Está en la página 1de 13

LA PAZ

El profeta Isaías sabía cómo era el hijo de Dios, lo explicó a través


de sus nombres. Lo escribió en el capítulo 9:6 “Porque nos ha
nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido
el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus
planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz”.
Hay muchas personas manejando fuertes cantidades de estrés en
nuestra sociedad. He visto tres cosas que nos roban la paz mental
que Dios quiere que tengamos:
1.Cuando las circunstancias son incontrolables tendemos a perder
nuestra paz.
Mucho de nuestra vida está fuera de control, puede ser un problema
de tráfico y no poder hacer nada al respecto, solo quedarte sentado
y esperar. Pero hay cosas más importantes en la vida que están
fuera de tu control. He conocido parejas que querían tener un bebé
y no sucedió, he conocido solteros que se quieren casar y no ha
sucedido. Muchas cosas están fuera de tu control y cuando esto
sucede nos frustramos y perdemos la paz mental.

2.Ante las personas que no quieren cambiar tendemos a perder


nuestra paz.
Las personas son resistentes al cambio, seguro que conocen a
alguien en su familia que no quiere cooperar para cambiar. Y
nosotros nos preguntamos por qué se resisten y ellos se molestan
contigo. La manera más rápida de perder tu paz mental es
intentando cambiar a alguien porque ellos no van a cambiar y
nosotros nos frustramos y perdemos la paz.

1
3.Cuando los problemas son inexplicables también tendemos a
perder nuestra paz.
Sabemos que la vida no es justa, que no todo va a tener un final
feliz y que las cosas no siempre terminan bien. Lo que lo hace más
difícil es que no vas a saber el por qué. Y cuando las cosas en la
vida no salen como lo quieres y no sabes el por qué, tiendes a
frustrarte. Empiezas a sentirse nervioso y ansioso y pierdes tu paz.
Dios nos ha prometido paz mental porque es una necesidad
fundamental en tu vida. De hecho uno de los nombres hebreos de
Dios es Jehová Shalom, la palabra ”Shalom” significa “Paz”; Jehová
Shalom significa “soy el Dios de Paz”. Una de las formas de
saludar más utilizada por los cristianos en el Nuevo Testamento
era decir “gracia y paz”. Fuimos hechos para vivir vidas
pacíficas.

Juan 14:27 “Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy
como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan
miedo”.

Si Dios dice “les dejo la paz” es porque nos la da, nos la regala.
No es algo que te ganas, no es algo que mereces, no compites ni
haces méritos para ganarlo, no tienes que suplicar o mendigar para
obtenerla,… es un regalo y entonces ¿por qué no la tengo?

Vamos a ver el camino hacia una paz personal.

La paz no tiene nada que ver con una vida sin problemas. Si
esperas que tus problemas se resuelvan para poder estar en paz,
nunca lo estarás porque Jesús dijo Juan 16:33 “Les digo todo esto
para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo,
ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al
mundo”.
2
La paz mental no viene de una vida sin conflictos. Es más
¿sabes que puedes tener paz mental en medio de un conflicto?
claro que sí!!!

La paz personal es el resultado de tres decisiones que tienes


que tomar.

1. ACEPTAR LO QUE NO SE PUEDE CAMBIAR. Preocuparte por lo


que no se puede cambiar no te dará paz. Puedes sentirte amargado
o tener rencor por algo que no se puede cambiar, pero eso no te
dará paz. Sentirte culpable de cosas que no se pueden cambiar no
te brindará paz. Así que no sientas pena por ti mismo por cosas que
no se pueden cambiar en tu vida. Solo una cosa te va a dar paz en
tu vida y eso es la aceptación.

