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Saberes y prácticas para una

Educación Ambiental crítica

Módulo 5. Calidad de vida y justicia ambiental

Introducción

¡Les damos la bienvenida al quinto módulo de este curso de Educación Ambiental!

En este último módulo previo al encuentro sincrónico de cierre, presentamos e invitamos a


reflexionar en torno a dos conceptos: calidad de vida y justicia ambiental. El primero de ellos
forma parte del lenguaje cotidiano, pero también es un contenido que se suele enseñar a
partir de algunos indicadores estadísticos; el segundo, en cambio, resulta novedoso; sin
embargo, verán que guardan estrechas relaciones entre sí.

A la vez y para ejemplificar lo expresado en el párrafo anterior, tomamos el caso de la cuenca


Matanza-Riachuelo por tres razones, porque permite introducir el concepto de mirada de
cuenca como unidad de abordaje, porque resultan muy claras y evidentes las situaciones de
injusticia ambiental que viven los pobladores y pobladoras de dicha cuenca y porque resulta
sencillo comprender los conflictos ambientales que han surgido y los diferentes actores
sociales con sus intereses y lógicas que interactúan.

En cuanto a los contenidos didácticos, presentamos algunas ideas en torno a la evaluación en


EA. A su vez, las y los invitamos a reflexionar acerca de los instrumentos y criterios que ponen
en juego cuando planifican instancias de evaluación y, centralmente, a observar la necesaria
coherencia que debe haber entre lo que enseñan y lo que evalúan.

Objetivos

● Comprender las relaciones entre las condiciones y características ambientales, la


calidad de vida de las personas y la justicia ambiental.
● Apropiarse del concepto de cuenca para el abordaje y tratamiento de algunas
problemáticas ambientales.
● Reflexionar en torno a las estrategias, criterios e instrumentos de evaluación de
propuestas educativas de EA crítica.

Contenidos

La calidad de vida y su relación con el derecho al ambiente sano. El concepto de justicia


ambiental. El concepto de mirada de cuenca desde la EA: calidad de vida, conflictos y justicia
ambiental. Instrumentos, estrategias y criterios de evaluación en EA. Los materiales en EA: el
trabajo con textos.

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La calidad de vida y su relación con el derecho al ambiente sano

En las últimas cuatro décadas se ha puesto en agenda pública el análisis de la calidad de vida
en yuxtaposición con otros índices que permiten acceder a evaluaciones de las condiciones de
vida de la población. Siguiendo a Velázquez, podemos definir la calidad de vida como “una
medida de logro respecto de un nivel establecido como ‘óptimo’ teniendo en cuenta
dimensiones socioeconómicas y ambientales dependientes de la escala de valores
prevaleciente en la sociedad y que varían en función de las expectativas de progreso histórico”
(2016, p. 106).

En este módulo no nos interesa focalizar en el conjunto de indicadores que permiten abordar
estadísticamente el índice de calidad de vida, sino en su aspecto cualitativo y práctico que se
vincula con el bienestar, la salud y las condiciones para el desarrollo de una vida digna. Por
supuesto, las características ambientales ocupan un lugar importante en la calidad de vida de
las personas –por ejemplo, acceso a espacios verdes y al esparcimiento–, pero aquí hacemos
referencia al acceso al agua, al aire y a la tierra, a los servicios de saneamiento e
infraestructura.

El derecho al ambiente sano

La Constitución Nacional incorporó en 1994 el Derecho al ambiente sano, en el artículo 41.


De igual forma sucedió en la reforma constitucional de la provincia de Buenos Aires, que
hoy consagra este derecho en el artículo 28. Pero, ¿qué resguarda el Derecho al Ambiente?
La perspectiva es la protección del ambiente en tanto este permite la realización de
condiciones de vida dignas, es decir, proteger el ambiente no está pensado exclusivamente
como un fin de conservación, sino que reconoce el vínculo estrecho entre las condiciones
ambientales y las posibilidades para el desarrollo de la vida y, por lo tanto, la satisfacción de
otros derechos básicos.

Las y los invitamos a escuchar el siguiente audio para pensar de qué manera estas
definiciones se hacen presentes en el surgimiento de los conflictos ambientales.
Creo que quieren matarnos…

Fuente: Di Chiro, G., 1999, p. 105.

Este fragmento relata el surgimiento de un conflicto ambiental, pero además expone dos
cuestiones de central interés en este módulo: la primera, es el estrecho vínculo que existe
entre la calidad de vida y la cuestión ambiental y cómo este es así percibido y significado por

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las comunidades. En este sentido, es innegable que el ambiente no es algo objetivo y definido
“desde afuera”, sino que se define y se vive en las prácticas concretas de las comunidades,
quienes en función de esa representación se posicionan frente a los problemas.

