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CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS- BOLILLA 2. (plan 85/92. UNC.).

I- 1) Unilaterales y bilaterales. 2) Onerosos y gratuitos. 3) Conmutativos y aleatorios. 4)


Consensuales y reales. 5) Formales y no formales. 6) Nominados e innominados. 7) Típicos y
atípicos. 8) Principales y accesorios. 9) De ejecución instantánea y diferida. 10) De ejecución
instantánea y de tracto sucesivo. 11) Clasificación de los contratos de acuerdo con sus funciones
económicas.
II- Contratos normativos. Contratos plurilaterales. Contrato preliminar.
( el siguiente material se extrae del tomo 1 de Aparicio y de clases grabadas).
Introducción: Clasificar quiere decir, agrupar en función de alguna pauta, de algún criterio. Hay
clasificación dentro del C.C., y fuera de él. La clasificación que esta en el C.C. comienza con el art.
1138 y termina en el 1143.
Art. 1138: Los contratos se denominan en este Código unilaterales, o bilaterales. Los primeros son
aquellos en que una sola de las partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede obligada. Los
segundos, cuando las partes se obligan recíprocamente la una hacia la otra.
Art. 1139: Se dice también en este Código, que los contratos son a título oneroso, o a título
gratuito: son a título oneroso, cuando las ventajas que procuran a una u otra de las partes no les
es concedida sino por una prestación que ella le ha hecho, o que se obliga a hacerle; son a título
gratuito, cuando aseguran a una u otra de las partes alguna ventaja, independientemente de toda
prestación por su parte.

Art. 1140: Los contratos son consensuales o reales. Los contratos consensuales, sin perjuicio de lo
que se dispusiere sobre las formas de los contratos, quedan concluidos para producir sus efectos
propios, desde que las partes hubiesen recíprocamente manifestado su consentimiento.

Art. 1141: Los contratos reales, para producir sus efectos propios, quedan concluidos desde que
una de las partes haya hecho a la otra tradición de la cosa sobre que versare el contrato.

Art. 1142: Forman la clase de los contratos reales, el mutuo, el comodato, el deposito, y la
constitución de prenda y anticresis.

Art. 1143: Los contratos son nominados, o innominados, según que la ley que los designa o no,
bajo una denominación especial.

1) Contratos unilaterales y bilaterales.


Es la primera clasificación que enuncia el C.C. en el art. 1138. Los c. unilaterales son aquellos en
que una sola de las partes se obliga hacia la otra sin que esta le quede obligada. Por
contraposición, los c. bilaterales son aquellos en que ambas partes se obligan recíprocamente, la
una hacia la otra, según lo expresa el 1138.
El criterio que sirve de base a esta clasificación estriba, “en las ob. que nacen como consecuencia
de la formación del c. Primera aclaración, para evitar confusiones(importante): Los actos jurídicos
se clasifican en unilaterales y bilaterales, en atención a las partes que intervienen en su formación;
si se trata sólo de una parte, el acto jurídico es unilateral; cuando intervienen en su celebración 2 o
más partes, el acto jurídico es bilateral.
El contrato, por definición, es un acto jurídico bilateral, en cuanto es requisito para su existencia,
que en su formación intervengan 2 o más partes. Va de suyo, pues, que esta clasificación de
unilateral y bilateral, no puede referirse a la génesis sino a los efectos del contrato, a las
obligaciones que de él nacen: si sólo crea obligaciones para una de las partes, el c. es unilateral; si
las partes se obligan recíprocamente, el c. es bilateral.
Entre los ejemplos de c. unilaterales pueden mencionarse la donación, la fianza, el mandato
gratuito, la cesión gratuita y los c. reales: el mutuo, el comodato, el depósito gratuito y el c.
oneroso de renta vitalicia.
Entre los c. bilaterales, cabe recordar la compraventa, la permuta, la cesión onerosa, el mandato
oneroso, el c. de juego y apuesta, el c. de locación de cosa, el c. de obra y la locación de servicios.
A fin de evitar dificultades derivadas de la ambigüedad de la utilización de un mismo vocablo con
diferentes significados, se suele emplear otra expresión para distinguir los términos de esta
clasificación y se habla de contratos sinalagmáticos o no sinalagmáticos.
Requisitos para que un c. sea bilateral: Deben darse 2 condiciones- a) Ambas partes deben quedar
obligadas. b) Esas ob. deben ser reciprocas, esto es, debe mediar entre ellas una relación de
interdependencia, en cuanto cada obligación debe encontrar su razón de ser en la existencia de la
otra: es lo que recibe el nombre de sinalagma o de correspectividad.
Ese lazo de interdependencia entre las ob., se da a partir del nacimiento mismo del c. y se
denomina sinalagma genético. Pero tal vinculo se mantiene durante el periodo de ejecución; por
ello, se habla de sinalagma funcional.
Alcance de la clasificación: No es una summa divitio que involucre a todos los c.; solo abarca a una
especie de ellos, los denominados “creditorios”, esto es, los que son fuente generadora de
obligaciones.(en nuestro D. Positivo, por c. se entiende no solamente el acto jurídico bilateral que
crea ob., sino también, el que las modifica o las extingue.).
Existen c. que generan ob. para todas las partes contratantes, pero que no son contrapuestas y,
por consiguiente, no tienen el vinculo de reciprocidad propio de los c. bilaterales. Tal ocurre con
los c. asociativos en que las ob. de las partes son convergentes y escapan a los términos de esta
distinción tradicional.
Contratos bilaterales imperfectos: Existen c. que en el momento de su formación engendran ob.
para una sola de las partes, aunque un acontecimiento posterior eventual puede determinar el
nacimiento de una ob. para la otra. Tal acaece con el depósito gratuito, que en el momento de su
formación sólo obliga al depositario a la restitución de la cosa depositada Art. 2210: El depositario
debe restituir la misma cosa depositada en su estado exterior con todos sus accesorios y frutos, y
como ella se encuentre, sin responder de los deterioros que hubiese sufrido sin su culpa. ; pero, si
con posterioridad, el depositario hace gastos para la conservación de la cosa, el depositante queda
obligado a reembolsarlos ,Art. 2224: El depositante está obligado a reembolsar al depositario,
todos los gastos que hubiese hecho para la conservación de la cosa depositada, y a indemnizarle
de todos los perjuicios que se le hayan ocasionado por el deposito.
En el comodato también sólo queda obligado el comodatario a la restitución de la cosa prestada;
sin embargo, si este prestatario paga expensas extraordinarias para la conservación de la cosa
durante el c., el comodante se obliga al reembolso Art.2287: El comodante debe pagar las
expensas extraordinarias causadas durante el contrato para la conservación de la cosa prestada,
siempre que el comodatario lo ponga en su conocimiento antes de hacerlas, salvo que fuesen tan
urgentes que no pueda anticipar el aviso sin grave peligro.
En la celebración del mandato gratuito, sólo se obliga el mandatario a cumplir con el mandato;
empero, si durante la ejecución del mandato el mandatario anticipa fondos para el
cumplimiento(de las obligaciones del mandante-Art. 1949: Si el mandatario las hubiese
anticipado(cantidades necesarias para la ejecución del mandato), debe reembolsárselas el
mandante, aun cuando el negocio no le haya resultado favorable, y aunque los gastos le parezcan
excesivos, con tal que no pueda imputarse falta alguna al mandatario; pero pude impugnarlos, si
realmente fuesen excesivos.), contrae alguna obligación en nombre propio con ese fin(de las ob.
del mandante- Art. 1951: El mandante debe librar al mandatario de las obligaciones que hubiera
contraído en su nombre, respecto de terceros, para ejecutar el mandato, o proveerle de las cosas
o de los fondos necesarios para exonerarse.), o sufre pérdidas procedente de su gestión sin falta
que le sea imputable( de las obligaciones del mandante- Art. 1953: Debe igualmente indemnizar
al mandatario de las pérdidas que hubiese sufrido, procedentes de sus gestiones, sin falta que le
fuese imputable.), nace la obligación para el mandante, de reembolsar los fondos, de liberar al
mandatario de la obligación asumida o de indemnizarle las pérdidas, respectivamente.
Se ha intentado agrupar estos c. en una categoría intermedia, a la que se denomina bilaterales o
sinalagmáticos imperfectos. Se piensa que, si bien en cuanto a su formación cabe aplicarle a estos
c. Las reglas propias de los c. unilaterales, en lo concerniente a su ejecución, corresponde sean
regidos por el régimen atinente a los c. bilaterales.
Sin embargo, prevalece, con razón, la tesis que rechaza esta categoría intermedia, en cuanto los c.
que se pretende englobar en ella, revisten el carácter de unilaterales; esta obligación subsiguiente
constituyen “una consecuencia accidental de actos extrínsecos y no una consecuencia directa de la
obligación primitiva”. Por lo tanto, en los supuestos analizados, las obligaciones carecen del nexo
de interdependencia constitutivo del sinalagma, rasgo distintivo de los c. bilaterales.
La donación con cargo: (análisis) Es fuente de obligaciones para ambas partes .El donante se obliga
a cumplir con su obligación de entregar y transferir el dominio de la cosa donada; por su parte, el
donatario se obliga al cumplimiento del modus .Pero, el cargo o modo, es una ob. accesoria y
excepcional que se impone al adquirente de un derecho. El cargo no está directamente
relacionado con la ob. que asume el donante, a manera de configurar una contrapartida de ésta.
Habida cuenta de su carácter accesorio y excepcional, no reviste el modus el rango de obligación
principal, como la que pesa sobre el benefactor. Ello determina que no exista entre el cargo y la
ob. del donante, el nexo de reciprocidad e interdependencia, presupuesto de la noción de c.
bilateral. Por tanto la donación con cargo es un c. unilateral, aunque el modus impregne al c. de un
tinte oneroso, en medida variable, según la proporción en que el valor del cargo cubra el valor de
la cosa donada. Si la ob. de una de las partes es contraprestación por la ob. de la otra parte, no va
a haber donación. A veces no depende tan solo de que haya equivalencia de valores; sino, de la
intención de las partes, la donación para que sea donación exige un acto de beneficencia; si yo
estoy dando una casa para que me den una renta, no va a haber un acto de beneficencia por más
que le llamemos donación , no va a ser donación; esa es la diferencia entre las donaciones mutuas
y los c. de permuta. Las donaciones mutuas son las que se hacen recíprocamente entre 2
personas, entonces si la donación que una de las partes hace a la otra, tiene como causa la
donación que va a recibir; allí más que una donación mutua, hay permuta. Para que haya donación
mutua, tiene que haber independencia de las voluntades, de una d las partes de beneficiar a la
otra, y simplemente coincide el tiempo, pero es un acto de liberalidad; mientras que si no funciona
como contraprestación; simplemente hay un entrecruzamiento de liberalidades, pero no una
contraprestación como causa y consecuencia. No hay garantía de evicción en la donación mutua;
en la permuta si.
Consecuencias prácticas de la clasificación: (diferentes regímenes que se le aplican a cada
categoría).
a) En materia de prueba, los c. bilaterales deben ser redactados en tantos originales como
partes haya con un interés distinto, según dispone el Art. 1021: Los actos, sin embargo, que
contengan convenciones perfectamente bilaterales deben ser redactados en tantos originales,
como partes haya con un interés distinto.
b) El efecto más destacable de la distinción, se vincula con la reciprocidad de las obligaciones
que suponen los c. bilaterales. Tal nexo de interdependencia determina que en este tipo de c., una
de las partes no pueda exigir el cumplimiento de la obligación de la otra, si aquella, a su vez, no
cumple con su compromiso. Es el instituto que se denomina excepción de incumplimiento y que
traduce la idea contenida en el Art. 510: en las obligaciones reciprocas, el uno de los obligados no
incurre en mora si el otro no cumple o no se allana a cumplir la obligación que le es respectiva.(ver
art. 1204 también). Se habla de c. con prestaciones reciprocas(categoría que Vélez no
regulo)categoría que proviene del C.C. Italiano de 1942.Esta nueva clasificación es: c. con
prestaciones reciprocas por un lado y c. a cargo de una sola de las partes por el otro se discutía y
se discute hasta hoy, si esta clasificación era exactamente igual a la otra(Ramela la equipara a los
c. onerosos; Piantoni cree que también comprendería a los sinalagmáticos imperfectos; Borda los
equipara lisa y llanamente con los bilaterales); pero podemos decir que los c. con prestaciones
reciprocas, coincidiría con la clasificación de c. bilaterales, y los c. a cargo de una sola de las partes
con los unilaterales; lo que pasa es que los c. con prestaciones reciprocas aparentemente seria una
categoría más amplia que la de los bilaterales, porque puede existir relación de reciprocidad entre
las prestaciones de las partes sin que exista bilateralidad, como por ej. el caso del mutuo oneroso,
que es el préstamo en dinero en donde una de las partes facilita a la otra, y esta se obliga a
restituirlo con mas el interés pactado; para nosotros el mutuo oneroso es un c. unilateral, porque
en nuestro Código el c. de mutuo es un c. real, que solo se perfecciona, cuando ha mediado ya la
entrega de la cosa, vale decir, que a partir de la celebración del c., solamente queda obligado el
mutuario a restituir la suma de dinero que ha recibido con mas los intereses si se trata del c. de
mutuo oneroso; pero eso no quita que a habido una suerte de reciprocidad, porque yo pago los
intereses y tengo que devolver, porque a la vez me facilitaron este dinero para que yo lo utilice.
c) En los casos en que una de las obligaciones de un c. bilateral se extingue por imposibilidad
de pago, se produce la disolución del c., lo que determina desproveer de sustento la otra
obligación correlativa. En consecuencia, el deudor de la obligación devenida imposible, no puede
exigir la contraprestación y debe devolver al acreedor todo lo que “hubiese recibido por motivos
de la obligación extinguida”; Art.895: En los casos en que la obligación se extingue por
imposibilidad de pago, se extingue no solo para el deudor, sino también para el acreedor a quien
el deudor debe volver todo lo que hubiese recibido por motivo de la obligación extinguida.
Importancia de la distinción: El nexo de interdependencia o de reciprocidad que existe entre las
obligaciones derivadas de un c. bilateral, a diferencia de los unilaterales, es pues el rasgo de
diferenciación decisivo que justifica esta clasificación. Ella tiene un alcance limitado, pues
solamente comprende los c. creditorios. Algunas consecuencias practicas que se le atribuyen
exceden el ámbito del distingo; tal ocurre con la facultad de resolver por incumplimiento, instituto
que constituye un elemento natural no sólo de los c. bilaterales sino asimismo, también puede
serlo de los c. onerosos que suponen prestaciones reciprocas, como la hipótesis del mutuo
oneroso.

