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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental de Los Llanos

Occidentales

“Ezequiel Zamora”
Barinas Estado Barinas

Origen y Nociones
Fundamentales Del Derecho
civil y la persona

Docente Bachiller
Prof: YENNY RODRIGUEZ TORREALBA JOSE
CI.19430559

Barinas, de MARZO de 2023


INDICE

 Inicio de la personalidad del ser humano.


 Teoría que lo sustenta. Régimen legal venezolano (teoría ecléctica del derecho común
europeo).
 El nacimiento y su prueba.
 La persona por nacer situación legal del concebido y justificación.
 Situación legal del no concebido.
INTRODUCCION:
Corresponde ahora desarrollar los aspectos más resaltantes de la persona natural o sujeto por
excelencia. Así pues, el ser humano emerge como el centro principal de imputación normativa
o persona por antonomasia, y aunque actualmente no se encuentra en discusión su carácter de
persona, sí se exige aclarar en qué momento se deja el inicio de su personalidad.

Provisionalmente, resulta simple responder a tal interrogante; sin embargo, inicio de la


existencia del «ser humano» y de la «persona natural» como sujeto jurídico no son uniformes,
por ello se han elaborado diversas teorías que permiten justiciar la posición que, en definitiva,
toma la ley.

Ciertamente, existen dos momentos fácticos relacionados pero distintos, que son
fundamentales para determinar el inicio físico y jurídico; ello son la concepción y el
nacimiento, cada uno tiene cierta relevancia, pero es el nacimiento con vida la circunstancia
que el ordenamiento jurídico toma para precisar cuando se es titular de derechos y deberes, de
allí su capital trascendencia.
DESARROLLO

Base legal:

Art.20: toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin mas
limitaciones que las que derivan del derecho de las demás y del orden público y social.

Noción de Personalidad

De acuerdo con el artículo 16 del Código Civil Venezolano, “Todos los individuos de la
especie humana son personas naturales” y, de este enunciado se desprende que solo los seres
humanos son personas naturales.

El comienzo del ser, el inicio de la persona, desde el punto de vista jurídico, marca el inicio de
la personalidad del individuo de la especie humana.

El problema básico en la determinación del momento de inicio de esa personalidad jurídica


del ser humano radica en la prueba del hecho correspondiente que traería, como consecuencia,
una serie de efectos jurídicos inherentes a esa personalidad.

Teorías acerca del comienzo de la personalidad jurídica del ser humano

1. Teoría de la Concepción: La teoría en comento plantea que la vida humana independiente


se inicia desde el momento en que es concebida y, por tanto, la personalidad jurídica del ser
humano comienza en dicho momento. Sin embargo, resulta un tanto difícil determinar el
momento exacto de la concepción, así como probar la misma. Estos inconvenientes han
conducido a no adoptar dicha posición.

2. Teoría de la Vitalidad: Teoría que solo exige, para el nacimiento de la personalidad, que


el feto nazca vivo. Es decir, indica el comienzo de la personalidad del ser humano en el
mismo momento en el cual la persona nace, pero vivo, un momento siquiera.

3. Teoría de la Viabilidad: Requiere esta teoría, no solo que el feto nazca vivo, sino también
viable, es decir, apto para vivir fuera del seno materno, como persona autónoma e
independiente, por lo que es necesario determinar si el nacido vivo era apto para vivir.

4. Teoría de la Figura Humana: Alguna vez en la historia se sostuvo que para reconocer la


personalidad jurídica del ser humano, éste debía haber nacido con figura humana, no deforme.
Esta postura, en la actualidad, como es lógico pensar, no se encuentra en vigencia, ya que la
condición morfológica del nacido no determina la personalidad jurídica del mismo.

5. Teoría Ecléctica: Esta postura doctrinaria combina las teorías de la concepción y del


nacimiento. Sostienen los europeos que la personalidad del ser humano comienza con su
nacimiento pero, cuando se trate de sus intereses, el no nacido, es decir, el
concebido (conceptus o nasciturus), se tendrá como nacido.

