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DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

I. LOS PRESUPUESTOS DEL DRCHO INTERNACIONAL PRIVADO.


Pluralidad y diversidad de ordenamientos jurídicos. El sentido internacional de la vida humana en relación.
El pluralismo jurídico es presupuesto de la propia existencia de las relaciones de tráfico externo que son objeto de la
disciplina en la medida que produce problemas singulares. Este pluralismo significa que la realidad legislativa de los
distintos Estados se presenta como diversa pues es evidente que los países no legislan de la misma manera. Aunque
es claro que las personas humanas realizamos las mismas actividades, es evidente que la regulación que efectúa
cada país responde a sus caracteres, su cultura, su historia y difiere de la que realiza otra sociedad. una comparación
superficial permite advertir que los presupuestos para establecer o extinguir una relación son diversos en razón de
los factores señalados y se reflejan en requisitos relativos, por ejemplo, la edad o los impedimentos para celebrar
determinado acto, pues una misma institución se sustenta en principios diferentes y unos ordenamientos admiten
incluso una determinada institución jurídica, en tanto otros la desconocen o la rechazan.
Hay determinadas materias que por su propia naturaleza se presentan como proclives a la uniformidad legislativa.
Tal es el caso de las materias comerciales. Sin embargo, en aquellas asignaturas que se vinculan estrictamente con
aspectos relacionados con la persona humana (capacidad, matrimonio, filiación, sucesiones, entre otros) es muy
difícil lograr la mentada uniformidad. De allí se desprende que, a mayor personalismo, mayor diversidad legislativa.
Otro punto a precisar es el alcance del “ordenamiento jurídico” en tanto no se identifica con el “ordenamiento
estatal”. Estos no son conceptos equivalentes y se advierte frente a la existencia de ordenamientos plurilegislativos.
Estos son prueba de la coexistencia de varios sistemas jurídicos en un Estado. Numerosos son los ejemplos en este
sentido, entre otros: Estados Unidos, Canadá, México, Reino Unido, etc., que cuentan con ordenamientos propios de
los Estados federados.
El tráfico privado externo es el otro presupuesto de esta ciencia que alude a la realidad social de la persona. Es decir,
al modo particular de actuación del sujeto que en el desenvolvimiento cotidiano y al entablar relaciones jurídicas con
las demás personas en la sociedad debe necesariamente transponer la frontera.
La existencia de relaciones o situaciones vinculadas con más de un ordenamiento jurídico, es decir relaciones o
situaciones jurídicamente heterogéneas, para diferenciarlas de las relaciones o situaciones homogéneas llamadas así
por desarrollarse íntegramente en el marco de un único ordenamiento, es causal de los problemas que pretende
solucionar el DIPr, determinando al tribunal que tiene competencia para entender en dicha cuestión, el
ordenamiento jurídico conforme al cual se resolverá el tema en litigio y, en su caso, el reconocimiento y modo de
ejecución en un Estado de la resolución dictada en otro.

II. OBJETO DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.


Objeto.
El objeto del DIPr está dado por la relación jurídica privada internacional. Empero, no cualquier relación jurídica, sino
una relación calificada, cuya nota tipificante la constituyen dos elementos:
a) Debe tratarse de relaciones de Derecho Privado: obligaciones, contratos, filiación, adopción, drchos reales,
obligaciones extracontractuales, etc.; esto es, relaciones horizontales o entre particulares en que ninguna de las
partes actúa revestida de un poder soberano o estatal, no significa que una de las partes no pueda ser un Estado,
pero actuando como particular.
b) El contexto internacional en que estas relaciones se desarrollan. Este es el elemento que distingue al DIPr de
otras ramas del Drcho Privado porque son relaciones entre particulares que al desplegarse en el contexto
internacional conducen a la vinculación de dos o más ordenamientos jurídicos.
En el mundo coexisten un pluralismo jurídico, y cada Estado cuenta con sus propios tribunales que aplican su propio
drcho. Como consecuencia de esta situación es que hay una limitación territorial del poder coactivo por lo que cada
Estado solo puede garantizar la implementación coactiva de los drchos subjetivos dentro de su territorio. De allí
cuando se plantea una situación jurídica de carácter privado que queda receptada por dos o más ordenamientos
jurídicos, toca al DIPr intervenir para brindar la solución de dichas relaciones.
El elemento extranjero implica que el caso jusprivatista multinacional debe vincularse a través de por lo menos uno
de sus elementos personales, reales o voluntarios con el Drcho de un Estado extranjero.
Ejemplifiquemos, un ciudadano domiciliado en Argentina sufre un accidente de tránsito en Santiago de Chile. Una
argentina domiciliada en Paris se traslada a Córdoba a realizar sus estudios universitarios y celebra en esta provincia
un contrato de alquiler sobre una propiedad inmueble. Una empresa con sede en Estambul realiza una compraventa
internacional de mercaderías en Arroyito Córdoba.
La relación jurídico-privada internacional puede definirse como aquella que presenta una vinculación entre dos o
más Drchos, es decir que pone en relación a distintos sistemas jurídicos.
No es necesario que todos sus elementos se vinculen o reclamen la potencial aplicación del Drcho extranjero,
bastando a tal efecto que por lo menos uno de ellos posea este contacto. Ejemplo, un matrimonio de dos italianos
domiciliados en Roma cuyo casamiento se celebró en Sicilia y que fijo allí su primer domicilio conyugal. Con
posterioridad los cónyuges mudan su domicilio a nuestro país, planteándose la demanda de divorcio. En este cao el
elemento personal domicilio es el que torna al caso internacional, siendo “domicilio” el elemento extranjero.
