Está en la página 1de 8

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA AMAZONAS -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


SAN NICOLÁS - RODRIGUEZ DE MENDOZA (JR. BLAS VALERA N°
304),
Asistente Judicial (notificaciones):OCAMPO SALAZAR ROSITA KLEOFE
/Servicio Digital - Poder Judicial del Perú
Fecha: 03/02/2023 11:30:39,Razón: NOTIFICACIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: AMAZONAS / RODRIGUEZ DE MENDOZA,FIRMA
DIGITAL

PODER JUDICIAL DEL PERU 03/02/2023 11:35:38


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA CEDULA ELECTRONICA Pag 1 de 1
AMAZONAS
Número de Digitalización
San Nicolás - Rodriguez de Mendoza (Jr. Blas Valera N° 304)
0000020353-2023-ANX-JR-PE

*420230014552022000320106437009*
420230014552022000320106437009I07
NOTIFICACION N° 1455-2023-JR-PE
EXPEDIENTE 00032-2022-9-0106-JR-PE-01 JUZGADO JUZGADO INV. PREPARATORIA - Sede Rodriguez de Mend
JUEZ WAGNER MESIA TAFUR ESPECIALISTA LEGAL CRUZ CALDERON EDITH

IMPUTADO : CHUQUIZUTA PORTOCARRERO, CARLOS


AGRAVIADO : CHAVEZ LEIVA, MANUEL
DESTINATARIO CHAVEZ LEIVA MANUEL

DIRECCION : Dirección Electrónica - N° 59906

Se adjunta Resolución CUATRO de fecha 31/01/2023 a Fjs : 7


ANEXANDO LO SIGUIENTE:
RESOLUCION N° CUATRO DE FECHA 31-01-2023(AUTO DE SO BRESEIMIENTO).

3 DE FEBRERO DE 2023
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA AMAZONAS -
Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE
SAN NICOLÁS - RODRIGUEZ DE MENDOZA (JR. BLAS VALERA N°
304),
Juez:GALVEZ RAMOS Harlins FAU 20159981216 soft
Fecha: 31/01/2023 17:10:26,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
AMAZONAS / RODRIGUEZ DE MENDOZA,FIRMA DIGITAL

JUZGADO INV. PREPARATORIA - Sede Rodriguez de Mendoza


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
AMAZONAS - Sistema de EXPEDIENTE : 00032-2022-9-0106-JR-PE-01
Notificaciones Electronicas SINOE
JUEZ : GALVEZ RAMOS HARLINS
SAN NICOLÁS - RODRIGUEZ DE
MENDOZA (JR. BLAS VALERA N° ESPECIALISTA : CRUZ CALDERON EDITH
304),
Secretario:CRUZ CALDERON
Edith FAU 20159981216 soft
MINISTERIO PUBLICO : FISCALIA PENAL DE OMIA ,
Fecha: 31/01/2023 17:12:51,Razón:
RESOLUCIÓN
IMPUTADO : CHUQUIZUTA PORTOCARRERO, CARLOS
JUDICIAL,D.Judicial: AMAZONAS /
RODRIGUEZ DE DELITO : FABRICACIÓN, SUMINISTRO O TENENCIA ILEGAL DE
ARMAS O MATERIALES PELIGROSOS
AGRAVIADO : CHAVEZ LEIVA, MANUEL
EL ESTADO MINISTERIO DEL INTERIOR ,

AUTO DE SOBRESEIMIENTO DELITO PORTE DE ARMA DE FUEGO

RESOLUCION NUMERO: CUATRO


Rodríguez de Mendoza, treinta y uno de enero
Del año dos mil veintitrés.

AUTOS, VISTOS Y OIDOS: El requerimiento fiscal de sobreseimiento en los seguido


contra CARLOS CHUQUIZUTA PORTOCARRERO en el proceso que se le sigue por la presunta comisión del delito
contra la seguridad pública - Tenencia de arma de fuego – en agravio el ESTADO – Ministerio del Interior-
Representado por el Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio del Interior, conforme
al registro de audio que obra en custodia; habiéndose recibido la carpeta fiscal para su análisis por el Juez, el estado
del proceso es el de expedir resolución que a continuación se describe y; CONSIDERANDO:

