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Tutor:
Juan Alexander Triviño Quiceño
Autores
Leonardo Fabio Araújo Maestre
Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Maestrantes
Introducción
Si se estudiara una línea del tiempo donde se contrastará los avances tecnológicos con el
comportamiento de la sociedad se podría evidenciar que estas dos van de la mano y lo afirma
García-Perdomo (2019), donde explica que no se puede entender el adelanto tecnológico sin
comprender los profundos cambios sociales, políticos y económicos que enfrenta la humanidad y
viceversa.
No en vano y por comprensión histórica todo nuevo desarrollo tecnológico ha generado
cierta resistencia e incertidumbre sobre todo en el campo laboral, basta con recordar el impacto
que tuvo la revolución industrial en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, y en el resto de
Europa años después, la maquinización de muchas actividades laborales trajo consigo la
sustitución de la mano de obra, y la especialización de nuevos puestos de trabajo, la sociedad que
no estaba preparada para este efecto, aumento los niveles de desigualdad social, exceso de carga
laborar, problemas de saneamiento, estos algunos pequeños datos relacionados con la revolución
industrial. Es conocido los efectos negativos y positivos que trajo consigo esta revolución, y
obviamente la educación también sufrió cambios drásticos, como una necesidad para dar
respuesta a los nuevos estándares requeridos en la sociedad.
En esta medida se percibe que así como pueden existir personas muy satisfechas con las
comodidades y servicios que ofrecen los avances tecnológicos también hay personas que no
están a favor de estas y las ven como enemigas que generan daños en la sociedad donde García-
Perdomo (2019), deja en claro que ninguna de las dos posturas son totalmente ciertas y que en
realidad, justo en el medio de las dos se encuentra la verdad, debido a que ni los avances
tecnológicos ha terminado con la gente y menos esta contribuye del todo a un estado de
liberación, ya que esta por lo general se ve obstruida por los poderes tradicionales, la legislación
o los gobiernos.
Los retos de la disrupción digital para la educación
En torno a lo anterior, es cuando chocamos con nuestra propia realidad y en este mundo
tan aceleradamente cambiante, donde muchos principios educativos están agonizantes, porque lo
que denota es que no fuimos capaces o al menos no los supimos integrar adecuadamente con esas
tecnologías, o quizás sea al revés, no hemos podido integrar esos recursos tecnológicos con la
pedagogía para mediar los procesos de la enseñanza y el aprendizaje.
Ahora bien, surge el interrogante; ¿Cómo se puede hacer para educar a estudiantes que
hacen parte de esas nuevas generaciones? Tal vez la respuesta no la tenemos y lo más probable
es que nunca la encontremos, pero lo que sí es claro, es que la forma como se está haciendo en la
mayoría de los centros de formación no es la adecuada, que continúan con propuestas
pedagógicas antiguas y muy distantes de los tiempos actuales, desconociendo de que estos
(estudiantes) tienen la tecnología y lo digital como su pasión casi que innata. Por lo que, si desde
las escuelas y centros de formación se sigue ignorando todo esto, lo más factible es que a las
generaciones actuales y la venideras, las dejaremos sin esperanza de adaptación en el mundo de
donde son nativos.
Además, esta temática nos podría arrojar el siguiente interrogante: ¿Cómo se puede
contribuir a superar los retos de la disrupción digital para la educación desde nuestro rol como
docentes? La respuesta podría darse si comenzamos a transformar los currículos de nuestras
instituciones educativas incorporando las TIC como herramienta facilitadora en los procesos de
enseñanza – aprendizaje de la mano con el modelo pedagógico acorde al contexto de la
institución y que involucren dichas herramientas.
Conclusiones
Es necesario que se den estos acercamientos con el fin de conseguir realidades o verdades
más claras de la relación entre las sociedades y la tecnología digital, y de las hibridaciones que
esa relación forma.
Se puede decir que, en este mundo digital, donde la influencia ha llegado a todos los
contextos de la vida cotidiana, influyen en mayor parte en la educación, está formando parte de
los procesos enseñanza - aprendizaje, el objetivo es saber cómo utilizarlas para la formación de
personas que desarrollen su pensamiento en forma crítica y analítica, que se desenvuelvan
individual y socialmente.
Si no hacemos trasformaciones de inmediato en nuestros sistemas y centros educativos, la
tecnología seguirá ganándonos espacio y terminará arrebatándonos la gran oportunidad que
tenemos de formar adecuadamente al presente y futuro que tenemos en nuestras manos.
A todo lo anterior hay que añadir unos métodos de aprendizaje que motiven a los
alumnos. La tecnología es una herramienta perfecta para el entrenamiento y por ello capaz de
generar interés entre el alumnado. Los profesores deben aprovecharla. La metodología basada en
el juego permite trabajar competencias tan importantes como son las habilidades en equipo,
hablar en público, el liderazgo, la socialización y el sentimiento de pertenencia
En definitiva, una generación bien formada capaz de sacar el máximo partido a la
tecnología es una generación preparada para enfrentarse a una sociedad cada vez más
competitiva.
