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en el vídeo Trabajar con clientes enojados o molestos es probablemente el aspecto más difícil del servicio de atención al cliente. En este curso de LinkedIn Learning te mostraré técnicas probadas que puedes utilizar en situaciones difíciles. Son conceptos ya aplicados, que algunas de las compañías más grandes del mundo que dependen de la satisfacción del cliente han perfeccionado. Hola, mi nombre es Haydee Pérez y durante más de una década he trabajado con clientes alrededor del mundo que cuentan conmigo para recibir un servicio estelar, sin importar las trabas que estén causando dificultad. Te mostraré cómo puedes aprender de esas situaciones para restablecer las relaciones y prevenir conflictos en el futuro. Tratar con clientes enojados no es un plato de buen gusto, pero hay maneras de convertir una mala situación en una experiencia positiva para un cliente, y de esto depende tu éxito y el de la empresa en la que trabajas.
1.- Atender a clientes enfadados
Lidiar con clientes enojados: difícil, pero no imposible
¿Cuál es la mejor experiencia como cliente que has tenido? Probablemente te haya
pasado que un representante de ventas o un agente de servicio de atención al cliente hizo en un momento dado un esfuerzo adicional para resolver tu incidencia. Aunque quizá te lleve un poco de tiempo pensar en un solo ejemplo. Por otro lado, una experiencia negativa con el servicio de atención al cliente parece que se queda más fácilmente en nuestras mentes. Si ahora te pregunto cuál es la experiencia más negativa que has tenido, probablemente hayas pensado en un incidente de inmediato. Las experiencias negativas de los clientes pueden alejar a los nuevos clientes potenciales a través de los comentarios en línea, e incluso darles a los clientes existentes la oportunidad de ir a tu competidor. Para proporcionar la mejor experiencia al cliente, recomiendo usar lo que yo llamo la regla de Lynda Weinman: "Trata a tus clientes como oro". Existe una conocida compañía de animación a nivel mundial que parece poner en práctica esta regla. Los empleados no se refieren a sus clientes como tales, sino que les trata como invitados. Los empleados son anfitriones y hacen un esfuerzo adicional para brindar a sus huéspedes una experiencia memorable. Esta empresa es considerada como un modelo de negocio para que otros aprendan y la emulen, especialmente en el servicio de atención al cliente. La compañía ha perfeccionado el arte de la recuperación de este servicio para crear clientes satisfechos y leales. Su enfoque de la recuperación es un proceso en cinco pasos que se recuerda fácilmente con el acrónimo HEARD, del verbo "hear" u oír, en inglés: escuchar, empatizar, disculparse, resolver, diagnosticar. Ser un profesional del servicio de atención al cliente es una causa noble. La escucha activa, la empatía, la disculpa, la resolución de problemas y el diagnóstico son todas buenas técnicas que puedes utilizar durante situaciones difíciles. No importa cuánto nos esforcemos, siempre habrá alguien a quien no podamos alegrar, pero esas personas serán pocas. Hay un dicho que dice: "No te tomes las cosas personalmente". Sin embargo, cuando eres un profesional del departamento de atención al cliente, es tu responsabilidad dar a estas personas un trato agradable. La reputación de tu marca es increíblemente valiosa y no es algo que quieras perder.
Las situaciones negativas no necesitan ser malas
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en el vídeo Uno de los puntos de contacto más importantes que tendrás con un cliente es su experiencia tras haber contactado con el departamento de atención al cliente. Tu servicio debe ser excepcional. El trato con clientes descontentos debe estar en el centro de cualquier interacción del servicio de atención al cliente. En este departamento los clientes enojados y molestos son un hecho de la vida, no importa lo bueno que sea tu negocio. El secreto para manejar a los clientes insatisfechos es hacer frente a esas interacciones con la mayor calma posible, sin importar la reacción que recibas de los clientes. Los clientes pueden ser difíciles o enojarse por una variedad de razones. A veces se justifica, otras no, pero como estás en el negocio para atender a tus clientes, es probable que en algún momento te encuentres con alguien descortés. La forma en que respondas durante estas interacciones puede marcar la diferencia entre un cliente que se sienta satisfecho con la resolución y uno que jure no volver nunca a promocionar tu negocio. Es importante aprender a mantener la calma en todo momento bajo la presión que se siente en situaciones difíciles, y ser profesional. Cuando te enfrentas a un cliente molesto, querrás mantener la calma y dejar que el cliente hable y exprese su frustración. No lo tomes como algo personal, el cliente no está molesto contigo, está molesto con la empresa, y tu trabajo es manejar su queja. Si lo tomamos como algo personal, es posible que no sobrevivas mucho tiempo en el trabajo. Escucha activamente sus problemas o quejas con empatía y comprensión para mejorar tu relación y crear nuevas oportunidades. Utiliza técnicas de resolución de problemas para asegurarte de que el cliente se va satisfecho porque tomaste las medidas adecuadas para darle una respuesta a su problema. Proporciona una atención personalizada y analiza por qué el cliente con el que estás tratando está tan molesto con tu compañía. El servicio de atención al cliente puede ser una experiencia agradable. Y recuerda que es más barato y más fácil mantener a un cliente ya existente que encontrar uno nuevo. Puedes convertir una experiencia con un cliente molesto en una oportunidad para impulsar un cambio rentable y el crecimiento de tu negocio. Ahora sabes que cada queja es tu oportunidad de minimizar la publicidad negativa y convertir a un cliente descontento en uno leal que se encargará de transmitir lo excelente que es tu servicio.
