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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE QUIMÍCA

PROGRAMA “CIENCIA PARA LA PAZ”

Pandemias en la Antigua Atenas

*Por Leonel Ramírez Jaqueline

Sumario:. Introducción. Objetivos. 1. Marco Histórico. 2. Descripción de la


Pandemia según Tucídides. 3. Consecuencias Políticas y Sociales. 4. Discurso
Fúnebre de Pericles: Una aproximación a los Derechos Humanos.
5. Pandemias Ayer y Hoy. Conclusión. Referencias

Introducción

D
esde la antigüedad, las enfermedades, y pandemias, han diezmado
poblaciones enteras en pocos meses e incluso días. La peste de
Atenas fue la primera epidemia documentada en la historia y golpeó
a la ciudad-estado en el año 430 A.C; Se dice que el origen de la Primera
Pandemia de Atenas, surge con la guerra del Peloponeso que comenzó en el
año 431 A.C. En el verano del segundo año, los peloponesios invadieron el
Ática, lo que llevo a sus habitantes a buscar refugio dentro de las murallas de
la ciudad y días después se desató una plaga en Atenas, que tuvo diversas
oleadas durante cinco años y acabo con un tercio de la población de la ciudad.
Es menester destacar que la única fuente que nos relata la enfermedad que
causo miles de muertes en Atenas, “Historia de la Guerra del Peloponeso”,
obra del historiador ateniense Tucídides, quien, al ser coetáneo a los hechos y
adquirir la enfermedad, logró describir la extensión y el impacto de la plaga en
la vida ateniense. El relato de Tucídides logra describir y dar un bosquejo de la
enfermedad física y la enfermedad moral de la ciudad, debido a que enfatiza el
impacto de la guerra y el colapso moral que ésta ocasionó en la población de
Atenas, al mismo tiempo que inicio la pandemia.

*Estudiante del noveno semestre de la Licenciatura en Derecho en la Facultad de Derecho perteneciente a la


Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Texto elaborado para el Programa “Ciencia para la Paz”
perteneciente a la Facultad de Química.
Objetivos

Objetivo General: Identificar el impacto histórico que tuvieron las Pandemias


en la Antigua Atenas.

Objetivos específicos:

 Analizar el contexto histórico en el que surgió la primer pandemia en


Atenas.
 Comparar el contexto histórico de la primer pandemia en Atenas y el
contexto pandémico actual.
 Identificar elementos esenciales de la pandemia de Atenas que pueden
aplicarse en la actualidad.
 Comprender el papel que desempeñan los derechos humanos ante las
pandemias, tanto en Atenas como en la actualidad.

1. Marco Histórico

Hacía el año 431 A.C, se suscitó una de las Guerras más relevantes en la
historia de la Antigua Grecia: La Guerra del Peloponeso; Dicha guerra fue un
conflicto militar de la Antigua Grecia en el que se enfrentaron dos grandes
ciudades formadas por la Liga de Delos (encabezada por Atenas) y la Liga del
Peloponeso (encabezada por Esparta).

Antecedentes de la Guerra del Peloponeso

En el año 445 A.C, se firmó la paz de los treinta años, en la que se reconocía
la hegemonía espartana sobre el Peloponeso a cambio del reconocimiento de
la hegemonía marítima de Atenas. Sin embargo, este período de “paz” solo
duró quince años, pues a partir de esas fechas, Atenas, que era dirigida por
Pericles1, pudo intensificar su presencia en los mercados del Mediterráneo,
donde su hegemonía estaba basada y apoyada por la Confederación de Délos.
De allí que la causa directa de la Guerra del Peloponeso fue el enfrentamiento
entre atenienses y corintios por la isla de Córcira (la actual Corfú). Pero en el
fondo latía la verdadera causa: el choque entre el creciente poderío de Atenas
y la antigua hegemonía espartana.2

En la Historia de la guerra del Peloponeso 3, libro uno, sección 23, Tucídides


aclara que Esparta comenzó la guerra con Atenas porque “temía que los
atenienses se hicieran más poderosos, al ver que la mayor parte de Hellas se
encontraba bajo el control de Atenas”4

La Guerra del Peloponeso

De acuerdo con el historiador Donald Kagan (2009), Esparta, que lideraba la


liga del Peloponeso invadió Ática en el año 431 A.C iniciando así una brutal
lucha fratricida que duraría veintisiete años y cambiaría irreversiblemente el
mundo griego y la civilización antigua.

