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CARRERA O PROGRAMA
ASIGNATURA
CASO DE ESTUDIO
RIGGS NATIONAL BANK, WASHINGTON D.C., USA, 2004
AUTOR:
TUTOR:
INTRODUCCIÓN
Introducción___________________________________________________________________2
Índice_________________________________________________________________________3
Conclusiones__________________________________________________________________13
Bibliografía____________________________________________________________________15
Infografía_____________________________________________________________________16
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ÍNDICE
Riggs National Bank fue un reconocido banco fundado en 1836 fue protagonista de
sucesos clave de la historia de EE.UU.: financió la invención del telégrafo de Samuel Morse en
1845, prestó dinero al gobierno para comprar el estado de Alaska a Rusia y para los gastos de la
guerra de 1847 contra México. Se jactaba de tener como clientes a Abraham Lincoln, Richard
Nixon, Ulysses Grant 0 Dwight Eisenhower, así como importantes senadores y altos cargos
diplomáticos extranjeros.
Pero también fue preso de los escándalos, como cuando en 2004 se descubrieron fondos
que pertenecían al dictador Augusto Pinochet, y se comprobó que había desviado 700 millones
de dólares de ingresos del petróleo de Guinea Ecuatorial a los bolsillos del presidente Teodoro
Obiang.
En 1836, William Wilson Corcoran abrió una casa de corretaje de billetes en Washington,
D.C. En cuatro años, tomó un nuevo socio, George Washington Riggs, para formar Corcoran &
Riggs como un banco privado. Juntos, esperaban atender a los inversionistas locales,
especialmente a los funcionarios electos y designados del gobierno federal. Alcanzaron un éxito
inmediato, que permitió a Corcoran abandonar la empresa y dedicarse a actividades
filantrópicas en 1854. Con G.W. Riggs a la cabeza, Riggs & Co. plantó las semillas del futuro del
banco. Riggs se convirtió en el banco más grande de la ciudad, sirviendo tanto a ciudadanos
comunes como a políticos prominentes.
Corcoran & Riggs aprovechó las oportunidades que le brindó el cierre del Second Bank of
the United States. La nueva casa bancaria compró la sucursal de Washington del banco federal,
que luego se convirtió en un símbolo de la relación de Corcoran & Riggs con el gobierno federal.
Entre 1847 y 1848, Corcoran & Riggs financió la Guerra de Estados Unidos-México, recaudando
$5 millones de comerciantes y financistas europeos ($12.25 mil millones en dólares de 2006) y a
su vez prestando ese monto al gobierno federal. Veinte años después, al final de la Guerra Civil,
el gobierno federal solicitó otra gran transacción a Riggs & Co. Al carecer de la confianza en el
suministro de dinero de EE.UU. en 1867, el ministro ruso requirió $7.2 millones en lingotes de
oro ($10.12 mil millones en dólares de 2006) para el pago de Alaska.
General John J. Pershing y el General Douglas MacArthur, confiaron en Riggs para manejar sus
necesidades financieras cuando estaban al mando en el campo de batalla y luego a su regreso
(Bancos predecesores. Riggs Bank, s.f.).
El inicio del siglo XX marcó un punto de inflexión para Riggs. Recibió una carta de
constitución como banco nacional, comenzó a vender sus acciones públicamente y asumió un
nuevo liderazgo. Su presidente, Charles Glover, inició la construcción de una nueva sede en la
Avenida Pennsylvania, directamente adyacente a la antigua sede y frente al Tesoro de los
Estados Unidos. A medida que el Riggs National Bank amplió sus servicios y su base de clientes,
mantuvo su influencia en los asuntos fiscales y monetarios. Glover influenció en la aprobación
de una serie de reformas que finalmente condujeron a la creación de la Reserva Federal. Su
sucesor, Robert V. Fleming, gozó de la confianza de varios presidentes de los Estados Unidos,
entre ellos Franklin D. Roosevelt, Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower.
Como otros bancos, Riggs amplió sustancialmente sus servicios a la creciente clase media
después de la Segunda Guerra Mundial. Abrió nuevas sucursales y ofreció hipotecas, préstamos
para automóviles y otras formas de crédito para servir al área metropolitana de Washington.
Financió negocios como Marriott, Woodward & Lothrop y la Corporación de Desarrollo de la
Avenida Pennsylvania. Riggs continuó su relación especial con el gobierno, ya que proporcionó
servicios básicos al Fondo Monetario Internacional, a la Administración de Veteranos y al Tesoro
de los Estados Unidos.
