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Fase de Tensión
abuso verbal.
Fase de Explosión
Fase de Arrepentimiento
TRATAMIENTO
Presentación
Evaluación Pre-tratamiento (Evaluación)
Sesión Informativa o educativa: brindar información sobre el estrés laboral, la
respuesta emocional, la ansiedad y la ira.
ESQUEMA DE TRABAJO
1. Definición de la Ira
2. Reacciones del cuerpo
3. Cambios fisiológico
4. Como identificar aquellos estímulos que desencadenan la ira
5. Beneficios de la ira
6. Como expresar la ira adecuadamente
7. Conexión entre la ira y pensamientos distorsionados
8. Ideas falsas o pensamientos auto-destructivos
LIGERA IRRITACIÓN ………………………………………………………………………………….FURIA VIOLENTA
3. Tranquilízate
Si sientes que te estás enfadando, no permitas que se acumule la ira hasta explotar de forma
violenta. Procura respirar profundamente desde el diafragma con respiraciones largas y lentas,
para que el corazón pueda latir más despacio. Mientras respiras, imagina un fuerte núcleo en tu
interior. Repítete palabras como ‘tranquilo’ o ‘relájate’ mientras respiras.
Después, concédete tiempo para pensar. En caso necesario, sal de la situación y busca a alguien
para hablar de ello, lo que te ayudará a calmarte. Intenta pensar de forma lógica en la causa de
tu ira. Piensa si se trata de un malentendido y si realmente estás enfadado por este motivo o
por otro distinto, como algún problema económico o personal.
Intenta expresar los sentimientos de enfado con seguridad, utilizando palabras lógicas y
tranquilas, en vez de recurrir a la violencia. Si tienes una discusión acalorada, o temes que se
produzca, recuerda lo siguiente:
• Expresa con claridad lo que quieres y cómo puedes conseguirlo. Intenta utilizar frases como
“estoy enfadado contigo porque...”
• Escucha atentamente a la otra persona; no olvides que todo el mundo tiene derecho a tener
su propia opinión.
5. Comprende tu ira
Las personas enfadadas y agresivas deben asumir la responsabilidad de sus acciones; no sirve
de ayuda culpar a los demás. No obstante, recordar el pasado puede ayudarte a comprender
porqué te comportas con ira. Por ejemplo, si tus padres o algún familiar con influencia fueron
un mal ejemplo y tendían a resolver los conflictos con agresividad, es posible que no hayas
aprendido a controlar la ira de modo constructivo. Piensa en los patrones de ira que has
aprendido y en cómo puedes cambiarlos.
Algunos aspectos de nuestro estilo de vida pueden empeorar los sentimientos de ira. Basta con
introducir unos pequeños cambios para obtener grandes beneficios:
El ejercicio físico practicado de manera habitual te ayudará a evitar que la tensión se acumule y
te permitirá alejarte un tiempo de las tensiones cotidianas.
• Los ejercicios de relajación, como el yoga y la meditación, son útiles para liberar tensión de
forma sana y controlada.
• Modifica tu entorno: busca alternativas a las situaciones que te causan estrés y déjate tiempo
libre para relajarte y desconectar.
Algunas personas necesitan más ayuda para solucionar su problema. Los servicios profesionales
podrán ayudarte a controlar mejor tu ira.
Los ejercicios de reafirmación personal enseñan a expresar los sentimientos y las necesidades
con calma y consideración, respetando a los demás. Resultan útiles cuando el problema implica
una dificultad para expresar la ira de modo constructivo. Procura no elegir libros ni cursillos
centrados en enseñar a las personas tímidas a utilizar su ira. Tu problema es muy distinto
ESTRATEGIAS PARA CANALIZAR LA IRA
1. Aceptar las propias limitaciones, en especial los propios estallidos de cólera, ira o rabia
provocados por el acoso psicológico.
- Aceptar la impotencia que uno siente ante situaciones sobre las que no tiene ningún
control ni cuenta con ninguna alternativa.
- Comprender y aceptar que uno no puede hacer nada por reparar el daño que ha recibido.
- Asumir que no se dispone de la posibilidad de transformar el comportamiento del perverso
acosador.
- Comprender y aceptar las dificultades que uno puede tener para desembarazarse de la
rabia.
- Entender que uno no tiene capacidad para evitar o eliminar los comportamientos de acoso
(aunque sí para hacerles frente), ni tampoco para convertir o cambiar al acosador (pero sí
para protegerse de él)
- Comprender que el objetivo final no es lograr una aplastante y definitiva victoria sobre el
agresor, sino obtener el mejor entre los distintos grados de supervivencia personal, y para
ello actuar lo más inteligentemente posible.