2) Contratos onerosos y gratuitos.


Noción: Los c. son onerosos, cuando cada una de las partes se somete a un sacrificio para
conseguir una ventaja. Entre esa ventaja y ese sacrificio existe una relación de equivalencia, que es
suficiente tenga un carácter subjetivo, en cuanto cada parte, en principio, es juez de sus propias
conveniencias. En cambio, el c. es gratuito, cuando una sola de las partes efectúa el sacrificio y la
otra únicamente es destinataria de una ventaja o atribución patrimonial sin que a ésta le
corresponda ningún equivalente o contrapartida.
Los prototipos de los c. a titulo gratuito son la donación y el comodato, aunque también pueden
revestir ese carácter, el depósito, el mandato, el mutuo, la fianza, c. estos últimos, que según las
circunstancias pueden ser gratuitos u onerosos. Entonces, cuando el c. genera ventajas para
ambas partes es oneroso; cuando solo proporciona ventaja para una sola de las partes es gratuito.
Esto esta en el Art. 1139 del C.C.
La onerosidad y los contratos de cambio: En los c. onerosos, suele existir un nexo de
interdependencia, entre las ventajas y sacrificios de las partes. Hay un intercambio reciproco de
ventajas. Si una de las partes asume un sacrificio, es a cambio de un equivalente o de una
contrapartida que debe procurarle a la parte. Leer Art.1139. Configura este supuesto la expresión
más típica contractual: el denominado “c. de cambio”, donde media un trueque de atribuciones
patrimoniales o de prestaciones que recíprocamente se hacen las partes. Debe aclararse que a los
fines de la onerosidad, es indiferente que el beneficio dado como contraprestación del sacrificio,
tenga como destinatario a la otra parte o, de común de acuerdo entre los contratantes, deba
aprovechar a un tercero, como ocurre, precisamente, en los c. a favor un terceros Art.504: Si en la
obligación se hubiere estipulado alguna ventaja a favor de un tercero, éste podrá exigir el
cumplimiento de la obligación, si la hubiese aceptado y hécholo saber al obligado antes de ser
revocada.
Alcance de la clasificación: En materia de c., no existe acto alguno que pueda escapar, total o
parcialmente, a los términos de esta clasificación. Se hable de c. incoloros o indiferentes, en el
sentido que pueden ser gratuitos u onerosos según las circunstancias, a los que se hizo mención;
entre ellos se encuentra el c. de fianza que, por vía de regla, es gratuito, pero puede ser
oneroso(acá va el tema de la acción revocatoria o pauliana en el C.C. Italiano y el nuestro pero no
lo desarrollo).
Las donaciones remuneratorias y modales: Frente a esta clasificación de los c. en gratuitos y
onerosos, aparecen figuras contractuales en las que se combinan ingredientes de los 2 términos
en distingo. Tal ocurre con variedades del paradigma de los c. gratuitos: la donación, cuando ella
es remuneratoria o con cargo. En estos casos, tales c. se consideran parcialmente onerosos, en
cuanto se rigen por las reglas relativas a este tipo de c., en la medida en que constituyan una
equitativa remuneración de los servicios prestados o en la proporción en que el valor de lo donado
sea absorbido por los cargos. En la parte que así no ocurra, esto es, el excedente no cubierto por el
valor del cargo o del servicio prestado, la donación mantiene su régimen natural y se rige por las
reglas relativas a los c. a título gratuito(arts. 1825 y 1829). Incluso, si el valor del sacrificio del
donatario representado por el cargo o el servicio que ha prestado, equivale al valor de lo donado,
se entenderá que no existe donación y corresponde lisa y llanamente, aplicar las reglas propias de
los c. onerosos.(art. 1829).Entonces, esta clasificación entre onerosos y gratuitos, admite una
categoría intermedia de aquellos c. que participan del doble carácter, porque su reglamentación
exige la concurrencia de las reglas relativas a ambas categorías contractuales.
Negotium mixtum cum donatione: En la donación modal, la cuota de onerosidad reside en que se
impone al donatario una ob. accesoria, concebida como una limitación al beneficio que recibe.
Pero, en otras hipótesis, es dable utilizar el recurso de imponer al beneficiario una ob. principal,
aunque conscientemente desproporcionada al valor de la contraprestación con que éste se
aprovecha. La desproporción es deliberada: se funda en la intención de liberalidad y, por tanto,
estaría justificada en el sentido del art. 954 del C.C.(lesión). La expresión más representativa y
tradicional de este supuesto, la constituye el denominado Negotium mixtum cum donatione.
Corresponde aplicar a estos supuestos, principios análogos a los considerados al examinar las otras
hipótesis de contratos mixtos, desde el punto de vista de la onerosidad o gratuidad, configurados
por las donaciones remuneratorias o con cargo. Debe distinguirse, pues, la parte en que se
compensan los sacrificios, de aquella que importa el excedente, con el cual, la parte beneficiaria,
recibe una ventaja sin equivalente.
Diferencia con la clasificación de c. unilaterales y bilaterales: El criterio en que se basan ambas
clasificaciones es diferente. En materia de c. unilaterales y bilaterales, se tiene en cuenta las obs.
que generan la formación del c.: si a raíz de su concertación, una sola de las partes queda obligada,
el c. es unilateral; en cambio, si en virtud de su celebración, ambas partes quedan recíprocamente
obligadas, el c. es bilateral.
El criterio de distinción entre los c. onerosos y gratuitos reside, a su vez, en el grado de ventaja y
sacrificio que el c. importa para las partes. La onerosidad supone ventajas para todos los
contratantes, que configuran la contrapartida de un sacrificio. Desde este punto de vista, todos los
c. bilaterales son onerosos, porque cada una de las partes asume el sacrificio de cumplir con una
ob. que tiene como equivalente el beneficio que representa la ob. que debe cumplir,
recíprocamente, la otra.
Empero los c. unilaterales pueden ser gratuitos u onerosos.
Los c. extintivos pueden ser gratuitos u onerosos, con independencia de que escapan a la
clasificación de unilaterales o bilaterales. Los c. asociativos, que tampoco pueden ser encuadrados
en la clasificación de unilaterales y bilaterales, admiten su ubicación en el distingo entre onerosos
y gratuitos, según se ha visto.
Consecuencias prácticas de la clasificación:
a) En materia de error sobre la persona, para que éste pueda provocar la nulidad del acto
jurídico, es menester que sea esencial Art. 925: Es también error esencial y anula al acto jurídico,
el relativo a la persona, con la cual se forma la relación de derecho. La consideración de la persona
influye decisivamente, y esto ocurre con mayor frecuencia, en los negocios a título gratuito; suele
ser determinante.
b) El título de quien adquiere onerosamente, goza de mayor protección legal, que el de quien
adquiere gratuitamente. Recordemos los siguientes supuestos:
1- En materia de acción revocatoria o pauliana, los requisitos para revocar el acto del deudor
insolvente, son mas rigurosos cuando el acto es a título oneroso en cuanto, al par del eventus
damni, se exige el concilium fraudis;(Arts. 962 y 968); si el acto es a título gratuito, basta el primer
requisito, desde que no se requiere la complicidad del tercero en el fraude(art.967).
2- La ley convalida actos de disposición de un derecho, en ciertos casos de legitimación
aparente, los que
producen plenos efectos respecto del verdadero titular. Tal es lo que acaece con los actos de
disposición que
realiza el heredero aparente de inmuebles de la sucesión( Art.3270: Nadie puede trasmitir a
otro sobre un
objeto, un derecho mejor y más extenso que el que gozaba; y recíprocamente, nadie puede
adquirir sobre
un objeto un derecho mejor y más extenso que el que tenía aquel de quien lo adquiere.), a
favor de
adquirentes de buena fe y a título oneroso.
3- Otra excepción a la regla enunciada en el ultimo término, se relaciona con los efectos de la
nulidad: ésta no
puede perjudicar los derechos adquiridos sobre inmuebles por subadquirentes de buena fe a
título oneroso, a
quienes se pone a cubierto de una acción de reivindicación(arts. 1051, 2767 y 2778 C.C.)
4- Ciertas garantías, acordadas a los adquirentes de un derecho, que constituyen un elemento
natural de los c.,
sólo, se dan, por vía de regla, en los c. a título oneroso: tal la garantía de evicción (arts. 2089 y
2091) o por
vicios redhibitorios(art.2164).
c) Los institutos de la lesión y de la imprevisión destinados a subsanar los desequilibrios de
las prestaciones de un c., tienen como ámbito de aplicación los c. a titulo oneroso(arts.954 y
1198).
d) La oponibilidad al concurso del boleto privado de compraventa, consagrada a favor de los
adquirentes de buena fe, también tiene como fundamento la naturaleza onerosa del contrato de
que se trata(art. 146 de la ley 24.522 y art 1185 bis del C.C.).
e) El título gratuito expone a los adquirentes al riesgo de la acción de reducción, ( arts. 1832,
inc. 2º y 3602) y a la acción de colación, en su caso(arts. 3476 y ss).
f) La adquisición a título gratuito acarrea deberes de gratitud, que se traducen en el régimen
del pago con beneficio de competencia(art. 800, inc. 5º), en la ob. alimentaría(art. 1837) y en las
posibilidades de revocación de la donación(arts. 1858 y ss.).(también ver responsabilidad agravada
en el comodato arts.2269 y 2284).
g) Para garantizar la reflexión de quien compromete una atribución patrimonial gratuita, se
excluyen los bienes futuros del objeto de la donación(art. 1800), o bien, se exige, con mayor
rigurosidad, la observancia de la forma prescripta(art.1810).

3) Contratos conmutativos y aleatorios.


