Está en la página 1de 38

Tarea 4 – Ejercicio de escritura colaborativa (Wiki), Final

Los retos de la disrupción digital para la educación


Tecnologías disruptivas que inciden en la educación
Ecosistemas digitales para la disrupción educativa

Leonardo Fabio Araújo Maestre


Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Curso 502307063A_766 Disrupción Digital y su Impacto en la Educación
Grupo: 502307063_1

Tutor:
Juan Alexander Triviño Quiceño

Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNA


Escuela de Ciencias de la Educación - ECEDU
Programa de Maestría en Educación
Colombia
2021
Artículo de reflexión

Los retos de la disrupción digital para la educación

Autores
Leonardo Fabio Araújo Maestre
Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Maestrantes
 

Introducción 

Si se estudiara una línea del tiempo donde se contrastará los avances tecnológicos con el
comportamiento de la sociedad se podría evidenciar que estas dos van de la mano y lo afirma
García-Perdomo (2019), donde explica que no se puede entender el adelanto tecnológico sin
comprender los profundos cambios sociales, políticos y económicos que enfrenta la humanidad y
viceversa.     
No en vano y por comprensión histórica todo nuevo desarrollo tecnológico ha generado
cierta resistencia e incertidumbre sobre todo en el campo laboral, basta con recordar el impacto
que tuvo la revolución industrial en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, y en el resto de
Europa años después, la maquinización de muchas actividades laborales trajo consigo la
sustitución de la mano de obra, y la especialización de nuevos puestos de trabajo, la sociedad que
no estaba preparada para este efecto, aumento los niveles de desigualdad social, exceso de carga
laborar, problemas de saneamiento, estos algunos pequeños datos relacionados con la revolución
industrial. Es conocido los efectos negativos y positivos que trajo consigo esta revolución, y
obviamente la educación también sufrió cambios drásticos, como una necesidad para dar
respuesta a los nuevos estándares requeridos en la sociedad.
En esta medida se percibe que así como pueden existir  personas muy satisfechas con las
comodidades y servicios que ofrecen los avances tecnológicos también hay personas que no
están a favor de estas y las ven como enemigas que generan daños en la sociedad donde García-
Perdomo (2019), deja en claro que ninguna de las dos posturas son totalmente ciertas y que en
realidad,  justo en el medio de las dos se encuentra la verdad, debido a que ni los avances
tecnológicos ha terminado con la gente y menos esta contribuye del todo a un estado de
liberación, ya que esta por lo general se ve obstruida por los poderes tradicionales, la legislación
o los gobiernos. 
Los retos de la disrupción digital para la educación

La cuarta revolución industrial, ha tomado a la sociedad por sorpresa, ofreciendo una


serie de elementos tecnológicos, bienes y servicios, que ha generado una aparente libertad, sobre
todo lo relacionado con la ubicuidad y el acceso a la información, no obstante, esta aparente
libertad, es más un modo de esclavismo tecnológico y social, los cuales generan nuevamente el
desplazamiento de la mano de obra actual, y estos son sustituidos por mecanismos de
automatización, generando nuevos y cada vez más especializados puestos de trabajo.  Aunque
esta situación no es igual en todos los países,  y es dependiente de los niveles de ingreso salarial
de las personas, en países más desarrollados donde los ingresos son elevados la sustitución de la
mano de obra por sistemas automatizados “inteligentes” pueden ser viables, no sucede así con
los países “tercermundistas” donde el costo beneficio de esta inversiones tecnológicas resulta
negativo, ya que es más económico continuar con la tradicional manufactura que con la inclusión
de la automatización.
En el contexto social, se presenta un uso cada vez mayor de dispositivos electrónicos y de
comunicaciones, que están generando un aislamiento social “aunque las personas estén
percibiendo todo lo contrario”
Hoy después de tanto resistirnos y en algunas oportunidades hasta desconocerlo, debemos
aceptar que nunca en la “exitosa” carera evolutiva del aprendizaje de hombre, se ha desarrollado
de manera tan acelerada tantas transformaciones e innovaciones disruptivas como está
ocurriendo en la actualidad, y eso debido al gran auge que ha liderado la sociedad digital.
Constantemente estamos interactuando en una sociedad tan flexible y frágil que a veces nos
preguntamos; ¿en qué momento se desvaneció todo? Como lo llamaba Bauman (2002), nos
encontramos en una modernidad, una sociedad líquida, que contrastan al tiempo y las acciones
sociables más sólidas, estable, caracterizadas por la certezas y rigidez, al que nuestras
generaciones ya estaban habituadas.
Desde este aspecto se puede pensar que debe existir una pedagogía líquida capaz de
responder a los desafíos presentados por Bauman, en ese orden de idea, esta pedagogía se
convierte en un imaginario pedagógico que intente integrar los preceptos de la pedagogía
gaseosa (innovación per se), y la pedagogía sólida (conservación o transformación a ultranza).
La primera, utiliza como una de sus tesis, Siemens, (citado por Audo, 2015) “la habilidad
de señalar exactamente qué debe leerse y hacerse, en tanto que lo van definiendo [diseñador y
estudiante] entre sí” (p. 27), para la cual la posición del educador será la de establecer objetivos
operativos e instrumentales (competencias), y luego que cada uno haga lo suyo. Esto presume
que en la actualidad aparecen día tras día diferentes innovaciones sin importar la coherencia
entre ellas.
La segunda, por su parte se fundamente de la tesis de “una visión ética, sólida,
omnicomprensiva de la realidad, una visión dura de la educación como proceso de cambio
teleológico hacía unos valores u otros” como lo expresa Gil (citado Audo, 2015, p. 27). Lo que
presume una estructurada mecanicidad de los procesos pedagógicos, dejando de lado la
posibilidad de cambios metodológicos que puedan aprovechar la libertad de pensamiento y
desarrollo del ser humano.
A pesar de que la tecnología con sus avances, nace por lo general con intenciones de
ayudar a la sociedad no falta los estamentos que las usen para su beneficio tornándose estas
como medios de desinformación e incluso armas para someter a la sociedad lo cual lo afirma
Douglas (1987) (citado por García-Perdomo, 2019), quien por medio de un análisis de archivos
periodísticos los cuales los expone en su libro Inventing American Broadcasting concluye que
pequeñas asociaciones asumieron el control de la comunicación radial, argumentando fugas
informativas, desorden y seguridad de los estados.
Quizás la humanidad no está lista para tantos avances tecnológicos donde se podría
afirmar que falta capacitación para prepararnos mental y psicológicamente a pesar de que Lewis
& Westlund (2015) (citado por García-Perdomo, 2019) textualmente afirma:  “Quien diseña o
produce la tecnología tiene una ventaja sobre el usuario porque inscribe una intención en la
estructura de esas herramientas. Sin embargo, el usuario tiene capacidad de manipularla,
apropiarla o rechazarla desde distintos frentes dependiendo su propio contexto” (p. 3).
La tecnología actualmente influye en cada espacio de nuestra vida sin dejar a un lado la
educación, sea de forma positiva o negativa.   Hablar de tecnología educativa es empezar hablar
de entender procesos educativos con tecnología y tecnología para entender procesos educativos
(Castañeda, 2019), en este caso se refiere a como está inmersa en los procesos enseñanza-
aprendizaje, que no solo sea una herramienta que facilite el trabajo, sino permita en el individuo
el desarrollo cognitivo,  esta debería llevar a la formación de personas que amplíen sus
habilidades para la toma de decisiones de forma autónoma y enriquecida. Esta herramienta
dentro del ámbito educativo busca motivar a la lectura y utilizar la información que se encuentre
en medios digitales para la formación analítica y critica del pensamiento.
Esta relación de la tecnología y la educación no deja de lado a las instituciones
educativas, por el contrario, juegan un papel importante dentro de las vivencias tecnológicas, lo
que invita a buscar la forma de ir paralelamente con las innovaciones tecnológicas.
Todo esto, nos lleva a pensar que llegó la hora de hacer esfuerzos y promover una
transformación en la preparación del recurso humano, con el propósito que las personas de la
actual sociedad se apropien de los conocimientos y las competencias que demanda el mercado en
el siempre exigente y acelerado mundo globalizado y sus diversos ecosistemas sociales. Para
ello, y en esta circunstancia en especial, se hace ineludible cambiar las formas en que se está
educando, de tal manera que se logre integrar las nuevas herramientas tecnológicas con los
procesos de formación; esto con el fin de lograr irrumpir con transcendentales cambios, tanto en
los métodos, como en la estructuración de nuestros sistemas educativos.
Es innegable que nos encontramos viviendo en una era o sociedad digital. Pasamos
dependientes de lo digital; como lo demuestran varios estudios, que cada vez,  es más grande el
número de ciudadanos que emplea su tiempo utilizando los diferentes recursos digitales que
tenemos a disposición, el internet de las cosas, realidad virtual, la realidad aumentada, prensa
digital, los artefactos autónomos,  los dispositivos inteligentes (robots, drones, vehículos
eléctricos y  autónomos), el dinero virtual, las redes sociales,  la computación cuántica, etc. y
como si eso no fuese suficiente, los medios de comunicación se están encargando de recordarlo y
tratando de ejercer influencia,  para el número de usuarios siga creciendo. Todo esto, es lo que
hoy se conoce como innovación disruptiva, debido a que se trata de cambios que desplazan a los
modelos que antes era determinantes en la forma de vida que existía (Cabrol y Severin 2010).
Pero además de todos estos abruptos cambios, la moderna sociedad digital actual, se
caracteriza porque sus aprendizajes, sus ideas y los conocimientos, están haciendo a las personas
accesibles y cercanas, aunque, a su vez, muy perecederas y se diluyan fácilmente, retomando
nuevamente la tesis Bauman (2002), de vivir en una sociedad líquida.
Pues bien, con todo lo anterior, se reitera que la llegada de tecnología digital está
transformando todo o casi todo el comportamiento, las relaciones con los demás, con el ambiente
y hasta con el ser mismo, con el trabajo, las economías, la medicina, las formas de gobernar, en
fin, la nueva forma de vida en general.
Reto frente a las metodologías
Uno de los retos más empinados que enfrentan los sistemas educativos, junto con sus
profesionales docentes, es llegar a comprender de una vez por todas que, los  estudiantes bien sea
niños, adolescentes y/o jóvenes, de raíz también poseen sus diferencias radicales frente a los
adultos con quienes les toco convivir (no piensan ni actúan igual, ni tienen porque hacerlo); son
nacidos en generaciones distintas a las de los adultos, las llamadas generaciones residentes,  X,
Y, Z, nativos,  millennials, lo que resultaría incomprensible, debido a que, en una sociedad con
alta influencia digital, poblada por estudiantes de estas generaciones y siendo agentes activos de
un sistemas educativo, no fuésemos capaces de intervenir con modelos educativos acordes con
sus habilidades y necesidades, es decir, brindarles modelos de aprendizajes mediados por
recursos digitales, lo que podría seguir lamentándose, debido a que,  si los sistemas de educación
actuales no asumen un rol integrador con la realidad digital que rodea la actual sociedad, serán
otros actores los que se encargarían de hacerlo (García 2019).
“La educación 4.0” como ha sido denominada por varios autores. Villalón, Galván y
Medina (2019),  debe estar orientada hacia la posibilidad de construir, una educación para
nuestro tiempo como lo expresa Martínez (2019):
“Entender o al menos pensar las posibilidades del escenario que hoy vivimos: una
revolución industrial que no está aislada y no solo es de producción, sino que exige un
sistema de valores, una ética digital, un humanismo que haga frente a la auto -
explotación voluntaria del uso acrítico de la tecnología y la hiperconectividad ubicua”.
(p. 10)

