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Prevención del acoso sexual y laboral

Módulo 1: El acoso sexual, ¿una manifestación de violencia de género?

¿Qué es el acoso sexual?


El acoso sexual es una manifestación de discrimi-
nación contra la mujer, pero también una expresión
de violencia de género.
Para entender esta afirmación primero debemos
comprender

¿Qué es la violencia de género?

La Asamblea General de Naciones Unidas en su


declaración sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer (1993), nos define violencia de
género como:

“Todo acto de violencia basada en la pertenencia al sexo feme-


nino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufri-
miento físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las
amenazas de tales actos, la coerción o privación arbitraria de la
libertad, tanto si se produce en la vida pública como privada”
La primera vez en que se estableció el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia fue en la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, realizada
en Belém do Pará el año 1994. Convirtiéndose en un referente muy importante en materia de violencia
de género. En ella se define:

“La violencia de género es cualquier acción o conducta que cause muerte,


daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a una persona, por su sexo o
género, tanto en el ámbito público como en el privado”
(Convención de Belém do Pará, 1994).

La Convención también establece que toda mujer tiene


derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado. Este derecho incluye, entre
otros:
• El derecho a ser libres de toda forma de discrimina-
ción.
• El derecho a ser valoradas y educadas libre de es-
tereotipos basados en conceptos de inferioridad o
subordinación
• El derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y pro-
tección de todos los derechos humanos y a las liber-
tades consagradas por los instrumentos regionales e
internacionales sobre derechos humanos.

Considerando, entre otros:


• el derecho a que se respete su vida;
• el derecho a que se respete su integridad física, psí-
quica y moral;
• el derecho a la libertad y a la seguridad personales;
• el derecho a no ser sometida a torturas;
• el derecho a que se respete la dignidad inherente a su
persona y que se proteja a su familia;
• el derecho a igualdad de protección ante la ley y de la
ley;
• el derecho a tener igualdad de acceso a las funcio-
nes públicas de su país y a participar en los asuntos
públicos, incluyendo la toma de decisiones.

La Convención también genera obligaciones para los


Estados, comprometiéndolos a adoptar políticas para
prevenir, eliminar y sancionar la violencia contra las
mujeres, como organizar campañas e implementar protocolos de servicios de atención, asegurando me-
canismos efectivos de reparación del daño u otros medios de compensación, entre otras iniciativas.

En el año 2019, la Organización Internacional del Trabajo OIT, aprobó el Convenio N° 190 sobre Violen-
cia y Acoso en el Trabajo, donde se define a la violencia y el acoso como:

Conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, se manifiesten una


vez o de forma repetida y que causen o tengan la intención de causar un
daño físico, psicológico, sexual o económico, incluyendo razones de género,
como la violencia y el acoso que van dirigidos contra las personas por razón
de su sexo o género, o que afectan de manera desproporcionada a personas
de un sexo o género determinado, e incluye el acoso sexual.

Cómo podemos definir el acoso sexual?


¿Qué características presenta?

Para la OIT, el acoso sexual es “Un requerimiento unilateral por cualquier medio, de carác-
ter sexual, no consentido por la persona y que le produzcan un daño a su salud, perjuicio
y/o amenaza en sus oportunidades en el empleo, en su situación o normal desenvolvimiento
laboral” (OIT, 1985).

5 Manifestaciones de acoso sexual (Till, 1980):


• Manifestaciones sexuales reiteradas: conductas y/o comentarios
generalizados de carácter sexual.
• Conducta seductora: insinuaciones sexuales de carácter inapro-
piado y ofensivo.
• Chantaje sexual: solicitud de actividad sexual u otra conducta
ligada al sexo con promesa de recompensa.
• Coacción sexual: imposición de actividad sexual bajo amenaza de
castigo.
• Ataque o asalto sexual: imposición o asalto sexual intenso.
El acoso sexual es una manifestación de relaciones de poder, puede ser horizontal, entre pares, o
vertical (conocido como “quid pro quo”), que es ejercido por una autoridad, jefatura, o alguien que
tenga relación de poder sobre la persona afectada. En cualquier caso, sus consecuencias pueden
ser devastadoras para las víctimas, afectando su autoestima, salud, oportunidades laborales y/o
educacionales. También hay consecuencias para la organización ya que altera el clima laboral, afec-
ta la productividad y la reputación de las instituciones.

Consecuencias del acoso sexual DIGEN 2019

Diagrama 1:
consecuencias del acoso sexual

Consecuencias emocionales sobre el bienes-


tar general de la persona, de corto, mediano
y largo plazo, que pueden incidir en el desem-
peño laboral y educativo de la víctima, produ-
ciendo ausencias, desmotivación y bajo rendi-
miento. (Guzmán, 2005).