PRIMERO.- Exposición del hecho objeto de la investigación preparatoria

1.1.- Que, a las 13: 02 horas del día 22 del mes de junio 2020, se presentaron los ciudadanos LALO HILDER
CHAVEZ ORRILLO y LUCAS CHAVEZ ORRILLO a la Comisaria Rural PNP de Nuevo Chirimoto, con la finalidad de
denunciar a las personas de CARLOS CHUQUIZUTA PORTOCARRERO, José Eliades Lucero Góngora, Oscar López
Tuesta, Juan Reyes Ocampo Tuesta, Jorge Peláez Muñoz, Edgar Meléndez Albarrán y Joyner Lucero Tuesta, por la
presunta comisión del delito contra el patrimonio en la modalidad de usurpación agravada del terreno de su señor
padre Manuel Chávez Leyva, ubicado en el sector denominado El Corazón jurisdicción del Laurel, Distrito de Omia-
Rodríguez de Mendoza- Amazonas. Manifestaron los recurrentes, que los denunciados procedieron a talar árboles
maderables, depredación de bosques (roso) con una motosierra marca Sthil 660 y que dicho predio se encontraban
construyendo una casa con armazón de madera aserrada, así mismo tenían en el terreno dos escopetas de caza.

1.2.- Que, el día 19 de junio del 2020, personal policial constató la presencia del investigado CARLOS CHUQUIZUTA
PORTOCARRERO, quien se encontraba en compañía de José Eliades Lucero Góngora, Oscar López Tuesta, Juan
Reyes Ocampo Tuesta, Jorge Peláez Muñoz, Edgar Meléndez Albarrán y Joyner Lucero Tuesta, personas que en
calidad de peones realizaban tala de bosque, la construcción de una casa de campo ( con madera aserrada) en un
espacio aproximado de media hectárea, así mismo se constató la presencia física de dos escopetas calibre dieciséis,
sin marca, con culata de madera y cañón de fierro, con sus respectivos sujetadores de nailon y rafia para su
transporte, debajo de un árbol, tapadas con una tabla de madera.

1.3.- Consecuencia de la diligencia de constatación policial se procedió a realizar el acta de incautación y traslado
correspondiente de dos escopetas de calibre dieciséis y estando a su contenido se describe: en éste acto se procede
a la incautación de dos (02) escopetas hechizas sin marca; con culata de madera y cañón de fierro, con sus
respectivos sujetadores de nailon y rafia para su transporte, las mismas que se encuentran en mal estado de
conservación, pertenecientes a las personas líneas arriba en mención ( se infiere que pertenecen a Carlos Chuquizuta
Portocarrero y José Eliades Lucero), sin determinar a quien le correspondía tal o cual arma de fuego y realizar la
descripción correspondiente para generar relación directa con el sujeto agente con el bien, también tenemos de la
revisión del acta que no se ha consignado que la diligencia haya sido realizada por disposición fiscal o se haya
justificado tal requisito. Que, el informe pericial de balística forense N° 53-54/2021 que concluye A.- La muestra
analizada N° 01 que corresponde a un arma de fuego tipo escopeta de fabricación semi industrial, diseñada para
disparar cartuchos calibre 16 CAUGE, y conservación y OPERATIVA; B.- La muestra analizada N° 02 que
corresponde a un arma de fuego tipo de fuego escopeta de fabricación semi industrial, diseñada para disparar
catuchos 16 GAUGE, y demás características que son descritas se encuentra en regular estado de conservación.
.