Noción: Los c. onerosos se vio, son aquellos en que cada una de las partes asume un sacrificio,
para conseguir una ventaja. Pues bien; cuando la entidad de la relación entre el sacrificio y la
ventaja que se deriva directamente del negocio, es susceptible de ser apreciada en forma
inmediata y cierta en el momento de su celebración, el c., siguiendo una terminología tradicional,
recibe la denominación de conmutativo.
Por el contrario, cuando esa relación entre sacrificio y ventaja, no es factible de tal apreciación,
porque depende de un “acontecimiento incierto”, el c. recibe entonces el nombre de aleatorio.
Los c. aleatorios están definidos en el C.C. en el Art.2051: Los contratos serán aleatorios, cuando
sus ventajas o pérdidas para amas partes contratantes, o solamente para una de ellas, dependan
de un acontecimiento incierto.
El acontecimiento incierto: El evento es incierto, cuando no se sabe si acaecerá-incertus an-, o
bien cuando se ignora el momento en el cual ha de verificarse-incertus quando-.Ese
acontecimiento incierto, constitutivo del álea, puede tener gravitación de distinto modo en los c.
aleatorios:
a) A él puede subordinarse el cumplimiento de una de las prestaciones de una de las partes,
estando la otra perfectamente determinada(como ocurre en el seguro de vida o de
responsabilidad civil).
b) Puede hacerse depender de su verificación, cuál será la parte que deberá cumplir la
prestación y cuál será la beneficiaria de ésta, tal cual ocurre en el c. de juego y apuesta.
c) Finalmente, puede constituir el acontecimiento incierto, el factor determinante del plazo
en función del cual debe cumplirse determinada prestación de ejecución periódica o continuada.
La entidad de ésta dependerá, en definitiva, del mayor o del menor lapso en que sobrevenga el
acontecimiento, que fatalmente debe producirse, aunque se ignora cuándo, tal ocurre en el c.
oneroso de renta vitalicia.
El álea normal y el álea en los c. aleatorios: Siempre hay un riesgo económico, inherente a todo c.
oneroso(circunstancias externas extrañas al contenido del c.), al que no pueden sustraerse los c.
conmutativos. Pero, en sentido estricto, sólo puede hablarse de c. aleatorio, cuando se subordina
a un acontecimiento incierto, ya sea la prestación de alguno de los contratantes o la entidad de
ésta.(Lo que resulta incierto son los efectos patrimoniales definitivos del negocio).
El sinalagma en los c. aleatorios: En los c. aleatorios, una de las prestaciones previstas, al menos,
es incierta, en cuanto puede llegar a no verificarse o en cuanto no se sabe en la medida en que se
ha de efectivizar; el correspondiente resultado final del c., en consecuencia, puede entrañar una
desproporción objetiva de sacrificio y ventaja. Pero en el álea que asumen ambas partes, en los
riesgos y chances que ésta conlleva, radica al factor que sirve para contrabalancear ambos
extremos y fijar el equilibrio.
No hay dudas que en estos c. se da el sinalagma genético. Lo que difiere con los c. conmutativos es
el sinalagma funcional, en cuanto una de las prestaciones previstas puede no llegar a efectivizarse
o variar en su entidad en consonancia con la verificación del acontecimiento constitutivo del álea.
Diferencia con la condición: Debe distinguirse los c. aleatorios de los c. subordinados a una
condición.
Cuando la condición se cumple; si la condición es resolutoria el acto se extingue ex tunc, esto es,
deviene ineficaz retroactivamente. Si la condición es suspensiva y ella no se da, el negocio no ha
de producir efecto alguno.
En los c. aleatorios, se subordinan a un acontecimiento incierto las ventajas y pérdidas que el
negocio representará, en definitiva, para las partes. Es decir, que la aleatoriedad también atiene a
los efectos patrimoniales que el acto debe producir. Pero mientras la condición compromete la
eficacia integral del acto, en cuanto entraña la disyuntiva de que ésta se produzca o consolide en
su plenitud, o bien que el negocio quede desprovisto de toda consecuencia, en el negocio
aleatorio, al acto ha de producir siempre efectos patrimoniales, aunque lo variable sea la medida.
La condición expone al negocio a quedar privado integralmente de efectos, de manera que se
borren los rastros de su existencia. En el c. aleatorio la repercusión que puede tener el
acontecimiento incierto sobre los efectos, es meramente parcial. Ellos han de producirse siempre,
pero con un alcance que no resulta posible determinar en su formación; el c. dejará
inevitablemente huellas de su existencia, aunque dependerá del álea, la impronta de ellas.
El álea debe afectar a todos los contratantes: Volviendo a la definición que el Código da de los c.
aleatorios en el art.2051, de su texto literal, pareciera admitir que la incertidumbre de las ventajas
o pérdidas se extienda ya sea a ambas partes, o bien se dé con respecto a una sola de ellas. En
este orden de ideas se ha admitido la posibilidad de que exista un c. de esta categoría, en que el
álea afecte a uno de los contratantes y no al otro. Tal ocurre con el c. de seguro.(No es dable
concebir a un c. aleatorio, sin que el acontecimiento constitutivo del álea que aproveche a uno de
los contratantes, no signifique, necesariamente, una correlativa pérdida para la otra parte.).
Distinción de los contratos aleatorios: Suele distinguirse los c. aleatorios, entre aquellos que los
son por su naturaleza, de los que revisten tal carácter por voluntad de las partes.
Los primeros(por su naturaleza), son aquellos contratos típicos que revisten el carácter de
esencialmente aleatorios en la disciplina legal que los reglamenta. Cabe mencionar como tales: los
c. de juego y apuesta(arts. 2052 y 2053); los c. de lotería y de rifa(art.2069); el c. de renta
vitalicia(art.2070); y el c. de seguro(ley 17.468).
Los segundos(por voluntad de las partes), son aquellos c. típicos que en su configuración legal son
conmutativos, pero pueden convertirse en aleatorios en virtud de cláusulas agregadas por los
contratantes, que modifiquen sus efectos naturales. Pueden mencionarse en este grupo: la
compraventa de esperanza—emptio spei—(arts.1404 y 1405) y de una cosa sometida a
riesgo(art.1406); la compraventa con renuncia a la garantía de evicción o por vicios redhibitorios;
la cesión de derechos con renuncia a la garantía de evicción.
Consecuencias de la clasificación: En los c. aleatorios media la asunción voluntaria de un riesgo por
una de las partes, en virtud del cual subordinan a un acontecimiento incierto las pérdidas y
ganancias que el negocio, en definitiva, les ha de procurar. Es por ello que este c. puede conducir a
un resultado en el que objetivamente medie una “desproporción de las prestaciones”, que
encuentra su razón de ser, precisamente, en el álea compartida que supone chances de ganancias
o peligros de pérdidas, por igual, para los contratantes.
Por tal razón las figuras previstas por la ley para subsanar los desequilibrios de las prestaciones de
los c. de cambio, tienen un margen más reducido de aplicación en el ámbito de los c. aleatorios. El
instituto de la imprevisión sólo se torna aplicable en relación a ellos “...cuando la excesiva
onerosidad se produzca por causas extrañas al riesgo propio del contrato...”(art.1198). Aunque es
tema de discusión en el D. Comparado, prevalece netamente en la doctrina nacional, la idea que
igual temperamento corresponde adoptar con respecto a la lesión, la que será aplicable a los c.
aleatorios, cuando más allá del álea real aceptada por las partes, pueda existir una notable
desproporción de las prestaciones, consecuencia de la explotación que una de las partes realiza de
la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra.

4) Contratos consensuales y reales.


Noción: Los c. consensuales contrapuestos a los formales.—Los c. se clasifican en consensuales y
reales. Leer art. 1140, en pagina 1 de este apunte. Los c. consensuales, pues, en cuanto son los
que se perfeccionan por el simple concursus voluntatum, se contraponen, ante todo a los c.
formales, aquellos que exigen para su conclusión, a más del consentimiento, una forma
determinada, sin cuya observancia no quedan perfeccionados en cuanto tales: forma dat esse
rei(la forma da el ser de la cosa). En este sentido, cuando el art. 4º de la ley 17.418 dispone que el
c. de seguro es consensual, utiliza la expresión para señalar que no es un c. formal y que, por
tanto, los derechos y ob. recíprocos del asegurador y asegurado, empiezan desde que se ha
celebrado la convención, aun antes de emitirse la póliza.
Distinción entre c. consensuales y reales: antecedentes: Más específicamente, dentro de nuestro
C.C., los c. consensuales se contraponen a los c. reales, los que quedan concluidos para producir
sus efectos propios desde que una de las partes haya hecho a la otra tradición de la cosa sobre la
que versa el consentimiento. Esto es, los c. reales sólo se reputan celebrados, cuando se suma al
consensus, la traditio rei, esto es, la entrega de la cosa objeto del c.
Critica: Configura una paradoja que esta categoría de c. reales, constituya hoy un arcaísmo
jurídico. Se trata de un resabio histórico. Se suele justificar la supervivencia de estos c. en que
estos c. tienen como común denominador, el efecto característico de generar una obligación de
restitución; por tanto, se sostiene, ella no podría tener existencia, si no está precedida de la
entrega de la cosa; no es posible devolver lo que no ha sido recibido. Pero este fundamento no
resiste el análisis critico; ya que existen c. consensuales, como el de locación, que genera la ob. de
restituir la cosa. Es cierto que la ob. de restituir tiene como presupuesto que ésta haya sido
entregada. Pero ello concierne exclusivamente al perfeccionamiento de la ob. y no del c. del cual
se deriva. Esta categoría ha sido erradicada de cuajo en las legislaciones modernas como por ej:
C.C. Suizo, Mexicano,etc.
Enumeración de los c. reales: Leer arts. 1140, 1141 y 1142 del C.C. A la enumeración del 1142 debe
sumarse el c. oneroso de renta vitalicia, el cual sólo queda concluido por la entrega del dinero o
por la tradición de la cosa en que consistiese el capital(art.2071).
La donación manual: Suele, además, incorporarse(“incorrectamente”) el contrato de donación
manual a la nómina de c. reales. La interpretación más coherente del art. 1813, conjuntamente
con la del art.1815, que le sirve de complemento, conduce a la conclusión que la donación es un c.
consensual, si bien para acreditar su existencia, esto es, a los fines de su prueba, requiere ya sea
un instrumento público o privado, la confesión del donante o bien la entrega de la cosa.
Promesa de c. real: En los c. reales, la datio rei, es un requisito esencial para el perfeccionamiento
del c. Este requiere, al par del requisito común del consensus, un plus, que debe darse
coetáneamente desde un punto de vista cronológico: la entrega de la cosa sobre la que versa el c.
En consecuencia, si media consentimiento de las partes para celebrar alguna de las figuras típicas
de c. real sin que a ese acuerdo, contemporáneamente, se lo acompañe con la entrega de la cosa,
falta un requisito esencial para el perfeccionamiento del c. Son las hipótesis en que se habla de
pactum de mutuando, pactum de comodando, pactum de deponiendo, pacta de pignorando.
Suponen el consentimiento, sin la entrega.
En estos supuestos, el consensus es más amplio que el del c. real, pues no sólo importa el
establecimiento de la obligación de devolver, sino, además, como paso previo, entraña la
obligación de entregar la cosa. Este convenio consensual, sólo puede revestir el carácter de un c.
preliminar, esto es, un c. en que las partes se comprometen a concluir el c. real con la observancia
del requisito esencial que supone la efectivizacion de la traditio.
La cuestión se plantea sobre cuál es la eficacia que cabe reconocerle a un c. de este tipo. El C.C. da
respuesta parcial al interrogante. Al reglamentar el mutuo, dispone el Art. 2244: La promesa
aceptada de hacer un empréstito gratuito no da acción alguna contra el promitente; pero la
promesa aceptada de hacer un empréstito oneroso, que no fuese cumplida por el promitente,
dará derecho a la otra parte por el término de 3 (tres) meses, desde que debió cumplirse, para
demandarlo por indemnización de pérdidas e intereses. Asimismo, en materia de comodato, c.
esencialmente gratuito, dispone el art. 2256 que la promesa de hacer un empréstito de uso, no da
acción alguna contra el promitente. Estas normas permiten sentar un criterio general de
interpretación en la materia: “El C.C. distingue la promesa aceptada de celebrar un c. real, según
que éste sea gratuito u oneroso. En el primer caso, desconoce todo efecto al c. consensual que no
esté acompañado con la entrega de la cosa. La ley no considera conveniente atribuir eficacia a la
voluntad de obligarse, manifestada sin que se haya operado, simultáneamente, la entrega de la
cosa. En el segundo caso, reconoce efectos al c. preliminar: si bien no admite la ejecución coactiva
en forma específica del convenio, vale decir, la posibilidad de exigir su ejecución forzada, sanciona
el derecho de reclamar los daños e intereses derivados del incumplimiento. Tal criterio de
orientación debe ser aplicado a las hipótesis no previstas.
Apuntes de clase: ¿cuál es la diferencia fundamental entre c. reales y c. consensuales? Es que en
principio la promesa de celebrar un c. real no obliga; para que queden las partes obligadas, es
menester que medie la entrega efectiva de la cosa. Que estos c. sean reales, no significa que no
haya consentimiento; para que haya c. debe haber consentimiento, pero los c. reales además del
consentimiento, se exige la entrega de la cosa. La categoría de los c. reales existe en nuestro
Código y la característica que tiene es la invalidez de la promesa de celebrar un c. real. La
excepción que existe sobre esto, es la promesa del mutuo oneroso, en donde si bien el promitente
no puede ser obligado a facilitar la suma de dinero que se prometió, si va a responder en caso de
incumplimiento por los daños y perjuicios que haya generado al frustrado mutuario. Pero en los
demás c., como el comodato y el deposito, la promesa no obliga.
El tema de las donaciones manuales, que son la entrega de cosas muebles que se opera por la
simple entrega de la cosa; están refiriéndose mas bien a un problema de prueba, de acreditación
de la existencia del c. que a su obligatoriedad. De manera que los c. reales son los que se
mencionan con la característica distintiva del mutuo oneroso, que si la promesa genera algunos
defectos aunque no la obligación de cumplir el c. en la forma pactada. Hay que concordar el art.
1816 con el art. 1815.Art. 1816: Para que valgan las donaciones manuales es preciso que ellas
presenten los caracteres esenciales del contrato, y que la tradición que las constituye sea en si
misma una tradición verdadera. Art. 1815: La donación de cosas muebles o de títulos al portador
“puede” ser hecha sin un acto escrito, por la sola entrega de la cosa o del titulo al donatario. Las
donaciones manuales son aquellas que tienen por objeto cosas muebles que se trasmiten por la
simple entrega. La redacción de este art. 1816 ha hecho decir a varios autores que las donaciones
manuales serian una especie de c. real, pero en general sostenemos una posición actualmente
mayoritaria; y es que a este art. 1816 hay que concordarlo con su anterior 1815(leer). Lo que dice
este art. es que la donación de cosas muebles puede hacerse aún sin la formalidad escrita,
pactando la entrega; cuando el 1816 exige la entrega “ es a los fines de la prueba del c”; si se
puede acreditar la existencia del c. de otra manera, por ej: por medio de un instrumento escrito
como dice el 1815, “este c. va a poder ser exigido” y en consecuencia requerirse al donante la
entrega de la cosa prometida aún cuando no haya mediado la entrega en su momento; pero eso
hace que no sea un contrato real; porque si fuera un c. real la promesa no configuraría c, y
entonces si no ha mediado la entrega no habría posibilidad de exigir la entrega; en definitiva,
cuando no hay instrumento escrito para que se pueda configurar las donaciones es menester que
se entregue efectivamente la cosa, pero es problema probatorio; si hay instrumento escrito,
puede exigirse su cumplimiento. Que quede claro: Las donaciones manuales no son contratos
reales.