Por consiguiente, el ser humano no puede convertirse es un esclavo de sus propias


invenciones. Las nuevas tecnologías deben ser vista como los medios óptimos para renovar las
formas de aprender, fundamentada en lo humano y con la capacidad de “enfrentar los riesgos
existenciales que ya están en curso” (ibidem).
Reto hacia el comportamiento social y el uso de las TIC
Con mayor o menor profundidad todos los docentes hemos conocido de los cambios que
se están presentado y que cada día son más evidentes entre nuestra población escolar, sin
embargo, en muchos casos solo se quedan en discursos y palabra rimbombantes, pero no se hace
nada de fondo que permita la transformación educativa que merecen los niños y jóvenes en la
actualidad, en esta medida, es responsabilidad de todos, iniciar diálogos y discusiones pertinentes
que conlleven a diseñar las metodologías y estrategias adecuadas para aprovechar al máximo las
nuevas tendencias y sobre todo llenando las expectativas de los estudiantes actuales.
Ahora, estas transformaciones no suponen una forma de evolución en la manera de
direccionar las acciones humanas como tal, sino, que todo ello nos plantea la necesidad de
educar una población con individuos que sean capaces de enfrentar los nuevos desafíos de un
mundo totalmente digitalizado y que exige personas con nuevas habilidades, de ahí que,
destacadas declaraciones de diferentes organismos internacionales (OCDE, UNESCO, ONU y
Unión Europea) insisten en la necesidad de promover la integración de las nuevas tecnologías en
todos los entornos y niveles de los sistemas educativos, y sobre todo en la formación y la
optimización de los recursos humanos; todo esto con el firme propósito de que la población en
general, logre favorecerse de las grandes posibilidades que brindan las herramientas
tecnológicas, tanto para los empleos, los profesionales, la salud, la administración de poderes, el
entretenimiento, como para la vida en general (García 2012).
No obstante, y pese a expuesto con anterioridad, se considera que un buen punto de
partida para iniciar la reconstrucción del tejido social desde la escuela es mediante la formación
centrada en la solución de problemas.  En el diario vivir hay inmersas múltiples situaciones
difíciles de resolver, esto trae consigo, frustración, desánimo, y un creciente aumento de la
principales enfermedades del siglo XXI, el estrés y la depresión.  En esta medida, los cambios
continuarán sucediendo, los avances tecnológicos no cesan, y los sentimientos y problemas que
enfrenta hoy en día los adultos, serán los mismos para los niños y jóvenes en un futuro, por tal
motivo la clave está en una formación con altos valores humanos, con gran respeto por la
naturaleza y sus recursos, quizá de esa forma podamos cambiar la forma de ver el mundo de la
actual sociedad mercantilista, cuyos ojos solo están en satisfacer a toda costa sus “necesidades”
primarias.
Reto hacia la formación profesional
Con respecto a este reto, se extiende la necesidad de subvención interprofesional y el
aumento de profesiones heterogéneas.  Surge un mercado laboral muy flotante que exigirá
personal más periódicos y se crea la necesidad de una formación continua y atada a las nuevas
tendencias laborales, convirtiéndose este, en espacios donde sólo sobrevivirán los más
capacitados en el dominio de recurso tecnológicos, debido a que no todo será automatizado y
muchas profesiones seguirán siendo requeridas y es por eso que debemos seguir apostando por la
necesidad de fortalecer las humanidades y las ciencias sociales, la ética, la moral, el lenguaje,
etc. que son los aspectos que realmente nos hace humano y no nos permitiría perder las noción
de quienes somos y de dónde venimos. Adecco (2016).
Discusión

En torno a lo anterior, es cuando chocamos con nuestra propia realidad y en este mundo
tan aceleradamente cambiante, donde muchos principios educativos están agonizantes, porque lo
que denota es que no fuimos capaces o al menos no los supimos integrar adecuadamente con esas
tecnologías, o quizás sea al revés, no hemos podido integrar esos recursos tecnológicos con la
pedagogía para mediar los procesos de la enseñanza y el aprendizaje.
Ahora bien, surge el interrogante; ¿Cómo se puede hacer para educar a estudiantes que
hacen parte de esas nuevas generaciones?  Tal vez la respuesta no la tenemos y lo más probable
es que nunca la encontremos, pero lo que sí es claro, es que la forma como se está haciendo en la
mayoría de los centros de formación no es la adecuada, que continúan con propuestas
pedagógicas antiguas y muy distantes de los tiempos actuales, desconociendo de que estos
(estudiantes) tienen la tecnología y lo digital como su pasión casi que innata.  Por lo que, si desde
las escuelas y centros de formación se sigue ignorando todo esto, lo más factible es que a las
generaciones actuales y la venideras, las dejaremos sin esperanza de adaptación en el mundo de
donde son nativos.
Además, esta temática nos podría arrojar el siguiente interrogante: ¿Cómo se puede
contribuir a superar los retos de la disrupción digital para la educación desde nuestro rol como
docentes? La respuesta podría darse si comenzamos a transformar los currículos de nuestras
instituciones educativas incorporando las TIC como herramienta facilitadora en los procesos de
enseñanza – aprendizaje de la mano con el modelo pedagógico acorde al contexto de la
institución y que involucren dichas herramientas.
 

Conclusiones 
Es necesario que se den estos acercamientos con el fin de conseguir realidades o verdades
más claras de la relación entre las sociedades y la tecnología digital, y de las hibridaciones que
esa relación forma.
Se puede decir que, en este mundo digital, donde la influencia ha llegado a todos los
contextos de la vida cotidiana, influyen en mayor parte en la educación, está formando parte de
los procesos enseñanza - aprendizaje, el objetivo es saber cómo utilizarlas para la formación de
personas que desarrollen su pensamiento en forma crítica y analítica, que se desenvuelvan
individual y socialmente.
Si no hacemos trasformaciones de inmediato en nuestros sistemas y centros educativos, la
tecnología seguirá ganándonos espacio y terminará arrebatándonos la gran oportunidad que
tenemos de formar adecuadamente al presente y futuro que tenemos en nuestras manos.
A todo lo anterior hay que añadir unos métodos de aprendizaje que motiven a los
alumnos. La tecnología es una herramienta perfecta para el entrenamiento y por ello capaz de
generar interés entre el alumnado. Los profesores deben aprovecharla. La metodología basada en
el juego permite trabajar competencias tan importantes como son las habilidades en equipo,
hablar en público, el liderazgo, la socialización y el sentimiento de pertenencia
En definitiva, una generación bien formada capaz de sacar el máximo partido a la
tecnología es una generación preparada para enfrentarse a una sociedad cada vez más
competitiva.
Referencias bibliográficas

Adecco (2016). Informe ADECCO sobre el futuro del trabajo en España. Madrid: Adecco.
Recuperado de https:// www.ceu.es/joblab/documentacion/ informeAdecco.pdf

Audo Castillo, X. (2015). La pedagogía líquida: ¿imaginario pedagógico o Teoría de la


Educación?. Education In The Knowledge Society (EKS), 15(4), 19-33.
doi:10.14201/eks.12344. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=4986026

Bauman, Z. (2002): Modernidad líquida. Barcelona: Paidós. Recuperado


de https://catedraepistemologia.files.wordpress.com/2009/05/modernidad-liquida.pdf
Cabrol, M., y Severin, E. (2010). TICS en educación: una innovación disruptiva. Aportes BID,
2.  Recuperado de https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/TICS-en-
Educaci%C3%B3n-Una-Innovaci%C3%B3n-Disruptiva.pdf

Castañeda, L. (2019). Debates sobre Tecnología y Educación: Caminos contemporáneos y


conversaciones pendientes. RIED: Revista Iberoamericana de Educación a
Distancia, 22(1), 29-39. doi: http://dx.doi.org/10.5944/ ried.22.1.23020. Recuperado
de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6809136

García Aretio, L. (2012a). Sociedad del conocimiento y educación (Presentación). En L. García


Aretio (Ed.), Sociedad del conocimiento y educación. Madrid: UNED, (9-16).
Recuperado
de https://www.academia.edu/2415425/Sociedad_del_conocimiento_y_educacion

García Aretio, L. (2019). Necesidad de una educación digital en un mundo digital. RIED.
Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(2), pp. 09-22. doi: Recuperado
de http://dx.doi.org/10.5944/ried.22.2.23911

García-Perdomo, V. (2019). Aproximación técnico-social al entendimiento de la disrupción


digital. Palabra Clave, 22(3), 1–
7. https://doi-org.bibliotecavirtual.unad.edu.co/10.5294/pacla.2019.22.3.1. Recuperado
de https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=zbh&AN=137622736&lang=es&site=eds-live&scope=site

Martínez Ruiz, X. (2019). Disrupción y aporía: de camino a la educación 4.0. (Spanish). Journal


Educational Innovation / Revista Innovación Educativa, 19(80), 7. Recuperado
de https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=edb&AN=136724256&lang=es&site=eds-live&scope=site

 
Tarea 3 – Ejercicio de escritura colaborativa (Wiki), avance 2

Tecnologías disruptivas que inciden en la educación

Autores
Leonardo Fabio Araújo Maestre
Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Maestrantes
 

Introducción 

El ser humano se caracteriza por su curiosidad y más en el ámbito investigativo lo que ha


generado procesos evolutivos evidenciados en cada época histórica donde uno de sus grandes
propósitos es vivir dignamente y con mayores comodidades. La tecnología ha ofrecido el
cumplimiento parcial de este propósito y es claro que esta se reinventa cada día logrando suplir
bastantes necesidades en diferentes ámbitos como la medicina, la economía, la educación,
agricultura, entre otras.
En este segundo capítulo del artículo se presentarán temáticas referentes al concepto de
tecnologías disruptivas a partir de los planteamientos de Catuna, N. (1995); Conole, G.
(2015); Germán Pilonieta (2017); León Pérez (2019); Morales, S. (2020); Pedreño Muñoz, A.
(2017) y Sartor, P. (2017), desde su impacto en la sociedad, la implementación de esta en la
formación profesional y como la innovación puede ser un camino para la solución de diferentes
problemáticas educativas, rompiendo esquemas tradicionales y verse como una educación hacia
el futuro. 
Tecnologías disruptivas que inciden en la educación

¿Qué hay que saber de las tecnologías disruptivas? 

