Está en la página 1de 4

w

Javier MazueraValencia

E#- ~ s i c o ~ ~ Á uYs PSIQUIATR~A


is nálisis tenemos que observar que todo "caer en la cuenta de"
no sólo produce alivio o efecto terapéutico, sino que, al mismo
-.
Antes de adentramos en el terreno de las osicoteranias de
orientación psicoanalítica. nos parece pertinente aclarar algu-
tiempo, produce dolor, en,cuanto trae consigo la presentación
de un conflicto psíquico. Esta es una expresión fenomenológi-
nas de las relaciones entre psicoanálisis y psiquiatría. ca del concepto teórico de resistencia, es decir, la tendencia a
El psicoanálisis y la psiquiatría tienen en común su refe- no volver a "caer en la cuenta de" lo que alguna vez tuvimos
rencia inmediata a fenómenos osíauicos. los cuales se entien- efectivamente frente a nuestros ojos y que nos trajo sufrimien-
den según el sentido común. NO nÓs refekmos a entes teóricos to. Esta tendencia no funciona, sin embargo. del mismo modo
o ficciones intelectuales, sino a fenómenos que la exveriencia o sobre todos los conflictos ni sobre todas las partes de estos.
la observación en un sentido comente desiGa ~ o m ~ ~ s í ~ u i c o s , Por tanto. el psicoanálisis es un continuo trabajo "sobre
mentales, espirituales o anímico?. el caer en la cuenta de" y el "dejar de tener en cuenta" que es
V~ni<i\ pxttir JL' lo que propio Jc l.! aiii\,iJdJ p,iquij- inherente no sólo a las dificultades manifiestas, sino a nuestra
tnid Ii\ia rdnia. pi>rJetiniiiím. romo ciencia JL' Ir(, cnicrnlc continua y espontánea actividad psíquica. El psicoanálisis se
dades mentales, Fomienza con la exploración del estado mental extiende hasta donde pueda llegar su concepción del incons-
de cada paciente. Por eso, en ésta la comunicación desempeña ciente psíquico, de la resistencia y de la represión.
un papel más o menos significativo entre paciente y psiquiatra. La teoría psicoanalítica es la ciencia y la técnica del in-
Esta dependencia del hablar el uno con el otro para conocer consciente psíquico. Sus teorías dejan de ser válidas como
cómo está ese otro. no es una exclusividad del psiquiatra, hace explicación de fenónienos que no implican estos principios.
parte permanente, por ejemplo, de cualquier relación médico- Por ejemplo, la aplicación del psicoanálisis a una angustia es
paciente. Podríamos decir que ni siquiera las más completas correcta en cuanto implica la teoría psicoanalítica del incons-
confesiones del paciente al psiquiatra conducen al psicoaná- ciente psíquico. No se aplica el psicoanálisis a una angustia
lisis, si en ellas no ocurre el incidente de que el paciente "cae desencadenada por la inyección intravenosa de una carga de
en la cuenta de". lactato de Ringer.
Esa experiencia de "caer en la cuenta de" y su profunda y Los psiquiatras abandonaron por mucho tiempo en el psi-
detallada elaboración teórica v, técnica constiruven la esencia
~~ ~
coanálisis el campo de las neurosis, que fue entendida, expli-
cada y trdidJ.i sí>¡,>piir ~i,iii>an;ilisi.i\;u n arreglo de csii. ¡ipu
~~~ ~~

drl p.ico~n.?lihi~ i i ~ mcienii3.


i~
l i ~ ~ ~ ~no, I I ~ \ ; ,i ~~ ~ cs1rcihxí3 ilegítiii~iineriteelsaiiipo
H~~ cienll, ~ i t i ~del~ nin,rrmienii, JL' la psiquirttrirl, pero d e -
mismo tiempo a "damos cuenta de" muchas cosas pertinentes más el del psicoanálisis. que no se puede definir como ciencia
y a "no damos cuenta de" otras, a pesar de que están frente a de los desórdenes neuróticos, pues como ciencia del incons-
nuestros ojos. Hasta tanto no "vamos cayendo en la cuenta de" ciente psíquico, pretende actuar por donde éste se extienda.
