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05 de marzo de 2023
Introducción:
Es de suma importancia en la actualidad el estudio de la retórica y desde luego la aplicación
práctica de la oratoria, es decir, la retórica es el género y la especie la oratoria, surge en la
antigüedad en la antigua Grecia y según ARISTÓTELES en su obra ART RETHORICA le
atribuye la creación de ésta a EMPÉDOCLES. Es de destacar que la técnica utilizada era un
verdadero ejercicio excelso que en realidad movía a la acción.
La palabra retórica procede del griego “rhetoriké”, “retórica”, “oratoria”. Otros vocablos griegos
de la misma raíz son: discurso de orador o retórico, discurso artístico, elocuencia; arte oratoria.
Ser orador, pronunciar un discurso, hablar en público. Se dice como afirma Quintiliano “que
es el arte del bien decir”, así mismo el diccionario de la lengua española conserva en su
parte final la misma definición y al respecto indica que retórica es “el arte del bien decir,
de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir, conmover
y convencer.
Desarrollo:
La argumentación tiene como finalidad conseguir que la tesis propuesta sea admitida por el
interlocutor; o también trata de justificar una acción o un hecho; por ejemplo, cuando el
legislador justifica el porqué de la aprobación de una ley (Castillo, 2006: 236).
También tiene como fin lograr la adhesión del auditorio a quien se dirige, pero se discute si la
argumentación persuade o convence, (Andruet, 2003:108), debido a que persuadir significa
lograr que la otra parte se adhiera a nuestra tesis, mientras que convencer se refiere a imponer
nuestra tesis frente a la tesis del contrario, esto es, vencerlo.
La finalidad de la argumentación jurídica en sede judicial es determinante para que cada uno
de los sujetos que intervienen en un juicio cumplan su función, y así:
• Las partes en el juicio tienen un especial interés en conocer las razones, pues sólo con
base en decisiones razonadas, las partes pueden estimar si la apelación es posible,
plausible o, incluso, necesaria.
Conclusión:
La retórica se extiende y se reconoce desde la sala de un tribunal hasta un debate
político o de un club universitario de debate. No hay profesión jurídica en la que, de un
modo u otro, no sea necesario el uso de la palabra o la defensa escrita de determinados
argumentos. No menos retórica que el alegato del letrado debe ser la sentencia de un juez que
ha de convencer de la racionalidad de sus argumentaciones, el dictamen de un notario o el
alegato de un defensor público.
Fuente:
(Dakota del Norte). Gob.Mx.
https://www.scjn.gob.mx/sites/default/files/publicaciones_scjn/publicacion/201610/83489_0.p
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