Continuando con la dinámica propuesta para el presente escrito, en primer lugar, se dará
la respuesta al interrogante ¿Qué se entiende por tecnología disruptiva? Y luego, a la pregunta
¿Por qué estar atento a las tecnologías disruptivas?
Con respecto a la respuesta al interrogante ¿Qué se entiende por tecnología disruptiva?,
según Christensen citado por Sartor (2017), se entiende que las disrupciones se originan por una
innovación o tecnología que cubre las necesidades de un foco de clientes, no satisfechos, ni
rentables para el sector o también puede suceder que se atienden categorías por pocos apreciadas
y se decaen otros atributos más normales.
De lo anterior, se puede decir que las disrupciones empiezan a evidenciarse a partir de
tecnología o innovación que usan pocos clientes o un producto que sea novedoso en el mercado.
De acuerdo con Sartor (2017), para que la disrupción sea posible, se darán las siguientes
cuatro condiciones: la primera es que las personas del sector sean comprometidos para realizar
innovaciones sostenidas para que los clientes los puedan preferir; la segunda que haga presencia
de overshooting respecto a lo que necesiten dichos clientes; lo tercero es que las personas del
sector, respondan ante una posible amenaza de la disrupción y, por último, que más adelante se
pierda el liderazgo de las personas del sector por el ingreso de nuevas personas que le apuesten a
la disrupción.
Según las anteriores condiciones las tecnologías disruptivas nos suponen una exigencia
más grande en cuanto a las necesidades de los clientes y que perduren y resistan en el mercado a
pesar de las amenazas presentadas o competencia que pueda presentarse.
Continuando con lo comentado anteriormente, en su definición ciertamente beneficiosa,
la tecnología disruptiva es aquella que impacta en un determinado sector según diferentes
ámbitos, ya sea por lo novedoso, por los bajos costos y por su afectación que pueda presentar en
el mercado, en donde es posible que se adhieran más jugadores al mercado, se incrementen sus
roles y a su vez otros pueden quedar relegados.
En la lectura se proponen ejemplos que nos centran más en el tema. Tal es el caso de la
impresión 3D que básicamente se trata de agregar capas de cierto material para dar forma e
imagen a un objeto en 3D y en este momento se está consolidando. Ahora, sigamos con la
Inteligencia Artificial que se puede entender como una máquina que toma decisiones de manera
autónoma en donde simula procesos que realizan los seres humanos. Un caso particular serían
los automóviles inteligentes, es decir, sin conductor. Por último, tenemos el Blockchain, el cual
consiste en una tecnología que permite mantener un “libro de transacciones” virtual, compuesto
por una serie de bloques de anotaciones que se van encadenando.
Atendiendo a la segunda pregunta, ¿Por qué estar atento a las tecnologías disruptivas?, de
acuerdo con Sarter (2017), el impacto en los sectores afectados de las tecnologías disruptivas se
da luego de que son implementadas. Es normal que se realicen estudios o teorías de manera
intensa alrededor de ellas, obviamente teniendo en cuenta su aplicación, en donde luego de una
larga espera sobre las condiciones físicas como los costos, procesos de producción y precisión de
manufactura, son las que dan la posibilidad que se expandan masivamente, llegando más lejos
que los mismos prototipos.
Es importante mencionar que antes de lanzar un prototipo, se realice una buena
fundamentación teórica sobre el producto y su aplicación para tener un mayor impacto y así
evitar pérdidas al momento de su elaboración.
Adicionalmente, Sarter (2017), comenta que el mecanismo por el cual pueden ocasionar
la disrupción es muy fácil de explicar, es decir, no se requiere un profundo conocimiento de estas
ni de tecnología en general para comprender cómo y por qué del potencial impacto.
Por último y como menciona Sarter (2017) en su lectura:
Es importante estar atento a las burbujas que se dan en torno a ellas. La curva de
sobrexpectación de Garnter de tecnologías emergentes (hype curve) muestra un patrón habitual,
donde se produce una burbuja de entusiasmo, cobertura y expectativas, seguida de una caída y
una fase de crecimiento maduro en el que todos entienden mejor qué es razonable lograr
aplicando la tecnología y cómo podría evolucionar. (p. 28).
Es decir, de lo anterior es importante observar los diferentes momentos en los cuáles la
tecnología se podría aplicar y como sería su evolución, ya que no en todo memento cierto
producto que se encuentra en el mercado hasta ahora surja, sino por la necesidad de buscar otras
alternativas, dicho producto se encuentre en caída, así que es importante seguir innovando y
buscar nuevas formas de evolucionar la tecnología.
 Impacto de las tecnologías disruptivas en la percepción remota: big data, internet de las
cosas e inteligencia artificial
Desde la perspectiva de la formación actual de los autores del presente escrito, como
estudiantes de la Maestría en Educación, las tecnologías disruptivas como campo de acción
inmersas en la educación, deben ser reconocidas, y aplicadas como componentes didácticos y
como mediadoras de los procesos de enseñanza y aprendizaje, de igual forma como objeto y
herramienta para el desarrollo de los procesos investigativos que se presentan entorno a la
educación, sin embargo, tal y como se presentará en las siguientes líneas, no todas las
tecnologías disruptivas han sido y son aplicadas en los contextos educacionales desde la óptica
general, sino que se presentan como tecnologías y procedimientos tecnológicos que tienen unos
campos de acción, hasta el momento muy limitados.  Partiendo de lo anterior, León (2019),
presenta una perspectiva de las nuevas tecnologías disruptivas desde el impacto que estas han
generado en la percepción remota.
Pero ¿Qué se entiende por percepción remota?, si se parte de la idea, que la percepción es
un proceso cognoscitivo, por medio del cual los seres vivos captan información del contexto a
través de sus órganos sensoriales, en el caso del ser humano a través de los sentidos (oído, olfato,
vista, tacto y gusto), algunas personas también incluirán algunos como los extrasensoriales como
son la intuición, los cuales permiten recrear mentalmente esa información, y convertirla en
información comprensible para el ser humano. Pero adicionalmente, entendemos por remoto, a la
interacción que pueden tener dos o más objetos sin establecer contacto físico, se puede establecer
que la percepción remota, es la capacidad de recabar información a través de objetos (órganos de
los sentidos en el ser humano) sin que medie entre ellos un canal físico, entonces se puede
afirmar que los primeros elementos de percepción remota que han existido son de origen natural,
se refiere en este aspecto, a los órganos sensoriales como el oído, olfato y la visión, en los
animales incluyendo al hombre.
         Analógicamente, y desde un punto de vista artificial, la percepción remota, se
entiende como una disciplina, que utiliza medios y modos tecnológicos y científicos los cuales
permiten capturar, almacenar y analizar información gráfica, especialmente de la tierra, los
cuales provienen de sensores que se pueden encontrar en el espacio (satélites), dentro de la
atmósfera terrestres (aerotransportados como aviones, globos aerostáticos, drones)  y  terrestres,
como los tradicionales sensores de que mide la humedad, lluvia, viento, presión atmosférica,
entre otros. Según Catuna, (1995) ”la percepción remota se relaciona con la capacidad de
identificar propiedades cualitativas y cuantitativas de los objetos colocados a distancia” (p. 2), y
citando a Lillesand y Kiefer (1994), alude a “la percepción remota como una ciencia y arte en la
obtención de la información de los objetos sin que medie entre el sensor y ellos un contacto
directo”, (p, 3).
Estos últimos conceptos (desde la perspectiva tecnológica) revisten especial interés, y a
partir de los cuales se desarrollará el análisis del impacto que han tenido la tecnologías
disruptivas en la percepción remota.
Sin embargo, antes de entrar en este análisis, es prudente identificar o al menos tratar de
clarificar qué son las tecnologías disruptivas y cuáles las que tienen mayor incidencia en la
actualidad. López (2019) expresa al respecto que: “las tecnologías disruptivas son aquellas que
rompen con las que existían hasta el momento, generando resultados novedosos en sus
aplicaciones, cómo hacer que los objetos hablen entre ellos” (p. 5), por su parte Christensen
(1997), (citado por Conole, 2015), refiere que: “Cada cierto número de años surge una nueva
tecnología disruptiva, es decir, algo que cambia de modo radical la forma de hacer las cosas” (p.
2), dentro de estas tecnologías se puede mencionar, la Internet, los dispositivos móviles, los
entornos virtuales de aprendizaje, los big data, la inteligencia artificial y el internet de las cosas,
los tres últimos serán revisados por el interés que reviste dentro del presente análisis.
En esta medida, a continuación, se presentan los conceptos de las tecnologías disruptivas
que están siendo integradas en la percepción remota.
Big Data:  De manera sintetizada, se puede expresar que los Big Data, son “una nueva
generación de tecnologías y arquitecturas diseñadas para extraer valor de grandes volúmenes de
datos, de una amplia variedad de fuentes, al permitir a alta velocidad, su captura y análisis”
(López, 2019, p. 5), por tal motivo, sus principales características son: el volumen y la variedad
de información, y la velocidad para acceder a ella.
Internet de las cosas:  Refiere a la conexión que se da entre diferentes objetos a través de
la Internet, y que están representados de forma física o virtual en el mundo digital, existen tres
categorías de conexión, máquina a máquina, personas con máquinas y persona a persona (P2P).
Inteligencia Artificial (IA):  Aunque su desarrollo tecnológico es reciente, su
concepción data de varias décadas atrás, y sería Jhon McCarthy quien en 1956 acuñara por
primera vez el término, aludiendo a este como “la ciencia y la ingeniería de fabricar máquinas
con una inteligencia parecida a la humana y programas de computadora que pudieran entender,
inferir y sentir, y aprender” (López, 2019, p. 13).
Relación entre los Big Data, internet de las cosas y la IA:  En primera instancia se
debe reconocer que los sensores remotos, propios de la percepción remota, permite capturar una
gran cantidad de información (varios pebibytes), lo cual genera un problema y es lo referente a la
diferencia entre la cantidad de datos recabados y la capacidad para gestionarlos. Como solución a
esta problemática, aparece la analítica, la cual es definida por Joyanes (2013) (citado por León,
2019) como “proceso de examinar a una gran velocidad, grandes volúmenes de datos,  de  una
variedad de tipos y de gran valor,  para  descubrir patrones ocultos, correlaciones desconocidas y
otras informaciones útiles” (p. 8), este proceso, requiere de técnicas de la Inteligencia Artificial
(IA) como la minería de datos y el aprendizaje de máquina. No obstante, estos requieren de un
escenario que sea tan amplio como los mismos datos y las tecnologías utilizadas, es aquí donde
entra en contexto la computación en la nube, que bien podría ser un claro ejemplo del internet de
las cosas. Esta permite almacenar en múltiples servidores y de distinta índole, los cuales a su vez
están programados con algoritmos para minería de datos y el aprendizaje de las máquinas, toda la
información recabada por los sensores remotos, y puesto a la disposición de los expertos para
hacer el uso que ellos previamente han definido para los datos.
Aun cuando se pueden establecer relaciones más concretas, tales como la existente entre
los Big Data y el Internet de las Cosas, o la IA y la Percepción Remota, inclusive la relación
entre el Big Data y la IA, y ésta, a su vez con el internet de las cosas (múltiples relaciones entre
sus componentes), para objeto de esta análisis se ha presentado de forma condensada la
relaciones entre todas.
Esto conlleva a plantear que cada uno de los desarrollos tecnológicos planteados a través
de las líneas anteriores, son una amalgama de resultados, que sólo pueden presentar resultados
óptimos, si se observan desde un todo, se refiere con esto, a que si se toman cada una de las
tecnologías disruptivas por separado, solo pueden ser interpretadas como desarrollos
tecnológicos impresionantes, pero que al final se quedan allí, el uso, la articulación e integración
de estos, cobran real importancia cuando son utilizados para fines determinados, en este caso y
como lo presenta el autor, para estudios geógrafos, climáticos, económicos, y áreas específicas
como la agricultura.
Queda como interrogante ¿Cómo utilizar la percepción remota, como instrumento que
permita innovar y mejorar los modelos educativos actuales?  Claramente una de las respuestas
puede ser a través de los procesos de investigación en temas como la agrología, la agricultura, el
cambio climático, la demografía. Sin embargo, no se visualiza hasta el momento, como se puede
generalizar su uso en áreas como la biología, la historia, la sociología, la política, etc.  ¿Será
entonces que nos encontramos al frente de una tecnología de usos muy específicos?  Será labor
de los nuevos docentes, encontrar la forma de integrar estos nuevos desarrollos dentro de sus
actividades profesionales.
 Universidad y tecnologías disruptivas
         No es necesario hacer un análisis muy profundo, ni ser un experto en el tema para
saber que en la actualidad los términos tecnología y universidad (todo lo que en ella se
experimenta) están estrechamente relacionados. Esto si se tiene en cuenta que la innovación
constantemente está haciendo aportes muy significativos y que han logrado transformar tanto las
prácticas docentes, los diferentes procesos inmersos en el proceso de enseñanza aprendizaje,
como la oferta universitaria. Convirtiéndose en un mercado cada vez más dinámico y
competitivo. Lo que indica claramente que la innovación no solo se manifiesta en equipos ni
aplicativos (Hardware y Software), si no en acciones y actitudes innovadoras de quienes
interactúan en ella.
         En este sentido, se hace necesario resaltar los efectos de la inmersión de las nuevas
tecnologías en la dinámica de la educación superior en el presente, futuro inmediato y distante.
Esto con el fin de diseñar y proponer estrategias que generen efectos enriquecedores en los
procesos de formación y con ello en la calidad de la enseñanza.
Tampoco se debe desconocer que todo lo que está sucediendo en la universidad, también
se está experimentando a nivel mundial, donde se evidencia una enérgica transformación digital
que permea todas las actividades desarrolladas por el hombre en las diversas esferas de la
sociedad.  Es decir, las nuevas tecnologías y la forma de adquirir el conocimiento han irrumpido
súbitamente en nuestras vidas y es para quedarse.
En cuanto a los actuales sistemas económicos y de empleabilidad, la tecnología
contemporánea también provoca una abrumadora conmoción en los actuales sistemas
económicos. “Donde las concepciones de producción, precios, consumo, utilidad, empleo,
dinero, distribución, escasez, renta, etc. se ven en la obligación de ser examinados
minuciosamente, con relación a los innovadores y altamente competitivos contextos del
desarrollo de la economía digital. (Pedreño 2017, p, 209).
Muchas empresas han entendido la gran cantidad de novedosas transformaciones a las
que se enfrenta en sus diferentes procesos para poder subsistir en el actual mundo globalizado y
voraz mente competitivo, afectando directa e indirectamente el empleo de la mano de obra
calificada.
Es ahí donde se requiere que la educación debería presentarse con una gran respuesta de
transformación, que permita que la sociedad pueda afrontar eficientemente estos abruptos y
complejos cambios, y que hasta el momento de dimensiones desconocidas y sin precedentes en
la historia del hombre.
En ese sentido, las universidades juegan un papel altamente trascendental y que por ello
están socialmente obligadas a transformar sus actuales sistemas formativos, con el fin de hacer
posible que la sociedad sea capaz de dominar el rumbo de esta nueva forma de economía digital
y del conocimiento, que plantean grandes retos en los sistemas económicos, concretamente, en el
campo del empleo.
Por lo anterior, hoy en día en pleno siglo XXI, es inconcebible poder aceptar cualquier
tipo de universidad, y mucho menos que enfrente de manera aislada y descontextualizada dicho
proceso de adaptación a la era digital, ya que serían las actuales y futuras generaciones las que se
verían significativamente afectadas. Esto quiere decir que, es altamente dañino para cualquier
sociedad, que las universidades no inicien lo antes posible el proceso de adaptación para los
nuevos tiempos. Ya que aún existen muchas universidades con modelos educativos tradicionales,
completamente “análogos” y totalmente presenciales “desconectados”, que son muy
“cuadriculadas” a la hora de dar respuesta a estas nuevas demandas globales.
Para afrontar semejante reto, el sistema de educación superior debe ser consciente de que
el camino es la modernización, la digitalización y la conectividad, no solo en sus procesos
académicos, sino, en los propios pensamientos de todos los agentes involucrados en las
dinámicas de formación, con reales propuestas innovadoras, atractivas y cada vez más
disruptivas, con  propuestas de formación en modelos MOOCS o MOCS, (Cursos en línea
masivos y abiertos), educación personalizada mediante estrategias digitales como Big Data y la
Inteligencia Artificial, entre otras.
Ahora bien, esto no quiere decir que el problema estaría solucionado, ya que no es
suficiente que muchas universidades hayan orientado sus esfuerzos, solo a potenciar los recursos
digitales (campus virtuales, equipamientos de aulas, conectividad, entre otros recurso físicos), al
igual que a diseñar ofertas de enseñanza en línea, usando en algunas ocasiones, grandes y
complejos repositorios o sofisticadas plataformas académicas digitalizadas, lo que no parece que
sea la única estrategia, ni lo suficiente, y que a medio plazo parece ser que no es el camino que
permitirá llega  al destino esperado o deseable.  
En ese sentido, queda claro que lo que se requiere es enfrentar retos y disrupciones de
gran impacto, promover y estimular el emprendimiento y la innovación, es decir, la
identificación, captación y desarrollo de talentos investigadores y emprendedores digitales,
garantizar la empleabilidad adaptada a las múltiples necesidades de la sociedad y el mercado y,
la reinvención a gran escala de la universidad presencial, que sea capaz de adaptarse a los
requerimientos las nuevas competencias exigidas en actual mundo digital.
 Innovación Disruptiva. Esperanza para la Educación del Futuro.
Pilonieta, habla de una contextualización proximal que dice que dentro de las épocas los
contextos cambian, en este tiempo donde se tiene la influencia de digital, la vida va cambiando
rápidamente, dando pasos agigantados pero la educación se ha estado, sus cambios son mínimos,
no va acorde con el desarrollo de la sociedad, con las innovaciones de la ciencia y la tecnología.
La educación ha sido uno de los sectores que mayor influencia política ha tenido donde
crean leyes y constituciones que tratan de cambiar su perspectiva, tapando la realidad y
mostrando lo que les interesa y lo que la sociedad quiere ver, con esto nos lleva que no se busque
una educación formativa y una educación desligada a la dinámica del futuro. Bajo esta
panorámica los gobiernos han sido ineficientes en la búsqueda de soluciones a los problemas
presentes, las cuales se ven reflejados en las consecuencias que esto conlleva, donde el poder
siempre lo quieren los mismo creando sus propias leyes que los favorezcan, existiendo la
injusticia y corrupción en diferentes sectores sociales.
Esto ha llevado abrir una brecha de poder y de clase, los que tratan de acaparar todo y
dejar unas sobras para demás, estos llevan a la desigualdad, cifras de equidad muy grandes,
donde la educación ha tratado de ayudar un poco a solventar esta situación, con diferentes planes
que traten de resolver las problemáticas, pero al estar alejada de la realidad que se vive que no
permite soluciones eficaces.
Si se quiere tener elemento dentro de la educación que permita unir la educación con la
realidad que se vive, esto significa: “comprender que, si se encuentra la manera de superar la
actual educación para hacerla diferentes, de tal forma que responda a las exigencia de futuro,
será hallar nuevos recursos para descubrir otras nociones, preguntas y aplicaciones”.  Esto lleva a
la búsqueda de nuevas herramientas que permitan mejorar y cambiar el proceso de enseñanza –
aprendizaje, donde fortalezca la formación de la persona no solo en conocimientos académicos
sino en aspectos de valores y conciencia social, personas de Paz que aprovechen los medios que
brinda los adelantos en la ciencia y la tecnología. Una de esta es la innovación disruptiva la cual
es un camino que permite encontrar nuevas posibilidades y recursos, preguntas, respuesta y
relaciones, sin limitaciones que llevan a la productividad, sociabilidad,  equidad y accesibilidad.
En el camino hacia la innovación disruptiva en la educación del futuro, los alumnos
forman un carácter de compañerismo, apoyándose y colaborándose, el papel del docente es de
formador y generadores de experiencias positivas por medio de situaciones cotidianas, que les
permita desarrollar sus habilidades, competencias o conocimientos que requieren para enfrentar
las situaciones de actuales que se presentan en el mundo.
Uno de los obstáculos que sobresalen para la innovación disruptiva, es romper las
identidades de una educación tradicional, donde se encierra en los parámetros de una educación
cerrada, que no permite el desarrollo de total de estudiantes, que no va paralelamente con los
cambios que hoy se presentan en el mundo, este no deja formar la habilidades, competencias y
conocimientos pertinente a este cambio.
Otro elemento que nos lleva hacia la innovación disruptiva, al tener nuevos
conocimientos en la neurociencia cognitiva, permite la formación de un nuevo perfil del maestro,
el cual sea un formador, pueda llegar a relacionarse con la nueva generación donde va junto con
los avances del mundo, que influyen en las formas de pensar y actuar de los alumnos, en sus
ámbitos de la productividad y el pensamiento.
 Discusión