Entre los líderes atenienses sobresale Pericles, cuya habilidad política y militar
facilito el desarrollo del imperio ateniense y quién, al desatarse la guerra,
impuso la estrategia de dejar los campos a merced del ejército invasor,
protegiendo a la población en Atenas y su puerto (Pireo): ciudades amuralladas
y unidas por un largo corredor defendido por las Murallas Largas que

1
Pericles fue un importante e influyente abogado, magistrado, general, político y orador ateniense
en los momentos de la edad de oro de la ciudad (entre las Guerras Médicas y las del Peloponeso).
Pericles convirtió a la Confederación de Delos en el Imperio ateniense, y dirigió a sus compatriotas
durante los primeros dos años de la Guerra del Peloponeso.
2
Historia Universal. (2020, 18 octubre). Guerra del Peloponeso. Recuperado 7 de diciembre de
2021, de https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/guerra-del-peloponeso
3
El libro “Historia de la Guerra del Peloponeso” fue en el año 400 A.C por el historiador ateniense
Tucídides, el libro es un relato de la guerra homónima, que tuvo lugar en la Antigua Grecia y que
enfrentó a la Liga del Peloponeso, en el, Tucídides relata los antecedentes y las causas de la
Guerra, de igual forma, nos relata sobre un acontecimiento importante: la primer epidemia en
Atenas.
4
Tucídides. (2017). Historia de la Guerra del Peloponeso. (O ‘Gorman, Edmundo. Gracián, Diego.
Trad.) Ed. Porrúa. México. (Obra original 400 A.C). (T.1.88)
Temístocles había erigido al retirarse el ejército persa. Este complejo fortificado
constituía una posición difícil de conquistar, de igual forma contaban con la
conexión marítima y la hegemonía ateniense en el mar que le aseguraban el
abastecimiento indefinido a la población y permitían desarrollar ataques en las
costas del territorio enemigo. A consecuencia de esta estrategia, la población
de Atenas se había cuadruplicado con los refugiados, muchos de los cuales
vivían hacinados en chozas improvisadas, situación que creó en la capital del
imperio y su puerto las condiciones ideales para el ataque de un enemigo.

Inicio de la Epidemia

Al comenzar el segundo año de la guerra, específicamente en el inicio del


verano de 430 a.C., los peloponesios invadieron el Ática, lo que llevo a sus
habitantes a buscar refugio dentro de las murallas de la ciudad, días después
una terrible epidemia cayó sobre Atenas y las ciudades más populosas de
Ática: los casos empezaron a multiplicarse de forma alarmante: viejos y
jóvenes caían por igual víctimas de los síntomas imparables de la plaga. Ante
la impotencia de sanadores y sacerdotes, que nada podían hacer para salvar a
los infectados ni para prevenir nuevos contagios; Los mismos templos se
llenaron pronto de enfermos que suplicaban a los dioses que los libraran del
terrible mal, y se convirtieron así en auténticos focos de contagio que eran
rehuidos por los que todavía se encontraban sanos. 5

El historiador Tucídides fue víctima de la plaga, y es gracias a él que tenemos


conocimiento de lo sucedido, pues el mismo historiador, lo relata en su libro
“Historia de la Guerra del Peloponeso”. Según Tucídides (400 A.C), la
enfermedad acabó en pocos días con todos los médicos de la ciudad, pues al
no conocer de que enfermedad se trataba, los mismos médicos resultaban ser

5
Cervera, F. (2021, 26 febrero). Historia National Geographic. La peste, la epidemia que asolo
Atenas en plena guerra. Recuperado 7 de diciembre de 2021, de
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-epidemia-que-asolo-atenas-plena-guerra_16368
ignorantes al momento de tratarla y por lo tanto ellos mismos caían
contagiados.