La necesidad de caracterizar así el caso radica en que solo en la órbita del drcho privado rige el principio de
extraterritorialidad, consistente en que en un país no se aplica solo el drcho privado propio, sino que existe la
posibilidad de aplicar drcho privado extranjero cuando el propio drcho lo autoriza. Por ello se afirma que el DIPr está
indisolublemente unido al principio de extraterritorialidad del drcho.
Los elementos de la relación jurídica pueden ser: personales (domicilio, residencia habitual o nacionalidad de los
protagonistas), reales (lugar de situación del bien) y conductista o voluntarios (lugar de ejecución o lugar de
cumplimiento del contrato).
Cuando todos los elementos de una relación jurídica se vinculan a una misma sociedad, estamos en presencia de una
relación jurídico-privada nacional, regida en consecuencia por el drcho local. Cuando se hace presente un elemento
extranjero, estamos ante una relación jurídico-privada internacional. Las relaciones jurídicas privadas pueden ser:
absolutamente nacionales, relativamente internacionales o absolutamente internacionales. Al DIPr le interesan las
dos últimas.
- Relaciones jurídico-privadas absolutamente nacionales: son aquellas en las cuales todos sus elementos se
vinculan a un mismo país.
- Relaciones jurídico-privadas relativamente internacionales: aquellas que nacen como un caso absolutamente
nacional, pero que por una circunstancia sobreviniente se convierten en internacionales.
- Relaciones jurídico-privadas absolutamente internacionales: el caso desde su génesis muestra elementos
internacionales, reclamando la posible aplicación de varios drchos.
Para concluir, el objeto del DIPr es la relación jurídico-privada internacional, y que los casos que se generan dando
lugar al surgimiento de estas situaciones se resuelven a través de determinados métodos que se corresponden con
las soluciones que históricamente se han ido propiciando. El objeto no se reduce a un conjunto de normas o técnicas
normativas: las normas tienen un valor instrumental a los fines de realizar las soluciones justas de las controversias
jusprivatistas multinacionales.
Funcionalidad.
La especificidad funcional del DIPr aparece dirigida a la satisfacción de las funciones generales del Derecho -y a la
que es por excelencia su función: alcanzar una solución justa- en relación con el objeto que le compete. El DIPr es un
drcho facilitador, obre como facilitador de las transacciones exteriores y su función es servir de puente entre
ordenamientos jurídicos.
El DIPr se concibe como la rama jurídica que tiene por misión resolver conflictos entre legislaciones o entre leyes de
diversos Estados que pretenden tener aplicación en una relación jurídico-privada; es decir, como una parte de la
ciencia jurídica que, sin intervenir en la sustancia de la relación, decide una cuestión previa de competencia
jurisdiccional y legislativa a la que se suma de manera indefectible dar después al interrogante sobre los efectos que
surten en un país las decisiones extranjeras.
Pero no puede caracterizarla simplemente como una ciencia destinada a determinar competencias, sus miradas son
mayores, indubitablemente se trata de un conjunto sistemático de normas y principios que regulan las relaciones
privadas en las cuales aparecen uno o más elementos foráneos.
Los casos con elementos extranjeros relevantes aparecen para la persona humana como un supuesto atípico en el
que, desde el primer intento de aproximación, se avizoran posibles aristas conflictivas que hacen necesario
considerar los diferentes ordenamientos jurídicos estatales y conllevan adoptar una postura ideológica en función
del tratamiento que cabe dispensar a la relación jurídica. Al jurista se le plantea el problema de decidir como obrar
frente al drcho extranjero y cuál de los sistemas jurídicos involucrados es el aplicable, teniendo en cuenta una serie
de variables, referidas al respecto de principios elementales de justicia, la no denegación de justicia, las reglas del
debido proceso, en suma, el respeto a drchos humanos fundamentales y luego, también de forma específica, la
incidencia de la articulación de los nuevos valores sobre los métodos de reglamentación y las técnicas de producción
normativa.
Caracteres.
El carácter de internacional de la situación privada justifica ampliamente un régimen autónomo, de forma general
más flexible, en razón de la concurrencia de factores exógenos, que el que rige las relaciones internas.
La posición enunciada estriba en tener en claro que los caracteres del DIPr son: 1) estabilidad, 2) autonomía
científica, 3) exclusividad y 4) relatividad.
1) El carácter de estabilidad radica en reconocer que cada país tiene su propio DIPr. En Argentina, por ej., las
normas contenidas en el Libro 6 Titulo 4 CCCN reflejan este carácter, aunque no de manera completa, continúa
existiendo cierta dispersión en el DIPr autónomo ya que varias las leyes especiales que completan la regulación
jurídica de la materia.
2) La autonomía científica no plantea discusión alguna desde que se trata de una disciplina jurídica diferenciada.
Tiene un objeto propio, un método científico y un sistema propio de normas.
La función que desarrolla esta ciencia se proyecta en el ámbito internacional y capta supuestos de tráfico
externo, a diferencia del drcho civil o comercial que se desenvuelve en un terreno meramente interno.
3) La exclusividad del DIPr significa que a la hora de resolver los problemas o cuestiones jurídicas que suscitan las
relaciones jurídico-privadas internacionales, los tribunales del país aplican sus propias normas, sean de la
dimensión que fueren, pero se aplican con exclusividad las normas nacionales del DIPr. Significa que los jueces
argentinos aplican exclusivamente las normas nacionales de DIPr para: a) determinar la jurisdicción de tribunales
y autoridades del país en casos internacionales; b) el drcho aplicable a las situaciones privadas internacionales y
c) la validez y eficacia jurídica en Argentina de sentencias dictadas en el extranjero.
No significa que las autoridades jurisdiccionales argentinas no puedan aplicar drcho extranjero. Por el contrario,
en numerosos supuestos tienen el deber de hacerlo, pero es en virtud de lo que expresa una norma argentina.
