Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PRINCIPIOS PROCESALES
CARNÉ
HUGO DANIEL ALVARADO RODAS. 1950-22-4131
1
dicho principio se encuentra estipulado en el Artículo 29 del Código Procesal
Penal.
El Artículo 323 del Código procesal Penal, estipula “El procedimiento preparatorio
deberá concluir lo antes posible, procediéndose con la celeridad que el caso
amerita, y deberá practicarse dentro de un plazo de tres meses”.
2
Según Chiovenda, existen tres situaciones sobre las cuales se produce la
preclusión: • Por no haberse observado el orden u oportunidad dado por la ley
para la realización del acto. • Por no haberse cumplido una actividad incompatible
con otra. • Por no haberse ejercitado ya una vez, válidamente, dicha facultad.
Parte del fundamento jurídico se encuentra en los artículos del código de trabajo
tales como: Artículo 338. “la contestación de la demanda y la reconvención podrán
contestarse hasta el momento de la primera audiencia.” Artículo 342, “las
excepciones se interpondrán hasta el momento de contestar la demanda, salvo las
nacidas con posterioridad y las de pago, prescripción, cosa juzgada y transacción.”
Artículo 344, “el actor puede ofrecer las pruebas pertinentes para contradecir las
excepciones del demandado dentro de las 24 horas siguientes a la audiencia.”
Se refiere a que las partes tienen que hacer valer sus derechos procesales en el
momento procesal oportuno, porque los plazos son perentorios y si no lo hacen
finaliza la etapa y el proceso continúa debido su carácter dinámico esto se
encuentra fundamentado en el Articulo 64 del código procesal civil y mercantil así
como el artículo 106 del mismo código en el que se refiere a que las partes tienen
la libertad de hacer valer sus derechos en el momento procesal oportuno
previendo su utilidad en el proceso.
Principio de Eventualidad:
Tanto el actor como el demandado propongan en la debida oportunidad procesal,
todos los medios de ataque y de defensa que pretendan hacer valer en el proceso,
aunque por el momento resulten inútiles, si pueden ser útiles después, por las
derivaciones posibles de la litis.
Este principio se refiere a que las partes tienen la carga de que en su oportunidad
procesal (demanda, interposición de excepciones previas, contestación de
demanda y excepciones perentorias) deben emplear todos los medios de ataque y
de defensa que tenga a su favor, simultáneamente, en un sólo acto, pues de lo
contrario no podrán hacerlo posteriormente. Es decir que no puede interponer una,
y si se le declara sin lugar, plantear la siguiente y así sucesivamente, pues ello
atenta en contra de otros principios, como son la celeridad, la concentración
procesal y la economía procesal. Por lo anterior, han de ser propuestas en forma
simultánea (y no sucesiva), a fin de que si la primera es rechazada por el juez
pueda éste entrar de inmediato a considerar el siguiente.
3
Principio de Adquisición Procesal:
La prueba favorece a ambas partes para el proceso no solo a una parte. Su
fundamento reside en la unidad del proceso que recoge actuaciones cuyo
resultado no puede ser escindido o discriminarse por la parte que ha propuesto la
actuación que le perjudica, toda vez que el proceso es una relación jurídica única.
Además, el juzgador puede considerar que si el resultado de una prueba
propuesta por una parte le es adverso, ese hecho probado goza de altas
probabilidades de ser cierto.
Este principio expresa claramente la aplicación que tiene, sobre todo en materia
probatoria y conforme al mismo, la prueba aportada, prueba para el proceso y no
para quien la aporta, es decir, la prueba se aprecia por lo que se afirma y no por
su origen. Básicamente este principio consiste en que todos los actos
desarrollados o presentados en el proceso por las partes van a favorecer o
perjudicar a ambas, pues una vez incorporados al mismo pertenecen a éste y no a
la parte que los presenta. Por ejemplo en el Artículo 177 del Código Procesal Civil
y Mercantil, estipula que, “(…) el documento que una parte presente como prueba,
siempre probará en su contra”, lo cual quiere decir que la prueba aportada por una
de las partes, sirve para ambas en el proceso para la decisión judicial, viéndose
beneficiadas todas las partes perjudicadas, con el resultado de los elementos
aportados por cualquiera de ellas”.
