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SISTESIS DE EVANGELIOS SINOPTICOS Y HECHOS

Buena noche, hoy vamos a tener un acercamiento como síntesis de los Evangelios

sinópticos los cuales son Mateo, Marcos y Lucas y por ende también la carta a los

Hechos de los apóstoles, la cual hace parte de la obra lucana.

De una manera introductoria a los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas se les llama

sinópticos. La palabra “sinóptico” viene del griego “synoptikos”, que significa “ver el

todo en conjunto, tener una visión general”. Juntos, los tres Evangelios presentan la

vida y las enseñanzas de Cristo, cada uno desde una perspectiva diferente. Se

necesitan los tres Evangelios juntos para obtener el cuadro completo. Cuando John F.

Kennedy fue asesinado, algunos vieron la escena desde edificios cercanos .Otros

estaban de pie cerca de la caravana de automóviles, a ambos lados de la carretera.

Varios estaban en la caravana. Cada uno describió lo que había oído y visto desde

un punto diferente. Éste fue el caso en la escritura de los Evangelios Sinópticos.

Registran muchos de los mismos sucesos, pero desde ángulos distintos. El contenido

del Evangelio de Juan está separado de los otros tres de manera única.

¿Por qué son distintos los Evangelios? Hay dos cosas principales que debemos

considerar cuando comparamos las diferencias entre los Evangelios. En primer lugar,

las personalidades de los escritores de los Evangelios eran diversas. En segundo lugar,

las audiencias a quienes escribían eran disímiles. Mateo, un contador, escribía al

mundo judío. Marcos, un intérprete de Pedro, escribía al mundo romano. Lucas, un

médico y erudito, escribía al mundo griego. Juan escribió para todos. Mateo, Marcos y

Lucas son inherentemente distintos. Sin embargo, todos presentan el mismo Evangelio
y todos fueron inspirados por el mismo Espíritu. Los tres escritores dirigieron sus

mensajes a diferentes públicos, que tenían distintas necesidades. Cada escritor registró

de manera selectiva las enseñanzas de Cristo que se aplicaban a sus lectores

respectivos. Otras enseñanzas fueron omitidas a propósito. Por ejemplo, Marcos

menciona que las mujeres no deben divorciarse de sus esposos (Mc.10:12), mientras

que Mateo no incluyó esto en su Evangelio a los judíos, ya que de todos modos la Ley

judía no permitía a una mujer judía divorciarse de su esposo.

La personalidad de Mateo:

Un contador Mateo, un ex recaudador de impuestos, es el único de los escritores de

los Evangelios que registra la historia de cuando Jesús pagó el impuesto del Templo

(Mt.17:24-27). La experiencia de vida de un hombre siempre surge en su predicación.

Mateo hace referencia a monedas poco comunes, mientras que Marcos menciona tres

tipos de monedas diferentes que eran usadas por la gente de más bajos recursos, (la

blanca, el cuadrante, el denario). Lucas hace referencia a la blanca, el cuadrante y la

mina, mientras que Mateo, quien tenía el hábito de manejar dinero, usaba términos

tales como Dracma (impuesto anual del Templo, aprox. dos denarios romanos. Nota al

pie de la versión RV-1995). Mateo 17:24; Estatero (correspondiente a cuatro dracmas)

Mateo 17:27; y el Talento 18:24; 25:15, que era valuado aproximadamente 60 veces

más que la mina mencionada por Lucas. Mateo también habla del oro, la plata y el

bronce, y de terminología financiera tal como cálculos, deuda y cambistas. Mateo es

categórico. Fiel a su instinto de “contador”, construyó su Evangelio bajo encabezados.

Tomó fragmentos de los sermones del Señor y los juntó en un gran sermón que

llamamos “El Sermón del Monte”, que se encuentra en Mateo, capítulos 5, 6 y 7. Cristo
no predicó este sermón de una sola vez. Lucas nos ayuda a apreciar mejor cuándo

predicó Jesús estos mensajes sueltos (Lc. 6:20-49; 11:11-13, 33-36 y 12:22-34). Mateo

recopiló las parábolas de Cristo acerca del reino y las agrupó en el capítulo 13.

También reunió otros mensajes y relatos importantes, y los colocó bajo encabezados

apropiados:

Capítulos 1-2: Genealogía y nacimiento de Jesús.

Capítulo 3: El bautismo de Jesús.