lo que pasa o no "caemos de repente en la cuenta de ello". no Aparece la idea de que los desórdenes psíquicos, en cuan-
se produce el efecto terapéutico, es decir, que desaparezca la to no pueden ser encarados y .resueltos por una sola y única
dificultad original. disciplina científica, exigen la cooperación de vanas de ellas.
Tiene que llamamos mucho la atención, que con frecuen- La psiquiatría pasaría a convertirse en una ciencia y técnica
cia los seres humanos "no caemos en la cuenta de" cosas per- superiores que, manteniendo el dominio absoluto sobre todo
tinentes; por esa razón, para avanzar en el camino del psicoa- el campo de los desórdenes psíquicos, no se ocuparía direc-
1 ;~uiy~lkC~INICA
ingnostica y t r o t o m i e n t a en n ñ a s , a d o l e s c e n t e s y

lamente de ellos. sino aue asignaría a distintas ciencias cons- cias, trata en fin de establecer las relaciones dinámicas entre
titutivas el papel que van a d&empeñar en el enfrentamiento los elementos involucrados en los conflictos.
multidisciplinario variable de las distintas afecciones. Habría El proceso de empatía es en esencia. una identificación
",>'.;'.. / pues como un conjunto de ciencias básicas de la psiquiatría: transitoria y limitada con su paciente. Debe preguntarse. por
; i],un, psicoanál~sispsiquiátrico de las afecciones psíquicas, una ejemplo, "¿cómo me sentina yo en iguales circunstancias?" o
\L!; psicologia psiquiátrica de las afecciones psíquicas, una genéti- "¿cómo se sentina un niño en tales circunstancias?". Es proba-
,:,:i ,,J ca psiquiátrica de las afecciones psíquicas, una sociología psi- ble que el proceso de emvatía resulte más fácil si el teraoeuta
O ,

!J.'
.
2 ."v. I auijtrica de las afecciones usíouicas. etc.
!
A .
Queremos resaltar, sin embargo, que ninguna de estas
ha tenido experiencias sLmilares; pero la empatía es p6sible
aunque no se dé una experiencia comvarable. Todos los seres
ciencias varticulares está limitada a la vsiouiatría. sino oue su humanos tenemos impuisos, conflictoSy angustias similares, y
campo p;opio desborda en distintas diArecLionesel campo de por lo general el conocimiento íntimo de los propios problemas
la psiquiatría, y aquí en padcular hacemos explícito que el humanos del terapeuta, combinados con la capacidad de sentir
psicoanálisis extiende su influencia a todas las expresiones que los problemas ajenos, bastan para dar un fundamento a la com-
tenga el inconsciente dinámico prensión del otro. Queremos resaltar de paso que un exceso de
identificación genera el peligro de perturbar al terapeuta o de
'dar al traste' con la awda aue ouede ofrecer a su naciente.
Para toda terapia és funaammtal una actitud p;icoterapéu-
E- PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO tica sana, que estaría centrada eu esencia en la honradez y en
PSICOTERAPÉUTICO el respeto por otros seres humanos, en un espíritu de ayuda y
comprensión. Tal actitud parece sencilla y fácil de mantener,
Cualquier tratamiento psiquiátrico que se basa en un diag- pero-no lo es. En muchas ocasiones, lospacientes presentan
nóstico adecuado, es superior al que se orienta al mero ali- una superficie psíquica desagradable o provocadora, mientras
vio de los síntomas. La comprensión diagnóstica debe estar que en el terapeuta existen frecuentemente tendencias inmadu-
acompañada por una comprensión de los factores etiológicos, ras o francamente patológicas, que obstaculizan o bloquean su
lo cual no debe ser interpretado como una exhortación a un cavacidad teravéutica. cuando entran en acción.