2. Recuperar el control interno: Decidir que uno es dueño y señor de sus propias emociones.
- Aceptar que uno tiene el control último sobre sus emociones, aunque no así sobre los
perversos ataques y estrategias de acoso del acosador laboral.
- Las emociones no dependen de los acontecimientos externos, sino de la programación
personal de cada uno y de los automensajes propios:
Los ataques injustos no se deberían producir...
No se deberían cometer injusticias conmigo...
Me debo sentir mal si se cometen injusticias conmigo ...
No hay ataque del acosador que pueda perturbar a uno, si uno no lo permite.
Hay que tener en cuenta que el objetivo último del psicoterrorista es la destrucción
psicológica de la víctima y su desaparición del lugar de trabajo. En la medida en que
los ataques dejan de perturbar emocionalmente a la víctima, dejan también de tener
efectividad para el que los perpetra.
3. Adoptar la perspectiva de un observador externo que estuviera contemplando desde fuera
la escena del ataque para desactivar la reacción de ira.
- Visualizar y vivenciar la situación de acoso desde la perspectiva de un observador externo
es un método de desactivar la reacción automática de ira.
- Es una forma de desidentificación y desactivación emocional, ya que la reacción de ira
resulta atajada, dando tiempo al cerebro a retomar el control de la situación desde un
funcionamiento neocortical.
4. Transformar la energía negativa de la rabia, la ira y el resentimiento que le perjudican en
energía positiva: el humor
- La victoria está a la vista cuando la víctima empieza a tomarse con cierto humor lo que le
ocurre o le ocurrió.
- Hablamos de humor sano, no de sarcasmo ironía o cinismo.
2. ¿CÓMO HACERLO?
- Todo el ejercicio debes realizarlo despacio y tranquilamente.
- Coloca una mano en el estómago.
- Coge aire suave y lentamente por la nariz durante 2 ó 3 segundos.
- Nota cómo se llenan los pulmones y siente cómo el vientre se hincha levantando la mano.
- Mantén el aire dentro de los pulmones contando mentalmente hasta tres.
- Expulsa lentamente el aire por la boca y tarda 3 ó 4 segundos hasta vaciar
completamente el aire de tus pulmones.
4. ¿DÓNDE HACERLO?
Las primeras veces que lo practiques hazlo en un lugar tranquilo, sin nada que te distraiga y
sin ruido.
Después de los primeros ensayos es conveniente realizar el ejercicio en situaciones que te
provoquen malestar.
6. ¿CUÁNDO HACERLO?
Puedes hacer respiraciones profundas en diferentes momentos.
Practícalo sobre todo en las situaciones en las que te encuentres nervioso y tenso
¡STOP! A TUS PENSAMIENTOS
A partir de esta fecha te asaltan ideas y pensamientos sobre lo ocurrido que no te puedes
quitar de la cabeza, no sabes qué hacer porque siguen apareciendo constantemente y cada vez
te agobian más.
Realmente los pensamientos pueden pararse y tu puedes hacerlo. Hay cosas que los
interrumpen, el timbre de la puerta o el sonido del teléfono, es decir, prácticamente cualquier
cosa lo suficientemente intensa como para llamar nuestra atención puede hacer que dejes de
pensar en lo que tu cabeza estaba ocupada en ese momento.
1. OBJETIVOS: Este ejercicio te va a ayudar a parar los pensamientos que aparecen muchas
veces, que no te puedes quitar de la cabeza y que te ponen triste, disgustan o aumentan tu
nerviosismo, pero que no te ayudan a solucionar ningún problema.
2. ¿CÓMO HACERLO?:
- Elige una palabra que normalmente utilices para terminar alguna conversación
o discusión con alguien “basta”, “para”, “ya” o “se acabó”. Utiliza siempre la misma
palabra.
- Cuando tengas un pensamiento que quieres parar, di o piensa la palabra elegida, e
imagina como si una cortina u ola blanca invadiera tu mente.
- Comienza seguidamente una tarea o actividad que necesite cierta concentración y te
ayude a distraerte de esos pensamientos. Utiliza cualquier actividad que te ayude a
evadirte de esos pensamientos. Algunas tareas que te pueden ayudar son:
- Fíjate en un objeto e intenta describirlo minuciosamente con sus formas, texturas,
colores...
- Cuenta de 100 hacia atrás de siete en siete.
- Realiza una actividad agradable como llamar a un amigo o recuerda una situación en la
que te lo hayas pasado bien e intenta recordar las conversaciones, la gente que había e
incluso que llevabas puesto.
3. ¿CUÁNDO HACERLO?
Repítelo tantas veces como aparezca el pensamiento molesto o desagradable.
4. ¿DÓNDE HACERLO?
En cualquier lugar donde te encuentres y te invada este tipo de pensamientos.