Es decir que la aplicación del drcho extranjero deviene de lo dispuesto por el legislador nacional.
4) El carácter de relatividad tiene un doble significado aplicado al DIPr. Por un lado, significa que el DIPr es distinto
de Estado a Estado. Y, por otro lado, dado que cada Estado posee su propio DIPr, una misma situación privada
internacional se resuelve de modo diferente o puede ser resuelta de manera distinta por las autoridades de los
diversos Estados pues aplican su propio sistema al mismo caso. En consecuencia, la relatividad en esta materia
implica que frente a un único caso los resultados materiales son distintos de Estado a Estado.
Como consecuencia natural de la relatividad aparece el llamado fórum shopping, fenómeno que se verifica
cuando las partes eligen una jurisdicción para que resulte de aplicación una determinada ley que sea favorable a
sus pretensiones. Puede suceder esto porque los particulares son conscientes de que una misma situación
privada internacional se puede resolver de distinto modo si es incoada ante el tribunal de un Estado o si se
interpone ante los tribunales de otro país.
Tanto la exclusividad como la relatividad del DIPr traen consecuencias particulares. Se trata de resultados adversos
que surgen porque cada Estado tiene su propio DIPr y sus tribunales aplican exclusivamente su DIPr. Esta situación
puede fomentar una crisis de seguridad jurídica además de potenciar decisiones claudicantes. Significa que una
sentencia surtirá efectos en el país en que es dictada pero no será reconocida en otros, porque puede no pasar el
filtro que es la frontera. La existencia de decisiones claudicantes daña la concepción de tutela jurídica efectiva.
Los mecanismos legales para combatir estas consecuencias son, por una parte, fomentar la unificación de las normas
de DIPr de los Estados, lo que se logra mediante la firma de tratados o instrumentos internacionales. También
contribuye la formulación de criterios flexibles sobre la validez extraterritorial de sentencias. Se trata de construir un
sistema que brinde respuestas flexibles, amplias, a la hora de diseñar las reglas destinadas al reconocimiento y
ejecución de sentencias extranjeras. Así se torna posible la libre circulación de decisiones que favorece la tutela
judicial efectiva y la verdadera realización de justicia. Estos criterios flexibles o generosos tienen un límite en algunos
recaudos, principalmente en el respeto del orden público local y es en esta noción en la que debe trabajarse a
efectos de acotar las diferencias.
Otros caracteres dados en clase son:
Imprevisibilidad: no se sabe nunca con precisión que conflictos normativos y que drchos dialogaran, por esto es que
el legislativo no puede establecer reglas claras que prevean todas las situaciones y otorguen seguridad jurídica. De
este deviene el carácter de flexibilidad, haciendo referencia la especial atención que deberá prestar el DIPr a los
cambios en las legislaciones internas y como se dará el dialogo que no podrá prever. Se salva esto con el principio del
juez debe aplicar el mejor drcho.
Estatal: cada país tiene su propio drcho y sus propias normas de DIPr, si bien pueden encontrarse principios
supraestatales, pero solo son fuentes.
III. CONTENIDO DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.
1. Jurisdicción internacional (¿Qué tribunal es competente para entender en un conflicto generado a partir de
una relación jurídico-privada internacional?).
La función esencial que reconocen las normas de jurisdicción internacional es determinar si los tribunales de un
Estado son o no competentes para conocer de un litigio o asunto internacional, es decir son competentes o no para
conocer de un litigio o asunto internacional, es decir si son competentes para entender en un supuesto que presenta
vínculos entre dos o más Estados. Desde la perspectiva de los operadores jurídicos en el tráfico internacional estas
normas señalan ante que tribunales habrá que concurrir para reclamar la tutela de sus drchos, en qué condiciones y
bajo que recaudos sus tribunales son competentes en causas conectadas con más de un ordenamiento jurídico.
La competencia judicial internacional alude a la determinación de cuestiones o litigios que derivan de las relaciones
jurídico-privadas de tráfico externo cuyo conocimiento concierne a los órganos jurisdiccionales de un Estado
considerado en su conjunto.
Competencia judicial internacional determina cuando pueden conocer los órganos jurisdiccionales de un país
considerados en su conjunto. La jurisdicción internacional en cambio, alude al poder de las autoridades de un Estado
para conocer y decidir en un caso iusprivatista con elementos extranjeros, como así también al poder de las
autoridades extranjeras para dictar un pronunciamiento en condiciones de ser reconocido y ejecutado en otro
Estado.
Dicho, en otros términos, la jurisdicción es la facultad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado; es una potestad
emanada de la soberanía estatal que consiste en la atribución que tienen los jueces para decidir el drcho aplicable.
La competencia judicial interna, indica internamente la jurisdicción en determinada materia y no en otros. Una vez
identificados los jueces nacionales, las reglas internas del país distribuyen la competencia en razón de la materia y el
territorio, esto es en base a criterios de competencia territorial, objetiva y funcional.
Las normas de jurisdicción internacional en la legislación argentina. Los países tienen libertad para fijar sus normas
de competencia judicial internacional siempre con los límites establecidos por la Constitución de los respectivos
estados. En ejercicio de esta potestad, Argentina regula en un Título especial del CCCN la jurisdicción internacional
desde una perspectiva general, y luego en el siguiente Titulo legisla sobre la jurisdicción particular de cada instituto
aborda.
Corresponde al Cng de la Nación la sanción de las normas que deciden cuando los órganos judiciales están facultados
para entender en un litigio que surge a partir de conflictos jusprivatistas internacionales.