Reconocer los instintos naturales y enfocar
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en el vídeo Piensa en un momento en el que hayas experimentado una respuesta de lucha o de huida, tal vez te enfrentaste a algo aterrador, tu ritmo cardiaco se aceleró, comenzaste a respirar más rápido y todo tu cuerpo se puso tenso y listo para actuar. El fisiólogo estadounidense Walter Cannon describió por primera vez la respuesta de lucha o de huida en la década de 1920. Cannon se dio cuenta de que una cadena de reacciones que ocurrirían rápidamente dentro del cuerpo ayudan a movilizar los recursos del mismo para enfrentarse a circunstancias amenazantes. La respuesta de lucha o de huida puede ocurrir ante un peligro físico inminente, como encontrarse con un animal peligroso, o como resultado de una amenaza psicológica, por ejemplo, hacer una presentación en público. Esta respuesta juega un papel fundamental en la forma en que lidiamos con el estrés y el peligro en nuestro entorno, y por tanto con un cliente molesto que puede desencadenar este instinto natural. Cuando estamos en una situación incómoda, es fácil para nosotros sentir que queremos huir de ella o incluso hacerle frente. Muchos clientes molestos atacarán a la primera persona que vean o puedan llamar por teléfono. Si este es tu caso, es necesario que te mantengas alerta. Cuando un cliente usa frases como: "arruinaste mi día", no se refieren a ti como persona, se refieren a la compañía, pero muchas veces nuestro instinto será tomar esto como algo personal. No lo hagas, no se trata de ti, se trata del cliente. En el libro 'Los cuatro acuerdos', Don Miguel Ruiz comparte que tomar las cosas personalmente es la máxima expresión de egoísmo, porque suponemos que todo se trata de 'Yo'. Lo último que debes hacer en este tipo de situaciones es hablar de ti, ya que te arriesgas a no solucionar el problema del cliente. Tomemos un momento para reconocer las señales de que la respuesta de lucha o huida ha sido activada. ¿Cuáles fueron esos síntomas que experimentaste? Algunos de los más comunes son: latido del corazón y respiración acelerados, piel enrojecida, visión túnel... Piensa en qué síntomas has experimentado durante una interacción desagradable. Reconocer nuestros instintos naturales de lucha y huida es importante para asegurarnos de que somos proactivos y no reactivos en situaciones difíciles. Cuando aceptas que no estás en peligro, puedes optar por detenerte y volver a concentrarte para responder y ayudar a tu cliente a sentirse mejor. Esto es algo que puedes practicar mucho más fácilmente cuando respondes a un cliente en un correo electrónico o por teléfono, ya que tienes un poco de tiempo para actuar. Es mucho más difícil hacerlo cuando estás frente a un cliente, pero si tomas un segundo para hacer una pausa y no ceder a la excitación emocional, es más probable que mantengas el control de tu lenguaje corporal y de tus palabras.