Referencias bibliográficas
Adecco (2016). Informe ADECCO sobre el futuro del trabajo en España. Madrid: Adecco.
Recuperado de https:// www.ceu.es/joblab/documentacion/ informeAdecco.pdf
García Aretio, L. (2019). Necesidad de una educación digital en un mundo digital. RIED.
Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(2), pp. 09-22. doi: Recuperado
de http://dx.doi.org/10.5944/ried.22.2.23911
Tarea 3 – Ejercicio de escritura colaborativa (Wiki), avance 2
Autores
Leonardo Fabio Araújo Maestre
Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Maestrantes
Introducción
Continuando con la dinámica propuesta para el presente escrito, en primer lugar, se dará
la respuesta al interrogante ¿Qué se entiende por tecnología disruptiva? Y luego, a la pregunta
¿Por qué estar atento a las tecnologías disruptivas?
Con respecto a la respuesta al interrogante ¿Qué se entiende por tecnología disruptiva?,
según Christensen citado por Sartor (2017), se entiende que las disrupciones se originan por una
innovación o tecnología que cubre las necesidades de un foco de clientes, no satisfechos, ni
rentables para el sector o también puede suceder que se atienden categorías por pocos apreciadas
y se decaen otros atributos más normales.
De lo anterior, se puede decir que las disrupciones empiezan a evidenciarse a partir de
tecnología o innovación que usan pocos clientes o un producto que sea novedoso en el mercado.
De acuerdo con Sartor (2017), para que la disrupción sea posible, se darán las siguientes
cuatro condiciones: la primera es que las personas del sector sean comprometidos para realizar
innovaciones sostenidas para que los clientes los puedan preferir; la segunda que haga presencia
de overshooting respecto a lo que necesiten dichos clientes; lo tercero es que las personas del
sector, respondan ante una posible amenaza de la disrupción y, por último, que más adelante se
pierda el liderazgo de las personas del sector por el ingreso de nuevas personas que le apuesten a
la disrupción.
Según las anteriores condiciones las tecnologías disruptivas nos suponen una exigencia
más grande en cuanto a las necesidades de los clientes y que perduren y resistan en el mercado a
pesar de las amenazas presentadas o competencia que pueda presentarse.
Continuando con lo comentado anteriormente, en su definición ciertamente beneficiosa,
la tecnología disruptiva es aquella que impacta en un determinado sector según diferentes
ámbitos, ya sea por lo novedoso, por los bajos costos y por su afectación que pueda presentar en
el mercado, en donde es posible que se adhieran más jugadores al mercado, se incrementen sus
roles y a su vez otros pueden quedar relegados.
En la lectura se proponen ejemplos que nos centran más en el tema. Tal es el caso de la
impresión 3D que básicamente se trata de agregar capas de cierto material para dar forma e
imagen a un objeto en 3D y en este momento se está consolidando. Ahora, sigamos con la
Inteligencia Artificial que se puede entender como una máquina que toma decisiones de manera
autónoma en donde simula procesos que realizan los seres humanos. Un caso particular serían
los automóviles inteligentes, es decir, sin conductor. Por último, tenemos el Blockchain, el cual
consiste en una tecnología que permite mantener un “libro de transacciones” virtual, compuesto
por una serie de bloques de anotaciones que se van encadenando.
Atendiendo a la segunda pregunta, ¿Por qué estar atento a las tecnologías disruptivas?, de
acuerdo con Sarter (2017), el impacto en los sectores afectados de las tecnologías disruptivas se
da luego de que son implementadas. Es normal que se realicen estudios o teorías de manera
intensa alrededor de ellas, obviamente teniendo en cuenta su aplicación, en donde luego de una
larga espera sobre las condiciones físicas como los costos, procesos de producción y precisión de
manufactura, son las que dan la posibilidad que se expandan masivamente, llegando más lejos
que los mismos prototipos.
Es importante mencionar que antes de lanzar un prototipo, se realice una buena
fundamentación teórica sobre el producto y su aplicación para tener un mayor impacto y así
evitar pérdidas al momento de su elaboración.
Adicionalmente, Sarter (2017), comenta que el mecanismo por el cual pueden ocasionar
la disrupción es muy fácil de explicar, es decir, no se requiere un profundo conocimiento de estas
ni de tecnología en general para comprender cómo y por qué del potencial impacto.
Por último y como menciona Sarter (2017) en su lectura:
Es importante estar atento a las burbujas que se dan en torno a ellas. La curva de
sobrexpectación de Garnter de tecnologías emergentes (hype curve) muestra un patrón habitual,
donde se produce una burbuja de entusiasmo, cobertura y expectativas, seguida de una caída y
una fase de crecimiento maduro en el que todos entienden mejor qué es razonable lograr
aplicando la tecnología y cómo podría evolucionar. (p. 28).
