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Claves Metodológicas

Es muy importante tener claro que utilizar la perspectiva de


género y el enfoque de derechos humanos, no se resuelve con
una especie de receta o pasos secuenciales únicos; sino que
implica la capacidad de utilizar algunas CLAVES para el análisis
de: cuándo, cómo y dónde ocurrieron las conductas de
hostigamiento o de acoso sexual.
Con estas claves metodológicas se busca desmontar la idea de
que el “análisis del contexto se hace a través de una receta” y no
es así, ya que implica una mirada crítica a través de la cual
utilizar criterios que sirven para descifrar los elementos de
tiempo, modo y lugar que explican la ocurrencia de los hechos
de hostigamiento y acoso sexual. Estos elementos se traducen
en categorías específicas que iremos revisando. De entrada, el
análisis del contexto es fundamental porque en esta indagación
de las circunstancias podemos identificar pruebas que ofrezcan
elementos para dar veracidad a los hechos o para cruzar con la
narrativa de la denuncia y contar con datos objetivos y
concretos.
Asimismo, a través del análisis del contexto, se pueden
identificar acciones para la prevención y recordemos que tanto
las personas Consejeras como los Comités de Ética tienen en
ello un papel especial que desempeñar.

Las claves que sugerimos consisten básicamente en relevar lo


siguiente:

Clave 1. Cambiar la mirada


Clave 2. Distinguir condiciones desiguales
Clave 3. Las reglas formales y las pautas informales
Clave 4. Contexto personal y subjetivo de quienes padecen
hs y as
Clave 5. Condiciones laborales, institucionales y personales en
las víctimas

CLAVE 1: CAMBIAR LA MIRADA

Implica ponernos los lentes de género, y dejar de ver a las mujeres y hombres,
como ese cuerpo unísono de un solo color que no se distingue entre sí y
empezar a distinguir a unas y otras, en sus especificidades; implica identificar:

Desigualdades, asimetrías o relaciones de poder


El papel de los estereotipos y roles de género en el espacio
laboral
Una lectura crítica de las condiciones del "Consentimiento"

Cambiar la mirada debe incluir reconocer que el hs y as son una violación de


derechos humanos, y que en todo momento es de gran importancia:

Actuar bajo principios de debida diligencia, legalidad, respeto,


garantía de dignidad e integración personal
Sin revictimización (no sufra mayor agravio)
Identificar afectaciones físicas, morales, psicológicas o riesgos
laborales
Identificar derechos vulnerados
CLAVE 1: CAMBIAR LA MIRADA

Derecho a: Porque…

Generan afectaciones a la integridad física o


La vida psicológica que resulte en la alteración de la
salud o ponga en riesgo la vida.

Impiden gozar y disfrutar de la misma manera


La igualdad y los derechos reconocidos por los instrumentos
no normativos al dar un trato diferenciado que
discriminación limita o anula el acceso y ejercicio pleno de los
derechos.

Afecta a las víctimas en cuanto al acceso,


permanencia y condiciones laborales debido a
que:
Limitan la posibilidad de la víctima de
dedicarse a la profesión, industria, comercio
o trabajo que decida, siendo lícitos.
Al rechazan las propuestas o pretensiones
de quien acosa u hostiga ponen en riesgo el
acceso, conservación y estabilidad del
empleo que le permite obtener un ingreso
para satisfacer sus necesidades y, en su
El trabajo
caso, la de sus familias. Lesiona la
trayectoria y el acceso de las personas a las
oportunidades de desarrollo profesional y
laboral.
La propia asistencia al espacio laboral
coloca la persona en un ambiente con
condiciones de trabajo viciadas por factores
que ocasionan, entre otras situaciones de
estrés, ansiedad u otras afectaciones
psicológicas que termina afectando el
derecho a la salud.

FUENTE: CNDH (2017) HOSTIGAMIENTO SEXUAL Y ACOSO SEXUAL. EXTRAÍDO DE:


HTTP://APPWEB.CNDH.ORG.MX/BIBLIOTECA/ARCHIVOS/PDFS/HOSTIGAMIENTO-ACOSO-SEXUAL.PDF
CLAVE 1: CAMBIAR LA MIRADA

Derecho a: Porque…

La integridad y No se respeta la integridad física, moral y


seguridad psíquica de la víctima.
personales

Libertad Impiden que el ejercicio de la sexualidad se


sexual realice sin presión o influencias.

