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Matías el Apóstol

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Matías el
Apóstol

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Apóstol
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Matías (del hebreo ‫מַ ִּת תְ י ָהּו‬, Matityahu, en griego koiné Μαθθίας, Maththías 1)
(muerto ca. 80 d. C.), según los Hechos de los Apóstoles, fue
elegido apóstol después de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret para
sustituir a Judas Iscariote tras su traición a Jesús y su posterior suicidio.2 Su
llamado como apóstol es único en que su nombramiento no fue hecho
personalmente por Jesús, quien de acuerdo a la enseñanza cristiana ya
había ascendido al cielo, y también se hizo antes de la venida del Espíritu
Santo sobre la Iglesia primitiva.

Índice
 1Nombre y
elección
 2Actividad de
Matías
 3Véase también
 4Referencias
 5Bibliografía
 6Enlaces externos
Nombre y elección[editar]
Su nombre significa regalo de Yahvé, lo mismo que el de Matatías (1 Mach 2,1)
y Mateo. Todos ellos derivan de una dicción hebrea a la que se añade la forma
apocopada del nombre de Yahvé, resultando mattityahu (Matatías), que a su vez
se abrevia de dos maneras: mattai (Mateo) y mattiit (Matías). El entronque
filológico y el significado de los dos últimos nombres ocasionó confusión entre los
varios individuos de este nombre que reemplazó a Judas Iscariote.
Aparece Matías en el Nuevo Testamento cuando entró en el grupo de los Doce
(Hechos 1,21-26). Según los requisitos exigidos en este texto Matías debió de ser
un discípulo de la primera hora y, en términos generales, seguir, en compañía de
los Doce, las incidencias de la vida y ministerio de Jesús, de cuyos hechos y
doctrinas debía dar testimonio; lo cual da cierta verosimilitud a la noticia
de Eusebio (Hist. Ecl., 1,12.3: PG 20,117) sobre la posibilidad de que Matías fuese
uno de los «Setenta» (Lc 10,1). Tal vez fue testigo de la Resurrección de Jesús, y
pudo presenciar alguna aparición del mismo.
A la muerte de Jesús, y a los pocos días de la Ascensión, San Pedro reunido con
la comunidad cristiana (unas 120 almas) en Jerusalén explicó que, según estaba
previsto en las Escrituras (Salmos 41:9), uno de
los Apóstoles había prevaricado (Hechos 1:17-25), y que otro había de
reemplazarle: "Sean sus días pocos, tome otro su oficio" (Salmos 109:8); por
tanto, se imponía una elección. Se propusieron dos nombres: «José, por
sobrenombre Barsaba, llamado Justo, y Matías». Se pronunció una oración
dirigida al Señor para que manifestase su voluntad acerca de elección del nuevo
Apóstol, lo mismo que antaño con la de los Doce primeros (Mc 3,13-19, par.), y se
dejó al procedimiento de las suertes, corriente ya en el Antiguo Testamento (cfr.
los 7,14.16; 14,2; lo 1,7), la manifestación de dicha voluntad. Ésta fue que la
vacante de Judas la cubriese Matías.
¿Por qué «era necesario» nombrar uno para el puesto de Judas?
Cuando Santiago el Mayor murió hacia el a. 44 (Hechos 12,2) no se nombró otro
en su lugar, ni Pablo de Tarso fue nunca considerado su sustituto. Los «Doce
Apóstoles» elegidos por Jesús lo son para el presente y para el futuro, cuando
«juzguen (como nuevos «doce» patriarcas) a las doce tribus de Israel» (Mt 19,28;
Le 22,31); y por su número ellos expresan una plenitud que, en este caso,
representa la plenitud del Pueblo de Dios. Por la primera razón, Santiago al morir
no dejó ninguna vacante, no terminó su apostolado; mientras que la traición de
Judas y su muerte sin arrepentimiento eficaz fueron interpretadas como una
deserción, un «apartarse» (parabáinein; Hechos 1,25), un «dejar su lugar
desierto» (Hechos 1,20); la necesidad de un nuevo Apóstol nacía no de la muerte
de Judas sino de su deserción. Por la segunda razón, era necesario completar el
número de «doce».

