Está en la página 1de 5

De Familias y Terapias

Diciembre 2003, 17, 119-123

Decálogo sobre abordaje terapéutico


de la crisis familiar e individual
en un proceso de duelo
Carla Vidal O.*

1. Validar la realidad de la pérdida y “estar cruzando el infierno”. El terapeuta


del proceso de duelo. El duelo es un proce- acompaña validando la experiencia, dándo-
so emocional intenso, donde se intensifica le realidad a lo vivido, a las diferentes emo-
el lazo con la figura perdida al estar el otro ciones que van surgiendo, sintonizando con
más presente que nunca, al mismo tiempo el mundo del otro y al mismo tiempo trans-
que la ausencia es real. El fruto que se es- mitiendo la calma de que en algún momen-
pera de este proceso es la aceptación de una to comenzará la sensación de estar salien-
realidad que ya no incluye al ser querido y do de la profundidad del dolor.
la integración de éste en una dimensión
emocional descentralizada. 2. Mostrar lo que aparece en un duelo
La cultura occidental y la red social normal. La idea de un duelo normal nos
muchas veces dificultan el proceso de due- refiere a un proceso temporal, en el cual se
lo, dejando poco espacio para la elabora- viven en movimientos recursivos diferen-
ción y requiriendo a la persona y a la fami- tes emociones y estados anímicos, todo lo
lia una pronta adaptación. Quizás la difi- cual va facilitando la separación de la figu-
cultad cultural proviene de que un duelo nos ra perdida. La persona se enfrenta a senti-
enfrenta al mayor tema tabú de comienzo mientos difíciles, como pena, rabia, culpa,
de siglo: la muerte. En un período de ma- envidia, frustración, impotencia, inseguri-
yor control del ser humano sobre la natura- dad, al tiempo que se va adaptando a la rea-
leza, donde aparentemente “todo es posi- lidad que ya no incluye al otro, va adqui-
ble”, la muerte nos hace mirar la fragilidad riendo nuevos roles y funciones y puede
de la vida y contactarnos con el sentimien- recolocar al ser querido en una dimensión
Revista del Instituto Chileno de Terapia Familiar

to de impotencia, nos devela aquello que emocional que pueda ser importante y al
no controlamos, lo cual puede generar mu- mismo tiempo menos central.
cha angustia y mecanismos evitativos, tan- El terapeuta debe captar las emociones
to en los dolientes como en quienes los ro- que van apareciendo, mostrarlas y validar-
dean. las como parte del proceso de duelo. En el
La característica fundamental del rol del contexto de una terapia familiar, aparece-
terapeuta en una terapia de duelo es la dis- rán emociones diferentes entre los miem-
ponibilidad emocional, de manera de reali- bros de la familia, por lo que es importante
zar un acompañamiento en un proceso que legitimar cada una de ellas, favoreciendo
muchas veces tiene la vivencia subjetiva de así que todos puedan ir tomando contacto
con la variedad emocional a que el duelo
*
los enfrenta. Esto significa que en el espa-
Psicóloga. Docente del Instituto Chileno de Tera-
pia Familiar.
cio terapéutico debe crearse un sistema

