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ALEGATOS DE CLAUSURA

Señor Juez, mi defendido, el Sr. …., es padre de una menor que está en pleno desarrollo y,
necesita más que nunca, del apoyo afectivo y económico, de su progenitor. No obstante, ello se
podría ver truncado en el caso de que sea dictaminado como culpable de un delito que no
cumple con los elementos objetivos ni subjetivos del tipo penal en cuestión.
A lo largo del presente juicio ha quedado demostrado que la Sra. …., quien denunció a mi
representado por agresiones físicas y psicológicas (conforme se aprecia de su declaración – P.4),
no presentó lesiones de gravedad que puedan ser calificadas como agresiones en contra de
integrantes del grupo familiar (también denominada violencia doméstica), conforme lo define
el art.6 del TUO de la Ley Nº 30364, toda vez que, no se ha podido explicar la relación de
confianza, responsabilidad o poder, en la cual se haya producido dichos episodios de violencia,
por el contrario, solo ha existido un altercado de pareja, donde cada quien ha expresado su punto
de vista, respecto de la supuesta infidelidad de la hoy agraviada, situación tensa que únicamente
terminó con insultos y lesiones que no han generado algún tipo de afectación psicológica,
cognitiva ni conductual, ni mucho menos se ha generado un daño psíquico como prescribe el
art. 122-B del Código Penal.
Entonces Sr. Juez, ha quedado demostrado que no hubo la intención de generar algún daño a la
denunciante, por cuanto, no se exhibe, por un lado, una pericia psicológica que haya podido
determinar una afectación psicológica y por otro, no existe un medio probatorio idóneo capaz
de enervar la presunción de inocencia de mi patrocinado, menos aún, que se contraste tanto con
la ficha de valoración de riesgo practicado a la denunciante (en donde se determinó un riesgo
severo), como con el auto que concede medidas de protección, las mismas que consisten en la
sola prohibición de incurrir en cualquier tipo de violencia; tomar represalias por la denuncia y la
prohibición de discutir y tener comportamiento agresivos. En buena cuenta Sr. Juez, no hay
correspondencia entre las medidas de protección dictadas a favor de la denunciante con el riesgo
severo en el que supuestamente se encontraría la misma, peor aún si no se ha acreditado el
incumplimiento de dichas medidas.
Sr. Juez, la Fiscalía tampoco ha podido justificar cómo es que los certificados médicos se podrían
interpretar como pertinentes, conducentes y útiles, toda vez que, se ha evidenciado que las
agraviadas, no han necesitado de algún tipo de atención médica, por lo que, Sr. Magistrado, los
hechos denunciados no se subsumen en hechos de violencia familiar sino en desacuerdos
conyugales; en consecuencia, según la CAS. 246-2015-CUSCO, “la ley de violencia familiar es
norma de protección contra los abusos que se pueden perpetrar en el seno de la familia, pero
no debe ser utilizada para solucionar todos los problemas al interior del matrimonio, en tanto
ello significaría que el estado se entrometa en asuntos propios de la vida privada que no le
corresponde solucionar … o que deben ser resueltas apelando a otras instituciones jurídicas…”.
Por último y, aunado a lo anterior Sr. Juez, conforme lo señala la CAS.3328-2017-LAMBAYEQUE,
“el certificado Médico tiene valor probatorio en los procesos sobre violencia familiar, empero
no significa que se está ante prueba plena que no exija análisis alguno; por tanto, el juez deberá
apelar a las reglas de la sana crítica y deberá argumentar por qué del conjunto de pruebas que
valora se desprende la decisión que toma”.

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