5) Contratos formales y no formales.


La forma como elemento esencial del negocio jurídico: Cabe entender por forma, el modo como la
voluntad se manifiesta, esto es, como el negocio se presenta frente a los demás en la vida de
relación.(No existe desde este punto de vista ningún acto jurídico que pueda prescindir de la
forma). La voluntad sólo puede tener valor en cuanto se manifiesta, esto es, cuando se traduce al
mundo exterior. La forma es el modo de ser de esa manifestación. La forma constituye un
elemento esencial del acto jurídico, en cuanto no cabe hablar de acto voluntario si no existe una
exteriorización de la voluntad a través de algún medio por el cual se torne cognoscible a los
demás.
La forma legal y voluntaria: Frente a esta noción de forma en sentido amplio, existe un concepto
más restricto que es el de forma legal, definida por el art.973, como conjunto de solemnidades
impuestas por la ley que deben observarse al tiempo de la celebración de un negocio jurídico.
Corresponde sumar a este supuesto, las hipótesis en que por común acuerdo de partes se
conviene la exigencia de determinadas formalidades, ya sea para los c que legalmente están libres
de ellas, o para aumentar o reforzar los requisitos de forma exigidos por la ley. Son casos de
solemnidad voluntaria (arts. 975 y 1186, C.C.).
Contratos formales y no formales: Desde este punto de vista, es dable clasificar a los c. en
formales o no formales. Los primeros son aquellos que, ya sea en virtud de la ley o de una
convención de partes, requieran una determinada forma en su celebración. Los segundos, no
tienen exigencia a este respecto. En esta ultima hipótesis, rige el principio de libertad formal: los
interesados pueden hacer uso de la forma que consideren más conveniente(art.974).
Clasificación de los c. formales: Cuando la ley dispone una forma para un c., corresponde
distinguir: Que ella constituya un requisito para el perfeccionamiento del c., se trata de la forma
ad substantiam; o bien que esté impuesta a los fines de la prueba.
Contratos formales”ad substantiam”: En el primer supuesto, el c. no se considera concluido en
cuanto tal, apto para producir los efectos que le son propios, mientras no se observe la forma
prescripta por la ley.
Estos c. formales propiamente dichos, en que la forma es condición para el perfeccionamiento del
negocio, pueden ser subdistinguidos en dos clases, sobre la base de las consecuencias que traiga
aparejado el incumplimiento del requisito formal:
a)En una primera especie, el incumplimiento de la forma destituye y priva de todo efecto jurídico a
lo hecho en transgresión de la prescripción formal. Son los contratos formales de solemnidad
absoluta, como la donación de inmuebles o de prestaciones periódicas o vitalicias(art.1810).
b)En la segunda especie de c. formales ad substantiam ,la ley reconoce particulares efectos a lo
hecho en inobservancia de la forma. No se trata de los efectos propios del negocio formal, puesto
que éste no se reputa concluido mientras no se cumpla la forma. Son efectos diferentes, en virtud
de un fenómeno de conversión: se considera que el negocio desprovisto de la forma exigida,
genera una obligación de hacer, para reclamar la observancia de ésta, a fin de que el c. propuesto
quede concluido como tal, idóneo para producir los efectos que le son privativos. Son estos los c.
formales de solemnidad relativa, a los que se refiere el art. 1185 del C.C.
Contratos formales “ad probationem”: En contraposición a esta categoría de c. formales
propiamente dichos, en que la forma es requerida ad substantiam, se distingue la de c. formales
ad probationem, en que la forma no constituye un requisito del acto, sino que se torna necesaria
al solo efecto de posibilitar la prueba en un juicio, sobre la existencia de un c. o de determinadas
cláusulas. Entre los supuestos de esta forma ad probationem, cabe mencionar los arts.1193 y 2006
del C.C.
Solemnidad Absoluta
Ad substantiam
Solemnidad Relativa
FORMALES
Ad Probationem
CONTRATOS

NO FORMALES

Esto fue sacado del libro de Aparicio. Lo que sigue es de apuntes de clases(López de Zavalia).
La forma la ha descripto el C.C. para los actos jurídicos señalando que es el conjunto de
solemnidades que deben cumplirse en el momento de la celebración del acto. La regla que ha
impuesto el C.C. es la no formalidad, vale decir, que las partes pueden elegir la forma que
consideren mas conveniente para la celebración de su c. Pero en función de que no se ha ido
modificando el valor mínimo para que los c. puedan probarse por testigos, establecidos en el
1193, prácticamente, a los fines de la prueba del c. se exige la forma escrita para todos.
Dice el Art.1193:Los contratos que tengan por objeto una cantidad de más de diez mil pesos,
deben hacerse por escrito y no pueden ser probados por testigos. Estos $ 10.000.son del año
1968, de manera que con las sucesivas devaluaciones, ha quedado reducido a milésimas de
centavo, con lo cual todos los c, quedan comprendidos en la disposición del 1193. Pero esta
exigencia de la escritura(escrito) para los c. es a los fines de la prueba; nada impide que si se
acredita la existencia del c. por otra forma; la falta de la forma escrita no va a ser impedimento
para la validez del c.
Regla teórica: En principio; son no formales. Frente a estos existen los formales, que son aquellos a
los que efectivamente la ley les ha previsto alguna solemnidad que debe cumplir al tiempo de su
celebración .
Principio general: No formalidad En teoría(art.1193).
Formales Fijada alguna formalidad por la ley.

Los contratos formales: No solemnes (arts.1193 y 2206 ad probationem)


Solemnes Absolutos(art.1810)
Relativos(art.1185—boleto de cvta; 1184 inc.
3 Soc.)
Los contratos formales no solemnes:
Son aquellos en donde la formalidad no impide su validez ni la producción de los efectos propios
del c. sino que esta referida a los fines de la prueba, en el cual podemos señalar el 1193(ya leído) y
el art 2006 de la fianza. Art.2006: La fianza puede contratarse en cualquier forma: verbalmente,
por escritura publica o privada; pero si fuese negada en juicio, sólo podrá ser probada por escrito.
Vale decir, que si hay que acreditar la existencia; esa acreditación solo puede ser hecha por
escrito; esto es lo que en la clasificación clásica se denominaba c. formales ad probationem.
Los c formales solemnes pueden ser absolutos y relativos. ¿Qué quiere decir esto? Cuando no esta
exigida a los fines de la prueba, sino a los fines de su validez tenemos 2 posibilidades: El
incumplimiento de la forma prevista por la ley acarrea su nulidad y por tanto no produzca ningún
efecto como en el caso de las donaciones de bienes inmuebles, en donde se exige la escritura
pública bajo pena de nulidad(art.1810) y en consecuencia el incumplimiento de la formalidad de la
escritura pública determina su total invalidez; o estamos en situación de los solemnes relativos en
donde el incumplimiento de la forma prevista por la ley implica que el c. no produzca los efectos
propios de ese c, sino otros; otros efectos distintos o efectos limitados y el ej. más común es el de
art 1185 que dice que los c. que debiendo ser hechos por escritura pública, fuesen hechos por
instrumento privado; no valdrán como tales; vale decir, no valdrán como los c. que se han querido
celebrar sino como un c. en donde las partes se obligan a otorgar la escritura pública. Otro ej. es
en materia de Sociedad, el art.1184 inc 3º, el c. de Sociedad, debe se hecho por escritura pública y
el incumplimiento de la formalidad de la escritura pública hace que ese c. produzca un efecto
relativo, en el sentido que si no esta hecho por escritura publica cualquiera de las partes puede
pedir en cualquier momento la disolución de la sociedad. Si no se cumple con la formalidad
prescripta por la ley, ese c. produce un efecto limitado o distinto del que hubiere producido si se
hubiere cumplido con esa formalidad; el ej. más común de la aplicación del art 1185 es el boleto
de compraventa; la compraventa de bienes inmuebles de conformidad con lo establecido en el art
1184 inc 1º debe ser hecho por escritura pública; si no se cumple con la formalidad de escritura
pública; se hace por instrumento privado y es lo que comúnmente se denomina boleto de
compraventa. Ese c. no tiene la posibilidad de cumplir con el objetivo fundamental que se le
asigna al c. de compraventa que es “la trasmisión, la trasferencia de la propiedad”, de la cosa que
constituye el objeto del c.; para que se opere la trasmisión del dominio del bien inmueble objeto
del c. es menester que se celebre por escritura pública y además se exige la tradición y la
inscripción en el Registro.
Formales: Son los que tienen una forma prescripta por la ley.
No Formales: Son aquellos en que las partes libremente pueden acordar la solemnidad a la que
van a someter sus convenciones.

6) Contratos nominados e innominados. 7) Contratos típicos y atípicos.


