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CONSULTORIO MÉ DICO PSICOLÓ GICO DIOS SANADOR

Maneras de Combatir la Agresividad


¿Qué es la ira y cómo funciona?
La ira es una emoción natural y sana.  Cuando una
persona ha vivido experiencias traumáticas o
difíciles a lo largo de su vida, especialmente por
otros seres humanos, suele tener sentimientos
intensos de ira, rabia e incluso odio.

Es normal reaccionar con ira como forma de


protegernos y distanciarnos cuando alguien nos ha herido intencionalmente. El problema viene
cuando se vuelve crónica y no se resuelve o cuando se inhibe durante largos períodos de tiempo y
se expresa de forma destructiva hacia uno mismo y/o hacia los demás.

¿Cómo puedo aprender yo a manejar mi enfado? 


1. La ira siempre se manifiesta con diferentes niveles de intensidad por eso es importante ser
conscientes del enfado ligero para intervenir antes de que se convierta en abrumador. El
enfado, al igual que las otras emociones, se representa como una curva con un inicio, un
punto medio y un final.Para ello tenemos que aprender a reconocer las señales físicas que
nos manda el cuerpo (respiración acelerada, taquicardia, aumento de la temperatura,
etc.); debemos prevenir que se reaccione automáticamente a las sensaciones físicas que
acompañan a la ira.
2. El enfado es como el fuego en una hoguera. Hay cosas que podemos echarle para
encenderla más y otras para intentar apagarla poco a poco. Los pensamientos negativos
serían las ramas secas que ayudan a encender las llamas y son todas estas cosas que nos
decimos a nosotros mismos cuando aparece la situación que dispara la ira. Algunas de las
frases más frecuentes son “esto es insoportable”, “es injusto”, “no me lo merezco”,
“siempre igual”, etc. Todas ellas favorecen que la intensidad del enfado vaya en aumento
y éste se haga incontrolable. Sin embargo, podemos tratar de fomentar otros
pensamientos más neutros y/o positivos que consigan el efecto contrario, del tipo, “esto le
puede pasar a cualquiera”, “yo soy capaz, puedo soportarlo”, “mañana veré lo que ha
pasado de otra forma”, etc. Estos serían equivalentes al efecto de la arena. Acuérdate de
estas metáforas para ponerlo en práctica.
3. Aléjate de la situación si sientes que te estás enfadando mucho. Cuenta despacio hasta
diez, antes de decir algo de lo que puedas lamentarte. Realiza un par de respiraciones
profundas e intenta distraerte. Si sueles tener conflicto a menudo con una persona de
confianza, como un compañero de piso o tu pareja, puedes llegar a un acuerdo previo con
ella, en el que se pacte la posibilidad de abandonar la situación si identificas que la ira está

“EDUCAMOS PARA UNA CULTURA DE PAZ, AMOR Y BIENESTAR EN LAS FAMILIAS”


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llegando a un nivel que te va a resultar difícil controlar. De esta forma, si llega el
momento, le puedes hacer una señal que le indique que tienes que alejarte un poco para
enfriarte antes de retomar la conversación. Es bueno que le digas donde vas a estar y
cómo puede contactar contigo.
4. Si sientes que la ira se apodera de ti con gran facilidad, es positivo que realices ejercicio
físico a diario como válvula de escape (andar, nadar, correr, etc.) y ejercicios de relajación
y meditación para mejorar la regulación emocional.
5. Cuando estemos discutiendo con alguien
importante para nosotros, no te olvides de
esto último, podremos expresarle nuestro
malestar teniendo cuidado de cómo lo
decimos para no hacerle daño y para no
deteriorar una relación significativa. Un truco
sería pararse un momento a pensar lo que te
importa, acceder a recuerdos positivos con
él/ella y ser consciente del cariño que le
tienes. Ten en cuenta que se puede estar
enfadado y a la vez ser consciente de lo
importante que es el otro para nosotros. El
enfado es una emoción puntual, originada por
un conflicto interpersonal mientras que el
amor y el cariño, son sentimientos más estables que permanecen a pesar del enfado.
6. Observa a las personas de confianza y mira cómo manejan su ira. Piensa por un momento,
¿La intensidad de la ira que estás teniendo ahora es apropiada a la situación? ¿Podrías
practicar su forma de afrontar las situaciones y copiar su comportamiento?

Por último, recuerda, no es malo sentirse enfadado, lo importante es saber cómo se expresa.
Debemos utilizar la fuerza que nos ofrece la ira para lograr metas importantes en nuestras vidas y
que nos cuestan trabajo conseguir. Utilizar el impulso para lograrlas será parte de nuestro
crecimiento como personas.

Pon en práctica estas estrategias e incorpóralas poco a poco en tu día a día. Todo es cuestión de
aprendizaje. Si ves que necesitas ayuda profesional de un psicólogo/a para que te enseñe a regular
mejor tus emociones, no lo dudes.

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