ENSAYO SOBRE LA DIFUSIÓN DE LA CULTURA DEL CONSUMISMO

GLOBAL Y LOS EFECTOS EN LA VIDA COTIAIDANA.

En la actualidad, el mundo se ha vuelto muy materialista, lo que lleva a las

personas a ser consumistas con tal de satisfacer el deseo por obtener todo lo que
se les presenta interesante y necesario, propuesto por la publicidad, la cual
muchas veces solo nos muestra el lado bueno de un producto para persuadir a las
personas para conseguir la compra de dicho producto. ¿Pero cuál es el precio de
ser esclavos del consumo?

La entrada del consumismo en el mundo ha tenido impacto en aspectos no solo

económicos, como es comúnmente imaginado, sino también hace impacto en la
cultura, pensamientos y en la forma de vivir de las personas, como una población
o nación. Como ya es conocido, el consumismo se podría definir con la necesidad
de obtener de forma excesiva e innecesaria de productos, objetos, bienes. Los
medios de comunicación, la publicidad y las redes sociales tiene incidencia en el
consumismo: vendiendo propaganda falsa, promocionando cosas totalmente
innecesarias, planteándolas como algo fundamental en el hogar, trabajo, etc.

La población en estos días tiene la mentalidad de “Compro, luego existo”, como lo

dice el título del libro de Guadalupe Loaeza, basado en cómo una mujer vivía el
consumismo en la década de 1990, como ejemplo de la población en esa época,
la cual la sociedad no ha cambiado mucho después de 28 años, hasta se podría
decir que el fenómeno se ha agudizado, sobrepasando el límite de lo necesario o
normal, hasta exageraciones indescriptibles.

Los consumistas son esclavos de un sentimiento que los incita a comprar,

siguiendo las expectativas que tienen de un producto, que ha sido propuesto por la
publicidad. Comúnmente la publicidad de productos y bienes es falsa o da una
visión reducida de como es este producto en verdad, solo muestra los beneficios;
es claro que si solo muestran el lado bueno y perfecto de eso, las personas se
sienten atraídas y sienten la necesidad de comprar, no piensan en los gastos, en
el mantenimiento del objeto, no consideran si en verdad lo necesitan, nada de eso.
Usualmente las personas compran por dos razones: porque están tan cegados por
la propaganda y piensan necesitar algo y tienen que comprarlo o, lo compran por
influencia de otras personas, por si unos lo tenían, ellos también deben de tenerlo
para estar de moda, para permanecer en la clase social, demostrar que ellos
también pueden conseguirlo; justo cuando eso sucede, es cuando el consumismo
intercepta los aspectos sociales.

Una ideología de un consumista es: “Mientras más se tiene, se es más feliz. Debo
tener ese producto”; se cree que entre más se tiene, representa que se tiene más
poder y felicidad o mucho dinero, un pensamiento que hace a los que no poseen
tantos recursos, se sientan inferiores a los que se abastecen de cosas
innecesarias, lastimosamente no ven que tal vez todo lo que tienen, es justo lo que
necesitan y no necesitan de cosas innecesarias y exageradas para ser felices y
demostrarles a los demás lo que poseen. Tener más puede no ser suficiente para
ser feliz o poderoso, pero la mentalidad de consumir no desaparece por más que
se haga conciencia por eso.

En la actualidad se ve que las personas han llevado más allá del extremo, la
necesidad de comprar, con tantos productos nuevos e innovadores, no se pueden
resistir. La cultura del consumo, el despilfarrar dinero y acciones iguales a esta es
más común en jóvenes y niños.

A los jóvenes les llama la atención cosas como los videojuegos,

electrodomésticos, tecnología, y a las mujeres además de todo eso, se le agrega
el maquillaje, herramientas de maquillaje, que es un ejemplo muy considerable en
el mercado, ya que la compra y venta de este tipo de producto ha incrementado
velozmente.

Como se ha mencionado antes, la publicidad es un factor muy grande del

consumismo, todos eso productos mencionados anteriormente, no fueran tan
aclamados si no tuvieran una buena forma de propagación, usando redes como
Facebook, Instagram, Google play, etcétera, las cuales son medios para dar
ejemplo a muchos jóvenes, las personas que hacen esto en las redes sociales,
promocionando productos e interactuando con los jóvenes a través de ellas, se les
llama “Influencers” en estas redes.

La familia, los medios, las celebridades, la tecnología, es lo que más impone en

estos días, todo lo que muestran y presentan, hacen que el consumismo crezca
más y más, lo que significa que se incrusta cada vez más en la cultura de una
nación, población, que podría legar a perder totalmente su identidad, por estar tan
ensimismados en sus necesidades y las ganas incontrolables de comprar,
cumpliendo el fin del consumo. Día con día, se desarrolla una actitud consumista,
con pequeñas acciones cotidianas, se desarrolla tal fenómeno. El comprador
compulsivo puede que no sea capaz de ver la realidad en la que se encuentra,
esclavizado por la necesidad de comprar.

En pequeñas acciones que se ven inocentes se comete el consumismo; pero

obviamente los seres humanos dependemos de algunos materiales y acudimos al
consumismo, es difícil argumentar que no pertenecemos a la cultura consumista o
que participamos en ella. La sociedad depende de las industrias, fábricas y
tiendas, y se hace un consumo exagerado que solo un mismo podría parar si hace
conciencia de lo que hace el consumismo en ella.