Si se mira alrededor se puede percibir que, en todas las áreas del conocimientos humano y
en la misma cotidianidad de las personas, están inmersos gran cantidad de nuevas tecnologías;
los computadores, smartphone, tabletas, vehículos con apoyo electrónico, conectividad casi
permanente a través de dispositivos móviles, asistentes virtuales, medicina remota, en fin, existe
una gran cantidad de nuevos desarrollos que casi de forma inmediata, son asociados a las
actividades cotidianas de las personas. Esto demuestra la gran relación que existe en la
actualidad entre tecnología, sociedad y medio ambiente.  Esto ha llevado a un cambio en el
comportamiento de las personas, su forma de pensar, de relacionarse, de aprender y de percibir el
mundo
Una de las preocupaciones en estas nuevas tecnologías, en particular en el internet de las
cosas es que esta tiene acceso a información que en muchas ocasiones puede llegar a afectar la
seguridad de las personas, se evidencia esta falla en noticias como la grabación de
conversaciones o videos sin ser autorizados por parte de ciertas marcas reconocidas generando
temor frente al uso de estas tecnologías. Otra desventaja de ellas es que genera bastante basura
electrónica difícil de reciclar siendo este un servicio no amigable con el medio ambiente. 
Otra de las preocupaciones es el campo de la educación, la cual está desligada a las
realidades de estas  innovaciones de la ciencia y la tecnología, esto puede llevar a ser utilizadas
como un recurso de la educación de transmisión de conocimientos de forma unidireccional,
llevándonos a una educación tradicional, no se puede dejar aparte que el mismo sistema
educativo presenta dificultades  para asumir de forma inteligente estos avances, ya sea por causa
de la formación obtenida,  las limitaciones legislativas entre otras.
Las nuevas tecnologías “disruptivas”, ha permeado a cada instante y con mayor
incidencia los procesos formativos.  Desde muy niños, las actuales generaciones conocidas como
Millennials, generación x o de la información y del conocimiento, tienen accesibilidad a estas
tecnologías, el internet, los videojuegos, dispositivos móviles cada vez más poderosos y con
mayores funcionalidades, televisión y programación por demanda, todos estos nuevos desarrollos
aparecen e irrumpen con fuerza en cualquier lugar.  Por tal motivo, las nuevas tecnologías
disruptivas, deben permitir a la educación, proponer, diseñar e implementar nuevos entornos de
aprendizaje y de generación de conocimiento, propiciando estrategias metodológicas
vanguardistas, con didácticas propias de las nuevas generaciones. De esta forma ayudar al
desarrollo de nuevas competencias en las personas que puedan ser puestas en acción en su vida
personal, social y productiva.
Es ideal plantearnos algunos interrogantes, cómo ¿Por qué debemos estar atentos a las
tecnologías disruptivas?
Como miembros de las actuales generaciones y como profesionales de la educación, es
nuestro deber social y un compromiso con el mismo desarrollo de la innovación en todos los
campos, en especial el educativo y comunicacional, en tanto que estos flagelos influyen y
obligadamente transforman los procesos de aprendizaje y las formas de transmitir los
conocimientos. Un ejemplo palpable de ello, es la actual situación en la que se encuentra el
mundo (sin excepción) donde de la noche a la mañana a todos nos tocó «correr» a conocer y
aprender lo que desde  hace mucho tiempo se venía desarrollando e implementando, pero que
muchos o al menos, la gran mayoría de los habitantes que creemos vivimos e interactuamos en la
actual sociedad del conocimiento y de la información , no conocíamos de su existencia o en su
defecto, no teníamos dominio sobre sus utilidades y aplicabilidad en los diferentes escenarios
incluyendo el educativo.
Según Sartor, P. (2017), lo planteado anteriormente no es nuevo, ya que regularmente las
tecnologías disruptivas surgen mucho antes de ser reconocidas y tener su impacto sobre los
sectores para las que fueron ideadas, esto debido a múltiples factores, propios de la misma
dinámica de desarrollo y márquetin (costos, precisión de manufactura, procesos de producción,
distribución, etc.) de los que depende su explotación masiva.
Por todo esto, se hace necesario tener vigilada y no distraer la atención de la evolución de
las tecnologías disruptivas que eventualmente tendrían la oportunidad de afectarnos u ofrecernos
oportunidades beneficiosas, lo cual nos obliga a estar alertas y preparados para el momento que
se dispongan. 
Estos avances tecnológicos bien sabemos que pueden contribuir a la comodidad de
nuestros hogares, también pueden contribuir al buen desarrollo de los procesos educativos
especialmente aquellas temáticas que se caracterizan por ser difíciles de entender, pero queda por
discutir en realidad si estas tecnologías tienen acceso todas las personas o si están generando una
mayor brecha de desigualdad social.  
 Del mismo modo, también vale la pena preguntarse: ¿Qué deben hacer los centros
educativos para rediseñar el currículo y que responda a los nuevos escenarios y exigencias de la
actual sociedad digital?
Enfrentar estos cambios no es una tarea fácil, pero debe permitir la inclusión de nuevas
tendencias y tecnologías en los contextos escolares, que permitan desarrollar procesos educativos
a la altura de la exigencias y que deben ser muy distantes de las didácticas tradicionales, esto
implica una preparación adecuada del personal docente, el reto debe ser incorporar las nuevas
tecnologías disruptivas en los contextos escolares en un contexto que permita el desarrollo de los
educandos adquiriendo las habilidades conceptuales y prácticas que les permitan utilizar de
forma apropiada las gran cantidad de recursos en su desarrollo personal. Los centros educativos,
deben ser espacios que propicien al auto aprendizaje.
 Conclusiones

