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Javier MazueraValencia
lamente de ellos. sino aue asignaría a distintas ciencias cons- cias, trata en fin de establecer las relaciones dinámicas entre
titutivas el papel que van a d&empeñar en el enfrentamiento los elementos involucrados en los conflictos.
multidisciplinario variable de las distintas afecciones. Habría El proceso de empatía es en esencia. una identificación
",>'.;'.. / pues como un conjunto de ciencias básicas de la psiquiatría: transitoria y limitada con su paciente. Debe preguntarse. por
; i],un, psicoanál~sispsiquiátrico de las afecciones psíquicas, una ejemplo, "¿cómo me sentina yo en iguales circunstancias?" o
\L!; psicologia psiquiátrica de las afecciones psíquicas, una genéti- "¿cómo se sentina un niño en tales circunstancias?". Es proba-
,:,:i ,,J ca psiquiátrica de las afecciones psíquicas, una sociología psi- ble que el proceso de emvatía resulte más fácil si el teraoeuta
O ,
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.
2 ."v. I auijtrica de las afecciones usíouicas. etc.
!
A .
Queremos resaltar, sin embargo, que ninguna de estas
ha tenido experiencias sLmilares; pero la empatía es p6sible
aunque no se dé una experiencia comvarable. Todos los seres
ciencias varticulares está limitada a la vsiouiatría. sino oue su humanos tenemos impuisos, conflictoSy angustias similares, y
campo p;opio desborda en distintas diArecLionesel campo de por lo general el conocimiento íntimo de los propios problemas
la psiquiatría, y aquí en padcular hacemos explícito que el humanos del terapeuta, combinados con la capacidad de sentir
psicoanálisis extiende su influencia a todas las expresiones que los problemas ajenos, bastan para dar un fundamento a la com-
tenga el inconsciente dinámico prensión del otro. Queremos resaltar de paso que un exceso de
identificación genera el peligro de perturbar al terapeuta o de
'dar al traste' con la awda aue ouede ofrecer a su naciente.
Para toda terapia és funaammtal una actitud p;icoterapéu-
E- PRINCIPIOS DEL TRATAMIENTO tica sana, que estaría centrada eu esencia en la honradez y en
PSICOTERAPÉUTICO el respeto por otros seres humanos, en un espíritu de ayuda y
comprensión. Tal actitud parece sencilla y fácil de mantener,
Cualquier tratamiento psiquiátrico que se basa en un diag- pero-no lo es. En muchas ocasiones, lospacientes presentan
nóstico adecuado, es superior al que se orienta al mero ali- una superficie psíquica desagradable o provocadora, mientras
vio de los síntomas. La comprensión diagnóstica debe estar que en el terapeuta existen frecuentemente tendencias inmadu-
acompañada por una comprensión de los factores etiológicos, ras o francamente patológicas, que obstaculizan o bloquean su
lo cual no debe ser interpretado como una exhortación a un cavacidad teravéutica. cuando entran en acción.
enfcque fríamente científico. En todos los asoectos de la vrác- Por este motivo, la manera niás eficaz de lograr una actitud
tica rnédica es fundamental que el médico ;e interese G r su terapéutica estable y firine es cumpliendo una larga y varia-
paciente como persona; pues como terapeuta debe vreocuvarse da experiencia psicoterapéutica bajo supervisión, que permita
pr~fundamente'~or los &ntonias del des& eliminar- analizar las fallas que alejan al terapeuta de la actitud desea-
los y poder dentro de ciertos límites- sentu con él los males- da; tener también una actitud permanente de autoexamen de
tares .v aneustias de aauéi. Este cálido interés no es suficiente:. sus propias dificultades y reacciones, y si las necesidades lo
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inteligente que lo lleve a conseguir la c~mprens~ón profunda
de los fenómenos que les producen el sufrimiento.
Un principio adicional de buena práctica médica es que
el riatamiento sea individual, que esté adaptado y regido por
las necesidades particulares de cada paciente. En psiquiatría
los procedimientos de nitina tienen poco valor; las emociones,
relaciones intemersonales, vautas v tendencias de cada ser hu- DEFINICIONES
cia de éste. Puede entenderse según distintas orientaciones siones reconocer la necesidad de determinar límites firmes y
teóricas, bien como una actividad no analítica del psicote- realistas. La relación puede conducir al paciente a experiencias
rapeuta o del psicoanalista 3 u e entorpecería su labor- o y modificaciones específicas, como el desarrollo de identifica-
bien como una herramienta osicoteraoéutica fundamental ciones sanas y el logro de algunas experiencias emocionales co-
que expresaría la resonancia del inconsciente del terapeuta rrectivas, en las que el terapeuta se proporciona una oportunidad
con el d e su paciente. para comportarse de un modo diferente a como lo hicieron con
m Resistencia: durante el tratamiento psicoterapéutico se su paciente las figuras parentales significativas d e su infancia.