Consecuencias en las condiciones del empleo


o la docencia, y en el desempeño y cumpli-
miento laboral o educativo (Guzmán, 2005),
tales como alteraciones en evaluaciones labo-
rales o educativas; abandono o expulsión de
cursos, carreras o puestos de trabajo; rebajas
o condicionamientos salariales. Estas pueden
ser efecto de trastornos a nivel subjetivo o de
acciones de quien acosa o de la institución en
la que se desempeña.

Transformación de los espacios laborales y


educativos en ambientes hostiles e intimi-
dantes para las víctimas y de polarización
y disputa en la comunidad en general. Estas
transformaciones pueden ocurrir ya sea cuan-
do los casos se hacen públicos y se llevan
adelante sumarios e investigaciones, cuando
la no atención a estos casos o el surgimiento
de problemas en los procedimientos de inves-
tigación, como filtraciones o retrasos, induce
a una suerte de institucionalización de la im-
punidad y de relaciones violentas en espacios
que deberían ser protegidos (Guzmán, 2005).
Manifestaciones del acoso • Realización de gestos indecorosos
sexual Manifestaciones digitales
• Amenaza o acción de difundir fotografías o
El acoso sexual se puede manifestar de videos de la víctima sin ropa o en situacio-
muchas maneras y sea cual sea la manifesta- nes íntimas o comprometedoras
ción, para considerarse como acoso, esta no • Envío por medio de mails o mensajes elec-
debe ser aprobada o deseada por la persona trónicos de comentarios, chistes o fotogra-
que lo recibe. El consentimiento es un fac- fías con contenido sexual
tor decisivo en la ocurrencia de • Difusión de rumores de carácter sexual
estas conductas. sobre la víctima
• Exhibición de pornografía
A continuación, se presentan diferentes
manifestaciones del acoso sexual, definidas Amenazas, ofrecimientos y chantajes
por la Dirección de Igualdad de Género de la Proposiciones sexuales
Universidad de Chile:
• Exigencia de favores sexuales con con-
Manifestaciones no verbales secuencias en el desarrollo académico o
• Miradas persistentes o sugestivas de laboral
carácter sexual • Promesas y ofrecimiento de beneficios o
• Gestos de carácter sexual ventajas laborales a cambio de favores se-
• Sonidos, silbidos, suspiros xuales (subir notas, pasar curso, ascensos,
aumentos de salario, etc.)
Manifestaciones verbales • Amenaza de perjuicios si no acepta pro-
puestas sexuales (no pasar curso, bajar
• Discusión de actividades sexuales notas, despido, etc.)
• Comentarios, palabras o chistes sexuales
humillantes, hostiles u ofensivos (DIGEN U. de Chile, Acoso en el Campus: El acoso sexual en
• Insinuaciones sexuales la Universidad de Chile, 2019, disponible en: https://direccion-
• Llamadas o notas incógnitas con conno- degenero.uchile.cl/project/acosoenelcampus/, p.13)
tación sexual
• Manifestaciones físicas
• Contacto físico innecesario (roces, abra-
zos, besos, apretones, tocaciones, etc.)
• Acercamientos, persecuciones
Factor Silencio
Un efecto nocivo del acoso sexual es el que afecta
a la salud de las víctimas, generalmente tardan un
buen tiempo en tomar la decisión de actuar una vez
ocurrido el ilícito, ya sea interponiendo una denun-
cia o abandonando su trabajo o estudios. Durante
ese periodo, sufren angustia, depresión, crisis de
pánico u otros daños, que demuestran el estrés que
están viviendo.

Uno de los factores que más provoca estrés en las


víctimas, es el denominado “factor silencio”, que
consiste en la incapacidad para mencionar o denun-
ciar las agresiones sexuales de las que se ha sido
víctima, por vergüenza o temor a la culpabilización.

“Esta vergüenza se relaciona a su vez con el hecho que ellas se atribuyen


la culpa y, además, temen ser culpabilizadas de la situación por el medio
social que usualmente las condena a ellas. A menudo se piensa que es la
mujer quien provoca la situación al aceptar una invitación”
(Todaro, R. y Délano, B., 1993).

Este factor silencio, también se relaciona con los prejuicios y las determinantes culturales de género,
que tienden a responsabilizar a las propias mujeres de la situación que las aqueja e inhibe de hacer las
denuncias, por el temor a exponerse, a ser juzgada o estar en los comentarios de los otros y otras.
Acoso Sexual en el ámbito educativo

El acoso sexual también tiene su expresión en el


ámbito educativo que replica la situación de des-
igualdad entre hombres y mujeres, así como las
relaciones de desequilibrio de poder entre profeso-
res y estudiantes.