No cabe duda que la percepción remota, ha sido una ciencia que basada en múltiples
tecnologías, ha permitido grandes cambios en la forma de percibir y comprender el mundo físico
que habitamos, la integración que ha logrado hasta el momento con tecnologías disruptivas de
gran relevancia como la IA, los Big Data, y el internet de las cosas, ha logrado ampliar las
fronteras del conocimiento que se tenía sobre fenómenos ambientales, climáticos, geográficos y
hasta demográficos, no obstante, la percepción remota, como una ciencia emergente, la cual se
nutre de tecnologías también emergentes, aún se encuentra en sus fases primarias, y se espera de
ella, grandes aportes a ciencias tan importantes para la construcción social como es la
educación. 
En cuanto a la universidad y tecnologías disruptivas, se debe ser consciente y tener en
cuenta que, por muchos esfuerzos que hagan estos centros de formación superior para digitalizar
sus procesos, no será suficiente con actualizar los títulos, sus currículos y planes de estudios.
Siempre será necesario cambiar los métodos, potenciar la presencialidad, garantizando la
formación personalizada y autónoma, de acuerdo con las necesidades y fortalezas, centrada en la
realidad social y adaptada a cada momento histórico. Una universidad capaz de desarrollar el
talento creativo, el emprendimiento tanto en su profesorado como en sus estudiantes y la
sociedad, con creativa capacidad de imaginar y crear algo novedoso, “lo que no existe”.
Como afirma Pedreño (2017). “La estrategia de la universidad presencial no debe ser
combatir la educación y los recursos online, sino explotarlos e integrarlos correctamente.” (p,
163)
Es importante observar los diferentes momentos en los cuáles la tecnología se podría
aplicar y cómo sería su evolución, ya que no en todo momento cierto producto que se encuentra
en el mercado hasta ahora surja, sino por la necesidad de buscar otras alternativas, dicho
producto se encuentre en caída, así que es importante seguir innovando y buscar nuevas formas
de evolucionar la tecnología. 
Los cambios que presenta la innovación disruptiva deben estar presente en el proceso de
formación de las personas, esto les abre las puertas del conocimiento y libera el pensamientos,
permitiendo ser actores principales en el proceso de aprendizaje, ser educado para los retos que
se presentan en este mundo cambiante.
 Referencia bibliográficas

Catuna, N. (1995). La percepción remota y el análisis del espacio geográfico. Cuadernos de


Geografía: Revista Colombiana de Geografía, 5(2), 83-106. Recuperado
de: https://revistas.unal.edu.co/index.php/rcg/article/view/70766
Conole, G. (2015). Los MOOCs como tecnologías disruptivas: estrategias para mejorar la
experiencia de aprendizaje y la calidad de los MOOCs. Campus virtuales, 2(2), 16-28.
Recuperado de: http://www.uajournals.com/ojs/index.php/campusvirtuales/article/view/
35
Germán Pilonieta. (2017). Innovación disruptiva. Esperanza para la educación del
futuro. Educación y Ciudad, 32, 53-63. Recuperado
de https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=edsdoj&AN=edsdoj.8b6f9378fbb043de8680559b157f091e&lang=es&sit
e=eds-live&scope=site
León Pérez, J. C. (2019). Impacto de las tecnologías disruptivas en la percepción remota: big
data, internet de las cosas e inteligencia artificial. (Spanish). Revista UD y la Geomática
14, 1–21. Recuperado
de: https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/
login.aspx?direct=true&db=edb&AN=140440247&lang=es&site=eds-live&scope=site
Morales, S. (2020). Tecnologías disruptivas. Recuperado
de https://repository.unad.edu.co/handle/10596/33963
Pedreño Muñoz, A. (2017). Universidad y tecnologías disruptivas. Nueva Revista, 163, 1-9.
Recuperado de:  https://www.nuevarevista.net/universidad/universidad-y-tecnologias-
disruptivas/
Sartor, P. (2017). ¿Qué hay que saber de las tecnologías disruptivas? IEEM Revista de
Negocios, 20(6), 22–28. Recuperado de https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?
url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=zbh&AN=137311265&lang=es&site=eds-live&scope=site
Tarea 4 – Ejercicio de escritura colaborativa (Wiki), final

Ecosistemas digitales para la disrupción educativa

Autores
Leonardo Fabio Araújo Maestre
Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Maestrantes
 