enfcque fríamente científico. En todos los asoectos de la vrác- Por este motivo, la manera niás eficaz de lograr una actitud
tica rnédica es fundamental que el médico ;e interese G r su terapéutica estable y firine es cumpliendo una larga y varia-
paciente como persona; pues como terapeuta debe vreocuvarse da experiencia psicoterapéutica bajo supervisión, que permita
pr~fundamente'~or los &ntonias del des& eliminar- analizar las fallas que alejan al terapeuta de la actitud desea-
los y poder dentro de ciertos límites- sentu con él los males- da; tener también una actitud permanente de autoexamen de
tares .v aneustias de aauéi. Este cálido interés no es suficiente:. sus propias dificultades y reacciones, y si las necesidades lo
no oh>tmtr. cars;t:ri;.i U
; tarea un3 dt,hle ~ri..nta.~i~nuna preii>an.J.'udir él mi\iii;~LI una l~~icoterapiainJi\idual i s a un
~.'titudterap2uti:a de wrviiia a ,ui iongénerea v una actitud p'i."~dnili\i\ .'lini.'i~.
inteligente que lo lleve a conseguir la c~mprens~ón profunda
de los fenómenos que les producen el sufrimiento.
Un principio adicional de buena práctica médica es que
el riatamiento sea individual, que esté adaptado y regido por
las necesidades particulares de cada paciente. En psiquiatría
los procedimientos de nitina tienen poco valor; las emociones,
relaciones intemersonales, vautas v tendencias de cada ser hu- DEFINICIONES

m Psicoterapia: en un sentido amplio, psicoterapia es todo


sino más aún de un diagnóstico dinámico.~ s t término e abarca método de tratamiento de los trastornos psíquicos o cor-
la comprensión de las fuerzas implicadas en la producción del porales, que utiliza medios psicológicos y de manera más
trastorno que el paciente padece; las presioneiambientales y precisa, la relación del terapeuta con el paciente: hipnosis,
las presiones internas (impulsos, prop6sitos, motivos, angus- sugestión, reeducación psicológica, persuasión, etc., para
tias). los problemas de caricter, en fin, las perturbaciones de tal fin.
sus relaciones interpersonales. m Psicoterapia . .usicoanalítica: la ~sicoteraviaanalítica de-
Es muy difícil hacer una manifestación condensada de la \ / g n ~una iorrn3 de p.,iioter;ipi:i ha\ad~ien pnn:ipiuy tcó-
cseii:ia Je¡ pcnuiiiiento p~i:odiiiArniii~,in iscr en el rie,go Je nioh v tCciiico\ Jel p\iiuanáii\i~.T.imhiCn puede definirre
t~rmulacii~iic~ tziirie.i\ ~ l c i J~c lad reali,iaJ
~ del pa.'icnte. I.o> como~aquellapsicoierapia basada en un diagnóstico psi-
conociniientos teóricos deben emolearse sólo como instrumen-
-~~
~~~~~ ---~ quiátrico válido y en formulaciones psicoanaííticas.
tos de orientación general, que lleven a verificar la compren- m 'Dansferencia: la transferencia alude a una repetición de
sión que se ha lomado en el contacto versonal con el naciente. prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento
Juzgamos prioritario que el terapeutasea esencialmen'teun ser de actualidad. Es un proceso en virtnd del cnal los deseos
humano comprensivo, reflexivo, sensible. cordial. aue escuche inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro
3in ju/g3r y qiic piicJs entrdr cii Lontxto :oii ci ~iiiAmieiiti~ ~ e i de un determinado tipo de relación establecida con ellos,
idro FunJ~meiitalmcnteo r i J i ~ IJ\i pruce\o que .,e ddii en el y de un modo especial -aunque no exclusivo- dentro de
teraveuta como Darte de su actividad de avuda , - a su naciente: una relación psicoanalítica o psicoterapéutica. Debido a
1.1 irnnrierciicia. toda:. riuc<lrl; rclaiii>&c intcrper~uiia~cs
~