Es decir, de lo anterior es importante observar los diferentes momentos en los cuáles la
tecnología se podría aplicar y como sería su evolución, ya que no en todo memento cierto
producto que se encuentra en el mercado hasta ahora surja, sino por la necesidad de buscar otras
alternativas, dicho producto se encuentre en caída, así que es importante seguir innovando y
buscar nuevas formas de evolucionar la tecnología.
Impacto de las tecnologías disruptivas en la percepción remota: big data, internet de las
cosas e inteligencia artificial
Desde la perspectiva de la formación actual de los autores del presente escrito, como
estudiantes de la Maestría en Educación, las tecnologías disruptivas como campo de acción
inmersas en la educación, deben ser reconocidas, y aplicadas como componentes didácticos y
como mediadoras de los procesos de enseñanza y aprendizaje, de igual forma como objeto y
herramienta para el desarrollo de los procesos investigativos que se presentan entorno a la
educación, sin embargo, tal y como se presentará en las siguientes líneas, no todas las
tecnologías disruptivas han sido y son aplicadas en los contextos educacionales desde la óptica
general, sino que se presentan como tecnologías y procedimientos tecnológicos que tienen unos
campos de acción, hasta el momento muy limitados. Partiendo de lo anterior, León (2019),
presenta una perspectiva de las nuevas tecnologías disruptivas desde el impacto que estas han
generado en la percepción remota.
Pero ¿Qué se entiende por percepción remota?, si se parte de la idea, que la percepción es
un proceso cognoscitivo, por medio del cual los seres vivos captan información del contexto a
través de sus órganos sensoriales, en el caso del ser humano a través de los sentidos (oído, olfato,
vista, tacto y gusto), algunas personas también incluirán algunos como los extrasensoriales como
son la intuición, los cuales permiten recrear mentalmente esa información, y convertirla en
información comprensible para el ser humano. Pero adicionalmente, entendemos por remoto, a la
interacción que pueden tener dos o más objetos sin establecer contacto físico, se puede establecer
que la percepción remota, es la capacidad de recabar información a través de objetos (órganos de
los sentidos en el ser humano) sin que medie entre ellos un canal físico, entonces se puede
afirmar que los primeros elementos de percepción remota que han existido son de origen natural,
se refiere en este aspecto, a los órganos sensoriales como el oído, olfato y la visión, en los
animales incluyendo al hombre.
Analógicamente, y desde un punto de vista artificial, la percepción remota, se
entiende como una disciplina, que utiliza medios y modos tecnológicos y científicos los cuales
permiten capturar, almacenar y analizar información gráfica, especialmente de la tierra, los
cuales provienen de sensores que se pueden encontrar en el espacio (satélites), dentro de la
atmósfera terrestres (aerotransportados como aviones, globos aerostáticos, drones) y terrestres,
como los tradicionales sensores de que mide la humedad, lluvia, viento, presión atmosférica,
entre otros. Según Catuna, (1995) ”la percepción remota se relaciona con la capacidad de
identificar propiedades cualitativas y cuantitativas de los objetos colocados a distancia” (p. 2), y
citando a Lillesand y Kiefer (1994), alude a “la percepción remota como una ciencia y arte en la
obtención de la información de los objetos sin que medie entre el sensor y ellos un contacto
directo”, (p, 3).
Estos últimos conceptos (desde la perspectiva tecnológica) revisten especial interés, y a
partir de los cuales se desarrollará el análisis del impacto que han tenido la tecnologías
disruptivas en la percepción remota.
Sin embargo, antes de entrar en este análisis, es prudente identificar o al menos tratar de
clarificar qué son las tecnologías disruptivas y cuáles las que tienen mayor incidencia en la
actualidad. López (2019) expresa al respecto que: “las tecnologías disruptivas son aquellas que
rompen con las que existían hasta el momento, generando resultados novedosos en sus
aplicaciones, cómo hacer que los objetos hablen entre ellos” (p. 5), por su parte Christensen
(1997), (citado por Conole, 2015), refiere que: “Cada cierto número de años surge una nueva
tecnología disruptiva, es decir, algo que cambia de modo radical la forma de hacer las cosas” (p.
2), dentro de estas tecnologías se puede mencionar, la Internet, los dispositivos móviles, los
entornos virtuales de aprendizaje, los big data, la inteligencia artificial y el internet de las cosas,
los tres últimos serán revisados por el interés que reviste dentro del presente análisis.
En esta medida, a continuación, se presentan los conceptos de las tecnologías disruptivas
que están siendo integradas en la percepción remota.