SEGUNDO: Calificación respecto al delito de tenencia ilegal de armas

2.1.- Los hechos fueron tipificados conforme a lo precisado y oralizado por el fiscal en audiencia como presunto delito
contra la Seguridad Pública, en la modalidad de Tenencia Ilegal de Armas de Fuego- Porte de Arma de Fuego-,
tipificado en el primer párrafo del artículo 279° G del Código Penal, en tanto expresa: “ El que, sin estar
debidamente autorizado, fabrica, ensambla, modifica, almacena, suministra, comercializa, trafica, usa, porta o tiene
en su poder, armas de fuego de cualquier tipo, municiones, accesorios o materiales destinados para su fabricación o
modificación, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de diez años e inhabilitación
conforme al inciso 6 del artículo 36° del Código penal.
2.2.- Bien jurídico. El bien jurídico tutelado en el delito de fabricación y tenencia ilegal de armas, municiones y
explosivos es la seguridad pública1, entendida como el conjunto de condiciones de la interrelación social que garantizan
que los bienes jurídicos vida e integridad de la persona no corran el riesgo de verse afectados2. Nos encontramos ante
un bien jurídico colectivo que se tutela penalmente en razón de la necesidad de adelantar la protección del derecho
criminal a los bienes jurídicos individuales vida e integridad de la persona3
2.3.- El Tribunal Constitucional en el Expediente Nº 3482-2005-PHCjTC ha desarrollado el concepto y los alcances del
bien jurídico seguridad pública (o ciudadana), en el sentido siguiente:
«Aunque no existe una aproximación conceptual precisa en cuanto a lo que para la Constitución representa la
seguridad ciudadana, sino, básicamente, un conjunto de características o elementos que permiten integrar lo que
sería su contenido, esta puede ser catalogada como un estado de protección que brinda el Estado y en cuya
consolidación colabora la sociedad, a fin de que determinados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan
ser preservados frente a situaciones de peligro o amenaza o reparados en caso de vulneración o
desconocimiento4. Derechos como la vida, la integridad, la tranquilidad, la propiedad o la libertad personal suelen
ser los principales referentes que integran el contenido de la seguridad ciudadana en atención a lo que del Estado y
la colectividad se espera, siendo evidente que, por sus alcances, se trata fundamentalmente de un bien jurídico de
relevancia antes que de un atributo o libertad a título subjetivo (subrayado nuestro). De alguna forma la idea de los
bienes jurídicos relevantes se encuentra, pues, asociada al interés general, mientras que el concepto de derechos
se asocia al interés subjetivo particular de quien reclama por su defensa. Lo dicho cobra especial importancia si se
parte del supuesto que la ciudadanía ve cotidianamente arriesgada su seguridad como resultado del entorno
conflictivo y antisocial, cuando no de la criminalidad mayoritariamente presente en las ciudades con abundante
población y tráfico económico y, frente a lo cual se hace necesaria una específica política de seguridad en favor de
la colectividad. En el Estado social de derecho, por otra parte, es incuestionable la existencia de roles vitales en
relación con la consecución de grandes objetivos. Vista la seguridad ciudadana como uno de esos roles en los que
todo Estado se compromete, no cabe discusión alguna respecto del papel relevante que le toca cumplir y la
especial posición que el ordenamiento constitucional le suele otorgar» (subrayado nuestro).