Escuchar a los clientes sin interrumpir
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en el vídeo ¿Alguna vez has viajado como pasajero en el vehículo de otra persona y comenzaste una conversación mientras la radio estaba encendida? ¿El conductor bajó el volumen para escucharte mejor o te encontraste elevando el tono de voz? Esto es la diferencia entre escuchar activamente o no, y cuando se trata de clientes molestos desempeña un papel crucial en la forma en que se desarrolla el resto de la interacción. Empieza por escuchar, deja que el cliente cuente su historia completa sin ninguna interrupción por tu parte. A las personas nos gusta que nos escuchen, especialmente cuando estamos molestos. Al escuchar pacientemente, puedes apaciguar una situación, siempre que el cliente se sienta reconocido en su queja. Si el contacto es por teléfono, dale a entender que vas a tomar notas para que no se molesten con el sonido de las teclas. Mientras tu cliente está hablando, no planees lo que vas a decir cuando termine, esto no es escuchar activamente. Préstale toda tu atención y no permitas que nada interrumpa la conversación. Una vez que el cliente te ha explicado lo que le molesta, muestra empatía, es fundamental que se siente escuchado y entendido. Usa frases que transmitan sinceridad como: "Yo también estaría molesta en su situación" o "Entiendo su frustración". después de que el cliente se desahogue, quiere saber que entiendes cómo se siente. Permite que la conversación fluya sin problemas y resume lo que escuchaste. A lo largo de tu interacción, es posible que escuches al cliente usar palabras o comentarios que parecen dirigidos a ti sobre el problema. Recuerda: no lo tomes personalmente. El cliente no está enojado contigo, está disgustado con el rendimiento de tu producto o la calidad del servicio que ha recibido de tu organización. Debes dejar a un lado tus sentimientos personales. Ponte en su situación y transmite empatía por si el cliente ha tenido una mala experiencia. El respeto y la comprensión te ayudarán a suavizar la situación. Si es necesario, haz preguntas para asegurarte de haber identificado el problema correctamente. Una vez que el cliente ha explicado por qué está molesto, retoma sus preocupaciones para estar seguro de que se está gestionando el problema de forma correcta. No dudes en hacer preguntas. Hacerle entender al cliente que comprendes su problema demuestra que estabas escuchando, lo que puede ayudar a disminuir su ira y sus niveles de estrés. Además te ayuda a ponerte de acuerdo sobre el problema que debe resolverse. Si estás interactuando en persona, recuerda que el lenguaje corporal puede ser de vital importancia aquí. Mantén el contacto visual, párate o siéntate derecho, no cruces los brazos, muestra que estás prestando atención a su problema, demuestra que estás escuchando activamente lo que tu cliente está diciendo. Quieren ser escuchados y expresar sus quejas. Una vez que tengas claro que has comprendido las preocupaciones de tu cliente, puedes dar el siguiente paso.
Transmitir que comprendes cómo se siente el cliente
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en el vídeo Los clientes son humanos y por lo tanto deben ser tratados como tal, en lugar de simples fuentes de ingresos de una empresa. Una experiencia positiva comienza con la empatía: usar más empatía en tus conversaciones escritas y verbales con los clientes mediante el uso de ciertas frases demuestra que te pones en su lugar. Si estás atendiendo a un cliente por teléfono o en persona, puedes decir algo como: "Le entiendo perfectamente. Si estuviera en su lugar, me sentiría igual que usted". Si estás respondiendo a un correo electrónico, puedes usar frases similares. Veamos un escenario en que un empleado de una tienda interactúa con una clienta enfadada sin mostrar empatía. "Vengo a recoger mi teléfono, tendría que estar listo ya". "Sí, pero mire son las tres y cuarto, y hasta las cuatro su teléfono no va a estar listo, lo dice bien claro en su recibo". "Cuando yo llamé por teléfono me dijeron que lo trajera a la tienda para que lo arreglaran aquí, y el técnico que me atendió me aseguró que mi teléfono iba a estar listo a las tres en punto, tengo que ir al aeropuerto y estar ahí a las cuatro y media, y no tengo tiempo para perderlo". "No, no, pero mire, nuestra tienda tiene una política de atención con un margen de entre dos y cuatro horas desde que trae su teléfono aquí, y lo dice bien claro en el recibo que usted firmó". "Eso es ridículo, su compañero me aseguró que mi teléfono iba a estar listo a las tres en punto. Tráigamelo, por favor. Tengo que estar en el aeropuerto". "Ya, pero yo no soy mi compañero, yo ni siquiera estaba aquí, así que no es culpa mía". "Me da igual, mi vuelo no me va a esperar, tráigame mi teléfono". "Mire, su teléfono está en el departamento técnico todavía y va a seguir ahí hasta las cuatro, así que va a tener que esperar". El empleado ni siquiera comprobó si la clienta tenía un acuerdo verbal con el técnico anterior. La clienta se frustra visiblemente cuando se le recuerdan los términos y condiciones de la empresa. Tiene prisa y no quiere excusas. El empleado no escucha con empatía y las emociones de la clienta no se tuvieron en cuenta, por lo que se enoja aún más. Veamos ahora el mismo escenario donde el empleado tiene una actitud un poco más empática. "Vengo a recoger mi teléfono, ya debería de estar listo". "Claro, déjeme que lo compruebe en nuestro sistema. ¿Me puede recordar cuál era el problema?". "La actualización del software que causó un error y se perdieron todos mis contactos. Cuando llamé me dijeron que tenía que traerlo al establecimiento y que me lo iban a tener listo en cuestión de un par de horas". "Lo que ocurre en esta tienda tenemos una política atención con un margen de entre dos y cuatro horas, por lo que no estoy seguro de que vaya a estar listo". "No. No, no, no, no, su compañero me aseguró que mi teléfono iba a estar listo a las tres en punto, tengo que tomar mi vuelo a las cuatro y media, y no tengo tiempo para esperar, así es que por favor, consígame mi teléfono". "Lo entiendo perfectamente y voy a intentar hacer todo lo posible por buscar una solución para usted, solamente si me deja momento comprobarlo en el sistema...". "Bueno, haga lo que tenga que hacer, pero ¡hágalo ya, por favor!, que no tengo tiempo". "De acuerdo, únicamente quería recordarle que en esta tienda tenemos una política atención de entre dos y cuatro horas, por lo que lo siento mucho, pero no estoy seguro de que vaya a estar listo". El empleado comenzó bien, pero cedió ante la frustración de la clienta y su actitud negativa. En lugar de decir que no hay necesidad de frustrarse, él podría haber dicho: entiendo su frustración, déjeme volver y comprobar si ya está solucionado. Tratar a los clientes, especialmente si tienen un problema o queja, se puede resolver de una manera mucho más rápida y fácil, mediante el uso de la empatía, siendo paciente y mostrando consideración.