La epidemia duraría cuatro años y moriría entre un cuarto y un tercio de la


población.

2. Descripción de la Pandemia según Tucídides.

Según Tucídides (400 A.C), la plaga se originó en Etiopía, desde donde se


expandió a Egipto, Libia y parte del imperio persa. Atacó la isla de Lemnos y
otros lugares antes de penetrar por el puerto del Pireo, y desde allí se extendió
por toda la ciudad.

Algo que destaca del relato de Tucídides a cerca de la enfermedad, es que en


ningún momento especula sobre la causa de la enfermedad y tampoco la
supone como castigo de deidades ofendidas‍, sino que Tucídides deseaba
dejar una descripción precisa para la posteridad, y por ello deja a cada lector,
médico o “profano”, la opinión sobre su origen o causa y agrega:

"por mi parte, simplemente la describiré por su naturaleza y explicaré sus


síntomas por los que pueda ser reconocida por el estudioso si alguna vez se
vuelve a presentar; esto lo puedo hacer mejor pues yo mismo sufrí el mal, y fui
testigo de su actuar en el caso de otros"6

Gracias a Tucídides, se sabe que la enfermedad se transmitía de persona a


persona y que los médicos y los cuidadores eran víctimas habituales de la
enfermedad. De igual forma, el historiador ateniense enuncia que los enfermos
que sobrevivían no volvían a enfermar.7

6
Tucídides. (2017). Historia de la Guerra del Peloponeso. Op. Cit. (T 2.48.3; la numeración
corresponde al libro, capítulo y sección)
7
Esta afirmación es muy relevante, ya que demuestra que Tucídides era un hombre adelantado a
su época, pues sin saberlo y con la simple observación, enuncio las bases de la inmunidad
adquirida, concepto que hace referencia al reconocimiento de un elemento extraño o antígeno, así
como su eliminación en un encuentro subsecuente, la generación de la memoria inmunitaria y la
tolerancia a los propios antígenos.
Tucídides (450 A.C) también señaló que la sobrepoblación de la ciudad fue un
factor que contribuyó a la propagación de la enfermedad, pues, de acuerdo con
el historiador ateniense los individuos que llegaban a la ciudad eran los que
sufrían especialmente los efectos de la plaga, sobre todo por las pésimas
condiciones de vida que sufrían.8

Respecto a los síntomas, Tucídides los describió por fases:

 Personas en buena salud eran repentinamente atacadas por violentos


calores en la cabeza y enrojecimiento e inflamación de los ojos y las
partes internas, como la garganta o la lengua, que se tornaban rojas y
emitían un hálito anormal y fétido.9
 Estos síntomas eran seguidos de estornudos y ronquera, luego de lo
cual el dolor llegaba pronto al pecho y producía una fuerte tos. Cuando
se fijaba en el estómago lo indisponía; y seguían descargas de bilis. 10
 Posteriormente la persona infectada padecía arcadas y espasmos
violentos
 De acuerdo con Tucídides, externamente el cuerpo no estaba muy
caliente al tacto, ni pálido en apariencia, sino que colorado, lívido y
rompiendo en pequeñas pústulas y llagas. 11
 Sumado a lo anterior, la sensación miserable de no ser capaces de
descansar o dormir jamás dejaba de atormentar a los enfermos.

3. Consecuencias Políticas y Sociales.

8
Tucídides. (2017). Historia de la Guerra del Peloponeso. Op. Cit. (T 2.52.2)
9
Ibidem. (T. 2.49.2)
10
Ibidem. (T. 2.49.3)
11
Ibidem. (T. 2.49.5)
El relato de Tucídides logra describir y dar un bosquejo de la enfermedad física
al mismo tiempo que logra describir la enfermedad moral de la ciudad, debido a
que enfatiza el impacto de la guerra y el colapso moral que ésta ocasionó en la
población.