denomina resistencia a todo aquello que, en actos o pala- Psicoterapias psicoanalíticas más profundas (habitualmen-
bras del paciente, se opone al acceso d e éste a su incons- te llamadas expresivas) buscan además, metas de un mayor
ciente (hacer consciente lo inconsciente). conocimiento d e los factores determinantes d e la enfermedad,
m ~ e ~ r e i i ó dentro
n: de un proceso psíq;ico que comporta una nueva orientación emocional y una perspectiva más ma-
una trayectoria o un desarrollo, se designa como rerresión dura con respecto a esos factores determinantes, un aumento
un reto& en sentido inverso a partir deun punto yaalcan- de la capacidad y fortaleza del yo, y experiencias correctivas
zado, hasta otro situado anteriormente. En sentido tempo- específicas y centrales'.
ral, la regresión supone una sucesión genética y designa el
retorno del sujeto a etapas superadas d e su desarrollo. En
Convencionalmente se considera aue las osicoteraoias osi-
coanalíticas (excepto las intensivas) no deben fomentar la re-
. .
sentido formal. la regresión designa el paso a modos de eresión ni la transferencia. Todas oromueven. emoero. la aoa-
expresión y de comportamiento de un nivel inferior. desde gción y análisis de los diferentes'derivados d e 18s c o n ~ i c i o s
el punto de vista d i l a complejidad, de la estmcturación y inconscientes.
de la diferenciación. Es lícito, sin embargo, ocuparse en estos casos del análisis
de la transferencia cuando dicho fenómeno se convierte en una
resistencia que amenaza la continuidad del proceso psicotera-
TIPOS péutico.
de las represiones. en hacer consciente lo inconsciente y en fo- Si la psicoterapia trabaja en extensión e intensidad con pro-
mentar el arado más alto de desarrollo posible de la libido. En blemas inconscientes; si las sesiones terapéuticas son Lo bastante
el otro ex6emo se halla la terapia de apoyo, la cual busca res- frecuentes eomo para proporcionar unaextensa información acer-
tablecer el equilibrio anterior. La parte central del continuuni cade las complejidades de las pautas del paciente; si el relieve se
está ocupada por diversas clases de psicoterapias d e orienta- pone predominantemente en la consideración que se presta a la
ción psicoanalítica más difíciles d e definir y delimitar, y cu- transferencia, a la resistencia y en la penetración de las defensas
vas reelas son menos claras. Idealmente en cualauier oosición para descubrir y expresar material patógeno preconsciente e in-
del coitinuum. la prescripción terapéutica debe basaAe en un consciente; si el paciente puede comprender provechosamente las
diagnóstico clínico, dinámico y genético adecuados. maneras en que sus pautas lo han conducido inconscientemente a
actitudes aue desentonan con la relación adulta con su teraoeuta. L ,
' Nata de los editores: para otros autores (por ejemplo, Creen), las psico-
d e las exteias. terapias pricaanalítica. de este tipo están indicadas cuando el paciente se en-
El terapeuta debe mostrar una sincera actitud de tolerancia cuentra en In imposibilidad de usar y cumplir con las condiciones del encuadre
hacia ciertos aspectos de la vida del paciente y en otras oca- pricoanalirico habimal.
entrenamiento y l a experiencia obtenida, q u e debe ir acom- clínico, d i n á m i c o e histórico-genético d e su paciente. así c o m o
pañada d e supervisiones por terapeutas m á s experimentados d e algunos d e l o s fenómenos transferenciales y contratransfe-
y c u a n d o sea posible. d e u n a experiencia psicoterapéutica o renciales que alcarice a captar e n l a exploración inicial. D e b e
psicoanalítica personal. considerar l o s distintos tipos d e terapia conocida y sus posihi-
lidades de aplicación e n términos d e l problema específico q u e
tenga e n sus manos.
H- ASPECTOS PRÁCTICOS DEL TRATAMIENTO E s i m p o r t a n t e que e x p l o r e las metas d e l tratamiento y
q u e l o acomode a las necesidades y posibilidades reales d e l
Para concluir queremos recoger algunas d e las ideas plan- paciente, además d e considerar s u propio entrenamiento y
teadas e n e l capítulo: e l terapeuta debe realizar un diagnóstico hahilidad.
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