Introducción
El siguiente escrito colaborativo con miras a conformar la tercera parte del artículo de
reflexión, presenta el concepto y características de los ecosistemas digitales, con el fin de
integrar retos educativos en esta era tecnológica desde la percepción de varios autores y
resaltando los diferentes puntos de vista de los maestrantes. Para dar una idea de la definición de
los ecosistemas digitales, se puede expresar que son un conjunto de elementos técnicos y
humanos que subyacen bajo características de autoorganización, sostenibilidad y escalabilidad,
dicha temática se abordará de manera más profunda en el transcurso del documento.
Se identifica las características de los ecosistemas digitales en el campo educativo, donde
las innovaciones tecnológicas son utilizadas en el desarrollo del proceso del aprendizaje de los
estudiantes, en la educación a distancia y digital, que permita un desarrollo productivo y social.
En esta medida, los ecosistemas digitales como escenarios de enseñanza y aprendizaje
presentan grandes implicaciones pedagógicas, puesto que los antiguos escenarios académicos se
reconstruyen a partir de la virtualidad, fomentando la independencia y autonomía académica,
situaciones que los docentes deben considerar al formular las estrategias de aprendizaje.
En esta tercera parte del artículo se abordarán contenidos de los siguientes autores: Tosete
Herranz (2012), sobre el tema de ecosistemas digitales; Alberto (2018), donde comenta sobre la
importancia de los ecosistemas digitales para la disrupción; Barrios-Rubio y Fajardo Valencia
(2019), donde enfatizan en las TIC en la incorporación de los ecosistemas educativos
contemporáneos; García, L. (2017), que profundizan en algunos elementos sobre la educación a
distancia y virtual; Castañeda y Adell (2013), capítulo 1, sobre la conceptualización y partes de
un PLE y por último, Torres Martín (2019), que enfatiza en el e-liderazgo, sus capacidades y
características. 

Características de los ecosistemas digitales para la disrupción educativa.


