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MANZANILLO, COLIMA A 25 DE FEBRERO DE 2023

MATERIA:

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

TEMA:

DROGAS, SU CONSUMO Y LAS ADICCIONES EN LA INFANCIA Y


ADOLECENCIA EN MANZANILLO, COLIMA.

CARRERAS:

LICENCIATURAS EN ADMINISTRACIÓN Y CONTABILIDAD

INTEGRANTES:
CAMPOS LOMELI LAURA NAYELI
GARCÍA ENCISO ALEJANDRO JOSÉ
GÓMEZ LEPE GLORIA MARÍA
GOMÉZ LEPE JESÚS ADRIÁN
LEON GOVEA NESTOR DAVID
RODRIGUEZ TORRES ISIS ALEJANDRA

MAESTRO (A): OLGA YOLANDA CHÁVEZ ROBLES


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................................3
CAPÍTULO 1: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA...............................................................4
1.1 JUSTIFICACIÓN......................................................................................................................4
1.2 OBJETIVO GENERAL............................................................................................................5
1.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS...................................................................................................5
1.4 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN........................................................................................5
1.5 HIPÓTESIS................................................................................................................................5
UNIDAD 1: NIÑEZ Y ADOLECENCIA.........................................................................................7
1.1 ACTITUD..............................................................................................................................7
1.2 COMPONENTES DE LA ACTITUD.................................................................................9
1.2.1 COMPONENTE COGNITIVO........................................................................................9
1.2.2 COMPONENTE AFECTIVO........................................................................................10
1.2.3 COMPONENTE CONDUCTUAL.................................................................................10
1.3 JUVENTUD........................................................................................................................11
1.3.1 CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS.....................................................................11
1.3.2 DEPENDENCIA PSICOLÓGICA................................................................................12
1.3.3 DEPENDECIA FISICA..................................................................................................12
1.3.4 TIPOS DE DROGAS.....................................................................................................12
UNIDAD 2: LA DEPRESIÓN.......................................................................................................15
2.1 DEPRESIÓN EN UN ENTORNO FAMILIAR................................................................15
2.2 SÍNTOMAS.........................................................................................................................17
2.3 ANTECEDENTES.............................................................................................................18
2.4 EPIDEMIOLOGIA..............................................................................................................19
UNIDAD 3: LA FAMILIA..............................................................................................................21
3.1 FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN..................................................................21
3.2 LAS DROGAS Y LA FAMILIA........................................................................................25
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................31
INTRODUCCIÓN

El consumo y empleo de drogas en la República mexicana compone uno de los


problemas de salud pública de mayor huella e impacto en la sociedad del país y
por ende en el municipio de Manzanillo dentro del estado de Colima. El uso de
drogas, tanto licitas como ilícitas, se ha popularizado y extendido en amplias
dimensiones a lo largo de últimas décadas, afectando en gran parte a la población
del municipio, lo que conlleva a grandes implicaciones relacionadas con la salud
pública.

El uso tanto regulado como en abuso, producen en el consumidor dependencia


tanto fisiológica como psicológica. Mientras el hábito del uso de drogas crece en el
afectado, esta pude empezar a volverse el centro de su vida afectando de manera
nociva a sus familiares y amigos, y en el peor de los casos a la sociedad misma.

Los niños y adolescentes suelen representar el sector poblacional más susceptible


a recibir manipulación e influencia hacia el consumo de cualquier tipo de droga,
debido a los cambios que se presentan en la transición de niño a adolecente, así
como la presión los hace querer cumplir los estándares de sus familias, amigos y
sociedad.
CAPÍTULO 1: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El consumo de drogas siempre ha existido en Manzanillo, Colima.

Hoy en día, el incremento del consumo se relaciona con la sociedad, que


promueve el individualismo, el consumismo, la competitividad, el énfasis en el
placer y la desigualdad socioeconómica.

De acuerdo a lo anterior, se puede decir que cada vez que un joven recurre a las
drogas para disfrutar de la vida o enfrentarse a las exigencias de la misma, está
limitando la oportunidad de desarrollar sus propias capacidades. El consumo de
drogas induce por otra parte a comportamientos descontrolados en los que no se
miden riesgos, ni las consecuencias de lo que se está haciendo, muchas veces
dejándose llevar por los amigos o por los problemas personales que lo agobian.

El ambiente en el que se mueve la persona, también es decisivo a la hora de


consumir drogas. Se conoce que ciertos ambientes conflictivos o marginales
repercuten directamente en el consumo de sustancias ilícitas.

1.1 JUSTIFICACIÓN

La niñez y la adolescencia es la época en la que somos más influenciables, el


entorno cada vez toma más relevancia, al mismo tiempo que la relación con sus
padres se va debilitando con el desarrollo de una individualidad.

La actitud es una estructura psíquica completa en la cual intervienen elementos


cognitivos, afectivos y conductuales.
1.2 OBJETIVO GENERAL

Conocer la relación que guarda el apoyo familiar, la autoestima, las amistades y la


sociedad en niños y adolescentes para que se inicien en el consumo de drogas.

1.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Identificar los riesgos físicos, psíquicos y para la salud derivados del


consumo de drogas se pueden identificar en los niños y jóvenes de
manzanillo.
2. Tomar conciencia y reflexionar sobre la vulnerabilidad personal que pueden
llegar a tener.
3. Analizar de forma crítica la presión grupal como factor para comenzar el
consumo de drogas. Recabar información y pautas para la reducción de
riesgos.

1.4 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN


¿Cómo podemos identificar, prevenir y combatir el problema que representa el
consumo de drogas?