Big Data: De manera sintetizada, se puede expresar que los Big Data, son “una nueva
generación de tecnologías y arquitecturas diseñadas para extraer valor de grandes volúmenes de
datos, de una amplia variedad de fuentes, al permitir a alta velocidad, su captura y análisis”
(López, 2019, p. 5), por tal motivo, sus principales características son: el volumen y la variedad
de información, y la velocidad para acceder a ella.
Internet de las cosas: Refiere a la conexión que se da entre diferentes objetos a través de
la Internet, y que están representados de forma física o virtual en el mundo digital, existen tres
categorías de conexión, máquina a máquina, personas con máquinas y persona a persona (P2P).
Inteligencia Artificial (IA): Aunque su desarrollo tecnológico es reciente, su
concepción data de varias décadas atrás, y sería Jhon McCarthy quien en 1956 acuñara por
primera vez el término, aludiendo a este como “la ciencia y la ingeniería de fabricar máquinas
con una inteligencia parecida a la humana y programas de computadora que pudieran entender,
inferir y sentir, y aprender” (López, 2019, p. 13).
Relación entre los Big Data, internet de las cosas y la IA: En primera instancia se
debe reconocer que los sensores remotos, propios de la percepción remota, permite capturar una
gran cantidad de información (varios pebibytes), lo cual genera un problema y es lo referente a la
diferencia entre la cantidad de datos recabados y la capacidad para gestionarlos. Como solución a
esta problemática, aparece la analítica, la cual es definida por Joyanes (2013) (citado por León,
2019) como “proceso de examinar a una gran velocidad, grandes volúmenes de datos, de una
variedad de tipos y de gran valor, para descubrir patrones ocultos, correlaciones desconocidas y
otras informaciones útiles” (p. 8), este proceso, requiere de técnicas de la Inteligencia Artificial
(IA) como la minería de datos y el aprendizaje de máquina. No obstante, estos requieren de un
escenario que sea tan amplio como los mismos datos y las tecnologías utilizadas, es aquí donde
entra en contexto la computación en la nube, que bien podría ser un claro ejemplo del internet de
las cosas. Esta permite almacenar en múltiples servidores y de distinta índole, los cuales a su vez
están programados con algoritmos para minería de datos y el aprendizaje de las máquinas, toda la
información recabada por los sensores remotos, y puesto a la disposición de los expertos para
hacer el uso que ellos previamente han definido para los datos.
Aun cuando se pueden establecer relaciones más concretas, tales como la existente entre
los Big Data y el Internet de las Cosas, o la IA y la Percepción Remota, inclusive la relación
entre el Big Data y la IA, y ésta, a su vez con el internet de las cosas (múltiples relaciones entre
sus componentes), para objeto de esta análisis se ha presentado de forma condensada la
relaciones entre todas.
Esto conlleva a plantear que cada uno de los desarrollos tecnológicos planteados a través
de las líneas anteriores, son una amalgama de resultados, que sólo pueden presentar resultados
óptimos, si se observan desde un todo, se refiere con esto, a que si se toman cada una de las
tecnologías disruptivas por separado, solo pueden ser interpretadas como desarrollos
tecnológicos impresionantes, pero que al final se quedan allí, el uso, la articulación e integración
de estos, cobran real importancia cuando son utilizados para fines determinados, en este caso y
como lo presenta el autor, para estudios geógrafos, climáticos, económicos, y áreas específicas
como la agricultura.
Queda como interrogante ¿Cómo utilizar la percepción remota, como instrumento que
permita innovar y mejorar los modelos educativos actuales? Claramente una de las respuestas
puede ser a través de los procesos de investigación en temas como la agrología, la agricultura, el
cambio climático, la demografía. Sin embargo, no se visualiza hasta el momento, como se puede
generalizar su uso en áreas como la biología, la historia, la sociología, la política, etc. ¿Será
entonces que nos encontramos al frente de una tecnología de usos muy específicos? Será labor
de los nuevos docentes, encontrar la forma de integrar estos nuevos desarrollos dentro de sus
actividades profesionales.
Universidad y tecnologías disruptivas
No es necesario hacer un análisis muy profundo, ni ser un experto en el tema para
saber que en la actualidad los términos tecnología y universidad (todo lo que en ella se
experimenta) están estrechamente relacionados. Esto si se tiene en cuenta que la innovación
constantemente está haciendo aportes muy significativos y que han logrado transformar tanto las
prácticas docentes, los diferentes procesos inmersos en el proceso de enseñanza aprendizaje,
como la oferta universitaria. Convirtiéndose en un mercado cada vez más dinámico y
competitivo. Lo que indica claramente que la innovación no solo se manifiesta en equipos ni
aplicativos (Hardware y Software), si no en acciones y actitudes innovadoras de quienes
interactúan en ella.
En este sentido, se hace necesario resaltar los efectos de la inmersión de las nuevas
tecnologías en la dinámica de la educación superior en el presente, futuro inmediato y distante.