Posición del Derecho Venezolano:


Conforme al artículo 17 del Código Civil Venezolano vigente, la personalidad del ser
humano comienza con el nacimiento.

En efecto, la segunda disposición del referido artículo establece que para que el feto “… sea
reputado como persona, basta que haya nacido vivo.” Esto hace pensar que no solo es
necesario el hecho natural del nacimiento, es menester que ese nacimiento sea acompañado
por la vida.

No obstante, el Derecho Civil Venezolano, adoptando, también, la teoría ecléctica, toma en


cuenta al concebido (conceptus o nasciturus) y al por concebir (concepturus), cuando se trate
de su bien.

El Nacimiento y su prueba

Nacimiento es la separación del feto respecto del cuerpo de la madre, aún cuando sea
prematuro y/o se empleen para ello cualquier medio (parto natural o parto cesáreo).

La opinión dominante es que, para considerar al niño como nacido, basta que éste haya salido
totalmente del seno materno, incluso cuando no se haya cortado el cordón umbilical.

Modernamente las pruebas médico – legales más frecuentes para determinar si un niño,
actualmente fallecido, nació vivo, son las llamadas docimasias, procedimientos mediante los
cuales se verifica si existe o no aire en la cavidad pulmonar, en caso positivo, ello confirma
que el infante respiró, sobrevivió y, en consecuencia, fue persona, es decir, verificar mediante
un procedimiento médico si el niño llegó a respirar.

Sin embargo, el medio legal por excelencia para probar el nacimiento de un ser humano es la
partida de nacimiento y, en su defecto, la sentencia supletoria correspondiente, emitida por un
tribunal.

Protección de los No Nacidos

Ahora bien, si al ser humano se le otorga y se le reconoce la personalidad jurídica desde el


momento de su nacimiento, ¿Qué sucede con los concebidos o por nacer? Inclusive, ¿Qué
sucede con los no concebidos?

La primera disposición del artículo 17 consagra la protección de la persona por nacer cuando
ya está concebida. Dicha protección legal consiste en considerarlo como nacido cuando se
trate de su bien, expresión que debe interpretarse en el sentido de tenerlo por nacido en todo
aquello que le favorezca.

Para ello, surgen varias teorías que tienden a estudiar la situación jurídica del feto entre la
concepción y el nacimiento, a saber:

1. Teoría de la Ficción: Para Savigny, la ley reconoce personalidad al feto a sabiendas de que


no es persona, con el fin de proteger intereses eventuales que le parecen dignos de protección,
pero hace cesar esa ficción cando se tiene la certeza de que dichos intereses no se verificarán,
lo que ocurre cuando el feto nace muerto.
2. Teorías que no reconocen personalidad al feto: Sostienen, de otra parte, que el feto no es
persona, aunque difieren en sus explicaciones, a saber:

Algunos consideran que, entre la concepción y el nacimiento, los derechos que hubieran
pertenecido al nacido fallecido quedan sin titular. Si el feto nace vivo los adquiere, caso
contrario, lo adquiere la persona a quien hubieran correspondido en caso de no existir el
concebido. Se critica la posición, puesto que no hay derechos sin sujetos.

Otros sostienen que en el período indicado los derechos de referencia tienen sujeto
indeterminado. No difiere en nada con la posición anterior.

Para otros, en el período  indicado, los derechos de referencias se atribuyen al feto bajo la
condición suspensiva de que nazca vivo. Se reconoce la personalidad del feto, aunque sea
bajo condición.

Otro grupo sostiene que los derechos se atribuyen a la persona a quien hubieran
correspondido en caso de no haber feto, bajo la condición de que el feto nazca muerto.
Resulta lo mismo que la anterior.

3. Teorías que reconocen personalidad al feto: Sostienen que entre la concepción y el


nacimiento, el feto tiene personalidad jurídica, sólo que su capacidad se encuentra limitada.