1
"En el delito de tenencia ilegal de armas el bien jurídico tutelado es la seguridad pública, esto
es, el normal y pacífico desenvolvimiento de la sociedad" (R.N. Nº 63-99-Cañete, del
10/12/1999).
2
Por todos, CARMONA SALGADO, Concepción: en COBO DEL ROSAL, Manuel [dir.]. Curso
de Derecho Penal Español. Parte Especial. lI. Madrid. Marcial Pons, 1977, p. 176. ORTS
BERENGUER, Enrique: en VIVES ANTÓN, Tomás [coord.]. Derecho
Penal. Parte Especial. Valencia. Tirant lo Blanch, 3ª ed., 1990, p 313.
3
Por todos, RODRÍGUEZ DEVESA, José María / SERRANO GÓMEZ, Alfonso. Derecho Penal
Español. Parte Especial. Madrid - España. Dykinson, 17ª ed., 1994, p. 1047; BUSTOS
RAMÍREZ, Juan. Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Barcelona, 2ª edición, 1991, p.
248.
4
En el mismo sentido, el Tribunal Constitucional en el Expediente N° 349-2004-AA/TC preciso
que: "se trata de un estado de protección que brinda el Estado y en cuya consolidación
colabora la sociedad, a fin de que determinados derechos pertenecientes a los ciudadanos
puedan ser preservados frente a situaciones de peligro o amenaza o repararlos en casos de
vulneración o desconocimiento".
2.4.- Continuando la precisión del bien jurídico seguridad ciudadana, el Tribunal Constitucional, en el Expediente Nº
2876-2005-PHC/TC, ha considerado que:
«La seguridad ciudadana no debe ser observada como un derecho fundamental sino como un bien jurídico
protegido, habida cuenta que hace referencia a un conjunto de acciones o medidas que están destinadas a
salvaguardar el desarrollo de la vida comunitaria dentro de un contexto de paz, tranquilidad y orden, mediante la
elaboración y ejecución de medidas vinculadas al denominado poder de Policía. La seguridad ciudadana consolida
una situación de convivencia con 'normalidad, vale decir, preservando cualquier situación de peligro o amenaza
para los derechos y bienes esenciales para la vida comunitaria (subrayado nuestro).
Tal como lo señala la Defensoría del Pueblo, la seguridad ciudadana tiene una doble implicancia; por un lado,
plantea un ideal de orden, tranquilidad y paz, que es deber del Estado garantizar; y, por el otro, permite el respeto
de los derechos y cumplimiento de las obligaciones individuales y colectivas».
2.5.- La seguridad pública también llamada seguridad ciudadana, corno bien jurídico objeto de tutela en la política
criminal del Estado, también encuentra amparo en el artículo 2º de la Ley Nº 26950 (18/05/1998), que precisamente
sirvió de fuente normativa para la actual redacción del artículo 279º del Código Penal, la misma que elevó la penalidad
del delito de tenencia ilegal de delito de fabricación y tenencia ilegal de armas, municiones y explosivos, corno una
estrategia (se entiende no exclusiva, ni preferente a otras medidas) de evitación de un estado de zozobra e inseguridad
permanente en la sociedad, generado por la situación de violencia creciente que se viene produciendo por «las acciones
de la delincuencia común organizadas en bandas utilizando armas de guerra y explosivos», lo que coincide con los
principales componentes del concepto de seguridad pública, desarrollados por la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional antes invocada, que puede sintetizarse en el estado de protección que debe brindar el Estado a los
ciudadanos, con el objetivo que principalmente determinados derechos fundamentales como la vida, la integridad y la
tranquilidad, puedan ser protegidos frente a situaciones de peligro, amenaza o vulneración por un entorno cada vez más
conflictivo y antisocial, cuando no de criminalidad; en suma, se trata de salvaguardar el desarrollo de la vida comunitaria
dentro de un contexto de paz, tranquilidad y orden, es decir, de normalidad.
2.6.- En el delito de tenencia ilegal de armas tipificado en el artículo 279º del Código Penal, indudablemente estamos
ante un delito de peligro, sin embargo, la determinación del grado de afectación -relevante y significativo- al bien jurídico
seguridad pública dependerá de las particularidades de cada caso, tornándose arbitrario, injusto y hasta equívoco tomar
la simplista formula de incriminar la sola posesión de un arma como hecho suficiente para significar un peligro común,
sin profundizar el análisis en las demás circunstancias antecedentes, concomitantes y posteriores del evento, a efectos
de verificar si efectivamente acontece un grado de probabilidad -no solo posibilidad- positiva de perturbación de los
bienes jurídicos vida, integridad, tranquilidad o propiedad de las personas componentes de la seguridad pública. Así
pues, no tendrá el mismo disvalor la tenencia de un arma de fuego sin municiones por el sujeto agente, guardada bajo
llave en su domicilio por razones de seguridad personal, como de otro lado, la posesión de un arma con municiones por
una persona en estado de ebriedad y en plena vía pública, sólo por graficar la variada gama de situaciones relacionadas
con específicos comportamientos relacionados con la tenencia de armas sin la licencia de la SUCAMEC, que a priori
calificarían como «delitos de peligro común» en el capítulo 1 del título XII, Libro Segundo del Código Penal.
2.7.- La operatividad del principio de lesividad parte de la premisa que delito es toda conducta que lesiona o pone en
peligro un bien jurídico protegido (antijuricidad material)5, de manera que cuando no exista lesión o puesta en peligro de
bien jurídico alguno, el hecho será atípico. En ese sentido, siguiendo a la doctrina española6, la jurisprudencia ha
establecido que debe existir un mínimo de continuidad en la posesión del arma, no esporádica o circunstancial, pues la
tenencia fugaz y momentánea se halla excluida del tipo penal, de manera que el agente pueda disponer simbólica o
temporalmente de ella7; asimismo, lo reseñado permite identificar situaciones de impunidad por supuestos de
inidoneidad absoluta del arma o inocuidad de la misma (RN° 5019-19998-Lima), aquellos supuestos en los que la
tenencia se desarrolla sin capacidad ex ante de poner en peligro bienes jurídicos – simples traslado con suficientes
medidas de seguridad-, aquellos supuestos de tenencia por ornato, colección o curiosidad, o supuestos de utilización
para fines usuales y no peligrosos per se- con fines de caza o entretenimiento8. En ese sentido, la determinación del
bien jurídico del delito de tenencia ilegal de armas, aunado a la consideración del mismo como delito de peligro,
permitirá precisamente deslindar el ámbito de intervención del Derecho Penal del derecho administrativo sancionador,
constituyéndose en un baremo de la legitimidad en la intervención del Derecho Penal [Sentencia de Casación N.° 211-
2014-ICA].
2.8.- Bajo las premisas expuestas, el delito de tenencia ilegal de armas no puede ser caracterizado como una infracción
meramente formal, nuda desobediencia administrativa elevada a la categoría de delito o simple atentado al derecho de
control del Estado, sino que debe atenderse a la protección de un bien jurídico frente a conductas que revelan una