La segunda cuestión, es que las formas de definir el ambiente se vinculan con una noción de
justicia. ¿Cuál era la lógica de fondo del proyecto de incineradora de residuos sólidos conocido
como LANCER en Los Ángeles? De forma sencilla, implicaba añadir una nueva dimensión a las
desigualdades sociales ya presentes en el barrio, que ahora debía cargar con los efectos
negativos de “resolver” los problemas de residuos de toda la ciudad.

En este sentido, frente a las injusticias sociales y ambientales, se pone en juego el concepto de
justicia ambiental, que implica una condición para la existencia social en la que todas las
personas puedan desarrollar sus vidas sin tener que soportar una porción desmedida de las
“externalidades” de los procesos productivos, comerciales o de servicios que conllevan efectos
negativos en el ambiente (Acselrad, 2008). Este concepto nos permite ver lo ambiental en
sentido integral, tal como lo plantean las protagonistas del fragmento que escuchamos, en
donde lo ambiental no es solo lo ecológico, sino que es también el acceso a la vivienda digna,
a la salud, a la vida comunitaria y al esparcimiento sano y seguro.

Pero ¿qué sucede cuando el deterioro del ambiente, la salud y la calidad de vida se
desenvuelve progresiva y continuamente a través del tiempo? En el próximo apartado les
proponemos pensar un caso emblemático para articular los conceptos de calidad de vida y
justicia ambiental.

El concepto de mirada de cuenca desde la EA: calidad de vida,


conflictos y justicia ambiental
Como vimos en el módulo 4, el trabajo por proyectos, ya sea de aula o institucionales,
constituye una estrategia potente para abordar la EA desde la complejidad y la
multidisciplinariedad. El trabajo con el concepto de mirada de cuenca permite sumar un
complemento importante para entrenar lógicas de concebir y pensar el ambiente, el territorio
y sus interrelaciones.

¿Qué significa construir una mirada de cuenca?


Una cuenca hidrográfica es una unidad territorial en la cual el agua que cae por
precipitación y/o el agua subterránea escurre hacia un cuerpo de agua común (río, lago,
mar, etc.). Al ser el agua el vínculo que define una cuenca, estas unidades también
comparten biodiversidad y servicios ambientales como los humedales. No obstante, las
cuencas han sido y son transformadas por la acción social.
Trabajar a partir de una mirada de cuenca no es definir y describir las características de una
cuenca, sino entender la manera en que lo local está inserto en un conjunto de

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intersecciones ecosistémicas, históricas, sociales y políticas –que trascienden una división
administrativa– y que son necesarias para entender múltiples procesos y problemáticas.

A continuación, vamos a presentar un caso muy potente para poner en juego la mirada de
cuenca y los conceptos de calidad de vida y justicia ambiental. El caso de la cuenca
Matanza-Riachuelo es significativo para la EA desde los diferentes puntos de vista y
conceptos que ya trabajaron en los módulos anteriores: complejidad, conflictividad,
multiescalaridad, historicidad, entre otros.

Las características de la cuenca Matanza-Riachuelo dan cuentan de un territorio sumamente


complejo, que requiere, para su abordaje ambiental y pedagógico, de un ejercicio permanente
de integración de distintos enfoques, ya que sus aspectos técnicos (como, por ejemplo, el
grado de contaminación de sus aguas y suelos) no pueden desligarse de dimensiones sociales
(por ejemplo, el rol que la cuenca ha desempeñado a lo largo de la historia de nuestro país).

Comencemos por reconocer el conflicto ambiental, su complejidad e historicidad a través del


siguiente video.

En la cuenca Matanza-Riachuelo, ubicada en el Área Metropolitana de Buenos Aires, la


degradación ambiental está asociada tanto a la concepción histórica del río como fuente de
abastecimiento de agua y receptáculo de desechos, como a la distribución de las
desigualdades sociales y políticas. En este video realizado por FARN, se puede observar el
surgimiento de la instancia legal, la causa “Mendoza” que derivó en un fallo que ha sido un
hito por el reconocimiento del papel del Estado y el derecho al ambiente sano.

Saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo. Fallo Mendoza

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Las finalidades en la creación de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) a
través de la Ley N.° 26.168 de 2006 y en el Plan Integral de Saneamiento Ambiental, incluyen
la recuperación de la calidad del agua, la gestión de los residuos urbanos y también, el
reconocimiento de la importancia de recomponer la limpieza de la cuenca a partir de controlar
a las industrias, favorecer la urbanización de los asentamientos y extender los servicios
básicos. Los objetivos generales son tres: mejorar la calidad de vida de los habitantes de la
cuenca, recuperar el ambiente en todos sus componentes (agua, aire y tierra) y prevenir
daños con suficiente y razonable grado de predicción.

En definitiva, implica garantizar condiciones de vida dignas. No obstante, hay que remarcar
que es un proceso complejo atravesado por múltiples actores con sus intereses y necesidades.
Entendemos que la EA crítica sigue siendo una herramienta potente para promover y
profundizar la participación de la ciudadanía para acompañar y actualizar demandas desde los
marcos de referencia propios en torno a los derechos y la justicia ambiental.

Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo

La causa “Mendoza” continuó su recorrido y, en el año 2006, llegó a la máxima instancia


judicial, la Corte Suprema de Justicia, quien se declaró competente para entender en la causa
del Riachuelo y realizó distintas audiencias públicas de las que participaron todos los
actores sociales involucrados en la cuenca. Finalmente, el 8 de julio de 2008, el Máximo
Tribunal dictó un fallo histórico donde responsabilizó al Estado Nacional, la Provincia de
Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a las 44 empresas por la situación de
contaminación existente.
En el marco de la causa “Mendoza” y frente a la falta de una política pública que brinde una
solución definitiva al deterioro ambiental de la cuenca, en 2006, el Congreso Nacional
sanciona la Ley N.o 26.168 que crea
la Autoridad de Cuenca Matanza
Riachuelo (ACUMAR) y la designa
como el organismo rector de las
políticas ambientales que se
desarrollen en el territorio.
En el siguiente video se presenta un
breve resumen de la historia del
organismo y de las principales líneas
de acción que desarrolla.

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Algunos recursos sobre la cuenca Matanza-Riachuelo
Hacer un recorrido de la historia del río Matanza-Riachuelo es recorrer la historia de nuestro
país. Cada modelo político y económico que adoptó la Argentina imprimió marcas sobre el
río que aún hoy se mantienen presentes. Con el tiempo, la zona se convertiría en un
importante centro de producción económica, social y cultural, lo que trajo aparejado un
paulatino deterioro ambiental que se prolonga hasta el día de hoy.
Uno de los objetivos pedagógicos que
deseamos proponer con la enseñanza
de la historia de esta cuenca es
evidenciar el hecho de que no siempre
estuvo contaminada, y que, por lo
tanto, su futuro depende de las
acciones que la sociedad en su
conjunto realice en el presente.
Video “Historia del Riachuelo”

La cuenca limita al norte con la cuenca del río Reconquista, al sur con el sistema
Samborombón-Salado, al noreste con el sistema formado por los arroyos de la CABA que
desaguan en el Río de la Plata y al sudeste por el sistema formado por los cursos de agua
subparalelos que también desaguan en el Río de la Plata. Está localizada al noreste de la
provincia de Buenos Aires, tiene una superficie de 2.047,86 km2 y abarca 15 jurisdicciones:
parte de catorce municipios de la provincia de Buenos Aires (Lanús, Avellaneda, Lomas de
Zamora, Esteban Echeverría, La Matanza, Ezeiza, Cañuelas, Almirante Brown, Morón, Merlo,
Marcos Paz, Presidente Perón, San Vicente y General Las Heras) y parte de la CABA
(atraviesa toda la comuna 8 y parcialmente las comunas 1, 3, 4, 5, 6, 7, 9 y 10).
Mapas de la cuenca
Folleto ¿Es posible sanear la cuenca?

Un actor importante: los comités de cuenca

Como las cuencas atraviesan diferentes jurisdicciones e incluso provincias, existen los
comités de cuenca que son espacios para el intercambio de información hidrometeorológica
pero también para el abordaje de temáticas prioritarias para la cuenca.

En estos enlaces podrán acceder a las cuencas de la provincia de Buenos Aires y a los
comités existentes.
Cuencas de la provincia de Buenos Aires
Comités

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La construcción de criterios didácticos para evaluar en EA

La evaluación es un momento y una práctica ineludible en la enseñanza; sin embargo, no


siempre se le dedica el tiempo que requiere su planificación y reflexión. Como en los módulos
anteriores, nos ocuparemos de abordar aspectos didácticos para promover la EA crítica, y el
tema elegido es la construcción de criterios didácticos para evaluar en EA.