Libre Se limita o afecta la identidad física y social que


desarrollo de incluyen la autonomía y desarrollo personal, así
la como el derecho a establecer y desarrollar
personalidad relaciones con otras personas.

A una vida Causan daño o sufrimiento psicológico, físico,


libre de patrimonial, económico, sexual e incluso la
violencia muerte.

Desconocen a la víctima como persona con


Al trato digno derechos humanos y por lo tanto la cosifican y
la maltratan.

FUENTE: CNDH (2017) HOSTIGAMIENTO SEXUAL Y ACOSO SEXUAL. EXTRAÍDO DE:


HTTP://APPWEB.CNDH.ORG.MX/BIBLIOTECA/ARCHIVOS/PDFS/HOSTIGAMIENTO-ACOSO-SEXUAL.PDF
CLAVE 2. DISTINGUIR CONDICIONES
DESIGUALES
Entre las principales condiciones desiguales que existen entre mujeres

respecto a la situación de los hombres, se encuentran:

La segregación ocupacional
La mayor carga de cuidado para las mujeres
Condiciones discriminantes: en tiempo, ingresos, ascensos, beneficios,
derechos, etc.

Esta clave nos invita a ubicar las condiciones de la persona víctima y el


entorno en que se desarrollaron los hechos de acoso u hostigamiento; los
factores que los detonaron o propiciaron su ocurrencia y reiteración. En ello,
es importante considerar que las mujeres y hombres no tienen las mismas
condiciones de inserción laboral, aún en espacios -como por ejemplo la
Administración Pública, en donde prevalecen normas y derechos, las mujeres
no gozan de las mismas condiciones que los hombres. De la misma manera,
en el mercado ocupacional en general, altamente segregado, las mujeres
participan en situaciones de discriminación y de exigencias de tiempo de
cuidados que implican restricciones para capacitarse, competir,
desempeñarse mejor o escalar mejores posiciones o puestos de trabajo,
afrontando limitaciones y ambientes propiciatorios del hostigamiento y acoso
sexual.

Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo


(primer trimestre 2022) indica, que en el trabajo agropecuario las mujeres solo
representan un 4% y en el caso del sector servicios en labores relacionadas
con habilidades aprendidas por género y que les permiten combinar labores
domésticas y de cuidado de familiares, representan un 22%.
CLAVE 2. DISTINGUIR CONDICIONES
DESIGUALES

Detrás de las cifras, hay claros indicios de segregación basada en estereotipos y


confirma que ciertamente las mujeres y los hombres no ocupan las mismas
posiciones.

Si hacemos una revisión, por ejemplo, del uso del tiempo (ENUT, 2019), las
mujeres dedican 32.7 horas a la semana a labores reproductivas del cuidado,
mientras los hombres solo el 14.8, de horas, es decir una importante brecha
estructural de 17.9 horas de diferencia. Lo que significa que la carga de cuidado
para la reproducción de la fuerza laboral de las familias recae - conforme la
organización de género- básicamente en las mujeres. Ello tiene un impacto
decisivo en la inserción laboral de las mujeres, al limitarlas en tiempo y
oportunidades para capacitación o dedicación a sus trabajos o profesiones.

Asimismo, conforme estimaciones del Instituto Nacional de Transparencia,


Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), la distribución
porcentual por sexo de integrantes del servicio público en la Administración
Pública Federal (APF) en 2017, solamente 10.5 por ciento de las Secretarias de
Estado eran encabezadas por mujeres y 36.5 por ciento de las Direcciones de
Área; es decir, las mujeres suelen ocupar cargos medios y operativos, y están
poco involucradas en la toma de decisiones y ejercicio del poder. Esta clave es
importante porque habla de la posición desigual y estructural de las mujeres en
la APF, que no dista mucho de reflejar lo que sucede en otros ámbitos laborales
y niveles del servicio público.
CLAVE 3. LAS REGLAS FORMALES Y LAS
PAUTAS INFORMALES

La tercera clave es fundamental, y, retomando lo planteado por la Comisión


Nacional de Derechos Humanos, implica el análisis del entorno institucional en
el cual hay reglas formales y pautas informales que influyen en la creación de
ambientes permisibles al hostigamiento y/o acoso sexual. El hs y as no son un
asunto sólo de la víctima y el victimario, sino que tiene que ver con los
ambientes y contextos institucionales.

