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FACULTAD DE DERECHO
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INDICE
1. Introducción
2. Principios que rigen los procesos constitucionales
2.1 Principio de dirección judicial del proceso
2.2 Principio de gratuidad en la actuación del demandante
2.3 Principio de economía procesal
2.4 Principio de inmediación procesal
2.5 Principio de socialización procesal
2.6 Principio de impulso de oficio
2.7 Principio pro actione
2.8 Principio de elasticidad
2.9 Principio de iura novit curia
3. Conclusiones
4. Sugerencias investigativas
5. Referencias Bibliográficas
6. Anexos
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1. INTRODUCCIÓN
El objetivo de esta monografía es dar a conocer la importancia de los principios que rigen
como tal los procesos constitucionales y como ellos forman el medio más adecuado para
dar garantía de la totalidad de cumplimiento de los derechos fundamentales dentro de
nuestro ordenamiento jurídico. La ciencia de los procesos constitucionales en un inicio se
definió como la relación entre el proceso y la constitución. Es decir, en esta rama del
derecho se explica cómo se aplicará las garantías judiciales de la Norma Fundamental en
los procesos entre partes. Los procesos constitucionales son desarrollados con ayuda de
los principios de dirección judicial del proceso, la gratuidad en el acto del que demanda
y la socialización de los procesos.
Asimismo, Los principios que rigen estos procesos son definidos como las bases máximas
jurídicas elementales para todo tipo de procesos. Asimismo, se recurren a estas en lo el
camino del proceso y trámites jurídico ante el Juez y sus partes. Es necesario aclarar que
los procesos no son entendidos entre sí, sino en referencia a un determinado fin. Tienen
como finalidad de asegurar lo más posible la vigencia plena de la Constitución. Es válido
aclarar que en medida de nuestra Constitución no es válida por si misma si no en cambio
al margen de la promoción de la realización completa y plena de la persona.
Los principios que rigen estos procesos constitucionales tienen un pleno valor normativo
que tienen como objetivos ser una de herramienta eficaz en la diferenciación entre
procesos constitucionales y procesos ordinarios.
Este principio, que ya se encuentra reconocido en el artículo II del Título preliminar del
Código procesal civil (Cpc), “implica el tránsito del juez–espectador al juez–director”.
Supone el convencimiento de que “el juez no puede conservar la actitud pasiva que tuvo
en el proceso de otros tiempos (...). [E]l Estado hallase interesado en el proceso (...) en
que la justicia de todos los pleitos se realice lo más rápidamente y lo mejor posible”
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El principio de dirección judicial del proceso delega en la figura de juez constitucional
el poder-deber de controlar razonablemente la actividad de las partes, promoviendo la
consecución de los fines del proceso de manera eficaz y pronta.
El principio de economía procesal surge del convencimiento de que “[e]l proceso, que es
un medio, no puede exigir un dispendio superior al valor de los bienes que están en debate,
que son el fin. Una necesaria proporción entre el fin y los medios debe presidir la
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economía del proceso”13. Este principio está referido especialmente “a tres áreas
distintas: ahorro de tiempo, gasto y esfuerzo” 14. El Tribunal Constitucional ha venido
aplicando normalmente este principio15, emitiendo incluso sentencias que resolvían
fundada la demanda al encontrar que era un caso idéntico a otro ya sentenciado y a cuyos
fundamentos jurídicos remitía la nueva sentencia en aplicación del principio de economía
procesal.
El principio de economía procesal no sólo apunta a economizar los costos que pueda
suponer el proceso, sino también a hacer del proceso un trámite sumario: “principio de
economía procesal, como es conocido, intenta enfrentar no sólo el tema de los costos,
sino también de la duración y de la cantidad de actos que deben realizarse en un
proceso”17. Y es que muy vinculado a este principio de economía se encuentra el
principio de celeridad procesal, tan vinculados están que el Supremo intérprete de la
Constitución suele nombrarlos de manera conjunta.
El principio de Inmediación tiene por objetivo que el juez tenga el mayor contacto posible
con todos los elementos subjetivos, que vendrían a ser los intervinientes, y objetivos,
como documentos, lugares, etc., que conforman el proceso.
El Código impone que el acto de prueba se verifique ante el juez. art. 202 del Código
Procesal Civil que menciona: La audiencia de pruebas será dirigida personalmente por el
juez, bajo sanción de nulidad.
El art. 50 inciso 6 del Código Procesal Civil nos dice que el Juez que da inicio la audiencia
de pruebas finalizará el proceso, a menos que se promueva o sea apartado, en ese caso
otro juez lo reemplazará para continuar con el proceso, quien puede ordenar, en resolución
debidamente motivada, repetir las audiencias, si es que lo considera necesario.