119 De Familias y Terapias 11:17 / Dic. 2003


comunicacional abierto, como lo concep- se echa a andar un proceso que busca la
tualiza Bowen (1991), en que cada persona mantención del sistema ante la amenaza de
pueda expresar sus sentimientos, temores, desintegración. Tomando en cuenta lo
fantasías, explicaciones sin temor a la re- conceptualizado por Pereira (2002), las fa-
acción de los otros, y sin tener que prote- milias suelen usar los siguientes mecanis-
ger a su sí mismo de la ansiedad de los de- mos para defender el sistema y vivir dentro
más. Esto debe realizarse con una actitud de éste el proceso de duelo:
terapéutica de cuidado, de respeto hacia lo • Reagrupamiento de la familia nuclear,
que cada uno está en condiciones de mirar. procurando aumentar el contacto mutuo y
Sintonizar con las necesidades de de la fa- disminuyendo los estímulos exteriores. Se
milia no significa coludirse con la negación produce una suerte de “encastillamiento”.
o fragmentación, sino transmitir la solidez • Contacto con familiares de la familia
de que se podrá hablar de aquello difícil extensa o con amigos muy significativos,
respetando los ritmos de cada uno. quienes se transforman en red de apoyo.
• Exigencia implícita y a veces explíci-
3. Mirar el contexto en que ocurre la ta de hacer una tregua en los conflictos fa-
pérdida. Las pérdidas se hacen particular- miliares antiguos. Algunas veces se gene-
mente difíciles por factores que tienen que ran espacios de reconciliación, ya que la
ver con el tipo de muerte, la relación que se cercanía de la muerte promueve la revalo-
tenía con la figura perdida, y aspectos de rización de los vínculos.
personalidad de los deudos. Sin embargo, Es muy importante que el terapeuta ayu-
es muy importante que el terapeuta también de a la familia a identificar estos mecanis-
indague y ayude a mirar el contexto fami- mos y validarlos como parte de un proceso
liar en que ocurre la pérdida. Particularmen- normal, de manera de disminuir presiones
te relevante es la presencia de otras pérdi- del mundo externo que puedan ir en senti-
das cercanas en el tiempo, o la presencia do contrario.
de eventos estresantes, como separaciones,
cesantía, traslados, migraciones, contexto 5. Ayudar a la familia a enfrentar las
social traumático. Es útil tomar en cuenta tareas del proceso de duelo. La muerte de
el concepto de trauma acumulativo, que un miembro de la familia supone la necesi-
permite dimensionar pérdidas que aparen- dad de establecer las bases de un nuevo sis-
temente no parecen ser desestabilizadoras tema familiar, que surge del anterior pero
–al menos desde lo que se espera no va a ser el mismo. Para ello, la familia
culturalmente– pero que en un contexto de se enfrenta a tareas en el proceso de elabo-
Revista del Instituto Chileno de Terapia Familiar

este tipo pueden ser muy difíciles de inte- ración del duelo. Tomando en cuenta a au-
grar y elaborar. Desplegar este contexto con tores como Bowen, Worden (1997) y
la familia, es una manera relevante de vali- Pereira, podemos decir que las siguientes
dar la pérdida y la intensidad que tenga el son las más significativas:
proceso de duelo, pudiendo así ligar las vi- • Aceptación familiar de la pérdida, per-
vencias a un contexto que las sostiene. mitiendo y favoreciendo la expresión emo-
cional de todos los miembros. Esto signifi-
4. Identificación de los mecanismos que ca abrir el sistema comunicacional y no
la familia usa para defender el sistema. focalizar el duelo en una sola persona.
Como plantea Bowen, la pérdida o amena- • Reorganización de las reglas y roles al
za de pérdida de un miembro es la mayor interior de la familia, tomando en cuenta las
crisis que tiene que enfrentar un sistema nuevas necesidades y respetando la etapa del
familiar. Cuando esto ocurre, normalmente ciclo vital en que se encuentra cada uno.

De Familias y Terapias 11:17 / Dic. 2003 120


• Reorganización de la relación con el rado. Un importante factor promovedor
medio externo, abriendo nuevos canales de de un proceso de duelo evitado es la situa-
comunicación y asumiendo nuevos roles. ción de trauma acumulativo, que limita la
• Reafirmación del sentido de pertenen- capacidad emocional del individuo y del
cia al nuevo sistema familiar que emerge sistema familiar.
del antiguo, aceptando la nueva realidad de Nos referimos a duelo crónico cuando
un modo que permita resituar emocional- el proceso de duelo no evoluciona hacia su
mente a la figura perdida, en una dimen- resolución, quedándose estancado durante
sión que forme parte de la historia de la largos períodos de tiempo en sentimientos
familia sin tener una influencia directa en y conductas que no permiten seguir con la
el funcionamiento del sistema. propia vida. Se hace inviable para el indi-
Para facilitar este proceso se debe tra- viduo poder separarse del ser querido,
bajar con la ligazón familiar, mirando al recolocarlo en una dimensión menos cen-
mismo tiempo el lazo con la figura perdida tral de forma de continuar con la vida y con
y el dolor que ello genera, junto con los los vínculos. La persona suele darse cuenta
vínculos entre quienes le han sobrevivido. que no consigue acabar el duelo. Esto es
Todo ello importa, lo ausente y lo presente, especialmente observable en experiencias
en movimientos recursivos que permitan muy difíciles de elaborar –como la muerte
separarse del que ya no está y ligarse a los de un hijo- o cuando la relación con la fi-
que están y los que vendrán, recolocando gura perdida ha sido de mucha dependen-
en otra dimensión vincular a quien se ha cia o ambivalencia. De hecho, algunas per-
perdido. sonas con duelo crónico pueden anhelar una
relación que nunca fue pero que podría ha-
6. Promover que continúe un duelo ber sido.
cuando se ha estancado. Se han categoriza- En estos fenómenos de estancamiento
do diferentes momentos en que puede es- la terapia debe tender a promover la expe-
tancarse un proceso de duelo. rimentación de pensamientos y sentimien-
Nos referimos a duelo evitado o conge- tos que la persona ha estado evitando, li-
lado cuando no es posible iniciar el proce- gando vivencias somáticas o disociativas a
so, es decir éste se estanca en las primeras la situación de pérdida. Para ello debe crear-
fases. Por factores de personalidad, de la se un sistema terapéutico seguro, confiable,
relación o del contexto, se hace particular- convirtiéndose el terapeuta en un “testigo”
mente difícil vivir emocionalmente el pro- de la realidad vivida que ayuda a poner pa-
ceso. En la familia se vive un sistema labras a lo ocurrido, estando en una actitud
comunicacional cerrado, donde los diferen- de disponibilidad y sintonía emocional.
Revista del Instituto Chileno de Terapia Familiar