Como sabemos, la pandemia y la enseñanza no presencial implicaron grandes desafíos para el


colectivo docente, especialmente en las prácticas de evaluación. En este sentido, se
elaboraron acuerdos y disposiciones normativas que orientan acciones hacia el objetivo de
la valoración pedagógica y el registro institucional de las trayectorias educativas. Lo que
trabajaremos a continuación se inscribe en este propósito a la vez que contempla
particularidades de la EA.

Las y los docentes siempre evalúan, no solo cuando toman exámenes; evalúan
cotidianamente de modos menos formalizados, observando las expresiones de sus
estudiantes, controlando el cumplimiento de las tareas asignadas, etc. De acuerdo con María
Cristina Davini:

La evaluación es un componente íntimamente integrado a la enseñanza, acompaña y


apoya todo el proceso, y no constituye un momento puntual que solo ocurre al final, una
vez que ya se completó la secuencia de enseñanza programada. Ante todo, se requiere
reconocer que la evaluación se desarrolla en un proceso continuo, cumple con diversas
funciones y brinda un abanico de informaciones. En este proceso, pueden diferenciarse
distintas “caras” de la evaluación: la diagnóstica, la formativa y la recapituladora. (Davini,
2015, p. 77)

Desglosando esta cita, es importante recalcar dos cuestiones: por un lado, la necesaria
integración entre enseñanza y evaluación, que implica un especial esfuerzo de coherencia
entre una y otra; y por otro, que todas esas “caras” forman parte de las estrategias docentes,
ya que seguramente sean utilizadas en distintos momentos de las prácticas de enseñanza. En
las escuelas suele escucharse la distinción entre evaluación sumativa (o recapituladora) y
formativa, muchas veces como opuestas, pero siguiendo a Davini, creemos que son
complementarias y corresponden a diferentes momentos y objetivos de la evaluación.

Qué, cómo y para qué se evalúa

A partir de las preguntas que encabezan este apartado se pueden organizar y planificar las
prácticas de evaluación. También se puede incluir quiénes evalúan y a quién, pensando en
individuos, grupos, evaluación por pares o autoevaluación. Veamos algunos ejemplos.

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Les proponemos visitar la infografía interactiva: Qué, cómo y para qué se evalúa

Por último, cabe mencionar las tres etapas que caracterizan los procesos de evaluación:
recopilación de información (a través de un trabajo práctico con determinadas consignas),
análisis de esa información (lectura y evaluación) y toma de decisiones (aprobar, desaprobar,
elaborar devoluciones, reformular la propuesta de enseñanza, etc.).

Evaluar la estrategia de integración

Como se ha planteado en los distintos módulos de este curso, la EA sociocrítica comprende al


ambiente en su complejidad y conlleva un ejercicio permanente de integración de contenidos
y dimensiones de análisis tanto a las y los docentes como al grupo de estudiantes.
Retomando lo planteado en el módulo 1, la integración no viene dada sino que es una
construcción “mediante una mirada experta, crítica y profundamente interpretativa” (Litwin,
2008, p. 70).

Ya vimos que los estudios de caso y los proyectos son estrategias pertinentes para abordar
objetos de enseñanza complejos –como son las problemáticas y/o conflictos ambientales– en
las cuales es importante explicitar y trabajar la integración con las y los estudiantes.
Concretamente, esto implica exponer algunas relaciones, identificar ejes o conceptos
estructurantes en un recorrido temático o en un conjunto de textos, y relacionarlos
colectivamente entre sí; proponer situaciones problemáticas que requieran la articulación de
diversas fuentes y miradas, etc. En este sentido, también es necesario explicitar los criterios
de evaluación que acompañan la propuesta de enseñanza que pueden estar vinculados con

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los contenidos conceptuales y con habilidades cognitivas. Esto implica mencionar, por
ejemplo, que se evaluará el conocimiento y uso adecuado de los conceptos estructurantes en
la construcción de una argumentación; la posibilidad de obtener información de diversas
fuentes para explicar una problemática ambiental; si se reconocen los diversos puntos de vista
frente a un conflicto ambiental, entre otros.

Retomando la necesaria integración que conlleva la enseñanza en la EA sociocrítica, es


importante reparar en lo anterior dado que, de acuerdo con Edith Litwin, “muchas veces, en la
evaluación se solicita a los alumnos que realicen un proceso de integración sin que este
proceso se haya llevado a cabo con anterioridad” (2008, p. 73).