Una disculpa sincera puede ayudar
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en el vídeo Ofrece una disculpa sincera al cliente, incluso si no fuiste tú quien cometió el error o causó el problema, lo más probable es que si el cliente no recibe una disculpa de tu parte, no la escuchará de nadie más en tu compañía. Siempre y cuando seas sincero o sincera, nunca está de más una disculpa a tiempo cuando el cliente tiene una mala experiencia. Si la queja del cliente es legítima o no, eso no importa. Si quieres mantenerlo, debes ofrecer una disculpa por el problema que tiene o percibe tener. Frases como "Entiendo porque está molesto, yo también lo estaría" o "Lamento mucho las molestias que le hayamos podido ocasionar" demuestran al cliente que tienes empatía. A veces los clientes se sentirán molestos por un problema que la empresa no causó. Me ha sucedido en varias ocasiones que clientes han comprado unidades que requieren una batería de reserva en caso de que se vaya la luz, cuando se produce un fallo en el sistema eléctrico, los clientes se enojaban con el fabricante del producto y no con la compañía eléctrica. Una disculpa en este caso podría darse así: "Lamento el hecho de que su unidad haya dejado de funcionar, entiendo perfectamente su malestar". Te estás disculpando por la situación, pero no aceptas la culpa. Regresemos a la escena y veamos cómo nuestro vendedor ofrece una disculpa en la interacción con la clienta. "Vengo a recoger mi teléfono, ya tendría que estar listo". "Claro déjeme que lo compruebe en el sistema, ¿me puede recordar cuál era el problema?". "Sí, cuando se actualizó el software, se produjo algún error y se perdieron todos mis contactos. Cuando llamé, me dijeron que tenía que traerlo al establecimiento y que acá me lo podrían arreglar en cuestión de un par de horas". "Claro, en esta tienda tenemos una política de atención con un margen de entre dos y cuatro horas, por lo que no estoy seguro de que su teléfono vaya a estar listo. Le quiero pedir disculpas de antemano por hacerla venir hasta aquí sin estar seguros de que su teléfono iba a estar preparado. Si me permite, puedo ir a hablar un momento con el técnico que está reparando su teléfono...". "No...". "... y ver qué podemos hacer...". "No. El compañero suyo que me atendió me aseguró que mi teléfono iba a estar listo a las tres en punto, a las cuatro y media tengo que tomar mi vuelo y no puedo perderlo, así es que no tengo tiempo para esperar". "De verdad que la entiendo perfectamente, y voy a intentar encontrar una solución para usted lo antes posible... Simplemente déjeme ir a comprobarlo". "¡Pues haga lo que tenga que hacer!". "Por supuesto, enseguida". El poder de una disculpa sincera nunca debe ser subestimado. La disculpa debe ser específica para el problema del cliente y demostrar que comprendemos su malestar y que este afecta a sus sentimientos.
