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Hablamos de estrés laboral cuando se produce una discrepancia entre la demanda laboral y
los recursos del trabajador para hacerlas frente. El problema consiste en que nuestro cuerpo
tiene unos recursos limitados, ocasionando al trabajador un estado de agotamiento tanto
físico como mental. Esto supone una seria amenaza para la salud y el bienestar del
trabajador, afectando a sus relaciones familiares y emocionales.
Entre las múltiples causas que producen el estrés laboral, vamos a elaborar una lista con las
más habituales y que tienen que ver de forma más directa con este problema.
Hay que tener en cuenta que cada fase no tiene una duración determinada puesto que
depende de la resistencia al estrés que tenga la propia persona. Las fases del estrés laboral
son tres:
1. La primera fase es la de alarma. Es la reacción natural del organismo frente a
una causa estresante. El individuo se prepara para hacer frente a algo que
considera hostil y que es externo. La liberación de cortisol o adrenalina es lo
que provoca que se tenga un mayor ritmo cardíaco, la respiración más
acelerada y algo de ansiedad. Esta fase suele durar de forma general poco
tiempo.
2. La segunda fase es la llamada de resistencia. Cuando la situación amenazante
se prolonga en el tiempo, nuestro cuerpo genera cierta resistencia activa frente
al estrés para no caer en síntomas de agotamiento. Es la sensación de
normalizar la situación o de controlarla pero el trabajado consume más recursos
que al principio. La resistencia al estrés es lo que determina la duración de esta
etapa. Si los factores que causan el estrés al trabajador se siguen prolongando
en el tiempo, damos paso a la siguiente fase.
3. La tercera y última fase es el agotamiento. Aquí es donde el denominado
Burnout hace acto de presencia. Se da un agotamiento fisiológico del
trabajador. Afecta tanto a la mente como al físico, puesto que el organismo no
puede seguir respondiendo a esa amenaza externa y las agresiones de su
entorno. Si se prolonga mucho más, puede tener consecuencias para la salud.
Aquí comienzan los descensos de rendimiento debido a esa debilidad
emocional y física.