1.5 HIPÓTESIS
Está muy presente en nuestra sociedad, y se ha convertido en un serio problema
de salud pública, que está generando consecuencias negativas no sólo en el
ámbito individual de quien consume, sino también a nivel familiar y de la sociedad
en su conjunto. Consumir drogas durante la juventud puede interferir con los
procesos de desarrollo del cerebro. También puede afectar la toma de decisiones.
Es más probable hacer cosas riesgosas, como tener sexo sin protección y
conducir peligrosamente.
CAPITULO 2: MARCO TEÓRICO

UNIDAD 1: NIÑEZ Y ADOLECENCIA


1.1 ACTITUD

La actitud tal como ha sido planteada por la psicología social, tiene en común
caracterizarla como una tendencia a la acción adquirida en el ambiente en el que
se vive y deriva de experiencias personales y de factores especiales a veces muy
complejos. En general, el termino actitud designa un estado de disposición
psicológica adquirida y organizada a través de la propia experiencia que incita al
individuo a reaccionar de una manera característica frente a determinadas
personas o situaciones. Las actitudes son creencias y sentimientos acerca de un
objeto o conjunto de objetos del ambiente social: son aprendidas; tienden a
persistir, aunque están sujetas a los efectos de la experiencia y son estados
directivos del campo psicológico que influyen sobre la acción y son de tipo
cognoscitivo, afectivo y conductual. Según la psicología, la actitud es el
comportamiento habitual que se produce en diferentes circunstancias. Las
actitudes determinan la vida anímica de cada individuo. Las actitudes están
patentadas por las reacciones repetidas de una persona. Este término tiene una
aplicación particular en el estudio del carácter, como indicación innata o adquirida,
relativamente estable, para sentir y actuar de una manera determinada. En el
contexto de la pedagogía, la actitud es una disposición subyacente que, con otras
influencias, contribuye para determinar una variedad de comportamientos en
relación con un objeto o clase de objetos, y que incluye la afirmación de las
convicciones y los sentimientos acerca de ella y sobre acciones de atracción o
rechazo. La formación de actitudes consideradas favorables para el equilibrio de la
persona y el desarrollo de la sociedad es uno de los objetivos de la educación. En
sociología, la actitud consiste en un sistema de valores y creencias, con cierta
estabilidad en el tiempo, de un individuo o grupo que se predispone a sentir y
reaccionar de una manera determinada ante algunos estímulos. A menudo, la
actitud se asocia con un grupo o incluso con un género. Por ejemplo, un
comportamiento particular puede ser clasificado como actitud femenina o actitud
del hombre. A lo largo de la historia de la Psicología, en especial de la Psicología
Social, se han dado múltiples y muy diferentes definiciones de actitud. Así, G. W.
Allport define la actitud como "un estado mental y nervioso de disposición,
adquirido a través de la experiencia, que ejerce una influencia directiva o dinámica
sobre las respuestas del individuo a toda clase de objetos y situaciones con los
que se relaciona" (Allport, 1935).

A su vez este autor expone que "la ambivalencia de la actitud hace referencia a
que nuestras evaluaciones de objetos, temas, personas, o eventos no es siempre
uniformemente positiva o negativa; por el contrario, estas evaluaciones con
frecuencia están mezcladas, componiéndose de reacciones tanto positivas como
negativas.

Según (Roswow y Robinson, 1967:34) el término actitud expresa la organización


de los sentimientos de las opiniones y de las predicciones de un individuo para
comportarse de un modo dado6 Según Allport (1987), “Una Actitud es una
disposición mental y neurológica que se organiza a partir de la experiencia y que
ejerce una influencia directriz o dinámica sobre las reacciones del individuo
respecto de todos los objetos y a todas las situaciones que les correspondan”.
Según (Rodríguez, A.1987:23), define a la actitud como “una organización
duradera de creencias, opiniones y cogniciones en general dotada de una carga
afectiva a favor o en contra de un objeto social definido, que predispone a una
acción coherente con las cogniciones y afectos relativos a dicho objeto”.7 (htt)

En general, las personas tienen posiciones firmes sobre ciertos problemas de la


sociedad donde vivimos, estando siempre a favor o en contra a diferentes
situaciones sociales. De igual manera, pueden tener sentimientos o juicios
favorables o desfavorables respecto a ciertas personas o grupos sociales, unos
siendo hostiles con los católicos y otros desconfiados evangélicos, desconfiando
de unos confiando en otros. Son estas posiciones individuales, pero también
compartidas las que estudian en psicología social bajo el término de actitudes.8
1.2 COMPONENTES DE LA ACTITUD

Es posible que en una actitud haya más cantidad de un componente que otro,
algunas actitudes están cargadas de componentes afectivos y no requieren más
acción que la expresión de los sentimientos. Algunos psicólogos afirman que las
actitudes sociales se caracterizan por la compatibilidad en respuesta a los objetos
sociales. Esta compatibilidad facilita la formación de valores que utilizamos al
determinar qué clase de acción debemos emprender cuando nos enfrentamos a
cualquier situación posible

Existen tres tipos de componentes en las actitudes y son:

1.2.1 COMPONENTE COGNITIVO

Está formado por las percepciones, ideas, opiniones y creencias hacia un objeto,
así como por la información que tenemos sobre un objeto, se refiere al proceso del
pensamiento, en especial énfasis en la racionalidad y en la lógica. Un elemento
importante de la cognición es el de las creencias evaluativas que mantiene la
persona, estas creencias evaluativas se manifiestan como impresiones favorables
o desfavorables que alguien mantiene hacia un objeto o una persona. Para que
exista una carga afectiva en contra de un objeto social definido, es necesario que
existan también algunas representaciones cognoscitivas de dicho objeto.
(EditorialTrillas, s.f.)

El componente cognoscitivo de una actitud social consiste en la percepción del


individuo, como las ideas sobre el objeto. El término opinión es esencial en este
componente, especialmente cuando dicha opinión es de importancia con respecto
a una cuestión o problema.
1.2.2 COMPONENTE AFECTIVO

Es el componente más característico de las actitudes, porque se refiere a los


sentimientos a favor o en contra de una persona con respecto a un objeto social,
el aspecto emocional es a menudo el componente más enraizado y el más
resistente al cambio, pero si se registra un cambio en este componente, conducirá
a medir conductas hostiles hacia tal situación, así como atribuirle una serie de
defectos capaces de justificar y de hacer congruente el cambio del propio efecto.
Si bien muchas veces las opiniones y creencias se integran a una actitud, provoca
un efecto positivo o negativo con relación a un objeto y creando una
predisposición a la acción, no necesariamente se encuentra impregnada de una
connotación afectiva. Por lo tanto, “la destrucción cognoscitiva, a través de la
alteración de cualquiera de dichos componentes ponen en movimiento a una serie
de procesos de restauración de la congruencia los cuales, bajo ciertas
circunstancias, conllevarían a una reorganización actitudinal, a través de un
cambio complementario en el componente no previamente alterado".
(Rodriguez.A.1987:340).