al tln priJLchiJintelc:tual y b) Iin p r u c ~ ~deocinpntía. 9 i n que


- de 10:. ,lo.. \..,le di, uii riiudo intle\ihl,. v Ji\idiJi,
iiinyurii~ e 4 n iiii,d~laJa~ pilr 11.9 tisnprsnas .XIII per,i>n&, de b n i n -
El proceso intelectual consiste en que el terapeuta emplea cación en nnestro ambiente de la infancia; Frecuentemente
su percepción, su lógica y su razón para descubrir qué anda explican dificultades ulteriores y suelen aflorar e interferir
mal en su paciente y cuáles son las fuerzas qne están en acción. en los procesos psicoterapéuticos.
Reine los hechos y los correlaciona, conipara la m Contratransferencia: lacontratransferenciaes un conjun-
historia pasada con los recientes acontecimientos significati- to de reacciones inconscientes del terapeuta o del analisla
ras, registra la sucesión cronológica, observa las discrepan- frente a su paciente y especialmente, frente a la transferen-
RAPTE IV . k i o ~ ~ l i o a o ci ira A v 6 u r i c A s
Pscoteiopo psicodinamca
- lasicerrs~~i~s

cia de éste. Puede entenderse según distintas orientaciones siones reconocer la necesidad de determinar límites firmes y
teóricas, bien como una actividad no analítica del psicote- realistas. La relación puede conducir al paciente a experiencias
rapeuta o del psicoanalista 3 u e entorpecería su labor- o y modificaciones específicas, como el desarrollo de identifica-
bien como una herramienta osicoteraoéutica fundamental ciones sanas y el logro de algunas experiencias emocionales co-
que expresaría la resonancia del inconsciente del terapeuta rrectivas, en las que el terapeuta se proporciona una oportunidad
con el d e su paciente. para comportarse de un modo diferente a como lo hicieron con
m Resistencia: durante el tratamiento psicoterapéutico se su paciente las figuras parentales significativas d e su infancia.
denomina resistencia a todo aquello que, en actos o pala- Psicoterapias psicoanalíticas más profundas (habitualmen-
bras del paciente, se opone al acceso d e éste a su incons- te llamadas expresivas) buscan además, metas de un mayor
ciente (hacer consciente lo inconsciente). conocimiento d e los factores determinantes d e la enfermedad,
m ~ e ~ r e i i ó dentro
n: de un proceso psíq;ico que comporta una nueva orientación emocional y una perspectiva más ma-
una trayectoria o un desarrollo, se designa como rerresión dura con respecto a esos factores determinantes, un aumento
un reto& en sentido inverso a partir deun punto yaalcan- de la capacidad y fortaleza del yo, y experiencias correctivas
zado, hasta otro situado anteriormente. En sentido tempo- específicas y centrales'.
ral, la regresión supone una sucesión genética y designa el
retorno del sujeto a etapas superadas d e su desarrollo. En
Convencionalmente se considera aue las osicoteraoias osi-
coanalíticas (excepto las intensivas) no deben fomentar la re-
. .
sentido formal. la regresión designa el paso a modos de eresión ni la transferencia. Todas oromueven. emoero. la aoa-
expresión y de comportamiento de un nivel inferior. desde gción y análisis de los diferentes'derivados d e 18s c o n ~ i c i o s
el punto de vista d i l a complejidad, de la estmcturación y inconscientes.
de la diferenciación. Es lícito, sin embargo, ocuparse en estos casos del análisis
de la transferencia cuando dicho fenómeno se convierte en una
resistencia que amenaza la continuidad del proceso psicotera-
TIPOS péutico.

Las osicoteraoias oueden considerarse como un conti-


Psicoanálisis

de las represiones. en hacer consciente lo inconsciente y en fo- Si la psicoterapia trabaja en extensión e intensidad con pro-
mentar el arado más alto de desarrollo posible de la libido. En blemas inconscientes; si las sesiones terapéuticas son Lo bastante
el otro ex6emo se halla la terapia de apoyo, la cual busca res- frecuentes eomo para proporcionar unaextensa información acer-
tablecer el equilibrio anterior. La parte central del continuuni cade las complejidades de las pautas del paciente; si el relieve se
está ocupada por diversas clases de psicoterapias d e orienta- pone predominantemente en la consideración que se presta a la
ción psicoanalítica más difíciles d e definir y delimitar, y cu- transferencia, a la resistencia y en la penetración de las defensas
vas reelas son menos claras. Idealmente en cualauier oosición para descubrir y expresar material patógeno preconsciente e in-
del coitinuum. la prescripción terapéutica debe basaAe en un consciente; si el paciente puede comprender provechosamente las
diagnóstico clínico, dinámico y genético adecuados. maneras en que sus pautas lo han conducido inconscientemente a
actitudes aue desentonan con la relación adulta con su teraoeuta. L ,

y si tanto el material dinámico como el material genéhco, desem-


Psicoterapia d e a p o y o ..
oeñan un imoortante oaoel en la teraoéutica. la técnica es Ilama-
ha psicoanál'isis. Esta descripción S; acomoda a comprenderlo
Todas las psicoterapias psicoanalíticas poseen elementos como una psicoterapia profunda, intensiva y prolongad;. Si bien
d e insighr, de apoyo y de relación, pero se diferencian funda- una descripción sistemática del psicoanálisis desborda los propó-
mentalmente en el relieve y en la prioridad que establece el sitos de este capítulo. queremos explicitar que, a nuestro juicio,
terapeuta en cada uno de estos elementos. trasciende de lejos los propósitos terapéuticos y busca por medio
Posee objetivos limitados, proporciona apoyo por parte
d e una fieura de autoridad durante un oeríodo de enfermedad. - posible de
del conocimiento de lo inconsciente, el más alto arado
~ ~

desarrollo de la libido por el analizando.


confusiói o descompensación tempo;al. Tiene como objeto
restaurar o reforzar las defensas v las caoacidades inteeradoras
del sujeto. En ellas el terapeuta interviene activamente, acon-
seia. fomenta la discusión v selecciona temas. Desalienta la E- EL ENTRENAMIENTO Y LA HABILIDAD
represión, no utiliza la transferencia y frecuentemente apela a
otras formas complementarias de tratamiento. TERAPEUTICA EN LAS PSICOTERAPIAS
PSICOANAL~TICAS

