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La privación de horas de sueño causa cambios en el cerebro que estimulan el

deseo por comer alimentos ricos en calorías, sin un aumento real de la demanda
metabólica o del hambre por parte del organismo. Así lo indica un estudio
realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de California en
Berkeley, y publicado en la revista COMUNICACIONES DE LA NATURALEZA.
Varios estudios epidemiológicos ya habían puesto de manifiesto que el fuerte
aumento de la obesidad en el mundo está directamente relacionado con el
descenso general en el número de horas de sueño de la población. Sin embargo,
hasta ahora no existía una explicación clara del por qué la escasez de descanso
nocturno se traducía en un mayor deseo por la comida hipercalórico.  
Además el metabolismo puede ser afectado por predisposición genética, este
también se refleja en la carencia del sueño o en la mala calidad del sueño, lo que
trae graves consecuencias de salud, como, enfermedades cardiovasculares e
hipertensión cuyas enfermedades suelen llevar a la persona a morir, este
síndrome de metabolismo también implica la poca actividad física o malos hábitos
alimentarios además del sueño, pero cabe destacar que esto último que
describimos, también interfiere en una mala calidad de sueño.

Las glándulas producen hormonas existen dos tipos de hormonas que además de
estar asociadas con la regulación del sueño y el metabolismo también interfieren
en el apetito, estas hormonas son la leptina como decíamos anteriormente la cual
puede disminuir en la privación del sueño, lo que ocasiona mas hambre al
despertar, y cuando no dormimos lo suficiente los niveles de la hormona grelina
aumentan estimulando el apetito. (Quan, Baldwin y Reynaga, 2016)
 
La obesidad es el factor que mas incluye por falta del sueño y esta se origina por
dichas hormonas que secretan el organismo, pues la sensación de comer es
mayor, por esto debemos dormir un máximo de 8 horas. Pero analicemos que
pasa también si dormimos demasiado pues estudios realizados han demostrado
que dormir mucho afecta el metabolismo igual que tener disminución del sueño ya
que habría menos energía en el organismo y permite que haya aún más sueño
como si no hubiésemos descansado lo suficiente, n p obstante, la regulación de la
energía en el cuerpo también se ocasiona por el aumento de sueño lo que quiere
decir que el sueño va a influir siempre en el metabolismo.
En conclusión, de estas dos preguntas pienso que es importante dormir y
descansar lo necesario y si por ende es imposible realizar estos ejercicios
simplemente podemos tener una siesta de no mas de 30 minutos según
recomendaciones del estudio realizado por médicos e investigadores, y así
recuperar algo de lo que no pudimos descansar en la noche. También hacer
ejercicio ayuda a contribuir con la disminución de peso si no con la calidad del
sueño y que nuestro proceso metabólico será mejor porque la temperatura del
cuerpo será la adecuada en la noche mientras dormimos, cabe resaltar que lo
importante no es la cantidad del sueño sino la calidad del sueño no por ello
debemos de dejar de descansar lo necesario y recomendable para tener una vida
sana

La leptina es secretada por las celulas grasas y sus efectos principales son inhibir
la ingesta de comida y aumentar el uso de la energia, la grhelina es una hormona
que estimula el apetito, se  ha logrado demostar que mediante numerosos
estudios el sueño insuficiente produce efectos que cambian los niveles de estas
hormonas   y se relaciona  con el riego de tener una mayor sensacion de hambre y
como consecuencia se presenta la obesidad que se ha convertido en el principal
problema de la salud.
En un estudio epidemiológico, se confirmó la asociación entre acortamiento del
tiempo de sueño y disminución de los valores de leptina y aumento de los de
ghrelina.Los sujetos fueron 1.024 del estudio de la Cohorte de Sueño de
Wisconsin, a los que, además de que aportaran información subjetiva sobre su
sueño, se les hizo un registro de sueño poligráfico, después del cual se les extrajo
sangre en ayunas para determinar los niveles de leptina y ghrelina, entre otras
hormonas y principios inmediatos. La comparación de un sueño de 5 horas con
uno de 8 horas (determinados con registros poligráficos) mostró para el primero
una disminución del 15,5% de la leptinemia y un aumento del 14,9% de los valores
de ghrelina. Es decir, dos estudios con métodos dispares confirmaron que un
sueño de duración acortada se acompaña de un aumento de apetito debido a una
disminución de la leptina y un aumento de la ghrelina. (Mendoza,2014,P83)
 

Las hormonas que le indican al cerebro si aumenta o disminuye el apetito


corresponden al nombre de leptina (reductora del apetito) y grelina (estimulante
del apetito) estas hormonas influyen al momento que la duración de sueño es
totalmente descontrolada y cambian sus niveles, afectando el organismo.
La persona que tiene un patrón de sueño sin alteraciones, tiene menos
posibilidades de padecer desórdenes alimenticios como la obesidad y en su otro
extremo la anorexia, el hecho de acortar los periodos de sueño, disminuye los
valores de leptina y el aumento de grelina lo cual produce el incremento del apetito
en las personas por consumir alimentos ricos en calorías con altos contenidos en
hidratos de carbono. Algunos de los síntomas que se pueden presentar con
respecto a la privación del sueño pueden ser los siguientes:  Cansancio físico,
disminución de la leptina, niveles altos de grelina, niveles altos de cortisol e
incremento en el deseo de comer, los cuales a su vez producen un efecto en
nuestro cuerpo los cuales pueden manifestarse con la disminución de la actividad
física, el aumento de hambre y por ende con el consumo excesivo de alimentos
con alto contenido calórico, más conocidos como alimentos poco saludables
(comida chatarra)  trayendo consigo como consecuencia el sobrepeso y la
obesidad.
Referencias:

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