1.2.3 COMPONENTE CONDUCTUAL

Es la tendencia de la persona a reaccionar sobre algo o alguien hacia los objetos


de una determinada manera, la medida de estas acciones puede ser útil para
examinar los componentes de la conducta en las actitudes. Las actitudes son la
propia fuerza motivadora de la acción, se puede sostener que el componente
conductual es el resultado de la interacción entre los componentes cognitivo y
afectivo y aún más, que ambos componentes tendrán a la congruencia de la cual
hablan. (TRILLAS, s.f.)
Las actitudes son determinantes sobre la conducta, ya que están ligadas a la
percepción, a la personalidad y a la motivación. Una actitud es un sentimiento o
estado mental positivo o negativo de una buena disposición, conseguido y
organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia específica sobre
la respuesta de la persona a los demás, a los objetos y a las situaciones. Las
actitudes poseen un componente activo, generador de conductas coherentes con
las cogniciones y afectos relativos a los objetos actitudinales.

1.3 JUVENTUD

La juventud (del latín juventud) es la edad que precede inmediatamente a la edad


adulta y se sitúa después de la infancia. La Organización Mundial de la Salud
(OMS, 2000) postula que la juventud comprende, en general, el rango de edad
entre los 10 y los 24 años, aun cuando reconoce que puede haber discrepancias
entre la edad cronológica, la biológica y las etapas psicosociales del desarrollo, o
también grandes variaciones debido a factores personales y ambientales. Abarca
la pubertad o adolescencia inicial (de 10 a 14 años), la adolescencia media o
tardía (de 15 a 19 años) y la juventud plena (de 20 a 24 años).

La juventud constituye un conjunto social de carácter heterogéneo donde cada


subgrupo desea diferenciarse del resto y de los adultos. Los jóvenes buscan
desarrollar un sentido de pertenencia y por eso se agrupan con sus pares. (NA,
s.f.)

1.3.1 CARACTERISTICAS PSICOLOGICAS

En la juventud Puede considerarse como el periodo comprendido entre el final de


la adolescencia y la vida adulta. Su duración es variable y depende de muchos
factores (culturales, sociales…) Las características son: vigor, entusiasmo,
actividad física, asimilación orgánica e intelectual, capacidad adaptativa, toma de
decisiones.

1.3.2 DEPENDENCIA PSICOLÓGICA

Compulsión a consumir periódicamente la droga de que se trate, para


experimentar un estado afectivo positivo (placer, bienestar, euforia, sociabilidad,
etc.…) O librarse de un estado afectivo negativo (aburrimiento, timidez, estrés,
etc.). La dependencia psicológica es lo realmente difícil de superar en el proceso
de deshabituación de una adicción. Para ello, es necesario propiciar cambios en la
conducta y emociones de la persona que le permitan funcionar psicológicamente
(obtener satisfacción, superar el aburrimiento, afrontar la ansiedad, tolerar la
frustración, establecer relaciones sociales, etc.) Sin necesidad de recurrir a las
drogas.

1.3.3 DEPENDECIA FISICA

La droga se ha incorporado al metabolismo del sujeto. El organismo se ha


habituado a la presencia constante de la sustancia, de tal manera que necesita
mantener un determinado nivel en sangre para funcionar con Normalidad. Cuando
este nivel desciende por debajo de cierto umbral aparece el Síndrome de
Abstinencia característico de cada droga.

1.3.4 TIPOS DE DROGAS


 Marihuana: La marihuana cannabis o cáñamo es una planta conocida en
botánica como “cánnabis sativa”, de la que se extrae diversos derivados,
entre los cuales los más conocidos son el hachis o la marihuana”. El hachis
es una resina gomosa que se obtiene de las flores de las plantas hembra,
que trae su prensado forma una pasta de color marrón. La marihuana se
obtiene triturando las flores, hojas, semillas y tallos secos de la planta, la
picadura resultante puede tener diferentes colores (verdosos y marrones).
Esta planta, “originaria de Asia Central, ha sido utilizada por el hombre
desde la antigüedad con fines industriales, religiosos, medicinales y
festivos. A lo largo del siglo XX el uso de los derivados cannábicos son
fines médicos fue decayendo progresivamente a medida que aparecían
nuevos fármacos en el mercado, aumentando su consumo con fines
recreativos”. Es por tanto una droga de origen natural, perteneciente al
grupo de las sustancias “perpetuadoras del Sistema Nervioso Central”.
Puesto que su consumo produce diferentes alteraciones en el
funcionamiento del cerebro, en especial de aquellas relacionadas con las
emociones, el aprendizaje, la memoria y la actividad motora. La forma
habitual de consumir hachis o marihuana es fumada, mezclada con tabaco
rubio o solo en el caso de la marihuana, en lo que se conoce
coloquialmente como “porros” “canutos” o “María”. “El principal principio
activo o componente químico responsable de los efectos experimentados
tras el consumo de cánnabis es el conocido como THC (siglas del delta-9-
tetrahidrocannabinol). Aunque en la planta se han identificado cerca de
sesenta compuestos químicos de tipo canabinoide capaces de alterar el
funcionamiento de nuestras neuronas”. Es una planta (cannabis sativa) con
los efectos tóxicos de una droga debido a que contiene una sustancia
química llamada delta-9tetrahidrocannabinol (THC). (Mann. 1990:97).
(PEGGI)