En 2 Samuel capítulo 12 se encuentra la historia de un bebé del rey


David que estaba muriendo. David hizo todo lo que pudo para evitar
que este bebé muriera, fue al templo y por siete días completo, oró,
ayunó y clamó a Dios para que salvara al bebé y el séptimo día el
bebé murió. Dios no respondió a la oración de David, no sabemos
por qué; algún día sabremos la razón. Dios tenía un plan y un
propósito para eso. Si este hombre estaba devastado ante un bebé
en su lecho de muerte cómo va a reaccionar cuando se entere que
ha muerto. Los oficiales de David tenían miedo de decirle lo que
había pasado, pero David se puso de pie y preguntó ¿el bebé ha
muerto? Sí le respondieron. David se puso de pie, se dio un baño,
se cambió de ropa, comió bien y entró en el templo para adorar.
Después fue a su casa, pidió de comer y comió.
Los oficiales estaban atónitos y le dijeron estabas en agonía ante la
muerte del bebé ¿y ahora que ha muerto estás bien? ¿qué ha
pasado?. Y él respondió: “El bebé se ha ido al cielo y algún día lo
acompañaré. Por lo pronto no hay más que se pueda hacer”. David
aceptó lo que no pudo ser.
3
Mientras que Pablo estaba encarcelado en Roma escribió varias
cartas, entre ellas Filipenses que es el libro más positivo de la Biblia.
Filipenses 4:11-13 “No lo digo porque yo esté necesitado, pues he
aprendido a contentarme con lo que tengo. Sé lo que es vivir en la
pobreza, y también lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a
hacer frente a cualquier situación, lo mismo a estar satisfecho que a
tener hambre, a tener de sobra que a no tener nada. A todo puedo
hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece”.

La aceptación de cómo son las cosas es una experiencia que se


aprende y la aprendemos a pasar por momentos difíciles. Es una
decisión y solo es posible hacerlo con un poder sobrenatural. Nunca
podrás aceptar las cosas de la vida sin el poder de Dios, sin el poder
de Cristo en tu vida. Permíteme decirte cual es la razón que te
impide alcanzar la paz, qué es lo que te mantiene tenso en tu vida:
es tu exigencia de tener una respuesta, demandas una explicación,
cuando algo no va de acuerdo con lo que pensaste, preguntas ¿por
qué Dios? ¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué lo permites?
¿Por qué me sucede esto? Y mientras más vueltas le des al asunto
en tu cabeza te mantendrás en perturbación.
Permíteme decir algo sobre tu exigencia de una explicación o tu
necesidad de saber por qué suceden las cosas así en tu vida.

1. Dios no te debe una explicación de nada. Él no está obligado a


explicar lo que hace en ti. Tú eres la creación y Él el creador. Dios
es un Dios bueno, justo, razonable y amoroso. Él entiende lo que tú
no sabes. Y lo único que tienes que decir es: “está bien”

2. Aún si Dios te explicara el por qué de las cosas probablemente no lo


entenderías. Tú no puedes comprender todos los planes de Dios,
hay fuerzas que trabajan en tu vida, en tu familia, en nuestro mundo
y a lo largo de la Historia. Que si Dios se tomara el tiempo para
4
explicarte cómo generaciones han afectado a otras generaciones, y
estas últimas a otras y así sucesivamente. Probablemente no lo
entenderías aún si lo supieras.

3. Las explicaciones nunca traen paz. Piensas si tan solo supiera por
qué paso esto entonces tendría sentido todo. No es cierto, no es
cierto! Algunos de vosotros habéis comprendido el porqué de
determinados sucesos y aún así no tenéis paz, tras la explicación te
sentiste molesto, amargado, enojado o triste porque las
explicaciones no satisfacen.