Capítulo 4: Tentación y comienzo del ministerio de Cristo.

Capítulos 5-7: El Sermón del Monte.

Capítulo 10: La misión de los doce. El mandamiento de tomar la cruz diariamente.

Capítulo 13: Las parábolas del reino.

Capítulo 18: La enseñanza acerca de la grandeza y el perdón.

Capítulo 23: La acusación a los fariseos.

Capítulo 24: El discurso del monte de los Olivos. La Segunda Venida de Cristo.

Capítulo 25: Las parábolas a la luz de Su venida.

Mateo se dirige al mundo judío Mateo escribe su Evangelio a los judíos. Él es judío de

forma singular y completa en su presentación, y esto se hace evidente por la

genealogía que traza el linaje de Cristo hasta Abraham, pasando por David (1:1) y su

énfasis en el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, que los judíos

encontraban muy significativo. Hay alrededor de 129 referencias al Antiguo Testamento

en Mateo, pero en comparación hay pocas en Marcos. El Evangelio de Marcos fue

escrito al mundo romano, que no tenía ningún aprecio por las Sagradas Escrituras.

Mateo trató de convencer al mundo judío de que Jesús de Nazaret era el Mesías
prometido del Antiguo Testamento. Relacionó repetidamente profecías mesiánicas del

Antiguo Testamento con la vida y ministerio de Jesús, mostrando cómo fueron

cumplidas en Él. Dado que Mateo escribe a los judíos, busca contestar tres preguntas

principales que estaban en primer lugar en las mentes de los judíos con respecto al

Mesías:

1. ¿PODÍA REMONTARSE EL LINAJE DE JESÚS A DAVID?

2. ¿APOYABA JESÚS LA LEY?

3. ¿HABÍAVENIDO JESÚS A ESTABLECER EL REINO? Página 10

1. ¡EL LINAJE DE JESÚS CIERTAMENTE PODÍA REMONTARSE AL REY DAVID! Lo

primero que tenían que saber los judíos acerca de Jesús era Su relación ancestral con

David. Todos ellos sabían y entendían que el Mesías descendería del linaje de David

2. ¡JESÚS CIERTAMENTE APOYÓ LA LEY! Él declaró: “No penséis que he venido

para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque

de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará

de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (5:17-18). Cristo vino a cumplir la Ley en el

sentido más estricto de la palabra, trayendo la Ley al corazón por un pacto nuevo y

mejor.

3. ¡JESÚS CIERTAMENTE HABÍAVENIDO A ESTABLECER EL REINO! Solamente

Mateo utiliza la expresión “el reino de los cielos”, y la usa 33 veces. Principalmente,

Cristo vino a establecer un reino interno y espiritual en las vidas de las personas. Los

principios para la vida del reino quedaron plasmados en este Sermón del Monte.

Evangelio de Marcos
El Evangelio de Marcos fue escrito por Juan Marcos, bajo la dirección de Pedro.

Cuando el apóstol Pedro proclamaba la Palabra de Dios en Roma, había mucha gente

presente mientras Juan Marcos traducía el mensaje de Pedro al latín. El público de

Pedro le pidió a Marcos que pusiese las enseñanzas de Pedro por escrito, y el

resultado fue el Evangelio de Marcos. Bajo la guía del Espíritu Santo, Marcos tomó de

las palabras de Pedro y creó su Evangelio, lo adaptó especialmente para sus oyentes

romanos (entre el 64 al 70 d.C.). La Iglesia primitiva era unánime en cuanto a dos

cosas: El Evangelio de Marcos fue escrito por Juan Marcos, y este presenta la

predicación de Pedro. Algunos padres de la Iglesia primitiva, tales como Papías,

Eusebio, Clemente y Orígenes, atribuyen este Evangelio a Marcos. Papías (140 d.C.)

menciona al apóstol Juan, que dijo: “Siendo Marcos el intérprete de Pedro, todo lo que

registraba lo escribía con gran exactitud…él estaba en compañía de Pedro, quien le dio

la instrucción necesaria, pero no para dar una historia de los discursos de nuestro

Señor”. Marcos escribe al mundo romano Marcos adaptó su Evangelio al mundo

romano. Los romanos no eran religiosos, ni filósofos, como los griegos. Les

impresionaba la fuerza física y el poder militar. Los romanos respetaban a la autoridad,

y eran personas de acción. Por lo tanto el Evangelio de Marcos es muy rápido y está

lleno de acción. Las expresiones inmediatamente, enseguida, al instante, luego que, y

al momento se encuentran 44 veces.