2.- El control de la experiencia del servicio al cliente
Superar las preocupaciones del cliente
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en el vídeo Te has disculpado, pero decir "lo siento" no es suficiente. Ahora debes resolver el problema del cliente. El Programa de Investigación de Asistencia Técnica o TARP, por sus siglas en inglés, ha demostrado que el % de los clientes con problemas continuarán haciendo negocios con la compañía si creen que la persona que gestiona su queja está realmente preocupada por resolver la situación. No siempre vas a saber cuál sea la mejor compensación o resolución que corresponda al problema del cliente. Puedes preguntarle: "¿Qué puedo hacer para corregir esto?". Y hazle saber: "Me alegra ayudarle a resolver esto lo antes posible". La meta es que el cliente sepa que estás tratando de hacer lo correcto por él o ella. Esta simple acción puede comenzar a cerrar la brecha entre el estado de insatisfacción de tu cliente y dónde el cliente quiere llegar. A la hora de proporcionar una solución a tu cliente es importante que tengas en cuenta tres aspectos: en primer lugar, la solución debe ser alcanzable, es decir, esta debe ser realista y capaz de llevarse a cabo. Estás cumpliendo una promesa que le has hecho al cliente, así que asegúrate de ofrecer solo productos o servicios que puedan ser entregados de manera realista. No prometas el envío de un artículo que no está en el inventario, lo último que necesita tu cliente es una decepción. En segundo lugar, la solución tiene que ser fácilmente accesible. Por ejemplo, una conocida compañía de café ha empoderado a sus empleados a que si la bebida del cliente no le deja satisfecho, le ofrecen otra gratuitamente. Además, tienen la posibilidad de ofrecer una bebida gratis en la próxima visita sin necesidad de pedir permiso al gerente. Si estás hablando por teléfono y pones al cliente en espera demasiado tiempo, es posible que se enfade más y que cualquier paso que hayas tomado para resolver la situación pueda demorar el proceso de resolución. Por último, es importante compensar la falla con una resolución apropiada o razonable. Muchos clientes sentirán un nivel de seguridad al saber que la primera persona con la que están tratando realmente puede ayudarlos. Así que escucha con atención y concéntrate en una solución que se adapte a la situación única de cada cliente. Una rápida reacción es fundamental para la resolución del problema y la mejor manera de lograrla es empoderando a los empleados. Si estás administrando un equipo, informa a tus empleados que tienen autoridad para hacer lo que sea necesario en términos de compensación, así que asegúrate de que estás empoderando a tu equipo para que actúe.
Cuando el cliente se vuelve abusivo
Si seleccionas líneas de la transcripción en esta sección, irás a la marca de tiempo en el vídeo Un cliente comienza a gritar y se pone grosero, ¿tú también empiezas a gritar? antes de reaccionar, pregúntate: ¿qué gano si respondo de la misma manera? Este breve ejercicio probablemente te ayudará a mantener la calma y evitar las hostilidades de clientes enfadados. Mantén el control, incluso si la diatriba del cliente te da ganas de gritarle. En ocasiones un cliente puede ser verbalmente abusivo hacia ti u otros empleados. De antemano, debes saber qué toleras y qué no. Decir cosas como: "Entiendo perfectamente su situación. No se preocupe, estoy aquí para ayudarle a resolver este problema" puede ser una buena manera de apaciguar los ánimos y abordar los problemas de una manera razonable. Los clientes abusivos nunca deben ser confundidos con los clientes enojados, todos y cada uno de los negocios deben dejar en claro qué es aceptable cuando tratamos con clientes enojados y qué aspecto tienen los clientes abusivos, y brindar medidas para lidiar con ambos. Cualquier forma de lenguaje racista, sexista o acosador nunca es aceptable, y nunca debes sentirte inseguro o insegura en tu trabajo. Si un cliente comienza a usar palabras groseras, es posible que necesite una advertencia. En muchos centros de llamadas, hay una regla de dos advertencias, si se trata de una simple solicitud para que el cliente deje de ser abusivo, y que junto con el representante puedan trabajar para encontrar una solución. Si la primera advertencia no funciona, suele utilizarse una segunda en la que se informa al cliente que se pondrá fin a la llamada. También es una buena idea poner una nota en el archivo del cliente sobre su lenguaje abusivo en caso de que tu empresa tenga que terminar su relación debido a un comportamiento abusivo continuo hacia sus empleados. Si el comportamiento del cliente es irracional, es posible que debas ser asertivo y defenderte, o incluso alejarte de la situación para que el cliente tenga tiempo de calmarse. Ofrece a un gerente u a otro colega que se haga cargo. Céntrate siempre en resultados positivos y asegúrate de mantener un tono cortés en todo momento. Los clientes son personas, y a veces la ira es simplemente el resultado de ser humanos.