5
Oré Sosa, Eduardo Arsenio, Temas de Derecho Penal, Reforma, Lima, 2009, p. 122.
6
R. N°° 438-2014- Madre de Dios, del 28 de octubre del 2014; y N°. 1232-2010-Loreto, del 27 de abril
del 2011.
7
R. N°° 5495-1997- Puno, del 18 de Junio de 1998.
8
Así, Cruz Blanca, María José, Algunos aspectos comunes a los delitos de tenencia ilícita de armas.
V[Lex, 2016, p. 10. En: http://vlex.com/vid/counes-delitos-tenencia-ilicita-armas-295126
especialidad lesiva para el mismo9. Es decir, que la conducta resulte objetivamente peligrosa- posibilidad objetiva de
lesionar determinados bienes jurídicos -, pues de lo contrario corre el riesgo de convertir al Derecho penal en un mero
apéndice del derecho administrativo sancionador o viceversa. No es suficiente, en consecuencia, la simple violación de
la obligación de obrar, sino que se requiere una acción que objetivamente, este impregnada de amenazas para el bien
jurídico. En esta línea, el principio de la lesividad sería violado cuando el delito de peligro abstracto este previsto
como como la mera desobediencia de determinados mandatos del orden juridico. No basta verificar que el agente
ha cometido uno de los comportamientos indicados en los tipos penales, sin que sea necesario comprobar que alguna
persona fue puesta en peligro fuera del propio autor. Esta es la regla de oro para verificar en cada caso la existencia o
no de un ataque (puesta en peligro) al bien jurídico seguridad pública, evitando las –no pocas- arbitrariedades por los
operadores jurídicos en la interpretación literal del artículo 279° del Código Penal, al criminalizar sólo actos de posesión
de armas y/o municiones sin importar la puesta en peligro en grado de posibilidad concreta de afectación inminente a los
bienes jurídicos vida, integridad física, tranquilidad o propiedad (integrantes del concepto seguridad pública) de los
demás ciudadanos, además del propio sujeto agente.
2.9.- Invocando al autor nacional Raúl Peña Cabrera10 respecto al principio de la última ratio, tenemos que los
instrumentos de los cuales se vale el Derecho Penal para la protección de los bienes jurídicos -como la seguridad
pública- con la incorporación de la figura delictiva de tenencia ilegal de armas tipificado en el artículo 279º del
Código Penal, suelen ser los más severos que otras ramas del ordenamiento jurídico como las sanciones
administrativas por vulneración de la Ley N° 25054 que norma la fabricación, comercio, posesión y uso por
particulares de armas y municiones que no son de guerra (19/06/1989). Por lo que la utilización de los
mecanismos del Derecho Penal sólo ha de ser posible cuando la sociedad no pueda controlar graves conflictos.
Siendo uno de esos recursos estatales: la pena. Pero esa necesidad no basta para que la pena sea autorizada,
sino que este debe ser proporcional y deberá encuadrarse dentro de un ámbito legal garantista. En resumen, la
función pública que el Estado asume para en nombre de la sociedad, poder sancionar (ius puniendi) no es
ilimitado, sino que esta restringido por el denominado Principio de «mínima intervencion». En ese sentido, la pena
por las consecuencias que conlleva para el individuo, hace que sólo se recurra a ella como «ultima ratio», es
decir, el último recurso a emplear por no existir otros medios más eficaces, recuérdese que las armas y
municiones en posesión de los ciudadanos sin contar con la licencia respectiva, es pasible de controles
administrativos eficaces como la incautación de los objetos del delito y la imposición de la sanción administrativa
ahora por la SUCAMEC. Por ello, la intervención punitiva estatal no se da por la sola posesión del arma (carácter
fragmentario), sin verificar en el caso concreto la efectiva puesta en peligro del bien jurídico seguridad pública,
para la configuración del delito de tenencia ilegal de armas, lo que ineludiblemente tiene lugar con la exposición
del arma a terceros.

