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2do Parcial (2da Parte)
2do Parcial (2da Parte)
b) Valoración.
Artículo 48 El paciente tiene derecho a recibir un tratamiento apropiado para su problema
particular, que le permita recuperar su autonomía o vivir con dignidad su trastorno psíquico.
Considero que el paciente no recibió un tratamiento adecuado para su problema, sino mas bien
recibió una especie de publicidad de la agencia del psicólogo que claramente no le llevó a mejorar.
Artículo 56 El paciente usuario tiene derecho a que no se lo explote, engañe o manipule por medio
de la información que le brinde al terapeuta o del poder o la sugestión que puede ejercer el
terapeuta sobre las libertades del paciente.
Considero que el terapeuta usó su posición para manipular o engañar al cliente, usando el deseo
que tenía este último de buscar pareja y así lo empujó a pagar una cuota en su agencia
matrimonial.
CASO:
Un usuario presenta una denuncia ante la Comisión Deontológica de su colegio por los motivos
siguientes: Se había inscrito en una agencia matrimonial ya que era muy tímido y tenía dificultades
para conocer mujeres con las que establecer relaciones con fines de lograr formar una familia. Esta
agencia estaba dirigida por un psicólogo. A él le entregó la cuota única a pagar (3500 Bs.) quien le
devolvió el correspondiente recibo. A partir de aquí, le fueron realizadas un número de
“presentaciones” inferior al estipulado en el contrato y según refiere, cuando llamaba para
reclamar, el psicólogo alegaba diferentes excusas, intentando sacarle más dinero a lo que el
usuario se negó ya que entendía que no se había cumplido el contrato anterior. Posteriormente y
siempre por teléfono, el psicólogo le dijo que no lo llamara más ya que no tenía nada que ver con
él, que él era un psicólogo privado y nada más y que no tenía nada que ver con ninguna agencia
matrimonial y le colgó el teléfono. Ante esto, el usuario se dirigió a una asociación de consumidores
y allí le aconsejaron que presentara denuncia. En la declaración del psicólogo ante ese organismo,
éste indicó que la relación que había mantenido con el usuario era la de cliente de un psicólogo y
que, al deteriorarse la relación, había decidido dejar de atenderle. El usuario indica que todo eso es
falso ya que sólo vio al psicólogo una vez, cuando fue a solicitar los servicios de la agencia
matrimonial y que en el recibo que puede aportar figura el concepto de “asesoramiento
matrimonial”. Ante esto, el usuario solicita que se le devuelva el dinero por incumplimiento de
contrato (para lo que pone la oportuna denuncia en los juzgados) y además, pone los hechos en
conocimiento de la Comisión Deontológica ya que considera que el psicólogo se ampara en su
condición de tal para llevar a cabo los hechos anteriormente descritos. En su comparecencia ante
la Comisión Deontológica, el denunciado reconoce que es director de la agencia matrimonial,
aunque realiza funciones como psicólogo en el mismo espacio físico. Responde que en principio
trató al usuario como psicólogo por “un problema de agresividad y timidez con las chicas”, que
no recuerda si las sesiones fueron una o dos y que no le cobró ya que pensó en derivarlo
inmediatamente a la agencia matrimonial que el mismo dirigía. En la agencia, lo sigue tratando ya
como cliente de la misma y que esa es la razón de que en el recibo conste “asesoramiento
matrimonial”. Indica también que en su tarjeta de visita aparece como “director de agencia” y
“psicólogo” porque ambas funciones las realiza, e indica que atiende a algunos clientes que no
tienen nada que ver con la agencia y que el denunciante está intentando mezclar las dos funciones
a pesar de que son actividades independientes, aunque se realicen en el mismo espacio físico.