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-El C1 a su vez está formado por 3 subcomponentes C1q, C1r, C1s, los dos últimos con
actividad de proteasa.
-Varias proteínas del complemento son divididas durante la activación del sistema y los
fragmentos están designados con sufijos en subíndices (por ejemplo, C3 se divide en dos
fragmentos, C3a y C3b).
-Normalmente, los fragmentos más grandes se designan como “b” y los pequeños como
“a”. -La nomenclatura cambia para C2, por razones históricas: el fragmento mayor se
denomina C2a y el menor C2b.
-La vía clásica: dependiente de complejos antígeno-anticuerpo o por la proteína C reactiva, la ruta
clásica conecta con el sistema inmune adaptativo por medio de su interacción con
inmunocomplejos.
-La vía alterna: iniciada por sustancias localizadas en la superficie de microorganismos, la ruta
alternativa conecta con el sistema de inmunidad natural o inespecífica, interaccionando
directamente con la superficie del microorganismo.
-La vía de la lectina: que se une a la manosa (LUM), conocida también como la vía clásica
independiente de anticuerpos, La ruta de las lectinas es una especie de variante de la ruta clásica,
pero que se inicia sin necesidad de anticuerpos, y por lo tanto pertenece al sistema de inmunidad
natural.
La primera vía del complemento que fue descubierta fue la vía clásica. La vía alterna fue la segunda
en descubrirse, sus proteínas son llamadas factores y están seguidas por una letra, como el factor B,
factor H, factor D, factor I, factor P, etc. Las proteínas del complemento localizadas sobre las
membranas de las células pueden ser receptores para proteínas del complemento activadas o para
proteínas reguladoras del complemento.
La activación de la ruta clásica comienza por la unión del complejo C1 a anticuerpos unidos a
antígenos (inmunocomplejos).
El C1 es un complejo formado por 5 proteínas y estabilizado por iones Ca2+. Consta de una
molécula de C1q, dos de C1r y otras dos de C1s.
C1q: se puede considerar formado por tres copias de una unidad fundamental. Cada unidad tiene
forma de "Y", y está a su vez constituida por dos grupos de tres cadenas cada uno que forman entre
sí una triple hélice. El extremo carboxi-terminal tiene configuración globular, y es el sitio de unión
a la porción Fc de la inmunoglobulina. El componente C1q completo tiene forma de ramillete, con
18 cadenas polipeptídicas (resultado de 3 unidades a base de 2 "ramas" con 3 cadenas cada una).
El siguiente paso es la rotura catalítica de C4 por la serín-proteasa de C1s dentro del complejo
activo C1q r2 s2, liberándose el fragmento pequeño C4a (que queda en disolución) y el fragmento
C4b*. Este C4b* es un intermediario inestable que enseguida es atacado nucleofílicamente: la
mayoría de las moléculas se hidroliza por agua, para dar la forma inactiva iC4b, mientras que
algunas moléculas forman enlaces covalentes con grupos amino o hidroxilo de moléculas de
superficie del microorganismo. De esta forma, el invasor queda con algunas moléculas de C4b
unidas a su membrana.
-El C3 intacto posee un enlace tioéster interno (adquirido por modificación postraduccional de la
proteína) entre una cisteína y una glutamina cercanas entre sí. Este enlace como tal es muy estable
(su vida media es de unas 600 horas).
-La C3-convertasa cataliza la rutura proteolítica del C3 cerca del extremo amino-terminal de la
cadena a , generando C3a y el componente inestable C3b*.
-En el C3b* el enlace tioéster se vuelve muy inestable (vida media 60 microsegundos): el azufre
queda con carga neta negativa (-S-), mientras que el carbono queda como grupo carbonilo (-C+
=O). De esta forma, este enlace se vuelve muy susceptible a ataque nucleofílico.
-El enlace tioéster interno del C3 se hidroliza espontáneamente en agua, dando una forma activada
llamada C3i. Esto es lo que se conoce como activación al ralentí (activación tick-over).
-El C3i actúa ahora como sitio de unión para el factor B, generando el complejo C3iB, sobre el que
actúa el factor D, que rompe el B unido para generar Ba y el complejo C3iBb, que actúa como una
C-3 convertasa en fase fluida. Como tal, escinde el C3 en C3a y C3b*.
-Como acabamos de decir, cuando alguna molécula de C3b* se encuentra con la superficie de un
microorganismo, se une covalentemente a ella, iniciándose un circuito de amplificación que va a
conducir a que muchas moléculas de C3b se anclen.
-El C3b recién unido a la membrana microbiana sirve para que espontáneamente se una a él el
factor B. El resultante complejo C3bB es a su vez sustrato del factor D, que es otra serín-proteasa,
la cual rompe el B unido, generando el complejo activo C3bBb.
-Recojamos la pregunta que nos hicimos anteriormente: ¿por qué el bucle positivo que acabamos de
estudiar sólo se produce en las membranas de microorganismos y no también en las de las células
del hospedador? La respuesta estriba en un sistema de regulación negativa del complemento que
está ocurriendo en las membranas propias:
-Conforme se produce en el suero el C3b*, el factor H se une a él, y los dos juntos se anclan a las
membranas celulares del individuo. Entonces actúa el factor I, que rompe al C3, desplazando al
factor H, que vuelve intacto al suero, listo para ejercer otra vez su acción.
-Inmediatamente, el factor I vuelve a actuar sobre el solitario C3b unido a la membrana propia,
inactivándolo.
-La ruta de las lectinas, reconocida recientemente como una tercera forma de iniciar la activación
del complemento, consiste esencialmente en una forma distinta de activar los componentes C2 y C4
de la ruta clásica.
-La ruta comienza por la acción de la proteína de unión a mananos (MBP). Se trata de un
componente parecido estructuralmente al C1q: hexámeros con 18 cadenas polipeptídicas idénticas
enrolladas de tres en tres. Los hexámeros de MBP se pueden unir con dos unidades de C1r y dos de
C1s, pero parece que va acompañada de su propia serín-proteasa (denominada MASP), que muestra
casi 40% de homología con C1r o C1s.
-La MBP se une preferentemente a los extremos de manosa, fucosa y glucosamina de polisacáridos
o glucoproteínas de membrana de gran variedad de bacterias.
Complejos antígeno-anticuerpo.
La activación del complemento por la vía clásica requiere de la presencia de complejos antígeno-
anticuerpo. Mientras que los antígenos pueden ser solubles o particulados, los anticuerpos tienen
que ser de las clases IgM e IgG (excepto IgG4).
Quimiotaxis. El fragmento C5a muestra una potente actividad quimiotáctica sobre neutrófilos,
basófilos, eosinófilos y monocitos, en orden decreciente.
Adherencia inmune. El fragmento C4b tiene la propiedad de interaccionar con receptores de otras
células, promoviendo su agregación y facilitando su remoción por fagocitosis.
Lisis activa. El complejo C5b67 tiene la propiedad de interaccionar con la membrana de diversas
células facilitando la inserción de C8 y C9.
-Los pequeños péptidos C3a y C5a funcionan como anafilotoxinas, desencadenando la respuesta
inflamatoria
-Eliminación de inmunocomplejos