Noción. Importancia. Denominación . Variedades: El art.1143(leer, esta en pagina 1 de este
apunte) el C.C. enuncia la clasificación de los c. en nominados e innominados. Como criterio de la
distinción, tiene en cuenta el hecho de que la ley los designe o no bajo una denominación
especial.. Pero resulta preferible la denominación de c. típicos o atípicos que por sí misma, traduce
en forma más cabal la idea de que exista o no una disciplina particular propia establecida por la
ley. Puede así decirse que los c. atípicos son aquellos que carecen de una concreta reglamentación
legislativa, aun cuando la ley pueda asignarles un nombre, para simplemente, mentarlos(Por ej: el
c. de explotación de hotel, residencial, pensión familiar u otro tipo de establecimiento asimilable,
esto es, el c. de hospedaje, al cual se refiere el art. 27 d la ley de locaciones urbanas 23.091, pero
sin reglamentarlo, configura un c. atípico).
Tipicidad social: Un hecho que contribuye a identificar a los c. atípicos, es la denominada tipicidad
social, que se contrapone a la tipicidad legislativa. Se habla de tipicidad social para hacer
referencia a aquellos c. que, si bien no tienen una disciplina normativa establecida en la ley,
poseen una manifestación frecuente en el tráfico, como fenómeno social, de modo tal que esa
continuidad los dota de un nomen iuris por el cual son conocidos y de una disciplina que por su
reiteración pasa a ser propia y suele ser consagrada por vía doctrinaria y jurisprudencial. A titulo
ejemplificativo, cabe mencionar los siguientes c. innominados mas comunes en el trafico: el c. de
hospedaje; de publicidad; de garaje; de excursión turística, de crucero; de internacion de un
instituto hospitalario; de sindicación de acciones; de know how y otros de trasferencia de
tecnología; de espectáculo; de distribución de películas cinematográficas; de muestra artística; los
c. parasociales; el c. estimatorio; de agencia; de distribución; la concesión; la franquicia; los c.
bancarios como el factoring, el reporto, el underwriting y el crédito documentario, etc.
Intentos de clasificación de los contratos atípicos: Existe consenso, en distinguir los c. atípicos
entre aquellos que tienen un contenido extraño a los tipos reglamentados (También se los llama c.
atípicos puros; constituyen el grupo más reducido; se menciona, entre sus ej: el c. de claque, o un
c. de garantía en el que una parte, para estimular la iniciativa del otro contratante, sin
compensación, asume total o parcialmente el riesgo derivado de esa actividad que se propone
llevar a cabo el otro), de los que se integran por elementos que pertenecen a tipos previstos, en
diferentes combinaciones. Estos últimos se denominan contratos mixtos, son los de mayor
importancia y más frecuentes.
Coligación o unión de contratos. Noción: Tales c. mixtos deben ser distinguidos de las hipótesis en
que existen 2 o más c. distintos que guardan entre sí una relación de conexión objetiva. Se trata
este ultimo del supuesto que se denomina unión de contratos o contratos coligados. Son c. que
constituyen entidades distintas, a diferencia de los innominados mixtos, cada uno de los cuales
configura, estructuralmente, una unidad contractual. Cada uno de los c. coligados tiene una
función autónoma, aunque tiendan a la realización de una operación económica global, unitaria y
compleja. Suponen intereses económicos entrelazados cuya realización exige la celebración de
esos c. conexos, aunque distintos.
Coligación genética y funcional: La coligación genética, entraña que un c. ejerce una influencia en
la formación de otro, como la vinculación que existe entre el c. preliminar y el definitivo o la que
media entre el c. de opción y el c. a cuya formación tiende. La coligación funcional a su vez puede
ser unilateral o bilateral: La primera se da cuando existe un c. accesorio o auxiliar que está
subordinado o es dependiente de otro principal. Habida cuenta ese nexo, las vicisitudes que
afecten al c. principal -nulidad, ineficacia, resolución- repercuten, en principio, en el accesorio. Tal
es lo que ocurre en los c. de garantía (fianza o hipoteca) con respecto al c. principal; los c.
parasociales con respecto al c. social; el subcontrato con respecto al c. base.
En la coligación funcional bilateral, media un nexo recíproco de interdependencia entre los c. y,
por lo tanto, las vicisitudes que afecten a uno de ellos, por vía de regla, gravitan y se extienden al
otro. Ej. de este tipo de c. se dan a menudo en la práctica, en los que se relacionan con la
utilización de ordenadores.
Caracteres de la conexión entre los contratos coligados: La conexión entre c. coligados es de
índole jurídica. Está excluida de esta categoría, la simple relación de c. puramente externa o
material, como la que deriva del hecho de la celebración simultanea o de constar en un mismo
documento. La conexión que existe en los c. coligados puede ser típica(fianza o sublocación, por
ej) o atípica(autonomía de las partes---casos no disciplinados por la ley).
Distinción de los contratos coligados con los atípicos mixtos: La respuesta depende del caso
concreto. Habrá que determinar cuando los elementos que pertenecen a varios tipos de c.
nominados pierden su individualidad para constituir un complejo contractual único o cuando la
conservan para dar lugar a la existencia de 2 o más c. coligados.
La indisoluble unidad del propósito negocial perseguido por las partes, puede servir de guía para
esta apreciación. También puede serlo al análisis del régimen jurídico que resulte más conveniente
a la situación creada.
Contratos Atípicos: Limites de la facultad de celebrar contratos atípicos: Resulta obvio que en
materia de c. atípicos, tiene plena vigencia los limites generales de la autonomía, en el campo
convencional: el c. no debe tener un objeto ilícito, contrario a la moral o a las buenas costumbres
ni, tampoco, los motivos comunes a ambas partes deben revestir tal carácter.(En el D. Italiano,
prevalece la tesis de que cuando el c. es atípico, corresponde agregar otro limite que seria
exclusivo de su calidad de tales: esto es, que estén dirigidos a realizar intereses jurídicos
merecedores de tutela según el ordenamiento jurídico).
Régimen jurídico de los contratos atípicos: A estos negocios le son aplicables las normas generales
en materia contractual, como corresponde a la naturaleza de c. que ellos revisten. Cuando se trata
de c. atípicos puros, esto es, aquellos con un contenido extraño a los tipos reglamentados, se
coincide en que deben resolverse los problemas que se planteen, por vía del procedimiento de la
analogía.(Con respecto a los c. atípicos mixtos, en la doctrina se disputan 2 teorías: la tesis de la
absorción; y la de la combinación o de la analogía).
La analogía-Conclusión: Finalmente como única solución posible, se propugna el recurso de la
aplicación analógica de las normas del c. nominado que se muestren más adecuadas a la hipótesis
del c. mixto que se quiere disciplinar. Cabe concluir que no es posible enunciar, a priori, ningún
criterio rígido y unitario.
Agregado de clases: El problema se plantea con relación a los c. atípicos, en 1º lugar ¿qué régimen
se la va a aplicar a los c. atípicos? Y en eso se aplican los principios generales; en el sentido de que
se le va a aplicar el régimen jurídico que más se adecue, que más parecido sea al c. regular; si la
relación jurídica se parece a un c. de cvta.. se le aplicara las normas de la cvta. supletoriamente a
los que las partes hayan estipulado. En los c. atípicos en general es menester que las partes sean
mas cuidadosas en la redacción de su c.; por que no tienen un régimen supletorio especifico, sino
que las partes tienen que tener la previsión de prever, de establecer cuales van a ser las pautas
que van a regir esta convención que están celebrando; por ej. cuando no estaba dictada la ley
24441(luego la ley 25248 de mayo del 2000) que regula(regulaba) el c. de leasing, ya existía ese c.;
la gente ya tenia una idea de lo que era ese c. en el sentido de que era un c. de locacion con una
opción de compra; como no había un régimen especifico, había que prever a través de la
“contrata”(papel escrito), todas las posibles situaciones, efectos y consecuencias que se derivaba
de ese negocio jurídico. Se decía antes de la sanción de la ley 24441, que el c. de leasing tenia
“tipicidad social”, vale decir, no había tipicidad legal porque no estaba regulado por el C.C.; pero
en general por la sociedad se sobreentendía cual era el alcance de esa contratación, en el sentido
que era un c. de locacion con una opción de compra(ojo que con la 25248, esto no es tan así leer
art 1).
La 2º cuestión que se suele suscitar con relación a los c. atípicos es que si hay algún limite para que
las partes celebren c., y en este sentido nuestro C.C. no ha establecido ninguna otra causa
especifica más que las referidas al objeto por ej. el art.953(objeto de los actos jurídicos),
constituye un limite a la autonomía de la voluntad porque no podrían realizarse c. que fueran
contrarios a la moral, buenas costumbres, pero no tenemos ninguna norma especifica a diferencia
de lo que sucede en el C.C. Italiano donde se ha vinculado el tema de la atipicidad, con el tema de
la causa, en el sentido de que los italianos han adherido al “neocausalismo objetivo”, en donde se
sostiene que la causa es la función socio-económica que el régimen jurídico vigente permite que
las partes regulen a través de su contratación, a través de su negocio; entonces para que el
régimen jurídico le brinde protección, es menester que considere que se esta en presencia de un c.
que merece esta protección legal en función del objetivo perseguido.

8) Contratos principales y accesorios.


Esta clasificación no requiere mayores explicaciones, en el sentido de que es principal, aquel que
se basta a sí mismo; y accesorio, aquel que depende de otro para su subsistencia. Un c. principal
seria: un c. de cvta. Un c. accesorio seria: la fianza. En los c. de locación es muy común que se
incorpore un fiador; allí tenemos un c. mixto de locación y de fianza, en donde la fianza es
accesoria de la locación; si el c. de locación no tiene lugar, el accesorio tampoco tendrá validez(
leer el nuevo art.1582 bis, incorporado al C.C. en el año 2002). La fianza tiene 2 características
sobresalientes: que es accesoria, y es subsidiaria, la subsidiariedad puede o no estar presente;
porque cuando se trata de fianza solidaria deja de ser subsidiaria(pero no deja de ser accesoria).

9) Contratos de ejecución inmediata y de ejecución diferida.


Noción: Los c. pueden ser de ejecución inmediata o bien de ejecución diferida. El criterio de esta
distinción radica en la existencia o no de un plazo inicial para la ejecución de cualquiera de sus
prestaciones. Los c. de ejecución inmediata, son aquellos en que no existe tal plazo y, por lo tanto,
la ejecución de su correspondientes prestaciones debe realizarse o comenzar el cumplimiento, en
el momento mismo de su celebración, sin solución de continuidad(ej: cvta. de contado; voy a un
kiosco a comprar cigarrillos, pago y me dan la etiqueta).
En los c. de ejecución diferida existe dicho plazo inicial y, por tanto, media un espacio de tiempo
entre su celebración y la ejecución o el comienzo del cumplimiento de cualquiera de sus
prestaciones(ej: el mismo c. de cvta; de cosas muebles, pero se acuerda que el precio se va a pagar
y la cosa se va a entregar dentro de 30 días).

10) Contratos de ejecución instantánea y de ejecución continuada, o periódica o de tracto


sucesivo.
Noción: Otra clasificación, diferente de la anterior, es la de c. de ejecución instantánea, por un
lado, o de ejecución periódica o continuada , por el otro, también denominados c. de duración o
de tracto sucesivo, con una terminología que proviene del D. Intermedio.
Los c. de ejecución instantánea, son aquellos en los cuales el cumplimiento de sus prestaciones, es
susceptible de realizarse en un solo momento, uno actu, con una solutio única, en virtud de la cual
quedan agotados, se verifique o no en forma contemporánea con la celebración del c.
Los c. de ejecución continuada o periódica, o de duración o de tracto sucesivo, por el contrario,
son aquellos que tienen por contenido una prestación o prestaciones cuya ejecución necesita
prolongarse en el tiempo. Ello ocurre en las siguientes hipótesis: a)Cuando la ejecución de una
prestación, debe continuarse en el tiempo, sin interrupción, como sucede en el c. de locación de
cosa, en el comodato o en el suministro de energía. b) Cuando varias prestaciones deben repetirse
en el tiempo en épocas determinadas o en intervalos regulares, como el c. oneroso de renta
vitalicia o el de suministro. c) Cuando varias prestaciones deben cumplirse en forma intermitente
o variable, a pedido de una de las partes como ocurre con la cuenta corriente.
En estos c., el tiempo no importa una mera modalidad de ejecución, sino que es una condición
para que el c. produzca los efectos queridos por las partes. Las prestaciones se miden en función
del tiempo y este elemento es indispensable para que sea dable satisfacer el interés continuado o
durable que el c. supone.
Contratos de resultado: No constituyen contratos de ejecución continuada o periódica, los que
tienen por obligación típica, la prestación de un resultado futuro. Tal ocurre, por ej., con el c. de
locación de obra y el c. de transporte. En este tipo de c., siempre debe mediar un intervalo de
tiempo entre la conclusión y la ejecución: el que es necesario para que se desarrolle la actividad
idónea para producir el resultado. Empero la ejecución siempre es instantánea y se produce con la
consecución del resultado y su puesta a disposición del acreedor. En los c. de duración, cada acto
de ejecución tiene la virtualidad de satisfacer parcialmente el interés del acreedor. En cambio, en
los c. de resultado, el interés del acreedor no se ve satisfecho mientras aquél no se consiga,
porque los singulares actos de ejecución sólo son instrumentales y lo que interesa es el
cumplimiento final unitario, con la consecución del “opus” perseguido.
Tener en cuenta esto: Los c. de ejecución inmediata o diferida(punto9) se funda en la pregunta de
“cuándo se realiza o se inicia la ejecución de cualquiera de las prestaciones derivadas del
contrato”.
Los c. de ejecución instantánea o de ejecución continuada o periódica(punto10)responde al
interrogante, si el cumplimiento de esas prestaciones puede hacerse en un solo momento o bien
debe necesariamente prolongarse en el tiempo. A su vez ambas clasificaciones son independientes
la una de la otra y, sus términos pueden combinarse. Consecuencias de la distinción entre las 2
ultimas clasificaciones (puntos 9 y 10): Presentan interés practico respecto al instituto de la
imprevisión. La figura tiene como ámbito de aplicación los c. de ejecución diferida o bien de
ejecución continuada o periódica(art.1198). La resolución y los contratos de ejecución continuada
o periódica o de tracto sucesivo: Asimismo, en los c. de ejecución continuada o periódica o de
tracto sucesivo, es posible descomponer la ejecución en singulares actos cada uno de los cuales va
satisfaciendo parcialmente el interés del titular del crédito.
Es por ello que en la hipótesis de resolución del c. ya sea por excesiva onerosidad o por
incumplimiento, la extinción “no tiene carácter retroactivo ex nunc”, y no afecta por tanto, los
efectos cumplidos en estos c. de duración, los que están dotados de una cierta autonomía que les
permite sobrevivir a la aniquilación del negocio. En este orden de ideas, el Art. 1198 del C.C. que
prevé el supuesto de la imprevisión, dispone: “ En los contratos de ejecución continuada la
resolución no alcanzará a los efectos ya cumplidos”. Y el Art.1204 del C.C. que regla la resolución
por incumplimiento, establece: “mas en los contratos que se hubiesen cumplido parte de las
prestaciones, las que se hayan cumplido quedarán firmes y producirán, en cuanto a ellas, los
efectos correspondientes”. Esta consecuencia se aplica fundamentalmente, a los c. de ejecución
continuada o periódica.

11) Clasificación de los contratos de acuerdo con sus funciones económicas y sociales.
Aquí ya se deja de lado el aspecto estructural del contrato, a los fines de su clasificación y se tiene
en cuenta un aspecto teleológico ¿Cuál es la finalidad que ese c. cumple? ¿Cuál es la función que
se le asigna a ese c.? Y aquí podemos hablar de distintas funciones:
Función de cambio: Contrato de cvta.
Función de crédito: Contrato de mutuo.
Función de garantía: Contrato de fianza.
Función de custodia: Contrato de deposito.
Función de uso: Contrato de comodato. etc, etc.

II- Contratos normativos—Contratos plurilaterales—Contrato preliminar.

Lo que sigue es material de clases grabadas. Al finalizar sigo con el tomo 1 de Aparicio.

Contratos normativos: (Convenciones Colectivas de Trabajo).


