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BTL, cultura y mala educación

Autor: Vanesa García, 2014

El "Bellow The Line" por sus siglas en inglés o "debajo de la línea" en español, había
constituido únicamente un complemento para grandes campañas publicitarias, un
elemento que no marcaba una gran diferencia en tal actividad. Pero en los últimos años el
BTL se ha hecho cada vez más innovador, lo que a su vez permite que se desarrollen
campañas más impactantes y que las marcas se posicionen en el top of mind de sus
consumidores.

El BTL ha evolucionado de ser un simple complemento a ser


el eje de una gran campaña.

Y es que cada día la publicidad debe ser lo más creativa posible, ya que el mundo esta tan
saturado de tecnología e innovaciones, que ya nada sorprende a las personas. De aquí que
cada nueva generación de publicistas, debe plantear ideas cada vez más arriesgadas para
tener un impacto inmediato en la mente del consumidor.

En internet se pueden encontrar referencias y descripciones de campañas BTL que se han


aplicado alrededor del mundo, pero delante de esto surge una interrogante que quizás
todo futuro publicista se ha hecho alguna vez a sí mismo y a los demás: ¿por qué en
Venezuela no se ven este tipo campañas, y de desarrollarse, por qué nadie se
arriesga a hacer algo grande y diferente? La respuesta quizás se encuentre en la
personalidad de los venezolanos.

No se tiene la cultura suficiente o necesaria para aplicar una


campaña BTL grande y tener éxito.

Un ejemplo de esto puede ser el siguiente: si hay un cajero automático en una avenida
principal de la ciudad con la inscripción "te regalamos 500 bolívares" y se acerca un
curioso a obtener su dinero; éste, al ver que simplemente presionó un botón y le
regalaron sus 500 bolívares, lo más seguro es que intente obtener más dinero en
reiteradas ocasiones; también puede suceder que si está con algún familiar o amigo, cada
uno de ellos también intentarán obtener el dinero. Por lo tanto, la cantidad establecida
para regalar en esta campaña podría llegar a su límite en solo 20 o 30 minutos.
El venezolano tiene viveza pero no la usa sabiamente.

En otros países, esta misma campaña ficticia del cajero que regala dinero, las personas
que se acercan obtienen el dinero y se van gratificantes, se limitan a eso, que realmente
sería lo correcto. Esto solo por mencionar un pequeño ejemplo.

Entonces, es evidente que la falta de cultura no solo afecta el área social, política y
económica, sino que afecta también, entre otras cosas, a la actividad publicitaria del país.
El anunciante no se quiere arriesgar a utilizar estos medios y el publicista no se quiere
arriesgar a perder a su anunciante. Así que la actividad publicitaria se limita a un modelo
establecido que se ha tornado rutinario, monótono y monotemático desde los inicios de
las grandes campañas en Venezuela.

Muchos son los que se llaman creativos, pero pocos son los
que realmente piensan diferente, ven las cosas desde otra
perspectiva y van siempre más allá de todo lo que conocen.

Está claro que una campaña gira en torno al target del anunciante pero, el consumidor no
se impacta con un simple spot o un jingle, al consumidor hay que entretenerlo, llamar su
atención y mantenerlo interesado en todo momento, hacer que sea el canal o el medio de
la publicidad. Ya no se necesita llegar directamente a las masas, gracias al internet y a las
redes sociales, se puede convertir una gran campaña aplicada a un pequeño grupo
seleccionado, en un virus que se propaga rápidamente, siendo ellos mismos los
portavoces de las marcas. Es importante crear una experiencia única con cada pieza
publicitaria.

En Venezuela, aunque la cultura de las personas actualmente no permita realizar muchas


actividades BTL, aún se pueden realizar estrategias diferentes, fuera del esquema que
enseñan en las universidades. A los estudiantes de publicidad se les enseña a seguir una
pauta pero no se les enseña a crear y ser creativos, a experimentar y exponer siempre
nuevas ideas. Simplemente van copiando esquemas que llevan años siendo enseñados por
aquellos que tampoco se arriesgaron a pensar diferente.
Se necesita innovación para este mundo sobresaturado de
publicidad y tecnología, nuevas ideas, y en definitiva,
CREATIVIDAD.

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