Lo que nos da consuelo es la presencia de Dios en nuestras vidas,


su cuidado su interés y su ayuda, no sus explicaciones. Deja de
buscar algo que no necesitas. Un ejemplo clásico de aceptar que las
cosas no se pueden cambiar es la historia de Job. Él era el hombre
más rico del mundo, muy devoto y dedicado a Dios y en un lapso de
cuarenta y ocho horas lo perdió todo: primero sus diez hijos fueron
asesinados (ya es más que suficiente), luego perdió su fortuna, sus
cosechas y sus ganados fueron destruidos dejándolo en la
bancarrota de la noche a la mañana y si eso no fuera suficiente
contrajo una enfermedad dolorosa que dejaba su cuerpo ardiendo
las veinticuatro horas del día. ¡Y nosotros pensamos que tenemos
días malos! ¡eso es tener un día malo!. Lo único que no perdió fue a
su esposa que solo se quejaba y molestaba diciendo: ¿Job, por qué
no insultas a Dios y te mueres? Lo más difícil para Job era que no le
habían dado una razón por la cual todo esto había sucedido. No
hubo un aviso de Dios que le dijera: “ahora voy a hacer esto en tu
vida por esta razón”. Si leemos el libro de Job vemos que detrás de
todo esto hay una fuerza. Dios permitió una prueba en la que
Satanás estaba involucrado, estaban sucediendo muchas cosas que
Job no hubiera entendido, nosotros lo podemos ver retrocediendo
5
en la historia pero él no tenía ninguna idea de lo que estaba
pasando en ese momento. Nada tenía sentido, y Job pensaba ¿Dios
por qué me sucede esto? Soy un buen hombre, soy un buen
hombre! durante treinta y siete capítulos Dios no dijo nada.
¿Alguna vez te has vivido en una crisis donde Dios se ha mantenido
en silencio? Esa es una de las cosas más difíciles de manejar en la
vida. Tú preguntas al Padre ¿por qué sucede esto? Y el cielo se
mantiene en silencio es como si tus oraciones no llegan a oídos de
Dios, se quedan aquí en tu casa.
Job estaba pasando por la prueba más grande de su vida, era
una prueba de paz mental pero también de carácter. job dijo
“aunque me mate seguiré confiando en él”. este es un gran
aprendizaje para nuestra vida, cuando dios guarda silencio
necesitas aceptarlo. Dios no te dará la respuesta en la prueba,
puede que te la dé después, o cuando llegues al cielo, pero seguro
que no te la dará en la prueba.
Muchas personas hacen la oración de la serenidad cada día, puede
que estés familiarizado con ella:
“Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo
cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría
para reconocer la diferencia“

Esta famosa oración la hizo un teólogo alemán llamado Reinhold


Niebuhr. Pero ha sido modificada, hay un mensaje precioso sobre la
paz justo donde han cortado la oración. Permítanme la oración de
la serenidad al completo:
“Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo
cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría
para reconocer la diferencia.
Viviendo día a día;
disfrutando de cada momento;
sobrellevando las privaciones como un camino hacia la paz;
aceptando este mundo impuro tal cual es
6
y no como yo creo que debería ser,
tal y como hizo Jesús en la tierra:
así, confiando en que obrarás siempre el bien;
así, entregándome a Tu voluntad,
podré ser razonablemente feliz en esta vida
y alcanzar la felicidad suprema a Tu lado en la próxima”
Amén.

Son diferentes ¿verdad? Todo el poder se encuentra en la segunda


parte de la oración, es a través de la aceptación, de la confianza y
de la rendición que podrás encontrar el camino a la paz. Esto es lo
que hay que hacer, cuando pases por una experiencia que no te
guste, haz lo que puedas y luego acepta lo que no se puede
cambiar: si tienes un problema de salud, ve a diferentes doctores
hasta que diagnostiquen que está pasando y una vez se sepa y se
hace el tratamiento y no hay nada más que se pueda hacer, tienes
que aceptar lo que no se puede cambiar.

Juan 14:27 “Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como
la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo”.

NO PUEDES TENER LA PAZ DE DIOS HASTA QUE PRIMERO


HAGAS LAS PACES CON DIOS.

2. EL CAMINO HACIA LA PAZ PERSONAL ES CONFIAR EL


CUIDADO AMOROSO DE DIOS.

Isaías 26:3: “Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme,


porque confían en ti”.

7
Isaías 54:10 “Aunque las montañas cambien de lugar y los cerros se
vengan abajo, mi amor por ti no cambiará ni se vendrá abajo mi
alianza de paz. Lo dice el Señor, que se compadece de ti”.

Pro 3:5 y 6: “Confía de todo corazón en el Señor y no en tu propia


inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te
llevará por el camino recto”

Sal 4:8 “Yo me acuesto tranquilo y me duermo en seguida, pues tú,


Señor, me haces vivir confiado”.