tes miembros no expresan abiertamente sus


sentimientos y fantasías. Se puede vivir la 7. Hacer circular el proceso cuando el
ilusión que esa pérdida no afectó tanto, que duelo se ha fragmentado. Las dificultades
fue superada fácilmente, pero el duelo si- en el proceso de duelo familiar suelen pre-
gue soterradamente su curso, pudiendo ex- sentarse en la modalidad de duelo fragmen-
presarse durante años en síntomas tado, esto es, la asignación de partes
somáticos o conductuales que nadie liga a escindidas del proceso en miembros parti-
la pérdida. Estos duelos suelen convertirse culares del sistema. Aparecen las emocio-
en duelos retrasados cuando la persona vive nes repartidas rígidamente en cada uno de
posteriormente alguna experiencia impor- ellos, sin fluir dinámicamente; del mismo
tante de separación, produciéndose allí lo modo, cada persona puede portar una parte
que todos observan como un duelo exage- de las etapas del proceso, como la nega-

121 De Familias y Terapias 11:17 / Dic. 2003


ción, la búsqueda, la desorganización de- ya que mayores niveles de individuación
presiva. permiten hacerse cargo de los procesos pro-
Basándonos en la conceptualización de pios sin necesitar que los cercanos opinen
Bowen acerca de la diferenciación del sí y vivan lo mismo. De la misma forma, ello
mismo, podemos decir que en las familias facilita el contacto con los otros, la intimi-
con bajo nivel de diferenciación se dificul- dad, la sensación de sentirse captado, acep-
ta la elaboración del duelo ya que éste re- tado, ayudado, todo lo cual es muy impor-
quiere de la capacidad de separarse. Usan- tante en la elaboración del duelo.
do el concepto boweniano de “masa yoica La posibilidad de mirar las diferencias
indiferenciada”, donde se reparte el sí mis- al interior del sistema familiar facilita la
mo en el sistema familiar y cada miembro elaboración colectiva del duelo, ya que ha-
no es un ser autónomo y diferenciado del cer distinciones significa diferenciar el sí
otro, podemos mirar el “duelo fragmenta- mismo del de los demás, condición para ir
do” desde la dimensión de compartir avanzando en un proceso que requiere fun-
escindidamente aquello de lo cual cada uno damentalmente de la capacidad de separa-
no puede hacerse cargo en su totalidad, ción de la figura perdida.
como individuo. Este arreglo familiar ge- Una manera de profundizar en las dife-
nera dificultades importantes, produciéndo- rencias y, al mismo tiempo, mostrarlas y
se un mayor aislamiento y encapsulamiento validarlas en el sistema, es intercalar se-
de cada miembro de la familia; el sistema siones con subsistemas y sesiones del gru-
comunicacional se cierra ya que las viven- po completo.
cias del otro aparecen como muy diferen-
tes y por tanto amenazantes, generadoras 9. Proteger los vínculos en el duelo en
de ansiedad. niños. Dentro del sistema familiar, los ni-
La labor terapéutica es promover que ños viven el duelo de un modo diferente a
circulen las emociones y las etapas del pro- los adultos. Antes de los siete años su de-
ceso por todos los miembros, siendo por ello sarrollo cognitivo no les permite enten-
muy favorable la terapia familiar para ela- der el concepto de muerte; a medida que
borar un duelo. Para lograr este objetivo, el crecen van integrando más elementos que
terapeuta debe estar muy atento a la apari- les permitirán comprender a cabalidad lo
ción en cada miembro de la familia de nue- que ha ocurrido en su familia. Por ello, algo
vas emociones, y ahí mostrar, intensificar, central en su proceso es lo que pase con los
validar, junto con promover que esa dife- vínculos presentes, cuán alterada se vea su
rencia sea vista, escuchada y aceptada. forma de apego a las figuras significativas
Revista del Instituto Chileno de Terapia Familiar