Principio de Igualdad:
Ekmekdjian define “la igualdad como la posibilidad que tiene cada hombre de
acceder a un espacio de libertad intransferible e inalienable, semejante al de los
demás hombres”
Principio procesal que implica que todos los litigantes tengan las mismas
oportunidades de actuación dentro del proceso, sin que ninguno se encuentre en
posición de inferioridad respecto de los demás
4
servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos
deben guardar conducta fraterna entre sí. Este principio también se desarrolla en
las diferentes normas jurídicas en la que se establece que todos los hombres son
iguales ante la ley, la justicia es igual para todos, según los Artículos 57 y 138 Ley
del Organismo Judicial; los artículos 66, 111, 129 Código Procesal Civil y
Mercantil.
Principio de Publicidad:
Este principio se funda en el hecho de que todos los actos procesales pueden ser
conocidos inclusive por los que no son parte en el litigio, en los casos que la ley lo
permite. Ossorio lo define como un “principio fundamental del procedimiento
moderno, opuesto al secreto inquisitorial, que establece como suprema garantía
de los litigantes la averiguación de la verdad y de los fallos justos. Además,
implanta que en la instrucción de las causas, con ciertas reservas en lo penal, la
práctica de la prueba, los alegatos y los fundamentos de las resoluciones, sean
conocidos no solamente de las partes y de los que intervienen en los procesos,
sino de todos en general”. También regulado en el artículo 14 y 30 de la
Constitución Política de la República de Guatemala en la que se establece la
publicidad del proceso y publicidad de los actos administrativos.
5
En la Ley del Organismo Judicial estipula en el Artículo 63, que “los actos y
diligencias de los tribunales son públicos, salvo los casos en que por mandato
legal, por razones de moral, o de seguridad pública, deban mantenerse en forma
reservada. La calificación será hecha por el juez en casos muy especiales y bajo
su estricta responsabilidad. En todo caso los sujetos procesales y sus abogados
tienen derecho a estar presentes en todas las diligencias o actos de que se trate y
hacer las observaciones y protestas que procedan y en general enterarse de su
contenido”. Y en el Código Procesal Civil y Mercantil en el Artículo 29 norma,
también, que al establecer como atribuciones del secretario, este puede expedir
certificaciones de documentos y actuaciones que pendan ante el tribunal.
Principio de Probidad:
Este principio se entiende como “el conjunto de reglas de conducta, presididas por
el imperativo ético, a que deben ajustar su comportamiento procesal todos los
sujetos procesales (partes, procuradores, abogados, jueces)". (Clemente A. Díaz).
Las actuaciones deben de ser realizadas con buenas intenciones.
Instaura que el Juez está obligado a dictar las medidas necesarias para evitar que
los litigantes conviertan el proceso en un instrumento al servicio de intenciones
contrarias al funcionamiento expedido de la justicia. En otras palabras, seste
principio protege que el derecho sea utilizado para dar justicia y no más
ilegalidades.
Este principio persigue que tanto las partes como el juez actúen en el proceso con
rectitud, integridad y honradez. El Artículo 17 de la Ley del Organismo Judicial,
recoge este principio, al indicar que los derechos deben ejercitarse conforme a las
exigencias de buena fe.
Principio de Escritura:
Está relacionado con el principio de Oralidad en el que las actuaciones pueden ser
orales o escritas según lo permita la ley. Establece que las manifestaciones y
declaraciones que se hagan en los Tribunales, para ser eficaces, deben ser
formuladas oralmente, mientras que los escritos promovidos por las partes, deben
ser presentados de manera escrita.