Situación de los No Concebidos o Por Concebir (Concepturus)

El Derecho también toma en cuenta a la persona por concebir, aunque a efectos muy
limitados.

1. Los hijos por nacer de una persona determinada pueden recibir donaciones, aunque todavía
no se hayan concebido. Para aceptar la donación, los hijos no concebidos serán representados
por el padre o la madre indicados por el donante, según el caso.

Salvo que el donante disponga otra cosa, la administración de los bienes donados al “por
concebir” la ejercerá él y, en su defecto, sus herederos, quienes pueden ser obligados a prestar
caución.

2. Pueden, también, recibir por testamento los hijos de una persona determinada que viva en
el momento de la muerte del testador, aunque no estén aún concebidos.

3. Puede constituirse hogar a favor de los descendientes inmediatos, por nacer, de una persona
determinada.

La Concepción

La concepción, desde el punto de vista biológico, es la unión de las células, con contenido
genético, del hombre y la mujer, que tienen como resultado la fecundación de una nueva
“célula cigoto” autónoma e independiente.

Para el mundo del derecho, existe una serie de supuestos para los cuales importa la
determinación del momento en el cual ocurre la concepción. Básicamente, interesa fijar dicho
momento para conocer la oportunidad en la cual inicia la protección del feto, así como para
otros efectos jurídicos, entre los cuales se destaca la determinación de la paternidad.

Debido a la necesidad de probar el momento de la concepción, y vista la dificultad de


demostrar científicamente el momento exacto de la misma, el derecho recurre al sistema de
presunciones, partiendo de un hecho cierto constituido, en este caso, por el nacimiento de la
persona, logrando, así, establecer un lapso durante el cual pudo haberse producido la
concepción.

Entre la concepción y el nacimiento de un ser humano transcurre un tiempo determinado. Es


común saber que el embarazo dura un máximo de 9 meses o 40 semanas, por lo que el Código
Civil Venezolano, en su artículo 213, presume que la concepción tuvo lugar en los primeros
121 días de los 300 que preceden al nacimiento. Es decir, el legislador consideró que el
tiempo máximo de duración del embarazo es de 300 días y, como tiempo mínimo, 180 días.

Para aplicar la regla del cálculo de la concepción, se procede de la siguiente manera: se toma
la fecha del nacimiento, se cuentan, hacia atrás, 300 días; determinado ese día 300 antes del
nacimiento, se cuentan hacia adelante 121 días. El interesado podrá ubicar, a su conveniencia,
la fecha de la concepción en cualquiera de esos primeros 121 días.

Nuevos planteamientos de la Concepción

Son tres las principales teorías modernas sobre el momento en que se inicia la existencia
humana o persona en Derecho:

1. La primera teoría sostiene que el inicio se produce en el momento de la fecundación que, a
su vez, comprende tres etapas: la invasión de la corona radiante, la penetración de la zona
pelúcida y la fusión de las membranas celulares del espermatozoide y del ovocito.

2. Otra corriente considera que el inicio en cuestión ocurre entre las 18 o 20 horas siguientes a
la penetración, momento en el cual se transmite la información genética entre el óvulo y el
espermatozoide.

3. La existencia del ser humano ocurre cuando el óvulo se anida en el útero, proceso que se
cumple entre el 6º y el 15º día de la fecundación.

IMPORTANCIA JURÍDICA DEL CÁLCULO DE LA CONCEPCIÓN.