TERCERO: Principio de presunción de inocencia

3.1.- El principio de presunción de inocencia se encuentra reconocido en diversos instrumentos internacionales, como
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (artículo 9º), la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, el Pacto de San José de Costa Rica - Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 8º), la
Constitución Política del Estado (artículo 2.24.e) y el Código Procesal Penal (artículo II del Título Preliminar), ésta
ultima norma tiene la siguiente prescripción: “1. Toda persona imputada de la comisión de un hecho punible es
considerada inocente, y debe ser tratada como tal, mientras no se demuestre lo contrario y se haya declarado su
responsabilidad mediante sentencia firme debidamente motivada. Para estos efectos, se requiere de una suficiente
actividad probatoria de cargo, obtenida y actuada con las debidas garantías procesales. En caso de duda sobre la
responsabilidad penal debe resolverse a favor del imputado”.
3.2.- La presunción de inocencia supone que la condena sólo puede ir precedida de suficiente prueba de cargo,
entendida como tal, toda aquella encaminada a fijar el hecho incriminado que en tal aspecto constituye el delito, así
como las circunstancias concurrentes del mismo (sobre todo, las que se consideren agravantes) por un parte, y por la
otra la participación del acusado, incluso la relación de causalidad, con las demás características subjetivas y la
imputabilidad.
3.3.- En el sentido expresado, cabe precisar, que a nivel de la investigación preparatoria lo que debe haberse
formado es una hipótesis final de autoría producto del todo que representa la labor preparatoria del caso fiscal; y
siempre y cuando se haya logrado reunir medios de prueba calificados en el código. Por ende, categóricamente
debemos afirmar que premunidos de sospechas de cualquier tipo o grado no se puede requerir un juicio oral; en otras
palabras, las sospechas justifican la realización de diligencias preliminares, e incluso amparan el inicio de la
investigación preparatoria y detenciones policiales en casos de flagrancia, pero carecen de aptitud para sustentar el
requerimiento de un juicio oral.

9
Cruz Blanca, María José, Algunos aspectos comunes a los delitos de tenencia ilícita de armas, cit., p.5.
10
PEÑA CABRERA, Raúl. Tratado de Derecho Penal. Estudio Programático de la Parte Ge-
neral. Grijley. 5a edición. Lima. 1994, pp. 129-130.
CUARTO: Respecto a causal de sobreseimiento por insuficientes elementos de convicción

4.1.-El sobreseimiento constituye una decisión jurisdiccional emanada del juez de Investigación Preparatoria que es
dictada de oficio o a pedido de parte en el contexto de la etapa intermedia. Es una decisión judicial debidamente
motivada que debe sustentarse en cualquiera de las causales previstas en el artículo 344. 2 del CPP, y que pone fin a la
secuela del proceso con efectos de cosa juzgada, evitando con ello el ingreso a la etapa de juzgamiento. En ese sentido
puede denominarse al sobreseimiento como la decisión antagónica a la acusación11
4.2.-En cuanto a la causal de sobreseimiento establecida en el artículo 344° literal d) no existe razonablemente la
posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para
solicitar fundadamente el enjuiciamiento al imputado, hace referencia al caso en el que el hecho descrito en la
disposición fiscal de formalización de la continuación de la investigación preparatoria ha ocurrido, pero el titular de la
acción penal tiene un problema de suficiencia probatoria necesaria para llevar a juicio con éxito al imputado; en
buena cuenta, la investigación probatoria no lo ha dotado del material probatorio idóneo, cuantitativa y
cualitativamente hablando, para tentar romper con la presunción de inocencia de la que goza el imputado. Pero, para
que opere esta causal de sobreseimiento, no basta con verificar la insuficiencia probatoria mencionada, sino que
además es menester tener el convencimiento de que, aun cuando fuese posible abrir una ventana investigativa, ello
sería vano dada la imposibilidad de encontrar material probatorio de cargo. Ello significa que el fiscal ha sido diligente
en su labor de instrucción, pese a lo cual, no ha sido viable acumular elementos de prueba con suficiencia
acreditativa de tal nivel que permita acusar a una persona12.
4.3.-En consecuencia, este supuesto se configura cuando luego de realizadas las diligencias durante la investigación
preparatoria y de los elementos de prueba recolectados se concluye que no se puede fundamentar una acusación en
forma razonada, y menos existe la posibilidad de recabar nuevos datos que cambien la situación existente.

QUINTO: Respecto del requerimiento fiscal de sobreseimiento y posición de la defensa