Psicoterapias psicoanalíticas profundas


Las técnicas mencionadas requieren entrenamiento es-
Se encontrarían en el espectro intermedio del conhnuum pecial. Debido a la superposición de los campos del cono-
que describimos. Dependiendo de los distintos autores, reci- cimiento y del entrenamiento, algunas variedades d e terapia
ben nombres diferentes: terapia de insight, terapia de relación,
.
teraoia exoresiva., osicoteraoia intensiva. etc. En contraste con
.
nneden ser aolicadas oor orofesionales en varios camoos.
Es importante, en todo caso, una formación teórica y técni-
la psicoterapia d e apoyo, tienen tines más ainplios. apuntan no ca concienzuda, una práctica responsable y coherente con el
sólo al restablecimiento del statu auo ante. al restablecimiento

' Nata de los editores: para otros autores (por ejemplo, Creen), las psico-
d e las exteias. terapias pricaanalítica. de este tipo están indicadas cuando el paciente se en-
El terapeuta debe mostrar una sincera actitud de tolerancia cuentra en In imposibilidad de usar y cumplir con las condiciones del encuadre
hacia ciertos aspectos de la vida del paciente y en otras oca- pricoanalirico habimal.
entrenamiento y l a experiencia obtenida, q u e debe ir acom- clínico, d i n á m i c o e histórico-genético d e su paciente. así c o m o
pañada d e supervisiones por terapeutas m á s experimentados d e algunos d e l o s fenómenos transferenciales y contratransfe-
y c u a n d o sea posible. d e u n a experiencia psicoterapéutica o renciales que alcarice a captar e n l a exploración inicial. D e b e
psicoanalítica personal. considerar l o s distintos tipos d e terapia conocida y sus posihi-
lidades de aplicación e n términos d e l problema específico q u e
tenga e n sus manos.
H- ASPECTOS PRÁCTICOS DEL TRATAMIENTO E s i m p o r t a n t e que e x p l o r e las metas d e l tratamiento y
q u e l o acomode a las necesidades y posibilidades reales d e l
Para concluir queremos recoger algunas d e las ideas plan- paciente, además d e considerar s u propio entrenamiento y
teadas e n e l capítulo: e l terapeuta debe realizar un diagnóstico hahilidad.

Aboasl AA, nantock 11rienarrson. (se y S Snorr- Ey n. Trmao oe psq.iutiii. Uaaelcia. Toray Marson, .e.tns~nr.nqF Artpsycho0)ramicdno p5)tnodnaly-
teiiiip;ycnouynam c psycnorherapies for tom- '980 tic rherap es e f f ~ t ve!
r A rev M of emp rica.
iim iiientil d ,oroers. (otnrine Datibaír Ivsr Fie,d S Pr ccana iris r oiio.;itria. .etconec ntrc- oata. nt ,Psvtnoanai. 2uOS.86lPl 318.1'-68
Rev. 200618;(41:CD004687. ductorias al psi;~analisis. obras completas, Luborsky L. ~ a r r e kMS. The histor; and ernpirical
Aiexander F. Psiouiatría dinámica. Buenos Aires: Pai- tomo Ii. Madrid: Uiblioteta Nueva: 1981. status of key psythoanalytic concepts. Annu
das; 1978.' Creen A. Idées directrices paur une prychanalyse Rev Clin Psythol. 2006;2:1-19.
Amati-Mehler l. Psychoanalysisand psyrhotherapy. In- contemporaine. Parir : PUF; 2002. Perepletchikova F. Treat TA, Kazdin AE. Treatrnent
ternational Psychoanalysis.1999;8(2):135-141. Kernberg O. Psicoanálisis, psicoterapia psiroanalítica integrity in psychotherapy research: analysis
Arcila G. La invertigacion en psicoanálisis. Revista y psicoterapia de apoyo, controversias contem- of the studies and examination of the assacia-
de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis. poráneas. International Journal of Psythoa- ted fattorr. J Consult Ciin Psychol. 2007;75(6):
1999;8(2):121~126. nalysis; 1999. 979.47. ,
"&,

Bond M. Psvchodvnamicosvchotheraov in the treat- Leithsenring F, Leibing E. Psychodynamic psycho- Whitehead CC. Neo-psychoanalyris: a paradigrn for
mentóf miod diso;dérs. Curr @n Psychiatry. therapy: a systernatic review of techniques, the 2181 tenturp J Am Acad Psychoanal Dyn
2006 Jan;19(1):40-3. indications and ernpirical evidenre. Psychol Psythiatry. 2006;34(4):603-27.
Psychother 2007;80(Pt 2):217-28.

También podría gustarte