Esto con el fin de diseñar y proponer estrategias que generen efectos enriquecedores en los
procesos de formación y con ello en la calidad de la enseñanza.
Tampoco se debe desconocer que todo lo que está sucediendo en la universidad, también
se está experimentando a nivel mundial, donde se evidencia una enérgica transformación digital
que permea todas las actividades desarrolladas por el hombre en las diversas esferas de la
sociedad. Es decir, las nuevas tecnologías y la forma de adquirir el conocimiento han irrumpido
súbitamente en nuestras vidas y es para quedarse.
En cuanto a los actuales sistemas económicos y de empleabilidad, la tecnología
contemporánea también provoca una abrumadora conmoción en los actuales sistemas
económicos. “Donde las concepciones de producción, precios, consumo, utilidad, empleo,
dinero, distribución, escasez, renta, etc. se ven en la obligación de ser examinados
minuciosamente, con relación a los innovadores y altamente competitivos contextos del
desarrollo de la economía digital. (Pedreño 2017, p, 209).
Muchas empresas han entendido la gran cantidad de novedosas transformaciones a las
que se enfrenta en sus diferentes procesos para poder subsistir en el actual mundo globalizado y
voraz mente competitivo, afectando directa e indirectamente el empleo de la mano de obra
calificada.
Es ahí donde se requiere que la educación debería presentarse con una gran respuesta de
transformación, que permita que la sociedad pueda afrontar eficientemente estos abruptos y
complejos cambios, y que hasta el momento de dimensiones desconocidas y sin precedentes en
la historia del hombre.
En ese sentido, las universidades juegan un papel altamente trascendental y que por ello
están socialmente obligadas a transformar sus actuales sistemas formativos, con el fin de hacer
posible que la sociedad sea capaz de dominar el rumbo de esta nueva forma de economía digital
y del conocimiento, que plantean grandes retos en los sistemas económicos, concretamente, en el
campo del empleo.
Por lo anterior, hoy en día en pleno siglo XXI, es inconcebible poder aceptar cualquier
tipo de universidad, y mucho menos que enfrente de manera aislada y descontextualizada dicho
proceso de adaptación a la era digital, ya que serían las actuales y futuras generaciones las que se
verían significativamente afectadas. Esto quiere decir que, es altamente dañino para cualquier
sociedad, que las universidades no inicien lo antes posible el proceso de adaptación para los
nuevos tiempos. Ya que aún existen muchas universidades con modelos educativos tradicionales,
completamente “análogos” y totalmente presenciales “desconectados”, que son muy
“cuadriculadas” a la hora de dar respuesta a estas nuevas demandas globales.
Para afrontar semejante reto, el sistema de educación superior debe ser consciente de que
el camino es la modernización, la digitalización y la conectividad, no solo en sus procesos
académicos, sino, en los propios pensamientos de todos los agentes involucrados en las
dinámicas de formación, con reales propuestas innovadoras, atractivas y cada vez más
disruptivas, con propuestas de formación en modelos MOOCS o MOCS, (Cursos en línea
masivos y abiertos), educación personalizada mediante estrategias digitales como Big Data y la
Inteligencia Artificial, entre otras.
Ahora bien, esto no quiere decir que el problema estaría solucionado, ya que no es
suficiente que muchas universidades hayan orientado sus esfuerzos, solo a potenciar los recursos
digitales (campus virtuales, equipamientos de aulas, conectividad, entre otros recurso físicos), al
igual que a diseñar ofertas de enseñanza en línea, usando en algunas ocasiones, grandes y
complejos repositorios o sofisticadas plataformas académicas digitalizadas, lo que no parece que
sea la única estrategia, ni lo suficiente, y que a medio plazo parece ser que no es el camino que
permitirá llega al destino esperado o deseable.
En ese sentido, queda claro que lo que se requiere es enfrentar retos y disrupciones de
gran impacto, promover y estimular el emprendimiento y la innovación, es decir, la
identificación, captación y desarrollo de talentos investigadores y emprendedores digitales,
garantizar la empleabilidad adaptada a las múltiples necesidades de la sociedad y el mercado y,
la reinvención a gran escala de la universidad presencial, que sea capaz de adaptarse a los
requerimientos las nuevas competencias exigidas en actual mundo digital.
Innovación Disruptiva. Esperanza para la Educación del Futuro.
Pilonieta, habla de una contextualización proximal que dice que dentro de las épocas los
contextos cambian, en este tiempo donde se tiene la influencia de digital, la vida va cambiando
rápidamente, dando pasos agigantados pero la educación se ha estado, sus cambios son mínimos,
no va acorde con el desarrollo de la sociedad, con las innovaciones de la ciencia y la tecnología.