Características del Evangelio de Marcos:

• Poca enseñanza.

• No aparece el Sermón del Monte.

• Pocas parábolas (4). Mateo tiene 18; Lucas, 19.


• No hay registro del nacimiento o niñez del Señor.

• No hay una genealogía de Jesús.

• Hay pocas citas del Antiguo Testamento (Mateo tiene 129).

• Pero contiene casi todos los milagros notables de Cristo.

TEMA: Cristo no es presentado a los romanos como el Maestro de Israel o un Moisés

más grande, como Mateo lo describió a los judíos. En vez de eso, Marcos lo presenta

como el poderoso hacedor de milagros. Jesucristo podía controlar la naturaleza: los

vientos y el mar le obedecían. El mundo espiritual temblaba ante Él; tenía poder sobre

todo tipo de enfermedad y dolencia, incluida la muerte. Ciudades enteras eran sanas

por Él. Tenía poder sobre la economía, alimentó a cinco mil personas con sólo un

puñado de comida. Hablaba con una autoridad que ninguno pudo desconocer. Él pudo

humillarse ante aquellos que eran mucho más débiles y dar Su vida en rescate por

muchos (Mc. 10:42-45). Esto era un reto para la mente y forma de pensar de Roma.

Cristo enseñó que la verdadera grandeza y la verdadera fuerza no se obtienen

imponiéndonos a los demás para alcanzar la cumbre. Ésos son los métodos del

mundo. Él nos dijo que si queremos ser los mayores entre los hermanos, debemos

aprender a ser siervos de todos. Las personas que son realmente grandes son siervos.

Ellos pueden sobrellevar la apariencia de fracaso, pero la gente insegura tiene la

necesidad de aparentar tener éxito. Jesús podía entrar en Jerusalén montado en un

pollino. ¡Solamente alguien verdaderamente grande podría haber hecho eso! (ver Zac.

9:9).

¿Por qué razón, Mateo, Marcos y Lucas son tan parecidos y, sin embargo, tan

diferentes? Todos presentan el mismo Evangelio, y todos fueron inspirados por el


mismo Espíritu Santo. Sin embargo, los tres escritores tenían personalidades diferentes

y escribían a personas que tenían contextos y necesidades diferentes. Cada escritor,

bajo la dirección del Espíritu Santo, seleccionó de las enseñanzas de Jesús lo que

pudiera aplicarse a las necesidades de sus respectivos lectores. Dios usa a hombres y

mujeres con diferentes personalidades y dones para alcanzar a cierto tipo de personas.

Lucas, el elocuente, fue comisionado a escribir a los filósofos griegos. Mateo Leví

ministró al mundo judío. Pedro, el explosivo, a través de Juan Marcos, ministró a los

agresivos romanos.

Clemente de Alejandría (144 – 220 d.C.) declaró que los Evangelios que contienen

genealogías (es decir, Mateo y Lucas) se escribieron primero. Los Evangelios de

Marcos y Juan vinieron después. Por tanto, la suposición de algunos de que Mateo

tuvo que tomar prestado del contenido de Marcos es probablemente errónea. Marcos

se escribió después de Mateo, (fechas de escritura estimadas: Mateo: 50 d.C.; Marcos:

65 d.C.).

• Mateo se escribió a los judíos, y cita frecuentemente el Antiguo Testamento.

• Marcos fue escrito a los romanos, y cita muy poco el Antiguo Testamento.

• Marcos explica ciertas tradiciones judías (Mc. 7:2-4; 7:11; 14:12)

. • Marcos traduce palabras del arameo (Mc. 5:41; 7:34; 14:36; 15:22, 34).

• Marcos explica la relación geográfica entre el monte de los Olivos y el Templo (Mc.

13:3).

• Marcos explica expresiones griegas mediante sus equivalentes en latín (Mc. 12:42;

15:16).
• Marcos menciona que las mujeres no deben divorciarse de sus maridos.