Según Tucídides, tras la pandemia se produjo en Atenas una gran anomia


(falta de respeto a la ley): Con la ciudad cercada por los espartanos la leña
escaseaba y los ciudadanos se vieron obligados a luchar entre ellos por el
combustible para la pira de sus difuntos, hubo quien directamente echó a sus
muertos a la hoguera del vecino o simplemente los abandonó en la calle; Sin
esperanza y con la constante amenaza de la muerte sobre sus cabezas, los
atenienses se entregaron al desenfreno y al despilfarro para aprovechar la
poca vida que les quedara.12

El impacto de la enfermedad fue muy superior al que habría tenido en época


de paz, pues la ciudad se encontraba atestada de campesinos que se habían
trasladado a la polis en busca de refugio por la Guerra del Peloponeso y que
se convirtieron en victimas principales de la enfermedad por las condiciones
precarias en las que vivían. Los templos y campamentos en los que se
asentaban estos exiliados pronto se llenaron de muertos, abandonados por el
estado para pudrirse.

Se calcula que entre 70.000 y 100.000 personas murieron durante las dos
oleadas de la epidemia que se produjeron en el 430 y el 427 a.C. El poder
militar de Atenas se vio considerablemente mermado, hasta el punto de que el
ejército no pudo llevar a cabo operaciones de envergadura durante quince
años.

12
Ibidem. (T. 2.53.1)
4. Discurso Fúnebre de Pericles: Una aproximación a los Derechos
Humanos.

“La mayor parte de quienes en el pasado han hecho uso de la palabra en esta
tribuna, han tenido por costumbre elogiar a aquel que introdujo este discurso
en el rito tradicional, pues pensaban que su proferimiento con ocasión del
entierro de los caídos en combate era algo hermoso. A mí, en cambio, me
habría parecido suficiente que quienes con obras probaron su valor, también
con obras recibieran su homenaje”13

El Discurso fúnebre de Pericles, es un famoso discurso recogido por Tucídides


en Historia de la guerra del Peloponeso. Con el discurso fúnebre, Pericles rinde
homenaje a los atenienses con las glorias alcanzadas por su cultura y su
imperio contra la decadencia material y moral posterior, causada por la guerra
y por el azote de la plaga, y que, a largo plazo terminó con la derrota de Atenas
y sus aliados.

Siguiendo a Pericles, se establece que Atenas tiene un régimen democrático


en el que todos gozan de iguales derechos en la defensa de sus intereses
particulares; y que, en lo relativo a los honores, cualquiera que se distinga en
algún aspecto puede acceder a los cargos públicos, pues este será elegido
más por sus méritos que por su categoría social.

Algo que destaca del discurso fúnebre, es el alto sentido de compromiso que
tiene Pericles para con los ciudadanos atenienses, pues enuncia:

[…] En conformidad con nuestras leyes y costumbres, pues, queda dicho en mi


discurso lo que me parecía pertinente. Ahora, en cuanto a los hechos, los
hombres a quienes estamos sepultando han recibido ya nuestro homenaje. De
la educación de sus hijos, desde este momento hasta su juventud, se hará
cargo la ciudad. Tal es la provechosa corona que ella impone a estas víctimas,
y a los que ellas dejan, como premio de tan valerosas hazañas. Cuando los

13
Ibidem. (T. 2.37.1)
más preciados galardones que una ciudad otorga son los que recompensan la
valentía, entonces también posee ella los ciudadanos más valientes [..]” 14

Existía pues, un compromiso para la educación de los hijos y parientes no solo


de aquellos que murieron en guerra, sino también para aquellos que murieron
a causa de la plaga.

Podemos visualizar las bases que en un futuro asegurarían el surgimiento de


los derechos humanos de igualdad, derecho a acceder a cargos públicos, a la
salud, educación y protección a los hijos de quienes murieron en guerra o
quedaron desamparados por enfermedad.