 Cocaína: La cocaína es una de las drogas adictivas más potentes. Una vez
que una persona ha probado la cocaína, no puede prever ni controlar hasta
qué punto seguirá usándola. El término "crack" se refiere al crujido que se
oye cuando se fuma (o se calienta) la mezcla. La cocaína es un fuerte
estimulante del sistema nervioso central. Los efectos físicos del uso de
cocaína incluyen constricción de los vasos sanguíneos periféricos,
dilatación de las pupilas y aumento de la temperatura, la frecuencia
cardíaca y la tensión arterial. Algunos usuarios de cocaína dicen que
sienten desasosiego, irritabilidad y ansiedad. Se puede desarrollar una
tolerancia importante y muchos adictos dicen que tratan, en vano, de que la
droga les produzca tanto placer como durante la primera exposición.
 Inhalantes: Los inhalantes son vapores químicos respirables que producen
efectos psicoactivos (que alteran la mente). Aunque las personas están
expuestas a disolventes volátiles y a otras sustancias inhalantes en la casa
y el lugar de trabajo, muchas no creen que son drogas porque, en la
mayoría de los casos, nunca se intentó usarlas de esa manera.
 Alcohol: La sustancia más antigua conocida por el hombre es el alcohol
etílico. Su uso data de por lo menos 6.400 años antes de Cristo, en que se
preparaba bebidas fermentadas a partir de la miel y luego la cebada. La
destilación de alcohol habría sido descubierta en países árabes alrededor
de 800 años antes de C. La palabra alcohol proviene del árabe, que
significa “espíritu finamente dividido”. En China y la India también
descubrieron licores destilados muy temprano en la historia. Es la droga
psicoactiva más conocida por el hombre con seguridad, la que presenta
mayores consecuencias negativas en el ámbito personal y social.
 Psicofármacos Estimulantes: Entre los psicofármacos estimulantes
destacan las anfetaminas que son producidas de forma sintética en
laboratorios. Son psicofármacos estimulantes porque su acción principal es
potenciar la Actividad del Sistema Nervioso Central. Inicialmente fueron
fármacos de frecuente prescripción médica que actualmente se ha
restringido, aunque su presencia en el mercado clandestino sigue siendo
habitual.
UNIDAD 2: LA DEPRESIÓN

2.1 DEPRESIÓN EN UN ENTORNO FAMILIAR

La depresión es un trastorno mental frecuente que afecta a más de 322 millones


de personas a nivel mundial, correspondiendo 48.16 millones a las Américas. Este
trastorno provoca alrededor de 800 mil suicidios anuales, constituyéndose en la
segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años. Se estima y predice,
que esta cifra aumentará que para el año 2020 será la segunda causa de pérdida
de más años de vida saludable. Su presencia suele estar asociada a una mayor
comorbilidad, existiendo el riesgo de presentar algún tipo de trastorno o
dependencia hacia las drogas. Los problemas de salud mental en general y la
depresión en particular tienden a hacer su aparición a finales de la infancia e
inicios de la adolescencia, constituyéndose en una de las más importantes causas
de morbilidad en los jóvenes en el mundo.

Los factores que pueden causar depresión en la familia, son las relaciones
inadecuadas entre sus integrantes, que puede llevar al adolescente a perder el
sentido de la vida y comenzar a desarrollar ideas suicidas para suprimir el dolor
emocional por el que atraviesa. Por este motivo, los desajustes emocionales que
ellos presentan están estrechamente relacionados a las contradicciones familiares.

(ORG, s.f.)

Cuando los adolescentes tienen problemas emocionales, a menudo recurren


al consumo de alcohol o drogas como ayuda para lidiar con sentimientos
dolorosos o difíciles. En esto no se diferencian de los adultos. Pero debido a que
los cerebros de los adolescentes todavía están en desarrollo, los resultados de la
“automedicación” en ellos pueden ser problemáticos de manera más inmediata.

A corto plazo, el uso de sustancias puede ayudar a aliviar síntomas no deseados


del ámbito de la salud mental, como desesperanza, ansiedad, irritabilidad
y pensamientos negativos. Pero a más largo plazo, los exacerba y, a menudo,
esto termina en abuso o dependencia. En adolescentes, el uso de sustancias pasa
de la experimentación a un trastorno grave mucho más rápido que en adultos, y
esa evolución es más probable que ocurra en niños con trastornos de salud
mental que en otros niños.

La “automedicación “con drogas recreativas y alcohol funciona temporalmente


para aliviar los síntomas de ansiedad o depresión, porque afecta las mismas
regiones cerebrales que los trastornos. Pero el resultado es que los adolescentes
se sienten incluso peor cuando no consumen. Esa es una razón por la que el uso
de sustancias es un factor de riesgo para el suicidio en niños con depresión.

Otro efecto negativo del uso de sustancias es que perjudica el tratamiento.


Primero, disminuye el compromiso del adolescente con la terapia y, por lo tanto,
su efectividad. Segundo, si él o ella están tomando medicamentos recetados,
puede disminuir la efectividad de esa medicación. “Las drogas y los medicamentos
se dirigen a las mismas áreas del cerebro”. Cuando los medicamentos tienen que
competir con las drogas o el alcohol, son menos efectivos. “Además, no es inusual
que los niños que consumen sustancias no se tomen sus medicamentos”.

(SUSTANCIAS, s.f.)

La depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca


un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes
actividades. Afecta la manera en que tu hijo adolescente piensa, se siente y se
comporta, y puede provocar problemas emocionales, funcionales y físicos. Aunque
la depresión puede ocurrir en cualquier momento de la vida, los síntomas entre los
adolescentes y los adultos pueden ser diferentes.

Algunos problemas como la presión de sus compañeros, las expectativas


académicas y los cuerpos que cambian pueden ocasionar muchos altibajos en los
adolescentes. Sin embargo, para algunos adolescentes, estar deprimido es mucho
más que solo sentimientos temporales, sino que es un síntoma de depresión.

La depresión en adolescentes no es una debilidad o algo que se pueda superar


con fuerza de voluntad, puede tener consecuencias graves y requiere tratamientos
a largo plazo. Para la mayoría de los adolescentes, los síntomas de depresión se
calman con tratamientos como medicamentos y terapia psicológica.