La educación ha sido uno de los sectores que mayor influencia política ha tenido donde
crean leyes y constituciones que tratan de cambiar su perspectiva, tapando la realidad y
mostrando lo que les interesa y lo que la sociedad quiere ver, con esto nos lleva que no se busque
una educación formativa y una educación desligada a la dinámica del futuro. Bajo esta
panorámica los gobiernos han sido ineficientes en la búsqueda de soluciones a los problemas
presentes, las cuales se ven reflejados en las consecuencias que esto conlleva, donde el poder
siempre lo quieren los mismo creando sus propias leyes que los favorezcan, existiendo la
injusticia y corrupción en diferentes sectores sociales.
Esto ha llevado abrir una brecha de poder y de clase, los que tratan de acaparar todo y
dejar unas sobras para demás, estos llevan a la desigualdad, cifras de equidad muy grandes,
donde la educación ha tratado de ayudar un poco a solventar esta situación, con diferentes planes
que traten de resolver las problemáticas, pero al estar alejada de la realidad que se vive que no
permite soluciones eficaces.
Si se quiere tener elemento dentro de la educación que permita unir la educación con la
realidad que se vive, esto significa: “comprender que, si se encuentra la manera de superar la
actual educación para hacerla diferentes, de tal forma que responda a las exigencia de futuro,
será hallar nuevos recursos para descubrir otras nociones, preguntas y aplicaciones”. Esto lleva a
la búsqueda de nuevas herramientas que permitan mejorar y cambiar el proceso de enseñanza –
aprendizaje, donde fortalezca la formación de la persona no solo en conocimientos académicos
sino en aspectos de valores y conciencia social, personas de Paz que aprovechen los medios que
brinda los adelantos en la ciencia y la tecnología. Una de esta es la innovación disruptiva la cual
es un camino que permite encontrar nuevas posibilidades y recursos, preguntas, respuesta y
relaciones, sin limitaciones que llevan a la productividad, sociabilidad, equidad y accesibilidad.
En el camino hacia la innovación disruptiva en la educación del futuro, los alumnos
forman un carácter de compañerismo, apoyándose y colaborándose, el papel del docente es de
formador y generadores de experiencias positivas por medio de situaciones cotidianas, que les
permita desarrollar sus habilidades, competencias o conocimientos que requieren para enfrentar
las situaciones de actuales que se presentan en el mundo.
Uno de los obstáculos que sobresalen para la innovación disruptiva, es romper las
identidades de una educación tradicional, donde se encierra en los parámetros de una educación
cerrada, que no permite el desarrollo de total de estudiantes, que no va paralelamente con los
cambios que hoy se presentan en el mundo, este no deja formar la habilidades, competencias y
conocimientos pertinente a este cambio.
Otro elemento que nos lleva hacia la innovación disruptiva, al tener nuevos
conocimientos en la neurociencia cognitiva, permite la formación de un nuevo perfil del maestro,
el cual sea un formador, pueda llegar a relacionarse con la nueva generación donde va junto con
los avances del mundo, que influyen en las formas de pensar y actuar de los alumnos, en sus
ámbitos de la productividad y el pensamiento.
Discusión
Si se mira alrededor se puede percibir que, en todas las áreas del conocimientos humano y
en la misma cotidianidad de las personas, están inmersos gran cantidad de nuevas tecnologías;
los computadores, smartphone, tabletas, vehículos con apoyo electrónico, conectividad casi
permanente a través de dispositivos móviles, asistentes virtuales, medicina remota, en fin, existe
una gran cantidad de nuevos desarrollos que casi de forma inmediata, son asociados a las
actividades cotidianas de las personas. Esto demuestra la gran relación que existe en la
actualidad entre tecnología, sociedad y medio ambiente. Esto ha llevado a un cambio en el
comportamiento de las personas, su forma de pensar, de relacionarse, de aprender y de percibir el
mundo
Una de las preocupaciones en estas nuevas tecnologías, en particular en el internet de las
cosas es que esta tiene acceso a información que en muchas ocasiones puede llegar a afectar la
seguridad de las personas, se evidencia esta falla en noticias como la grabación de
conversaciones o videos sin ser autorizados por parte de ciertas marcas reconocidas generando
temor frente al uso de estas tecnologías. Otra desventaja de ellas es que genera bastante basura
electrónica difícil de reciclar siendo este un servicio no amigable con el medio ambiente.
Otra de las preocupaciones es el campo de la educación, la cual está desligada a las
realidades de estas innovaciones de la ciencia y la tecnología, esto puede llevar a ser utilizadas
como un recurso de la educación de transmisión de conocimientos de forma unidireccional,
llevándonos a una educación tradicional, no se puede dejar aparte que el mismo sistema
educativo presenta dificultades para asumir de forma inteligente estos avances, ya sea por causa
de la formación obtenida, las limitaciones legislativas entre otras.