Son aquellos que tienen la particularidad que en función de la propia estructura del c. no solo
obliga a quienes lo celebraron, sino que obliga a toda una categoría de personas. En nuestra
legislación prácticamente el único ej. que tenemos de c. normativo son las convenciones colectivas
de trabajo; en donde se junta la Camara Metalurgica con representantes de la Unión Obrera
Metalurgica, con participación del Estado(las convenciones colectivas son el resultado de
paritarias), acuerda para ese ramo que es la industria metalúrgica, que van a regir ciertas
condiciones, esas condiciones van a ser aplicables no solo a los que integraban la Camara y a
quienes estaban afiliados a la UOM; sino a todos los que pertenecen a esa corporación; para que
esto sea así, es menester que exista una ley que le asigne obligatoriedad a estas contrataciones;
porque de lo contrario rige como principio general, que los c. solo obligan a quienes lo celebraron.
Los c. producen efectos entre las partes y en principio como regla general no pueden afectar a
terceros , en este caso afectan a terceros, que no han formado parte en función de está previsión
legislativa; pero tiene este carácter y por eso se llaman c. normativos; porque se asemejan a la
norma, prácticamente vienen a constituir una forma de norma establecida convencionalmente
entre corporaciones que posteriormente obligan a todos los que pertenecen a ese genero.

Contratos Plurilaterales:
Sabemos que el 1º requisito de existencia de los c. es la pluralidad de partes; el c. es un acto
jurídico bilateral en el sentido de que deben participar 2 o mas partes, cuando participan mas de 2
partes se dice que es un c. plurilateral.
Se suscita un problema para poder distinguir esto, ya que aparece como que es una nueva
categoría en los c. bilaterales. La doctrina nos dice que existen c. plurilaterales que no
necesariamente están agrupados en la categoría individual(aparte), en contraposición de los
bilaterales. Puede suceder que nos encontremos con hipótesis de c. de cambio que sean
plurilaterales, y Aparicio en su tomo1 da un ejemplo(pag 159) que es la cesión de contrato, donde
hay una cesión por parte del cedente al cesionario de su posición contractual, en donde se
trasmiten derechos y obligaciones, y es plurilateral porque necesariamente tiene que intervenir el
tercero que va a dar el consentimiento para que se pueda ceder. Otros autores hablan de c.
plurilateral por oposición a los c. bilaterales; la diferenciación que debe hacerse es entre c. de
cambio y c. asociativo; porque en el C.C. Italiano en el art.1420 en el capitulo que esta dedicado a
la nulidad de los c. ahí esta regulado el c. plurilateral, y hace referencia que cuando el vinculo de
una de las partes esta viciado de nulidad, esa nulidad “No” afecta al c. Eso nos esta dando una
pauta, nos esta marcando uno de los caracteres esenciales de un tipo de c. que es el asociativo,
ese carácter(no es necesario que participen muchas partes; no es lo que identifica al c. asociativo);
sino su carácter “funcional”, es decir, la consecución entre las distintas partes a través de una
actividad para lograr un fin común. Es lo que nosotros podemos ver en sociedades.
Esta norma, y hay otros arts. del C.C. Italiano donde también se hace referencia; y de allí se puede
extraer los 2 elementos característicos de la categoría de los c. plurilaterales. Estos elementos son:
Más de 2 partes que seria un elemento estructural, y un elemento funcional que es la consecución
de un fin común. El Código no se esta refiriendo a una categoría nueva de plurilaterales, sino al
asociativo; porque son los caracteres propios de la asociación. El hecho de que el asociativo sea
plurilateral es accidental, porque hay c. asociativos que pueden tener 2 partes. Entonces tenemos
que el c. asociativo y el c. de cambio pueden tener 2 partes o ser plurilateral; y podemos decir que
esta categoría que se regula en el C.C. Italiano y se ha elaborado bastante en la doctrina; no esta
referida a una categoría opuesta al c. bilateral, haciendo hincapié en la pluralidad de partes, sino
que el c. asociativo en determinadas cirscuntancias puede ser plurilateral o tener 2 partes. De
hecho el c. asociativo puede originarse con muchas partes como si fuese un c. abierto; o puede
comenzar a originarse con 2 partes y aumentarse; u originarse con muchas partes y reducirse.
El c. de cambio puede ser plurilateral. Esta referencia que hace en este c. plurilateral, no es una
categoría opuesta al bilateral, sino que es una circunstancia que ha legislado el legislador italiano,
y la circunstancia de que el asociativo sea plurilateral (porque puede ser bilateral también).
Nosotros hemos estudiado la clasificación de c. unilaterales y bilaterales en función de que surjan
obligaciones para una de las partes o para ambas partes. Clásicamente se estudio esta categoría
de c. plurilaterales como una 3º categoría; para algunos diferenciada de esta clasificación de
unilaterales y bilaterales; para otros como una subclasificación de los bilaterales.
Los c. plurilaterales existen y no es que nos opongamos a su existencia, es un dato de la realidad;
c. en que en vez de haber 2 partes hay más partes.
Los ejemplos: el c. de juego y apuestas(varios participantes), cesión de la posición contractual,
novación por cambio de acreedor o por cambio de deudor, división de la cosa común; son c. donde
intervienen varias partes.
A medida que se estudia esta clasificación o esta categoría de c. plurilateral, no se advierte
ninguna circunstancia que justifique, que acredite darle un lugar especial, distinta a los otros; que
tengan características propias pero distintas, salvo esta cuestión estructural en el sentido de que
en lugar de participar 2 partes participan 3 o 4 o más partes. Dentro de los c. plurilaterales se
advirtió que había una categoría que se destacaba dentro de los c. plurilaterales, y eran los
contratos asociativos, con el tiempo se ha ido afianzando esta idea, en realidad la categoría c.
plurilateral desde el punto de vista estructural existe; pero no tiene mayor trascendencia como c.
donde podamos fijar determinadas categorías(características) que le son propias a esta clase de c.
plurilateral. En cambio si se ha advertido dentro de estos c. que existen, hay una categoría que son
los c. asociativos en que si pueden marcarse claras diferencias con los contratos de cambio.
Los contratos de cambio: Son aquellos en donde se trasmite algo a cambio de otra cosa: c. de
cvta., c. de locación; cuando se advierte esto, se empieza a profundizar el estudio de los c.
asociativos, porque se justifica su estudio en función de ser una categoría que tiene características
propias que lo distinguen de los demás, de allí que sin que se pretenda que no existan mas los c.
plurilaterales; se ha enfatizado el estudio de los c. asociativos, porque dentro de los c.
plurilaterales el paradigma de estos c. es el asociativo, porque tiene estas características propias,
entonces no desconocemos que hay c. trilaterales: la cesión del c., la novación; hay c. donde hay
más de 3 partes, pero que se distinguen con pautas propias, con característica distintiva, son los
asociativos; de allí que nos interesa marcar las diferencias con los c. de cambio.
Características distintivas de los contratos asociativos en su relación y comparación con los
contratos de cambio:
a) En los contratos de cambio cada parte recibe una prestación de la otra parte.
En los asociativos las partes unen sus prestaciones para la obtención de un fin común.
En los requisitos de existencia dijimos que los intereses tienen que ser contrapuestos. En este caso
de los asociativos, serian yuxtapuestos(¿no seria c. por que tienden a conseguir un fin común?).
Por eso es que lo estudiamos como una categoría particular a los asociativos; porque tienen una
estructura que justifica su diferenciación de los c. de cambio, pero cuando las partes están
negociando el c. asociativo, ¿a quienes les interesa ese c.? Yo estoy buscando un socio y estamos
discutiendo si me voy a llevar el 45% o el 50% de las ganancias; hay intereses contrapuestos que se
aúnan en la voluntad común que es el c. de sociedad. Pero una vez que ya esta formalizado el c.
los intereses pasan a ser comunes en procura de obtener el objetivo buscado.
b) En los c. de cambio las prestaciones tienen un contenido típico e invariable.
En los c. asociativos son atípicos y del más diverso contenido( porque pueden crearse muchas
prestaciones y así surgiendo de las partes).
¿Qué quiere decir en los c. de cambio contenido típico e invariable? En el c. de cvta. el vendedor
se obliga a trasmitir la propiedad de una cosa y el comprador a pagar un precio por la trasferencia
de la propiedad de la cosa, y eso se repite en el c. de cvta. sea que estemos por comprar un
grabador, un lápiz, auto o inmueble; el contenido de las prestaciones en el c. de cvta. es ese y por
lo general invariable.
En los c. asociativos no hay un contenido típico, cuando las partes resuelven hacer un c. de
sociedad, uno tal vez aporte bienes, otros industria, otros dinero; los aportes que las partes
pueden hacer, las modalidades que pueden adoptarse, en un c. de sociedad son prácticamente
infinitas.
c) En los c. de cambio las prestaciones deben guardar una relación de equivalencia.
En los c. asociativos pueden ser de distinto valor.
En los asociativos son de distinto valor, por ej. en la sociedad se puede portar un bien que tenga
más valor que $20.000, o dólares en efectivo. Los c. de cambio pueden ser aleatorios, hay un
equilibrio, en los asociativos perfectamente pueden haber socios minoritarios que participan en
las ganancias o en las perdidas del 10 %, y eso no va a justificar que plantee ninguna nulidad del c.,
porque haya otro que sea socio mayoritario, por que es de naturaleza del c. asociativo permitir
que haya socios de distintas categorías y con distintas participaciones.
d) Los contratos asociativos pueden ser celebrados por un numero indeterminado de partes
y son contratos abiertos.
En los de cambio el numero es generalmente determinado.
Los c. abiertos permiten incorporar mayor cantidad de partes a lo que es originariamente. Por lo
general en el c. de cambio el numero es determinado, por ej. la cvta.; los demás serán 3º.
Se puede graficar así:
En el contrato
de compraventa C V
tenemos al comprador y
al vendedor

En el contrato
asociativo
tenemos a los
distintos socios o
negociando para
celebrar el
contrato de
Sociedad.
e) En los c. asociativos cada una de las partes asume obligaciones hacia todas las demás(se
ubican como en un circulo.
En los c. de cambio hay una contraparte directa; cada uno en el extremo de una línea.
f) En los c. de cambio hay un sinalagma, reciprocidad, interdependencia.
En los asociativos, es distinto, no existe esa reciprocidad entre las parte.
En los asociativos por que no hay una reciprocidad es una de las consecuencias más destacadas de
los c. asociativos; es que el incumplimiento de las obligaciones asumidas por uno de los socios o la
nulidad referida a la relación contractual de uno de los socios no afecta al c. en su integridad, sino
solamente al vinculo de ese socio que no cumplió o de esa relación jurídica nula, sin que quede
afectado al c. en su integridad, por que no hay reciprocidad. La resolución por incumplimiento
tiene como fundamento que si se produce el incumplimiento hay una ruptura del sinalagma de la
relación económica funcional del c. y de allí la resolución. Puede aquí suceder que el
incumplimiento de una de las partes sea de tal importancia, de tal magnitud, que si esa parte no
cumple, no puede subsistir el c. de sociedad, pero puede suceder que si subsista el c. excluyendo
al socio, existe esta figura distinta de la resolución que es la exclusión del socio. La función
principal de los c. asociativos es la organización de la comunidad ej: la sociedad.
g) La función del contrato asociativo no se agota con el cumplimiento de las prestaciones a
cargo de las partes. este es el punto de partida para la consecución de un fin común.
El cumplimiento de las obligaciones correctamente, en el c. de cambio se agota. Este punto se
refiere al aspecto funcional, desde el punto de vista del funcionamiento del c.; el c. de cambio
cuando las partes cumplieron con la entrega y la trasferencia de la propiedad de la cosa y el pago
del precio se acabo el c.
En los asociativos cuando las partes cumplieron con la prestación asumida que es hacer un aporte
a la sociedad; nace esta persona jurídica distinta y se pone en marcha hacia el objetivo común(En
las UTE no hay persona jurídica distinta a la de los socios).

Contrato Preliminar.
Sobre este tema, Mosset habla de contratos previos dentro de los c. previos: los preparatorios y
preliminares.

Normativos : Convenciones colectivas


de trabajo.

PREPARATORIOS Contrato Marco.

CONTRATOS PREVIOS
Unilaterales: Opción.

PRELIMINARES

Bilaterales : Boleto de compraventa.