Tal y como hemos dicho siempre vamos a tener una vida con
problemas, si no es esto será lo otro. Los que somos aficionados a
hacer listas ponemos el problema más importante como el nº1 y en
cuanto se resuelve el 2º pasa a ser el 1º. Y qué decir del 3º que
pasó a ser el 2º, cuando se resuelve uno de los problemas los
demás ascienden de puesto. Esto es la vida, tener un problema tras
otro y ello se debe a tres razones:

1. Adán y Eva se equivocaron, sucumbieron a la tentación y eso


permitió que el pecado entrara al mundo y ahora nosotros estamos
pagando el resultado, vivimos en un mundo caído y que es
imperfecto.

2. Tienes un enemigo y su nombre es Satanás. Él quiere destruir tu


mente, tu salud, tus finanzas, tu familia, tus amigos y con más
motivo porque estas tratando de hacer lo correcto. Él va a tratar de
perjudicarte como sea, tienes un enemigo personal que está
compitiendo contra ti y a eso súmale tus errores personales. La
mayoría del sufrimiento que hay en mi vida proviene de mis
decisiones equivocadas y así e diablo no tiene que
preocuparse de mí porque yo me perjudico a mí misma.

8
A veces no es responsabilidad de nadie que estemos sufriendo ni
consecuencia de ningún pecado. En Juan 9.1-3
“Al salir, Jesús vio a su paso a un hombre que había nacido ciego.
Sus discípulos le preguntaron:
—Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de
sus padres, o por su propio pecado?
Jesús les contestó:
—Ni por su propio pecado ni por el de sus padres; fue más bien
para que en él se demuestre lo que Dios puede hacer”.

Indepedientemente del tipo de problema que tengamos, lo que


importa el cuidado amoroso de Dios.

Filipenses 4:6-7 “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a


Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará
su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y
esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de
Cristo Jesús”.

Cuando te encuentras ante una situación incontrolable,


reaccionas de dos formas:
a) Te vuelves más fuerte, y la quieres controlar. Dices “voy a
hacer que esto funcione” y cuanto más controlador y compulsivo te
vuelvas más infeliz serás.
b) No puedo con esto, no voy a intentarlo de nuevo. Soy una
víctima y lo seré toda mi vida, se llenan de lástima y se desaniman.

Estas dos reacciones no funcionan, mejor debes tomar el tercer


paso hacia el camino de la paz.

3. RENDIRTE AL AMOROSO CONTROL DE DIOS. La verdadera


razón por la que estás intranquilo, ansioso y tenso es porque estás

9
peleando una guerra con Dios, piensas que tú lo puedes hacer
mejor.

Cada día al despertar tienes una decisión que tomar ¿quién va a


estar al mando de mi vida? Dios o yo ¿quién va a tener el control de
mi vida? Piensas que tú lo vas a hacer mejor. Lees versículos que
te piden un cambio y dices “eso no es para mí”. ¿Piensas que sabes
todo? ¿piensas que sabes más que Dios? Si haces eso tu vida se
descontrolará más porque estás en guerra con Dios.
Escucha lo que te dice Dios en Romanos 8:6 “Y preocuparse por
seguir las inclinaciones de la naturaleza débil lleva a la muerte;
pero preocuparse por las cosas del Espíritu lleva a la vida y a la
paz”.
Aquí tenemos las dos alternativas: la vida que nos trae el Espíritu o
la muerte. Es obvio que vas a perder la guerra contra Dios, no hay
manera de que puedas ganar en una discusión con Dios.
A veces nos incapacita para mostrarnos quien está en el control. Él
te ama tanto que no va a dejarte ganar. Si tú quieres tener una paz
mental profunda, personal y satisfactoria; paz en tu corazón y en tu
alma tienes que cederle el control de tu vida a Dios.
¿Cómo saber si ya lo hiciste? Pues la evidencia de una vida
rendida a Dios es la obediencia. Cuando Dios dice “hazlo”, lo
hago. No importa si no lo entiendo, no me importa si alguien más lo
está haciendo, lo hago. No importa si es popular, lo hago. No me
importa si es fácil o difícil, lo hago. Si Dios dice en su Palabra que lo
haga, sin importarme lo que vea desde mi perspectiva humana, lo
haré. Y lo haré porque me he rendido a su control, cuando
escucho su Palabra y sigo su dirección ¿cuál será el resultado?
Siempre será el mismo: PAZ.
Salmo 119:165 “Los que aman tu enseñanza gozan de mucha paz,

