ley 14/2008, de 3 de diciembre, de turismo
de Galicia (BOE 16/3/2009). Islas Baleares: Ley 2/1999, de 24 de marzo, General Turística de las Islas
Baleares; Ley 9/2002, de 12 de diciembre, de Ordenación del Turismo de las Baleares, de modificación de la
Ley 2/ 1999, de 24 de marzo. Madrid: Ley 1/1999 de 12 de marzo. Murcia: Ley 11/1997, de 12 de diciembre.
Navarra: Ley Foral 7/2003, de 14 de febrero. País Vasco: Ley 16/2008, de 23 de diciembre, de modificación
de la Ley de Ordenación del Turismo (BOE 242/2011, de 7 de diciembre). Principado de Asturias: Ley
10/2010, de 17 de diciembre, de tercera modificación de la Ley 7/2001, de 22 de junio, de turismo (BOE
11/2/2011). Rioja: Ley 2/2001, de 31 de mayo, de Turismo de La Rioja.

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