Los contratos preparatorios son aquellos que sirven, para que después puedan celebrarse otros c.
en un futuro.
El c. marco es como un c. general que celebran las partes a efecto de posibilitar que en el futuro se
concreten contratos específicos, por ej: la UNC tiene celebrado con la Municipalidad de Cba. Un c.
marco dentro del cual a fijado determinadas pautas para que si en el futuro la Municipalidad
necesita por ej. que se haga un control de calculo de estructura en un CPC, puede celebrar un c.
con el Departamento de Estructura en la Facultad de Ciencias Exactas, que se inscribe dentro de
esta contratación mayor (primera) que se celebro originariamente entre la UNC y el municipio.
Los c. marcos son aquellos donde se fijan pautas muy generales pero que tienen la característica
de que del c. marco no surgen obligaciones; simplemente, si en un futuro se celebran c. se van a
sujetar a estas pautas.
Los contratos preliminares: las partes se obligan a celebrar en el futuro un c.
El objeto del c. preliminar es precisamente la celebración de un c.; pero se distingue de los
preparatorios(donde las partes pueden o no celebrar un c.); en el c. preliminar, las partes quedan
obligadas, pueden ser compulsivamente obligadas a celebrar el c. (La retroventa es una modalidad
del c. de cvta., de alguna manera esa modalidad seria una suerte de opción, que es la modalidad
unilateral de los preliminares). En los preliminares unilaterales: una sola de las partes es la que
queda obligada a celebrar al c. en el futuro por ej: el c. de opción. En los bilaterales preliminares:
ambas partes quedan obligadas a celebrar el c. en el futuro ej: el boleto de compraventa. ¿Un c.
preparatorio puede ser la seña? NO, la seña es una cláusula dentro del c. de cvta. que esta
perfeccionado.
¿Por qué el c. normativo es un c. previo? Porque se celebra antes de los c. particulares que se van
celebrando; el c. normativo, la convención colectiva de trabajo se celebra por ej entre la UOM y la
Cámara de Industriales Metalúrgicos con intervención del Ministerio de Trabajo, y en función de
una autorización legal que exista; cuando se concluye la convención colectiva de trabajo de ese c.
tampoco surgen obligaciones concretas a cargo de las partes; la UOM no queda obligada a nada,
simplemente es como que fija cuales van a ser las condiciones, quienes se van a tener que sujetar,
que en el futuro contraten dentro del ramo de la metalurgia. Cuando Renault contrate con Juan
Pérez lo va a hacer bajo la base de ese c. previo que celebraron las asociaciones gremiales y la
asociación industrial.
Contrato de opción (preliminar unilateral), es cuando una de las partes se reserva el D. de celebrar
o no el c.; se parece a la oferta irrevocable...;( pero es un acto unilateral...); en cambio el c. de
opción, como que es un c., es un acto jurídico bilateral, pero donde una sola de las partes queda
obligada frente a la otra que tiene la facultad potestativa de contratar o no; una de las partes
puede elegir contratar o no, la otra partes en el c. de opción “esta obligado a contratar sí la otra
parte se resolviera a hacerlo”.
Los preliminares bilaterales: pueden denominarse también promesa de c., c. de promesa o
precontrato. Tienen la siguiente característica; de que se trata de un c. cuyo objeto y donde las
partes se obligan a celebrar un c. que se llama definitivo.
¿Qué contrato puede ser objeto de un c. preliminar?: En la enciclopedia OMEBA bajo la voz
“Contrato Preliminar” hay un trabajo de Miguel Ángel Ferrerdesa, que fue profesor de esta casa,
donde desarrolla claramente este tema y dice:
Absoluto(tachar)
Solemnes

Formales Relativo
No Solemnes

Consensuales

No formales(tachar)

CONTRATOS.

Reales (tachar)...(porque la promesa de celebrar no obliga).

Los c. pueden ser consensuales o reales, la característica más destacada de los c. reales es que se
perfecciona con la entrega de la cosa y que la promesa de celebrar un c. real no obliga; esto
significa que no puede ser objeto de los c. preliminares los c. reales.
Nos quedan los consensuales, los cuales pueden ser formales y no formales; los formales pueden
ser solemnes y no solemnes, y los solemnes pueden ser absolutos o relativos. ¿Cuál es la
característica destacada de los c. formales solemnes absolutos? Es que si no se celebran de
acuerdo con la forma prescripta por la ley; serán c. nulos, no producen ningún efecto, no se puede
pensar en un c. preliminar, en un c. formal solemne absoluto; porque o se celebra el c. definitivo
de acuerdo a la forma prescripta por la ley o no produce ningún efecto.
No pueden ser objeto del c. preliminar los c. formales solemnes absolutos porque la donación de
bienes inmuebles tiene que hacerse por escritura pública bajo pena de nulidad; el c. oneroso de
renta vitalicia tiene que hacerse por escritura pública bajo pena de nulidad; si no se hace por
escritura pública, ese c. no produce ningún efecto, y si es hecho por escritura pública es ya el c.
definitivo.
Nos quedan que pueden ser objeto de un c. preliminar los consensuales ¿qué pasa con los no
formales? No pueden ser objeto de un c. preliminar, porque si no tiene que sujetarse a ninguna
formalidad, cuando las partes se han puesto de acuerdo sobre cuales son las condiciones de la
contratación, ya ha quedado perfeccionado el c. sin necesidad de que posteriormente se celebre
otro c.
Nos quedan los formales solemnes relativos ¿por qué? Porque para que los c. formales relativos
produzcan el efecto previsto por la ley para ese c. debe celebrarse según la forma prescripta, pero
si no se utiliza la forma prescripta por la ley, queda ese c. como un c. donde las partes se obligan a
celebrar en el futuro el c. respetando la forma prescripta por la ley es lo que dice el art 1185; este
es el campo propicio para los c. preliminares, son los c. consensuales, formales solemnes relativos.
Ej. de los c. preliminares, es el boleto de cvta.; el c. de venta de inmuebles debe celebrarse de
conformidad con la prescripción del 1184 inc 1º, por escritura pública; pero cuando no se celebra
por escritura pública y se hace por instrumento privado, que es lo que comúnmente se denomina
boleto de cvta., ese c. tiene efecto limitado, no tiene la virtualidad de transferir la propiedad de la
cosa, porque el instrumento privado no se puede inscribir en el registro. En ese instrumento
privado que es el boleto de cvta. esta la obligación de elevar a la escritura pública. Ese c. tiene por
objeto principal la intención o la obligación de las partes de otorgar en el futuro el c. definitivo,
respetando la forma prescripta por la ley.

Lo que sigue se extrae del tomo 1 de Aparicio (completando el punto II- C. Normativos. C.
Plurilaterales. y C. Preliminar.). No esta en orden; aparece como en el libro.

Contratos plurilaterales:
Noción: El primero de los requisitos de existencia del c., es la pluralidad de partes; el c. es un acto
jurídico bilateral, en el sentido de que en su formación deben intervenir 2 o más partes
contratantes. En la hipótesis de que las partes del c. sean más de 2, el c. se denomina plurilateral.
Hipótesis de contratos plurilaterales de cambio: Los denominados c. de cambio, e los que
tradicionalmente se ha visto la expresión por antonomasia del c., esto es, aquellos que suponen
un trueque de prestaciones o ventajas que se hacen recíprocamente entre sí los contratantes, se
perfeccionan, por vía de regla, entre 2 partes.
Sin embargo, existen figuras de c. de cambio que requieren para su formación la intervención de 3
partes; son los denominados contratos trilaterales. Ej. de ellos, son la cesión de c.: un contratante
originario, denominado cedente, trasfiere a un tercero su posición contractual, entendida ésta
como un complejo de derechos y obligaciones; para el perfeccionamiento del acuerdo, en virtud
del cual se produce la sustitución de la posición negocial del cedente por el cesionario, se requiere
el consentimiento del contratante cedido. Algo análogo ocurre en la novación subjetiva. Otro ej.
de c. plurilateral de cambio, es posible encontrarlo en el c. de juego o apuesta: una carrera
cuadrera, una partida de póquer, verbigracia, es posible que tenga lugar entre más de 3 partes.
Criticas a la identificación: Es indebido el rol protagónico atribuido al elemento pluralidad de
partes en la caracterización de la figura, por cuanto lo que sirve para definirla es el dato funcional,
esto es, la comunidad de fin.
En efecto; como los c. asociativos sirven para canalizar la cooperación de un grupo que une sus
esfuerzos y medios en vista de la obtención de un fin común, pueden ser celebrados por mas de 2
partes. Vale decir, que el dato funcional es la razón que permite explicar esta particularidad
estructural de los c. asociativos de ser potencialmente plurilaterales, la cual constituye una mera
consecuencia del elemento funcional y no a la inversa. Por eso, los c. asociativos pueden ser
celebrados entre 2 o más partes sin que se altere su naturaleza de tal. Amén de ello, como
revisten el concepto de c. abiertos, un c. originariamente celebrado entre 2 partes puede, por la
incorporación de otros adherentes, convertirse en un c. plurilateral; o, a su vez, un c. celebrado
entre varias partes, puede quedar reducido a 2 por la exclusión de alguna de ellas p por cesión, sin
que tampoco se altere su carácter.
Contratos de cambio y contratos asociativos: Los c. de cambio suponen un trueque o una
atribución de ventajas o prestaciones que hacen entre si las partes. En los c. asociativos las partes
unen sus esfuerzos y prestaciones para el desarrollo de una actividad conjunta en vistas de un fin
común.
Caracteres diferenciales: (ver paginas 15 y 16 de este apunte).

Contratos Preparatorios:
Concepto y enumeración: Se denominan contratos preparatorios a aquellos que se celebran en
vista de facilitar la conclusión de un futuro c.; atañen, por tanto, al proceso formativo o al
contenido sustancial de este ultimo.
Dan vida, pues, a una relación instrumental que se desenvuelve en función del perfeccionamiento
de ese contrato principal programado.
Dentro de esta categoría, es dable incluir los siguientes contratos:

1) EL CONTRATO DE OPCIÓN.
2) EL ACUERDO DE PRELACIÓN.
3) EL CONTRATO PRELIMINAR.
4) EL CONTRATO NORMATIVO.

1- Contrato de opción.

Noción: El c. de opción es aquel en que una de las partes queda vinculado a una determinada
oferta y la otra parte se reserva la libertad de aceptarla o no, dentro del plazo que se fije. Es decir,
que en este c., por vía del acuerdo, se le atribuye a una oferta el carácter de irrevocable.
Diferencias con la oferta irrevocable: La irrevocabilidad de la oferta, por consiguiente, puede tener
un doble origen: es factible que se funde en la declaración unilateral del proponente que le asigna
tal carácter; o, bien, que tenga su fuente en un c., cuya función, es, precisamente, atribuirle dicha
condición, por vía convencional.
Este c. importa una renuncia que hace una de las partes al D. de revocar una oferta, cuyo efecto es
mantenerla vigente durante un lapso convenido, de modo tal que basta la aceptación tempestiva
de la otra parte para que el c. definitivo quede automáticamente perfeccionado.
Otra diferencia de la opción con la oferta irrevocable reside en que, en esta última, el deber de
mantener la oferta nace con la comunicación de ella al destinatario, en cuanto esta modalidad de
la oferta entraña una renuncia unilateral recepticia. En cambio, en el c. analizado, se genera con la
aceptación de la oferta de opción y es un efecto de tal convenio.
Función: La función del c. de opción es la de constituir un modo convencional de tornar
irrevocable una oferta.
Gratuidad y onerosidad: El c. de opción es, por lo general, un c. gratuito. Sin embargo, a diferencia
de lo que ocurre con la oferta irrevocable, nada impide que el beneficiario de la opción se
comprometa a procurarle una ventaja al proponente, como compensación del sacrificio que hace
de su libertad. En este caso, el c. de opción será oneroso.
Manifestaciones: Manifestaciones de la opción se dan en la practica n las denominadas opciones
de venta, en los c. que se celebran con intermediación de corredores inmobiliarios. Asimismo, es
frecuente el empleo de este procedimiento, en la celebración de c. de locación de inmuebles que
se concretan en este ámbito negocial; también se utiliza en los estatutos de las S.A. que acuerdan
a sus accionistas el D. de adquirir preferentemente las nuevas acciones.

2- Acuerdo de Prelación.

Noción: El pacto de prelación es un acuerdo preparatorio de un futuro c. Puede constituir un c. ad


hoc, aunque ordinariamente configura una cláusula de un determinado c. Se denomina pacto de
prelación al acuerdo en que una de las partes (el promitente), asegura a la otra (el promisario),
que si se decide a realizar actos de disposición de determinados bienes, reconocerá la preferencia
de este último respecto de cualquier tercer interesado.
Se trata de una hipótesis autónoma de otro convenio vinculado con la formación de un c. El
promitente no se obliga a celebrar ningún c., queda en completa libertad de hacerlo. Empero, se
compromete, a preferir al beneficiario si se decide a concluir un determinado c. futuro sobre los
bienes de que se trate.
Obligaciones del promitente: Son fundamentalmente 2: a) Si bien no está obligado a contratar
sobre un determinado objeto, debe preferir al beneficiario cuando resuelve hacerlo. b) A los fines
de tornar factible esa preferencia, tiene la obligación de comunicar, la decisión de contratar,
cuando resuelve efectivizarla. Vale decir, no puede contratar sobre un determinado objeto, sin la
previa denunciatio.
Disciplina: No esta expresamente consagrada en un texto legal determinado; pero se relaciona con
el denominado pacto de preferencia (pactum de protimeseos), reglamentado en nuestro C.C en
los arts.1368 y 1392 a 1396.
Diferencia con la opción: La diferencia con el c. de opción es obvia. En esta ultima el promitente se
vincula de un modo irrevocable a una oferta, comprometiéndose a celebrar el c. respectivo, si la
otra parte lo acepta.
En los supuestos de prelación, como se señalo, el promitente no se obliga a celebrar ningún c.,
sino a preferir al beneficiario si libremente se decide a contratar respecto de ciertos bienes.