Algunas prácticas docentes ponen el acento en que sean las y los estudiantes quienes den
cuenta de que pueden relacionar e incorporar lo trabajado en clase, y se utiliza la evaluación
para obtener evidencias de esa integración. Así, la integración se convierte en un punto de
llegada, pero creemos que para favorecerla es condición tratarla como punto de partida, ya
que un buen desafío cognitivo no tiene por qué ser parte de la evaluación si no lo fue en la
enseñanza. Y sobre este punto queremos enfatizar que la complejidad e incorporación de
saberes que supone el abordaje y tratamiento de cuestiones ambientales deben ser
planteadas y desarrolladas en las clases de modo que en las instancias de evaluación puedan
respetarse los niveles de complejidad y gradualidad alcanzados.

Las buenas prácticas de evaluación

Para finalizar y siguiendo nuevamente a Litwin, vale mencionar algunas características con las
que tanto estudiantes como docentes suelen definir las buenas prácticas de evaluación: sin
sorpresas, enmarcadas en las prácticas de enseñanza y coherentes con el clima, ritmo y tipo
de actividades usuales en clase. Es decir, deben tener la impronta del tipo de trabajo diario
que lleva a cabo cada docente con sus estudiantes. En esta línea, remarcamos la importancia
de planificar la evaluación, plantear organizadamente qué es lo que se evaluará, cómo y con
qué criterios y transmitirlo con la mayor claridad posible al grupo de estudiantes. La
sistematicidad y la construcción de criterios claros (o indicadores cuando sea necesario) de
evaluación durante la planificación de las actividades de enseñanza, favorecen la necesaria
coherencia entre estas prácticas.

“Dijo que no sabía nada”

En 2016, una profesora de Geografía de Mar del Plata escribió un texto en un blog personal
que se hizo viral. Bajo el título “Dijo que no sabía nada”, relata por qué aprobó el examen
final de una joven de 14 años. Como actividad opcional, los y las invitamos a conocer el caso
para reflexionar sobre los criterios y objetivos de una evaluación final.

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Les presentamos algunos ejemplos de distintas fuentes de información para pensar su
uso en propuestas de enseñanza de EA sociocrítica.

¡Inspírense!

A modo de cierre

En este último módulo incluimos nuevas conceptualizaciones del campo de la EA crítica, por
ejemplo, justicia ambiental y cuenca, y revisamos conceptos más tradicionales como calidad
de vida. A la vez, nos pareció oportuno retomar algunos conceptos trabajados en módulos
anteriores para que, a modo de construcción espiralada afiancen la idea de complejidad que
caracteriza a todas las problemáticas y conflictos ambientales.

Desde lo didáctico focalizamos en la evaluación como una instancia necesaria y útil no solo
para saber cuánto han aprendido las y los estudiantes sino también, para revisar y reflexionar
en torno a las prácticas que vienen desarrollando.

Las y los esperamos en el encuentro sincrónico de cierre.

Bibliográfica

Acselrad, H.; Campello do Amaral Mello, C. y Das Neves Bezerra, G (2008) O quê é justiça
ambiental. Rio de Janeiro: Garamond Universitária.

Davini, M. C. (2015). La formación en la práctica docente. Buenos Aires: Paidós.

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Dirección General de Cultura y Educación. (2020). Anexo II. Evaluar en pandemia. Disponible
en https://normas.gba.gob.ar/anexos/descargar/dR089zx1.pdf

Di Chiro, G. (1999). La justicia social y la justicia ambiental en los Estados Unidos: La


naturaleza como comunidad. Revista Ecología Política, 105-135.

Litwin, E. (2008). El oficio de enseñar. Condiciones y contextos. Buenos Aires: Paidós.

Velázquez, G. (2016) (Dir.) Geografía y Calidad de Vida en Argentina. Análisis regional y


departamental, 2010. Tandil: Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires.

Videos

ACUMAR Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo. (2017, 12 de junio). Autoridad de Cuenca


Matanza Riachuelo. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=btDPb6agFMc

ACUMAR Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo. (2013, 20 de septiembre). Historia del


Riachuelo. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Ip163c0lFv0

FARN Argentina. (2016, 5 de julio). Saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Fallo


Mendoza. Disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=mMx9b-ADAP0&t=469s

Audios

DFDP a distancia. Creo que quieren matarnos. Disponible en:


https://soundcloud.com/user-547582243/creo-que-quieren-matarnos?si=8be488d2f
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Autor(es): Equipo de la Dirección de Formación Docente Permanente. Dirección


Provincial de Educación Superior, DGCyE. Provincia de Buenos Aires (2021)

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