• Mateo no incluyó esto porque, de todos modos, a las mujeres en la sociedad judía no

se les permitía divorciarse de sus maridos. Está muy claro que Mateo y Marcos

escribían a dos sociedades diferentes. Mateo nunca hubiera intentado aclarar

costumbres judías para el mundo judío, como Marcos hizo para los romanos (Mc. 7:2-

4). Tampoco Mateo hubiera explicado jamás que el monte de los Olivos estaba frente al

Templo (Mc. 13:3), pues todo judío lo sabía. Mateo no necesitaba traducir palabras del

arameo para los judíos; pero Marcos, que escribía a una sociedad no judía, lo encontró

muy necesario. Lucas, que escribía al mundo griego, también explicó que la fiesta de

los Panes sin Levadura era llamada la Pascua. Todo judío lo sabría desde su juventud,

pero un gentil no (Lc. 22:1).

Evangelio de Lucas y Hechos de los apóstoles

Lucas era médico y compañero de viaje del apóstol Pablo (ver Col. 4:14). Pablo se

refiere a él como “el médico amado”, indicando su dulzura de carácter. Muchos habían

abandonado a Pablo al final de su vida. Sin embargo, Lucas continuó siendo

sumamente leal hasta el final (ver 2 Ti.1:15; 4:16). Unas de las últimas palabras de

Pablo fueron: “Sólo Lucas está conmigo” (2 Ti. 4:11). Lucas tenía una capacidad

inusual para la investigación. Era un historiador capaz y preciso, y poseía un lenguaje

pulido que ningún escritor del Nuevo Testamento pudo superar. Además de su

conocimiento médico, tenía interés por los barcos y tenía experiencia en el mar. Era un

viajero, y esto aparece en sus narraciones en el libro de Hechos. En Hechos,

acompañó a Pablo en sus viajes misioneros (16:10), y continuó en contacto estrecho

con Pablo hasta la muerte de éste. Lucas nunca revela su nombre en la narración de
los Hechos, pero se incluye discretamente al decir “nosotros” (16:10-17; 20:5; 21:18;

27:1–28:16). Esto indica su humildad de mente y corazón. Como uno de los escritores

del Nuevo Testamento, Lucas ocupa el segundo lugar en cuanto a contenido, después

de Pablo. Lucas escribió casi tanto como Pablo. Combinando los 24 largos capítulos

del Evangelio de Lucas con sus 28 capítulos del libro de Hechos, Lucas aportó al

Nuevo Testamento casi tanto como las 13 epístolas de Pablo. El apóstol Juan está en

tercer lugar. Las dos obras maestras literarias de Lucas (el Evangelio de Lucas y el

libro de Hechos), podrían ser consideradas el Volumen Uno y Volumen Dos de una

única obra. Hechos continúa donde termina su Evangelio. El libro de Hechos fue escrito

poco tiempo después de su Evangelio, (probablemente el Evangelio en 75 a 85 d.C. y

Hechos entre el 80 al 90 d.C.). Ambos libros fueron escritos a Teófilo y quienes lo

rodeaban. Teófilo era un noble griego de alto rango a quien Lucas da el título de

“excelentísimo Teófilo” (Lc. 1:3; Hch. 1:1). Por tanto, Lucas escribía a una sociedad

griega culta. Su presentación del Evangelio era para los cultos, los pensadores y

aquellos que apreciaban el lenguaje bello y los detalles complejos.

Las fuentes de los escritos de Lucas Durante muchos años Lucas tuvo contacto

cercano con Pablo y numerosos líderes cristianos tales como Timoteo, Silas, Marcos,

Bernabé, Santiago, el hermano del Señor, los doce apóstoles y muchos de los

quinientos hermanos que estuvieron con Cristo durante Su ministerio y habían sido

testigos de Su resurrección (ver 1 Co.15:6). Como resultado de estar en Jerusalén

(Hch. 21:17), Cesarea, y otros lugares en los que Cristo y Sus apóstoles ministraron,

Lucas tuvo oportunidades magníficas de obtener conocimiento de primera mano acerca

de nuestro Señor, de Sus enseñanzas, de Sus milagros, de Su redención y de los


comienzos de la Iglesia. Lucas declara en su prólogo (Lc.1:1-4) que hizo una

investigación intensiva de la historia del Evangelio para poder escribir un relato

confiable. Su prólogo muestra claramente que tenía acceso a numerosos documentos

escritos, así como a testimonios orales de testigos confiables (Lc.1:1-2). Lucas tenía a

su disposición las fuentes de información más íntimas y directas. Conocía

personalmente a Santiago, el hermano de Jesús (Hch. 21:18). Probablemente también

conocía a María, la madre de nuestro Señor. Tenía un diálogo directo con muchos de

los hombres y mujeres que describe en su Evangelio y en el libro de los Hechos. Lucas

pudo, por lo tanto, trazar la historia de todas las cosas concernientes a Jesús con

exactitud, para así poder escribir un Evangelio que permitiese a los creyentes saber

con certeza “las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas” (Lc. 1:1, 4).