Es importante determinar la época determinada (más no el momento exacto) en que se


produjo la concepción, a fin de hacer efectiva la normativa legal referente a:

*Filiación matrimonial

*Filiación extramatrimonial

*Materia sucesoral
En materia de filiación matrimonial. Desconocimiento

En materia de filiación matrimonial el legislador establece una presunción de paternidad


matrimonial, según la cual el marido se tiene como padre del hijo nacido dentro del
matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución o anulación. (Art. 201
CCV), es por ello que en materia de filiación matrimonial sólo existen acciones de
desconocimiento, otorgadas al marido que desee atacar o impugnar la presunción de
paternidad matrimonial y luego de su muerte son otorgadas a sus herederos. La doctrina ha
clasificado estas acciones de la siguiente manera:

A. Acción de denegación de paternidad: (Art. 202 CC)

Acción que le otorga la ley al marido cuyo hijo nació antes de que hubiesen transcurrido
ciento ochenta días luego de la celebración del matrimonio, en este caso el marido y luego de
su muerte sus herederos podrán desconocerlo con la simple prueba de la fecha del matrimonio
y la del parto.

Excepciones al derecho de intentar la acción:

 Que el marido antes de casarse sepa del embarazo de su futura esposa.


 Si después del nacimiento este admitió al hijo como suyo, asistiendo a la formación
del acta de nacimiento o comportándose como padre de cualquier otra manera.
 Cuando el hijo no nació vivo.

B. Acción de desconocimiento o propiamente dicha:

Artículo 201 CCV-. (Último aparte) El marido puede desconocer al hijo nacido dentro del
matrimonio o dentro de los trescientos días siguientes a su disolución o anulación probando
en juicio que durante el periodo de la concepción le ha sido físicamente imposible tener
acceso a su mujer o que durante dicho periodo vivía separado de ella.

Ejemplos: Que durante el periodo de la concepción el marido haya sido declarado ausente, o
no esté presente por encontrarse fuera del país, que había sido privado de su libertad sin
posibilidad de visitas conyugales o que en la época de la concepción sufriera de una
enfermedad que hiciera imposible el coito.

Art. 203 CCV-. El marido puede desconocer al hijo que haya nacido después de trescientos
días de presentada la demanda de nulidad de matrimonio, divorcio o separación de cuerpos, o
antes de que transcurran ciento ochenta días a contar de la fecha en que quedó definitivamente
firme la sentencia que declaro sin lugar la demanda o terminado el juicio.

Art. 204 CCV-. El marido no puede desconocer al hijo alegando su impotencia a menos que
sea manifiesta y permanente, entendiéndose por esta que es evidenciable con facilidad y que
además no admita posibilidad de reparación. Tampoco se admite el desconocimiento en casos
de inseminación artificial de la mujer con autorización del marido.
Art. 205 CCV-. Por último, el marido no puede desconocer al hijo alegando y probando el
adulterio de la mujer, a no ser que este hecho haya ocurrido durante el periodo de la
concepción y el marido pruebe otros hechos o circunstancias que excluyan su paternidad.

C. Acción de impugnación de paternidad: (Art. 207 CC)

Para que prospere esta acción es necesario que concurran una serie de requisitos:

1. Que el marido haya muerto sin haber promovido la acción de desconocimiento y antes de
que transcurra el tiempo útil para intentarla, que es de seis meses contados a partir del
nacimiento del hijo o del conocimiento del fraude cuando se ha ocultado el nacimiento.

2. Que el hijo haya entrado en posesión de los bienes del causante o los herederos hayan sido
perturbados en la posesión de los mismos.

3. Que se intente dentro del término de dos meses contados a partir de los hechos indicados

En materia de filiación extra matrimonial. Reconocimiento

 Reconocimiento: Admitir por la formalidad legal la maternidad o la paternidad.


 Acción de inquisición de paternidad: (Art. 210 CCV) Se intenta a falta de
reconocimiento voluntario y del procedimiento establecido por la Ley de Protección a
la Familia, la Maternidad y la Paternidad.
 Objeto: Lograr una decisión judicial mediante la cual se establezca legalmente la
filiación paterna entre el hijo concebido y nacido fuera del matrimonio y el hombre
que pretende tener por padre.

Hechos que deben probarse:

1. La posesión de Estado.

2. La cohabitación del padre y la madre durante el periodo de la concepción.

3. Destaca la importancia de la presunción según la cual el hombre que vivía en concubinato


notorio para la época del nacimiento del hijo ha cohabitado con la mujer durante el período de
la concepción. (Art. 211 CCV).