Resolver el problema del cliente
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en el vídeo Una vez que hayas entendido por qué el cliente no está contento, es hora de trabajar para resolver el problema y encontrar una solución satisfactoria. Pregúntale qué cree que se debe hacer o presenta tu propia respuesta justa y realista al problema. En la mayoría de los casos, eso es todo lo que el cliente está buscando y puede proporcionar cierto grado de satisfacción. Si el cliente se resiste a la solución propuesta, entonces dale el poder para resolver las cosas. Pídele que identifique qué es lo que le ayudará en su caso particular. Resiste la tentación de interrumpir o resolver el problema de inmediato. Explica cada paso que vas a dar para solucionar la incidencia de tu cliente. Coméntale: "Si esta solución no funciona, probemos la siguiente alternativa para ayudarle a resolver su problema". Una vez que hayas acordado una solución, actúa de inmediato. Si está en tus manos resolver el problema, entonces hazlo tan pronto como sea posible. Haz un seguimiento con tu cliente para comprobar que está satisfecho con la forma en la que se resolvió la situación. Asegúrate de que el cliente tenga una forma de contactar directamente contigo. Esto le da una sensación de control porque puede volver a encontrarte si lo necesita. Informa al cliente que harás un seguimiento con él o ella. Quieres que el cliente sepa que vas a ocuparte personalmente de su problema o que le mantendrás al tanto hasta que se resuelva. Siempre que puedas, supera sus expectativas. Una vez que la situación se haya resuelto y el cliente esté satisfecho, es recomendable que te tomes un momento de descanso. Aunque la situación se haya manejado de la manera más profesional, sigue siendo una experiencia estresante. Ve a caminar, respira un poco o encuentra a alguien con quien puedas hablar. De esta forma, podrás retomar tu trabajo y seguir con tu próximo cliente. Veamos la escena otra vez con nuestro vendedor y nuestra clienta enfadada, y cómo aquel pone en práctica todos los consejos que hemos repasado. "Vengo a recoger mi teléfono, ya tendría que estar listo". "Claro, déjeme que lo compruebe en el sistema. ¿Me puede recordar cuál era el problema?". "Sí, cuando se actualizó el software se produjo algún error y se perdieron todos mis contactos. Cuando llamé por teléfono trataron de arreglarlo remotamente, pero no fue posible, así es que me dijeron que tenía que traerlo acá y ofrecieron que acá me lo podría arreglar en el término de un par de horas". "Lo que ocurre es que aquí en la tienda tenemos una política de atención de entre dos y cuatro horas, por eso no estoy seguro de que vaya a estar listo, pero me gustaría pedirle disculpas de antemano por haberla hecho venir hasta aquí sin estar seguros de que su teléfono iba a estar preparado. Si me lo permite, puedo ir un momento al departamento técnico y averiguar cuándo va a estar". "No, no. Su compañero me aseguró que mi teléfono iba a estar listo a las tres en punto, yo tengo que estar en el aeropuerto a las cuatro y media para no perder mi vuelo, así es que no tengo tiempo para esperar". "Entiendo perfectamente la urgencia de la situación, de verdad, por eso voy a intentar encontrar una solución para usted lo antes posible. Déjeme un momento ir al departamento técnico y vemos qué se puede hacer". "Bueno, haga lo que tenga que hacer, pero necesito mi teléfono ahora". "Claro que sí, enseguida, no se preocupe. ¿Sabe qué? Que yo también me he visto en alguna ocasión en una situación muy parecida a la suya, y de verdad que es terrible, por eso voy ahora enseguida al departamento técnico a averiguar cuándo va a estar su teléfono, y ver si así usted puede llegar a su vuelo sin retraso. Enseguida vuelvo, ¿vale?". "De acuerdo, se lo agradezco". "Muchas gracias por su paciencia. Mire, aquí está su teléfono, me he encargado personalmente de comprobar que todo funciona a la perfección. Además, me gustaría darle mi tarjeta, y así, si en el futuro tiene cualquier problema o le surge cualquier duda, me llama y lo arreglamos directamente por teléfono. Muchas gracias por todo". "Gracias, Antonio, ha sido de gran ayuda". "Gracias a usted". Nuestro empleado pudo poner en práctica todos los pasos. Escuchó activamente a la clienta y no interrumpió. Una vez que la clienta terminó de expresar su frustración, el vendedor se disculpó y pudo resolver el problema, dando un paso más para asegurarse de que la situación no vuelva a ocurrir.