Desde hace ya algunas décadas, década del 90 del siglo 20 hasta el presente, se ha venido
tratando el tema de las nuevas tecnologías y cómo estas irrumpen en los contextos sociales,
culturales, económicos y educacionales del mundo. En la actualidad ya no es extraño escuchar,
leer u observar información relacionada con las nuevas tendencias, sobre todo relacionado con
las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – TIC, y cómo estas hacen parte
integral de desarrollo de las personas, no es posible concebir en estos momentos un mundo sin
comunicación digital o interconexiones electrónicas.
En esa misma medida, constantemente surgen nuevos desarrollos relacionados con las
TIC, La Inteligencia Artificial, el Big Data, el Internet de las cosas, el Blockchain, la realidad
aumentada, la realidad virtual,  son solo algunos ejemplos de cómo las tecnologías digitales se
reinventan y generar nuevos productos y servicios que deben ser analizados, comprendidos y
explotados de la mejor manera y sobre todo comprender cómo estos desarrollos pueden
incorporarse en los procesos pedagógicos para ofrecer una educación adecuada en un mundo
convulsionado por los constantes cambios generados a partir de la incorporación de estas
tecnologías, pues estos representan nuevas oportunidades para mejorar los procesos formativos
en todos los niveles de escolaridad.
Así, dentro de la gran cantidad de desarrollos que inicialmente pueden aparecer como
elementos aislados, surge en la actualidad un nuevo paradigma, que pretende integrar una gran
cantidad de desarrollos para cumplir con objetivos particulares, ya sea de tipo económico,
cultural o social, esto referido a los nuevas ecosistemas digitales, que como sucede con la gran
mayoría de los procesos de innovación tecnológica, se inspiran en la cotidianidad, en los
procesos formales y en la naturaleza para su desarrollo, pareciera que se trata de crear un mundo
paralelo, y no desde la concepción cuántica, sino en una realidad paralela fundamentada en la
virtualidad. Es en esta realidad, donde surgen los ecosistemas digitales y que al tratar de
conceptualizar, se evidencia que existen muchas posturas diversas al tema, y que están enfocados
a diferentes áreas del conocimiento y a la producción, no obstante todas se fundamentan en la
paridad que existe con los ecosistemas naturales, en esta medida se puede expresar que los
ecosistemas digitales, son un conjunto de elementos técnicos y humanos que subyacen bajo
características de autoorganización, sostenibilidad y escalabilidad, diseñados para cumplir con un
propósito específico, ya sea promocionar un producto, vender bienes o servicios, o establecer
relaciones personales y grupales (relaciones sociales).
A partir de esta idea de concepto, se establece inicialmente un recorrido por algunos de
los sistemas digitales más reconocidos a nivel mundial (pese a que posiblemente no se vieran
como tal), para luego dar una mirada al desarrollo de estos en Latinoamérica, como preámbulo
para un análisis pertinente de los ecosistemas digitales para una disrupción educativa. Para lo
cual se tomará como elementos de entrada los aportes realizados por Tosete Herranz, F. (2012),
los cuales han sido ampliados con un conjunto de información provenientes de diferentes fuentes
web.
No cabe duda que el más grande ecosistema digital abierto que existe en la actualidad es
la WWW, diseñado por el físico Tin Berners Lee hacia el año de 1989, fue concebido
inicialmente como una sistema dentro de la Internet, que buscaba facilitar el manejo de la
información, a través de elementos como el hipertexto, la hyper imágen, mediante un entorno
gráfico, que resultó bastante innovador para la época, debido a lo abstracto y complejo del
internet hasta ese momento, el objetivo principal de este desarrollo estaba enfocado en indexar
gran cantidad de material científico que estuviera disponible en la red, para mejorar la búsqueda
y acceso a esta información, no obstante,  la internet no volvería a ser la misma desde entonces,
se puede hablar de al antes y el después de la WWW.
Con el tiempo la WWW, fue incorporando nuevos desarrollos informáticos, desarrollados
por empresas privadas, organizaciones no gubernamentales y grupos de interesados en el tema
sin más interés que aportar al desarrollo de esta nueva tecnologías, es así como se puede observar
la WWW como un mundo paralelo al real, en donde habitan todo tipo de negocios, empresas,
contenidos y servicios, que hubieran sido imposibles de imaginar si no existiera la WWW. Por
este motivo, se puede precisar que difícilmente desaparecerá, ya que está inmersa en nuestra
cotidianidad, además que es el soporte tecnológico de otros ecosistemas digitales, de gran
relevancia para la vida social, económica y académica de la sociedad actual.
Pese a que no se visualiza el fin de la WWW al menos a corto o mediano plazo, es
prudente pensar que ella debe regresar a su concepción, y rediseñarse para poder garantizar a los
usuarios la legitimidad que Tin Berners le dio desde un principio, esto debido a que en la
actualidad al existir tantos ecosistemas digitales dentro de la www, se genera una paradoja, entre
la libertad que se siente al usarla, con la inseguridad de la protección de datos, las barreras de
software planteadas por ecosistemas propietarios o cerrados como IOS o Facebook, tiendas como
Microsoft, barreras impuestas por hardware que también constituyen sistemas cerrados,
nuevamente debe mencionarse al Pulpo industrial Apple Inc, que como todos saben desde sus
inicios, se formuló basado en la independencia de otras marcas y productos. Cómo garantizar que
la información sea propiedad de las personas y no de las compañías que ofrecen determinados
servicios, estos retos presentados demuestran que las personas deben estar cada día más
preparadas para vivir en esa “ciudadanía digital” y como tal, aportar a su desarrollo y sacar el
mejor provecho de estos ecosistemas digitales.
Si la WWW es el ejemplo más claro de un ecosistema digital abierto, ¿cuáles pueden
considerarse entonces cerrados y por qué? La respuesta a este interrogante no es sencilla de
responder, pero se planteará de la siguiente manera. Un ecosistema digital cerrado involucra un
compendio de tecnologías y servicios que están “amarrados” a una marca o a un propósito
específico. En esta medida la única forma de acceder a ellos es a través de la adquisición (paga-
o libre) de un acceso a ellas. Tal es el caso de Facebook, red social de amplio conocimiento
público y utilizada por miles de millones de personas en todo el mundo, esta red cuenta con sus
propias reglas, medios de difusión de información, su propio sistema de mercadeo, un conjunto
de aplicaciones desarrolladas para ella misma, o adquiridas posteriormente y de uso exclusiva
dentro de su plataforma, en esa medida se encuentra desde videojuegos, hasta canales de
televisión y noticias, pasando por una serie de apps para desarrollo web (fanpage), editores de
imágenes y video entre otras tantas, los usuarios de Facebook, raramente piensan que se
encuentran encasillados dentro de una sistemas cerrado, y el poder interactuar libremente con
múltiples aplicaciones, les ofrece la sensación de libertad.  Un aspecto que merece un análisis
aparte, y que no corresponde en estos momentos, es la legitimidad de la información que allí se
publica, ¿mito o verdad lo relacionado con la propiedad intelectual de todo lo que allí se publica?
Google, otro gigante de la industria informática, se presenta inicialmente (nacimiento)
como una alternativa de motor de búsqueda a los tradicionales AOL, altavista, existe, entre otros,
que para la época dominaban este servicio (1998). Su innovadora tecnología basada en los
famosos spider logró indexar mayor cantidad de contenidos en la web que todos los buscadores y
metabuscadores juntos, esto lo hizo el motor de búsqueda más utilizado en todo el mundo, pronto
desarrollaría otros producto, el Google chrome, navegador de internet que entró a competir
directamente con hasta ese entonces dominante Internet Explorer de Microsoft inc. Este solo fue
el primer paso para abrirse como uno de los sistemas digitales de mayor trascendencia dentro de
WWW. Hoy en día ha desarrollado y adquirido una gran cantidad de servicios y aplicaciones
como el Google maps, Google académico, Google earth, youtube, sin contar que también cuenta
con un soporte tecnológico para dispositivos móviles basado en Android, entrar a mencionar la
gran cantidad de opciones que presenta este ecosistema es una tarea larga, solo restaría
mencionar que cuenta con redes sociales Google + servicios en la nube, como Google docs,
Google drive, en fín.  A parte del desarrollo tecnológico relacionado con el software, Google ha
incursionado con fuerza en dispositivos de hardware, atrás quedaron los primeros desarrollos de
las Google Glass, ahora se encuentran dispositivos que van desde simples auriculares
inalámbricos hasta notebook y SmartPhones. Así el ecosistema digital cerrado se posiciona cada
vez más en el mundo tecnológico.
No es el interés de este artículo entrar más en detalle sobre los sistemas abiertos o
cerrados, solo se pretende ofrecer una panorámica que permita diferenciarlos, se considera que
con los ejemplo planteados, ya se ha logrado este objetivo,  adicionalmente el lector puede
ampliar el análisis leyendo de otros grandes ecosistemas digitales como Microsoft, Apple,
Amazon entre otros.
Otro aspecto importante que vale la pena mencionar en este análisis, es el la relación que
existe entre los ecosistemas digitales y el crecimiento del aparato productivo y económico, para
tal caso se tomará como referente los datos longitudinales presentados por Katz (citado por
Alberto, 2018), y centrados en dos contextos específicos: Publicidad digital y desarrollo del E-
comerce. Con respecto al primero Katz, indica en su estudio, que en Latinoamérica a cierre del
2017 la inversión en publicidad digital fue de 8.34 millones de dólares, siendo los principales
países en inversión, Brasil, México y Argentina, si bien estos valores son menores comparados
con la inversión global la cual es cercana a 232, 27 billones de dólares, se observa una fuerte
inversión es éste rubro lo que puede interpretarse como la nueva oportunidad publicitaria que
trasciende los canales convencionales (televisión, radio y prensa). Por su parte el comercio
electrónico (e-comerce) representó para el 2018, un movimiento aproximado de 53.20 billones
de dólares en Latinoamérica, nuevamente los tres países mencionados anteriormente, representan
el mayor movimiento financiero en este rubro, aunque en orden diferente, de esta manera Brasil
de presenta en primer nivel, seguido por Argentina y finalmente México. Nuevamente la relación
con el movimiento mundial queda un poco corta, sin embargo, se observa el creciente desarrollo
que los ecosistemas digitales están proporcionando a la industria y a la economía global y
regional.
La panorámica presentada, abre las puertas para iniciar un análisis más objetivo sobre los
ecosistemas digitales y lograr reconocer las características curriculares,  pedagógicas  y
didácticas de los ecosistemas formativos que integra los retos educativos del mundo digital.
En la última década, las investigaciones en el campo académico y las distintas ramas
profesionales, han comprobado que las herramientas tecnológicas, de la información y las
comunicaciones (TIC) se han convertido en un argumento en el cual, el debate y la reflexión es
permanente, es decir, existe una dinámica constante de nuevas tendencias e interacción de
conocimientos inéditos o transformadores que influyen directamente en cada actividad realizada
por el hombre y más en la vida académica. Es así, como ahora se centra especialmente la
atención en las plataformas, entornos digitales y herramientas de comunicación que están
involucradas en los ecosistemas digitales, encargados de transformar la interrelación, la
edificación y el fortalecimiento de las relaciones sociales que han encontrado un espacio de
inclusión en las sociedades modernas y que a la vez han logrado insertarse en los ambientes
educativos. 
Con la llegada de las TIC a la educación, se exige no sólo la construcción de escenarios
de análisis, sino que, de igual manera, se hacen imprescindible la cimentación de contextos de
reflexión y pensamiento que estimulen la participación conjunta e interactiva del uso y la
implementación de los recursos tecnológicos, enfocados en la construcción y transmisión de
nuevos saberes a quienes están involucrados en la dinámica de la enseñanza y el aprendizaje. 
En este sentido, la pretensión es que, con esta influencia epistémica, se logren dinamizar
procesos básicos que influyen en la consolidación del crecimiento intelectual del aprendiz y que
corresponden a los eventos de interacción, debate, discusión y criticidad de los fundamentos del
saber y a la dinámica de un aprender a aprehender permanentemente, desde los diferentes
espacios, momentos y disciplinas de la actual sociedad altamente digitalizada.
No se debe perder de vista que, en las actuales sociedades (de la información, del
aprendizaje y del conocimiento) el conocimiento y lo que se haga con él, tiene un valor agregado
y se ha convertido en el motor del desarrollo en todos los campos de interacción del humano
moderno.  El impacto de las tecnologías en el ecosistema formativo implica afrontar proyectos
sobre estrategias y recursos educativos que estén soportados en las nuevas tecnologías de
información y comunicación.  Lo cual ha generado una acelerada transformación social y que
resalta aún más la llamada tercera revolución industrial, donde la información como base
fundamental para la producción de nuevos conocimientos se convierte en fuente de poder y
transformación. (Barrios y Fajardo, 2019)
Lo que hoy denominamos «cibercultura» y su estrecha conexión con la educación, no está
unido únicamente a abaratar costos por el hecho de pasar la modalidad presencial a la virtual o a
distancia, de lo escrito a verbal, ni de los métodos tradicionales, a los modernos escenarios con
múltiples medios, con el fin de que se democratice la educación. Sino que, realmente se dé una
verdadera metamorfosis, donde las políticas educativas, garanticen y estimulen una formación
rigurosamente complementaria en que escuela y universidad, tengan la oportunidad de
intercambiar sin limitaciones los saberes y prácticas inherentes a la enseñanza, tanto la
estrictamente académica, como la que se aprende fuera de las paredes catedráticas a través de
diferentes medios tecnológicos y que se imparte por sí sola y para toda la vida.
Es así, como con la irrupción de la tecnología en la educación, debe implicar cambios
cualitativos en los procesos de enseñanza–aprendizaje, ya que exige la adopción de nuevos
paradigmas frente la apropiación de los conocimientos y la dinámica de constitución de saberes
inéditos, promoviendo así mismos aprendizajes colaborativos que solidifican los procesos de
maduración académica, profesional y personal de los protagonistas del proceso de formación
(docente, estudiante, sociedad y medios). Es decir, un ecosistema educativo basado en las TIC
obliga las instituciones de formación (en todos sus niveles) a asumir grandes desafíos, al
momento de gestionar y brindar sus servicios a una sociedad cada vez más exigentemente
digitalizada.
Con todo expuesto anteriormente, queda claro que hacer una profunda y consciente
reflexión sobre la acelerada evolución y espacio que ocupa hoy en día la tecnología, y en especial
las TIC, en el ecosistema educativo es y debería ser actualmente un recurso esencial para dotar
críticamente a todos los elementos e instancias de la sociedad con el suficiente conocimiento,
con el fin de brindar orientaciones encaminadas a ejercicios transformadores, para que se
garantice no solo la optimización y la eficiencia de la educación profesional, sino, la de formar
personas con competencias multidimensionales. 
En Colombia el estado en conjunto a diversa entidades no gubernamentales, han realizado
esfuerzos tanto para dotar de infraestructura, herramientas tecnológicas y contenidos digitales
como en formación de personal docente y demás involucrado en el proceso, con el fin de avanzar
en la implementación de políticas educativas apoyadas en TIC, que generen transformación en
los ambientes de aprendizaje y especialmente que se promuevan ecosistemas educativos basados
en las herramientas tecnologías, para la implementación y el fortalecimiento de las diferentes
modalidades y niveles de formación (básica, superior, presencial y a distancia virtual). (Min.
Educación, 2016; citado por Barrios y Fajardo, 2019). Pese a esto, los resultados exponen una
distancia muy evidente entre lo que dicen los informes de gestión e inversión y  lo que realmente
se hace en el desarrollo de las prácticas pedagógica, al parecer todo se queda en el papel y el
trámite, ya que el proceso pedagógico no se refleja efectivamente influenciado por el moda de las
TIC y la implementación de dichos recursos, arrojando como consecuencia que tanto el cuerpo
docente como el estudiantado no reconozcan el uso efectivo de estas herramientas como
elemento natural y dinamizador de las dinámicas de enseñanza y aprendizaje.
A pesar de todo esto y, aunque los docentes están conscientes que las nuevas
generaciones que habitan las nuevas sociedades y ocupan las aulas educativas en especial las
universitarias, asumen con gran habilidad las competencias tecnológicas, lo cual les permite
interactuar a través de múltiples plataformas informáticas y lo que impone un gran reto a las
autoridades educativas y a los docentes, para que implementen novedosas dinámicas pedagógicas
y formativas que estén a la altura de dichas demandas. Todo esto requiere preocuparse por
formar en conocimientos específicos, que permita afianzar y optimizar los procesos cognitivos
coherentes con cada área de estudio y su influencia en el campo profesional
No podemos dejar a un lado la educación a distancia y digital, la cual está presente en el
ecosistema digital y cada vez se va fortaleciendo, esto se puede observar desde las ventajas que
presenta  frente a la   educación presencial, se fortalece por las propuesta metodológicas, las
cuales permite que se acomoden a las disponibilidades del estudiante, llevándolo a un trabajo
autónomo, actividades colaborativas y cooperativas que le permite un aprendizaje significativo
que los realizan por medio de las diferentes redes sociales, plataformas virtuales, entornos
virtuales que se diseñan con el propósito de permitir un proceso de aprendizaje. Se mira reflejado
que en la actualidad a medida que los estudiantes utilizan el internet para la realización de sus
actividades académicas, cursos en línea, carreras y demás estudios en línea.
Si tenemos en cuenta la calidad de la educación a distancia y digital con respecto a la
presencial, según estudios realizados por García, nos indica que no existe diferencias
significativas entre los resultados obtenidos en las formatos presenciales y en la modalidad a
distancia y en línea, (p.11, 2017),  esto indica que al tener un buenas propuesta educativas que
lleven a satisfacer las necesidades de los estudiantes y de la comunidad permite que se obtengan
aprendizajes, el rendimiento depende de los diseños pedagógicos y de la utilización adecuada de
las herramientas digitales, que permita la adaptación de estas tecnologías en el ambiente
educativo presencial o a distancia que desarrollen en los estudiantes sus capacidades.  Pero en la
actualidad con los diferentes avances tecnológicos se mira   que hay mayores beneficios en la
educación no presencial, que adaptan los diseños pedagógicos a las necesidades educativas y
el aprovechamiento de las herramientas digitales en sus procesos educativos.
Según Gracia, (2017) en la educación a distancia y digital se hacen presentes algunas
ventajas que permiten un mejor avance y desarrollo en el proceso de aprendizaje, como la
oportunidad de   acceder a una institución sin tener en cuenta su ubicación geográfica,
permitiendo dar respuesta a las necesidades de formación, también se tiene la oportunidad de
estudiar según sus espacio y tiempo disponible,  ser el estudiante el centro del aprendizaje con
formación permanente y tener oportunidad de estudio sin  importar a sector pertenece. En este
aspecto sobresale la motivación e iniciativa, que por medio de los diferentes medios digitales e
interactivos el estudiante podrá tener sus aprendizaje activo, permanente y no fugaz.  Otra de las
ventajas es el aspecto económico ya que, al permitir tener disponibilidad del tiempo y espacio,
no hay necesidad de hacer desplazamientos,  puede seguir estudiando desde su casa y continuar
con su trabajo y labores.
Se puede decir que la educación a distancia es un fenómeno de disruptivo, en el cual se
incorpora las diferentes herramientas tecnologías en los procesos educativos, esto conlleva que
se deben realizar cambios en las formas de enseñar y aprender, que permita llegar a los diferentes
lugares, que se adapten la situaciones pedagógicas y sociales, y estén presta ayudar a resolver de
las necesidades e inquietudes que presenta en el estudiante.
Las tecnologías aplicadas a la innovación educativa han tenido mayor acogida en los
entornos de la educación no presencial, la metodología a distancia y actualmente digitales ha
sido de gran importancia,  el big data que son utilizados en el campo empresarial se utilizan el
sector educativo por medio de las redes nos lleva a un aprendizaje social, la calidad formativa va
mejorando a medida que los cambios se van presentan en la formación pedagógica y en el
entorno educativo. 
Las avances tecnológicos en el campo educativo como herramientas y
aplicaciones permite de forma sencilla la evaluación de los procesos académicos, predecir su
rendimiento, detectar potenciales problemas, mejorar la experiencia de aprendizaje y el
rendimiento, (García, 2017), esto no lleva hablar de un aprendizaje personalizado que va
evolucionado, que es un aprendizaje adaptativo como respuesta a las necesidades presentes de
los estudiantes.
Se puede observar que en la actualidad la necesidad o la ilusión de estar conectados al
mundo por medio virtual, estar en permanente comunicación con todos, acceder a la información
de manera rápida e inmediata, no solo tras una pantalla de un computador sino por medio de
nuevo dispositivos móviles, teléfonos inteligentes, tabletas entre otros que cada día van siendo
actualizados y se pueden adquirir con mayor facilidad. Esto dentro del ámbito educativo es un
gran reto que tienen las instituciones,  como utilizar los dispositivos y diferentes aplicaciones
para generar un aprendizaje móvil (m-learning), que permita desarrollar un conocimiento a partir
de diferentes fuentes de contenidos en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Este aprendizaje móvil (m-learning),  es el aprendizaje que se adquiere por el uso de los
diferentes dispositivos móviles, esto permite que el aprendizaje sea ilimitado, se flexible, no está
sujeto a una determinado a un sector, su aprendizajes está a nivel del usuario, es permanente,
puede ser de forma individual o colaborativo, interactivo, se trabaja al ritmo que tiene el usuario,
y fortalece los aprendizajes a distancia, semipresenciales y autónomos.  
Se tiene un aprendizaje que incluye al móvil es el ubicuo, este nos dice que los
estudiantes acceden  a los diferentes dispositivos y servicios móviles en el momento que lo
necesiten, el único elemento que deben tener es el internet que les permita acceder a las redes
sociales, aplicaciones y programas de manera diaria y continua, el aprendizaje se hace de manera
individual o colaborativa, se rompe el esquema que para aprender se necesita una relación
unidireccional, todo se hace por medio de las nuevas tecnologías, el individuo es quien debe
aprender por sí mismo y seguir con su ritmo de aprendizaje.
La idea de aprender por sí mismo o de forma autónoma, cuenta con la característica de un
entorno personal, en el cual aprender es parte de nuestro diario vivir. En un principio se aprendía
desde casa, desde el hogar, luego, se aprendía de un maestro o un sabio en donde éramos sus
aprendices, sus discípulos, cuando aparecieron los textos se incluyeron y luego nace la escuela
que es el centro de atención de los elementos nombrado anteriormente. 
Ahora con la llegada de las tecnologías Web 2.0 y su expansión hacia dispositivos
móviles se cuenta con un vasto acceso a información y contenidos donde es posible reinventarla
y discutirla.
El estudio de los PLE se originó a partir de un entorno de aprendizaje centrada en el
aprendiz, recogiendo y centralizando los diferentes recursos de otras instituciones.
Finalmente, luego de varias discusiones afirman que un PLE se enfoca desde lo
pedagógico en donde la tecnología juega un papel muy importante que se relaciona con las
dinámicas sociales. (Attwell, Castañeda y Buchem, en prensa citados por Castañeda y Adell,
2013)
De los trabajos anteriores de Adell y Castañeda (2010) definen los PLEs como “el
conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y actividades que cada persona
utiliza de forma asidua para aprender” y que según el discurso que comentan aún sigue vigente.
De acuerdo con un diagrama Castañeda y Adell (2013), comentan que el PLE lo integran
3 partes principales:
Leer – Multimedia
Escribir – Reflexionar
Compartir PLN – Red Personal de Aprendizaje
Castañeda y Adell (2013), concluyen que a pesar de que hay tres partes básicas que nos
ayudan a caracterizar un PLE –leer, reflexionar-hacer y compartir–, como herramientas, fuentes
de información, conexiones y actividades que se incluyen no son de uso exclusivo de una de esas
partes. Así que es importante mirar la manera en la que aprendemos, y en definitiva, se proponen
“reglas” de acuerdo al punto de vista de ese aprendizaje.
 De acuerdo con las “reglas” que se proponga cada uno con relación a su ritmo de
aprendizaje, es importante mencionar que el e-liderazgo juega un papel importante, así que se
contextualizará sobre el ecosistema educativo y luego se hablará sobre el e-liderazgo,
observando sus capacidades digitales y sus características.
En cuanto al ecosistema educativo, Torres Martín (2019) lo muestra como un conjunto de
personas, que adicional observa que sus adaptaciones pueden variar y las transformaciones que
sus integrantes adquieren y asumen durante el tiempo de su vida personal y profesional.
Sin duda alguna las tecnologías de la información, la comunicación y el aprendizaje
contribuyen en las relaciones personales y desde el ámbito educativo también ayudan en los
procesos de enseñanza - aprendizaje.
Es por esto, que el rol de liderazgo desde el enfoque virtual se complementa con el
presencial ya que las relaciones sociales no son sustituibles y así mismo, se ajustan los cambios
personales y laborales que anteriormente se habían comentado.
Frente al e-Liderazgo, Torres Martín (2019) la menciona como una función y se ocupa en
incidir sobre los comportamientos, percepción, motivación, uso de las tecnologías y sus
relaciones, donde influye para alcanzar las metas propuestas, tal cual se haría de forma
presencial, sin embargo, se transforma en un elemento esencial para el progreso de la innovación
y que se adapte a las organizaciones.
Sin duda alguna el liderazgo implica el conocimiento tecnológico, así que las capacidades
digitales de acuerdo con Torres Martín (2019) pueden verse relacionadas con el correcto uso y
habilidad al menos de los siguientes elementos, tales como, correo electrónico, dispositivos
móviles, almacenamiento en la nube, plataformas de trabajo digitales, redes sociales,
videoconferencia y software de colaboración en línea.
De las principales características del e-Liderazgo mencionadas por Torres Martín (2019),
comenta que aparentemente la función que cumple una persona en cuanto al liderazgo se vuelve
más una gestión de información o de acción coordinadora, ya que no hay un control de forma
presencial. Luego, surge una automotivación en los miembros del grupo ya que podrían trabajar
de forma física o autónoma, además de trabajar de forma colectiva en lo virtual.
Algunas claves principales del e-liderazgo comentadas por Torres Martín (2019), además
de los mencionados anteriormente, para el liderazgo virtual se adiciona la confianza, la sinergia y
la cohesión.
Como conclusión, se puede decir que el liderazgo electrónico ofrece una copiosa y
heterogénea perspectiva tanto en sus ocupaciones directivas como con relación a las propias
instituciones, el desarrollo organizacional y su población.
Conclusiones
 Las consecuencias de globalización en cuanto a los aspectos culturales, sociales y
económicos, la facilidad de acceder a recursos desde cualquier lugar y momento y el aumento
cada vez mayor en lenguajes simbólicos y multimediales, requiere que los sistemas
educacionales evolucionen al mismo ritmo que las nuevas tecnologías, procurando que los
estudiantes y docentes adquieran competencias que les permita ejercer de forma adecuada en un
contexto minado por tecnologías comunicacionales de vanguardia.
Los nuevos contextos, y las actuales formas en que las personas se pueden conectar,
comunicar y socializar, están generando cambios en los sistemas educativos relacionados con las
capacidades cognoscitivas y procedimentales, dejando de ser unidireccionales, estas nuevas
características requieren de procesos formativos orientados hacia los docentes, para que ellos
adquieran las competencias digitales necesarias que permitan trascender los espacios físicos de
aprendizaje, adicionalmente se requieren de otros tipos de competencias relacionadas con el ser,
tales como responsabilidad, autoaprendizaje, autogestión y capacidad para la búsqueda,
depuración y selección de información que les permita crear espacios de aprendizaje
personalizados.
Relacionado directamente con los ecosistemas digitales, ha de considerarse que las
interacciones que se presentan incluyen factores culturales y sociales, por tanto, debe existir
entre los participantes, cualidades humanas como la empatía, tolerancia, respecto, que permitan
fomentar una sana comunicación y manejo adecuado de los conocimientos de cada miembro de
la comunidad.
Los ecosistemas digitales como escenarios de enseñanza y aprendizaje presentan grandes
implicaciones pedagógicas, puesto que los antiguos escenarios académicos se reconstruyen a
partir de la virtualidad, fomentando la independencia y autonomía académica, situaciones que los
docentes deben considerar al formular las estrategias de aprendizaje. 