2.2 SÍNTOMAS

Los signos y síntomas de depresión en los adolescentes incluyen un cambio en la


actitud y el comportamiento previos del adolescente que pueden provocar angustia
y dificultades importantes en la escuela o el hogar, en actividades sociales o en
otros aspectos de la vida.
Los síntomas de depresión pueden variar en su gravedad, pero los cambios en las
emociones y el comportamiento del adolescente pueden incluir los siguientes
ejemplos.
Cambios emocionales
Debes prestar atención a los cambios emocionales, tales como:
 Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin
razón aparente
 Frustración o sentimientos de ira, incluso por asuntos menores
 Sentimientos de desesperanza o vacío
 Estado de ánimo irritable o molesto
 Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidianas
 Pérdida de interés en familiares y amigos o estar en conflicto con ellos
 Autoestima baja
 Sentimientos de falta de valoración de sí mismo o culpa
 Fijación en fallas pasadas o autoinculpación o autocrítica excesiva
 Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y excesiva necesidad de
aprobación
 Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
 Sensación continua de que la vida y el futuro son sombríos y
desalentadores
 Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
Cambios en el comportamiento
Debes estar atento a cambios en el comportamiento, como, por ejemplo:
 Cansancio y pérdida de energía.
 Insomnio o dormir demasiado.
 Cambios en el apetito: falta de apetito y pérdida de peso, o más antojos por
ciertos alimentos y aumento de peso.
 Consumo de sustancias ilícitas o bebidas alcohólicas.
 Agitación o desasosiego: por ejemplo, paso intranquilo, frotarse las manos
o la imposibilidad de quedarse quieto.
 Lentitud al razonar, hablar o realizar movimientos corporales.
 Quejas frecuentes de dolores de cuerpo o cabeza que no tienen explicación
y que pueden incluir visitas frecuentes al personal de enfermería escolar.
 Aislamiento social.
 Bajo rendimiento escolar o ausencias frecuentes de la escuela.
 Menor atención a la higiene o al aspecto personales.
 Arrebatos de ira, comportamiento problemático o arriesgado, u otros
comportamientos para llamar la atención.
 Autolesiones: por ejemplo, cortarse o quemarse.
 Armar un plan de suicido o un intento de suicidio.

(TEEN, s.f.)

2.3 ANTECEDENTES

Los trastornos por consumo de sustancias, así como otros trastornos mentales,
son comunes y a menudo persistentes, y muchos emergen en la vida
temprana; sin embargo, se ha dado menor atención a estos padecimientos en
niños y adolescentes en comparación con los adultos, aunque éstos son la
principal causa de discapacidad en adolescentes. De manera que el consumo de
sustancias en los adolescentes y jóvenes menores de 24 años de edad representa
un problema de salud pública de gran importancia en todo el mundo; distintos
organismos públicos y privados han invertido esfuerzos para estudiar este
creciente fenómeno de salud; asimismo, la bibliografía científica reporta
asociaciones entre el consumo nocivo de sustancias de abuso y otros problemas
biopsicosociales. Los problemas biopsicosociales más relacionados con el
consumo de sustancias reportados en la bibliografía científica son: lesiones y
accidentes que pueden causar muerte o discapacidad, deserción y bajo
rendimiento escolar o laboral, violencia familiar, conducta antisocial, eventos
traumáticos, otros trastornos psiquiátricos (ansiedad, depresión, trastorno por
déficit de atención e hiperactividad, etc.), ideación y conducta suicidas, conductas
sexuales de riesgo y consumo intravenoso de sustancias que, a su vez,
incrementan el riesgo de contagio por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH),
virus de la hepatitis B (VHB) y virus de la hepatitis C (VHC), complicaciones
vasculares, daño hepático, distintos tipos de cáncer y en adolescentes
embarazadas consumidoras pueden generarse alteraciones congénitas, como
teratogénesis y síndrome alcohólico fetal.

2.4 EPIDEMIOLOGIA

Reportes internacionales realizados en escuelas de educación secundaria indican


que hasta 46% de los estudiantes de uno y otro sexo consumen sustancias de
abuso, el alcohol, la marihuana y los inhalables son las sustancias de mayor
consumo por este grupo de edad; además, se reporta que hasta 12% de éstos
reúne criterios de dependencia. En México los indicadores epidemiológicos
reportan que el consumo de sustancias entre los adolescentes se ha
incrementado. Según la Encuesta Nacional de Adicciones más reciente, el
consumo de alcohol tuvo un incremento importante al pasar de 35.6% en 2002 a
42.9% en 2011. Asimismo, el consumo de drogas ilegales ha mostrado un
aumento significativo desde 2002. De manera similar al panorama internacional, el
alcohol (43.3%), la marihuana (23.7%) y los inhalables (22.2%) fueron las
sustancias ilegales de mayor consumo entre los adolescentes en nuestro país. Por
otra parte, entre los adolescentes hay más consumidores hombres que mujeres, a
razón de 7 hombres por cada tres mujeres. Según la Encuesta Mexicana de Salud
Mental en Adolescentes, realizada en una muestra de 3005 adolescentes de la
Ciudad de México, 4.2% de los hombres y 2.5% de las mujeres cumplieron
criterios de trastornos por consumo de sustancias. Sin embargo, a pesar de que
en los hombres el consumo es mayor, las encuestas han demostrado que el
consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales en mujeres adolescentes ha
aumentado significativamente a través de los años, lo que también representa un
incremento de mujeres que padecen trastornos por consumo de sustancias y de
sus solicitudes de tratamiento ambulatorio y residencial.

