INDICE Introducción.......................................................................................................................................3 Desarrollo...........................................................................................................................................4 Conclusión..........................................................................................................................................5 Introducción Las condiciones sociales actuales demandan de la Universidad Médica un giro en el proceso formativo de enfermeras y enfermeros basado en una concepción flexible, competente, que satisfaga en primer lugar las carencias y necesidades crecientes de este miembro del equipo de trabajo, en las distintas unidades docente-asistenciales. El avance científico - técnico alcanzado en los últimos años, obliga a una constante actualización de los profesionales, no sólo en el plano investigativo, sino también en la esfera educacional, ya que la utilización de métodos productivos en la enseñanza hace el proceso más participativo para estudiantes y profesores, lo que requiere de una preparación más profunda por parte de los últimos. El cuidado de enfermería tiene sus pilares en la docencia y en la investigación científica. Ambas se conjugan para acrecentar el conocimiento al servicio de la práctica del cuidado desde las necesidades reales sentidas por la sociedad. Sin embargo, la docencia en enfermería se viene desarrollando desde vertientes tradicionales de pedagogía que no permiten aún vivenciar el cuidado en su real dimensión por las estudiantes de enfermería. Desarrollo Quienes nos formamos para ser enfermeras o enfermeros, no solemos dudar de las formas en las cuales aprendemos, y si lo hacemos no tenemos la autoridad mientras se es estudiante para hacer los cambios respectivos, pues se asume como dogma lo que el docente dice, y no sólo lo que dice sino lo que hace y el cómo lo hace. Y mientras más fiel sea la réplica de su actuar en los escenarios hospitalarios o comunitarios, más expertos se sienten los estudiantes. Sin embargo, es necesario despertar la conciencia de quienes se dedican a tan noble labor para mirar como problema aquello que se hace, entendiendo como problema a “una invitación a comprender lo que tengo delante, a descubrir un bien nuevo, una verdad nueva, es decir, a tener una satisfacción más completa y madura”.
El querer descubrir una verdad nueva, es sin duda la genuina tarea de la
enfermera docente, para mejorar las formas de cuidar y eso se logra a través de la investigación. Sin embargo, pese a los esfuerzos que se realizan en los diferentes escenarios de la formación del cuidado, no nos hemos permitido analizar si las metodologías y técnicas para formar al futuro enfermero, es la mejor manera de hacerlo, por ello se reafirma que “el escenario de la pedagogía del cuidado no debe estar exento de una práctica basada en la evidencia, sino que se convierte también en una oportunidad, para quienes hemos asumido la tarea de formar a las futuras enfermeras, de nutrir de evidencias los modelos pedagógicos efectivos que nos permitan proveer a nuestros alumnos y alumnas de los mejores conocimientos y habilidades para el desarrollo de la práctica enfermera” ya que “podemos decir que una educación tiene más valor cuanto más obedece a la realidad, cuanto más invita a prestarle atención y respeta hasta sus más pequeñas indicaciones, en primer lugar la necesidad original de dependencia y el desarrollo paciente”. Conclusión
Uno de los objetivos más importantes de la formación consiste en desarrollar las
aptitudes de evaluación crítica que guían los futuros profesionales a ejercer su juicio clínico en vistas a dispensar a los clientes cuidados humanos, eficaces y de bajo costo. Los profesionales de enfermería dedicados a la docencia, deben tener siempre presente que su práctica docente es algo construido en el día a día, dinámico, donde el profesor cumple el papel de receptor y dador de información a través de diferentes medios como son los gestos, las palabras, la mimesis, los métodos de enseñanza, la flexibilidad-rigidez en el proceso de enseñanza, que sirven de base a la conducta tanto de los educandos, como de los egresados de las universidades. El problema de la formación docente en las universidades es un problema que existe desde años atrás y en el que se elegido estrategias excelentes, sin embargo están no cubren las necesidades de los docentes en su totalidad, y desde esta perspectiva, no es posible una docencia universitaria de calidad sin una formación pedagógica profesional, que aporte los conocimientos, destrezas, actitudes, valores y virtudes que la función del profesor universitario requiere, ya que los docentes universitarios como el resto de los profesionistas, deben poseer los conocimientos, las habilidades, las actitudes, los valores y las virtudes que se necesitan para realizar su tarea con excelencia, eficacia y satisfacción. La docencia será profesional si se hace desde una formación profesional sistemática, específica, reglada, acreditada y reconocida, ser profesional hoy, en cualquier campo, supone: Saber, saber hacer, saber ser y sobre esto también incluye el saber hacer con otros.