5. Pandemias Ayer y Hoy.

Las Epidemias y pandemias no constituyen un fenómeno nuevo, pues a través


del tiempo han ido dejando secuelas imborrables en la historia de la
humanidad, que a su vez han sido la razón de ciertos descubrimientos y de
que el ser humano se cuestione a sí mismo.

Los desafortunados eventos como son las pandemias, han obligado al ser
humano a meditar sobre la muerte y reflexionar acerca de la condición
humana; Pero también han sido la fuerza motriz del progreso en la búsqueda
de tratamientos y medidas preventivas. 

La historia no debe ser un simple recordatorio de los horrores del pasado,


debemos entender que la historia puede guiarnos para que adoptemos
precauciones en el presente.

Conclusión.

14
Ibidem. (T. 2.37.12)
Desde tiempos antiguos las enfermedades, y pandemias, han diezmado
poblaciones enteras en pocos meses o días; Sin duda alguna es el pasado
quien nos ha dejado grandes y a la vez duras lecciones para interpretar los
acontecimientos del presente.

La epidemia más antigua registrada fue la de Atenas, en el 430 A.C, durante


las guerras del Peloponeso; SegunTucídides, la epidemia se extendió desde
Etiopía a Atenas, donde murió la tercera parte de su población.

Debido a que no se conocía la causa exacta de la enfermedad que ocasionó la


Pandemia de Atenas se dieron dos puntos importantes: por un lado, la
interpretación de la sociedad de que la enfermedad era producto de la ira de
los dioses; y, por otro lado, se acusó al prójimo, al otro, como causante directo
de la calamidad, de ahí que la crisis de la otredad fue y en buena medida sigue
siendo, la manifestación más primitiva y general de las epidemias. La vida
social se desarticula dado que nuestro prójimo pasa a ser un peligro potencial
para la integridad propia. El otro adquiere su plena dimensión, es
específicamente alguien distinto a lo constitutivo del yo, alguien que “me puede
enfermar y matar”. El riesgo de discriminación es evidente.

Aún con siglos de diferencia entre la pandemia que asoló Atenas y la situación
actual ocasionada por el virus SARS-COV2, seguimos viviendo la crisis de la
otredad, en donde se deja de lado al otro, a los grupos vulnerables y
marginados, sigue existiendo segregación en cuanto a los servicios médicos y
acceso a las vacunas.

Debemos tener en cuenta que el enfrentamiento racional a las epidemias


conlleva a la integración de los conocimientos de la enfermedad y el contagio
con otros factores, y que para ello es de utilidad realizar un estudio del pasado
para obtener antecedentes y experiencias de las medidas más eficaces y para
evitar errores en el presente y futuro.

Referencias
 Cervera, F. (2021, 26 febrero). Historia National Geographic.
historia.nationalgeographic.com.es. Recuperado 7 de diciembre de 2021,
de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-epidemia-que-
asolo-atenas-plena-guerra_16368
 Historia Universal. (2020, 18 octubre). Guerra del Peloponeso.
Recuperado 7 de diciembre de 2021, de
https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/guerra-del-peloponeso
 Kagan, D. (2009). The Peloponnesian War. Penguin Books. EUA.
 Longrigg J. (1980). The great plague of Athens. History of Science, 18
(41 pt 3), 209–225. Recuperado 01 de Diciembre del 2021 de:
https://doi.org/10.1177/007327538001800303
 Longrigg, James (1992), “Epidemic, ideas and classical Athenian
society”. En Ranger, Terence, and Slack, Paul (eds.), Epidemics and
Ideas: Essays on the Historical Perception of Pestilence, Cambridge,
Cambridge University Press
 Tucídides. (2017). Historia de la Guerra del Peloponeso. (O ‘Gorman,
Edmundo. Gracián, Diego. Trad.) Ed. Porrúa. México. (Obra original 400
A.C)

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