Riggs había sido controlado por la familia Albritton desde los '80, pero perdieron el
control después de varios escándalos corporativos y problemas de administración. El 16 de
mayo de 2005 se concluyó su fusión con el PNC Bank y el nombre de Riggs dejó de usarse.
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2. SU PRESTIGIO
El banco era conocido por manejar los asuntos financieros personales de muchos
presidentes de EE.UU. y muchas embajadas en Washington, D.C. Veintitrés presidentes de
EE.UU. o sus familias tuvieron relación con el Riggs, incluidos Martin Van Buren, John Tyler,
Abraham Lincoln, Ulysses S. Grant, Dwight D. Eisenhower y Richard Nixon. Los senadores Henry
Clay, John C. Calhoun y Daniel Webster también llevaron cuentas, el presidente confederado
Jefferson Davis, la fundadora de la Cruz Roja Americana Clara Barton, la sufragista Susan B.
Anthony y los generales William Tecumseh Sherman y Douglas MacArthur (Banco Riggs, s.f.).
El banco se autoproclamó como “el banco más importante de la ciudad más importante
del mundo”.
El banco fue investigado por varios escándalos de lavado de dinero, incluido hacer todo
lo posible para permitir que el ex dictador chileno Augusto Pinochet ocultara su fortuna después
de que sus cuentas fueran sometidas a la congelación de activos y por permitir, sin saberlo, que
los secuestradores involucrados en los ataques del 11 de septiembre transfirieran dinero debido
para relajar los controles en el banco.
3.1. ANTECEDENTES
habría mantenido varias cuentas secretas desde 1994 en dicho banco (Caso Riggs [En
Wikipedia], s.f.). También fue investigada la nación de Guinea Ecuatorial.
simple omisión, la implicación activa del banco Riggs en el manejo fraudulento de esos fondos
sospechosos era ya abrumadora (El blanqueo de dinero en el Banco Riggs, 2010).
Cuando vieron que el cerco judicial aumentaba, los directivos del Riggs decidieron llegar
a un acuerdo con la justicia antes de verse arrastrados a un juicio espectacular que habría
arruinado la reputación de la institución, que se enorgullece de haber “tenido las cuentas de
varios Presidentes de Estados Unidos” a lo largo de sus 169 años de existencia.
Cuando en enero de 2005 el fiscal federal del distrito de Columbia, Kenneth Wainstein,
anunció el acuerdo, se mostró tan severo como el senador Levin: “A pesar de las repetidas
advertencias de los inspectores, el banco Riggs trató de captar clientes que implicaban un riesgo
elevado de lavado de dinero, y los ayudó a proteger sus operaciones financieras de toda
investigación. Ese comportamiento fue una violación criminal de las leyes bancarias que
protegen el sistema financiero de una posible explotación por parte de los terroristas, los
narcotraficantes y otros criminales”. Los dirigentes del Riggs aceptaron declararse culpables,
someter su establecimiento a un período de prueba de cinco años, y pagar una multa de 16
millones de dólares.
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El precio puede parecer alto, pero en al final el banco salió ganando. En primer lugar,
sólo admitió su culpa por no haber informado a las autoridades sobre el origen dudoso de los
fondos que contenían ciertas cuentas. Eso le permitió aparecer como responsable de una simple
negligencia y poner a salvo su imagen.
En lo que hace al período de prueba de cinco años, no sería aplicado, ya que una cláusula
del acuerdo precisaba que esa medida sería levantada en caso de venta del banco. Y el Riggs fue
vendido al banco PNC Financial Services, operación negociada en julio de 2004 y efectivizada el
13-5-05. En el protocolo de venta, el establecimiento de Pittsburg se comprometía a pagar 779
millones de dólares por la compra del Riggs.
En 2000, Omar al-Bayoumi abrió cuentas bancarias para dos de los secuestradores
involucrados en los ataques del 11 de septiembre. Poco después, la esposa de Al-Bayoumi
recibió pagos por un total de decenas de miles de dólares de la princesa Haifa bint Faisal, esposa
del embajador de Arabia Saudita, Bandar bin Sultan, a través de una cuenta bancaria del Riggs
(Isikoff, 2002).
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La divulgación de las cuentas del Riggs reavivó el caso contra el general Pinochet. Una
decisión de que no era mentalmente competente para ser juzgado se anuló cuando se
demostró que el propio general había orquestado algunas de las grandes transacciones. En
2004, se ordenó a Pinochet comparecer ante un juicio por crímenes de lesa humanidad y se
anularon denuncias adicionales de incompetencia física y mental. Sin embargo, Pinochet murió
en diciembre de 2006 antes de ser juzgado.
