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Las técnicas básicas de enfermería forman parte del trabajo diario de los Técnicos en Cuidados
Auxiliares de Enfermería (TCAE), unos profesionales imprescindibles en el sistema sanitario. Estos
procedimientos son muy amplios y van desde los primeros auxilios hasta la movilización y traslado
de los pacientes. En este post profundizamos en qué son las técnicas básicas de enfermería y en
qué consisten sus prácticas.
A continuación, vamos a ver un pequeño resumen de los principales bloques que se abordan en el
Grado Medio de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería. Como podrás ver, contempla un
amplio espectro, ya que estos profesionales trabajan en casi todos los niveles del sistema
sanitario.
La colocación de la cuña y de la botella, el cambio del pañal y la higiene general de las personas
adultas, así como los cuidados básicos de los bebés recién nacidos forman parte de este bloque. Es
necesario conocer también la anatomía, fisiología y patologías de la piel, el pelo y las uñas.
Existen diferentes técnicas de exploración y registro para los aparatos del cuerpo humano. Aparte
del estudio del sistema nervioso y el endocrino, las técnicas básicas de enfermería incluyen:
Aparato cardiovascular
Aparato locomotor
Aparato respiratorio
Aparato urinario
Aparato digestivo
Aparato reproductor
Alimentación y nutrición
Más allá del aparato digestivo, se estudia el metabolismo, la nutrición y las patologías relacionadas.
En enfermería son importantes las técnicas de alimentación del paciente, ya que en ocasiones es
necesario hacerlo por sonda (nutrición enteral o parenteral).
Protocolos y técnicas para atender a distintos tipos de pacientes. Las técnicas básicas de enfermería
también incluyen el cuidado de recién nacidos.
Cuidados en el quirófano
Administración de fármacos
Primeros auxilios
Es el conjunto de maniobras que permiten identificar si una persona está en situación de parada
cardiorrespiratoria (PCR) y, si así fuese, realizar una pseudo-sustitución temporal de las funciones
respiratoria y circulatoria, sin ningún equipamiento específico, hasta que la víctima pueda recibir un
tratamiento más cualificado.
El SVB es una técnica que hay que iniciar lo antes posible y que requiere de ciertos
conocimientos como los que presenta el Técnico en Auxiliar de Enfermería. El objetivo
fundamental es conseguir la oxigenación de emergencia de los tejidos para reducir el daño
cerebral y otros órganos vitales, así como alertar a los servicios de emergencia de inmediato.
Cualquier persona ha escuchado muchas veces erróneamente frases como “ha sufrido un paro
cardiaco”, “está en parada, se nos va”, sobre todo situaciones magnificadas por la industria
cinematográfica, pero ¿qué significa RCP? Una reanimación cardiopulmonar es una técnica
que sirve para salvar vidas en una situación de emergencia, entre ellas destaca un ataque
cardiaco.
La reanimación cardiopulmonar básica se deberá llevar a cabo cuando se detenga los latidos del
corazón o la respiración de una persona. De hecho, la Asociación Estadounidense del Corazón
hace una recomendación: toda persona, ya sea observadora o personal médico, tendrá que comenzar
la RCP con compresiones en el pecho del accidentado.
Para realizar una correcta reanimación cardiopulmonar los especialistas como, por ejemplo,
el Técnico en Auxiliar en Enfermería, y los ciudadanos deberán conocer primero
el funcionamiento de uno de los órganos más importantes del cuerpo humano: el corazón. En
este músculo, que funciona por impulsos eléctricos, se produce un ciclo cardiaco, el cual según la
demanda de flujo sanguíneo que necesite esa persona irá más rápido o menos. Gracias a
la sincronización de movimientos se puede mantener con vida, ya que la sangre es impulsada a
todo el cuerpo llevando los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento.
Por ello, cuando hay que practicar una RCP no basta solo con entender que el corazón deja de latir.
Por diversos factores, tanto externos como internos, este órgano puede sufrir alteraciones en su
funcionamiento lo que provoca que el latido no sea eficaz. Es decir, la sangre no se mantiene en
circulación y, por lo tanto, cada una de las células no tienen los nutrientes para realizar sus
funciones, causando que con el transcurso de los minutos esas células empiezen a morir, así como
los órganos y sistemas.
Los estudios indican que desde que una persona entra en parada hasta que las células cerebrales
empiezan a morir hay cuatro minutos y el 061 tarda en llegar a una emergencia 9 minutos y 23
segundos. Aquí recae la importancia de poner el corazón en marcha lo antes posible con el objetivo
de evitar daños mayores e irreversibles. El tratamiento para recuperar el buen funcionamiento del
corazón, e intentar salvar una vida, es la combinación de la reanimación cardiopulmonar y el uso de
un desfibrilador (DESA).
Para realizar una correcta reanimación cardiopulmonar básica no es necesario el uso de ningún
equipo externo, ni medicación ni grandes conocimientos de medicina. Cualquier persona
mínimamente formada podrá llevar a cabo esta técnica. Los pasos a seguir están bien
estandarizados, no dejan lugar a la duda ni al error, son fáciles y accesibles:
2. Comprobar si respira. Para esta acción se usará la maniobra frente-mentón para abrir las
vías aéreas de la persona que se encuentra en parada cardiorrespiratoria. Hay que ver, oír y
sentir la respiración, porque si no respira se estará ante una situación de emergencia.
4. Inmediatamente después de solicitar ayuda a los servicios sanitarios y a las personas que se
encuentren a nuestro alrededor debemos de iniciar la reanimación cardiopulmonar.
5. Se pondrá a la persona boca arriba en una superficie dura y firme, se le desaloja tanto la
ropa que pueda tener en el pecho como en el cuello. El objetivo primordial de la RCP es
que la persona reanimadora será la que administre compresiones torácicas para que el
impulso del corazón se contraiga y relaje de manera artificial, con el objetivo de que la
circulación vuelva a estar en funcionamiento.
Hoy en día, existen desfibriladores externos semiautomáticos (DESA), un aparato electrónico que
dispone de dos parches autoadhesivos que se colocan en el pecho de la víctima y al accionar el
botón administra una descarga eléctrica controlada al corazón que le permite recuperar el ritmo
sinusal (normal) y conseguir salvar una vida. El conjunto de todos estos pasos para realizar
correctamente una reanimación cardiopulmonar básica se conoce como cadena de supervivencia de
una RCP y asegura que el reanimador está actuando de la mejor manera posible.