Las reglas formales refieren a:


Horarios, mecanismos de ascenso, evaluación y de sanción, toma de
decisiones, etc.
Medidas de conciliación de la vida personal, familiar, laboral.
Mecanismos para resolución de conflictos, quejas, denuncias o de ética.
Aplicación del Protocolo

Las reglas formales organizan y condicionan la manera en la que las personas


se desempeñan, refiere las conductas y las relaciones funcionales y de
interacción entre las personas, en un determinado contexto laboral.

En ocasiones, a falta de mecanismos institucionalizados y normas relacionadas


con los aspectos aquí referidos, existen poderes discrecionales en el
funcionamiento de reglas y de las relaciones interpersonales. Por ejemplo,
cuando hay mecanismos con credibilidad, las personas recurren a ellos, les dan
uso y los enriquecen con la práctica.
CLAVE 3. LAS REGLAS FORMALES Y LAS
PAUTAS INFORMALES

No sólo lo formal determina el ambiente de un determinado contexto


institucional-laboral, también lo informal o lo que denominamos clima laboral.
Éste, es un mundo difícil de captar, pero tiene un alto impacto al propiciar
ambientes permisibles o tolerantes al hostigamiento o acoso sexual.

Las pautas informales refieren a:

Bromas y chistes sexistas en el ambiente laboral


Las relaciones de autoridad
Los códigos de vestimenta
Percepciones sobre hs y as en la memoria y en la actualidad de las
instituciones

Todas estas pautas, ideas y conductas sobre todo en ambientes altamente


masculinizados en donde las mujeres tienen baja participación o incidencia,
llegan a influir en sus comportamientos con tal de tener aceptación en la
lógica que predomina en la organización y en algunos casos, inclusive para
evitar ser señaladas o rechazadas.

Las relaciones de autoridad también juegan un papel, y pueden ser jerárquicas,


informales, receptivas a situaciones o problema o verticales; los códigos de
vestimenta parecieran intrascendentes, pero en algunos ambientes son
utilizados para interpretar o atribuir conductas a las personas e incluso
justificar conductas como el hs y as.

Los estereotipos sobre las víctimas y los victimarios juegan un papel clave en
los ambientes permisibles al hs y as, los cuales llegan a amparar prejuicios para
juzgar formas de comportarse, vestimenta e incluso las relaciones que de
forma previa o reciente establecen entre mujeres y hombres.
CLAVE 4. CONTEXTO PERSONAL Y
SUBJETIVO DE QUIENES PADECEN HS Y AS

Implica revisar algunos elementos como:

Factores de vulnerabilidad
Elecciones personales
Circunstancias económicas

Una última clave deriva en un análisis del contexto personal y subjetivo de las
personas que padecen estas conductas y en ocasiones tienen que ver con
factores de vulnerabilidad, como alguna discapacidad, condición de etnicidad
o elecciones personales, que inciden en la manera de actuar o los recursos con
los que cuentan las personas para afrontar la situación. Asimismo, las
situaciones económicas implican exigencias o desafíos que pueden dificultar
la capacidad de respuesta.

CLAVE 5. CONDICIONES PERSONALES,


LABORALES E INSTITUCIONALES EN LAS
VÍCTIMAS

Se trata de analizar y responder básicamente lo siguiente:


¿Qué condiciones tiene la víctima para denunciar, consentir o rechazar un
asedio sexual?
¿Qué reglas del contexto son permisibles o constitutivas de pruebas
indiciales?
¿Qué condiciones personales explican el comportamiento de la víctima y
si son factures atenuantes?

Estas 5 claves metodológicas ayudarán a abordar los diferentes


elementos contextuales.

Recuerda entenderlas siempre no como una receta, sino como


el constante ejercicio de una mirada crítica y analítica.

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