Actividad de Matías[editar]
Existen tradiciones, muy variadas, a veces contradictorias, acerca del resto de su
vida. Nicéforo Calixto (Hist. Ecl., 11,40: PG 145,865) refiere lo siguiente: «Matías,
que rellenó la docena, atracó en Etiopía primeramente, y después... de haber
llevado las multitudes a Cristo, con ánimo valeroso, recibió la corona del martirio»
(cfr. Clemente de Alejandría, Stromata, IV,9.71: PG 8,1281). Otras leyendas se
encuentran en los Hechos de Andrés y Matías.
Se le atribuyen tres escritos apócrifos:
a) un Evangelio de Matías al que se refiere Orígenes: «corre también el Evangelio
según Tomás y el según Matías» (Hom. in Lucam, I: PG 13,1803). Un testimonio
de Eusebio (Híst. Ecl., 111,25.6: PG 28,269) alude al mismo y algunos entienden
que habla también de sus actos.
b) las Tradiciones de Matías, de las que Clemente Alejandrino cita tres sentencias
(Stromata, 11,9.45: PG 8,981; 4.26: PG 8,1132; VII,13.82: PG 9,513; cfr. ib.
IV,6.35: PG 8,1248 lo que se dice de Zaqueo o «Matías»). Estos dos escritos tal
vez proceden de la primera mitad del s. II.

Su relicario
en Padua.
c) Clemente de Alejandría (Stromata, VII,17.108: PG 9,552) e Hipólito
Romano (Refutación, VII,20.1: PG (Orígenes) 16 (3 parte) 3.302) hablan de
«palabras secretas» que Matías recibió del Salvador y comunicó a Basílides y
otros gnósticos del s. II. La investigación no llega a establecer hasta qué punto
estos tres escritos son una sola o diversas obras, ni si es Matías o Mateo el
«escritor» del Libro de Tomás con sus «secretas palabras» proveniente de Nag
Hamadi (cfr. J. Doresse, Les livres secrétes des gnostiques d'Égypte, París 1958).
En los Acta Apostolorum Apocrypha (II,I,65-116, editados por M. Bonnet en
Leipzig 1891-98, reimp. 1959) figura en griego “Los Actos de Andrés y Matías en
el país de los antropófagos” (¿obra del s. VI?).
Se dice que las reliquias de Matías fueron, por encargo de Santa Elena, llevadas
a Tréveris, donde se venera su tumba en la abadía dedicada al Santo. También
hay reliquias en Roma (Santa María Mayor) y en Padua (Santa Justina), también
en la iglesia de San Pedro en Lima, Perú. Es también patrón de los carniceros y
de los arquitectos.
Su fiesta se celebra en la iglesia latina el 14 de mayo; en las Baleares y Aragón el
24 de febrero, y en la iglesia griega, el 9 de agosto.

Véase también[editar]
 Camino de Matías

Referencias[editar]
1. ↑ «Hechos 1».
2. ↑ «Hechos 1: 18–
26».
Bibliografía[editar]
 W. SCHNEEMELCHER, Neutestamentliche Apokryphen, 1, Tubinga 1959,
224-228;
 A. DE SANTOS OTERO, Los Evangelios apócrifos, Madrid 1956, 62-63;
 CH. MASSON, La reconstitution du collége des Douze d'aprés Actes 1, 15-26,
«Revue de Théologie et de Philosophie», V,2 (1955) 193-201;
 PH. M. MENOUD, Les additions au groupe des douze Apótres d'aprés le livre
des Actes, «Revue d'Histoire et de Philosophie Relig.» 37,1 (1957) 71-80;
 P. P. GAECHTER, Die Wahl des Matthias (Apg 1,15), «Zeitschrift für kath.
Theol.» 71,3 (1949) 318-346;
 J. REMÉ, L'élection de Mathias (Act 1,15-26). Autenticité du récit, «Revue
Biblique», 55,1 (1948) 45-54;
 L. S. THORNTON, The Choice of Matthias, «The Journal of Theol. Studies»,
46 (1945) 51-59;
 U. HOLZMEISTER, S. Matthias Apostolus, «Verbum Domini», 24,1-2 (1944) 7-
14;
 A. SISTI-M. C. CELLETTI, Mattia Apostolo, en Bibl. Sanct. 9, 150-154
 Gran Enciclopedia Rialp

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