Lucas, más que cualquier otro de los escritores de los Evangelios, tomó nota especial

de cuán frecuentemente oraba Jesús, y esto es una indicación del propio corazón de

Lucas. Él mismo era un hombre de oración y se vería atraído de manera natural a este

aspecto de la vida de Cristo. Lucas fue el único escritor en registrar que Cristo oraba

mientras era bautizado: “…también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió”

(Lc. 3:21, subrayado del autor). Mateo y Marcos omiten la parte que habla de que

Jesús estaba orando. Solamente Lucas incluye el episodio de Jesús orando toda la

noche cuando tuvo que elegir doce apóstoles de entre Sus muchos discípulos: “En

aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de

día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó

apóstoles” (Lc. 6:12-13, subrayado del autor). Cuando Jesús preguntó a Sus discípulos:

“¿Quién dice la gente que soy yo?”, Lucas dirige la atención hacia el hecho de que
Jesús había estado en espíritu de oración antes de hacer la pregunta: “Aconteció que

mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo:

¿Quién dice la gente que soy yo?” (Lc. 9:18, subrayado del autor). Lucas da a entender

que el Padre instó a Jesús a que preguntase eso cuando oraba. Mateo y Marcos no

incluyen esto. En Lucas 9:29 Cristo fue transfigurado mientras oraba. La oración abre

los cielos y nos pone en contacto con la gloria de Dios. Una vez más, Mateo y Marcos

no incluyen esta faceta de que Jesús oraba cuando fue transfigurado, (ver 1:10; 5:16;

6:28; 11:1-2; 18:1; 21:36; 22:32,40,44,46).

El estilo literario de Lucas

Lucas era médico. Señala en su Evangelio enfermedades poco comunes, tales como el

hombre hidrópico en 14:1-6. Los cuatro escritores de los Evangelios registran que

Pedro le cortó la oreja a un hombre con la espada, pero sólo Lucas incluye que Jesús

lo sanó (22:50-51). Lucas es el único que registra que los vasos sanguíneos de la

frente de Jesús se rompieron, por la presión contra Su mente, en el huerto de

Getsemaní (Lc. 22:44). Solamente Lucas incluye el mensaje de Cristo en Nazaret

cuando Él comenzó Su ministerio diciendo: “Él me ha enviado a sanar”, y concluyó con

“Médico, cúrate a ti mismo” (4:18, 23). Solamente Lucas registra que “el poder del

Señor estaba con él para sanar” (5:17). Hay más menciones de sanidad en Lucas que

en Mateo y Marcos combinados. Siendo médico, para Lucas era natural hacer historias

clínicas de los casos que relata, utilizando un lujo de detalles. Esto es cierto

especialmente con los nacimientos de Juan el Bautista y de Jesús. Sin duda, un

médico que había ayudado a dar a luz a muchos bebés durante su carrera estaría
fascinado con la concepción sobrenatural del niño Jesús (Lc. 1:30-38). Solamente

Lucas incluye esto en su narración. Y, cuando registra la genealogía de Cristo, llega tan

atrás como Adán y Dios mismo en 3:23-38. Ciertamente el “médico amado” creía en ir

a la fuente de todos los asuntos. Ningún escritor es más minucioso, preciso, ordenado

y científico que Lucas. Cuando Lucas describe el nacimiento de Juan el Bautista,

vuelve a hacer una historia clínica de las vidas de los padres de Juan (1:5-25). Zacarías

y Elisabet habían orado durante muchos años por un hijo, pero seguían sin poder tener

hijos. De repente, a cierta hora del día, cuando Zacarías ministraba en el altar,

siguiendo cierto orden sacerdotal, un ángel específico, Gabriel, se le apareció. No sólo

se le apareció en el altar, sino a la derecha del altar. Lucas incluyó cada punto. Sin

embargo, cada detalle estaba saturado de revelación y vida espiritual. Éste fue el

hombre que Dios escogió para escribirle al mundo griego. Aunque Lucas era un

hombre muy culto y educado, su intelecto estaba rendido a Dios

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