La jurisdicción competente para entender en los supuestos que atañen al Drcho Privado cuando intervienen
diferentes ordenamientos, está establecida en la CN, en las convenciones ratificadas por Argentina y, a falta de
convenios, de manera general en el Capítulo 2 y de manera particular en el Capítulo 3 del Título 4, Libro Sexto CCCN.
Además, también hay normas relativas al sector en leyes especiales, en los códigos procesales provinciales y en el
CPCCN.
2. Derecho aplicable (¿Qué derecho resulta aplicable a dicha relación?).
Esto se obtiene a partir del análisis de las normas de DIPr en sus diversas manifestaciones, mayormente normas de
conflicto que son las que nos alumbraran el camino para llegar a la solución material.
La mecánica de la norma de conflicto consiste en definir el supuesto de hecho o tipo legal, seleccionar uno o varios
puntos de conexión y extraer de allí el Drcho aplicable. Esta operación no es simple.
Piénsese en un litigio jurídico privado internacional el tribunal competente para dilucidar las pretensiones de las
partes debe proceder, en primer término, a definir el objeto de tales pretensiones y a elegir la norma de DIPr
aplicable. Seguidamente, tiene que determinar el punto de conexión que en la norma de conflicto vincula la
situación con un orden jurídico específico para estar en condiciones de localizar a través del criterio de atribución el
Drcho material aplicable. En tercer lugar, deberá identificar dentro de ese Drcho concreto que parte del mismo es la
destinada a regir la situación planteada.
3. Eficacia extraterritorial de actos y decisiones extranjeras (¿Qué eficacia tendrá en otros Estados la eventual
sentencia dictada por los tribunales que hayan asumido la competencia de la causa?).
El reconocimiento y ejecución de decisiones extranjeras integra el tercer sector del Drcho Internacional Privado. Se
trata de analizar los efectos que producen en Argentina las decisiones que son resultado de un proceso abierto,
desarrollado y concluido fuera del país.
La concreción del reconocimiento de resoluciones y documentos provenientes del extranjero impide situaciones
claudicantes y comprendía la función del DIPr, que no es otra que dar continuidad a las relaciones jurídicas en el
espacio.
Las decisiones extranjeras, dado que provienen de actos y negocios jurídicos llevados a cabo más allá de las fronteras
nacionales, pueden producir en Argentina un conjunto de efectos dependiendo del tipo de documento o acto que se
trate. Así, son susceptibles de generar efectos probatorios y registrales y aquellos documentos públicos que sean
ejecutivos según la ley de su país de origen pueden gozar de efectos equivalentes en el nuestro, siempre que
cumplan con los recaudos exigidos. Esta categoría de efectos que reconoce un marcado tinte procesal, se vincula al
régimen de reconocimiento y ejecución de decisiones judiciales extranjeras en el entendimiento de que, finalmente,
son documentos públicos extranjeros. La eficacia queda subordinada a la satisfacción de determinados recaudos de
diversa índole receptados en la legislación nacional.
La expresión “documentos extranjeros” tiene una amplitud tal que abarca las sentencias, los laudos homologados
expedidos en asuntos civiles y comerciales, las escrituras públicas y demás documentos auténticos otorgados por los
funcionarios de un Estado y los exhortos y cartas rogatorias. Al hablar de “resolución”, que empleamos como
sinónimo de “decisión”, nos referimos a los documentos que emanan de una jurisdicción. Pueden provenir de una
jurisdicción voluntaria lo que significa que expresa un acto de voluntad de su autor o de una jurisdicción contenciosa.
El ejercicio de la potestad jurisdiccional es considerado como una manifestación de soberanía del Estado de modo tal
que la administración de justicia que conlleva toda resolución judicial poniendo fin a un litigio entre partes, resulta
valida y tiene eficacia en el territorio en que se dicta.
Concluido el proceso con elemento extranjero ante un tribunal con la pertinente resolución judicial, se plantea el
problema de la eficacia extraterritorial de la decisión dictada en otro Estado ya que una resolución judicial solo
produce efectos en el territorio del Estado del cual emana. Tanto la exigencia de continuidad de las relaciones
jurídicas como la coexistencia de diferentes ordenamientos jurídicos abogan por la necesidad de que dicha
resolución no se circunscriba al Estado en el que fue dictada. Se suma la necesidad de que los drchos adquiridos al
amparo de un tribunal extranjero puedan desplegar sus efectos en otro Estado.
4. Cooperación jurisdiccional internacional.
Ha cobrado un gran auge en los últimos decenios. Todas las técnicas necesarias para aportar soluciones puntuales a
tramites o cuestiones internacionales se llevan a cabo a través de la cooperación jurisdiccional internacional, y es
indispensable considerarlas dentro de lo que es el drcho procesal internacional. Ejemplos que comprenden la
cooperación jurisdiccional son: la notificación de documentos en territorio foráneo, la obtención de pruebas en el
extranjero, etc.
IV. LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.
1. Aspectos generales.
Las fuentes del drcho aparecen como los medios a partir de los cuales surgen preceptos de conducta impuestos
socialmente bajo el amparo del poder coercitivo del drcho. Este concepto autoriza a encuadrar en el tanto la
regulación normativa como la costumbre, la jurisprudencia de los tribunales y la doctrina de los juristas.
Al igual que todas las ramas del drcho, las reglas del DIPr requieren un análisis de sus fuentes como presupuesto
lógico y metodológico de su conocimiento. La importancia de conocer el origen de las normas es trascendental para
delimitar el alcance, contenido y método del DIPr, además de ejercer su impronta en la aplicación judicial del drcho
en virtud de la íntima relación existente entre el concepto de fuente y la noción de la materia.
Existen una pluralidad de normas en los ordenamientos nacionales, dependiendo de la fuente de la que emanan. El
DIPr reconoce diversas dimensiones de producción normativa con una consiguiente dispersión, hecho que no
solamente afecta a nuestro país, sino que es una de las características puntuales del DIPr contemporáneo.