El principio de escritura es el que impera casi en plenitud dentro del proceso civil
guatemalteco. Así, los otros dos procesos de conocimiento, el ordinario y el
sumario, son escritos, al igual que todos los procesos de ejecución y los procesos
especiales. Por su parte, el Artículo 69 de la Ley del Organismo Judicial consagra
6
la rigidez de este principio, al establecer que “En los procesos escritos no se
admitirán peticiones verbales, sino cuando expresamente estuviere prevenido en
la ley o en resolución judicial.” Debe tenerse presente que este principio de
escritura tampoco es absoluto, pues existen ciertas actuaciones, tales como
algunas diligencias de prueba, que deben realizarse oralmente, aunque se
documenten en actas, tal el caso de la declaración de parte o la declaración de
testigos, medios de prueba para los que, respectivamente, los Artículos 137 y 149
del Código Procesal Civil y Mercantil exigen su documentación en forma escrita.
En virtud del cual la mayoría de los actos procesales se realizan por escrito. Este
principio prevalece actualmente en la legislación procesal civil guatemalteca. El
Artículo 61 del Código Procesal Civil y Mercantil regula lo relativo al escrito inicial.
Es importante recordar que no existe un proceso eminentemente escrito, como
tampoco eminentemente oral, se dice que es escrito cuando prevalece la escritura
sobre la oralidad, y oral cuando prevalece la oralidad sobre la escritura.
Principio de Oralidad:
Como se mencionó en el principio anterior, el principio de escritura y oralidad se
relacionan entre sí, en el cual las manifestaciones que la ley establezca deben ser
formuladas oralmente, mientras que los escritos promovidos por las partes deben
de realizarse de esta forma (escrita).
7
es predominantemente escrito como hicimos ver antes, pero sí ha habido
tendencia a introducir el sistema oral en los procedimientos”
Principio de Legalidad:
Es necesario establecer que los actos procesales son válidos cuando se fundan
en una norma legal y se ejecutan de acuerdo con lo que ella prescribe, según lo
estipula el Artículo 4 del Decreto 2-89, Ley del Organismo Judicial. En base a lo
anteriormente expuesto, se considera a este principio como la columna vertebral
en la que se apoya el derecho, evitando el abuso de poder y de competencia que
el Estado otorga a los jueces, para la aplicación de ley.
No hay delito ni pena sin ley anterior. Se encuentra descrito éste principio en el
Articulo 1 del Código Procesal penal. Se pretende establecer que no son
punibles las acciones comisiones que no estén calificadas como delito o falta y
penadas por ley anterior a su perpetración, también el en Articulo 17 de la
Constitución Política de la República de Guatemala, en ese sentido la
Constitución establece al respecto que no hay prisión por deuda. De igual forma,
así como se habla de la conducta ilícita, en cuanto a que debe estar descrita en la
normativa penal vigente, para ser calificada como acto reprochable
socialmente, se tiene la actividad procesal. Se describe en el Artículo 2 del Código
Procesal Penal en el que se establece que no hay proceso sin ley.
Principio de Debido Proceso:
Toda persona tiene el derecho que al cometer una acción sea delito o falta, se le
juzgue por medio de un proceso legal, previamente establecido y en el cual se
8
respeten las garantías que establece la constitución política de la república de
Guatemala. Como elementos importantes en la aplicación de este derecho
encontramos: Derecho a la presunción de inocencia, derecho a ser juzgado por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, derecho a ser juzgado
dentro de un plazo razonable, derecho a la defensa y asistencia de un abogado,
derecho a contar con un intérprete cundo no se habla el mismo idioma, derecho a
no ser obligado a declarar en contra de su mismo, ni a confesarse culpable,
derecho a una instancia plural, derecho al habeas corpus.