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Una ventaja de la inmediación es el poder-deber del juez de escuchar y dialogar con los
elementos subjetivos y quienes actúen en el proceso, esto permite ponderar las reacciones
y gestos, que son importantes para apreciar la verdad o la mentira en una declaración.
El principio de impulso de oficio está basado en la aptitud del juez para llevar a cabo el
proceso, es decir sin necesidad de que intervengan alguna de las partes.
El impulso de oficio no podría aplicarse por el juez en todas las instancias, etapas o
circunstancias del proceso, pues existen ciertos límites o excepciones. Se habla primero
de la separación de cuerpos y el de divorcio por las causales señaladas en los incisos 1 al
12 del Art. 333 del Código Civil peruano, y de la responsabilidad civil de los jueces.
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Con esto logramos que no haya diferencias por razones de sexo, raza, religión, idioma o
condición social, política o económica entre el demandante y el demandado, para así no
entorpecer la labor de llegar a una solución justa.
"Aun cuando todas las otras reglas sean escrupulosamente respetadas, la obra del
legislador nada vale si no responde a la justicia" (Francesco Carnelutti)
Pero ello se contiene no solo en vía civil, sino también en la rama penal respecto a los
sistemas procesales, además de ser usada en base a procesos contencioso administrativo
y laboral. Para ello dependerá de una construcción por medio de objetivos específicos y
para ello conectará con el fin, objeto, las parte o los elementos del mismo sistema.
Por otro lado, con el uso del principio pretenderá que las partes puedan poseer una
igualdad de oportunidades hacia las mismas, de tal forma que sustente debidamente las
decisiones, pretensiones o la misma seguridad jurídica que debe de exigirse en cada
momento del avance, pues de este se supone una confianza hacia la ciudadanía.
Pero el fin de este se sustenta en base a la interpretación, pues como se sabe una
inadecuada aplicación de este factor crearía un obstáculo de la pretensión o del fin. Este
dependiendo de los requisitos y presupuestos los que están en constante análisis para ser
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ejecutado y aplicar la debida justicia. Una cuestión importante también radica en cuanto
a la interpretación favorable, pero esta no se refiere en cuanto a inclinarse por una de las
partes o referirse a alguna preferencia de los sujetos, sino más bien de interpretar la
efectividad de la tutela.
Ubicado en el artículo III del código procesal constitucional, el cual se sustenta en cuanto
a las formalidades del proceso y sus fines en cauto a los procesos constitucionales.
También pretenderá garantizar la primacía de la constitución y vigencia efectiva de los
derechos constitucionales.
Esta se define dentro del proceso en base a la pretensión, la misma que conlleva un
vínculo con el principio IURA NOVIT CURIA. Dentro del mismo los fundamentos que
se presenten deben mantener una conexión en cuanto a la norma aplicada, de no ser así el
juzgador deberá optar por tomar la DECISION basándose en el fondo del asunto.
Por otro lado, se le conoce como el principio de prevención procesal o de autonomía, los
cuales al ser aplicados mantienen un control normativo o constitucional.
Esta función en cuanto a la aplicación del principio es realizada por el juez constitucional
y al igual que la otra figura definida esta debe desarrollarse con el objeto de profundizar
el proceso o incluso hacerlo centrado y ni dificultar el proceso en sí. Pues se menciona
que dicho principio adaptaría al proceso y sus fines constitucionales
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Carlos Mesías menciona: " en virtud de tal principio el Juez adecua el trámite de los
procesos constitucionales para que estos sean idóneos, rápido y eficaces a fin de que
puedan cumplir con sus fines trascendentales" de esta forma se cumple la figura en la que
las causas que son resueltas en los procesos constitucionales mantienen una relevancia
elevada a los procesos ordinarios, este acorde a su aplicación.
Se considera que el articulo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil mantiene
una definición más allegada de este principio.
Según Diez-Picazo "el tribunal conoce el derecho" es decir, el proceder del derecho
pretende de ciertos alcances: la norma y la ley, pues de este mismo se habla en cuanto a
conocer y saber cómo y porque funciona el derecho. Las mismas se aplican en torno a
cómo son aplicadas en cuanto a las pretensiones.