Las dimensiones normativas del DIPr argentino.
El DIPr argentino se integra por normas de origen nacional e internacional las que subdividen en cuatro dimensiones:
las normas convencionales, las normas institucionales, las fuentes trasnacionales y las normas de DIPr autónomos.
Cada Estado reclama un sistema de normas de DIPr destinado a favorecer la coordinación entre el ordenamiento del
foro y los sistemas jurídicos extranjeros con los cuales se vinculan las situaciones privadas internacionales. Estas
situaciones son cada vez más complejas en función del contexto en que se desarrollan, una realidad intensamente
comunicada y globalizada. Ese conjunto de normas de DIPr se asienta sobre un sistema de fuentes que le dan origen.
La dimensión convencional es la que comprende los tratados internacionales, Argentina es parte de numerosos
tratados multinacionales y bilaterales, los cuales son considerados drcho aplicable luego de ser ratificados de
acuerdo a las disposiciones constitucionales que regulan (art 75 inc 22 y art 19 inc 3 CN). Cumplidas las condiciones,
las normas que emanan de los tratados son consideradas parte del drcho argentino.
Los tratados vigentes influyen desde diversas perspectivas. Es de destacar que tienen jerarquía sobre las leyes
internas. Las convenciones actualizan y modernizan el DIPr autónomo y, al tener primacía, coadyuvan a brindar
soluciones a los casos concretos, siendo útiles asimismo para desarrollar al dialogo de fuentes que prevé el CCCN en
sus fundamentos.
La dimensión institucional es la que se genera a partir de los tratados de DIPr propios de un proceso de integración
regional. Corresponden a esta vertiente en Argentina, los acuerdos y protocolos del MERCOSUR que se suponen
construidos sobre axiomas propios de los procesos de integración, como son principalmente la confianza
integracionista, la no discriminación por nacionalidad y el respeto a la identidad nacional.
La dimensión trasnacional comprende los usos y costumbres y la lex mercatoria. Esta vertiente se reconoce como
drcho brando, soft law no tiene coactividad porque emana de instituciones sin capacidad normativa. Solo pueden ser
coactivas si las partes de un contrato declaran que resulta aplicable, o si son incorporadas por los Estados a su ley
positiva, por medio de una ley interna.
La dimensión autónoma es la que conforma el drcho interno generado en el país por los órganos que establece la CN
o las regulaciones internas. Las normas que integran esta dimensión expresan la particular concepción de justicia
sobre la disciplina del legislador nacional, o sea del Estado.
Esta clasificación se corresponde con los fenómenos que se desarrollan en la sociedad de naciones y las necesidades
que se advierten con el transcurso del tiempo. El DIPr, como toda ciencia jurídica, está destinado a cumplir una
función social y los fenómenos políticos, sociales, económicos y culturales ejercen su influencia en esta rama del
drcho.
En consecuencia, se comprende que la coexistencia de Estados independientes requiera un marco de cooperación
para regular las situaciones jurídicas de carácter privado internacional, y que se hayan generado acuerdos
internacionales y foros de codificación que contribuyen a la realización de este valor. A partir de la independencia
política y económica entre los Estados desarrollada principalmente desde mediados del siglo pasado e incrementada
en el actual, los estados hayan conformado bloques regionales y gran número de ellos sea parte de procesos de
integración regional. Estos esquemas requieren una usina propia del DIPr que respete los principios sobre los cuales
las asociaciones económicas se construyen. Empero, no todas las situaciones jurídico-privadas internacionales
quedan captadas por los tratados internacionales.
Es imprescindible contar con normas de DIPr internas que actúen de manera subsidiaria.
2. Jerarquía entre las fuentes normativas.
Se debe destacar como paso inicial que el DIPr autónomo se aplica de manera subsidiaria; es decir, cuando el caso
no queda captado por un tratado proveniente de la dimensión convencional o institucional por un tratado
proveniente de la dimensión convencional o institucional acude al DIPr autónomo a regular la hipótesis.
La prelación normativa en el ordenamiento argentino aparece de manera precisa a partir de la reforma
constitucional de 1994. El art 75 inc 22 y 24 establece que los tratados internacionales y las convenciones de
integración tienen primacía sobre el drcho interno.
El CCCN en el Titulo destinado a reglar las situaciones jurídico-privadas de tráfico externo reafirma dicha primacía
como principio rector. El orden jerárquico de las fuentes del DIPr encuentra también sustento en el art 2594 CCCN
que expresa: “Las normas jurídicas aplicables a situaciones vinculadas con varios ordenamientos jurídicos nacionales
se determinan por los tratados y las convenciones internacionales vigentes de aplicación en el caso y, en defecto de
normas de fuente internacional, se aplican las normas del Derecho Internacional Privado argentino de fuente
interna.”
La normativa de la CN encuentra su raíz en la jurisprudencia ya que a partir de precedentes judiciales que opera la
modificación introducida en la Carta Magna. Ej. Ekmekdijan c/Sofovich (1992). En esta misma línea, y con
posterioridad a la reforma constitucional varios son los fallos que receptan la primacía establecida
constitucionalmente, consolidando la modificación operada que conduce a nuestro país a enrolarse en una posición
monista internacionalista.
Cabe consignar que atendiendo a lo dispuesto en el art 75 incs. 22 y 24 CN se puede esquematizar la jerarquía
conforme sigue:
- Tienen jerarquía constitucional: las Declaraciones, las Convenciones y los Tratados de Drchos Humanos en las
condiciones de su vigencia al tiempo de la reforma de la Carta Magna. Los nuevos tratados y convenciones sobre
DDHH requieren el voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara del Cng para
revestir igual jerarquía.