La Universidad de Chile define el Acoso Sexual en


el ámbito educativo como:

“Una conducta que vulnera el derecho a recibir una educación de calidad capaz de ofrecer
verdaderas oportunidades para la formación y desarrollo integral de las personas. Se entien-
de como una conducta de contenido sexual que no es bienvenida por la persona a quién está
dirigida; que directa e indirectamente esté vinculada con decisiones que afectan sus opor-
tunidades de educación; y que se traduce en un ambiente educativo hostil, ofensivo intimi-
dante para la víctima”.

(Universidad de Chile, Orientaciones para enfrentar el acoso sexual, Enero 2015, disponible en https://direcciondegenero.
uchile.cl/project/publicacion-example-1-4/)

En el marco de la Política para la Prevención del Acoso Sexual de la Universidad de Chile, aprobada el
año 2017, se define el acoso sexual como

“Conducta de naturaleza sexual, no deseada por la persona


que la recibe, que atenta contra su dignidad e integridad al
resultar ofensiva, hostil o amenazadora.”
Esta Política de Prevención se propone un objetivo tan ambicioso como necesario, como es:

“Erradicar el acoso sexual y reducir la violencia de Género en la Univer-


sidad de Chile a partir de un programa que permita prevenir estas con-
ductas y atender a las personas afectadas.”

(Política para Prevenir el Acoso Sexual en la Universidad de Chile, 2017, disponible en:
https://direcciondegenero.uchile.cl/project/publicacion-example-1/ )

En el mismo documento se señala que:

”En el contexto universitario el acoso sexual adquiere características y consecuencias espe-


cíficas. Los estudios destacan que en la cultura universitaria hay conductas abusivas tan na-
turalizadas que incluso quienes son afectadas o las presencian no las reconocen nítidamen-
te como tales. Los hechos, en general, no son denunciados debido, a los siguientes factores:
Muchas mujeres no los consideran como agresiones sexuales, aún habiendo sido forzadas a
tener relaciones sexuales,
con frecuencia las víctimas asumen un grado de responsabilidad en provocar la situación, lo
que se ve agravado por las creencias culturales que las culpabilizan y,
sienten que la institución universitaria no las tomará en serio o no las apoyará.”

(Copenhaver y otros, 1991; Kalof, 1993, Hensley, 2003, en Política para prevenir
el acoso sexual en la Universidad de Chile).
Finalmente, el último Protocolo de Actuación ante denuncias sobre acoso sexual de la Universidad de
Chile (Protocolo 2019), define acoso sexual en su artículo 1 letra a), como:

“Cualquier acción o conducta de naturaleza o connotación sexual, no deseada o no


consentida por la persona que la recibe, que amenaza, perjudica o incide en sus opor-
tunidades, condiciones materiales y/o rendimiento laboral o académico, la afecta a ni-
vel psicológico, emocional y/o físico, y/o crea un ambiente laboral y/o académico hostil
o amenazante”

(Nuevo Protocolo de Actuación ante denuncias sobre acoso sexual, violencia de género, acoso laboral y discrimi-
nación arbitraria de la Universidad de Chile, Mayo 2019, disponible en: https://direcciondegenero.uchile.cl/project/
protocolo-texto-normativo/)

La Universidad de Chile realizó un estudio en al año 2016,”Acoso Sexual en el Campus: estudio sobre
violencia sexual en la Universidad de Chile”,

La investigación da cuenta de lo siguiente:


• Un 26 por ciento de los(as) entrevistadas(os) ha conocido situaciones de acoso sexual en la universi-
dad y un 14,7 por ciento lo ha sufrido directamente.
• Las afectadas son mayoritariamente mujeres, principalmente las estudiantes, y los agresores son
hombres (académicos o estudiantes).
• Del total de personas afectadas, el 22% son mujeres y el 9% son hombres.
• Mayoritariamente las víctimas no denuncian, debido al desconocimiento de los procedimientos, el
temor a sufrir represalias o a que se vea afectada su carrera, y la desconfianza en la institucionali-
dad universitaria y sus mecanismos de investigación.

Erradicar la violencia y el acoso en la Universidad de Chile, es urgente y prioritario.


Dependerá de cada una/o de nosotras/os construir una comunidad universitaria
basada en el respeto y resguardo de los derechos de todas y todos sus integrantes.

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