En materia sucesoral

ART. 809 CCV-. Son incapaces de suceder los que en el momento de la apertura de la
sucesión no estén todavía concebidos. A los efectos sucesorios la época de la concepción se
determinará por las presunciones legales establecidas en el Art. 201 CCV y siguientes para la
determinación de la filiación paterna.

Extinción o fin de la personalidad del ser humano. La muerte

La muerte, en todo el sentido biológico del término, es la única causa de extinción de la


personalidad del ser humano. Es decir, el ser humano muerto no es sujeto de derecho.
Se toma en cuenta, generalmente, la cesación de las funciones vitales notables para que se
considere la muerte de una persona y el medio legal, por excelencia, para probar tal situación
es la partida de defunción correspondiente o la sentencia supletoria emitida por un tribunal, en
caso de no existir la primera de ellas.

Al carecer de una prueba real o directa de la muerte, se utilizan, como pruebas indirectas o
presunciones, los llamados sistemas de premoriencia y conmoriencia.

1. Sistema de Premoriencia: De acuerdo con este sistema, se determina, cuando no existe un


orden de muertes, que sobrevive el más fuerte, tomando como base para ello criterios
objetivos como el sexo o la edad.

2. Sistema de Conmoriencia: Como crítica, razonable por demás, a la presunción establecida


en el sistema de premoriencia, la mayoría de las legislaciones modernas, incluyendo la
venezolana, consideran que al establecerse el orden de muerte de varias personas llamadas a
sucederse recíprocamente, se presume que todas fallecieron al mismo tiempo (Art. 994
C.C.V.).

Efectos de la Muerte

1. Las personas pueden, mediante testamento, disponer de su patrimonio regulando con


bastante margen de autonomía la situación jurídica posterior a su muerte.

2. Los derechos, deberes y relaciones extrapatrimoniales, en principio, quedan extinguidos y


no son transmitidos a los herederos del fallecido.

3. Los derechos, deberes y relaciones patrimoniales se transmiten a los herederos, conforme a


las normas del derecho Sucesoral.

La No Presencia

La persona que no se encuentra dentro de los límites de la República, pero cuya existencia no
está en dudas y dicha persona sea demandada o sea necesario practicar alguna diligencia para
la cual sea insoslayable su notificación, se le nombrará un defensor, siempre que se trate de
sus derechos e intereses y cuando no exista uno prenombrado o previamente apoderado (Art.
417 C.C.V.)

La Ausencia

La Ausencia es la condición de la persona física cuya existencia es incierta, debido a


determinados hechos o circunstancias especiales. En tal sentido, existen fases o etapas del
ausente:

1. La Presunción de Ausencia: El supuesto de hecho consiste en que la persona haya


desaparecido de su último domicilio o residencia y que no se tengan noticias de la persona.
No es necesario el transcurso de un plazo determinado. (Art. 419 C.C.V.).
Para que proceda esta fase no es necesario el transcurso del tiempo determinado, basta que
haya desaparecido y sea necesario proceder a realizar algún acto vinculado con sus relaciones
jurídicas o con la protección de sus bienes.

En caso de que el ausente no hubiere dejado apoderado, el Juez procederá a nombrarle


representante, prefiriendo, salvo circunstancias especiales, al cónyuge del ausente.

2. La Ausencia declarada Judicialmente (Declaración de Ausencia): En caso de que la


ausencia se prolongue en el tiempo (2 o 3 años. Art. 421 C.C.V.), se abre la posibilidad de
pasar a la segunda fase de la ausencia. En esta segunda etapa, se pretende equilibrar los
intereses del ausente con los intereses de todos aquellos que tuvieran un derecho en caso de
muerte del ausente.

Una vez solicitada la declaración de ausencia y acordada por un tribunal, surgirán efectos,
básicamente de contenido patrimonial. En tal sentido, el tribunal, a solicitud de parte
legitimada, procederá a poner en manos de determinadas personas los bienes,
provisoriamente, del ausente.