Así también el artículo 16. De la ley del Organismo Judicial se establece “Debido
proceso. Es inviolable la defensa de la persona y de sus derechos. Ninguno puede
ser juzgado por comisión o por tribunales especiales. Nadie podrá ser condenado
ni privado de sus derechos sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal
seguido ante juez o tribunal competente y preestablecido, en el que se observen
las formalidades y garantías esenciales del mismo; y tampoco podrá ser afectado
temporalmente en sus derechos, sino en virtud de procedimiento que reúna los
mismos requisitos”.
kdlsjaflksdaf
9
delito así como para el estado y la sociedad en general no se puede cumplir con el
propósito apuntado si previamente no se aborda puntualmente temas que están
estrechamente vinculados con la finalidad del proceso penal El proceso penal
puede tener varias finalidades; tradicionalmente se entendió que solo buscaba
sancionar el delito investigado (finalidad represiva), pero en la actualidad también
persigue restaurar la lesión ocasionada por el delito (finalidad restaurativa). Estas
finalidades no necesariamente se contraponen; pueden combinarse en
determinadas proporciones, y se persiguen en función del sistema procesal
adoptado
10
judicatura autoriza y obliga a la judicatura a garantizar que el procedimiento
judicial se desarrolle conforme a derecho así como el respeto de los derechos de
las partes
11
expresión de ambas en los actos de autoridad puede revestir dos formas distintas,
a saber: la derivada de su falta, y la correspondiente a su incorrección. Se produce
la falta de fundamentación y motivación, cuando se omite expresar el dispositivo
legal aplicable al asunto y las razones que se hayan considerado para estimar que
el caso puede subsumirse en la hipótesis prevista en esa norma jurídica.
Época: Novena Época
Registro: 170307
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVII, Febrero de 2008
Materia(s): Común
Tesis: I.3o.C. J/47
Página: 1964
Por último, el principio de publicidad se refiere a que los procesos penales deben
ser públicos, es decir, que cualquier persona puede asistir a ellos y conocer los
12
detalles del proceso. Esto garantiza la transparencia y la rendición de cuentas en
el sistema de justicia penal.
13
En Guatemala, el principio de presunción de inocencia está garantizado por la
Constitución Política de la República de Guatemala, en su artículo 17. Este
artículo establece que "toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia, a
defenderse personalmente o por medio de un tercero, a la tutela judicial efectiva, a
ser oída por un juez o tribunal imparcial, a la prueba y a otros derechos y garantías
que la ley le concede".
En ese orden, también el art. 15 del Código Procesal Penal establece Declaración
libre. El imputado no puede ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse
culpable. El Ministerio Público, el juez o el tribunal, le advertirá clara y
precisamente, que puede responder o no con toda libertad a las preguntas,
haciéndolo constar en las diligencias respectivas. De igual modo, el art. 14,
sección 3, letra "g" del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
determina que durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá
derecho a no ser obligada a declarar contra sí misma.
Por tanto, los textos normativos reseñados expresamente prohíben coaccionar al
imputado para que declare en contra de sí mismo o se auto-incrimine. Tal
prohibición deriva de la presunción de inocencia de la que goza el inculpado, pero
también de su dignidad humana, buscando resguardarla de los abusos que se
generaban otrora en el proceso inquisitivo, que postulaba a la confesión como
"reina de las pruebas" y posibilitaba el uso legal del tormento para obtenerla.
14
Asimismo, dentro del proceso penal actual, el derecho en mención procura el
respeto de la voluntad de toda persona, su ámbito de decisión sobre lo que quiere
o no decir y su derecho de no ser coaccionado para que colabore en la
investigación, se incrimine o intervenga en actos que requieran de su participación
activa.
Principio de continuidad
15
Principio de Defensa
Principio de Asilo
16
14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y desarrollado en la
Convención de Ginebra de 1951 y su protocolo (Protocolo de Nueva York de
1967).
En el Código Procesal Penal -Artículo 22. Lugares de asilo. Salvo los tratados
internacionales, el Estado no reconoce en su territorio lugares de asilo en donde
los delincuentes consigan la impunidad o la disminución de sus condenas.
17