Pinochet no fue el único dictador que se benefició de la “eficacia” del banco. El dictador
de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, depositó hasta 700 millones de dólares, lo que
convierte a ese déspota africano en el primer cliente del Riggs.
En julio de 2004, el Senado de los Estados Unidos publicó un informe que mostraba que
al menos $35 millones fueron desviados por Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, el dictador de
Guinea Ecuatorial durante mucho tiempo, de la cuenta de la Embajada de Guinea Ecuatorial en
Washington, DC. en Riggs.
Simon P. Kareri, el empleado del Riggs a cargo de Guinea Ecuatorial y otras cuentas, fue
acusado de blanqueo de dinero en cargos separados. Como administrador de la cuenta,
supuestamente estableció una sociedad de cartera falsa a nombre de su esposa y desvió fondos
a esta cuenta. En una audiencia del Subcomité Permanente de Investigaciones de Seguridad
Nacional del Senado de los Estados Unidos, Kareri, bajo el asesoramiento de un asesor legal, se
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negó a responder cualquier pregunta del panel invocando sus derechos bajo la Quinta
Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos (Birrell, 2009).
En mayo de 2004, el banco recibió una multa de 25 millones de dólares por parte de la
Oficina del Contralor de la Moneda y la Red de Ejecución de Delitos Financieros por infringir las
leyes de blanqueo de dinero.
CONCLUSIONES
El escándalo del Riggs Bank se puede mostrar como un claro caso de violación de ética
profesional. El banco de EE.UU., que tenía de clientes a muchas embajadas extranjeras y
misiones en la capital del país, no informó a los reguladores bancarios de EEUU que estaba
manejando cuentas de varios millones de dólares de Pinochet, así como, de algunos altos
funcionarios de la dictadura africana de Guinea Ecuatorial.
Y es que, a pesar de la demostrada relación con estos clientes de “alto riesgo”, los
esfuerzos de los directores del banco, para asegurarse de que la compañía cumpliera con las
normas contra el lavado de dinero fueron, en el mejor de los casos, superficiales o casi
inexistentes. Es más, según diversas revelaciones, el banco acostumbraba a cortejar este tipo de
clientes para captarlos.
Junto a las omisiones del banco, los reguladores estadounidenses también fallaron en su
proceso de control. Incluso, como se comenta en el texto, uno de los examinadores bancarios
de la Oficina del Contralor de la Moneda encargado de investigar al Riggs en 2002, R. Ashley Lee,
violando toda ética, recibió un puesto ejecutivo en el Riggs posteriormente.
Incluso, podemos comentar que, en alguna medida, Pinochet y Obiang Nguema fueron
"víctimas colaterales" de las investigaciones del 11 de septiembre, debido a las relajaciones con
que actuaban los reguladores. Ya que, sus fondos prosperaban silenciosamente, hasta que la
Comisión de Asuntos Gubernamentales del Senado se puso a investigar sobre el financiamiento
de las organizaciones terroristas. Las investigaciones condujeron naturalmente al banco
preferido por los diplomáticos. Y fue al analizar las 150 cuentas sauditas en el banco Riggs que
los investigadores descubrieron los movimientos de capitales fraudulentos de otros clientes,
donde dieron con Pinochet y Obiang.
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Cabe destacar que, el banco solo fue encontrado culpable por no haber informado a las
autoridades sobre el origen dudoso de los fondos que contenían ciertas cuentas; cuando,
claramente, en los informes presentado por el subcomité del Senado, se reveló que, la entidad
bancaria mantuvo y gestionó las cuentas del dictador chileno, incluso después de octubre de
1998, cuando un tribunal español publicase una autorización que alegaba la congelación de
todas sus cuentas, junto a la orden de detención internacional para el dictador.
Entonces, para terminar, podemos decir que el caso del Banco Riggs, la entidad bancaria
más antigua de Washington, fundada en 1840 y conocida por ser el banco de Abraham Lincoln,
sucumbió tras una ineficiente gestión de riesgos. Y es que, estas cuentas, dada su naturaleza no
fueron tratadas de manera excepcional, que además sumaba una larga historia de deficiencias
graves en cuanto a programas de prevención de lavado de activos.
BIBLIOGRAFÍA
INFOGRAFÍA