Según Espinoza Espinoza: "El juez puede alterar el fundamento jurídico de la pretensión
de la parte; pero no puede alterar la naturaleza ni la articulación de la pretensión
misma" este al igual que la otra figura desprende el entender que la fundamento radica en
cuanto a la opinión y critica jurídica del juez, pero la pretensión se arraiga y crea de
acuerdo a lo estipulado por la ley y se centrara en el punto de partida para todo lo
posterior, es por ello que esta no puede modificarse, sino más bien efectuar todo lo
desarrollado en base a ello. Siendo así que proceder sin estos roles establecidos seria como
afectar el derecho de defenderse y exceder de los límites que el juez posea "principio de
congruencia".
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3. CONCLUSIONES:
Finalmente, de lo expuesto a lo largo del trabajo que nos ocupa podemos concluir que es
un Principio Procesal y qué cosa no lo es, de esta forma cuando nosotros hablamos de los
principios por su propia nomenclatura por su propio nomen iuris estamos hablando del
punto de partida de algo, que es el basamento o fundamento. Entonces podríamos definir
a los principios procesales, como aquellas directrices de un carácter unidireccional hasta
monolítico por el cual garantizan que un proceso sea debido, además debemos diferenciar
los precitados Principios de las reglas técnicas del proceso. y peor aún confundirlos con
las reglas de la teoría general del derecho o de la argumentación; por ello cuando
hablamos de Principios Procesales podríamos encontrar cinco grandes grupos donde
encajan cada uno de los ya expuestos hasta el momento los cuales paso a enumerar y
analizar.
Dicho esto, para lograr no sólo lo justo procesal constitucional sino también el valor
institucional del derecho procesal constitucional, es que el legislador peruano ha
reconocido en el Código Procesal Constitucional, Ley orgánica de desarrollo del artículo
200 de la Constitución, una serie de principios que ha de animar no sólo la existencia sino
también la aplicación (previa interpretación) de la regulación propia de cada proceso
constitucional. A través de estos principios se intentará conseguir en el punto más alto e
intenso posible tanto la plenitud formal como material de los procesos constitucionales a
la hora de hacer efectiva, su dimensión objetiva y subjetiva: velar por la vigencia plena
de la Constitución en general y de los derechos fundamentales en particular. En esto
radica la importancia de estos Principios Procesales.
4. SUGERENCIAS INVESTIGATIVAS:
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cuáles son los principios aplicables a los diferentes procesos constitucionales y de esta
forma garantizar la no vulneración del denominado debido proceso.
Segundo, resulta también de capital interés las conclusiones obtenidas para poder
profundizar las líneas de análisis entre las a veces imperceptibles diferencias entre las
reglas y los principios propiamente establecidos.
En suma, sería conveniente que el presente trabajo sea tomado en cuenta como una
humilde contribución al debate de la denominada Reforma Constitucional, sin perjuicio
de que se ahonde más sobre el particular y se recabe un mayor legajo entorno a la
información contrastada.
5. BIBLIOGRAFIA:
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GUZMÁN, S. J. C. (19 de julio del 2022). ¿Qué es el principio de dirección e impulso
procesal? (artículo II del título preliminar del CPC). LP. https://lpderecho.pe/principio-
direccion-impulso-proceso-articulo-ii-titulo-preliminar-codigo-procesal-civil/
Jurídico, E. Â. (19 de julio del 2022) La impulsión de oficio en el proceso civil peruano
no sustituye a la impulsión de las partes. Ámbito Jurídico.
https://ambitojuridico.com.br/cadernos/direito-processual-civil/la-impulsion-de-oficio-
en-el-proceso-civil-peruano-no-sustituye-a-la-impulsion-de-las-partes/
6. ANEXOS:
PEYRANO, Jorge. El Proceso Civil. Astrea, Buenos Aires, 1978, p. 71. 5 Exp. 0048–
2004–PI/TC, de 28 de marzo de 2005, f. j. 4. 6 PEYRANO, Jorge. El Proceso Civil..., ob.
cit., p. 73. 7 CHIOVENDA, José. Principios de Derecho Procesal Civil, Tomo II,
traducción de la tercera edición italiana por José Casais y Santaló, REUS S. A., Madrid
1977, p. 136.
13
, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 3ª edición, 14ª reimpresión,
Depalma, Buenos Aires 1988, p. 189. 14 MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al
proceso..., ob. cit., p. 98
AA. VV., Código Procesal Constitucional. Comentarios..., ob. cit., p. 34. 18 Exp. 2029–
2003–HC/TC, de 07 de octubre de 2003, f. j. 1; Exp. 0655–2003–AC/TC, de 09 de febrero
de 2004, f. j. 1; Exp. 1392–2004–AA/TC, de 20 de mayo de 2004, f. j. 6; Exp. 2920–
2003–HD/TC, de 08 de julio de 2004, f. j. 3.
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