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Alberto, J. (2018). No hay disrupción sin un ecosistema digital. Palermo Business Review, 17, 6-
64. Recuperado de
https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
direct=true&db=edb&AN=134559660&lang=es&site=eds-live&scope=site 
Barrios-Rubio, A., & Fajardo Valencia, G. C. (2019). Las TIC: apropiación, relaciones y
prácticas en el ecosistema educativo contemporáneo. Razón y Palabra, 23 (104), 30-51.
(21) Recuperado de: https://www.revistarazonypalabra.org/index.php/ryp/article/view/
1362
Castañeda, L. y Adell, J. (Eds.).  (2013). Entornos Personales de Aprendizaje: claves para el
ecosistema educativo en red, Valencia, España, Editorial Marfil. Recuperado de
https://digitum.um.es/digitum/handle/10201/30427
García, L. (2017). Educación a distancia y virtual: calidad, disrupción, aprendizajes adaptativo y
móvil. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 20(2), 9-25.
Recuperado de http://hdl.handle.net/11162/141223
Torres Martín, C. (2019). El liderazgo virtual en los ecosistemas educativos. EDMETIC, Revista
de Educación Mediática y TIC, 8 (2), 1-16.
doi:https://doi.org/10.21071/edmetic.v8i2.12004. Recuperado de
http://hdl.handle.net/10481/59774
Tosete Herranz, F. (2012). Ecosistemas digitales. Anuario ThinkEPI, 1, 320-324. Recuperado de
https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=https://search-ebscohost-
com.bibliotecavirtual.unad.edu.co/login.aspx?
direct=true&db=lls&AN=82509787&lang=es&site=ehost-live 

También podría gustarte