UNIDAD 3: LA FAMILIA

3.1 FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN

A pesar de las disminuciones generales en la prevalencia del uso no médico de la


mayoría de las drogas legales e ilegales en los últimos años, el abuso de alcohol y
otras drogas durante la adolescencia y la adultez temprana sigue siendo un grave
problema de salud pública. Las consecuencias del abuso de drogas son agudas
tanto a nivel personal como social. Para el adulto joven en desarrollo, el abuso de
drogas y alcohol socava la motivación, interfiere con los procesos cognitivos,
contribuye a debilitar los trastornos del estado de ánimo y aumenta el riesgo de
lesiones accidentales o muerte. Para la sociedad en general, el abuso de
sustancias por parte de los adolescentes genera un alto costo en atención médica,
fracaso educativo, servicios de salud mental, tratamiento de drogas y alcohol y
delincuencia juvenil. (Hawkings, Catalano, & Miller, 1992)

De esta manera cabe señalar como factores de riesgo en el abuso de drogas por
parte del adolescente, lo siguiente:

1. Factores de la comunidad.
 Leyes y normas de uso favorable: Refieren que, se ha examinado la
forma de cómo aplicar los impuestos y las restricciones, de cómo y a
quién se debe vender alcohol.
 Disponibilidad: Cuando la disponibilidad del alcohol es mayor, aumenta
la frecuencia en el abuso y consumo de alcohol.
 Extrema depravación económica: Se ha demostrado que un estado de
pobreza extrema que se desarrolla junto con los problemas de
comportamiento de un niño aumenta el riesgo de alcoholismo y adicción
a las drogas en el futuro. La pobreza extrema es uno de los factores que
aumentan el riesgo de problemas de comportamiento antisocial en la
edad adulta, incluidos el alcoholismo y el uso de drogas ilegales.

2. Factores familiares
 Actitudes y comportamientos de la familia que consume alcohol y
drogas: El consumo de alcohol y drogas ilícitas por parte de padres y
hermanos aumenta el riesgo de que los niños y jóvenes consuman
alcohol, tabaco y drogas.
 Pocas e inconsistentes prácticas administrativas familiares: Se
caracterizan por expectativas conductuales poco claras, poco control
sobre el comportamiento, recompensas escasas e inconsistentes por el
buen comportamiento y castigos excesivos, severos e inconsistentes por
el mal comportamiento.
 Conflicto familiar: El conflicto entre los miembros de la familia es el
predictor más dominante de la delincuencia, y los niños y jóvenes que
crecen en hogares con altos índices de conflicto familiar corren un
mayor riesgo tanto de delincuencia como de consumo de drogas ilícitas.
 Poca unión familiar: Las relaciones familiares positivas caracterizadas
por la participación y cercanía entre los miembros de la familia
desalientan a los jóvenes a iniciarse en el consumo de drogas. La
confianza y el afecto, así como los valores tradicionales, construyen
fuertes lazos familiares entre padres e hijos, y animan a los jóvenes a
adoptar conductas y normas asociadas a compañeros que no utilizan, y
esto les lleva a adoptar su uso.

3. Factores en la escuela.
 Fracaso escolar: El rechazo a la escuela es el mejor predictor del abuso
de sustancias en los adolescentes, y el bajo rendimiento académico
predice la frecuencia y el alcance de la participación en las drogas. La
no asistencia al último grado de la educación primaria exacerba el
impacto en el comportamiento antisocial temprano y/o contribuye a la
participación de los jóvenes en el consumo de drogas.
 Poco compromiso con la escuela: El uso de alucinógenos, heroína,
estimulantes o tranquilizantes de venta libre fue más significativo en los
estudiantes que planeaban continuar sus estudios en la universidad que
en los que planeaban abandonar la escuela.

4. Factores individuales.
 Problemas de comportamiento tempranos y/o persistentes: Cuanto más
variado, frecuente y grave sea el comportamiento antisocial en la niñez,
más probable es que persista en la edad adulta. Se ha encontrado que
la agresión en niños de 5 a 7 años es fundamental para el
comportamiento antisocial futuro, incluido el uso frecuente de drogas y la
delincuencia adolescente en la adolescencia y la edad adulta.
 Asociación con personas que consumen drogas: El consumo de drogas
entre compañeros es un fuerte predictor del consumo de drogas por
parte de los adolescentes.
 Indisposición y rebeldía: Se ha demostrado que el disgusto, las bajas
creencias religiosas y el desafío a los valores dominantes de la sociedad
influyen fuertemente en el consumo de drogas y la participación
delictiva.
 Actitudes que favorecen el uso de drogas: El inicio del consumo
psicodélico está precedido por valores y/o actitudes que sustentan su
consumo, especialmente si es positivo para el usuario.
 Temprana iniciación al uso de drogas: Este hecho predice el uso
constante de drogas. Cuanto antes los adolescentes empiezan a
consumir drogas, con más frecuencia las consumen.
A los costos personales y sociales inmediatos del abuso de drogas por parte de
los adolescentes se suman las implicaciones de mayor alcance para los jóvenes
que continúan abusando del alcohol y las drogas en la vida adulta. El abuso de
drogas está involucrado en un tercio a la mitad de los casos de cáncer de pulmón
y enfermedad coronaria en adultos. El alcohol y otras drogas son factores
importantes en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), los delitos
violentos, el abuso y la negligencia infantil y el desempleo. Los problemas
asociados con el abuso del alcohol y otras drogas conllevan costos en pérdida de
productividad, pérdida de vidas, destrucción de familias y debilitamiento de los
lazos que mantienen unida a la sociedad.

Se considera que los adolescentes son característicamente curiosos respecto de


su mundo en expansión y se muestran mucho más inclinados, que la mayoría de
los adultos, a tomar riesgos, esto puede ser porque en parte desean demostrar
que no son cobardes, así como a su sentido de la aventura, por otra parte, porque
no creen que les pueda suceder algo grave. De manera que, para muchos
adolescentes, la experimentación con drogas puede ocurrir sencillamente por
curiosidad, por un sentido de audacia o por la oportunidad de hacerlo (Conger,
1980).

Aunque haya diversidad en cuanto a la situación socio-económica de los


adolescentes, el uso de drogas está presente en los diversos estratos sociales del
país. Los adolescentes responden a los impactos familiares, culturales, políticos y
sociales de su tiempo y entorno, enfrentando estas situaciones de diversas
formas: una de ellas es el consumo de sustancias.