- Tienen jerarquía superior a las leyes: a) los tratados concluidos con Estados, con las organizaciones
internacionales y los concordatos de la Santa Sede; b) los tratados de integración que deleguen competencia
legislativa y jurisdiccional a organizaciones supranacionales.
Algunas de las diferencias entre el DIPr convencional y el DIPr institucional que ameritan la distinción entre ambas
dimensiones:
La fuente de producción: El drcho de la integración se genera en el ámbito de los órganos con facultades decisorias
del MERCOSUR. El drcho convencional se genera en el marco de acuerdos entre Estados o en foros de codificación.
El ámbito subjetivo: Las normas jurídicas de MERCOSUR están acotadas en cuanto a su vigencia a los EP y a los EA.
Las normas convencionales tienen vigor entre todos los Estados que las ratifican, hayan sido o no signatarios pues
pueden adherir a dichos tratados cuando estos están abiertos a la posibilidad.
La finalidad: El acervo normativo del proceso de integración se elabora con las miras puestas en la conformación de
un mercado común. Los tratados que integran el marco convencional persiguen principalmente facilitar la
cooperación entre los países y alivianar la solución de relaciones jurídico-privadas de tráfico externo a través de
uniformar el DIPr sectorial.
- Reconocen jerarquía inferior a la Constitución y a las leyes: los convenios internacionales celebrados por las
provincias, con conocimiento del Cng Nacional y siempre que no sean incompatibles con la política exterior del
Estado y no afecten las facultades delegadas al Gob. Federal o el crédito público de la Nación.
3. Otras fuentes del DIPr. La Jurisprudencia, la Costumbre, Doctrina y la Interpretación.
La jurisprudencia. A partir de la entrada en vigor del Cód. unificado el art 1 eleva a fuente del drcho que se consagra
como una vertiente de alto valor material en la interpretación jurídica de la ley interna y de los tratados
internacionales, ocupando el rango que la norma le concede.
En el área del DIPr la jurisprudencia viene asumiendo un rol muy importante ya que obra de fuente de las normas de
DIPr del CCCN. Además, el drcho de base legislativa no es de fácil comprensión por abogados no especialistas en la
materia y, en consecuencia, la jurisprudencia es un aliado de gran utilidad.
Son numerosos los ejemplos en los que la jurisprudencia refleja su importancia como fuente de drcho. A modo de
ejemplo el caso “Gómez, Carlos L. s/Sucesión”, en el que para decidir la aplicación del drcho extranjero se sostuvo
que “jurisprudencialmente” es cuestión aceptada que los tratados ratificados por el país constituyen principios
generales de drcho que resultan de aplicación de conformidad con las directivas del art 16 del cód. civil. Se procedió
a aplicar de oficio la ley del Estado norteamericano de Florida haciendo caso omiso a lo preceptuado en el art 13 del
mismo Cód.
La costumbre. El CCCN establece que la costumbre, junto a los usos y prácticas, es vinculante cuando las leyes o los
interesados se refieran a ella y, asimismo, es fuente cuando existen lagunas en tanto no contradigan el drcho (art 1).
En el DIPr se le reconocía a la costumbre un particular valor, esencialmente en el área comercial a través de los usos
y prácticas de comercio internacional; la nueva normativa consagra su carácter de fuente jurídica con el alcance
dispuesto en el texto.
La doctrina. Aunque no es fuente formal de drcho interno, juega importante rol en DIPr, y los tribunales consideran
doctrina legal aquella desarrollada por juristas y académicos. Es común que citen en sus sentencias, libros y artículos
escritos por profesores de drcho en aras de sustentar las argumentaciones que motivan los fallos.
Mas aun, de acuerdo al art 2 de la CIDIP sobre normas generales de DIPr, los jueces y autoridades de los EP estarán
obligados a aplicar el drcho extranjero tal como lo harían los jueces del Estado cuto drcho resulte aplicable. Por lo
tanto, debe ser considerada la doctrina que resultaría de aplicación en el respectivo Estado del cual emana el drcho
extranjero aplicable en el supuesto.
La interpretación. Asume carácter especial al expresar la norma del CCCN que: “La ley debe ser interpretada
teniendo en cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados
sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el ordenamiento.”
Esta disposición sedimenta la constitucionalización del drcho privado y también del del DIPr, que se ve iluminado por
los valores u principios inmanentes a los TDDHH que reconocen rango constitucional.
Este art está en consonancia con la jurisprudencia de la CSJN, en cuanto afirma que la interpretación debe partir de
las palabras de la ley; pero debe ser amónica, conformando una regla con el contenido de las demás, pues sus
distintas partes forman una unidad coherente y que, en la inteligencia de sus cláusulas, debe cuidarse de no alterar
el equilibrio del conjunto.
De acuerdo con los lineamientos de la CN se desenvuelve bajo el prisma rector de los TDDHH incorporados a partir
de la reforma constitucional de 1994, con el enorme plus de reconocer a la persona humana los drchos individuales
que le permiten ejercer su capacidad procesal para la reivindicación tanto a nivel nacional como internacional.
Emerge así de forma meridiana el empleo de la interpretación teleológica en los supuestos de DIPr. Se determina
que el elemento finalista es el más importante, predicándose en todo caso y no solo cuando la redacción es
ambigua.
5. Convención sobre el Drcho de los Tratados, Viena 1969.

7. Convención interamericana sobre Normas Generales de Drcho Internacional Privado, Montevideo 1979.
Los trabajos sobre la codificación del DIPr en América cobran un nuevo impulso a partir de la iniciativa de la OEA de
convocar a los países a participar de las Convenciones Interamericanas Especializadas sobre Derecho Internacional
Privado (CIDIP). El Comité Jurídico Interamericano asumió en esta instancia un rol protagónico.