5.1.- De lo oralizado en audiencia y de su requerimiento, cabe indicar que el fiscal requiere el sobreseimiento de la
causa de conformidad con el artículo 344 segundo párrafo literal d), no hay elementos de convicción suficientes
para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del imputado, por cuanto no existen elementos de convicción que
acrediten que el imputado Carlos Chuquizuta Portocarrero tenía en su poder el arma de fuego (escopeta) el día 19
de junio de 2020, toda vez que el acta de incautación elaborada por personal policial de la Comisaria de Nuevo
Chirimoto, realizado el día de la fecha no cumple con las formalidades establecidas en el acuerdo plenario N° 05-
2010/CJ-116, ya que al remitirse a su contenido en primer lugar no se ha realizado una descripción exacta del bien
que vincule a este con el imputado, ya que el acta sólo se menciona que se constató la presencia física de dos
escopetas de las cuales hace una descripción general para las dos, la misma que no guarda relación con el Informe
Pericial de Balística Forense N° 53-54/2021 (fs. 460-462) que describe dos armas de características distintas y que
al contenido de la referida acta refiere que estas pertenecen a las personas líneas arriba en mención; ahora bien, se
observa que el acta fue suscrita por el personal policial, por José Eliades Lucero Góngora y Carlos Chuquizuta
Portocarrero ( de quienes se infiere son las armas)), generado más duda a quien le pertenece cada una de las
armas incautadas, por lo que su contenido no se ajusta al criterio jurisdiccional del literal A) del numeral 11 del
Acuerdo Plenario 05-2010, que establece en estos caso la comisión del delito se percibe con evidencia- se da una
relación directa del delicuente con el bien o cosa relacionada con el delito. En segundo lugar, de la revisión de la
referida acta, se observa que no se ha consignado que la misma fue realizada con autorización fiscal conforme al
criterio jurisdiccional número 11) literal b), consecuentemente al no superar ese rigor, seria inoficioso solicitar
confirmatoria de la misma; siendo así, dicha acta no podrá ser valorada en juicio desde la perpectiva probatoria,
debido a que no se lograría establecer una relación directa del imputado con el bien o cosa relacionada con el
delito, si bien se cuenta con el acta de constatación policial (fs. 07-08), acta de lacrado de las dos escopetas ( fs.
10) , el informe pericial de balística forense N° 53-54/2021 (fs. 460-462) que arroja como resultado que las dos
escopetas están operativas y el oficio N° 115-2022-SUCAMEC-IR II NORTE que informa que el imputado Carlos
Chuquizuta Portocarrero no cuenta con licencia para portar armas, sin embargo, estos medios de prueba quedarían
en la orfandad debido a que no ha quedado establecido de manera fehaciente cuál de las armas le pertenece al
imputado, toda vez que se trata de actos que dependen de la referida incautación, lo cual sería el punto de partida
para acreditar la tenencia o posesión de las armas incautadas.
5.2.- El abogado de la defensa del imputado indica estar conforme con el requerimiento fiscal de sobreseimiento y
sus fundamentos.
5.3.- La defensa del Estado no ha planteado oposición al sobreseimiento.

11
IBERICO CASTAÑEDA, Luis Fernando. La etapa intermedia. Lima, Instituto Pacífico, 1°era. Edic., 2017, p. 236.
12
Ibidem, p. 93-94.
SEXTO.- Fundamentos de hecho y derecho para el sobreseimiento, análisis del caso

6.1.- Analizado el requerimiento fiscal de sobreseimiento, la imputación fáctica y los elementos de prueba, se tiene
que analizado este caso corresponde dictar el sobreseimiento por cuanto, no existe razonablemente la posibilidad
de incorporar nuevos datos a la investigación y no hay elementos de convicción suficientes para solicitar
fundadamente el enjuiciamiento. recalcando que dicho supuesto se configura cuando luego de realizadas las
diligencias durante la investigación preparatoria y de los elementos de prueba recolectados se concluye que no se
puede fundamentar una acusación en forma razonada, y menos existe la posibilidad de recabar nuevos datos que
cambien la situación existente, en buena cuenta, la investigación probatoria no lo ha dotado del material probatorio
idóneo, cuantitativa y cualitativamente hablando, para tentar romper con la presunción de inocencia de la que goza el
imputado.

6.2.-Analizando el requerimiento fiscal, la imputación y los elementos de convicción, se tiene que el mismo resulta
fundado por cuanto los elementos de convicción son insuficientes para acreditar en juicio que el imputado tenía en su
poder las armas de fuego incautadas, porque no se podrá probar que legalmente le fueron incautadas, por lo
siguiente:

