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El presente trabajo de investigación, busca ayudar a la comprensión de manera sucinta,

de las teorías de la argumentación y, principalmente, una revisión de los principales


conceptos involucrados en las etapas del desarrollo de las teorías de la argumentación,
enunciando problemas que esperamos dilucidar en futuras contribuciones; en segundo
lugar, aterrizar dichos acepciones a nuestra realidad y a su aplicación en todas las etapas
de los procesos penales y civiles, en el marco de la aplicación del Código Penal y
Codigo Civil Peruano.

La argumentación es el estudio interdisciplinario de la forma en que se obtienen


conclusiones a través de la lógica, es decir, mediante premisas, incluye el arte y
la ciencia del debate entre dos o más posiciones, sobre un mismo tema en debate,
el diálogo, la conversación y la persuasión, son herramientas esenciales para primero
lograr tener un argumento para seguidamente poder realizar la argumentación, para lo
cual estudia las reglas de la inferencia, la lógica y las reglas procedimentales, tanto en el
mundo real como en sistemas abstractos o artificiales.

Desde la antigüedad (Grecia, Atena y Roma), la argumentación ha sido objeto de interés


en todas las áreas donde se practica el arte de hablar y de escribir de manera persuasiva.
En la actualidad, el estudio de la argumentación ha recobrado vigencia debido a la gran
influencia que los medios de comunicación tienen sobre la sociedad, Esta influencia se
manifiesta en el planteamiento de estrategias argumentativas para convencer al público
o al juez, acerca de ciertos valores e ideas; Ejemplo de esto son los discursos
argumentativos relacionados con la publicidad o el pensamiento político, así pues, la
principal motivación del estudio de la argumentación (por parte de los argumentadores)
consiste en establecer si el razonamiento planteado es verosímil, es decir, si quien es
objeto de la argumentación estará dispuesto a aceptarla.

Un argumento no es solamente la afirmación de algunas opiniones, ni tampoco


simplemente es una disputa, ya que debe apoyarse en opiniones con razones lógicas y
probadas, en la cual tienen pues que introducirse demás disciplinas como prueba.

De este modo son esenciales, así porque es una forma de tratar de documentarse acerca
de qué opiniones son mejores que las demás, ya que no todos los puntos de vista son
iguales para las personas. Algunas conclusiones pueden apoyarse en buenos
razonamientos, mientras que otras tienen un sustento más débil, pero frecuentemente se
desconoce cuál es cuál. Por ello, se tienen que dar argumentos en favor de las
conclusiones, para luego valorarlos y considerar cuán fuertes y verdaderos son.

Por lo tanto, argumentar es importante por otro motivo, ya que una vez que se ha
llegado a una conclusión apoyada en razones se explica y se la defiende mediante
argumentos fuertes, ya que de por si, se sustentan en elementos de convicción.

Cuando alguien desarrolla una argumentación para convencer a otro de que acepte su
tesis, lo hace en un determinado contexto, esto abarca las creencias, las costumbres,
las ideas de la comunidad a la cual ambos pertenecen. Además, el contexto determina
las convenciones lingüísticas (Código) que ambos usan, es decir, el valor semántico de
las palabras empleadas. Cuando el contexto en el que se desarrolla la argumentación no
es común a sus participantes, alguien puede fácilmente utilizar palabras que resulten
molestas o agraviantes para los demás.

Ahora si aplicamos la Argumentación al ámbito jurídica, vemos que es un término


relativamente nuevo, que nació en los años 50 del siglo XX, la cual fue introducida en
los procesos o juicios.

Mediante Decreto Legislativo N° 957, se aprobó el nuevo Código Penal, cuyo espíritu
es el sistema acusatorio, Con el nuevo Código Penal, el proceso se desarrolla bajo los
principios de contradicción e igualdad, adicionalmente, la oralidad es la esencia del
juzgamiento pues permite que los juicios se realicen con inmediación y publicidad, a la
vez que la libertad del imputado es la regla durante el proceso. Ahora esto obliga a las
partes a su preparación en la didáctica por su notable capacidad de síntesis, resulta la
definición que de este paradigma nos brinda Herbel: “El sistema acusatorio se
caracteriza por definir con claridad los roles específicos de cada parte: el defensor debe
de proteger los intereses del imputado, el fiscal procurar una política de persecución
penal eficaz y los jueces, dirimir los conflictos que no puedan ser resueltos por las
partes”.

Todo ello nos lleva a determinar un nuevo valor a la Argumentación como herramienta
de defensa en los ámbitos legales, lo que exige a los actores una gran capacidad de
razonamiento y expresión, de ahí que su auge en estos nuevos tiempos que vivimos.

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