Las nuevas tecnologías “disruptivas”, ha permeado a cada instante y con mayor
incidencia los procesos formativos. Desde muy niños, las actuales generaciones conocidas como
Millennials, generación x o de la información y del conocimiento, tienen accesibilidad a estas
tecnologías, el internet, los videojuegos, dispositivos móviles cada vez más poderosos y con
mayores funcionalidades, televisión y programación por demanda, todos estos nuevos desarrollos
aparecen e irrumpen con fuerza en cualquier lugar. Por tal motivo, las nuevas tecnologías
disruptivas, deben permitir a la educación, proponer, diseñar e implementar nuevos entornos de
aprendizaje y de generación de conocimiento, propiciando estrategias metodológicas
vanguardistas, con didácticas propias de las nuevas generaciones. De esta forma ayudar al
desarrollo de nuevas competencias en las personas que puedan ser puestas en acción en su vida
personal, social y productiva.
Es ideal plantearnos algunos interrogantes, cómo ¿Por qué debemos estar atentos a las
tecnologías disruptivas?
Como miembros de las actuales generaciones y como profesionales de la educación, es
nuestro deber social y un compromiso con el mismo desarrollo de la innovación en todos los
campos, en especial el educativo y comunicacional, en tanto que estos flagelos influyen y
obligadamente transforman los procesos de aprendizaje y las formas de transmitir los
conocimientos. Un ejemplo palpable de ello, es la actual situación en la que se encuentra el
mundo (sin excepción) donde de la noche a la mañana a todos nos tocó «correr» a conocer y
aprender lo que desde hace mucho tiempo se venía desarrollando e implementando, pero que
muchos o al menos, la gran mayoría de los habitantes que creemos vivimos e interactuamos en la
actual sociedad del conocimiento y de la información , no conocíamos de su existencia o en su
defecto, no teníamos dominio sobre sus utilidades y aplicabilidad en los diferentes escenarios
incluyendo el educativo.
Según Sartor, P. (2017), lo planteado anteriormente no es nuevo, ya que regularmente las
tecnologías disruptivas surgen mucho antes de ser reconocidas y tener su impacto sobre los
sectores para las que fueron ideadas, esto debido a múltiples factores, propios de la misma
dinámica de desarrollo y márquetin (costos, precisión de manufactura, procesos de producción,
distribución, etc.) de los que depende su explotación masiva.
Por todo esto, se hace necesario tener vigilada y no distraer la atención de la evolución de
las tecnologías disruptivas que eventualmente tendrían la oportunidad de afectarnos u ofrecernos
oportunidades beneficiosas, lo cual nos obliga a estar alertas y preparados para el momento que
se dispongan.
Estos avances tecnológicos bien sabemos que pueden contribuir a la comodidad de
nuestros hogares, también pueden contribuir al buen desarrollo de los procesos educativos
especialmente aquellas temáticas que se caracterizan por ser difíciles de entender, pero queda por
discutir en realidad si estas tecnologías tienen acceso todas las personas o si están generando una
mayor brecha de desigualdad social.
Del mismo modo, también vale la pena preguntarse: ¿Qué deben hacer los centros
educativos para rediseñar el currículo y que responda a los nuevos escenarios y exigencias de la
actual sociedad digital?
Enfrentar estos cambios no es una tarea fácil, pero debe permitir la inclusión de nuevas
tendencias y tecnologías en los contextos escolares, que permitan desarrollar procesos educativos
a la altura de la exigencias y que deben ser muy distantes de las didácticas tradicionales, esto
implica una preparación adecuada del personal docente, el reto debe ser incorporar las nuevas
tecnologías disruptivas en los contextos escolares en un contexto que permita el desarrollo de los
educandos adquiriendo las habilidades conceptuales y prácticas que les permitan utilizar de
forma apropiada las gran cantidad de recursos en su desarrollo personal. Los centros educativos,
deben ser espacios que propicien al auto aprendizaje.
Conclusiones
No cabe duda que la percepción remota, ha sido una ciencia que basada en múltiples
tecnologías, ha permitido grandes cambios en la forma de percibir y comprender el mundo físico
que habitamos, la integración que ha logrado hasta el momento con tecnologías disruptivas de
gran relevancia como la IA, los Big Data, y el internet de las cosas, ha logrado ampliar las
fronteras del conocimiento que se tenía sobre fenómenos ambientales, climáticos, geográficos y
hasta demográficos, no obstante, la percepción remota, como una ciencia emergente, la cual se
nutre de tecnologías también emergentes, aún se encuentra en sus fases primarias, y se espera de
ella, grandes aportes a ciencias tan importantes para la construcción social como es la
educación.
En cuanto a la universidad y tecnologías disruptivas, se debe ser consciente y tener en
cuenta que, por muchos esfuerzos que hagan estos centros de formación superior para digitalizar
sus procesos, no será suficiente con actualizar los títulos, sus currículos y planes de estudios.