(i) La imputación fáctica respecto al delito de tenencia ilegal de armas, es de precisa que se basa en que, se constató
la presencia física de dos escopetas calibre dieciséis, sin marca, con culata de madera y cañón de fierro, con sus
respectivos sujetadores de nailon y rafia para su transporte, debajo de un árbol, tapadas con una tabla de madera.
Ello se desprende del acta de incautación y traslado, de la que no se desprende que al imputado Carlos Chuquizuta
Portocarrero se le haya incautado arma alguna porque la tenia en su posesión, se indica que las armas se
constataron su presencia física debajo de un árbol
(ii) La referida acta de incautación conforme lo sostiene el fiscal no ha sido autorizada por Fiscal, y no se ha realizado
descripción como es que las armas encontradas en el lugar del hecho le correspondería al imputado Carlos
Chuquizuta Portocarrero , siendo así, es de agregar al no haberse confirmado judicialmente la incautación el Juez
de Investigación Preparatoria conforme a ley, se tiene que la misma no podrá ser valorada en juicio desde la
perspectiva probatoria13, en consecuencia, el titular de la acción penal no podrá probar que efectivamente se le
incauto un arma ( escopeta desabastecida) al imputado; dicha acta como medio de prueba no está revestida de
legalidad mediante la confirmatoria judicial.
(ii) Si bien si bien se cuenta con el acta de constatación policial (fs. 07-08), acta de lacrado de las dos escopetas ( fs.
10) , el informe pericial de balística forense N° 53-54/2021 (fs. 460-462) que arroja como resultado que las dos
escopetas están operativas y el oficio N° 115-2022-SUCAMEC-IR II NORTE que informa que el imputado Carlos
Chuquizuta Portocarrero no cuenta con licencia para portar armas, sin embargo, estos medios de prueba no
resultarían suficientes para lograr una condena contra el imputado Carlos Chuquizuta Portocarrero, por cuanto no se
podría acreditar que él se encontraba en posesión o tenencia del arma de fuego ( escopeta), toda vez que se trata de
actos que dependen de la referida incautación, el cual viene a ser el elemento idóneo para acreditar la tenencia o
posesión del arma, en ese sentido no se podría sustentar si efectivamente los objetos del registro personal fueron
incautados y que tales objetos fueron materia de peritaje de balística forense.

6.3.-En consecuencia, por los fundamentos expuestos cabe declarar fundado el requerimiento de sobreseimiento,
pues no existen suficientes elementos de convicción idóneos respecto a que el imputado efectivamente tuvo en su
poder las escopetas incautadas, la incautación no autorizada por el fiscal no se describe ello, asimismo, el acta de
incautación que es el elemento de prueba idóneo para sustentar y corroborar que un imputado se le incauto armas de
fuego, no ha sido confirmada judicialmente y por tanto tampoco podrá ser valorada en juicio.

6.5.- Cabe precisar también que conforme al artículo 347. 3. El sobreseimiento tiene carácter definitivo. Importa el
archivo definitivo de la causa con relación al imputado en cuyo favor se dicte y tiene la autoridad de cosa juzgada.
En dicha resolución se levantaran las medidas coercitivas, personales y reales, que se hubieren expedido contra la
persona o bienes del imputado.

Por estas consideraciones y dispositivos legales invocados, RESUELVE:


1.- Declarar FUNDADO EL REQUERIMIENTO FISCAL DE SOBRESEIMIENTO en los seguido contra CARLOS
CHUQUIZUTA PORTOCARRERO en el proceso que se le sigue por la presunta comisión del delito contra la seguridad

13
Acuerdo plenario 5-2010- CJ-116-Incautación Fundamento 14, siendo indispensable la intervención
judicial, que es una condición previa para la valorabilidad de toda incautación desde la perspectiva
probatoria, desde luego, no es posible utilizar como evidencia lo obtenido a través de la incautación
mientras no se ha cumplido con el correspondiente control jurisdiccional.
pública - Tenencia de arma de fuego – en agravio el ESTADO – Ministerio del Interior- Representado por el
Procurador Público a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio del Interior; por la causal prevista en el
artículo 344.2, numeral d) del Código Procesal Penal, en tanto, no existe razonablemente la posibilidad de
incorporar nuevos datos a la investigación y no hay elementos de convicción suficientes para solicitar
fundadamente el enjuiciamiento.
2.- LEVANTESE las medidas coercitivas de carácter personal y/o real que se hubieren dictado contra el acusado y sus
bienes, en el presente proceso.
3.- ANULENSE los antecedentes judiciales y/o policiales derivadas del presente proceso.
4.- CONSENTIDA O EJECUTORIADA que se a la presente, ARCHIVESE DEFINITIVAMENTE el expediente en el
modo y forma de ley en la sección que corresponda. Prosígase con el trámite de la acusación respecto al presunto
delito de usurpación.
6.- NOTIFIQUESE a los sujetos procesales que corresponde, al fiscal, a la defensa del imputado y la
Procuradoría Pública a cargo de los asuntos judiciales del Ministerio del Interior.

También podría gustarte