El objetivo no pasa por elaborar una codificación global, sino que, inspirándose en la metodología adoptada por la
Conferencia de La Haya, prospera la idea de formular de modo parcial y progresivo convenios sectoriales sobre
temas específicos previamente identificados.
La Conferencia se caracteriza por emplear el conflictualismo como método de reglamentación; de tal modo, puede
afirmarse que en este aspecto no se producen mayores innovaciones respecto de los precedentes señalados, sin
perjuicio de utilizar el materialismo en algunas regulaciones.
Merece destacar la inclusión en todos los convenios de una serie de cláusulas comunes, entre ellas: la
plurilegislativa, la diplomacia, la referida al orden público y la compatibilidad con otros instrumentos, si bien esta
última no es receptada en todas las convenciones.
Las reuniones constituyen el marco en el que se debaten los proyectos y/o lineamientos que obraran como
documento-base de las conferencias.
La CIDIP II se celebró en Montevideo en 1979, verso sobre Normas Generales de Derecho Internacional Privado;
Domicilio de Personas Físicas en el Derecho Internacional Privado, Conflicto de Leyes en materia de Sociedades
Mercantiles; Conflicto de Leyes en materia de Cheques; Protocolo Adicional a la Convención lnteramericana sobre
Exhortos o Cartas Rogatorias; Prueba e Información acerca del Derecho Extranjero; Cumplimiento de Medidas
Cautelares; Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales Extranjeros.
La CIDIP avanzo notablemente sobre el DIPr autónomo que, contrariamente a lo dispuesto en la CNG aprobada en la
segunda conferencia, consideraba que para aplicar drcho extranjero es necesario que lo pida la parte interesada, a
quien le competía también probar la existencia y vigencia de dichas leyes.
El rol de la CNG es mayor si nos detenemos en el art 1 que expresa: “La determinación de la norma jurídica aplicable
para regir situaciones vinculadas con Derecho extranjero, se sujetará a lo establecido en esta Convención y demás
convenciones internacionales suscritas o que se suscriban en el futuro en forma bilateral o multilateral por los
Estados Parte. En defecto de norma internacional, los Estados Parte aplicarán las reglas de conflicto de su Derecho
interno.”
Otro aspecto a destacar en orden a la aplicación de los tratados es que cubren las lagunas de drcho interno. Los
tribunales acuden a la analogía refiriéndose a tratados internacionales ratificados por Argentina, aunque no sean
aplicables al caso en cuestión.
La falta de consideración de los tratados habilita la vía del recurso extraordinario ante la CSJN y es suficiente para
calificar una decisión judicial como arbitraria.
V. FENOMENOS CONDICIONANTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO.
1. Globalización y DIPr.
El fenómeno de globalización influye notoriamente en el DIPr modificando las posiciones tradicionales que
sustentaban la materia y muchos de sus presupuestos se ven superados.
La globalización es un fenómeno complejo en el que intervienen estructuras de distinto carácter, consistente en la
libre circulación mundial de factores productivos, de la información y de modelos sociales y culturales. Es un hecho
que “un creciente número de problemas sociales muestran una dimensión global que no puede ser abordada con
soluciones nacionales.
Debido a este escenario hay una revitalización de la ciencia jusprivatista internacional que adquiere una dinámica
inusitada ante una realidad en la cual los actores modifican su rol, observándose una favorable elaboración de
normas de origen internacional, supranacional y transnacional, a la vez que confluye una exponencial aparición de
jurisdicciones internacionales y supranacionales. La aplicación de las normas provenientes de las diversas vertientes
de codificación se torna cotidiana frente a los cada vez mas numerosos conflictos que se plantean en el marco de la
globalización.
2. Influencia de los Drchos Humanos.
Es un hecho el fenómeno que impregna la plataforma jurídica en su totalidad la universalización de los tratados de
DDH. Se trata de un fenómeno que ilumina el drcho en orden a su interpretación y aplicación, pues los DDHH
considerados inherentes a todos los seres humanos transforman las exigencias de justicia universal que los
ordenamientos jurídicos están obligados a satisfacer.
El proceso de constitucionalización de los DDHH se refleja en la notable transformación de los sistemas jurídicos,
pudiendo aseverar que son el sustento o fundamento esencial de todo orden jurídico y político.
A partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, a nivel internacional, supranacional, intergubernamental y
nacional se aprueban y ratifican tratados, protocolos y declaraciones que reafirman y reiteran la vigencia de estos
drchos, aunque su vigor en no pocos países latinoamericanos se produce recién en la década de los ochenta a raíz de
la existencia de regímenes dictatoriales o de facto. Recién con la llegada de la democracia como sistema de
gobierno, se ratifican los tratados y en alguno Estados se incluyen en la CN con igual jerarquía. Es el caso de
Argentina que los incorpora con rango constitucional en la reforma de la Carta Magna de 1994.
La bajada de estos tratados se proyecta al drcho privado y como consecuencia al DIPr de fuente autónoma en el caso
de nuestro país, con la aprobación del CCCN. En el Libro Sexto, Titulo 4, contiene las normas de DIPr interno y en
ellas se puede constatar la presencia de numerosos principios contenidos en los Tratados constitucionales. El criterio
que inspira dicha inclusión es la reafirmación de los axiomas universales que los operadores del drcho debemos
tener presente a la hora de articular el drcho con la realidad en el caso concreto; en esta línea se encuentra la
protección del acceso a la justicia, el debido proceso, el interés superior del niño, principios que, entre otros,
informan el sistema autónomo de DIPr.