El uso y abuso de drogas, conducen a la dependencia, ya sea psicológica o


fisiológica. La dependencia de las drogas es un complejo fenómeno
biopsicosocial. Conforme la adicción se arraiga, la experiencia de la persona se
empobrece y el hábito dominante se convierte en el centro 36 de su vida,
afectando nocivamente la salud y conducta del individuo, incluyendo a la familia y
muchas veces también a la sociedad.
El consumo de drogas responde a dos necesidades básicas: a la búsqueda de
placer y al rechazo del malestar. Con relación a los adolescentes, cuando la
realidad resulta difícil, suelen pensar que en la droga encontrarán la satisfacción a
los problemas, además muestran una importante ausencia de preocupación por
las consecuencias negativas del abuso de sustancias psicoactivas. Así, consumir
alguna droga durante la adolescencia puede considerarse como un intento más de
solución en su lucha por conseguir otras alternativas diferentes a las ofrecidas por
los adultos.

Los factores que inciden sobre el consumo de drogas suelen ser diversos y a la
vez particulares. En el siguiente apartado se mencionarán los factores de
protección y de riesgo hacia las drogas en los adolescentes.

Como modelo de prevención y para obtener resultados positivos, se deben


mejorar los factores de protección tales como el aumento de los lazos familiares y
las normas en contra del consumo de drogas, aunado a programas que
promuevan tales factores, como son una educación a tiempo de los adolescentes,
un buen soporte familiar, entrenamiento a los padres, promoción de habilidades
sociales en la escuela, promoción de habilidades académicas y cambios de
estrategias organizacionales en la escuela.

3.2 LAS DROGAS Y LA FAMILIA

El mejor lugar para que los adolescentes aprendan valores de relación positivos y


habilidades de relación es en casa con sus familias. Muchos de estos valores y
conocimientos se adquieren a diario cuando los niños reciben atención, amor
incondicional, aliento, apoyo y compasión. El conflicto es inevitable en todas las
familias, incluso en las relaciones ideales; el conflicto es normal. Pero se
puede arreglar cuando sucede (Schwebel, 1991).

Las conversaciones que invitan a la reflexión permiten la formación y clarificación


de valores. Abordar temas valiosos como la religión, el género, las calificaciones,
el comportamiento apropiado y, por supuesto, las drogas ayudan a los
adolescentes a pensar en sus valores. 

Las discusiones familiares también son una forma importante de alentar a


los niños a pensar en el futuro, ya que ayudan a los adolescentes a tomar
decisiones racionales y especialmente importantes sobre su futuro. Las
drogas son tentadoras, pero los adolescentes deben ser capaces de predecir el
futuro por sí mismos y comprender el daño de consumirlas. Las familias se
fortalecen cuando la atmósfera en el hogar se presta a conversaciones reflexivas.

El papel de la familia en el consumo de drogas por parte de los adolescentes es


principalmente preventivo. La prevención familiar requiere información y educación
por parte de los padres. La información que los padres deben conocer sobre las
drogas se refiere a razones para su uso, factores que facilitan o dificultan su uso,
y la importancia de mantener una comunicación abierta y buenas relaciones con
los niños. También los padres deben:

 Darse cuenta que el problema del consumo de drogas es mundial.


 Darse cuenta de que existe un problema local de las drogas.
 Ser conscientes de que ninguna familia está a salvo del consumo de drogas
en la propia casa.
 Saber que la gente joven suele estar mejor informada que sus propios
padres.
 Aprender todo lo posible sobre las drogas a través de fuentes exactas.
 Hablar con los hijos sobre este problema.
 Darse cuenta de que todas las drogas son diferentes en su efecto y en el
grado de peligro.
 Tomar una postura realista basada en los hechos y no transmitir una
información de la que no se está seguro.
 Aceptar la posibilidad de que el abuso de una droga no significa que su hijo
sea un enfermo mental, sino que él es una parte del problema social más
amplio.
De esta manera, la prevención desde la familia pasa por la información-educación
de los padres y no debe quedar de ninguna manera reducida al tema del consumo
de drogas.

Las drogas afectan el estado de ánimo la concentración, el funcionamiento


cognitivo en general y la memoria en especial. Pueden interferir en el aprendizaje
y en el rendimiento escolar, además de interrumpir un crecimiento sano. Aunado a
esto, se presenta la dificultad que tienen los adolescentes para imponerse límites,
por lo que una vez que experimentan con las drogas es probable que les resulte
difícil detenerse, además de que se perciben inmunes a la adicción, del mismo
modo que se consideran inmunes al embarazo y a las enfermedades serias.

Son tres las razones principales por las que los adolescentes usan drogas:

a) Para lograr experiencias placenteras: los adolescentes desean sentirse


bien y divertirse. Tienen curiosidad; buscan nuevas sensaciones,
desean alterar su estado de conciencia, tener energía e incluso
experimentar alucinaciones, desean vivir algo nuevo, excitante y con
riesgos.
b) Para aliviar el estrés: Las drogas proporcionan un escape de la realidad,
una experiencia de alteración del estado de ánimo. Las utilizan para
enfrentar situaciones de tensión; para animarse o para evitar sentirse
mal.
c) Para lograr aceptación: Muchos adolescentes las utilizan porque lo
consideran audaz. Desean pertenecer al grupo de compañeros y ser
aceptados por ellos. Otra influencia social, la representan los adultos, ya
que los adolescentes observan que los adultos usan droga y los imitan
con el objeto de parecerse más a ellos.

Estas son cuatro etapas en el consumo de drogas:

1) Uso experimental: los adolescentes prueban las drogas por curiosidad.