3.- Aprender por situaciones para mejorar el proceso
Revisa tus acciones para aprender de la experiencia
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en el vídeo Una vez que el cliente está satisfecho con la resolución de su problema, querrá saber por qué ocurrió la incidencia. No se trata de señalar o culpar a nadie, sino de mejorar la experiencia del cliente. Al buscar mejoras, puedes evitar quejas. Para ello, debes investigar los procesos relacionados con la falla del servicio y preguntarte: ¿por qué ha sucedido esto? Descubrir la causa principal del problema es importante para solucionarlo. Es posible que el error por el que se queja tu cliente no sea un incidente aislado, y cuanto más rápido lo detectes, más molestias podrás ahorrarle a otros clientes, o incluso publicidad negativa para tu empresa. Es imposible evitar por completo los errores, pero lo bueno es que a menudo brindan la oportunidad de demostrar tu compromiso de retomar el negocio con un cliente. Si puedes solucionar un error, tu cliente podría terminar siendo más leal que si el problema nunca hubiera ocurrido. Los clientes aprecian tu esfuerzo por mejorar su experiencia. El servicio de atención al cliente crea valor al resolver problemas que no son fácilmente detectables, a través de la retroalimentación constructiva. En el 2018, un niño de 14 años encontró un error en un producto de una gran compañía de equipos electrónicos y servicios en línea. Su madre trató de ponerse en contacto con la empresa para informar del error, pero no obtuvo respuesta. Una semana después, los medios publicaron la historia. No fue el mejor momento para la compañía: no solo tuvieron que admitir el error, sino también el hecho de que hubiese sido un niño de años quien encontrase el error. La retroalimentación constructiva es valiosa porque ayuda a detectar oportunidades que potencialmente pueden cambiar todo un negocio. Si recibes constantemente las mismas preguntas sobre un producto varias veces al día, es posible que debas volver a escribir la descripción de ese producto en tu sitio "online". Así darás a los futuros clientes más información y crearás una mejor experiencia. Incluso te ahorra tiempo en el futuro, en lugar de responder las mismas preguntas una y otra vez. Los clientes no quieren ponerse en contacto contigo acerca de detalles insignificantes sobre el producto. Cuando utilizas los recursos disponibles para eliminar problemas, creas una mejor experiencia para futuros clientes. Llega al fondo de por qué ocurrió el error y céntrate en arreglar el proceso para que no vuelva a suceder.
Preservar la relación con el cliente
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en el vídeo Un cliente ha tenido una mala experiencia con tu producto o servicio, y esto puede hacer que se vuelva exigente o difícil. Durante el proceso de comunicación, valora siempre la relación con el cliente. No persigas la venta. Retener a los clientes ya existentes es más barato que encontrar clientes nuevos. Atraer nuevos clientes implica gastar más dinero en publicidad y "marketing". Un servicio de atención al cliente mediocre puede resultar en una disminución significativa en las ganancias. Con las redes sociales, cualquier persona puede expresar sus frustraciones en público y eso puede tener efectos perjudiciales para la imagen y la marca de una empresa. Según Touch Agency, en Twitter más del % de los tuits relacionados con el servicio al cliente son negativos o críticos con la marca en cuestión. Estos comentarios negativos pueden alejar a los clientes potenciales. Escuchar a los clientes enfadados, responder a sus quejas y proporcionar una solución adecuada puede ayudarte a conservar tu negocio. En la actualidad, la competencia entre negocios es brutal y la construcción de una buena relación con el cliente es clave para mantenerle. Veamos un ejemplo de cómo trabajar para preservar la relación con un cliente que esté enfadado. Aquí tenemos el "email" de Jaime respondiendo a un cliente que se le ha cobrado una mensualidad a su suscripción cuando lo que quería era cancelarla. Jaime pide disculpas y le ofrece un reembolso para preservar la relación con el cliente. Al final, le indica al cliente que si necesita algo en el futuro, está disponible para atender cualquier duda que tenga. No importa cuál sea tu industria o modelo de negocio: la tasa de retención de clientes es un gran indicador de la satisfacción de tus clientes actuales y, por lo general, de su probabilidad de quedarse. Una resolución adecuada a un problema mantendrá al cliente a corto y largo plazo. Un proceso mal ejecutado puede causar la pérdida de un cliente leal. Hazle saber a tu cliente que él o ella te importa, y siempre de una forma positiva.
Examinar los puntos de control de servicio al cliente
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en el vídeo Tu enfoque es el cliente y, como representante del servicio de atención al cliente, te corresponde a ti mostrarle a tu cliente que él o ella es tu prioridad. La revisión continua de tus interacciones con los clientes enfadados permitirá mejoras adicionales en tu esfuerzo continuo por brindar la mejor experiencia posible. Cuando estés en contacto con un cliente enfadado, si es por teléfono, correo o chat, asegúrate de seguir el proceso de mejores prácticas establecido por tu empresa para diagnosticar la queja del cliente. Esto es un poco más difícil de hacer cuando la comunicación es en persona. Tu objetivo es practicar la escucha activa, tener empatía, pedir disculpas y resolver la incidencia de la mejor manera posible mientras interactúas con el cliente. La detección de la raíz del problema vendrá después. Una mala experiencia del cliente puede arruinar la relación de este con tu compañía. Asegúrate de que las habilidades mencionadas siempre sean puestas en práctica. Ten una visión completa de la experiencia del cliente o te arriesgas a fallas continuas en el futuro. Al verificar las mejores prácticas, puedes descubrir que algunos puntos necesitan mejoras y puedes remediarlo. No asumas que tus procesos están bien como están. Piensa en los problemas que pueden existir en tu organización y averigua cómo puedes mejorarlos. Utiliza los comentarios de tus clientes para mejorar esos procesos. A menudo, un excelente servicio de atención al cliente se consigue documentando procesos e incidencias. Asegúrate de que esté satisfecho no solo con los productos y servicios que tu compañía le está vendiendo, sino también con la forma en que manejaste la situación.