Previa la entrega provisional de los bienes del ausente, se deberá elaborar un inventario de los
mismos con intervención judicial. En el mismo se describirán los bienes, el estado en que se
encuentran y el valor estimado.

Esta posesión se realizará de manera provisional, puesto que, en caso de que el ausente vuelva
o de señales de existencia, deberán ser restituidos al mismo, con las rentas e intereses que de
esos bienes se hayan derivado (Art. 431 C.C.V.).

3. La Presunción de muerte: La declaración judicial de presunción de muerte contempla dos


supuestos (Art. 434 C.C.V.):

Haber transcurrido 10 años de la declaración judicial de ausencia, sin que se hubiera tenido
noticias del ausente.

Haber transcurrido 100 años desde el nacimiento de la persona ausente y sin tener noticias de
su existencia. No requiere este supuesto una previa declaración de ausencia.

Declarada la presunción de muerte, el Juez acordará la posesión definitiva de los bienes del
presunto muerto en manos de sus herederos, cesando todas las garantías que se hubiese
impuesto sobre los mismos. Con esta posesión definitiva se abre la posibilidad de partición y
libre disposición de los mismos (Art. 435 C.C.V.)

La Presunción de muerte por accidente

Si una persona se ha encontrado en un naufragio, incendio, terremoto, guerra u otro siniestro


semejante, y a raíz de éste no se ha tenido noticia de su existencia, se presume que ha muerto.
Esta presunción será declarada por el Juez de Primera Instancia del domicilio, a petición de
cualquier presunto heredero abintestato o testamentario, o de quienquiera que tenga acciones
eventuales que dependan de la muerte de aquella persona, previa la comprobación de los
hechos (Art. 438 C.C.V.)
Solicitada la presunción de muerte por accidente, se publicará por la prensa durante tres
meses, con intervalos de quince días por lo menos. Pasado dicho período se procederá a la
evacuación de las pruebas y a la declaración consiguiente, ordenando la posesión provisional
de los bienes por un tiempo de 3 años y, vencido el lapso, surtirá los mismos efectos de la
Declaración Judicial de Muerte.
CONCLUSION

La persona, como ente susceptible de ser titular de deberes y derechos constituye sin lugar a
dudas la protagonista del orden jurídico, siendo como es lógico, el sujeto natural la persona
por excelencia o por antonomasia. Ahora bien, la personalidad o subjetividad jurídica del ser
humano, a saber, la aptitud o cualidad de ser persona o titular de deberes o derechos, no es
eterna sino que presenta límites temporales. Es así como la delimitación temporal del ser
humano como sujeto de derecho es fundamental para el jurista; la determinación del instante
preciso en que el hombre comienza a ser sujeto de derechos y obligaciones y por el contrario-
partida, el momento exacto en que deja de serlo, es esencial porque entre tales límites se es
“persona” para el orden legal.

De allí que sabiamente, se indicara en feliz expresión de que el hombre únicamente es persona
en su vida corporal, pues al Derecho sólo le importa al hombre que constituye su mundo aquí,
entre el nacimiento y la muerte. En el ordenamiento venezolano el ser humano tendrá
personalidad mientras esté en dicho ínterin. Esto coloca la “vida” como presupuesto básico de
la personalidad jurídica, pues ésta, además de ser derecho germen o soporte de los demás, se
presenta simultáneamente como requisito de la subjetividad jurídica, porque el sujeto natural
tendrá personalidad para el Derecho mientras tenga vida. En el presente estudio nos paseamos
así por los dos hechos jurídicos más trascendentes para la personalidad jurídica del ser
humano, esto es, el nacimiento con vida y la muerte.
BIBLIOGRAFIA

(Resumen y anotaciones de las clases y libros de Germán Rojas González; José Luis Aguilar
Gorrondona; Francisco Hung Vaillant; Arturo Valencia Zea y Álvaro Ortiz Monsalve)

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