La relación entre DDHH y DIPr resulta meridiana con solo constatar que se trata de una vertiente originaria que obra
de referente y directriz en tanto debe guiar las relaciones jurídico privadas internacionales en su germen, en su
desarrollo, en su hermenéutica y en la práctica judicial.
3. Incremento de las relaciones económicas internacionales.
Los procesos de integración regional revisten significativa trascendencia en función de los cambios que traen
aparejados. La aparición en el ámbito regional del MERCOSUR ha producido mutaciones sustanciales en el sistema
jurídico de los Estados involucrados al modificarse el cuadro de las fuentes jurídicas de que se nutra el DIPr.
A las normas generadas en el ámbito del Estado en función de su particular concepción de la justicia para
reglamentar las situaciones internacionales (DIPr interno o dimensión autónoma del DIPr), las disposiciones
producidas como consecuencia de acuerdos con otros Estados (DIPr convencional) y las reglas que aparecen en el
marco del comercio internacional por obra de los particulares realizadas en el ámbito del ius mercatorum (drchos
transnacional), se suman a partir de la puesta en marcha del esquema subregional las que se crean en el marco del
proceso de integración económica y que vienen a conformar la vertiente que conocemos como Drcho Internacional
Privado Institucional. Estas fuentes jurídicas se adicionan a los ámbitos de producción normativa, conformando en su
conjunto la referencia ineludible de la faz normativa que capta la realidad del trafico externo de nuestros días.
La importancia que detenta la fuente institucional se entiende que un esquema de integración suscita un
crecimiento del comercio internacional por el mayor numero de relaciones internacionales generadas a partir de la
libre circulación de personas, bienes, servicios y factores productivos. La viabilidad de la experiencia depende mucho
de la seguridad jurídica, la certeza y la previsibilidad sobre las que se construya el fenómeno de integración, cuestión
que deriva en gran medida del drcho creado para actuar como soporte de su funcionamiento; pero,
fundamentalmente, de la voluntad política que sustenta el esquema y del modelo de integración adoptado. El
interés del DIPr con relación a estos procesos es consustancial en tanto busca soluciones ante cada realidad y no
queda anclado en teorizar en torno al campo doctrinal.
4. Integración económica y política: formas y grados.
5. Aumento de los movimientos internacionales de las personas. Formación de una sociedad multicultural.
La importancia del incremento y la complejidad de las situaciones privadas internacionales opera desde diversas
aristas. Entre las consecuencias sociales trascendentes en las ultimas décadas, asoma el fenómeno de la
multiculturalidad. La coexistencia de culturas y su interrelación es un fenómeno enriquecedor de las sociedades, y
sus efectos se visibilizan particularmente en el DIPr.
El drcho cambien en el tiempo y en el espacio y al no existir en esta ciencia verdades universales, el fenómeno
instalado en el siglo XXI a causa de factores políticos, económicos y sociales esta modificando la realidad de los
Estados, poniendo énfasis en la necesidad de brindar protección a la diversidad cultural y jurídica existente en el
mundo, así como a la convivencia pacifica entre personas y comunidades sociales con culturas diferentes, sobre la
base del respeto de los drchos humanos fundamentales.
6. Desarrollo de la cooperación internacional.
El aumento de las relaciones jurídico-privadas de tráfico externo trae consigo la necesidad de regular el auxilio
judicial internacional para no obstaculizar la realización de la justicia. La cooperación jurisdiccional consiste en que
los jueces del proceso (denominados exhortantes o requirentes) solicitan de otros jueces (denominados exhortados
o requeridos) que les ayuden a su tramitación, por ej. notificando resoluciones o receptando la declaración de
testigos domiciliados en la jurisdicción de estos últimos, requiriendo la traba de medidas cautelares, etc.
El auge del fenómeno de auxilio judicial internacional en sus diferentes niveles se suma a los elementos
condicionantes del DIPr, tornándose imprescindible contar con disposiciones normativas generadas en foros o
ámbitos internacionales. La presencia de reglas sobre el tema corresponde también a la dimensión autónoma, pues
operan como pautas de actuación del juez nacional cuando se le pide auxilio judicial desde el extranjero por el
tribunal de un país con el cual no hay lazos convencionales.
7. Convergencia del Drcho Internacional Publico y el Drcho Internacional Privado.
Muchas de las cuestiones que hoy integran problemáticas del DIPr reflejan la existencia del profundo vinculo que
une la asignatura con el DIPub. La interconexión ineludible entre ambas materias precisa ser respetada en términos
de brindar respuestas que contengan y consideren la articulación existente.
Tanto el DIPr como el DIPub se nutren de la misma fuente axiológica; los TDDHH impregnan los contenidos de las
normas y colman los vacíos legales revistiendo una envolvente influencia que se destaca como fuente primigenia y
principal de ambas vertientes jurídicas. De este modo, los legisladores nacionales e internacionales, así como los
tribunales nacionales, internacionales y supranacionales, encuentran un limite a su capacidad decisoria que, sin
embargo, no siempre actúa en consonancia con los valores y principios que inspiran y orientan a los TDDHH.
El fenómeno de la interpretación entre el DIPub y el DIPr se vuelve cada vez mas tangible y para verificarlo basta con
atender a los procedimientos y métodos del primero en cuanto aseguran la eficacia del segundo.
En un mundo global solo pueden brindarse respuestas globales, y en este entendimiento se desdibuja la separación
entre ambas disciplinas en tópicos en los cuales, sea por actores, por los objetivos o por el espacio, no pueden
transitar separadamente. La aplicación de las normas imperativas de un tercer Estado es un punto neurálgico que
ejemplifica la necesidad de dejar de lado las diferencias.
Esto no amerita desconocer el objeto especifico de cada una de las disciplinas en función de sus caracteres propios
que actúan como regla.

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