que están, a su vez, en su propia elabora-


8. Tomar en cuenta las diferencias en la ción como dolientes.
familia: la misma pérdida, distintos due- Si la madre está con mucha aflicción, lo
los. En el núcleo familiar, la pérdida de un más probable es que se dificulte la relación
miembro genera una crisis en el sistema en con ella generándose momentos de apego
su conjunto, pero las particularidades de ansioso y otros de evitación. Es muy im-
ésta en cada uno de ellos son muy impor- portante, entonces, que el niño pueda de-
tantes de tomar en cuenta. sarrollar un vínculo de apego seguro con
La elaboración del duelo familiar requie- otro adulto significativo en el período más
re de un sistema comunicacional abierto, difícil del duelo. Como terapeutas podemos
donde las diferencias individuales sean va- promover este proceso, validando la inclu-
lidadas y aceptadas. Un buen nivel de dife- sión de figuras significativas, desculpabi-
renciación familiar facilita esta condición, lizando a los padres de manera que éstos

De Familias y Terapias 11:17 / Dic. 2003 122


acepten sus limitaciones y protejan a sus nos casos a mayores niveles de dependen-
hijos aceptando esos vínculos de apego. cia emocional o, a la inversa, desarrollan-
Para ello, es útil tener sesiones con los pa- do una pseudoindependencia que no tome
dres solos, alternadas con sesiones conjun- en cuenta sus aspectos vulnerables. Al sen-
tas, de manera de dimensionar el impacto tir a sus padres con mucha dificultad para
de la pérdida en los padres y cuán afectada la contención, viéndolos en su aflicción,
se encuentra –en este período del proceso– puede pretender que se mantengan en su
su capacidad parental. rol anterior mostrando mayor dependencia
o, al contrario, escapar del dolor familiar
10. Cuidar el proceso de individuación armando una vida propia con su grupo de
en el duelo de adolescentes. La pérdida de pares, desconociendo sus necesidades de
un ser querido conmueve el núcleo del apego.
mundo del adolescente. Éste se encuentra En el espacio terapéutico es muy impor-
en una etapa omnipotente y la muerte lo tante situar las vivencias adolescentes en
contacta tempranamente con la fragilidad el contexto del proceso de duelo que está
de la vida y, por lo tanto, de sí mismo. Este atravesando, de manera de ligar las dificul-
choque existencial puede llevarlo a desór- tades de diferenciación a la vivencia de
denes ansiosos o depresivos, así como tam- pérdida.
bién puede venir una lucha por recuperar
el sentimiento de omnipotencia y de
autocontrol. Referencias:
En el ciclo vital familiar, el sistema con
hijos adolescentes se encuentra negocian- 1. Bowen, M. De la familia al individuo,
do mayores niveles de autonomía en los Barcelona, Ed. Paidos, 1991.
jóvenes. La crisis que genera un duelo 2. Pereira, Roberto. “Hacia un modelo fa-
remece este proceso, pudiendo ser más se- miliar de duelo”, Revista Mosaico, de la Fe-
vero a menor nivel de diferenciación de la deración Española de Asociaciones de Te-
familia, viviéndose la separación-individua- rapia Familiar, N° 23, septiembre de 2002.
ción como una deslealtad. 3. Worden, W. El tratamiento del duelo:
El adolescente ve amenazado su proce- asesoramiento psicológico y terapia, Bar-
so de autonomía, retrocediendo en algu- celona, Ed. Paidos, 1997.

Revista del Instituto Chileno de Terapia Familiar

123 De Familias y Terapias 11:17 / Dic. 2003

También podría gustarte