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la organización del Estado de un país. También, las instituciones y organización territorial del
mismo.
La Constitución contiene las normas fundamentales que regulan el Estado y las bases sobre las que
se asienta la estructura del orden social del país, define la forma en que se deben producir las
demás normas que integran el ordenamiento, establece las fuentes del Derecho y su ordenación.
Derecho constitucional.
Como rama del derecho público, el bloque constitucional se encarga de regular las relaciones
entre el Estado y los ciudadanos cuando estos se relacionan con la Administración de cualquier
forma, y la relación entre los propios órganos del Estado.
Como norma que vertebra el ordenamiento jurídico, la Constitución fija sus principios generales
que rigen al Estado (libertad, justicia, igualdad y pluralismo político) y una serie de principios
constitucionales que los poderes públicos deben respetar en todo momento:
Publicidad de las normas: para garantizar la seguridad jurídica, los ciudadanos han de poder
conocer las normas que están obligados a cumplir.
Derecho constitucional.
El derecho constitucional sirve también como mecanismo para vigilar que se cumplen los
preceptos contenidos en la Constitución y define los límites del poder del Estado (poder Ejecutivo),
de los legisladores (poder Legislativo) y de los poderes públicos del país.
Además de recoger los principios definidores del Estado, el texto de la Constitución incluye un
bloque de garantías individuales de la ciudadanía, que aborda tanto los derechos fundamentales
sustantivos como los procesales, definiendo así su relevancia y obligación de respeto en la
normativa que se desarrolle para regular cualquier ámbito legal.
Velar por el respeto de los derechos fundamentales y libertades públicas de los ciudadanos que se
recogen en el texto de la Carta Magna.
Decidir en los casos de conflicto de competencia entre el Estado y las comunidades autónomas.
Así, la propia Constitución establece que el TC es una pieza fundamental del Estado social y
democrático de derecho en que se configura España, siendo independiente de los demás órganos
constitucionales y sometido solo a lo que dicta la Carta Magna y la Ley Orgánica que regula su
función. Este poder e independencia es la vía para garantizar el cumplimiento de su misión,
íntimamente ligada a la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Derecho constitucional.
Los principios y fundamentos que establece la Constitución deben reflejarse en todas las normas y
reglamentos que los legisladores —el propio Parlamento nacional o las Asambleas de las
comunidades autónomas— elaboran.
Además, el TC tiene capacidad para conocer de los recursos de amparo que puede interponer
cualquier persona física, nacional o extranjera, o jurídica, frente a las violaciones de los libertades
y derechos que se recogen en los artículos 14 a 30 de la Constitución. En este bloque se enmarcan
preceptos vitales para el ordenamiento español como:
La no discriminación.
La libertad de expresión.