Siempre será necesario cambiar los métodos, potenciar la presencialidad, garantizando la
formación personalizada y autónoma, de acuerdo con las necesidades y fortalezas, centrada en la
realidad social y adaptada a cada momento histórico. Una universidad capaz de desarrollar el
talento creativo, el emprendimiento tanto en su profesorado como en sus estudiantes y la
sociedad, con creativa capacidad de imaginar y crear algo novedoso, “lo que no existe”.
Como afirma Pedreño (2017). “La estrategia de la universidad presencial no debe ser
combatir la educación y los recursos online, sino explotarlos e integrarlos correctamente.” (p,
163)
Es importante observar los diferentes momentos en los cuáles la tecnología se podría
aplicar y cómo sería su evolución, ya que no en todo momento cierto producto que se encuentra
en el mercado hasta ahora surja, sino por la necesidad de buscar otras alternativas, dicho
producto se encuentre en caída, así que es importante seguir innovando y buscar nuevas formas
de evolucionar la tecnología.
Los cambios que presenta la innovación disruptiva deben estar presente en el proceso de
formación de las personas, esto les abre las puertas del conocimiento y libera el pensamientos,
permitiendo ser actores principales en el proceso de aprendizaje, ser educado para los retos que
se presentan en este mundo cambiante.
Referencia bibliográficas
Autores
Leonardo Fabio Araújo Maestre
Liliana Mercedes Guerrero Lasso
Eyder Orlando Martínez Zuleta
María Teresa Santos Torres
Maestrantes
Introducción
El siguiente escrito colaborativo con miras a conformar la tercera parte del artículo de
reflexión, presenta el concepto y características de los ecosistemas digitales, con el fin de
integrar retos educativos en esta era tecnológica desde la percepción de varios autores y
resaltando los diferentes puntos de vista de los maestrantes. Para dar una idea de la definición de
los ecosistemas digitales, se puede expresar que son un conjunto de elementos técnicos y
humanos que subyacen bajo características de autoorganización, sostenibilidad y escalabilidad,
dicha temática se abordará de manera más profunda en el transcurso del documento.
Se identifica las características de los ecosistemas digitales en el campo educativo, donde
las innovaciones tecnológicas son utilizadas en el desarrollo del proceso del aprendizaje de los
estudiantes, en la educación a distancia y digital, que permita un desarrollo productivo y social.
En esta medida, los ecosistemas digitales como escenarios de enseñanza y aprendizaje
presentan grandes implicaciones pedagógicas, puesto que los antiguos escenarios académicos se
reconstruyen a partir de la virtualidad, fomentando la independencia y autonomía académica,
situaciones que los docentes deben considerar al formular las estrategias de aprendizaje.
En esta tercera parte del artículo se abordarán contenidos de los siguientes autores: Tosete
Herranz (2012), sobre el tema de ecosistemas digitales; Alberto (2018), donde comenta sobre la
importancia de los ecosistemas digitales para la disrupción; Barrios-Rubio y Fajardo Valencia
(2019), donde enfatizan en las TIC en la incorporación de los ecosistemas educativos
contemporáneos; García, L. (2017), que profundizan en algunos elementos sobre la educación a
distancia y virtual; Castañeda y Adell (2013), capítulo 1, sobre la conceptualización y partes de
un PLE y por último, Torres Martín (2019), que enfatiza en el e-liderazgo, sus capacidades y
características.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Alberto, J. (2018). No hay disrupción sin un ecosistema digital. Palermo Business Review, 17, 6-
64. Recuperado de
https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?
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Barrios-Rubio, A., & Fajardo Valencia, G. C. (2019). Las TIC: apropiación, relaciones y
prácticas en el ecosistema educativo contemporáneo. Razón y Palabra, 23 (104), 30-51.
(21) Recuperado de: https://www.revistarazonypalabra.org/index.php/ryp/article/view/
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Castañeda, L. y Adell, J. (Eds.). (2013). Entornos Personales de Aprendizaje: claves para el
ecosistema educativo en red, Valencia, España, Editorial Marfil. Recuperado de
https://digitum.um.es/digitum/handle/10201/30427
García, L. (2017). Educación a distancia y virtual: calidad, disrupción, aprendizajes adaptativo y
móvil. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 20(2), 9-25.
Recuperado de http://hdl.handle.net/11162/141223
Torres Martín, C. (2019). El liderazgo virtual en los ecosistemas educativos. EDMETIC, Revista
de Educación Mediática y TIC, 8 (2), 1-16.
doi:https://doi.org/10.21071/edmetic.v8i2.12004. Recuperado de
http://hdl.handle.net/10481/59774
Tosete Herranz, F. (2012). Ecosistemas digitales. Anuario ThinkEPI, 1, 320-324. Recuperado de
https://bibliotecavirtual.unad.edu.co/login?url=https://search-ebscohost-
com.bibliotecavirtual.unad.edu.co/login.aspx?
direct=true&db=lls&AN=82509787&lang=es&site=ehost-live