Pueden responder a la presión de los compañeros, intentar obtener una
droga o usarla cuando se les brinda. Una vez satisfecha esta curiosidad,
puede interrumpir su uso, volver a usarla cuando se les ofrece o bien, pasar
a la segunda etapa.
2) Búsqueda de cambios en el estado de ánimo: conociendo los efectos de las
drogas sobre el estado de ánimo, los adolescentes integran la droga a sus
vidas. Invirtiendo más 45 tiempo y más dinero en el uso de la droga. Pero el
uso sigue siendo ocasional, se limita a reuniones sociales y no interfiere
con el funcionamiento normal del individuo. En esta etapa, experimentan la
droga como algo positivo y se siente a gusto bajo su influencia.
3) Uso nocivo: Se distingue porque el uso comienza a ser preocupante. Se
utilizan las drogas para enfrentarse a los problemas cotidianos, por lo que el
funcionamiento cotidiano se ve afectado. Se vuelven irresponsables, baja
su rendimiento académico. Se presentan cambios de actitud, conflictos con
la autoridad y comienzan a experimentar efectos físicos negativos. Tienden
a invertir tiempo con amigos involucrados en las drogas y a creer que
pueden abandonar el uso en cualquier momento. La culpa que se asocia a
la mala conducta llega a dañar la autoestima y contribuye a un estrés mayor
y, con ello un probable aumento en el consumo de la droga.
4) Dependencia: en esta etapa, las drogas dominan la vida de los
adolescentes, pues se ven impulsadas a usarlas. La persona dependiente
se aísla y se aliena, se siente mal consigo misma y usa la droga para
“medicarse” contra esos sentimientos. El funcionamiento físico, psicológico
y social se ve severamente dañado. En esta etapa es probable que el uso
de la droga provoque poco o ningún placer, pues la sustancia se ingiere
como un escape de la realidad o del sufrimiento de la abstinencia. Se
presenta una actitud apática, reservada y descuidada.

Para reconocer si un adolescente usa drogas, es necesario tener un marco de


referencia, o sea conocer el comportamiento normal del sujeto, para así poder
observar cambios sustanciales. Estos cambios pueden ser normales y saludables
y en otros casos pueden ser problemáticos, en ocasiones algunos estarán
relacionados con las drogas, en otros se deberá al proceso mismo de la
adolescencia.

Si la familia como factor preventivo no cumple su función, es común que cuando


se alcanza la etapa adolescente se presente una problemática mayor en los
individuos, aunada probablemente a un mayor riesgo hacia el consumo de drogas.
Las características de las familias de adictos, se distinguen por los siguientes
aspectos:

 Es común encontrar otras personas con el mismo problema, aunque no sea


evidente. Suelen tener múltiples adicciones: a psicofármacos (sedantes,
estimulantes, hipnóticos, etc.), a medicamentos (digestivos, purgantes,
gotas oculares, analgésicos, etc.), a la comida y a drogas socialmente
aceptadas, como tabaco y alcohol. A veces la adicción se refiere a una
conducta, como los juegos de azar, el cine, la T.V., o el consumismo.
 Son familias, en general, con malas relaciones maritales, donde muchas
veces el único vínculo es un hijo dependiente e inmaduro que ante tal
situación se refugia en las drogas.
 Son familias con un pasado difícil, con situaciones ocultas. Los padres no
tienen autoridad sobre los hijos y es evidente la falta de límites. Con un
régimen arbitrario que oscila ente la rigidez, el autoritarismo y la
permisividad total.

Es importante destacar aquí, el papel socializador de los amigos, el cual es más


influyente al principio de la adolescencia, ya que se ayudan mutuamente a superar
las tareas y las pruebas de la adolescencia de múltiples maneras, principalmente,
los papeles que desempeñan las relaciones con los compañeros y los amigos más
cercanos.

También se muestra que surgen problemas cuando cualquiera de estas


influencias es dominante, o cuando una de estas influencias está ausente,
cuando esto sucede, es probable que cause problemas graves y, a menudo, es el
resultado de varios factores reconocer los problemas de larga data en el hogar, el
temperamento frágil y el estrés de la adolescencia, el contexto específico de los
compañeros y el lugar donde vive la gente. Uno de los problemas más comunes
es el consumo de drogas. 

Con respecto a la influencia de los grupos de pares en el consumo de drogas, los


adolescentes pueden probar las drogas debido a la influencia de los grupos de
pares o su necesidad de aceptación o evidencia. También pueden probar las
drogas para complacer a su novio o novia. Con base en lo anterior, se
encontró que la elección de amigos está influenciada por los padres. Mientras los
padres puedan promover relaciones satisfactorias para los adolescentes,
pueden ayudar a reducir el riesgo de la influencia del grupo de amigos.

Además de que, en la tarea de la prevención se debe incluir la participación


ciudadana, los organismos del sector salud en general, las escuelas, los medios
de comunicación, los organismos gubernamentales y privados, y, sobre todo, la
familia.
CAPITULO III: METODOLOGÍA

3.1 TIPOS DE INVESTIGACIÓN

Dado que el objetivo principal es conocer y exponer que relación guarda el apoyo
familiar, la autoestima, las amistades y la sociedad en niños y adolescentes para
que se inicien en el consumo de drogas, así como comprender que efectos
pueden desembocar estas en esta sección de población seleccionada se recurrió
a la investigación de modalidad documental y bibliográfica con base a documentos
expuestos por Gobierno del Estado y del Centro de Integración Juvenil haciendo
auge en el anonimato de todas aquellas personas que se prestaron a aportar su
información. Esto se decidió así por la necesidad de datos verídicos y lo más
exacto posibles sin cabida a la modificación ilícita de los mismos.
Capitulo IV: Análisis y resultados

Conger, J. (1980). Adolescencia Generación Presionada. DIMSA : Harper & Row Latinoamericana,
México .

ENCODAT. (2016-2017). Encuesta Nacional del Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco. Ciudad de
Mexico: Programa Editorial del Gobierno de la República .

ENCODE. (2014). Encuesta Nacional del Consumo de Drogas en Estudiantes. Ciudad de Mexico:
Programa Editorial del Gobierno de la República .

Hawkings, J. D., Catalano, R., & Miller, J. (1992). Risk and protective factors for alcohol and other
drug problems in adolescence and early adulthood. Psychological Bulletin, 64-97.

Ramos, L., Romero, M., Gonzáles, C., & Pérez, E. (Septiembre-Octubre de 2001). Jóvenes y
sociedad en transición. El Cotidiano, págs. 56-66.

Schwebel, R. (1991). Decir no, no es suficiente. Mexico: Paidos.


BIBLIOGRAFÍA

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Ciudad de Mexico: Programa Editorial del Gobierno de la República .
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Psychological Bulletin, 64-97.
Ramos, L., Romero, M., Gonzáles, C., & Pérez, E. (Septiembre-Octubre de 2001).
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