3- Contrato Preliminar.

Antecedentes: En términos amplios, puede señalarse que el c. preliminar es aquel del cual se
deriva la obligación de concluir un c. futuro o de realizar una actividad de cooperación para
perfeccionar el c. En el D. Romano se remonta a la figura del pactum de contrahendo o el pactum
in ineundo contracu. En el D. Alemán, se denomina precontrato(vorvertrag). En el D. Francés,
antecontrato(avant contrat) y en el D. Español “contrato de promesa”.
Discrepancias(no la trato solo enuncio los titulos). Posibilidad de existencia- Contratos
consensuales(tesis negativa y tesis afirmativa).
(Contratos reales-tesis negativa y tesis afirmativa): se ha negado la posibilidad de celebrar un c.
preliminar de un c. real. Mientras en los c. consensuales la entrega de la cosa actúa in solutione,
como cumplimiento de una ob. anteriormente contraída, en los c. reales actúa in obligatione,
como elemento perfeccionador o constitutivo del c.
Contratos formales(no lo trato).
Efectos: Obligación de hacer. Admitida la posibilidad de existencia del c. preliminar, como
categoría genérica, se coincide en que del mismo se deriva una obligación de hacer, desarrollar la
actividad necesaria para el perfeccionamiento. Sobre esta ob. de hacer hay 3 teorías;(solo enuncio
los titulos): 1) Obligación de hacer infungible. 2) Fungibilidad jurídica del hacer. 3) El hacer consiste
en un colaborar.
Derecho Argentino: Admisibilidad: Solución afirmativa: En el C.C. no existe ningún precepto que se
refiera a esta figura del c. preliminar con carácter genérico. Sin embargo, su admisión puede ser
reconocida dentro del amplio marco reconocido a la autonomía contractual por el art.1197 del
C.C. No obstante, dentro de nuestro C.C. existen normas que prevén supuestos particulares de
precontratos y pueden servir de base para la construcción de esta figura atípica.
Fases del “iter”negocial: El c. preliminar da lugar a un iter negocial complejo dirigido a la
formación sucesiva del c. definitivo. Este c. inaugura una primera fase de ese proceso, que tiene
un carácter instrumental, en que se sientan las bases del c. que se tiene en mira. Por eso cumple el
c. preliminar una función preparatoria. En él las partes se comprometen a desarrollar la actividad
necesaria para el perfeccionamiento del c. principal. La segunda fase, está representada por el
derecho que tienen las partes de exigir el cumplimiento de la ob. de hacer, que se concreta con la
efectiva conclusión del c. a que se tiende.
Caracteres :Contrato perfecto .Contenido: El c. preliminar es un c. perfecto con todos sus
elementos de tal, caracterizado por su peculiar objeto: la obligación de perfeccionar un c. futuro.
En el precontrato se sientan las bases de dicho c. definitivo, por lo que debe contener los extremos
esenciales de éste.
Autonomía: En este orden de ideas, el c. preliminar constituye un c. autónomo, en cuanto es de
distinta naturaleza que el c. definitivo, aun cuando prepara su conclusión y media entre ambos un
nexo de vinculación funcional.
Bilateralidad: El c. preliminar es también un c. bilateral pues ambas partes asumen recíprocamente
la obligación de concluir el c. definitivo.
Conclusión sobre la discusión de si puede ser unilateral :bilateralidad del c. preliminar: Para tener
claros los conceptos; resulta apropiado circunscribir la noción de precontrato, al c. bilateral, en
que todas las partes asumen la obligación de concluir un c. Las hipótesis en que solamente una de
las partes asume unilateralmente un compromiso de celebrar un c. y la otra queda en libertad de
aceptarlo o no, encuentran su ámbito natural suficiente, dentro de la figura de la opción.
Supuestos previstos: Contratos formales .Distinción legal: Nuestro C.C. prevé supuestos
particulares de esta figura del c. preliminar que revisten una indiscutible trascendencia. El tema
concierne, según ya se ha visto, a la forma de los c. Cuando la forma es ad substantiam, su
observancia es indispensable para que el c. quede concluido en cuanto tal, apto para producir los
efectos que le son propios. Empero en estos contratos formales debe hacerse una distinción,
sobre la base de las consecuencias atribuidas al incumplimiento del requisito formal: Están por, un
lado, los supuestos de solemnidad absoluta, en que la ley desconoce todo efecto al negocio
realizado en infracción de la exigencia formal. Frente a ellos, se ubican las hipótesis de c. formales
también ad substantiam, en que la ley reconoce particulares efectos a lo hecho en inobservancia
de la forma. A estos casos hace referencia el art.1185 del C.C.: esta norma se refiere a los c. que
deban ser hechos por escritura pública y que, no obstante son hechos por instrumento particular
firmado por las partes, o por instrumento privado en que las partes se han obligado a reducirlos a
escritura publica; dispone el precepto que tales c., en los que no se ha cumplido la forma
prescripta, “no quedan concluidos como tales”, lo que es una consecuencia derivada de su
carácter formal ad substantiam que revisten; no obstante, quedan concluidos como c. en que las
partes asumen una ob. de hacer, precisamente hacer la escritura pública.
Contrato preliminar de un contrato formal: En los supuestos descriptos, la ley atribuye claramente
a estos c. que resultan de la inobservancia de la forma prescripta, el efecto de constituir un c.
preliminar, un precontrato o c. de promesa, en el cual las partes se obligan a un facere:
perfeccionar el c. definitivo, en la forma que la ley prescribe, mediante el otorgamiento de la
correspondiente escritura pública.
A diferencia de las legislaciones en que el c. preliminar carece de toda eficacia si no observa la
forma que la ley prescribe para el c. definitivo, en la nuestra, por el contrario, se abre un amplio
campo de aplicación de la figura, en materia de c. formales.
El boleto privado de compraventa en un contrato formal: Una expresión de gran trascendencia
practica de este c. preliminar, esta representada por el boleto de cvta. (hay discusión en la
doctrina acerca de su naturaleza).
Existen valiosos antecedentes jurisprudenciales que acogiendo la tesis de que el boleto es un
precontrato, han admitido la posibilidad de ejecución coactiva en forma especifica de la obligación
de escriturar, doctrina que hot prevalece y es compartida unánimemente en el D. Nacional.
Ejecución especifica del c. formal: Se piensa que esa obligación de hacer, concluir el c. definitivo
por escritura pública, es una ob. de hacer fungible: Los jueces tienen la facultad de otorgar la
escritura pública, en los casos en que el vencido en el juicio no cumple con la sentencia que lo
condena a escriturar.
Naturaleza de la sentencia: No es una sentencia constitutiva. Se trata de una sentencia
objetivamente compleja(1º sentencia de condena y su ejecución; luego renuencia o negativa del
condenado a cumplir la actividad debida).
Contratos reales: Planteos: Otro supuesto particular previsto por el C.C. en materia de c.
preliminar se da en el ámbito de los c. reales. Estos c. requieren para perfeccionarse que al
consentimiento se le sume la entrega de la cosa.
Hipótesis previstas en el C.C.: Art.2244 con relación a la promesa aceptada de mutuo y dispone
que cuando éste es gratuito, no da acción alguna contra el promitente. Si se trata de una promesa
aceptada de hacer un empréstito oneroso, que no fuese cumplida por el promitente, da derecho a
la otra parte por el termino de 3 meses, para demandar por la indemnización de las perdidas e
intereses. En materia de comodato en el art.2256, sienta la regla de que la promesa de hacer un
empréstito de uso, no da acción alguna contra el promitente.
Criterio del C.C.: Según se concluyo de estas normas, mediante la extensión del sentido que las
anima, permiten sentar un criterio general de interpretación en materia de los efectos que cabe
asignarle al c. preliminar de un c. real de cuya formación se trata es gratuito u oneroso. En el 1º
caso, se desconoce todo efecto al precontrato. En el 2º, se atribuye efectos a dicha promesa, pero
circunscriptos a reclamar los daños y perjuicios derivados del incumplimiento, sin que resulte
factible reclamar la ejecución coactiva en forma especifica.

4- Contratos Normativos.

Noción: Existe otra categoría de convenios que no generan la obligación de concluir un c.


definitivo, sino que tienen por objeto establecer la disciplina de contratos que pueden
eventualmente celebrarse en el futuro, ya sea entre las partes o entre alguna de las partes y un
tercero. Vale decir, predisponen las reglas a observarse en la eventualidad de que se celebren
determinados c. De ahí que se los denomine c. normativos. En estos c. no existe una relación
jurídica patrimonial concreta que vincule in acto a los interesados. Sólo se trata de tornar
obligatorio un esquema de cláusulas para relaciones jurídicas potenciales, que se concretaran si se
concluyen los c. previstos, cuya celebración es tan sólo contingente.
Cuestionamiento sobre la eficacia y su naturaleza: Lo cierto es que existen. Si bien los c.
normativos no generan la ob. de concluir los c. previstos, sí entrañan la ob. de ajustar su
celebración, si llega a verificarse, a las reglas y condiciones, convenidas de antemano, para que le
sirvan de contenido.
Distinción: Los c. normativos se distinguen en unilaterales y bilaterales. En la 1º especie, el
esquema de cláusulas previstas debe insertarse en determinados c. futuros que una de las partes
puede celebrar eventualmente con terceros.
En los c. normativos bilaterales, por el contrario, el complejo de cláusulas predispuestas por el
común acuerdo de los interesados, debe ser observado en ciertos c., que pueden ser celebrados
entre sí por las partes del c. normativo.
Contrato colectivo de trabajo: Una figura conectada con el c. normativo, es le c. colectivo de
trabajo que representa el ejercicio de la denominada autonomía colectiva, fruto de la negociación
entre asociaciones sindicales y agrupaciones empresarias.
Supuestos de contratos normativos unilaterales: Son los acuerdos entre empresas para la fijación
de precios o unificación de las condiciones a que sujetaran la contratación con sus clientes.
Supuestos de c. normativos bilaterales: Cabe mencionar la cuenta corriente bancaria, que es un c.
destinado a generar una relación estable y continua con un Banco. También (a veces)los
celebrados por las obras sociales con prestadores de servicios médicos y asistenciales.
Distinción con el contrato preliminar: Estos c. normativos constituyen otra expresión de los
denominados c. preparatorios, en cuanto cumplen con la función de predisponer cláusulas que
servirán de contenido a la eventual formación de c. que se celebren con ulterioridad.
También se desprende de lo expresado, que resulta clara su diferencia con el c. preliminar. En este
ultimo, las partes sientan las bases fundamentales de un c. definitivo que se obligan a concluir. En
cambio, en los c. normativos, dicha ob. de perfeccionar el c. definitivo no existe. Tan solo se
determina la obligatoriedad de ciertas reglas, a las que habrá de sujetarse el contenido de
determinados c., si se da la condicio juris de que las partes decidan concertarlos.
Asimismo, como otra diferencia, cabe señalar que el c. preliminar tiene una existencia provisoria,
en cuanto el vinculo se agota una vez cumplida la obligación de concluir el c. definitivo. Por el
contrario, el c. normativo tiene un valor duradero que sobrepasa la celebración de uno de los c.
previstos, en cuanto aquél sigue vigente para fijar la disciplina de otros que puedan celebrarse
durante el plazo por el cual se extiende. La función del c. normativo consiste, precisamente, en la
unificación y coordinación del régimen de todas las relaciones jurídicas singulares previstas, que
puedan concretarse en el lapso de su duración.

Fin Bolilla 2.
Saber lo que sigue, porque si bien no sale en el programa; si esta en el libro de Aparicio, y lo toman
en finales:
(enuncio solo los títulos)
Contratos de consumo: Pagina 176 Aparicio y siguientes. Ley 24.240: leer todos los artículos.
Constitución Nacional: leer art. 42. Decreto reglamentario de la ley 24.240.
Interpretación: leer art. 3 de la ley 24.240.
Noción de consumidor: leer art.1 de la ley 24.240.
Objeto de los c. de consumo: leer art.1 de la ley 24.240.
La contraparte del contrato de consumo: el proveedor profesional: Leer art.2 de la ley 24.240.
Excepción: Los profesionales universitarios: Art.2 de la ley 24.240.
Contratos a domicilio y ventas a distancia: (pagina 349 y ss.)
Ley de defensa del consumidor: Ventas a domicilio: Noción: leer art.32 de la ley 24.240.(restricción
de los bienes perecederos abonado al contado).
Forma: (escrito): leer art.10 de la ley 24.240.
Revocación y requisitos de la revocación: leer art.34 y el decreto reglamentario.
Ventas a distancia: Noción: leer art.33 de la ley 24.240.
Revocación. Fundamento:
Prohibición: Punto importante: Leer art. 35 de la ley 24.240. Consecuencia: Concordar con el
procedimiento del art. 47 y leer el decreto reglamentario.

Leer el decreto reglamentario (En la UNC lo toman en los finales e hilan finito con eso).

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