10
y nada los hace caer”.
Es muy posible que te encuentres en una circunstancia
incontrolable, que alguna persona a tu alrededor sea incambiable
o que estés pasando por un problema inexplicable, pero la buena
noticia es que puedes tener paz. PUEDES TENER LA PAZ DE
DIOS EN TU VIDA, PERO PRIMERO TIENES QUE HACER LAS
PACES CON DIOS. No puedes tener la paz de Dios si no haces las
paces con Él. ¿Cómo haces esto? RINDIENDO TU VIDA
ENTERA A DIOS.
Romanos 5:1 “Puesto que Dios ya nos ha hecho justos gracias a la
fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Permitidme hacer una pregunta lógica ¿no estás cansado de estar
en guerra con Dios? ¿no es agotador y estéril? Esa es la mayor
fuente de estrés en tu vida, cuando te levantas y dices “yo voy a
jugar a ser Dios”. ¿Cuál es el resultado de tener el control de mi
propia vida? Preocupación, culpa, amargura, resentimiento,
ansiedad, temor, fatiga, depresión, nerviosismo, desesperación,…
muchos de vosotros habéis sentido estas emociones. ¿Cuál es el
resultado de tener a Jesucristo como centro de tu vida y
rendirte a su voluntad? PAZ, PODER, FUERZA, PROPÓSITO,
SIGNIFICADO, GOZO, LA MEJOR VIDA POSIBLE QUE UNA
PUEDA TENER EN LA TIERRA Y POR SUPUESTO LA VIDA
ETERNA.
¿Por qué no rindes cada una de las áreas de tu vida a Dios? Les
diré el porqué. Porque estás resentido con Dios, ¿yo resentido con
Dios? Así es, hay un resentimiento. ¿Por qué cosas estás enojado
con Dios? Puede ser por un tema matrimonial, o con tus hijos, por
algún problema físico de nacimiento, por un tema de salud, o por
esos planes que no se dieron como los planeaste, o por la muerte
de ese ser querido que murió antes de lo que tú considerabas ya
que según tú, sabes más que Dios.
11
¿No te das cuentas que cuando te aferras a tu ira y dices “sé más
que Dios”, estás obstaculizando tu fuente de esperanza, sanidad y
ayuda que necesitas en tu vida? Necesitas dejar lo ir, necesitas
darte cuenta de que estás en guerra con Dios por ese problema, y
es ese problema el que te está quitando la paz de Dios de tu
corazón.
No hay ninguna cosa mala que te haya sucedido que Dios no te
haya podido evitar. Dios pudo haber prevenido todas las cosas
malas que han sucedido en tu vida y podrías preguntar ¿por qué no
lo hizo? No lo sé. No conozco todas las respuestas, ni todos los
detalles. Pero lo que sí sé es que vivimos en un mundo
imperfecto donde somos libres de tomar malas decisiones y
también las demás personas y como resultado otros terminan
lastimados.
Dios tiene un propósito más grande que los problemas que
enfrentas y que está más interesado en tu carácter que en tu
comodidad. Él quiere edificarte y sé que si todo fuera bien en tu vida
serías un chico mal criado que tuvo todo lo que quería. Dios sabe
cuánto puedes soportar. Vivimos en la tierra y es imperfecta en el
cielo tendremos toda la comodidad suprema. Si tú piensas que Dios
quiere que tengas una vida sin problemas es que estás bromeando.
Dios quiere que tengas una vida con dolor, porque Él quiere que
crezcas. Dios tiene preparados unos premios que recibirás en el
cielo según hayas reaccionado aquí en la tierra. Y lo que sé es que
Dios te ama profundamente y quiere que confíes en Él.
Como conclusión sabemos que solo hay un camino hacia la paz,
que es a través de la aceptación de aquello que no se puede
cambiar, la confianza en el cuidado amoroso de Dios y la rendición
al amoroso control del Señor.
Filipenses 4: 6-7: “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a
Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará
12
su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y
esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de
Cristo Jesús”.

13

También podría gustarte