4.- Conclusiones sobre el trabajo con clientes
Busca la perfección, confórmate con la excelencia
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en el vídeo Un excelente servicio de atención al cliente puede resultar en clientes leales de por vida. Los clientes que están contentos con el producto y el servicio que proporcionas generalmente lo recomendarán a sus amigos, familiares y compañeros de trabajo. Revisemos algunas de las mejores prácticas para diferentes canales de comunicación. Si un cliente se comunica a través de la página web de tu empresa, por correo electrónico o chat, un tono agradable puede ser más difícil de transmitir por escrito al no percibir cambios en el tono de voz o el lenguaje corporal de la otra persona. Sin embargo, puedes transmitir empatía a través de tu tono virtual. Una habilidad muy útil aquí con los clientes es adoptar el tono formal o informal que estén usando. Cuando un cliente es formal, mantén un tono profesional. Si el cliente es más informal, relaja tu tono. Reflejar crea una buena relación y hace que tu cliente se sienta cómodo, reduciendo la cantidad de interpretación necesaria para comprender lo que intenta comunicar. En las redes sociales, el tiempo es un factor clave, especialmente cuando se trata de comentarios negativos. Cuando las personas ven una queja publicada sin respuesta, parece como si la compañía estuviese mostrando indiferencia. Si usas respuestas enlatadas, sin emoción o impersonales, puedes convertir una situación ya negativa de por sí en algo peor. Evita esto personalizando todas las respuestas a los clientes. Llámales por su nombre y sé natural. Asegúrate de que se sienta que tomaste el tiempo necesario para entender realmente su problema o pregunta. No tengas miedo de publicar esa respuesta en la red social si es posible hacerlo. Comunícate con ellos de manera privada si necesitas más información a través de la plataforma en la que contactó a la empresa. No le respondas pidiendo que llame al servicio de atención al cliente si te enviaron un mensaje a través de Twitter, por ejemplo. Quieren saber que les estás dando la máxima prioridad a su problema y que estarás allí en todo momento. Cuando un cliente llama y te da su nombre, úsalo. Una comunicación telefónica efectiva resulta en relaciones más productivas que conducen a un mejor servicio de atención al cliente. Saluda, sé simpático o simpática. No uses guiones, ya que no transmiten autenticidad. Los clientes reconocerán cuándo se les trata con naturalidad. Asegúrate de que todas tus interacciones con los clientes, independientemente de la plataforma que uses, hagan que se sientan en buenas manos y que se les va a ayudar lo más rápidamente posible.
Siguientes pasos en tu relación con los clientes
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en el vídeo Aprende de las experiencias e informa a tu empresa de cualquier problema que hayas descubierto para mejorar un proceso dentro del servicio de atención al cliente. Usa lo que has aprendido y ponlo en práctica. Trabajar con clientes enfadados no siempre es fácil, no te desanimes si te encuentras con un cliente que a pesar de tu esfuerzo no está satisfecho con la resolución. Hazte las siguientes preguntas cuando trates con clientes que todavía están enojados: ¿Hiciste lo mejor que pudiste? ¿Aprendiste de tu experiencia? ¿Llevaste la mala experiencia de una llamada a la siguiente, o le ofreciste al siguiente cliente con el que trataste el mejor servicio posible? La mejora continua es una de las habilidades críticas del servicio de atención al cliente. Siempre hay algo que podemos hacer para mejorar el servicio que ofrecemos a nuestros clientes. Mejorar la experiencia de tus clientes requiere un poco de trabajo por adelantado, pero vale la pena el esfuerzo. No te tomes las cosas de forma personal. Examina las causas relacionadas con la falla del servicio. Los clientes que regresan aprecian tus esfuerzos por mejorar la experiencia. Es una gran sensación saber que pudiste ayudar a un cliente a sentirse mejor. Un servicio de atención al cliente de alta calidad fideliza a los clientes. Independientemente de tu rol dentro de la compañía, siempre tendrás a alguien como cliente. Si desarrollas una actitud verdaderamente dedicada hacia los clientes, ayudarás a impulsar tu carrera. Hay muchos materiales de capacitación de servicio al cliente gratuitos para enseñarte técnicas y mejorar estas habilidades. La mejora continua en ese departamento sirve para reforzar la idea de que el cliente es lo más importante.
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