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EL PSICÓLOGO EDUCATIVO DE LA MANO DE LA EDUCACIÓN INTEGRAL

La educación no solo se basa en adquirir conocimientos. En la actualidad, se están viendo


muchos problemas de aprendizaje y atención de distintos grados y severidad, por lo que se
hace necesario e indispensable la labor del psicólogo educativo en los colegios como pieza
fundamental para un buen desarrollo integral del menor. A continuación, se expondrán los
argumentos que definen la importancia del rol del psicólogo educativo en el desarrollo escolar
del niño.

El mundo actual en el que se desarrollan nuestros niños y jóvenes ha traído consigo diferentes
problemas y dificultades que se evidencian, en su mayoría, en las aulas educativas. Las
escuelas, cuya principal función es la enseñanza y el aprendizaje, acogen a niños y a jóvenes de
diversos estratos sociales y estilos de vida. Para muchos profesores, resulta un desafío muy
grande llevar a cabo sus funciones sin el apoyo de un profesional especializado en abordar las
dificultades que experimentan los niños y jóvenes en la educación.

El psicólogo es una figura clave en el desarrollo funcional y equilibrado de un centro educativo


en todos los niveles: Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachiller-FP. Su función
prioritaria es atender y fomentar el desarrollo psicológico en todos sus componentes —
psicomotriz, intelectual, social, afectivo-emocional — y en los tres agentes principales del
sistema educativo (alumnos, padres y profesores) (Garaigordobil, 2009).

Así pues, el rol que desempeña el psicólogo educativo ha cobrado gran importancia en las
últimas décadas, siendo necesario e imprescindible que los colegios, en la actualidad, cuenten
con el soporte de un psicólogo educativo que no solo se encargue de identificar y dar
seguimiento a las diversas dificultades de aprendizaje que presenten los estudiantes, sino que
también orienten a los docentes y autoridad escolares sobre las estrategias que pueden
utilizarse para la solución de estos problemas.

Por otro lado, el psicólogo educativo se involucra en proyectos a nivel institucional para
implementar estrategias innovadoras que mejoren la calidad educativa. En este sentido, la
colaboración y el apoyo de la plana docente y administrativa, así como los directivos de la
institución, es indispensable para el desarrollo de soluciones educativas que correspondan a
las características y necesidades propias del centro escolar; del mismo modo, se deben tomar
acciones que complementen y refuercen las labores de los docentes buscando siempre el
desarrollo integral del estudiante y su buen rendimiento académico.

En este contexto, el psicólogo desarrolla dos grandes líneas de acción:

1) La intervención psicológica terapéutica de enfoque clínico está centrada en los alumnos con
problemas emocionales e intelectuales que han sido identificados en exploraciones
diagnósticas previas y, tomando como base el diagnóstico, el psicólogo, o bien realiza el
tratamiento correspondiente de carácter individual, grupal o familiar (tratamientos de primer
nivel), o bien deriva el caso a profesionales de la salud mental o a otros servicios de la red
social de intervención existente.

2) La intervención psicológica psicoeducativa en base a programas implica seleccionar


programas existentes, implementarlos y evaluar los efectos de estos programas. El psicólogo
implementa estos programas, o forma al profesorado para que los aplique (en colaboración
con los responsables pedagógicos del centro) o contacta con organismos de la red de servicios
especializados disponibles para que los lleven a cabo. (Garaigordobil, 2009).

Estas intervenciones, que forman parte de la labor del psicólogo educativo, tienen la intensión
de resolver las dificultades que existan en el ambiente escolar y es indispensable lograr la
colaboración no solo del personal docente y administrativo del colegio. sino además recae en
el especialista conseguir el compromiso y la colaboración de la familia para que se logre tener
éxito. El respaldo de los directivos del colegio y la colaboración de la plana docente es
indispensable para que el psicólogo educativo pueda desempeñar sus funciones con total
libertad; de lo contrario, sus intenciones solo quedarían plasmados en informes y no se
llevarían a la práctica.

Del mismo modo, una de las funciones que a mi parecer resulta de las más importantes es la
que consiste en promover la orientación educativa en los colegios, a través del desarrollo de
talleres, charlas, conferencias y mesas de diálogos que sirvan de guía para padres, profesores y
estudiantes. Así como es importante la capacitación que reciben los profesores en cuanto a
los programas que se implementan para abordar las dificultades de aprendizajes, social o
emocional en los alumnos, también es fundamental que se les brinde a los padres información
clara y precisa sobre estos mismos programas para, de este modo, hacerlos partícipes del
progreso de sus hijos y se genere así un mayor compromiso por parte de la familia. En manos
del psicólogo educativo está que se forme el debido equilibrio entre familia y escuela, ya que
forma un lazo de unión entre padres, alumnos y profesores, guiando a cada uno de forma
efectiva hacia la meta fundamental que es el debido crecimiento académico y profesional de
los alumnos. (Hernández, 2008). La participación en conjunto de escuela – hogar resulta
significativo para que los estudiantes puedan desempeñarse de forma exitosa en los diferentes
aspectos de su vida.

Para lograr su propósito, el psicólogo educativo desarrolla características sustanciales como la


empatía, el respeto, la motivación, la tolerancia y la confianza. Es imposible que un profesional
dedicado a esta especialidad carezca de uno de estos rasgos distintivos que son elementales
para la práctica de su profesión, que lo lleva aplicar conocimientos de la Psicología para
propiciar cambios. La convivencia con niños y jóvenes pone a prueba cada día su templanza y
creatividad. Es crucial que reconozca el impacto que su rol va tener sobre los estudiantes y los
padres de familia. Para (Cline “et al”, 2017) Además, el PE trabaja en distintos niveles de
contextos, con diferentes personas, influenciando, en el sentido más amplio, a los niños en su
desarrollo. (p.8) Es evidente que el papel del psicólogo educativo va mucho más allá de lo que
se puede pensar, aunque lamentablemente en algunas instituciones releguen su trabajo a ser
“apoyo del docente”.

A modo de cierre, el rol del psicólogo educativo es de suma importancia si lo que se busca es el
desarrollo integral del estudiante tanto en el ámbito académico, familiar y social. El colegio
tiene como una de sus obligaciones implementar programas y desarrollar estrategias que
faciliten la adaptación e integración del alumno; del mismo modo que debe garantizar el
desarrollo de todos los estudiantes, independientemente de las dificultades que se presenten.
El éxito de estos programas va a depender de la colaboración que exista entre escuela y hogar,
contextos que, de la mano del psicólogo educativo, buscarán la manera más optima de poder
alcanzar los objetivos trazados para una educación de calidad a favor de los estudiantes.

Celia Yesenia Odar Huamán


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